martes, 27 de mayo de 2014

Entre el bien y el Mal - Capitulo 4


Capítulo 4 Pacto: ¿Pero tú eres un travieso angelito a quien le gusta hacer cosas incorrectas no?


—Si…si amor estoy bien, no te preocupes…. ¿eh?...no, no estoy herido, tan solo me torcí un tobillo….no, no vengas estoy bien….si, ya me hice la curación….

A pesar de que Changmin conversaba por teléfono, Jaejoong pudo escuchar la exaltada voz de su novia justo desde donde estaba sentado. Ella lo había llamado preocupada el día después del “casi” accidente de Changmin que por poco le cobra la vida. Jaejoong recostó su rostro sobre su mano, mirando a Changmin hablando de un lado a otro mientras trataba de calmar a su novia.

—¿Quieres que te cuente algo loco? Yo estaba de espaldas cuando el camión iba directo hacia mí y no me fije que me iba a atropellar. Algo o alguien fue quien me empujo y me salvo la vida. No sé pero siento como si fue una presencia, una especie de espíritu quien me empujo….Oye, no te rías….estoy hablando en serio…si, tal vez sea eso….tal vez tenga un angelito de la guarda que me protege…

Jaejoong brinco en su asiento cuando escucho la mención de un ángel. Luego sonrió enternecidamente mirando con afecto a Changmin por haber notado que fue él quien lo salvo…Bueno no fue precisamente él, más bien se trató de ese demonio inoportuno que ahora se encontraba haciendo mala cara justo en frente a él.

Yunho igualmente sentado con los brazos cruzados, bufaba molesto. No podía entender las razones del porque había actuado así. Él nunca hubiera si quiera pensado salvar a alguien y ahora no solo había salvado a un humano, sino prácticamente también a un ángel. Estaba seguro de que no fue por el hombre, él era lo que menos le importaba, si así es entonces ¿Fue por Jaejoong? ¿Por qué tendría que salvar a un ángel? Jaejoong obviamente no corría ningún peligro ya que los Ángeles no son afectados por las cosas de los hombres ¿Entonces porque lo hizo? Yunho no podía encontrar respuesta.

Enfoco hacia al frente mirando al ángel. Estúpido ángel con su estúpido humano.

Jaejoong le devolvió la mirada – Gracias.

Bueno eso lo sorprendió.

—¿Qué?

—Gracias por lo que hiciste ayer, no había tenido la oportunidad de agradecerte.

Yunho desvió la vista. Genial, ahora también le daban las gracias. Maldita sea. 

—Si crees que lo hice por tu tonto humano estas muy equivocado.

—¿Ah no? – Jaejoong abrió los ojos sorprendido - ¿entonces por qué fue?

Yunho chasqueo la boca, no podía responder algo que ni el mismo sabia.

—Solo callate y no preguntes más – le respondió cortante.

Jaejoong sonrió un poco - ¡Ahhh el temible demonio Yunho ha hecho algo bueno! ¡El temible demonio no es tan malo como parece! – canturreo contento, tratando de molestar al más alto.

A Yunho se le enfrió la sangre ¿acaso un ángel se estaba burlando de él? ¿Desde cuándo le dio tanta confianza para hacer eso?

—No me molestes, ángel. No estoy de humor para tus juegos.

—Uhh ahora te enojaste – Jaejoong hizo un puchero.

—¿Cómo no voy a enojarme si te burlas de mi con tu irritante voz de ángel?

—Bueno eso es lo tu que siempre haces…burlarte.

Yunho golpeo la mesa, susurrando peligrosamente- La próxima vez dejare que a tu estúpido humano lo maten y de paso que tu pierdas tu puesto por incompetencia.

—No habrá próxima vez. Yo daré lo mejor de mí para que a Changmin no le pase nada.

Yunho rodo los ojos, observando el exceso de confianza del ángel. Jaejoong ni siquiera podía cuidar de sí mismo, ¿Cómo podría ser capaz de cuidar a otra persona? Definitivamente los estándares para ser ángel guardián estaban muy bajos…bueno si es que en realidad Jaejoong era uno.

—Solo te diré que como paso una vez, puede volver a pasar y esta vez no estaré ahí para sacarte de apuros – Yunho dijo con frialdad tratando de parecer indiferente hasta que sintió un roce en su mano que no pudo ignorar.
Jaejoong lo sostenía de la mano, acariciándola sutilmente mientras lo miraba con un brillo particular en los ojos. Yunho nunca había sentido esa clase de tacto. Esto se sentía extraño.

—Gracias – Jaejoong repitió esta vez más profundo y Yunho solo alejo bruscamente sus garras del cariñoso toque del ángel.

Con el ceño fruncido Yunho se irguió de la mesa, sin soltar una palabra antes de elevar sus alas y salir volando por la ventana. Jaejoong tan solo rio sutilmente, mientras caminaba hacia donde Changmin (quien aún hablaba por teléfono), y se acurrucaba a su lado, cerrando los ojos en el proceso.


..



A Yunho nunca le había gustado estar en el infierno por lo que era extraño que en esos momentos precisamente se encontrara en uno de los rincones de este. Él prefería estar en la tierra atormentando humanos, pero honestamente en este momento no se sentía de ganas ni para eso.

