viernes, 26 de septiembre de 2014

Entre el bien y el mal - Capitulo 16


Para leer este capítulo recomiendo que escuchen la letra de la canción de mana “ángel de amor”.

Capítulo 16 — Ángel de amor: ¿Quién te cortó las alas, mi ángel?


—¿A qué has venido ángel?
S
entencio el arcángel que estaba sentado justo enfrente a él. Respondía al nombre de Leeteuk y se le conocía como el líder de los arcángeles.
Junsu se estremeció en su puesto y lo hizo aún más cuando la corte de arcángeles se postro enfrente a él y con sus magistrales poderes hicieron surgir de la nada, una mesa brillante color dorado en forma de U, en donde cada uno tomo puesto. Junsu apretó sus labios, jugando nerviosamente con sus dedos. Quizá era desleal echar a su amigo al agua así, pero tenía que hacer algo para ayudarlo. Tanto él como Jaejoong tendrían que correr el riesgo.

—He venido a anunciarles sobre un ángel que está en peligro. Un ángel que ha sido capturado por un demonio en las profundidades del infierno. —dijo después de tragar duro, alzando su voz.

De inmediato, los arcángeles se alarmaron, mirándose unos a otros con los rostros preocupados. ¿Cómo era eso posible?

—Pero, ¿Quién lo atrapo Joven ángel? ¿Por qué ese ángel no se pudo defender? —Pregunto un  ángel con el cabello vino tinto.

—¿Cómo es que lo lograron llevar al infierno? —Menciono otro.

—Los demonios saben que no pueden tomar de rehén a un ángel guardián de la tierra…va contra el juramento ¡Esto es inconcebible! —Dijo uno más.

Junsu negó con la cabeza, aclarando las dudas. —No, no se trata de un ángel de la tierra…es un ángel del cielo.

Hubo un suspiro compartido, como si trataran de asumir lo que estaban escuchando —Explícate mejor ángel, ¿Por qué capturaron un ángel del cielo, si ellos no pueden salir de aquí? —volvió a hablar el arcángel Leeteuk, cediéndole la palabra.

Junsu bajo la mirada—Porque se trata del ángel que habían estado buscando. Quien bajo a la tierra y que desapareció hace unos pocos meses….

…el ángel Jaejoong.

Ante eso, el arcángel Siwon quien había estado relativamente calmado ante el asunto, se levantó de su lugar, poniendo toda su atención en el pequeño ángel que se le hacía muy conocido. —Dinos más, ¿Cómo sabes que lo atraparon? —él pregunto.

—¡Porque yo lo vi, yo estaba ahí con él!

—¿Dónde estabas con él? Cuéntanos la historia ángel.

Junsu miro hacia el piso, un poco temeroso pero decidido al fin de revelar la verdad. Solo eso ayudaría a su desafortunado amigo —Jaejoong bajo a la tierra y conoció a un humano….sin pensarlo, Jaejoong quiso ser su ángel guardián.

—¿Qué? Pero si los ángeles del cielo saben que no pueden ser ángeles guadianés —interrumpió el arcángel Donghae.

—¡Shh! Déjalo continuar —menciono Siwon alzando su mano, haciendo que el otro arcángel retomara su asiento.

—Cuando baje a buscarlo en el momento en que me entere que estaba en problemas, él me lo confeso todo y me dijo que se hizo pasar por el ángel guardián de un humano porque… —Junsu tomo una respiración profunda —…se había enamorado de él.

Hubo un silencio repentino, ningunos de los ángeles mayores se atrevió a soltar palabra.

—Yo trate de advertirle que eso estaba mal, sin embargo él no me quiso escuchar y fue ahí cuando le propuse que le daría una semana para que lo reconsiderará. Sin embargo, cuando lo volví a ver… me dijo que su humano había muerto y que por equivocación había ido al infierno. Me dijo que lo ayudara a recuperar su alma…y yo acepte.

Junsu encaro a los demás, sintiendo como su culpa florecía.

