Octava entrega
“Yo digo: ¿Por qué gastar mi dinero?,
Si puedo gastar el tuyo”
—Lady
Marmalade
J
|
aejoong
notó un olor extraño. Como a pinturas, muebles viejos y ropa sucia.
Definitivamente no era el olor a lavanda de su suite. Abriendo los ojos
lentamente, Jaejoong pudo percibir un ambiente ajeno también, pero debido al
dolor de cabeza producto de la borrachera, no lograba notar en donde era que se
encontraba. Cansado, Jaejoong se aburrió de intentar levantarse y se acomodó más
en la cama, hasta que sintió una presencia detrás de él.
Luego
se volteo.
Y
luego salto de la cama, estrellando su espalda contra una pared cercana.
“¡¡¡¿Qué hago
aquí!???!” su mente
adolorida le gritó mientras reconocía el lugar y al hombre que dormía al lado
de suyo. Era Jung Yunho y al parecer se encontraba en el dormitorio de este.
Jaejoong intentó calmarse, tratando de encontrar una explicación lógica. Pero
no la había. No había forma de que él hubiera accedido a quedarse en la
habitación de Yunho ¿Cómo sucedió todo esto?
Intentando
buscar la salida sin llamar la atención, Jaejoong pudo notar que en la
habitación había otra cama, en donde reconoció al amigo faldero de Yunho y a su
guardaespaldas Yoochun.
“¿Estoy soñando acaso?” se preguntó pensando que todo esto
era bastante bizarro para tratarse de la realidad.
—Al
fin despertaste. —La voz de Yunho lo asusto haciendo que casi perdiera el
equilibrio.
—¡¿Qué
hago aquí?! —Inquirió Jaejoong mientras él mismo se acorralaba en una esquina,
buscando refugio.
Yunho
no pareció inmutarse. —Ok, entiendo. Debí suponer que no recordarías nada.
—¿Recordar
que?
Sin
ganas de tener que lidiar con el Jaejoong de siempre, Yunho rodo los ojos y se
volvió a acostar, pensando que no tenía caso ponerse a discutir con él. Pero
Jaejoong no pensaba lo mismo.
—¡Oye,
¿Eres sordo?! ¡¿Te estoy preguntando que qué hago aquí?! —Gritó y jaló las
sabanas de Yunho con esperanzas de que así le hiciera caso.
—Oye,
tranquilo. Los despertaras.
—¡No
me importa! Quiero una explicación. —Demandó —¿Es esto otro de tus planes,
Yunho? ¿Acaso me hiciste algo? ¿Me drogaste y me trajiste aquí? ¿Me quieres
secuestrar?
—¿Perdón?
—Yunho levanto su cuerpo, visiblemente ofendido. —Todo lo que hice ayer fue
lidiar contigo borracho. Deberías agradecerme que no te deje botado en la
calle, solo y desamparado.
Jaejoong
arrugó el entrecejo, tratando de recordar. Lo último de lo que tenía memoria
era de estar en su suite tomando y recibiendo un mensaje de un hombre que lo
quería ver. Ya luego de eso solo eran lagunas mentales que se reducían a nada. Quizá
Yunho estaba diciendo la verdad ¿Pero qué tal que no? ¿Cómo creerle a tu peor
enemigo?
—No,
no te creo nada. Esto lo estás haciendo para querer destruirme.
—¿Y
que sacaría yo trayéndote a mi habitación?
—No
lo sé, ¿Hacerme daño?
Yunho
rodo los ojos. Aparte de molesto, Jaejoong había amanecido un poco más idiota
de lo normal. —Bueno si Jaejoong, cree en lo que quieras creer. No tengo cabeza
para soportarte.
—Bien,
—Jaejoong se acomodó la ropa, yendo a la puerta —Ahora mismo iré con el oficial
Lemoine a denunciar tu intento de secuestro, así que espero que te haya gustado
la cárcel la última vez que estuviste ahí.