Recostado sobre la rugosa pared mientras masticaba algo parecido a un animal, Yunho sintió a su estado de ánimo empeorar cuando el entrometido de Yoochun se acercó a él y se sentó a su lado.

—Yunho, que sorpresa vert….

—Cállate no estoy de humor – Yunho interrumpió.

—Uhh pero que tenemos aquí, parece que el demonio está furioso.

—¿Acaso tienes un radar sobre mí? ¿O me estas persiguiendo? ¿Por qué siempre me tengo que encontrar contigo?

—Ya, ya. Te encontré porque te estaba buscando, esto no fue una coincidencia.

—¿Por qué me buscabas?

Yoochun acomodo sus piernas –Escuche que salvaste a un humano que día y que además, estabas en compañía de ese ángel de cabellos dorados.

Yunho entrecerró los ojos -¿Quién te dijo eso?

—Mmm solo lo escuche por ahí – contesto Yoochun con una sonrisita arrogante, amando como los músculos de la cara de Yunho se tensaban al escucharlo.

Rayos, ahora todo el mundo sabía que había salvado a ese inútil humano ¿Acaso otros demonios lo habían visto y habían regado el chisme? Si todos lo supieran, sería el hazme reír de todo el inframundo. El gran demonio Yunho salvando a un patético humano en compañía de un ángel. Si el amo se enteraba estaría perdido. 

—Lo hice, pero no creo que sea asunto tuyo ni de nadie.

—Vaya Yunho quien lo hubiera imaginado, tú salvando humanos.

Yunho chasqueo la boca, decidido a no querer hablar más del asunto.

—Entonces parece que te has vuelto muy amigo de ese ángel – Yoochun otra vez empezó a hablar al ver el silencio de Yunho - ¿No dijiste acaso que lo ibas a capturar para el amo?

—Si lo sé, ¿Qué te hace pensar que no lo hare?

—El ángel y tú parece estar llevándose muy bien.

—Solo estoy fingiendo. Ese ángel pronto caerá en mi trampa.

—El ángel no parece estar fingiendo.

Yunho miro a Yoochun, queriendo descifrar a que exactamente se refería con su comentario – Por eso digo que soy YO el que estoy fingiendo. El ángel es el que está siendo engañado.

Yoochun entrecerró los ojos, luciendo divertido ante la resistencia de Yunho. Algo le decía que entre el ángel y el demonio pasaba algo más, algo que ni ellos mismos podían descifrar. Las palabras de Yunho no lo convencían y necesitaba hechos para probar que Yunho no mentía, y que en efecto solo buscaba engañar al pobre ángel porque en realidad parecía que el temible demonio se estaba empezando a encariñar con el susodicho.

¿Cómo podría ser posible eso? Yoochun no lo sabía y lo habría negado de no ser por lo que sus penetrantes ojos habían comenzado a sospechar.

— Mira Yunho solo te diré una cosa – Yoochun hablo, esta vez con su tono de voz serio – si el amo descubre que estas siendo amigable con un ángel, probablemente te destierre y te destituya de tu posición de demonio.

—Por enésima vez yo no estoy siendo amigable con ese ángel, solo estoy tratando de que confié en mí.

—¿Para qué?

—Para poder llevarlo hacia el amo con engaños.

—¿No es más fácil capturarlo por la fuerza? Digo, ese Ángel se ve débil en comparación a los demás.

Yunho dejó escapar una sonrisita – Querido Yoochun, eso solo lo piensan mentes débiles como la tuya que no pueden planear algo mejor. Engañar a un ángel es más complicado y además divertido ¿Por qué no podría hacerlo?

—¿En realidad ese Ángel es tan tonto para confiar en ti?

—Es un Ángel bastante desubicado. Según él es un Ángel de la guarda, pero su habilidad para concentrarse y proteger es bastante mala. Incluso su apariencia no indica que pueda ejercer tal rol – Yunho explico sintiéndose un poco mejor a lo que había estado antes – seguro miente.

—¿Un Ángel que miente? Vaya ahora ya lo he visto todo. Ya veo porque piensas que el amo estaría tan interesado en él…ya veo porque TU estas tan interesado en él.

—¿Fue la misión que me encargue para el amo, no?

—Misión que al parecer te estas tomando demasiado a pecho. No lo olvides que jugar con fuego, puede quemar.

Yunho se quedó tan callado que Yoochun pensó que se había vuelto a enojar de nuevo. Luego miro como en sus labios se curvaba una siniestra sonrisa y que su boca luchaba por no dejar escapar una carcajada, la cual  amenazaba por querer salir de su boca.

Yunho se dejó vencer, dejando que su risa inundara e hiciera eco en las paredes del infierno – Yoochun, Yoochun, que cosas más graciosas dices – menciono cuando su boca le permitió respirar - ¿Cómo podría un demonio quemarse con fuego?


..


Como una madre arropando a su pequeño, Jaejoong se sentó a un lado de la cama de Changmin, observando al humano dormir plácidamente. Ya se le estaba siendo hora de regresar al cielo, pero ver dormir a Changmin era un placer al que poco se resistía. Acariciando su rostro con las manos, Jaejoong delineo el borde de la mejilla de Changmin, atesorando esos pocos momentos de soledad en que podía estar con él sin que ese entrometido demonio apareciera para arruinarlo todo.