—Contactamos a un demonio en el bosque y…bajamos al infierno —su voz se fue apagando, perdiendo la fuerza —el demonio dijo que nos ayudaría, sin embargo, él nos engañó y capturo a Jaejoong. De milagro pude escapar y esconderme en un lugar por horas hasta que otro demonio, que aparentemente conocía a Jaejoong, me ayudo a salir.

De pronto, Junsu se arrodillo desesperado, juntando ambos manos y rogándole a los arcángeles que tenía al frente. —Sé que obre mal en ayudar a mi amigo, pero…él se veía tan triste y….yo lo siento tanto. Ahora está atrapado en algún lugar del inframundo y solo les pido a ustedes, los ángeles mayores, que ayuden a mi amigo. Por favor, se los ruego —el ángel finalmente se puso a llorar, tan avergonzando y tan apenado por sus acciones.

—Basta, escuche demasiado —el arcángel Siwon voló de su puesto y se posiciono frente al ángel pequeño, encarando a los demás —¡Vamos arcángeles! ¡No tenemos tiempo que perder!, ¡Alisten sus armas y bajemos a rescatar a ese ángel! —Él animo a todos los arcángeles, preparándose para volar hacia la tierra pero la negación firme del líder lo hizo mantener en su lugar.

—No, no podemos bajar allí. —Leeteuk hablo —Según lo que cuenta este ángel que está aquí presente, el ángel Jaejoong peco y por lo tanto ahora obtiene lo que cosecho. —Él se levantó también, dirigiéndose a los demás arcángeles —¡Arcángeles, este ángel no solo bajo a la tierra ignorando las normas establecidas, sino que también se enamoró de un humano, se convirtió ilegalmente en su ángel guardián, quiso sacar un alma del infierno, y como si fuera poco y según como lo relata este ángel, también se relacionó con demonios durante su estancia! Ese ángel no puede obtener nuestra ayuda…por su desobediencia ahora le toca pagar las consecuencias de sus acciones.

—No estoy de acuerdo con usted arcángel Leeteuk —refuto Siwon, firme —Por más de que el ángel haya incumplido las normas, no podemos abandonar a uno de los nuestros en los terrenos de nuestros enemigos. Tenemos que rescatarlo. Tenemos que tener misericordia y compasión por ese pobre ángel desviado. ¡¿Quién está conmigo?! —Siwon levanto su cetro, incitando a los demás arcángeles que lo miraban con rostros confusos e indecisos. Ellos sabían que tenían que hacer lo correcto sin embargo la última palabra la daba el líder.

—Arcángel Siwon, aprecio su valentía y sus argumentos, pero esto no tiene discusión. No nos vamos a arriesgar a bajar por un ángel que merece ser castigado. Mi respuesta es no.

Ante la declaración, Siwon miro a los lados, revisando si tenía el apoyo de los demás. Sin ninguna señal de que los otros lo fueran a seguir, Siwon alisto su cuerpo, decidido a emprender vuelo hacia la tierra —Bien, si nadie va a ayudarme, creo que tendré que ir yo solo.

—¡Espere! —Leeteuk se alejó de su sitio, volando hasta llegar a Siwon y tomarlo firmemente del brazo —No dejare que se exponga así usted solo. Tiene que obedecer a lo que establezco.

—Lo siento arcángel pero esta vez no le hare caso. Nuestro código es ayudar a los demás ¿Qué somos nosotros si nos auxiliamos a un alma que se encuentra en peligro? Lo siento, va contra mi honor y mis principios quedarme aquí sin hacer nada.

Leeteuk suspiro fuerte, mirando hacia los lados, susurrándole al odio —Arcángel Siwon, se porque lo hace. Se lo que lo mantiene atado a ese ángel y sé que usted ya se dio cuenta de eso. Que ya recordó todo. Por eso le pido que sea más prudente y que actúe con la razón, no con el corazón.

—Lo se arcángel, sé que un lazo me tiene atado al ángel, —Siwon le contesto, también susurrándole —Pero no estoy tomando en consideración aquello, solo estoy actuando como un ser de rango mayor que debe proteger a sus compañeros menores. Solo eso, piénselo.

—¡Por favor arcángel superior tenga misericordia de él! —interrumpió Junsu rogando, aun manteniéndose de rodillas.

