Para leer este capítulo recomiendo que escuchen la letra de la canción
de mana “ángel de amor”.
Capítulo 16 — Ángel de
amor: ¿Quién te cortó las alas, mi
ángel?
—¿A
qué has venido ángel?
S
|
entencio
el arcángel que estaba sentado justo enfrente a él. Respondía al nombre de
Leeteuk y se le conocía como el líder de los arcángeles.
Junsu
se estremeció en su puesto y lo hizo aún más cuando la corte de arcángeles se
postro enfrente a él y con sus magistrales poderes hicieron surgir de la nada,
una mesa brillante color dorado en forma de U, en donde cada uno tomo puesto.
Junsu apretó sus labios, jugando nerviosamente con sus dedos. Quizá era desleal
echar a su amigo al agua así, pero tenía que hacer algo para ayudarlo. Tanto él
como Jaejoong tendrían que correr el riesgo.
—He
venido a anunciarles sobre un ángel que está en peligro. Un ángel que ha sido
capturado por un demonio en las profundidades del infierno. —dijo después de
tragar duro, alzando su voz.
De
inmediato, los arcángeles se alarmaron, mirándose unos a otros con los rostros
preocupados. ¿Cómo era eso posible?
—Pero,
¿Quién lo atrapo Joven ángel? ¿Por qué ese ángel no se pudo defender? —Pregunto
un ángel con el cabello vino tinto.
—¿Cómo
es que lo lograron llevar al infierno? —Menciono otro.
—Los
demonios saben que no pueden tomar de rehén a un ángel guardián de la tierra…va
contra el juramento ¡Esto es inconcebible! —Dijo uno más.
Junsu
negó con la cabeza, aclarando las dudas. —No, no se trata de un ángel de la
tierra…es un ángel del cielo.
Hubo
un suspiro compartido, como si trataran de asumir lo que estaban escuchando —Explícate
mejor ángel, ¿Por qué capturaron un ángel del cielo, si ellos no pueden salir
de aquí? —volvió a hablar el arcángel Leeteuk, cediéndole la palabra.
Junsu
bajo la mirada—Porque se trata del ángel que habían estado buscando. Quien bajo
a la tierra y que desapareció hace unos pocos meses….
…el
ángel Jaejoong.
Ante
eso, el arcángel Siwon quien había estado relativamente calmado ante el asunto,
se levantó de su lugar, poniendo toda su atención en el pequeño ángel que se le
hacía muy conocido. —Dinos más, ¿Cómo sabes que lo atraparon? —él pregunto.
—¡Porque
yo lo vi, yo estaba ahí con él!
—¿Dónde
estabas con él? Cuéntanos la historia ángel.
Junsu
miro hacia el piso, un poco temeroso pero decidido al fin de revelar la verdad.
Solo eso ayudaría a su desafortunado amigo —Jaejoong bajo a la tierra y conoció
a un humano….sin pensarlo, Jaejoong quiso ser su ángel guardián.
—¿Qué?
Pero si los ángeles del cielo saben que no pueden ser ángeles guadianés —interrumpió
el arcángel Donghae.
—¡Shh!
Déjalo continuar —menciono Siwon alzando su mano, haciendo que el otro arcángel
retomara su asiento.
—Cuando
baje a buscarlo en el momento en que me entere que estaba en problemas, él me
lo confeso todo y me dijo que se hizo pasar por el ángel guardián de un humano
porque… —Junsu tomo una respiración profunda —…se había enamorado de él.
Hubo
un silencio repentino, ningunos de los ángeles mayores se atrevió a soltar
palabra.
—Yo
trate de advertirle que eso estaba mal, sin embargo él no me quiso escuchar y
fue ahí cuando le propuse que le daría una semana para que lo reconsiderará.
Sin embargo, cuando lo volví a ver… me dijo que su humano había muerto y que
por equivocación había ido al infierno. Me dijo que lo ayudara a recuperar su
alma…y yo acepte.