Dando
un portazo, Jaejoong salió y bajo rápidamente por las escaleras, queriendo
escapar del lugar lo más pronto posible. Yunho necesito de una gran bocanada de
aire para ir detrás de él y no permitir que Jaejoong volviera a hacer de las
suyas.
—¡Espera!
—justo antes de que Jaejoong llegara a la puerta principal del edificio, Yunho
lo volteo con fuerza, encarándolo. —¿Qué carajos te pasa? Ya te dije que yo no
te hice nada, solo te ayude.
—¿Y
porque habría de creerte? No soy la primera persona en tu lista de amigos que
yo sepa.
—Porque
ya te he ayudado una vez y lo sabes.
Jaejoong
suspiró profundo, no queriendo admitir que Yunho le había cerrado la boca. —Aun
así, todavía es sospechoso de que me encuentre aquí, sin recordar nada.
—Ayer
estabas tan borracho que ni siquiera te podías poner de pie tu solo, es obvio
que no recuerdes nada.
El
castaño negó con su cabeza, no permitiendo dejarse embaucar de Yunho. —No, tú
me retuviste aquí por alguna razón. Quizá planeabas hacerme a un lado y
quedarte tú con Lady Marmalade.
Exasperado,
Yunho arrojó al suelo un perchero que estaba al pie de la puerta, asustando a
Jaejoong por un momento. Ya no lo podía soportar más, tenía que terminar esto
de una vez por todas. —¡¿Por qué no dejas de fingir y admites que tú no quieres
estar con ella?! —Preguntó, su cuerpo casi que titilaba de frustración.
—Porque
dices eso, es obvio que quiero estar con…
—Lo
sé todo Jaejoong, sé que no tienes ese interés en ella.
Jaejoong
se mordió la lengua. —¿Por qué dices eso?
Yunho
se aproximó a él, susurrándole al oído. —Porque a ti lo que te gustan son los
hombres. —Se alejó viendo como los ojos de Jaejoong se abrían de par en par.
—Tu…no…
¿Quién te dijo eso?
—No
importa quién me lo haya dicho, lo importante aquí es saber porque sigues
llevando a cabo esta farsa.
—¿Fue
Yoochun cierto? Ese maldito…
—¡No
importa Jaejoong!
Yunho
lo tomó de los hombros, reteniéndolo. Quería saber la verdad, de una vez por
todas, quería saber que era lo que impulsaba a Jaejoong a tenerla ciegamente.
—¿Por qué sigues insistiendo si no es lo que deseas?
—No
te interesa saber eso. —Jaejoong trató de voltearse pero Yunho se lo impidió.
—Si
me interesa —Admitió —¿Es acaso por tratar de demostrar algo? ¿Algo que no
eres? O…
—Yunho
para con esto ¿Si?, No sé de donde hayas sacado esa idea loca pero de donde
haya sido, te aseguro que no es verdad.
—¿Ah
no? —Yunho se le acercó —¿Entonces por qué ayer me besaste como un loco? ¿Qué?
¿Te sientes atraído por mí?
A
Jaejoong casi le da un paro. “¿Qué?”
—¿De qué carajos estás hablando?
—De
ayer, en el callejón, cuando comenzaste a besarme y a decirme cuanto me
envidiabas. —Le susurró mientras que con una mano le corría un mechón de su
cabello hacia atrás de la oreja para molestarlo. De inmediato rechazó ese
toque.—No
sé de lo que hablas. —Le respondió duro tratando de no caer en sus juegos. Quizá
le estaba mintiendo para confundirlo pero ahora que comenzaba a recordar,
flashbacks del momento pasaron por su cabeza. Jaejoong maldijo a su memoria por
hacerle dudar de si eso realmente había sucedido.
—Pues
yo creo que si sabes de lo que hablo. ¿Entonces eso quiere decir que te gusto o
algo? ¿Te metes conmigo porque quieres llamar mi atención o qué? —Yunho empezó
a burlársele y Jaejoong, sin querer hacerle frente a las preguntas de Yunho,
giro y abrió con rapidez la puerta tras de él.
La
persona detrás de la puerta heló a ambos.