El arcángel leeteuk dio una exhalación profunda, mirando el rostro de preocupación del ángel menor, la postura firme del arcángel Siwon y las miradas confusas de los demás arcángeles, esperando por una respuesta. Aunque fuera muy severo, él sabía que el arcángel Siwon tenía razón y no podían abandonar cruelmente a un ángel menor solo por su desobediencia. Esta vez tenía que dar su brazo a torcer.

—¡Compañeros alisten todo bajaremos al inframundo a rescatar a ese ángel! —exclamo a todos luego de unos momentos.

—¡Si señor! —todos contestaron al unísono mientras volaban y se preparaban para partir.

—Y respecto a ti arcángel Siwon —Leeteuk se volteo de nuevo, dirigiéndose al otro —Estoy complaciendo tu petición de ir por el ángel, pero cuando lo atrapemos tienes que jurarme que no intervendrás para nada en el castigo que el supremo y yo le demos al ángel. Tienes que mantenerte a línea.

Siwon bajo la mirada, apretando los labios y volviendo a mirar al líder, respondiendo con voz segura —Bien lo acepto. Prometo que no me inmiscuiré en los dictámenes de mis superiores.

El arcángel líder asintió ante la respuesta y despego junto a los otros arcángeles. Siwon también estuvo a punto de hacerlo pero sintió como el ángel menor lo tomo del brazo, llorándole.

—Por favor, déjenme ir con ustedes. Quiero ver como esta Jaejoong —le suplico Junsu.
—Lo siento ángel, es demasiado peligroso. Y ya hiciste demasiado al ir y meter en problemas a tu amigo y a ti. Lo prudente es que te quedes aquí.

—Pero sin mí no sabrían a donde llegar. Por favor se lo ruego, déjeme ir.

Siwon suspiro resignado, viendo al ángel pequeño clavarle sus manos sobre su brazo —Bien, pero no te separes de mí.

Junsu asintió enérgicamente con la cabeza mientras obedientemente se cogía del cetro del ángel mayor, y juntos volaban hacia los demás ángeles, que ya estaba listos para partir directo a la tierra.











..








Echado completamente sobre el suelo de barro, Jaejoong conto los dedos de sus manos. Si, eran diez. Eran diez como hace unos segundos y estaba seguro que si los volvía a contar más adelante seguirían siendo diez. Desganado y adolorido, Jaejoong sintió como sus brazos lentamente volvían a la normalidad. No había pasado mucho tiempo desde que el amo se había ido, sin embargo Jaejoong seguía acostado lánguidamente sobre el piso, sin atisbo de querer levantarse.
Sin ganas de siquiera llorar. Él estaba seco.
Completamente seco.
Con el rostro aplastado en la superficie, Jaejoong suspiro cansado mientras se arropaba con sus propias alas. A pesar de estar haciendo un calor infernal, él se sentía tan frio. Tan frio. Jaejoong trato de cubrirse para olvidar todo, para que dentro de su refugio pudiera imaginar que estaba en otro lugar, en otro sitio, en otras circunstancias. Se imaginó incluso otra realidad, en donde él era completamente feliz y donde no era un cabezota impulsivo que ignoraba las advertencias de sus semejantes.
Porque todo, absolutamente todo se había debido a su impulsividad. A su falta de prudencia y de razonamiento. De no ser por su curiosidad peligrosa él no hubiera bajado a la tierra, conocido a Changmin, encontrado al demonio, dejándose embaucar por él y finalmente permitido que todo lo que sucedió, sucediera. No obstante, él había cometido el mismo error dos veces y se había dejado engañar de otro demonio, y ahora se encontraba preso siendo esclavo del mismísimo amo.
Y no solo él había sufrido por todo esto, él también había perjudicado a dos humanos, dos humanos inocentes que nada tenían que ver con sus acciones. Y no solo los humanos habían pagado, su amigo Junsu, quien pese a su moral lo había aceptado ayudar, también término perdiendo en todo este asunto.
Jaejoong se acurruco de forma fetal, pensando que le habría pasado a su fiel amigo después de que Yoochun los engañara.
Si tan solo él se hubiera mantenido en el cielo como un ángel obediente…pero todo eran supuestos de si no hubiera, que en el presente no servían para nada.
Él dejo rodar algunas lágrimas que tenía guardadas, probablemente las últimas, mientras se agolpaban en el suelo, haciendo mojar su mejilla izquierda.
“Después de todo, Yo de verdad no soy un ángel de la guarda” Jaejoong se culpó, pensando que tal vez las palabras que Yunho le había dicho ese día en la habitación de Changmin eran ciertas:

Él tenía toda la culpa.

