―Porque tu estas de mi lado, porque tú eres mi niño, siempre
mi niño fiel, el que nunca me dejara… ―Anulando la distancia, el jefe tomo con
sus labios los labios del menor en un intento de mantenerlo bajo su dominio;
sin embargo Jaejoong reaccionó al instante y alejó con rudeza su rostro,
escurriéndose ágilmente debajo de él. Luego corrió hacia la puerta, huyendo a
su habitación. Jisung entonces saco de su bolsillo otro cigarro, acostándose de
lleno en el sillón. Una ligera sonrisa se le apareció en el rostro.
Y no, no es que ahora le interesara Jaejoong, pero si
comportarse amoroso le aseguraba tener el dinero que su niño estrella generaba,
entonces haría lo que fuese necesario. Lo consentiría, lo besaría, hasta sería
capaz de jurarle amor eterno si la situación lo ameritaba; solo que, lo el jefe
desconocía, es que por mas besos que él le diera, Jaejoong no iba a regresar a
él.
Porque sus dudas eran ciertas…
…Otro ya había reclamado su lugar.
..
Capítulo VIII: Desde
siempre acepto su destino, desde siempre supo que él no era más que un
pordiosero, sin embargo cuando estaba con Yunho, él podía anhelar ser algo más.
Alguien importante, alguien valioso.
Alguien
amado.
Una
noche después, Jaejoong se encontraba recostado frente a la chimenea del
altillo, reposando su cabeza en el regazo de Yunho, quien estaba sentado en el
piso contra la parte delantera del sofá. Aunque generalmente estar con Yunho le
robaba toda su atención, hoy Jaejoong parecía estar ido, como en otro mundo y
eso se debía a lo que había pasado con su jefe la noche anterior.
El
jefe lo había besado y Jaejoong no podía entender porque había hecho eso si la
otra vez solo lo humilló de la manera más cruel. ¿Acaso si sentía lo mismo que
él había sentido? ¿Acaso si le gustaba? Miles de preguntas atacaban su cabeza y
ni una sola respuesta a ellas. “¿Sera que
el jefe me quiere?” Jaejoong sacudió su cabeza al evocar aquellos
sentimientos que lo devolvían a cuando
estuvo enamorado. No podía dejar que regresaran a él y menos estando ahora con
Yunho.
Con
Yunho…
Jaejoong
dirigió su mirada hacia arriba, mirando a Yunho quien suavemente le acariciaba
la cabeza. El aura que emanaba el jefe y el aura que emanaba Yunho
definitivamente eran muy diferentes. El jefe era un hombre que imponía respecto
pero también hostilidad y deshonestidad. Yunho, por otra parte, transmitía
seguridad, confianza, amistad. Transmitía amor y eso a Jaejoong lo tenía
atrapado.
Con
seguridad podía decir que ahora encontraba mucho más encantador cualquier cosa
que hiciera Yunho, que cualquier cosa que hiciera su jefe.
―¿Estas
cansado? ―Jaejoong le preguntó a Yunho al ver que tenía una expresión bastante
apagada.
―Algo,
conseguir dinero se está volviendo difícil…
―Lo
sé. ―Jaejoong concordó y devolvió su mirada al fuego de la chimenea.
El silencio volvió a apoderarse de
la habitación.
Yunho
suspiró pesado, había algo que también estaba molestando en su cabeza.
Ya
lo tenía decidido, para evitar problemas con su bando y el de Jaejoong, se iría
del suyo y regresaría a Gwanju con su pequeño Changmin y claro, con Jaejoong.
El problema radicaba en que no sabía cómo Jaejoong aceptaría eso. Quería
preguntarle pero cada vez que se decidía por hacerlo, su valentía
inexplicablemente daba un paso atrás. Quizás tenía miedo de que Jaejoong le
dijera que no y que la razón fuera por no dejar al estúpido de su jefe. Le daba
coraje tan solo pensar que Jaejoong muy probablemente elegiría quedarse al lado
de su jefe que irse con él; porque aunque ellos fueran una “pareja” ahora, el
jefe había sido el apoyo de Jaejoong por años y eso era algo que él no podía
cambiar de la noche a la mañana.
El
sonido del reloj marcando las nueve de la noche sonó. Yunho supo que ya era
hora de que Jaejoong se fuera. ―Debes irte, no es bueno que andes rondando tan
de noche en la calle.
Jaejoong
se mordió el labio, él todavía no se quería ir. ―¿No podría quedarme una hora
más?
―No,
mas tarde puede ser peligroso.
―Pero
no me quiero ir. ―Jaejoong hizo un puchero. ―No quiero… ―De repente la imagen
de su jefe acosándolo se le vino a la cabeza. No quería volver a la residencia
y soportar eso. ―¿No podría quedarme esta noche aquí?
―¿Quieres
dormir aquí?
―Sí.