Hablando de Yunho…hacia como dos días que no lo había visto, y aunque su mente decía que para nada lo extrañaba…su corazón extrañamente comenzaba a dictar lo contrario. Estar con Yunho podía ser tan desesperante como tranquilizante al mismo tiempo. Obviamente prefería estar a solas con Changmin, pero la presencia del demonio daba ese toque extra que le faltaba a su vida. Quisiera o no quisiera admitirlo.

Además el acto que Yunho había hecho por Changmin la vez anterior, lo había hecho recapacitar un poco su percepción sobre él. De verdad estaba empezando a pensar bien sobre el demonio…
Tratando de alejar esos pensamientos de su cabeza, Jaejoong intento solo concentrarse en Changmin y la forma en que este dormía. Arrugando la nariz cuando una pequeña pelusa se posó sobre ella, Jaejoong sonrió ante la mueca de Changmin al dormir.

—Ojala pudieras sentirme… - Jaejoong susurro con tristeza cuando sus inexplicables sentimientos lo azotaron de repente.

Jaejoong no se dio cuenta cuando su cara empezó a acercarse más al rostro de Changmin, ni cuando sus ojos se cerraron y sus labios se abrieron instintivamente, preparándose para un beso. Su respiración aumento y se sintió arder ya que presintió que esto lo podría sentir….que aunque era un alma intangible, tal vez en esta ocasión podría sentir el tacto de Changmin.
—¿Qué haces? – Oyó a Yunho preguntar a su lado y se estremeció, alejándose rápidamente de la cama de Changmin.

Su corazón revoloteaba sin parar.

—N-nada…nada – tartamudeo tratando de calmar a sus nervios.

—Parece como si estuvieras intentan….

—¡No, no! – Jaejoong voló hacia Yunho y le cubrió la boca con ambas manos – No lo digas…yo solo estaba jugando…nada más…

Yunho alejo las caras de su mano, caminando con sus grandes pies sobre el piso de madera del cuarto – Bien ángel, no te preguntare mas solo porque sé que eres un ángel bastante extraño que le gusta hacer cosas raras. Y si te lo preguntas, también voy a olvidar lo que me dijiste la última vez.

Jaejoong arrugo la frente - ¿Qué te dije?

—Tus tontos agradecimientos te los puedes guardar para ti mismo.

—¿Eso? ¿Por qué tendrías que olvidar eso? Pensé que te había agradado que te diera las gracias.

—¿Desaparecer por dos días es sinónimo de que me agrado? Además de extraño eres idiota.

—Solo lo hacía por cortesía – Jaejoong explico bajando la cabeza – creí que era lo correcto.

Yunho dio un largo suspiro – Pues no lo vuelvas a hacer ¿entendido? No quiero que me vuelvas a agradecer por nada.

Jaejoong asintió y se trasladó hacia la ventana para ver la hermosa luna que estaba en su etapa llena. Se volvió a recordar que tenía que marcharse hacia su hogar, pero era riesgoso dejar a Changmin a solas con Yunho. Aun no podía darse el lujo de confiar completamente en el demonio. 

—¿Extrañando el cielo, ángel caído? – Pregunto Yunho con ese tono de voz que usualmente usaba para molestar al pequeño.

“Oh aquí viene de nuevo” Pensó Jaejoong - ¿Eh?

—Te pregunte que si extrañabas el cielo. Extraño, idiota y además… ¿sordo?

—No lo extraño, ¿Por qué lo tendría que extrañar?

Yunho lo miro divertido – Es cierto ¿Por qué tendrías que extrañarlo si escapaste de el?

—¿De qué hablas? – Jaejoong lo miro confuso, pensando en porque Yunho siempre le hablaba de forma tan ambigua.

—Bueno, ¿Venir aquí a escondidas a jugar a ser el protector de un humano es escapar, no?

Jaejoong abrió los ojos, preguntándose si Yunho sabía más de lo que pensaba – Yo…yo no escape. A mí me asignaron a este humano. Yo soy un ángel guardián – trato de excusarse.

—¿El cielo es tan aburrido como para escapar de el? – Yunho ignoro las palabras del menor, decidido a hacer a Jaejoong caer en su trampa.

—Ya te dije que no escape. Yo tengo una obligación en la tierra – Jaejoong dijo tratando de sonar serio, pero la verdad es que estaba demasiado nervioso por el rumbo que había tomado la conversación. Nadie podía saber que el en realidad no era un ángel guardián...ni siquiera Yunho. Corrección, mucho menos Yunho.

—Mira angelito no tienes por qué fingir conmigo. Sé que no te gusta estar en el cielo, a mí tampoco me gustaría si estuviera en tu lugar.

—A mí me gusta el cielo, no sé de dónde sacas que no me gusta. El paraíso es un lugar maravilloso, a cualquier ser le gustaría estar ahí.

—Menos a mí. Veras… – Yunho se acercó sigilosamente a Jaejoong – el infierno es mucho más divertido ¿No te gustaría ir?