Toda la culpa y nadie le ayudaría de ser así. Ahora tendría que pagar las consecuencias de sus osadas acciones.

“¿Las cosas malas siempre le pasan a la gente buena?”
Jaejoong pensó en su cabeza, sintiendo sus ojos entrecerrarse.

Él estaba por creer que sí.

¿Quién te cortó las alas, mi ángel?
¿Quién te arranco los sueños hoy?
¿Quién te arrodilló para humillarte?
¿Y quién enjauló tu alma, amor?

Alojado en la habitación de una pareja infiel, Yunho se sentó en un rincón, mirando hacia la ventana. Ya era de noche y este era otro día que pasaba sin mayor gracia. Otro día que pasaba sin la presencia del otro ser.
“Solo olvídalo, olvídalo” Yunho intento silenciar sus pensamientos pero estos eran crueles y le hacían recordar a la criatura que había dejado atrás en las profundidades del abismo.
Como si el castigo que merecía por haberle hecho sufrir fuera tenerlo en sus memorias para siempre.
“Pero él también me hizo sufrir” Yunho intento convencer a su mente de la historia que se había creado en su cabeza, aunque en el fondo, muy en el fondo sabía que eso no era más….

Déjame curarte, vida
Déjame darte todo mi amor

Que una vil mentira.

Ángel, ángel, ángel de amor
No te abandones
No te derrumbes, amor

Jaejoong volvió a mirar sus dedos, los cuales estaban llenos de rasguños superficiales y suciedad. Él arrugo el entrecejo pensando que un ángel no debería verse así. Un ángel siempre debía ser un ser impecable, delicado…intachable; y él había incumplido todo eso. Él se había dejado engatusar por un demonio y eso lo había manchado para siempre.
Había manchado su alma.
Jaejoong apretó fuertemente los ojos, pensando en las cosas vividas con Yunho. Recordó cuando lo beso por primera vez; esa sensación de ser acariciado en esa zona tan sensible y de ser acunado por sus labios. Luego, recordó como Yunho había guardado su secreto y como le había ayudado a protegerse de los Ángeles que lo buscaban.
—¿Todo eso…era parte de tu malvado plan, Yunho? —Jaejoong sollozo, recordando como en las noches más oscuras el demonio lo apretaba contra su cuerpo, sintiéndose protegido y cuidado a su lado. Yunho había sido tan amable…a pesar de su comportamiento tosco y a veces rezongón, Yunho había sido tan convincentemente amable…era difícil creer que todo se había tratado de una simple farsa la cual intento ocultar las verdaderas intenciones del demonio.
Sin pensarlo, Jaejoong había tenido tantos deseos de querer sentirse amado, que acabo malinterpretando los actos visiblemente “buenos” que el demonio le había mostrado. 
Por eso el ángel lloro aún más, recordando como ingenuamente había creído en el amor. “¿Y porque alguien se enamoraría de mí?” pensó el ángel, “Yo solo soy un ángel tonto, ingenuo, debilucho, irresponsable” Jaejoong se miró su cuerpo desaliñado “Además de feo” él continuo; “No soy como los maravillosos Ángeles de la tierra, tan imponentes y valiosos…ni siquiera soy como los Ángeles buenos del cielo, yo no soy nada. Nadie podría nunca enamorarse de mi”.
El ángel se acurruco más, queriendo ser una bolita.
 “¿Por qué tendré que ser así? ¿Alguien ahora tendrá misericordia de mí?”