Yunho
lo pensó un poco. No podía llevar a Jaejoong a su cuarto sabiendo el riesgo de
que alguno de los miembros de su pandilla lo vieran y armaran problema. Dormir
en el sofá tampoco parecía una buena opción, sería muy incomodo. ―Espérame
aquí. ―De improvisto Yunho salió del altillo dejando a Jaejoong a solas sentado
en el piso. No transcurrió más de diez minutos para que Yunho regresara arrastrando
un pequeño colchón y un par de cobijas. Jaejoong se levanto del suelo, viendo
como Yunho acomodaba el colchón y las cobijas justo en el espacio entre la
chimenea y el sofá. ―Así no te dará frio cuando duermas aquí. ―Le dijo.
Jaejoong
sonrió ante la hospitalidad de Yunho y se arrodillo junto a él en la nueva
improvisada cama. ―No nos dará frio querrás decir.
―¿Cómo?
¿Quieres que duerma contigo?
Dios,
Yunho a veces podía ser muy lento. ―Obvio, ¿Crees que me quedaría aquí no
durmiendo contigo?
El
rostro de Yunho de inmediato se sonrojo al imaginar la combinación de cama +
Jaejoong + chimenea + noche. Aunque ambos fueran todavía muy jóvenes, esta era
la edad en donde las hormonas atacan sin control y tal vez eso sucedería esta
noche. ―Ok… si quieres… ―Algo nervioso, Yunho terminó de tender la cama y se
acostó, elevando la cobija para que Jaejoong se acostara a su lado. El
pelinegro no dudo en acurrucarse contra Yunho y levanto un poco su rostro para
darle un beso en la boca. En menos de lo esperado ambos ya se estaban besando
profundamente, envueltos en la comodidad de las cobijas y el calor del fuego.
Juguetearon
un rato con sus lenguas fuera de sus bocas y luego se abrazaron, acariciándose
con serenidad sus espaldas.
―¿Cómo
esta… Yunjae? ―Yunho le preguntó entre besos. ―¿Esta… comiendo bien?
―Si…
gracias a la comida que le compraste…Yoochun hoy lo está cuidando…
Yunho sonrió. ―Entonces eso prueba
que soy el mejor appa de los dos.
―¡No!
―Jaejoong protesto, robándole otro beso. ―No lo eres. ―Jugando, Jaejoong se
coloco a horcajadas sobre Yunho y rodeo ambos brazos en su cuello, besándolo y acariciándolo
de una manera algo sugerente. Yunho de inmediato sintió un calor agudo en la
parte baja de su cuerpo. Hoy Jaejoong estaba muy travieso y no sabía si iba a
hacer lo suficientemente fuerte para resistirlo.
―Jae…
espera… ―Yunho susurró en un aliento. ―Espera…
―¿Qué
pasa… “Appa”? ―Jaejoong se le burlo, mostrando esa mirada picara combinada con
pureza muy característica de él. ―¿No te gusta?
―No
es eso. Es que… si sigues así…
―¿Si
sigo así? ―Jaejoong planto un beso en la mejilla de Yunho, luego en su
barbilla, en su oreja, en su cuello, en su pelo… de verdad hoy sentía ganas de
mostrarle a Yunho lo mucho que se había enamorado de él. Ya el jefe y sus
preocupaciones con respecto a él no le importaban, ahora lo único que importaba
era disfrutar este momento de intimidad con su amor. ―¿Qué pasa si sigo? ¿Acaso
esto no es lo que hacen los padres cuando tienen un hijo?
El
rostro de Yunho se torno rojo, formando una mueca de perplejidad un tanto
cómica.
Ante
eso, Jaejoong soltó una pequeña carcajada y se bajo de encima de Yunho,
acostándose boca arriba a su lado. Yunho se acomodo de medio lado, pasando un
brazo por sobre el pecho de Jaejoong. ―¿Qué es tan gracioso? ―Le preguntó al
ver que Jaejoong no dejaba de reírse.
―Eres
gracioso. ―Jaejoong le contesto con una gran sonrisa.
Yunho
hizo un puchero. ―¿Quieres reírte de verdad? ―Levantando sutilmente la camisa
que Jaejoong vestía, Yunho acerco su cara y presiono sus labios contra el
estomago de este, haciendo un movimiento con su boca que hizo a Jaejoong
doblarse de la risa.
―¿Q-qué
haces? ―Inquirió Jaejoong cuando pudo calmarse.
―Mi
madre solía hacer esto cuando quería animarme.
―Oh…
¿Puedo? ―Sentándose en el colchón, Jaejoong llevo sus manos al borde del suéter
de Yunho y lo levanto para ver su abdomen. Al igual que Yunho había hecho
segundos antes, Jaejoong acerco su cara y presiono fuerte su boca, moviendo no
solo sus labios sino también sus dientes para morder sutilmente la piel de
Yunho.
Yunho
se sacudió inquieto. ―¡Oye! ¡No tan agresivo! ―Le replicó juguetonamente
mientras lo volvía a recostar y se colocaba encima. De nuevo subió la camisa de
Jaejoong pero esta vez hasta sus hombros, dándole cosquillas con su boca en
todo su torso. Sin saber cómo, sus labios aterrizaron en una de las tetillas de
Jaejoong, provocándole un gemido ante el contacto.