Junsu
encaro a los demás, sintiendo como su culpa florecía.
—Contactamos
a un demonio en el bosque y…bajamos al infierno —su voz se fue apagando,
perdiendo la fuerza —el demonio dijo que nos ayudaría, sin embargo, él nos
engañó y capturo a Jaejoong. De milagro pude escapar y esconderme en un lugar
por horas hasta que otro demonio, que aparentemente conocía a Jaejoong, me
ayudo a salir.
De
pronto, Junsu se arrodillo desesperado, juntando ambos manos y rogándole a los
arcángeles que tenía al frente. —Sé que obre mal en ayudar a mi amigo, pero…él
se veía tan triste y….yo lo siento tanto. Ahora está atrapado en algún lugar
del inframundo y solo les pido a ustedes, los ángeles mayores, que ayuden a mi
amigo. Por favor, se los ruego —el ángel finalmente se puso a llorar, tan
avergonzando y tan apenado por sus acciones.
—Basta,
escuche demasiado —el arcángel Siwon voló de su puesto y se posiciono frente al
ángel pequeño, encarando a los demás —¡Vamos arcángeles! ¡No tenemos tiempo que
perder!, ¡Alisten sus armas y bajemos a rescatar a ese ángel! —Él animo a todos
los arcángeles, preparándose para volar hacia la tierra pero la negación firme
del líder lo hizo mantener en su lugar.
—No,
no podemos bajar allí. —Leeteuk hablo —Según lo que cuenta este ángel que está
aquí presente, el ángel Jaejoong peco y por lo tanto ahora obtiene lo que
cosecho. —Él se levantó también, dirigiéndose a los demás arcángeles —¡Arcángeles,
este ángel no solo bajo a la tierra ignorando las normas establecidas, sino que
también se enamoró de un humano, se convirtió ilegalmente en su ángel guardián,
quiso sacar un alma del infierno, y como si fuera poco y según como lo relata
este ángel, también se relacionó con demonios durante su estancia! Ese ángel no
puede obtener nuestra ayuda…por su desobediencia ahora le toca pagar las
consecuencias de sus acciones.
—No
estoy de acuerdo con usted arcángel Leeteuk —refuto Siwon, firme —Por más de
que el ángel haya incumplido las normas, no podemos abandonar a uno de los
nuestros en los terrenos de nuestros enemigos. Tenemos que rescatarlo. Tenemos
que tener misericordia y compasión por ese pobre ángel desviado. ¡¿Quién está
conmigo?! —Siwon levanto su cetro, incitando a los demás arcángeles que lo
miraban con rostros confusos e indecisos. Ellos sabían que tenían que hacer lo
correcto sin embargo la última palabra la daba el líder.
—Arcángel
Siwon, aprecio su valentía y sus argumentos, pero esto no tiene discusión. No
nos vamos a arriesgar a bajar por un ángel que merece ser castigado. Mi
respuesta es no.
Ante
la declaración, Siwon miro a los lados, revisando si tenía el apoyo de los
demás. Sin ninguna señal de que los otros lo fueran a seguir, Siwon alisto su
cuerpo, decidido a emprender vuelo hacia la tierra —Bien, si nadie va a
ayudarme, creo que tendré que ir yo solo.
—¡Espere!
—Leeteuk se alejó de su sitio, volando hasta llegar a Siwon y tomarlo
firmemente del brazo —No dejare que se exponga así usted solo. Tiene que
obedecer a lo que establezco.
—Lo
siento arcángel pero esta vez no le hare caso. Nuestro código es ayudar a los
demás ¿Qué somos nosotros si nos auxiliamos a un alma que se encuentra en
peligro? Lo siento, va contra mi honor y mis principios quedarme aquí sin hacer
nada.