Quien ató tus manos, ató el deseo
Quien mató tu risa, mató tu Dios
¿Quién sangró tus labios y tu credo?
¿Porque lo permitiste, ángel de amor?

“¿A alguien le importará un ángel que ha sido desjuiciado?”

Déjame curarte, vida
Déjame darte todo mi amor

Yunho dirigió su mirada a la pareja en la cama y le fue inevitable recordar los días pasados con su ángel. Esos días que habían sido tan extraños para él, pero al mismo tiempo tan insólitamente emocionantes. Recordó como era sentir el tacto del ángel contra su piel, como sus besos le hacían olvidar momentáneamente todo a su alrededor, y como sus sonrisas, gestos, palabras o acciones lo absorbían de un momento a otro; alejando sus pensamientos malignos e instaurando nuevos sentimientos en su siniestro corazón. Todo eso lo había hecho sentir bien, tan bien…a pesar de que antes creía que provocar sufrimiento era la cosa que más le satisfacía en el mundo, el tierno ángel le había mostrado otra cara, otra forma de hacerse sentir pleno. De hacer sentir que su existencia valía para algo. Yunho en esos días había estado tan desinteresado de hacer el mal…que creyó que posiblemente podría durar toda su vida así.   
—¡¿Pero por qué, por qué Jaejoong?! ¡¿Por qué me dijiste que amabas a otro?! —Yunho replico, refugiándose en sus rodillas —Si yo creía que esos ojos enamorados eran para mí…
Él no lo había querido reconocer pero la sensación de sentirse aceptado y querido por un ángel le había dado paz a su alma. Le había hecho sentir feliz. Pese a su naturaleza, y a sus sentimientos de odio y maldad, ese sentimiento de afecto lo había hecho tan dichoso.
Y al ver que su sensación de felicidad le había sido arrebatada en un abrir y cerrar de ojos, le trajo desgracia a su corazón.
Lo hizo sentir miserable.
Y su alma no dudo ni un segundo en actuar.

Ángel, ángel, ángel de amor
No te abandones
No te derrumbes, amor
Ángel, ángel, ángel, te doy mi amor
Abre tus alas, deja tus sueños volar


Recostándose sobre la pared a sus espaldas, Jaejoong trato de moverse pero se dio cuenta que sus pies estaban sujetos por unas cadenas de hierro. Ahora no solo estaba enjaulado sino también estaba atado sin la posibilidad de moverse.
—¿Cómo es posible que pueda existir tanta maldad? —Jaejoong hablo triste, tratando de masajear sus adoloridas extremidades. Realmente en el cielo, todo siempre fue tan estable, tan correcto; quizá todo ese bienestar fue lo que aburrió al ángel y se aventuró a conocer más del universo, pero eso le resulto por salir caro. Ahora conocía la maldad, el engaño, la tragedia, el sufrimiento, el odio, todas esas cosas horribles que nunca imagino que pudieran existir. 
Y al parecer se había dado cuenta además, que esas cosas parecían ser más fuertes que los mismos sentimientos buenos.
—Jaejoong en realidad las cosas buenas no existen. Mira a tu humano, dijiste que era bueno y gentil pero acaba de matar a su novia.
Aquella frase que le había dicho Yunho en aquel momento, se le paso por la cabeza. Quizá Yunho tenía razón. Quizá el amor de Changmin no fue lo suficientemente fuerte para evitar lastimar a su novia. El alma de Changmin se había dejado manipular por los deseos del demonio, y por consecuente, había dejado que ocurriera toda la desgracia que le había seguido. La bondad no había podido contra la maldad.
“El amor entonces es una forma de auto engañarse de todas las cosas malas” Jaejoong pensó de repente, llegando a una conclusión. Ahora sabía porque los ángeles no se enamoraban de esa forma pasional, loca y sosa. Ellos no lo hacían simplemente porque era algo que no existía, que los mismos humanos se habían inventado para tratar de refugiarse de todas las cosas malas que existían en su mundo. En el paraíso no había maldad, por lo que los ángeles no necesitaban engañarse, pero los humanos sí, porque ellos estaban a la merced de los caprichos de los demonios.
Y como ese amor pasional era solo un leve espejismo, era simple derrotarlo con el mal.
—¡¿Pero porque ese engaño me hizo tan feliz?! —Jaejoong clamo, sintiendo su alma desgarrarse. Esa sádica ilusión le había tapado los ojos y le había hecho creer que se había hecho más fuerte, un ángel mejor. Pero al momento de destaparlos él lo había comprendido, él había descubierto que ese insulso querer solo traía sufrimiento y que no era para nada parecido a la felicidad.
Ese mentiroso amor solo le había provocado dolor.