―¿Yunho…? ―La respiración de Jaejoong se
volvió más agitada en cuanto sintió como Yunho sacaba su lengua y la pasaba por
sus tetillas, chupándolas después y acariciándolas con la boca.
Ninguno
de los dos se detuvo a pensar porque pasaron de estar jugando infantilmente a
acariciarse tan lascivamente; ahora solo importaba lo bien que se sentía la humedad
de la lengua sobre esa piel tan sensible.
Pronto
no fue Yunho sino Jaejoong el que ahora estaba encima, acercando su cara a las
tetillas de Yunho para mamarlas como Yunho lo había hecho antes. Las chupo, las
lamio, las pellizco con sus dientes sin ningún atisbo de timidez. En seguida,
Jaejoong sintió un bulto firme presionarse contra su muslo interior, indicando
que al parecer Yunho se había puesto duro por las caricias. Jaejoong bajo su
rostro y se rió, acostándose totalmente sobre Yunho. ―¿Eh, Yunho, enserio te
gusto tanto?
Yunho
no contesto, solamente le envió una mirada de advertencia como si le dijera que
no quería ser molestado. No obstante Jaejoong no iba a parar con sus burlas.
―Uhm, ¿Puedo verlo?
―¿Por
qué?
―Tengo
curiosidad.
De
inmediato Jaejoong se quito de encima de Yunho y se sentó al lado, alejando las
cobijas para ver la erección que se escondía entre sus pantalones. Yunho se
apoyo sobre sus dos codos, preguntándose si de verdad Jaejoong sería capaz de
sacarlo ya que parecía estar algo indeciso. Sin embargo, más rápido de lo que
pensó, Jaejoong tomo el borde de su pantalón de algodón y lo bajo, dejando al
descubierto ese pene rojo que crecía y crecía conforme los segundos pasaban.
Jaejoong
se rió como quien hace una travesura indebida y Yunho irguió su torso al verse
completamente descubierto. ―¡Jaejoong! ―Gritó al taparse el pene con las manos.
―No…
―No
seas tonto Yunho, tenemos lo mismo. ¿Te da vergüenza?
Yunho
se mordió los labios, no queriendo admitir que se moría de la pena. En realidad
él no se sentía incomodo estando desnudo con sus compañeros de bando o con
otros chicos, pero que Jaejoong lo viera así le provocaba una timidez inmensa.
Él sabía que con los demás su desnudez era algo totalmente inocente, pero con
Jaejoong no. Con Jaejoong, sus interacciones se estaban convirtiendo en todo
menos inocentes.
Con
su sonrojo a flor de piel, Yunho intentó volverse a poner las cobijas encima
pero Jaejoong se lo impidió, lanzándolas lejos para que no tuviera oportunidad
de cubrirse. ―Eh ~ Yunho no hay necesidad que te escondas de mi.
―Entonces
voltéate, no quiero que veas. ―Yunho le exigió mientras rodeaba su pene con su
mano derecha.
―¿Por
qué?
Yunho
hizo una expresión angustiante como si le quisiera decir a Jaejoong que estaba
hablando en serio, por lo que Jaejoong soltó un suspiro profundo y se coloco
detrás del otro, abrazándolo por la espalda mientras recargaba ambos brazos por
sobre los hombros de este.
―No
lo puedo hacer si me estas mirando. ―Dijo Yunho.
―Solo
hazlo, no es como si fueras hacer algo que yo no sepa.
Resignado,
Yunho tomo su pene y lo empezó a bombear de arriba abajo esperando venirse lo
más pronto posible para acabar aquella incomoda escena. Regularmente él no se
masturbaba mucho; la excepción había sido esos últimos días, exactamente desde
que Jaejoong y él habían dejado de ser simplemente amigos para convertirse en
algo más. Le daba vergüenza admitirlo pero en ocasiones, cuando se despertaba a
mitad de la noche, él simplemente tomaba su pene y pensaba en Jaejoong… en sus
besos, en su voz, en su rostro. Yunho no podía evitar no masturbarse si
Jaejoong le provocaba tantos deseos.
―Uhm.
―Yunho gimió al cerrar sus ojos y sentir la respiración caliente de Jaejoong
sobre su cuello. Ahora ya no tenía que imaginárselo, Jaejoong estaba ahí con
él, a su disposición. Yunho batió un poco más fuerte su pene.
―¿Ya
casi? ―Jaejoong le susurró al oído a lo que Yunho respondió con un gruñido
incomprensible. ―¿Puedo… hacer algo? ―Con una idea en mente, Jaejoong dejo de
abrazarlo y se coloco en frente, mirándolo con ojos anhelantes.
Yunho se detuvo. ―¿Qué… quieres?
Jaejoong se lamio el labio. ―Quiero
hacerlo pero no sé cómo hacerlo.
Yunho
pensó que Jaejoong se refería a masturbarlo con su mano, así que tomo la mano
del otro para dirigirla a su pene, no obstante lo que quería era algo
totalmente diferente. Sin ningún tipo de pudor, Jaejoong se inclino como un
gato y paso su lengua por la ranura del pene de Yunho. El moreno casi se vino
ante ese toque. ―J-jaejoong, ¿Q-qué haces?