—Kim
Jaejoong… —Lady Marmalade dijo atónita
al verlo al frente suyo.
—¿Qué
haces aquí? —él le pregunto serio, sospechando por qué ella tendría que estar
en la puerta de la residencia de Yunho.
Pero
antes de que él pudiera decir algo más, ella se le abalanzo y lo abrazó con
fuerza, rodeando sus brazos en su cuello. —No he podido agradecerle lo del
vestido, no ha ido al molino rojo en días. —Le dijo mientras miraba
intensamente a Yunho.
Este
solo se mordió la lengua.
—¿Qué
hacías aquí? —Ella le preguntó alejándose solo un poco para ver su cara.
—Nada,
nada. —Jaejoong dijo pensando que decir nada era mejor que decir una mentira
elaborada. O mejor que decir la verdad…aunque no supiera cual era.
Por
la respuesta, ella los miro a ambos. Tal vez Jaejoong se encontraba donde Yunho
porque habían estado discutiendo sobre ella ¿Por qué otra razón estarían
juntos? Ella sonrió para sus adentros, sintiéndose de nuevo dichosa al tener a
esos dos luchando por ella. Por lo pronto, decidió no indagar más.
—Veo
—Le respondió quitando con sus dedos una pelusa en el hombro de este. —Me
complace mucho verte el día de hoy.
—A
mi también —Le respondió mirando de reojo a Yunho detrás de él. —Vámonos,
salgamos de aquí —sin esperar más, Jaejoong tomó la mano de la chica y la guio
bajando los escalones de al frente del edificio.
—¿A
dónde me llevas? —Preguntó ella nerviosa volteándose para ver a Yunho en la
puerta.
—¿Qué
tal si te invito a un paseo en un velero por el sena?
Ella
abrió los ojos, entusiasmada. —¿En serio?
—Sí,
tengo un velero solo a mi disposición. —Jaejoong volvió a mirar a Yunho —Ya
sabes, son los lujos a los que solo la clase alta tiene acceso.
Ella
sonrió radiante y él le acaricio las mejillas. —Vete a cambiar. Mandare a
alguien por ti en una hora en el molino rojo ¿Te parece bien?
—Me
parece bien Kim Jaejoong.
—Ah,
ah —Jaejoong negó con la cabeza —Dime solo Jaejoong.
—Jaejoong.
—ella repitió y él se fue con su usual sonrisa altanera, buscando por las
calles un taxi que lo devolviera al hotel. Yunho lo siguió con la mirada ajeno
a la mujer que todavía se encontraba de pie al término de las escaleras.
—Yunho
—ella lo llamó —Te veré en la noche en mi habitación. Te espero. —Le dijo
coquetamente y luego se fue caminando a la otra dirección, convencida de tener
a los dos hombres comiendo de la palma de su mano.
Sin
prestarle mucho cuidado, él volvió a mirar a la calle a donde se había ido
Jaejoong, comprobando que él ya no estaba allí.
—¿Por
qué haces esto Jaejoong? —se susurró a sí mismo, negando con la cabeza. Luego inconscientemente
su mano fue a parar a sus labios, pero una vez que se dio cuenta la retiró,
empuñando la misma. A continuación, volvió a meterse dentro del edificio
sintiendo como si se hubiera bebido un trago muy amargo.
“¿Sera por alguien más
y no por ella?.... ¿Podría ser por mí?”
..
La
chica jugueteaba en el velero mientras su ligero vestido blanco se mecía con el
viento de verano de Paris. Ella recorría todo el espacio; maravillada por los
sirvientes, toda la comida y el lujo de estar en un velero de esas
características. Se sintió de repente como una dama de sociedad, o una actriz
de cine, o la esposa de un importante político…en vez de una simple cabaret de noche.
“Creo que me podre
acostumbrar a esto”
pensó divertida mientras bebía una copa de un muy fino champagne. Luego volteo
a ver a Jaejoong quien estaba sentado en una silla y la imagen de Yunho de
pronto se le presentó. Ella negó con su cabeza. No era tiempo de pensar en
Yunho, ni en Jaejoong tampoco. Era tiempo de pensar en la vida de riqueza que podría
tener si el plan seguía en marcha.