Leeteuk
suspiro fuerte, mirando hacia los lados, susurrándole al odio —Arcángel Siwon,
se porque lo hace. Se lo que lo mantiene atado a ese ángel y sé que usted ya se
dio cuenta de eso. Que ya recordó todo. Por eso le pido que sea más prudente y
que actúe con la razón, no con el corazón.
—Lo
se arcángel, sé que un lazo me tiene atado al ángel, —Siwon le contesto,
también susurrándole —Pero no estoy tomando en consideración aquello, solo
estoy actuando como un ser de rango mayor que debe proteger a sus compañeros
menores. Solo eso, piénselo.
—¡Por
favor arcángel superior tenga misericordia de él! —interrumpió Junsu rogando,
aun manteniéndose de rodillas.
El
arcángel leeteuk dio una exhalación profunda, mirando el rostro de preocupación
del ángel menor, la postura firme del arcángel Siwon y las miradas confusas de
los demás arcángeles, esperando por una respuesta. Aunque fuera muy severo, él
sabía que el arcángel Siwon tenía razón y no podían abandonar cruelmente a un
ángel menor solo por su desobediencia. Esta vez tenía que dar su brazo a
torcer.
—¡Compañeros
alisten todo bajaremos al inframundo a rescatar a ese ángel! —exclamo a todos
luego de unos momentos.
—¡Si
señor! —todos contestaron al unísono mientras volaban y se preparaban para
partir.
—Y
respecto a ti arcángel Siwon —Leeteuk se volteo de nuevo, dirigiéndose al otro —Estoy
complaciendo tu petición de ir por el ángel, pero cuando lo atrapemos tienes
que jurarme que no intervendrás para nada en el castigo que el supremo y yo le
demos al ángel. Tienes que mantenerte a línea.
Siwon
bajo la mirada, apretando los labios y volviendo a mirar al líder, respondiendo
con voz segura —Bien lo acepto. Prometo que no me inmiscuiré en los dictámenes
de mis superiores.
El
arcángel líder asintió ante la respuesta y despego junto a los otros
arcángeles. Siwon también estuvo a punto de hacerlo pero sintió como el ángel
menor lo tomo del brazo, llorándole.
—Por
favor, déjenme ir con ustedes. Quiero
ver como esta Jaejoong —le suplico Junsu.
—Lo
siento ángel, es demasiado peligroso. Y ya hiciste demasiado al ir y meter en
problemas a tu amigo y a ti. Lo prudente es que te quedes aquí.
—Pero
sin mí no sabrían a donde llegar. Por favor se lo ruego, déjeme ir.
Siwon
suspiro resignado, viendo al ángel pequeño clavarle sus manos sobre su brazo —Bien,
pero no te separes de mí.
Junsu
asintió enérgicamente con la cabeza mientras obedientemente se cogía del cetro
del ángel mayor, y juntos volaban hacia los demás ángeles, que ya estaba listos
para partir directo a la tierra.
..
Echado completamente sobre el suelo de barro,
Jaejoong conto los dedos de sus manos. Si, eran diez. Eran diez como hace unos
segundos y estaba seguro que si los volvía a contar más adelante seguirían
siendo diez. Desganado y adolorido, Jaejoong sintió como sus brazos lentamente volvían
a la normalidad. No había pasado mucho tiempo desde que el amo se había ido, sin
embargo Jaejoong seguía acostado lánguidamente sobre el piso, sin atisbo de
querer levantarse.
Sin ganas de siquiera llorar. Él estaba seco.
Completamente seco.
Con el rostro aplastado en la superficie, Jaejoong
suspiro cansado mientras se arropaba con sus propias alas. A pesar de estar
haciendo un calor infernal, él se sentía tan frio. Tan frio. Jaejoong trato de
cubrirse para olvidar todo, para que dentro de su refugio pudiera imaginar que
estaba en otro lugar, en otro sitio, en otras circunstancias. Se imaginó
incluso otra realidad, en donde él era completamente feliz y donde no era un
cabezota impulsivo que ignoraba las advertencias de sus semejantes.