―Dicen
que así te vienes más rápido, y que es más rico.
―¿No
te da asco?
Jaejoong
sonrió. ―No, de hecho… ―La frase quedo a medias porque sin poder aguantar más,
Jaejoong abrió su boca y tomo con sus labios la punta del pene que ya estaba
comenzando a chorrear líquidos de pre-semen.
―Uhm…
Jae… ―Yunho gruñó al sentir como Jaejoong afianzaba su agarre y ahora intentaba
meterse toda su hombría a la boca. No podía, no tenia la suficiente habilidad y
además el ancho era un poco grande para su boca, aun así Jaejoong siguió intentando.
Quería darle a Yunho todo el placer que su boca pudiera brindar.
Unas
cuantas lamidas pequeñas y luego un chupón fuerte hizo que Yunho sintiera
corrientazos por su espina dorsal. No podía creer que esto estuviera pasando,
jamás se le pasó por la cabeza tener a Jaejoong dándole una mamada. Tal vez
para él los besos siempre fueron suficientes, pero quizás en el fondo siempre
ansió por más y ahora se estaba cumpliendo. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar?
―¡Mph!
Yunho
tembló al no poder aguantar más y venirse, y cuando Jaejoong levanto su cabeza
y abrió su boca, Yunho pudo ver como de su lengua y labios escurrieron hilos de
semen que quedaron atrapados dentro de ella. Al instante Yunho tomo una sabana
y le limpio los rastros de su semen, sintiéndose avergonzado de que no hubiera
podido contenerse.
―Lo
siento. ―Se disculpo.
Jaejoong sonrió ante su gesto. ―Sabes extraño. ―Le
dijo y luego se acerco para darle un beso abierto.
Pronto
Jaejoong también sintió como su propio pene empezó a crecer por lo que miró a
Yunho, expresándole con su mirada que él también necesitaba ayuda.
―¿Quieres
que…? ―Yunho preguntó vacilante. ―Bien. ―Acercándose, Yunho agarró el borde del
pantalón de Jaejoong y lo bajo, dejando libre su erección que al igual que la
de Yunho, ya estaba completamente dura. Yunho paso saliva cuando Jaejoong se
sentó encima de sus muslos y abrió sus piernas, mostrándole completamente la
parte de debajo de su cuerpo desnudo.
A
continuación, Yunho rodeo el pene de Jaejoong con sus dedos y comenzó a
masturbarlo. Jaejoong dejo salir unos gemidos, todo esto era tan placentero que
simplemente no podía controlar su boca. Honestamente, él no conocía mucho sobre
sexo, solo lo que había escuchado de sus compañeros y las cosas que había
presenciado estando en la calle. Nunca deseo tener sexo con alguien, ni siquiera con su jefe.
Esta era la primera vez que deseaba hacerlo, aunque…
―Yunho…
―Jaejoong susurró despacio, sus ojos estaban adormilados. ―Yo nunca había hecho
esto con nadie.
―Ni
yo. ―Yunho admitió.
―Entonces
será la primera vez de los dos. ―Se acercó y abrazó a Yunho besándolo con una
lujuria que no sabía que tenía. ―¿Qué sigue ahora?
Yunho
guardo silencio por unos instantes, sintiendo como su pene aun no dejaba de
estar duro pese a haberse venido. ―Aun no te has venido y yo…
―¿Quieres
que siga chupándotela?
―No,
yo quiero… ―Yunho no sabía cómo decir eso, no quería asustar a Jaejoong. ―Yo
quiero…
―¿Metérmela?
―Jaejoong completo su frase.
Yunho
se quedo unos instantes en silencio. Como había dicho antes, él no había tenido
sexo con alguien, nunca, por lo que se sentía nervioso de que hacer o cómo
manejar la situación. Además Jaejoong no era una chica, era obvio que sería más
difícil intentar meter su pene en… ―No lo hare si tú no quieres. ―Finalmente
dijo al ver que Jaejoong también parecía no estar tan seguro con la idea.
―¿Es
doloroso?
―Supongo,
no lo sé…
―¿Se
siente bien?
Yunho
no contesto y en cambio, tomo a Jaejoong de las mejillas y le dio un beso
cargado de deseo y ansiedad. Aunque los dos estuvieran nerviosos, ambos eran
primerizos, ambos iban a hacer el amor por primera vez, por lo que no había
necesidad de sentirse cohibidos si ambos estaban en las mismas condiciones. Podían
equivocarse y volver a intentarlo. Nadie los iba a criticar.
Por
lo tanto, Jaejoong, ahora con más seguridad, se volteo y se coloco en cuatro,
posicionándose a merced de lo que Yunho quisiera. Al ver los glúteos blancos y el agujero rosa de Jaejoong, Yunho
casi se viene por segunda vez. Líquido pre-seminal salió de su pene.