Jaejoong
la miró desde su asiento, algo complacido de que la chica se estuviera divirtiendo
tanto por todas las comodidades que le estaba brindando. Pero aun así una
pregunta molestaba en su cabeza.
Caminando
hacia ella, él la abordo, recibido por una radiante sonrisa de la mujer. —Aun
no me has dicho porque estabas en frente del edificio de Yunho… —él le comento
sin rodeos y la sonrisa de ella pareció desaparecer.
—Pues…
—Ella entrecruzo sus dedos, nerviosa —Fui a devolverle unas cosas que se le habían
quedado la noche en que se presentó en el molino rojo.
—Yo
no te vi con ningún objeto en tu mano. —él frunció las cejas.
—Bueno…solo
le fui a dejar la razón de que tenía que ir por ellas lo más pronto posible. Yo
no se las iba a llevar, por supuesto —Se rió —No soy mandadero de nadie.
Por
la respuesta, él apretó la boca, sinceramente no muy convencido.
—Dime…—rodeándola con su brazo, él empezó lo que intento sonar como una
conversación casual —¿Cuántas veces te has visto con Yunho? —Preguntó. Por lo
que sospechaba, Lady Marmalade y Yunho se debían haber visto más de dos veces,
y eso por supuesto le molestaba. Aunque ahora no sabía si era enteramente por
la chica, puesto que sus celos ahora también parecían ir dirigidos al
hombre…como si le diera celos de que Yunho estuviera con lady Marmalade y no
con él. El sacudió la cabeza ante ese pensamiento. Era ridículo.
—¿Por
qué lo preguntas? —Ella le preguntó segundos después, dejando mostrar una gran
sonrisa fingida. Era obvio que estaba intentando ocultar algo.
—Solo
quiero saber, nada más.
Ella
suspiró profundo. —Bueno, no han sido muchas veces…solo algunas pocas.
—¿Y
ha pasado algo? —él pregunto un poco temeroso de saber la respuesta.
—¿Algo
como…?
—Tú
sabes…como besos o algo más…
—Oh
—ella exclamo aparentando lucir sorprendida —Bueno aparte del beso que nos dimos
en el escenario, que fue puramente profesional debo aclarar, no ha pasado nada.
Así que puedes estar tranquilo, amor. —Ella le pincho la mejilla, comprendiendo
tal vez porque Jaejoong tenía tanto interés en saber de su relación con Yunho.
Era obvio, estaba muy celoso y solo quería despejar las dudas para confirmar
que Yunho no le estuviera quitando a su chica.
O
bueno eso era lo que ella creía.
—Yunho
es un hombre muy especial… —Ella murmuró un rato después en que los dos solo habían
estado callados mirando hacia las corrientes del Sena. No lo podía negar, a
ella le encantaban que los hombres se pusieran celosos y si podía provocar más
celos de Jaejoong…¿Por qué no hacerlo?
—¿Por
qué? —Jaejoong le preguntó, luciendo algo molesto.
—Bueno
es muy talentoso. Se aprendió esa coreografía de tango en apenas una hora. Y es
guapo también, y divertido, y tiene una mente abierta, muy liberal quizá pero
con encanto. —Su corazón comenzó a emocionarse al hablar de Yunho.
—¿Ah
sí?
—Sí
y no besa para nada mal.
Ella
le dio una mirada de reojo a Jaejoong y Jaejoong de repente se quedó en blanco,
recordando lo que Yunho le había dicho esa mañana.
—¿Entonces por qué
ayer me besaste como un loco? ¿Qué? ¿Te sientes atraído por mí?
Se
sacudió la cabeza en un intento de sacar esa conversación de su memoria. Pero
era inútil, ya estaba instalada ahí, y lo peor es que imágenes del momento en
si también empezaron a pasar por su cabeza, fijándose en su mente.