Ángel, somos arena y mar
No te abandones
No te derrumbes, amor
Ángel, ángel, ángel, te doy mi amor
Abre tus alas, deja tus sueños volar

—Ese mentiroso amor solo me provoco dolor —Yunho susurro bajito, recostado completamente sobre el piso de madera. Su mente no había dejado de recordarle por horas y horas el tema del amor, y él ya se sentía físicamente exhausto solo por pensar en eso.
Era cierto. Él nunca había admitido (o querer llegar a admitir) que estaba enamorado del ángel, pero ahora que lo pensaba con más detenimiento, tal vez eso si era verdad. Quizá él experimento el amor sin darse cuenta. Y eso lo odiaba, porque no podía creer que un ser como él, podría llegar a sentir tal cosa.
Pero en realidad…
…. ¿si había alcanzo a experimentar verdadero amor en ese tiempo?
En el momento en que se había dado cuenta de que su ángel era tan hermoso que no merecía ser compartido con nadie más,  Yunho empezó a forjar un sentimiento de posesión hacia él. Quería ser el dueño del ángel y que el ángel solo lo mirara a él, que solo le rindiera tributo a él. Pensó que eso lo haría feliz y que eso haría feliz al Ángel, pero se equivocó cuando descubrió los verdaderos sentimientos de Jaejoong.
Y fue infeliz, porque se dio cuenta que él no era el único del ángel.
Y fue infeliz, por lo que le provoco a Jaejoong por eso.
Y ahora era infeliz porque ya no lo tenía y había perdido todo.
—¿Tú también eres infeliz, Jaejoong? —se preguntó Yunho —¿En este tiempo fuiste feliz realmente o…?
Yunho entonces se dio cuenta que la posesión no era sinónimo de amor. Jaejoong ahora era un prisionero de alguien y eso no hacía sentir contento al ángel. Lo hacía sentir desdichado. Yunho comprendió que el amor no es poseer a alguien, y comprendió también que él no había estado amando al ángel, solo lo había visto como un objeto al cual tener. Solo había disfrutado de las caricias y palabras inocentes del ángel, sin pararse a meditar que era lo que él le daba a cambio. Si él realmente era su compañero, o más bien, se creía dueño de su ser.
¿Pero ahora que podría hacer? ¿Ahora que sentía cosas tan fuertes y que ya se había dado cuenta de que el amor no es lo que había intentado hacer?
Yunho pensó en una sola respuesta: Tratar de remediar la situación.
Al parecer Jaejoong no se había enamorado de él, pero a fin de cuentas, no lo podía culpar, no podía culpar al ángel por provocar que él mismo se hubiese hecho una historia en la cabeza que no existía. Jaejoong fue amable con él porque Jaejoong era un ángel, así de simple. Jaejoong se había dejado besar y tocar porque era aún muy ingenuo y no conocía el significado de esos actos. El demonio fue el que se mintió creyendo otra cosa. Si de verdad ahora amaba a Jaejoong, él tenía que ayudarlo, pero no con sus condiciones sino con las del ángel. Tenía que volver a hacer feliz a Jaejoong y tenía que devolverle lo que cruelmente le había arrebatado por sus celos.
Él tenía que hacer esta vez las cosas bien…aunque fuera contra su condición y sus deseos.
Desolado, el demonio se acurruco más en el suelo y por primera vez en su existencia como demonio, él empezó a llorar por lo que le supondría perder al ángel para siempre. Si de verdad quería ayudar a Jaejoong, entonces tendría que sacarlo de ahí y olvidarlo. Tenía que dejarlo libre con la otra persona, la persona que realmente quería Jaejoong.
Hacer como si lo que paso entre ellos, nunca hubiera sucedido.
Las lágrimas bajaron rebeldemente por sus mejillas y Yunho sintió un dolor enorme cuando esas lagrimas empezaron a quemarle la piel, dejándole marcas profundas cada que vez que el líquido rozaba su piel. Era como si sentir amor literalmente lo estuviera destruyendo.
Porque si, el demonio no lloraba de dolor, ahora lloraba por amor.

Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes
Ángel de amor
Pero mi amor ya nunca te derrumbes

Luego de unas cuantas horas de auto sufrimiento por llorar un rio que lo quemaba, el demonio se levantó del piso y fue hacia un viejo espejo que se encontraba en el tocador de la habitación.

Él miro su reflejo. —¿Por qué pude pensar que te enamorarías de mí? —el demonio se dijo a sí mismo, mirando las heridas en su rostro que estaban empezando a cicatrizar —Si yo soy tan feo y tú tan hermoso —continuo, rozando con una de sus largas uñas el reflejo de su cara en el espejo —Y ahora no solo soy feo en el interior….sino también en el exterior.

Él se dio media vuelta, dándole la espalda al espejo mientras se volvía a acomodar en el piso, pensando que si sus lágrimas de amor le habían provocado eso a su rostro, no faltaría mucho para que su corazón se comenzara a derretir dentro de su cuerpo por la misma razón.

Y podría comprobar que al parecer, podría ser posible que un demonio se quemara con fuego.



..



jueves, 18 de septiembre de 2014

Entre el bien y el mal - Capitulo 15


Capítulo 15 — Falsas esperanzas: Eres tan malo, me haces llorar diciendo que me extrañas.


L
evantando sus afiladas garras, Yunho trato de poseer algún humano cualquiera en un lugar cualquiera de una ciudad cualquiera de la tierra. El humano se encontraba débil, tanto de mente como de cuerpo: No había comido bien en días, recientemente había sido despedido de su trabajo y en su casa era mejor recibido un extraño que él mismo. El demonio lo había acompañado por horas, le había metido en la cabeza que hacer y cuando ese humano estuvo a punto de entrar en un banco con un arma y asaltar a todos los presentes; cobardemente se echó para atrás, desistiendo de su labor.

El humano había desobedecido a Yunho.

Y Yunho se frustro, por no conseguir su objetivo de la semana.

Últimamente las cosas no le salían nada bien al demonio y el mal humor era algo que se había vuelto insoportablemente cotidiano en su vida. Él pensó que haciendo algún acto de maldad lo pondría de buenas, le haría resucitar el ánimo, pero estaba equivocado, cada vez que lo intentaba extrañamente resultaba fallando. Era si como la energía que había utilizado para poseer a Changmin, le hubiera quitado todo de sí y ya no tuviera más poder.

Yunho bufo, alejándose del humano y abriendo las puertas del infierno, yendo a descansar a sus aposentos. Desde la vez que había dejado el alma de Changmin en el inframundo, él no había vuelto. De verdad no le emocionaba ir allí pero debido a su mal humor, pensó que tal vez necesitaría unas horas de sosiego. Unas horas para evitar que sus pensamientos interfirieran con sus acciones.

Los pensamientos de aquella criatura que había vuelto su mundo un caos.

Llegando a su recamara, Yunho se recostó en su lecho, moviéndose perezosamente  sobre él. Pero luego, él noto un olor…un olor extraño. Ese olor a lavanda y flores que era poco usual encontrar en el infierno. Era parecido a como olía Jaejoong…pero no exactamente como Jaejoong.

El demonio se levantó.

Usando su instinto y su olfato, el demonio utilizo su gran brazo para sacar de debajo de su lecho al ser que se encontraba escondido en este. Inmediatamente, el ser se libró y voló hacia un rincón de los aposentos, cubriéndose con las alas y las manos. Yunho lo detallo; se trataba de un ángel. Un ángel del cielo…

¿Qué hacia un ángel en sus aposentos?