Sin
esperar más, Yunho se coloco de rodillas y tomo con sus manos las caderas de
Jaejoong. Viéndolo bien no sabía cómo su pene iba a caber por ese agujero tan
pequeño, no sabía muy bien cómo era la forma correcta de insertarlo, dejaría
que su instinto lo guiara. Tomo su pene y lo fue metiendo, un tanto brusco
quizá, para asegurarse que no se saliera. Jaejoong gritó al instante por la
sensación que esto le estaba provocando. De verdad dolía y mucho.
―Yunho,
me está doliendo, detente.
Al
oír los quejidos de Jaejoong, Yunho se detuvo, sacándolo de inmediato. Intento
una vez más pero apenas podía entrar su glande. Si seguía intentándolo así
seguro Jaejoong ya no lo querría hacer, así que escupió un poco de saliva en su
mano y se la restregó en su pene, esperando que eso le facilitara deslizarse
mejor. Pero nada, el ano de Jaejoong seguía muy comprimido.
No
encontrando otra solución, Yunho acerco su cara al agujero y empezó a lamerlo
con la esperanza de que esto hiciera expandirlo un poco más. Jaejoong se estremeció
al sentir la lengua y los labios de Yunho en esa zona tan intima. Debía admitir
que le daba vergüenza, un poco de asco quizá pero si así Yunho entraría,
entonces lo dejaría hacer lo que fuese necesario. La sensación se torno más
agradable cuando Yunho metió su lengua dentro de su entrada, sacándola y
metiéndola como si lo estuviera penetrando.
Luego
de unos minutos más, Yunho se alejó, limpiándose la boca con una sabana. Con la
desesperación de ya no aguantar más, esta vez no fue tan indeciso y se metió de
una en la entrada de Jaejoong, viendo con satisfacción como su esfuerzo había
valido la pena y su pene al fin podía avanzar con facilidad.
Jaejoong
gimió fuerte al sentir como se expandía por dentro. La sensación los estaba
quemando a ambos. Yunho no podía creer lo agradable y caliente que Jaejoong era
por dentro, definitivamente se vendría más rápido de lo que creía. Manteniendo
la posición de “perrito”, Yunho coloco sus manos a ambos lados de la cadera de
Jaejoong y empezó a embestirlo de una manera fuerte, escuchando el sonido de
sus pieles chocar al igual que los quejidos lastimeros de Jaejoong. El ritmo
era algo inconsistente, sin embargo la energía de Yunho lo compensaba.
Jaejoong
encorvo su espalda baja, haciendo que el ángulo de penetración fuera más
profundo. Agarró fuertemente las sabanas en sus dedos e intentó retener las
lagrimas que querían escapar de sus ojos. ―Yunho…
―Jae…
Jae… ―Yunho susurró al pegar su cuerpo a la espalda del otro.
―¡Espera!
De
imprevisto Jaejoong se volteo provocando que el pene saliera de su interior.
Yunho quedo confundido ante esa acción, mirando a Jaejoong con sus dos ojos
bien abiertos. ―¿Qué… pasa? ―Dijo con el aliento entrecortado. Estaba
disfrutando tanto que le causo malestar que Jaejoong se alejara de su cuerpo.
―Es
incomodo así. ―Jaejoong admitió igualmente agotado. ―Así… mejor.
―Arrinconándose contra la parte del sofá que estaba al lado del colchón,
Jaejoong se recostó boca arriba sobre el y abrió sus piernas, elevando un poco
su trasero para que Yunho pudiera volver a entrar.
La
molestia de Yunho al verse interrumpido quedo olvidada cuando vio la imagen de
Jaejoong; sudado, rojizo y completamente a su disposición. Debido al sudor
producto del calor (tanto de la chimenea como de sus cuerpos) Yunho se quito la
sudadera que llevaba y se dejo solamente en una camiseta sin mangas. Intentó
también despojar a Jaejoong de la camiseta que tenia pero antes de que pudiera
lograrlo, Jaejoong lo abrazo por el cuello y lo tiro a un beso muy húmedo, como
si le quisiera decir que se lo follara ya.
No
dejando pasar más tiempo, Yunho pasó sus brazos por debajo de las rodillas de
Jaejoong y volvió a meter su miembro, retomando de nuevo las embestidas.
―Más
despacio…. Más despacio… ―Jaejoong rogó. El vigor de Yunho al penetrarlo le
estaba causando dolor.
―¿Despacio?
Bien…
Yunho
continúo con el vaivén, esta vez más lento, más profundo, mas entregado. La
boca de Jaejoong se abrió cuando sintió como el placer lo ataco de repente. No podía
evitar jadear cada vez que Yunho penetraba su entrada, despacio pero firme.
―Así… Yunho, así. ―Jaejoong dijo al acercar a Yunho con sus brazos para que lo
besara. Yunho le correspondió, acariciándolo con besos placenteros mientras
paso a paso aumentaba el ritmo. Esto definitivamente era algo delicioso, ahora
entendía porque la gente enloquecía con el sexo.
En
un momento dado, se separo de la boca de Jaejoong admirando la vista que tenía
al frente: Los ojos dulces de Jaejoong mirándolo, su boca mojada, su pene
goteando y su propio pene penetrando ese culito que se veía muy apretado desde
ese ángulo; hizo a Yunho sonreír y pensar que definitivamente había sido bueno
cambiar de posición.