—Te detesto y te envidio…al mismo tiempo. Y te…odio también. Te odio
mucho…
Jaejoong negaba en sus adentros, no permitiendo que las imágenes se
volvieran más vividas.
—¿Qué estás haciendo?
—Solo…quería…comprobar si también besas bien…y no. Veo que después de todo…no eres tan
talentoso para todo…
—¿Ah no? …te enseñare.
“¿Cómo sucedió eso?” Jaejoong se preguntó asustado al
confirmar en sus recuerdos que el beso realmente si había sucedido. Pero él no
lo quería admitir. Él no quería admitir que había vuelto a besar a un hombre y
menos a Jung Yunho ¿Por qué lo hizo? Quizá el estado en que ese encontraba lo
impulsó a cometer esa locura, ¿Pero porque? ¿Es que acaso si sentía algún tipo
de atracción hacia Yunho aparte del odio? No, eso no podía ser posible. El
odiaba a Yunho, lo odiaba con todas sus fuerzas, nunca lo besaría… ¿O sí? Bueno
Yunho después de todo no estaba tan mal. Como decía Lady Marmalade, él era
talentoso, apuesto y con mente libre; aun así Jaejoong no podía dejar de negar
lo sucedido, pensando que él no se podía dejar atraer otra vez de un hombre.
No
lo podía hacer. Ya lo había hecho una
vez y las consecuencias le habían salido caras.
Muy
caras.
Su
padre lo mataría. Esta vez de verdad.
—¿Jaejoong?
¿Jaejoong? —Lady Marmalade le preguntó asustada al ver como el joven permanecía
con los fijos en algún punto, como si se hubiera perdido en sus propios
pensamientos. —¡Jaejoong!
—¿Huh?
—él reacciono segundos después, luciendo confundido.
—¿Te
cayo demasiado mal que yo me haya besado con Yunho, cierto? —Le pregunto
risueña mientras le acariciaba el lóbulo derecho de su oído.
“Si pero no por ti” Su mente de repente le contestó. —Cállate
—Jaejoong susurro bajito queriendo callarla.
—¿Qué?
—Nada,
nada. —Él sonrió e intentó volver a la normalidad.
A
su realidad.
—Bueno
como te decía, Yunho puede ser…
—¿Podemos
dejar de hablar de Yunho, si? —Preguntó fastidiado, hablándole también a su
mente que no hacía más que repetir el nombre.
Ella
se quedó con la palabra en la boca. —Bueno…no debemos hablar de él más…—sonrió
—hablemos de nosotros…¿Qué intenciones tienes conmigo Jaejoong?
Él
la miro, no queriendo responder esa pregunta. Ya ni siquiera tenía ánimos de
conquistarla. Ni de esforzarse. En su mente solo habitaba la preocupación por
haber besado a Yunho. —¿Quieres que vayamos de compras? —fue lo único que se le
ocurrió decir, luciendo alarmantemente desinteresado.
Ella
dio un brinco de emoción. —¡Sí!
—Ok.
Totalmente
animada, ella le dio un beso en su mejilla y se apartó de él no sin antes
decirle “Yunho podrá tener muchas cosas pero nunca una riqueza como tú,
entonces ya podrás saber quién es el vencedor”. Luego se fue dando pequeños
saltos dirigiéndose de nuevo a la mesa de comidas. Él soltó un gran suspiro, no
prestándole ni atención a la muy interesada frase que ella había dicho. Como
hace unos momentos, en su mente, solo estaba el difuso recuerdo de Yunho y él
besándose.
..
Yunho
tomó una gran bocanada de aire y escaló como lo había hecho antes las paredes
del Molino rojo, en dirección a la ventana de la chica de cabello rojo. Llego a
la habitación y se sorprendió un poco al ver a la mujer en la cama con una pose
seductora, luciendo una especie de baby doll negro con ligueros, cubiertos
ligeramente con una túnica transparente del mismo color.
—Te
estaba esperando. —Susurro con seducción. Yunho trago fuerte. —¿Qué? ¿El gato
se te comió la lengua? O… ¿Solo quedaste en shock al verme así? —ella se levantó
y camino hacia Yunho, persiguiéndolo con su mirada de felina.