Jaejoong paso saliva, no gustándole la forma en que las pupilas de Yunho se habían reducido. Esa mirada felina…lo atemorizaba tremendamente.

—No…no me gustaría.

—¿Por qué? Si yo quiero que me visites…podríamos divertirnos.

—No es correcto que un ángel hable con un demonio, mucho menos que visite el infierno.

—¿Pero tú eres un travieso angelito a quien le gusta hacer cosas incorrectas no?

Yunho le susurró al oído haciendo que Jaejoong trastabillara un poco hacia el lado. No supo cuando la habitación se había vuelto tan pequeña para que sus cuerpos estuvieran tan juntos. Jaejoong se estremeció incómodamente ante la cercanía y el estado maligno en que Yunho se había puesto. Deseo haberse ido en cuanto Changmin se fue a la cama.

—No...No es así. No sabes ni de lo que hablas, ni siquiera conoces el cielo.

—Ni tú el infierno.

—Pero he oído como es – Jaejoong miro a Yunho – un lugar horrible lleno de sufrimiento y dolor. Ver a las pobres almas sufrir…no se me apetece ni un poco.

—¿Y de quien has oído hablar eso? ¿De los demás ángeles? Que yo sepa ningún ángel se ha ni siquiera atrevido a cruzar las puertas del infierno.

—Por algo debe ser – Jaejoong desvió la mirada.

Yunho entonces regreso a su estado normal e hizo algo que a Jaejoong lo descoloco por completo. Tomo su mano y empezó a acariciarla gentilmente, algo que Yunho nunca había hecho. Era como la vez que Jaejoong había tocado la mano de Yunho de la misma forma.

—Jaejoong – susurro – quiero que me acompañes al infierno. No hay nada de qué preocuparse, yo te cuidare – dijo suavemente tratando de manipular al Ángel con su nobleza.

Jaejoong intento apartarse – No lo sé. Es peligroso.

—Quiero mostrarte que no es tan malo como parece.

Era inusual que Yunho le hablara así y Jaejoong naturalmente debía pensar que el demonio ocultaba intenciones malas bajo la manga, pero esa voz tan suave, era tan atrayente que no podía decir que no. Aunque de todos modos, no estaba seguro de aceptar la propuesta de Yunho.

—Hagamos un trato – Dijo Jaejoong – yo visitare el infierno si tu visitas el cielo.

El estado de Yunho volvió a cambiar en un santiamén. Podía pasar de maligno a bondadoso, y de bondadoso a su estado natural en un abrir y cerrar de ojos. Su nivel de manipulación era increíble.

—Los demonios no pueden entrar al cielo.

—Entonces supongo que los ángeles tampoco pueden entrar al infierno.

—Te dije que nadie lo ha intentado aun, puede ser posible.

—Como puede ser posible que un demonio entre al cielo.

¿Por qué este chiquillo estaba enfocado en siempre llevarle la contraria?

—Bien, lo hare – Yunho le dijo sabiendo que no era posible, pero la verdad no tenía ganas de ponerse a discutir con el Ángel en esos momentos. Tenía que decir de todo para lograrlo convencer a como sea lugar.

—¿En serio? – Jaejoong respondió sorprendido.

—Si, pero tú me tienes que prometer que también lo harás.

—Entonces tú también me lo tienes que prometer.

Yunho rodo los ojos – Bien, lo prometo –  extendió su mano hacia Jaejoong.

—Y yo lo prometo – Jaejoong tomo la mano de Yunho, estrechándola como si de un pacto se tratara. 

Yunho sonrió satisfecho al haber conseguido que Jaejoong aceptara su propuesta, orgullecido de que su plan hubiera comenzado a tomar forma. Jaejoong iría por sí mismo al infierno y de ahí nunca saldría. Por mucho que lo entretuviera el pequeño, el plan ya estaba ideado y lo iba a cumplir cueste lo que cueste.

—Yunho tienes que irte– oyó decir a Jaejoong minutos después de consolidar su pacto. Normalmente se hubiera negado en hacerle caso a Jaejoong pero esta vez se sentía tan complacido con sus pensamientos que no tenía ánimos de resistirse.

—Bien – le dijo caminando de nuevo hacia él.

Recordando cómo había descubierto a Jaejoong esa noche y no pensando mucho en aquello, Yunho hizo algo que jamás imagino que podría hacer. Tomo la túnica de Jaejoong entre sus manos y lo jalo hacia al frente, dándole un pequeño beso en los labios que apenas y se notó. Jaejoong abrió los ojos.

—Solo para que no te quedes con las ganas - murmuro antes de irse, riendo gustoso ante la expresión de Jaejoong.

Jaejoong tardo un rato en reaccionar, llevándose una mano a sus labios sin capacidad de comprender que era lo que había sucedido.

“Demonio imprudente” pensó cerrando los ojos, tratando de evitar que las emociones demasiado “Humanas” se acumularan en su cuerpo.


..



Nota: Este capitulo fue algo corto, pero como que ya estaba escrito y no queria agregarle mas cosas

el otro lo publicare en breve


Mmmm Y Pues nada mas, si desean pueden comentar :D

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miércoles, 14 de mayo de 2014

Entre el bien y el mal - Capitulo 3



Capítulo 3 -  Sentimientos Humanos: Jaejoong comprendió entonces la importancia de una pareja en el mundo humano.