―Uhm
Jae… te quiero mucho… ―Yunho susurró al penetrar más rápido y recorrer su boca
por todo el torso de Jaejoong.
―Yo
también…. ―Jaejoong le contestó y tomando ahora su pene, empezó a batirlo
coordinadamente con las embestidas del otro. Cerro sus ojos, sintiendo como el
pene de Yunho lo partía en dos. Los dedos de sus pies se encorvaron al sentir
como Yunho dio justo en un punto en su interior que le provoco un placer
inmenso.
De
repente, su cuerpo se tensó, su respiración se detuvo y sin poder resistir más,
Jaejoong se corrió entre el cuerpo de Yunho y el suyo. Su semen quedo
impregnado en la camisa que Yunho llevaba.
Al
sentir como el interior de Jaejoong literalmente exprimió su miembro al llegar al
orgasmo, Yunho también se vino, respirando agitadamente mientras caía
completamente sobre el cuerpo del otro.
Después
de eso no se escucho nada más que el silencio de la noche, el sonido de la
chimenea y las respiraciones de ambos que luchaban por retomar el aliento.
―No
pude evitarlo… Me corrí dentro. ―Yunho dijo rato después al sacar su pene y
provocar que Jaejoong brincara. ―Lo siento.
Jaejoong
sonrió, besando a Yunho con ternura como si le quisiera decir que no le
importaba. Se llenaron de unos cuantos besos, tanto infantiles como obscenos y
en cuanto se separaron para buscar aire, Yunho dijo lo que hacía mucho tiempo
había querido decir:
―Jaejoong, te amo.
El
pelinegro se quedo unos segundos estático, no sabiendo cómo responder. Pero él
si lo sabía, él también lo sentía y no tenia lógica que en ese momento no
dejara salir lo que su corazón sentía:
―Te amo también.
Yunho
sonrió al sentirse correspondido y guió a Jaejoong a acostarse de lleno en el
colchón, envolviendo a ambos entre las cobijas mientras se volvían a besar.
El reloj marco las tres de la madrugada.
Ni
Yunho ni Jaejoong habían tenido intenciones de cerrar los ojos pese a que hacer
el amor los había dejado rendidos.
Con
la llama de la chimenea aun encendida, ambos se encontraban acostados en el
colchón, con Jaejoong abajo y Yunho encima repartiéndole besos. La atmosfera
era perfecta para acurrucarse y dormir, aun así ellos parecían resistentes a
querer terminar su sesión de caricias. Su excitación al entregarse por primera
vez era difícil de apagar.
Todo
era perfecto, todo estaba en orden, sin embargo aun había algo que Yunho tenía
que discutir con Jaejoong para que las cosas estuvieran realmente bien.
Para
que su felicidad fuera completa. ―Jae… ―Yunho susurró cuando dejo ir el labio
inferior de Jaejoong el cual había estado chupando.
―¿Uhm?
―Jaejoong contesto con un quejido, casi como si estuviera dormido.
―Hay
cosas que tengo que hablar contigo. Cosas importantes.
―¿Quieres
hablar ahora? Solo bésame…
―No.
―Yunho se aparto en cuanto vio que Jaejoong quería besarlo de nuevo. ―Es
importante.
Irritado, Jaejoong resopló. ―¿Qué
es?
Meditando
sus palabras por un segundo, Yunho se acomodo mejor para poder hablar con la
seriedad que requería el tema. ―Ayer mi bando tuvo una reunión acerca de algo
que los está molestando. Ellos no están conformes. Ellos quieren desterrar a tu
pandilla para tener el control de la zona.
Ante
eso Jaejoong desvió la mirada. Sabía que tarde o temprano iba a pasar algo como
eso.
―Dijeron
que esta era una situación de vida o muerte, y que si no actuábamos muy
probablemente terminaríamos desterrados o muriéndonos de hambre.
―¿Ellos
nos atacaran?
―No
lo sé con certeza, me fui antes porque estaba harto de que ellos hablaran así de
ti… ― Yunho cerró la boca, dándose cuenta que le había revelado a Jaejoong algo
que no quería que supiera.
Jaejoong frunció el entrecejo,
confundido. ―¿De mi?
―Olvídalo.
―No
Yunho, dime. ¿Qué dijeron ellos sobre mí?
―No
es nada, enserio.
―Yunho
dime por favor.
Ante
la insistencia de Jaejoong, Yunho suspiró profundo, sabiendo que no tenía otra
opción más que decirle. ―Solo son estupideces, dijeron que tú eras el títere
del jefe, que no debía confiar en ti. Que aunque tu cara fuera inocente… tus
intenciones no lo eran.
A
Jaejoong se le fue el aire por un segundo. “¿Acaso
ellos saben algo? ¿Saben del plan del…?” ―N-no, eso no es así. ¡Eso no es
verdad! ―Jaejoong reaccionó de una manera agresiva. No podía permitir que Yunho
supiera la verdad.