—Te
ves… linda —Fue lo único que pudo decir. La verdad no se sentía intimidado, tan
solo confundido.
—¿Solo
eso? —Ella se rió —¿Qué opinas de mi vestido? —Ella extendió la bata-velo por
ambos lados, dejándole ver el atrevido conjunto.
—Se
ve caro…Jaejoong te lo compro. —Afirmó Yunho volviendo a la normalidad.
Ella
se volvió a reír. Estaba demasiado risueña el día de hoy. —Sí, de hecho me
llevo de compras y me compro muchas cosas bonitas, pero… —Se acercó un poco más
—Esto lo compre pensando en ti.
Yunho
arrugo el entrecejo. —¿Ah sí?
—Sí,
para nuestra noche…
Yunho
hizo una mueca, comprendiendo lo que la mujer quería. Pero él honestamente no tenía
ganas de hacer eso, ni siquiera sabía porque había aceptado ir esa noche si
realmente no tenía ganas de seguir conquistándola. La verdad, desde que supo
que Jaejoong no la deseaba de esa manera, él también había perdido el interés.
Y aunque ella se veía atrapante y lujuriosa en ese conjunto, nada de Yunho pareció
excitarse ante la vista. Nada.
—¿Qué
hicieron con Jaejoong? —Preguntó sorpresivamente al ver como ella se inclinaba
para besarlo.
—¿Eh?
—Lucio confundida por unos segundos —Oh ya lo entiendo, estas celoso.
Yunho
no dijo nada. Ni siquiera una expresión.
—No
te preocupes cariño. No hicimos nada. Él es un caballero, va despacio conmigo.
“O quizá no le
interese ni siquiera besarte”
la mente de Yunho le contestó y Yunho sacudió su cabeza por lo imprudente que
eso había sonado.
—Fue
muy interesante estar con él sabes…—ella murmuró acariciando con sus dedos el
brazo de Yunho —pero me di cuenta de una cosa.
—¿Qué?
—Que
me gusta estar más contigo, no con él.
Yunho
suspiró, aliviado un poco por su respuesta. Sin embargo algo dentro de sí le
dijo que él no estaba aliviado de que ella no quisiera estar con él, sino de
que él no iba a estar con ella. Por lo consecuente, Jaejoong estaría libre…y
disponible y….Yunho sacudió otra vez su mente para alejar las barbaridades que
estaba pensando. ¿Acaso estaba pensando en Jaejoong de esa manera?
—Uhm
hoy los hombres están muy distraídos. —Ella se quejó al ver como Yunho tenía
exactamente la misma expresión que Jaejoong había tenido todo el día. —¿Quieres
un trago? ¿Para relajarte? —caminó hacia una mesa con botellas y le sirvió una
copa.
Yunho
aflojo sus músculos y analizo que quizás estaba razonando de más.
Ella
le entrego la copa y en seguida se sentó en su gran cama color rojo terciopelo,
acariciándola suavemente con sus largos dedos. —Yunho en realidad me estás
empezando a agradar mucho. Y es extraño porque hombres como tu rara vez llaman
mi atención. Pero tú eres diferente.
El
moreno se sintió culpable de repente al oírla, puesto que él ya no sentía
ninguna atracción especial hacia ella. De hecho, nunca la sintió. Solo
coqueteaba las primeras veces con ella porque era linda, nada más. Como con
otras del Molino rojo. Pero fue ese día que Jaejoong lo cito a su oficina para
decirle que se alejara de ella, que él lo tomo como un reto y empezó a
acercársele más, solo con la intención de no dejar a Jaejoong obtener lo que
quería.
—Tifanny
yo…—Llego a la conclusión que lo mejor sería decirle la verdad para que ella no
se siguiera ilusionando con él. Pero entonces de la nada, ella lo empujo a la
cama, encimándosele como si se tratara de una fiera hambrienta. Yunho abrió los
ojos en demasiada. “Oh dios”
Pensó.