Porque todo, absolutamente todo se había debido a
su impulsividad. A su falta de prudencia y de razonamiento. De no ser por su
curiosidad peligrosa él no hubiera bajado a la tierra, conocido a Changmin,
encontrado al demonio, dejándose embaucar por él y finalmente permitido que
todo lo que sucedió, sucediera. No obstante, él había cometido el mismo error
dos veces y se había dejado engañar de otro demonio, y ahora se encontraba
preso siendo esclavo del mismísimo amo.
Y no solo él había sufrido por todo esto, él
también había perjudicado a dos humanos, dos humanos inocentes que nada tenían
que ver con sus acciones. Y no solo los humanos habían pagado, su amigo Junsu,
quien pese a su moral lo había aceptado ayudar, también término perdiendo en
todo este asunto.
Jaejoong se acurruco de forma fetal, pensando que
le habría pasado a su fiel amigo después de que Yoochun los engañara.
Si tan solo él se hubiera mantenido en el cielo
como un ángel obediente…pero todo eran supuestos de si no hubiera, que en el presente no servían para nada.
Él dejo rodar algunas lágrimas que tenía guardadas,
probablemente las últimas, mientras se agolpaban en el suelo, haciendo mojar su
mejilla izquierda.
“Después de todo, Yo
de verdad no soy un ángel de la guarda” Jaejoong se culpó, pensando que tal vez las palabras
que Yunho le había dicho ese día en la habitación de Changmin eran ciertas:
Él
tenía toda la culpa.
Toda
la culpa y nadie le ayudaría de ser así. Ahora tendría que pagar las consecuencias
de sus osadas acciones.
“¿Las cosas malas siempre le pasan a la gente buena?”
Jaejoong pensó en su cabeza, sintiendo sus ojos
entrecerrarse.
Él estaba por creer que sí.
¿Quién te cortó las alas, mi
ángel?
¿Quién te arranco los sueños hoy?
¿Quién te arrodilló para humillarte?
¿Y quién enjauló tu alma, amor?
¿Quién te arranco los sueños hoy?
¿Quién te arrodilló para humillarte?
¿Y quién enjauló tu alma, amor?
Alojado en la habitación de una pareja infiel,
Yunho se sentó en un rincón, mirando hacia la ventana. Ya era de noche y este
era otro día que pasaba sin mayor gracia. Otro día que pasaba sin la presencia
del otro ser.
“Solo olvídalo, olvídalo” Yunho intento
silenciar sus pensamientos pero estos eran crueles y le hacían recordar a la
criatura que había dejado atrás en las profundidades del abismo.
Como si el castigo que merecía por haberle hecho
sufrir fuera tenerlo en sus memorias para siempre.
“Pero él también
me hizo sufrir” Yunho intento convencer a su mente de la historia
que se había creado en su cabeza, aunque en el fondo, muy en el fondo sabía que
eso no era más….
Déjame curarte, vida
Déjame darte todo mi amor
Déjame darte todo mi amor
Que una vil mentira.
Ángel, ángel, ángel de amor
No te abandones
No te derrumbes, amor
No te abandones
No te derrumbes, amor
Jaejoong volvió a mirar sus dedos, los cuales
estaban llenos de rasguños superficiales y suciedad. Él arrugo el entrecejo
pensando que un ángel no debería verse así. Un ángel siempre debía ser un ser
impecable, delicado…intachable; y él había incumplido todo eso. Él se había
dejado engatusar por un demonio y eso lo había manchado para siempre.
Había manchado su alma.
Jaejoong apretó fuertemente los ojos, pensando en
las cosas vividas con Yunho. Recordó cuando lo beso por primera vez; esa
sensación de ser acariciado en esa zona tan sensible y de ser acunado por sus
labios. Luego, recordó como Yunho había guardado su secreto y como le había
ayudado a protegerse de los Ángeles que lo buscaban.