―Lo
sé, sé que no es verdad. Sé que tú no eres como ellos dicen, pero al parecer la
relación con tu jefe hace que ellos piensen así. Tu eres muy leal a él, casi
que pareciera que…
―¿Qué?
―Jaejoong indagó ansioso.
―No
sé, la manera en que lo defiendes, en que lo tratas, es… ―Yunho se mordió la
boca. ―…No, nada. Olvídalo.
La
expresión de Yunho hizo saber a Jaejoong que no era sensato seguir
preguntándole a pesar de que la forma en la que lo dijo pareció indicar que era
algo de importancia. Decidió mejor dejar ese tema a un lado.―¿Y entonces? ¿Tu
bando quiere desterrarnos de esta zona?
―Probablemente,
y no sé qué estarían dispuestos para lograrlo. Si tu bando se le enfrenta
también, puede ser peligroso.
Jaejoong
resopló con su boca. Justo era esto a lo que no quería llegar. No quería que se
desatara una pelea y que por consiguiente alguno de los dos sufriera.
―Por
eso, he estado pensando algo… ―Yunho dijo algunos minutos después con un tono
de voz menos alarmante. ―Pero no sé si tú aceptarías…
―¿Aceptar…?
¿Aceptar que?
Tomando
aire, Yunho por fin expresó lo que lo tenía ansioso: ―Jaejoong-ah quiero que
vengas conmigo y con Changmin a Gwanju.
Un silencio se formo de repente.
La
expresión de asombro de Jaejoong hizo inquietar a Yunho. Sin duda no se lo
esperaba. ―¿Irme contigo? Pero…
―No
te preocupes, los tres sabemos cómo conseguir dinero. Estaremos bien, solo
tendremos que buscar un lugar donde quedarnos. Yo conozco Gwanju, será fácil
instalarnos ahí.
―Pero
yo no… yo no puedo dejar a…
―¿A
tu jefe? ―Yunho arqueo una ceja, no ocultando para nada el enojo en su voz.
―¿No quieres irte por tu jefe?
“¿Mi jefe?” Jaejoong sacudió su cabeza. ―A
Junsu y Yoochun. ―Completo, viendo como la expresión de Yunho se suavizaba por
su respuesta. ―Ellos son como mis hermanos, no los puedo dejar aquí, no los
puedo abandonar.
―En
ese caso pueden venir con nosotros.
―No
sé si querrían. Ellos ya tienen su vida aquí. A Junsu podría convencerlo pero
Yoochun es muy terco y…
―Jae,
―Yunho lo tomo de sus mejillas y pego su frente con la de él, queriendo
expresarle porque era importante que se fueran de allí. ―Yo no quiero que te
pase nada. Ni a ti ni a Changmin. Todos estamos metidos en este embrollo. Mi
bando fue muy claro al expresar que no dejarían que ustedes los sacaran del
lugar. Estoy seguro que tu bando actuaria igual ¿Cierto?
―Sí.
―Jaejoong suspiró.
―Por
lo tanto irnos es nuestra única opción. ―Dijo y acobijo a Jaejoong en sus
brazos. ―No te preocupes, todo estará bien, a mi lado no te pasara nada. Te lo
prometo.
Yunho
le aseguró en un intento de hacerlo calmar… aun así Jaejoong no estaba del todo
convencido con la idea. Él había nacido en Gongju, había pasado su infancia y
los pocos años de su adolescencia en ese lugar. ¿Debía dejar todo lo que
conocía para estar a salvo? ¿Debía irse junto a Yunho? ¿O debía hacer oídos
sordos y quedarse rogando que nada sucediera? No, por mucho que lo quisiera
negar lo que Yunho decía era cierto. Tarde o temprano su bando y el de él
colapsarían, y ellos quedarían atrapados en toda esa disputa. Era obvio que
tenían que irse antes de que alguno saliera herido.
―Yo
te daré todo Jae, conmigo no te faltara nada… ―Yunho le susurró al oído unos
minutos después en los que solo hablo el silencio. ―No volverás a pasar hambre
ni sed. Podrás tener cosas bonitas, podrás comer todos los hoddeok del mundo y
subirte por primera vez a un elefante… te prometo que si te vas conmigo, ya no
serás más un niño de la calle.
Jaejoong
no pudo evitar que unas cuantas lágrimas se le salieran por aquellas palabras.
Desde siempre acepto su destino, desde siempre supo que él no era más que un
pordiosero, sin embargo cuando estaba con Yunho, él podía anhelar ser algo más.
Alguien importante, alguien valioso.
Alguien amado.
―¿Si
convences a tus amigos de venir con nosotros, lo harías?
Fue
la pregunta final de Yunho, la que le haría saber la decisión definitiva de
Jaejoong.
―Sí,
lo hare. ―Jaejoong respondió sin titubeos, sin siquiera pensarlo dos veces. Él
quería estar con Yunho y ya no le importaba lo que tenía que dejar con tal de
estar a su lado.
―¿Y
tu jefe? ―Yunho preguntó expectante, con una pequeña angustia habitando en su
pecho.