J
aejoong sintió alivio cuando miro hacia sus dos lados y no vio rastro del demonio. Era exactamente el octavo día desde que había conocido a ese Yunho y Jaejoong se empezaba a preocupar de que sus visitas se convirtieran en algo cotidiano. Claro, le había dicho al demonio que sería su amigo, pero no pensó que el demonio en verdad se la pasaría a toda hora y en todo momento de su día con él. Él se había dicho a si mismo que no se preocupara, que el demonio no había dado pistas de querer hacerle daño, pero por más que quisiera creer en sus palabras, Yunho era un demonio, un ser abominable, no podía bajar la guardia tan fácilmente. Él debía estar alerta.

Jaejoong dejo sus pensamientos y miro a Changmin desde las escaleras. Al parecer al humano se le había hecho tarde, por lo cual en ese momento corría despavorido de un lugar a otro con su ropa a medio poner, el peine atorado en su pelo y una cuchara en su boca, buscando sus cosas atolondradamente. A Jaejoong le pareció gracioso el afán del humano, en verdad se veía muy cómico.

Miro al reloj de madera pegado en la pared.

Ya eran más de las 10 de la mañana y Yunho no había dado señas de vida. Pese a ser un demonio, Yunho era extrañamente puntual por lo que Jaejoong dedujo que tal vez hoy no lo vería. Para su fortuna, por este día él  podría respirar tranquilo, estar al lado de Changmin y relajarse, sin ser molestado por el impertinente ser.

Estirando su cuerpo y con su estado de ánimo al cien, Jaejoong se dispuso a seguir a Changmin quien por fin estaba saliendo de su casa.

Desgraciadamente la felicidad no le duro mucho…

—¿Adivina quién es? —alguien le susurró al oído mientras que una increíble fuerza lo jalaba hacia atrás y su boca era aprisionada por unas grandes garras. Jaejoong revoloteo las alas con ganas de zafarse del inesperado agarre, pero el cuerpo que lo sostenía desde atrás lo presiono tan fuerte que Jaejoong casi pensó que se partiría en dos.

El ángel cerro fuertemente los ojos, imaginándose de quien se trataba.

—Mmm hoy hace un buen día como para desperdiciarlo con tu humano…. ¿Sera que te puedo llevar conmigo? O… ¿Le tengo que pedir permiso? —Yunho pregunto en tono burlón— ¡Hey tú, humano, el del peine atorado en el cabello!, ¡¿Me puedes prestar a tu ángel de la guarda por unas horas?! — grito burlándose, sabiendo que obviamente Changmin no podría escucharlo.

Jaejoong balbuceo incoherencias, quejándose mientras la mano del demonio le bloqueaba la boca.

—¿Eh? ¿Qué dices? —El demonio acerco su oído — ¿Dices que quieres pasar todo el día conmigo?

Jaejoong negó efusivamente.

—Mmm entonces dices que no quieres estar con tu humano.

Jaejoong volvió a negar.

—¿Mmmm entonces que es lo que dices? Veras no te puedo escuchar bien — él sonrió con descaro y Jaejoong aprovecho el descuido para zafarse de una buena vez, cayendo hacia al frente, tratando de recomponer el aliento.

Ese demonio podía ser tan…

—Pensé… que no vendrías, ya se te… estaba haciendo... tarde—Jaejoong dijo en cuanto pudo hablar. Una notoria mueca de disgusto se había formado en su cara.

—¿Me estabas esperando entonces? Yo sé que me estas empezando a extrañar— Dijo mientras intentaba acariciarle los cabellos recibiendo un gesto esquivo del ángel. El demonio se rio ante su desconfianza. Él sabía que Jaejoong a pesar de verse molesto, solo estaba asustado por su presencia y eso lo hacia regocijarse en su orgullo.

El ángel negó tímidamente con la cabeza.

—Entonces ángel que dices ¿Crees que tu humano me dé permiso para secuestrarte por hoy?

—¿Se-cues-trar-me?

—Sí.

Jaejoong trastabillo un poco hacia atrás. Aunque quisiera mantenerse firme, a veces las palabras del demonio lo hacían sentirse vulnerable. Yunho al ver la cara de susto que traía el ángel, trato de bromear un poco para alivianar un tanto las cosas, dándose el lujo de intentar parecer “Bueno”.

—Digo, podríamos hacer cosas divertidas tú sabes…tu humano no parecería importarle si su angelito desaparece unas cuantas horas.

—No…no puedo descuidar mi trabajo solo por irme contigo, no.

—¿Alguien vigila que estés haciendo tu trabajo? Si es así entonces ya deben haber descubierto que estás conmigo… —Yunho hizo una pausa, acercándose sigilosamente al ángel —y que estas en problemas— esto último lo susurro, divertido.

—Yo no estoy en problemas… ¿O acaso lo estoy?

El demonio se rio, insolentemente —No, no lo estás. —quito (o trato de quitar) todo dejo de duda en la mente del ángel ¿Eso es lo que debía ser para que su supuesto plan funcionara, no?