—¿Todo eso…era parte de tu malvado plan, Yunho? —Jaejoong
sollozo, recordando como en las noches más oscuras el demonio lo apretaba
contra su cuerpo, sintiéndose protegido y cuidado a su lado. Yunho había sido
tan amable…a pesar de su comportamiento tosco y a veces rezongón, Yunho había
sido tan convincentemente amable…era difícil creer que todo se había tratado de
una simple farsa la cual intento ocultar las verdaderas intenciones del demonio.
Sin pensarlo, Jaejoong había tenido tantos deseos
de querer sentirse amado, que acabo malinterpretando los actos visiblemente
“buenos” que el demonio le había mostrado.
Por eso el ángel lloro aún más, recordando como
ingenuamente había creído en el amor. “¿Y
porque alguien se enamoraría de mí?” pensó el ángel, “Yo solo soy un ángel tonto, ingenuo, debilucho, irresponsable”
Jaejoong se miró su cuerpo desaliñado “Además
de feo” él continuo; “No soy como los
maravillosos Ángeles de la tierra, tan imponentes y valiosos…ni siquiera soy
como los Ángeles buenos del cielo, yo no soy nada. Nadie podría nunca enamorarse
de mi”.
El ángel se acurruco más, queriendo ser una bolita.
“¿Por qué tendré que ser así?
¿Alguien ahora tendrá misericordia de mí?”
Quien ató tus manos, ató el
deseo
Quien mató tu risa, mató tu Dios
¿Quién sangró tus labios y tu credo?
¿Porque lo permitiste, ángel de amor?
Quien mató tu risa, mató tu Dios
¿Quién sangró tus labios y tu credo?
¿Porque lo permitiste, ángel de amor?
“¿A alguien le
importará un ángel que ha sido desjuiciado?”
Déjame curarte, vida
Déjame darte todo mi amor
Déjame darte todo mi amor
Yunho dirigió su mirada a la pareja en la cama y le
fue inevitable recordar los días pasados con su ángel. Esos días que habían
sido tan extraños para él, pero al mismo tiempo tan insólitamente emocionantes.
Recordó como era sentir el tacto del ángel contra su piel, como sus besos le
hacían olvidar momentáneamente todo a su alrededor, y como sus sonrisas,
gestos, palabras o acciones lo absorbían de un momento a otro; alejando sus
pensamientos malignos e instaurando nuevos sentimientos en su siniestro
corazón. Todo eso lo había hecho sentir bien, tan bien…a pesar de que antes
creía que provocar sufrimiento era la cosa que más le satisfacía en el mundo,
el tierno ángel le había mostrado otra cara, otra forma de hacerse sentir
pleno. De hacer sentir que su existencia valía para algo. Yunho en esos días
había estado tan desinteresado de hacer el mal…que creyó que posiblemente podría
durar toda su vida así.
—¡¿Pero por qué, por qué Jaejoong?! ¡¿Por qué me
dijiste que amabas a otro?! —Yunho replico, refugiándose en sus rodillas —Si yo
creía que esos ojos enamorados eran para mí…
Él no lo había querido reconocer pero la sensación
de sentirse aceptado y querido por un ángel le había dado paz a su alma. Le
había hecho sentir feliz. Pese a su naturaleza, y a sus sentimientos de odio y
maldad, ese sentimiento de afecto lo había hecho tan dichoso.
Y al ver que su sensación de felicidad le había
sido arrebatada en un abrir y cerrar de ojos, le trajo desgracia a su corazón.
Lo hizo sentir miserable.
Y su alma no dudo ni un segundo en actuar.
Ángel, ángel, ángel de amor
No te abandones
No te derrumbes, amor
No te abandones
No te derrumbes, amor
Ángel, ángel, ángel, te doy
mi amor
Abre tus alas, deja tus sueños volar
Abre tus alas, deja tus sueños volar
Recostándose sobre la pared a sus espaldas,
Jaejoong trato de moverse pero se dio cuenta que sus pies estaban sujetos por
unas cadenas de hierro. Ahora no solo estaba enjaulado sino también estaba
atado sin la posibilidad de moverse.