―Mi
jefe… no importa. ―Jaejoong dijo con sinceridad. ―Tuviste razón lo que me
dijiste alguna vez. Él se aprovecha de mí, de nosotros; no tiene caso que le
deba lealtad a una persona que solo me utiliza para su beneficio.
Eso
fue el punto final, al fin Jaejoong había aceptado olvidar incluso cualquier pequeño
cariño que aun sintiera por el hombre. Todo había terminado.
Al
oír esa confesión, Yunho sintió como si le quitaran un gran peso de encima.
Después de todo, sus preocupaciones con respecto al jefe habían existido solo
en su imaginación y ahora ya no tendría que angustiarse por pensar en lo que
Jaejoong sentía por el jefe ya que él mismo se lo estaba confirmando: Jaejoong
no sentía nada.
Besándolo
por enésima vez, Yunho abrazó fuerte a Jaejoong y volvió a acariciarlo,
deseando volver a hacer el amor con él a pesar de que el reloj marcara ahora
las 4 de la madrugada.
—¿Hyung?
Mas
sin embargo una voz infantil y adormilada interrumpió su maravilloso idilio.
—¿Hyung,
estas aquí?
Yunho
se quedo estático al ver como el pequeño Changmin entró y se quedo viéndolos con
una expresión de total asombro. Si Yunho pudiera morirse de vergüenza, este
sería el momento indicado. ―C-Changmin, ¿Qué haces aquí? ―Le preguntó mientras
intentaba en vano cubrir sus hombros y los hombros de Jaejoong los cuales
evidentemente indicaban que estaban desnudos.
―No
fuiste a dormir a la habitación, me preocupe… ―Dijo y luego los examinó con su
mirada. ―¿Qué están haciendo∿?
―Vuelve
de inmediato a la habitación, ¡Ahora!
―Hyung
no me respondes.
―¡Regresa
a dormir!
―Pero
Hyung…
―¡Ve
a la habitación!
Cruzándose
de brazos y con un marcado puchero en el rostro, el pequeño se devolvió por la
puerta que había entrado, pensando que era eso tan importante por la cual su
hyung no había querido ir a la cama y tras de todo lo hacía irse a
regañadientes.
En
cuanto Changmin cerró el portón del altillo, Jaejoong se echo a reír al ver la cara
de consternación de Yunho.
―Eh∿ Yunho, ¿Por qué no dejaste que se
quedara con nosotros? ∿
Yunho
lo volteo a mirar como si hubiera perdido la cabeza. ―¿Crees que dejaría que mi
“hermanito” nos viera… así?
―Aquí
hay suficiente amor para todos, incluso para “hermanitos”.
Jaejoong
dijo molestándolo y Yunho rodo los ojos, acercándose de nuevo a su rostro antes
de murmurar “pervertido” y volverle a robar en un beso el aliento.
..
Nota: Lemon tierno Yunjae *.*
Dejen sus comentarios.
me encanto hermoso lemon muy tierno descubriendo los placeres del amor por primera ves y tomando decisiones en irse con su amor a don de el valla irán los cinco o eso espero que Yoochun y Junsu lo sigan pero creo que el que se los ara de pedo sera el jefe solo espero que si puedan irse lejos de todo esto y sean muy felices los cinco
ResponderBorrarGracias
Tan lindo como se desmostraron amor el YunJae, esperemos que Jaejoong si conveza a Junsu y a Yoochun de que se vaya con ellos.
ResponderBorrarGracias por la actualización
Todavía son unos bebes como para hacer esas cosas 😂
ResponderBorrarSiiii vayanse de alli lejos de la maldad !!!!#####
Ese jefe se los pondra difícil,no creo que los deje irse fácilmente si los dos luchan juntos yo se que venceran !!!!
Muchas gracias por el capítulo ❤❤❤❤❤❤❤
Me ha encantado 😁😁😁😁😁
Este Jae es un pervertido 7u7
ResponderBorrarEspero que no hayan inconvenientes para que se vayan :(
Gracias por actualizar.
Me encanto...lo ame
ResponderBorrarHacer el amor tierno y sensual y por que no divertido tmbn...
Gracias ya lo esperaba
Por favor no te tardes en actualizar
Si?
Estas convirtiendo esta historia en mis megas favoritas!!
Kyaaaa!!!! No me lo esperaba. De veras no espere que el lemon llegara tan pronto. Espero que puedan irse sin ningun problema
ResponderBorrarMis hermosos nidos y su primera vez, que tiernos y Min tan curioso niño queriendo saber que hacen, 😂
ResponderBorrarOjala el YooSu se vaya con ellos sin ningún problema.
Gracias!!!
Oh por kami-sama YunHo y JaeJoong pasaron al siguiente nivel de su relación grrrr.
ResponderBorrarAhora ver que dicen YooChun y JunSu de irse.
este cap fue muy muy lindo, que bonito captaste la inocencia y el amor en medio del infierno que viven, la tématica de por si es muy sensible y poderosa, pero con tu talento exaltas cada escena del fic, muchisimas gracias, en verdad, te mando un montón de abrazos y bendiciones hasta donde estes :3
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