Haciendo caso omiso a eso Jaejoong miro hacia la puerta de la casa de Changmin y vio que esta ya estaba cerrada. Ojeo desde su lugar hacia afuera de la ventana y observo como a la distancia Changmin caminaba para tomar el transporte que lo llevaría a su pueblo. A penas si se podía ver de lo lejos que estaba. Jaejoong decidió entonces que ya era hora de seguirlo, pero como de un tiempo para acá, ese demonio le bloqueo la salida.

El ángel dio un paso a un lado y Yunho hizo lo mismo. Jaejoong dio otro paso al otro lado y Yunho volvió a imitarlo. Opto por quedarse quieto.

— ¿Puedes permitirme avanzar? —pregunto amablemente.

—No. — Yunho le devolvió una sonrisa engreída.

—Changmin se está alejando.

—Olvídate de tu humano por hoy.

El demonio vio como el ángel negó suavemente, se echó para atrás y camino tratando de esquivarlo.

Caminando apresuradamente Jaejoong camino hacia la puerta y cuando sintió que Yunho le daría alcance, sin pensarlo demasiado tomo vuelo, abriendo la puerta y saliendo rápidamente hacia donde estaba su humano.

En lugar de perseguirlo, el demonio se quedó de pie en la habitación. Su engreída sonrisa ya no estaba presente y en vez de eso, su rostro adquirió un tono mucho más serio. Enojado.

—Tú…eres tan esquivo.

“Esto se está haciendo más difícil de lo que creía” Pensó el demonio.

—Aun así…Me gusta.


..


A Pesar de ser un poco molesto y fastidioso tenerlo pegado todo el día, Jaejoong tenía que admitir que tener a alguien con quien hablar se sentía de alguna manera reconfortante. Se sentía “Emocionado” con Changmin, pero estar siguiéndolo siempre sin tener la oportunidad de hablarle o por lo menos hacerse notar era un poco desilusionante, no tan gratificante como pensaba. Por lo que Yunho era alguna especie de extraño alivio.

Aunque la mayoría del tiempo fuera más una molestia.

Yunho por su parte se había divertido como nunca en estas horas. No es que hubiera hecho algo demasiado emocionante, es que estar junto al Ángel, molestarlo o engañarlo a su antojo era de cierto modo placentero. Nunca pensó que seguir a un Ángel fuera tan divertido. Pero eso tal vez se debía a que Jaejoong no era como ningún Ángel que hubiera conocido antes. Aun así el pequeño no podría escaparse de sus garras y una vez que se aburriera de él, lo entregaría al amo.

Era cierto también que sus “actividades vandálicas” (por llamarlo de algún modo) había decrecido pero… ¿engañar a un Ángel no era lo suficiente maligno para compensar eso?... Tal vez.

—Oye angelito, estoy cansado de seguir a tu humano todo el día ¿Por qué no nos vamos de aquí y buscamos algo que hacer?

Jaejoong rodo los ojos. No podía entender porque si Yunho lo seguía todo el día, se quejaba tanto de lo que hacía. ¿Porque tendría que estar siempre con él?

— No puedo ya te he dicho como mil veces que tengo que cuidar a Changmin.

— Tu no lo cuidas, tan solo lo sigues como si fueras un acosador.

— ¿Qué acaso no haces lo mismo conmigo todos los días? – Jaejoong pregunto hábilmente y Yunho se quedó callado. Maldito Ángel.

— Yo podría ir a molestar a otro ángel ahora mismo si pudiera – menciono Yunho con indiferencia.

— Bueno, entonces hazlo – Jaejoong levanto los hombros.

Yunho supuso que sería el momento de molestar a Jaejoong. Tomándolo del brazo, Yunho acerco su rostro al del ángel, susurrando – si quisiera dije, solo que no quiero.

Jaejoong se zafo algo ruborizado y Yunho rio para sus adentros.

— Oh mira ahí viene la fastidiosa.

Desde la otra calle, Jaejoong miro como seohyun corría hacia Changmin con una sonrisa pintada en la cara. No es que estuviera de acuerdo con el término “fastidiosa” que le había puesto Yunho, pero de todas formas tampoco hizo algo para negarlo. Esa mujer se la pasaba con Changmin de arriba a abajo, pegada a él como si fuera una estampa. No lo quería admitir pero sin embargo ella si era un poquito, tan solo un poquito empalagosa. ¿O es que acaso los celos de que ella tuviera a Changmin y no él lo hacían pensar eso?

Yunho pudo notar como Jaejoong entrecerró los ojos a su llegada y como su usual mirada tranquila se convirtió en una mirada con dejos de tristeza. Sin embargo decidió no ponerle mucha atención a ese detalle.

Ellos entrelazaron sus manos y empezaron a caminar juntos por la acera. Jaejoong no podía despegar su vista de esa imagen que era tan romántica, pero al mismo tiempo tan desgarradora para él. Cuanto el quisiera ser esa chica en esos momentos….pero de solo pensar en ello era ridículo.

—¿Te pasa algo, angelito? – como si pudiera leer su mente, Yunho pregunto burlándose de la expresión seria de Jaejoong. El ángel solo negó, moviendo su cabeza efusivamente de lado a lado. No iba a permitir que nadie conociera de sus sentimientos.