—Yunho
Te deseo. —Dijo sin tapujos mientras que sus manos inquietas recorrían todo el
cuerpo del artista. —Te deseo mucho.
—No,
Tifanny, espera…
—¿Qué?
¿No me deseas también?
Yunho
se mordió la lengua. —No es lo que piensas.
—¿Qué?
—Preguntó confundida.
—¿Por
qué me dices eso si quieres estar con Jaejoong? —Preguntó de pronto intentando
desviar la conversación. No estaba seguro de ser lo suficientemente valiente
para decirle la verdad. No cuando ella se veía tan ansiosa.
—Ya
te dije que tú me agradas más.
—Sí,
pero hoy te dejaste comprar cosas de él. Y estoy seguro que no rechazaste una
invitación futura de él ¿A que juegas?
Ante
la pregunta, ella cerró los ojos, abriéndolos un segundo después. Se tensó un
poco pero luego se relajó, debatiéndose internamente si debía confiar en Yunho
para lo siguiente que diría. Bueno, tal vez sí.
—Yunho,
la única razón por la que quiero estar con Jaejoong es por su dinero. Él puede
ser muy guapo pero su dinero pesa mucho más, y tú también pesas más como
persona.
Yunho
se perdió por un momento.
—Por
eso es que quiero estar contigo, pero estar con él a la vez. Porque me puede
beneficiar y a ti también.
—¿Qué
tratas de decir?
Una
sonrisa se formó en sus labios. —Que podemos engañar a Kim Jaejoong para que me
dé su dinero y luego fugarnos los dos ¿No te gusta la idea?
Él
abrió la boca pero ninguna palabra salió. Esto no se sentía bien.
—¿Quieres…estafar a Jaejoong?
—Algo
así. Si lo dices así suena feo.
—Pero
al fin y al cabo eso es lo que quieres hacer.
—Bueno…—ella
se burló —quizá.
Yunho
no lo pudo soportar más y se levantó de la cama, apartándola de su cuerpo hacia
un lado. Ella arrugó el entrecejo, no entiendo la actitud del otro.
—¿Qué
te pasa amor? ¿Pasa algo malo?
—No
me digas amor. —Yunho le contestó con un semblante serio en su rostro.
—¿Qué?
¿Por qué me dices eso?
Yunho
respiro profundo y se preparó para enfrentarla. —Mira Tifanny, si esos son tus
planes conmigo y con Jaejoong, entonces me temo decirte que no voy a estar en
ellos. No lo voy a hacer.
Tiffany
se levantó de la cama, incrédula. —¿Qué, por qué?
—Porque
la segunda cosa que más odio en este mundo aparte de las personas que quieren
conseguir todo con dinero, es aquellas personas que desean aprovecharse de los
demás solo por su dinero.
La
mujer no lo podía creer. —¡¿Es enserio lo que me estás diciendo?! Estoy podría
ser una gran oportunidad para los dos. Para nuestra relación.
—No
hay ningún los dos, y si me disculpas ya me tengo que ir.
Yunho
fue hacia la ventana dispuesto a marcharse pero la voz furibunda de la mujer lo
hizo quedarse estático en el alfeizar.
—¡¡¡Creí
que lo odiabas!!!
—Sí,
pero…—La imagen de Jaejoong borracho y besándolo de repente ataco su mente,
seguida de la imagen de Jaejoong durmiendo pacíficamente sobre su cama. —Lo siento
debo irme.
—Pero
Yunho él también te odia a ti y está dispuesto a hacer lo que sea para
acabarte, yo lo sé.
Yunho
suspiró profundo. —Entonces quizá ustedes son perfectos el uno para el otro.
—Saliendo por la ventana, Yunho se marchó corriendo mientras oía a la mujer
exasperada clamar su nombre.
Sin embargo, Yunho no volteo a verla.
..
Nota: Recuerden que un comentario siempre es bien recibido :D
y pues no hay mucho que decir XD solo que esperen por el proximo, esto va a ir avanzando mas y mas.