—¿Cómo es posible que pueda existir tanta maldad? —Jaejoong
hablo triste, tratando de masajear sus adoloridas extremidades. Realmente en el
cielo, todo siempre fue tan estable, tan correcto; quizá todo ese bienestar fue
lo que aburrió al ángel y se aventuró a conocer más del universo, pero eso le
resulto por salir caro. Ahora conocía la maldad, el engaño, la tragedia, el sufrimiento,
el odio, todas esas cosas horribles que nunca imagino que pudieran existir.
Y al parecer se había dado cuenta además, que esas
cosas parecían ser más fuertes que los mismos sentimientos buenos.
—Jaejoong en
realidad las cosas buenas no existen. Mira a tu humano, dijiste que era bueno y
gentil pero acaba de matar a su novia.
Aquella frase que le había dicho Yunho en aquel
momento, se le paso por la cabeza. Quizá Yunho tenía razón. Quizá el amor de Changmin
no fue lo suficientemente fuerte para evitar lastimar a su novia. El alma de
Changmin se había dejado manipular por los deseos del demonio, y por consecuente,
había dejado que ocurriera toda la desgracia que le había seguido. La bondad no
había podido contra la maldad.
“El amor entonces es una forma de auto engañarse de todas las cosas malas”
Jaejoong pensó de repente, llegando a una
conclusión. Ahora sabía porque los ángeles no se enamoraban de esa forma pasional, loca y sosa. Ellos no lo
hacían simplemente porque era algo que no existía, que los mismos humanos se
habían inventado para tratar de refugiarse de todas las cosas malas que
existían en su mundo. En el paraíso no había maldad, por lo que los ángeles no
necesitaban engañarse, pero los humanos sí, porque ellos estaban a la merced de
los caprichos de los demonios.
Y como ese amor pasional era solo un leve espejismo,
era simple derrotarlo con el mal.
—¡¿Pero porque ese engaño me hizo tan feliz?! —Jaejoong
clamo, sintiendo su alma desgarrarse. Esa sádica ilusión le había tapado los
ojos y le había hecho creer que se había hecho más fuerte, un ángel mejor. Pero
al momento de destaparlos él lo había comprendido, él había descubierto que ese
insulso querer solo traía sufrimiento y que no era para nada parecido a la
felicidad.
Ese mentiroso amor solo le había provocado dolor.
Ángel, somos arena y mar
No te abandones
No te derrumbes, amor
No te abandones
No te derrumbes, amor
Ángel, ángel, ángel, te doy
mi amor
Abre tus alas, deja tus sueños volar
Abre tus alas, deja tus sueños volar
—Ese mentiroso amor solo me provoco dolor —Yunho
susurro bajito, recostado completamente sobre el piso de madera. Su mente no había
dejado de recordarle por horas y horas el tema del amor, y él ya se sentía
físicamente exhausto solo por pensar en eso.
Era cierto. Él nunca había admitido (o querer
llegar a admitir) que estaba enamorado del ángel, pero ahora que lo pensaba con
más detenimiento, tal vez eso si era verdad. Quizá él experimento el amor sin
darse cuenta. Y eso lo odiaba, porque no podía creer que un ser como él, podría
llegar a sentir tal cosa.
Pero en realidad…
…. ¿si había alcanzo a experimentar verdadero amor
en ese tiempo?
En el momento en que se había dado cuenta de que su
ángel era tan hermoso que no merecía ser compartido con nadie más, Yunho empezó a forjar un sentimiento de posesión
hacia él. Quería ser el dueño del ángel y que el ángel solo lo mirara a él, que
solo le rindiera tributo a él. Pensó que eso lo haría feliz y que eso haría feliz
al Ángel, pero se equivocó cuando descubrió los verdaderos sentimientos de
Jaejoong.