Changmin llevo de sorpresa a seohyun a un restaurante en la zona de insadong, una zona turística de la ciudad de seoul. A pesar de ser un sector mayoritariamente comercial, atiborrado de gente, con negocios ambulantes  y tiendas muy “económicas”, Changmin encontró un restaurante que difería con el ambiente desordenado que lo rodeaba. Un restaurante con paredes elegantes, manteles blancos, flores de diferentes colores y formas por todas partes, unas cuantas estatuas y algunos objetos dorados que le daban ese aire “Costoso” al lugar. Jaejoong llego a pensar que ese sitio se parecía tanto al cielo…que mejor idea que tener una cita en un lugar parecido al paraiso.

“Aunque cualquier lugar seria bello si esta Changmin ahí…que afortunada es” Pensó el ángel.

—¿Me permite el honor señorita? — Changmin le extendió gentilmente la mano a su novia mientras la guiaba a su mesa y con cortesía le jalaba el asiento para que se pudiera sentar. Ella rio tímidamente ante tal caballerosidad.

Pese a que estuvieran presente los celos (Sin duda nunca faltaban cada vez que Changmin mostraba un gesto de amor a su novia), Jaejoong no pudo evitar que su corazón se estremeciera ante los actos del humano…hasta que por enésima vez ese día una voz le perturbo su mundo.

—Los humanos pueden ser tan molestos con sus sentimientos – Yunho expreso rodando los ojos  y Jaejoong lo miro a modo de reproche.

—Tú nunca lo entenderías, eres un simple demonio.

—¿Ah y tu si lo entiendes “angelito de la guarda que desea secretamente ser humano”?

—Los ángeles podemos entender los sentimientos. 

—Pero no los pueden sentir.

Jaejoong miro hacia abajo –Tal vez sí —susurro.

El humano y su novia terminaron la cena antes de lo que Jaejoong hubiera imaginado para luego ir juntos a jugar a uno de esos lugares donde los niños humanos y los adolescentes les gustaba ir. ¿Cómo se llamaba ese lugar? Ah sí, Un salón de maquinitas. Era un sitio poco usual para una cita romántica tomando en cuenta el ambiente en el que habían estado hace apenas unos minutos atrás, pero ese simple contraste también resaltaba el hecho, que las parejas no necesariamente siempre tienen que estar en lugares románticos o apasionados para poder disfrutar de su compañía. También debían saber divertirse, compartir cosas que normalmente harían con sus amigos. Ser ellos mismos.

Jaejoong comprendió entonces la importancia de una pareja en el mundo humano.

Un compañero sentimental no solo es la persona a quien amas y compartes momentos íntimos, también es una clase de amigo con el que puedes reírte, jugar y tontear sin miedo a parecer estúpido. En el que te puedes apoyar en los momentos difíciles y regocijarte en los momentos de felicidad. En el que puedes confiar sin dudarlo. Una alma gemela, Una otra mitad.   

Alguien que te entienda.

Alguien que te salvaría en situaciones de peligro y que le importaría lo que a ti te importa.

Él entendió porque lo humanos estaban empeñados en buscar el amor.

El ser volvió a pensarlo de nuevo: Evidentemente era tan difícil amar sin ser correspondido. Si tan solo…

—¿A qué te refieres?

El demonio pregunto de pronto y Jaejoong se sintió perdido — ¿Mmm?

—¿A qué te referías cuando dijiste que tal vez podías sentir los sentimientos humanos?

—A…a…Nada, Olvídalo— Jaejoong negó incómodamente.

—¿Qué? ¿El ángel está enamorado? - se burlo Yunho.

—¡No! —Jaejoong se apresuró a negar, haciendo una mueca como si Yunho hubiera de repente perdido la cabeza.

— ¿Entonces porque dices que los puedes sentir?

Jaejoong miro cabizbajo a Yunho para luego ir al lado de Changmin, ignorando las preguntas del demonio. No podía dar la oportunidad de dejar que descubrieran sus sentimientos. Tenía que ordenar su mente para evitar lucir tan obvio. ¿Pero cómo aparentar si cada vez que le insinuaba a Changmin de esa manera, él se sentía arder como un tomate?

Jaejoong empezó a pensar seriamente que se estaba pareciendo cada vez más a la novia enamoradiza y ñoña de Changmin.

—¡Te gane! —Changmin de repente grito, algo poco común de él—Ahora tienes que gastarme el algodón de azúcar de camino a coger el transporte.

Ella cruzo los brazos lindamente e hizo un puchero, haciendo un poco de aegyo por la derrota — No es justooo.

—Ven, vamos —Changmin paso un brazo por detrás de su espalda, guiándola hacia la salida del sitio.  

Y pese a que había declarado que ella gastaría, Changmin no la dejo pagar y termino él mismo pagando por los dos algodones de azúcar. Jaejoong se sintió derretir una vez más ese día ante los actos de caballerosidad de ese hombre.

Yunho al contrario solo sintió un poco de inquietud al notar como Jaejoong se estremecía cada vez que Changmin hacia uno de sus gestos románticos, no sabiendo el porqué.

—Hey ángel, no me has respondido ¿Por qué los ángeles lo pueden sentir?

Jaejoong alzo la vista, observando como Changmin se despedía de su novia a un lado de la carretera y la dejaba en un taxi. Luego Changmin se detuvo a mitad de la calle, viendo como el taxi se marchaba, despidiéndose afectuosamente con la mano.

El ángel retomo la conversación, recitando lo que había planeado decir a la pregunta de Yunho – Los ángeles aman a otros ángeles, los ángeles aman a los humanos, los ángeles aman a cada ser y criatura que existe. Menos a los demonios…

—Los ángeles pueden amar a todo…pero no de esa forma.

—¿De cuál forma?

—De esa forma pasional en que se aman los humanos. No es para nada puro o inocente, es un amor loco y si me lo preguntas, terriblemente soso.
Jaejoong lo medito un momento ¿él amaba a Changmin de esa forma pasional, loca y…sosa? Si, tal vez si lo hacía. Entonces si él lo hacia los ángeles podían amar así.

—Yo… - Jaejoong se detuvo cuando observo que Changmin seguía parado en esa calle, mirando hacia al frente como si estuviera embobado. Jaejoong tuvo un presentimiento que para nada era bueno.
Miro hacia un lado y pudo divisar como a lo lejos venia un camión de carga a toda marcha en dirección hacia Changmin. Jaejoong dio un paso hacia al frente.

“Espera” se detuvo. Si esa cosa atropellaba a Changmin, el seguro moriría. Y si moría lo más probable es que iría al cielo y se convertiría en un Ángel…y así Jaejoong podría estar para siempre con Changmin.

“No” Jaejoong paro sus pensamientos, cerrando los ojos y tomándose la cabeza con las manos. El no sería egoísta. Changmin no podía morir de esa manera siendo tan joven. Él tenía derecho a vivir y experimentar muchas cosas de humanos que Jaejoong deseaba. No le iba a quitar esa oportunidad. No lo haría.

Él era su Ángel guardián y tenía que protegerlo como el mismo se lo había prometido.

Con esto en mente, Jaejoong voló decidido hacia Changmin, aterrizando y colocando ambas manos sobre el cuerpo del humano para correrlo hacia la acera. Pero sabía que eso era imposible. Los ángeles no tenían ningún poder físico en los humanos y así lo intentara sabía que no funcionaria.

—Changmin, por favor corre, estas en peligro – Jaejoong le suplico pero Changmin solo seguía ensimismado mirando la carretera.

—¡Changmin! – Jaejoong se colocó frente a este – por favor mírame, estas en peligro, ve a la acera.

Nada funcionaba.

—¡Por favor!

Jaejoong se frustró. Sintiendo como las lágrimas se le agolpaban en los ojos, Jaejoong sabía que Changmin no le haría caso porque simplemente él no tenía los poderes de un ángel guardián. ¿Así de inútil era?

—¡Changmin corre! ¡No puedes morir, no puedes morir aquí de esa forma tan cruel! ¡Corre!

Yunho los miraba con calma, observando como el pequeño ángel se desesperaba, gritando, batiendo alas y manos con esperanzas de que el humano lo notara. Pero era en vano. Vio a su derecha y observo como el gran camión venia, cerca más cerca, en dirección hacia ellos dos.

Algo en él se activó.

—¡Changmin sálvate! – soltando un último grito, Jaejoong se rindió cuando vio el camión justo en frente a ellos. Cerro los ojos y abrazo a Changmin, cubriéndolo inútilmente con sus alas como si eso fuera a evitar el golpe.

De pronto sintió una gran fuerza en su espalda, empujándolos a él y a Changmin fuera de la carretera. Changmin cayó en una acera, mientras el rodo por el piso, aprisionado por un cuerpo que lo sostenía.

El camión hizo un gran pitido y paso a toda velocidad frente a sus ojos.

Changmin quedó estupefacto.

—¡Joven, joven! – una anciana llego gritando - ¿está bien?

—Wow eso paso muy cerca – dijo otro señor.

—¿Te encuentras bien? – pregunto una muchacha.

Una docena de personas se congregaron alrededor de Changmin, preguntándole y auxiliándole mientras este solo veía hacia al frente aun en shock por lo que había sucedido hace unos segundos.

La muerte le paso justo en frente a sus ojos.    
         
—Si…si estoy bien – tardó en reaccionar.

Jaejoong abrió los ojos y contemplo como Changmin yacía ileso en la acera. Un gran sentimiento de alivio le inundo el corazón.

—Eres un pésimo ángel guardián - Yunho susurro estando encima de Jaejoong y lo único que sintió después fue como Jaejoong lo aprisiono entre sus brazos, conmocionado por el suceso. Fue solo un rato después que Yunho cayó en cuenta lo que había hecho.


Alguien que te salvaría en situaciones de peligro y que le importaría lo que a ti te importa.



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Nota: Me demore en subir el capitulo porque ya lo habia escrito y se me dio la loquera de querer hacerle unas modificaciones...y no tenia inspiracion :S

Espero que no haya quedado mal porque lo hice un poco de afan ajjajaja

Comentarios son bienvenidos. 




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