Y fue infeliz, porque se dio cuenta que él no era
el único del ángel.
Y fue infeliz, por lo que le provoco a Jaejoong por
eso.
Y ahora era infeliz porque ya no lo tenía y había
perdido todo.
—¿Tú también eres infeliz, Jaejoong? —se preguntó
Yunho —¿En este tiempo fuiste feliz realmente o…?
Yunho entonces se dio cuenta que la posesión no era
sinónimo de amor. Jaejoong ahora era un prisionero de alguien y eso no hacía sentir
contento al ángel. Lo hacía sentir desdichado. Yunho comprendió que el amor no
es poseer a alguien, y comprendió también que él no había estado amando al ángel,
solo lo había visto como un objeto al cual tener. Solo había disfrutado de las
caricias y palabras inocentes del ángel, sin pararse a meditar que era lo que él
le daba a cambio. Si él realmente era su compañero, o más bien, se creía dueño
de su ser.
¿Pero ahora que podría hacer? ¿Ahora que sentía
cosas tan fuertes y que ya se había dado cuenta de que el amor no es lo que
había intentado hacer?
Yunho pensó en una sola respuesta: Tratar de
remediar la situación.
Al parecer Jaejoong no se había enamorado de él,
pero a fin de cuentas, no lo podía culpar, no podía culpar al ángel por provocar
que él mismo se hubiese hecho una historia en la cabeza que no existía. Jaejoong
fue amable con él porque Jaejoong era un ángel, así de simple. Jaejoong se
había dejado besar y tocar porque era aún muy ingenuo y no conocía el
significado de esos actos. El demonio fue el que se mintió creyendo otra cosa. Si
de verdad ahora amaba a Jaejoong, él tenía que ayudarlo, pero no con sus
condiciones sino con las del ángel. Tenía que volver a hacer feliz a Jaejoong y
tenía que devolverle lo que cruelmente le había arrebatado por sus celos.
Él tenía que hacer esta vez las cosas bien…aunque
fuera contra su condición y sus deseos.
Desolado, el demonio se acurruco más en el suelo y
por primera vez en su existencia como demonio, él empezó a llorar por lo que le
supondría perder al ángel para siempre. Si de verdad quería ayudar a Jaejoong,
entonces tendría que sacarlo de ahí y olvidarlo. Tenía que dejarlo libre con la
otra persona, la persona que realmente quería Jaejoong.
Hacer como si lo que paso entre ellos, nunca
hubiera sucedido.
Las lágrimas bajaron rebeldemente por sus mejillas
y Yunho sintió un dolor enorme cuando esas lagrimas empezaron a quemarle la
piel, dejándole marcas profundas cada que vez que el líquido rozaba su piel.
Era como si sentir amor literalmente lo estuviera destruyendo.
Porque si, el demonio no lloraba de dolor, ahora
lloraba por amor.
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Luego
de unas cuantas horas de auto sufrimiento por llorar un rio que lo quemaba, el
demonio se levantó del piso y fue hacia un viejo espejo que se encontraba en el
tocador de la habitación.
Él
miro su reflejo. —¿Por qué pude pensar que te enamorarías de mí? —el demonio se
dijo a sí mismo, mirando las heridas en su rostro que estaban empezando a
cicatrizar —Si yo soy tan feo y tú tan hermoso —continuo, rozando con una de
sus largas uñas el reflejo de su cara en el espejo —Y ahora no solo soy feo en
el interior….sino también en el exterior.
Él
se dio media vuelta, dándole la espalda al espejo mientras se volvía a acomodar
en el piso, pensando que si sus lágrimas de amor le habían provocado eso a su
rostro, no faltaría mucho para que su corazón se comenzara a derretir dentro de
su cuerpo por la misma razón.
Y
podría comprobar que al parecer, podría ser posible que un demonio se quemara
con fuego.
..