—¡No me hagas nada por favor! ¡Te lo suplico! ¡Te doy lo que quieras pero no me hagas nada! —el ángel suplico aterrorizado, sin descubrir su rostro.

Yunho se le acerco lento y tratando de verle la cara, lo tomo bruscamente de sus hombros, dejándolos frente a frente. Luego inesperadamente lo soltó, recordando esa cara que se encontraba con los ojos fuertemente cerrados. 

A ese ángel lo conocía.

Ese ángel era él que había hablado con Jaejoong aquel día en el bosque… al que le había confesado sus sentimientos por Changmin.

¿Pero porque este Ángel estaba en el infierno? ¿Acaso Jaejoong también se encontraba ahí?

Yunho tenía que averiguarlo.

—¿Qué haces aquí ángel? —Yunho le pregunto seco, tratando de sacarle respuestas.

El ángel seguía temblando, sin atreverse a mirarlo. Yunho tuvo entonces que ser más rudo. Tomándolo de la túnica, Yunho lo aproximo a su rostro, repitiéndole —¿Qué haces aquí ángel?

—Yo…yo…—el ángel ni podía hablar, no sabía si era correcto decir las razones o no. Tal vez ese demonio se enojaría si sabía que ellos habían bajado a robarse un alma, quizá ese demonio no lo dejaría irse después. Junsu se sintió atrapado.

—Dilo.

—Yo…nosotros vin-nimos porque…

—¿Tu eres amigo de Jaejoong, no?

Ante el nombre de Jaejoong, Junsu se tranquilizó, arrugando el entrecejo —¿Sabes quién es Jaejoong? ¿Cómo lo conoces?

Yunho aparto la mirada —Eso no importa. Dime porque estás aquí. ¿Cómo lograste entrar?

—Por un demonio.

—¿Cuál demonio?

—¡No lo sé!

—¡Dímelo!

—¡Si me sueltas, te lo diré!

Yunho empujo al Ángel, encarándolo. Junsu se tocó el pecho, tratando de recomponer un poco la compostura. Luego él empezó —Jaejoong y yo bajamos porque él quería recuperar un alma, el alma de un humano —Junsu dijo y Yunho se mordió la boca, pensando en que él sabía de cual alma se trataba. Maldición. —Luego él le pidió ayuda a un demonio en el bosque y nos trajo hasta aquí —Junsu hizo una pausa, tomando aliento —Pero al parecer él nos engañó porque nos llevó a una especie de cuarto en las profundidades y nos atacó con unos lazos. Yo logre escapar de suerte pero me temo que Jaejoong…no tuvo la misma fortuna. —Junsu bajo la cabeza, pensando que habría pasado con su amigo.

—¿Qué? —Yunho pregunto atónito. ¿Qué la había pasado a Jaejoong? —¿Dónde está?

—¡No sé! Yo escape antes de que pudiera saber eso.

—¡Pero tú debes saber algo, dímelo!

—¡No lo sé, no lo sé!

El ángel se echó a llorar y el demonio solo bufo, estresado por todo. Rayos, ¿Ahora que se le había ocurrido a ese escurridizo Ángel? Sera que Yoochun…—¿Cómo era ese demonio? —pregunto de repente.

—¿Eh?

—El demonio que los trajo aquí, ¿Cómo era?

—Bueno ya no recuerdo su nombre…pero tenía el cabello negro, medio enroscado y la piel blanca. Muy blanca. Los ojos color negro…y alas, cuernos, cola, bueno todo lo que tiene un demonio. No recuerdo más.

Yunho se detuvo a pensarlo, era muy probable que fuera él ¿Quién más podría haber sido? Que él supiera, Jaejoong no conocía a otro demonio, además con la descripción que le daba el Ángel, era casi seguro que se trataba de ese entrometido. Maldito Yoochun, me las pagaras.

—Demonio —Junsu hablo, interrumpiendo sus pensamientos —Necesito que me lleves a la tierra, necesitó ir a aler…—Junsu de repente se calló. No era muy aconsejable decirle a un demonio que llamaría a los arcángeles para tratar de ayudar a Jaejoong. Si lo hacía probablemente ese demonio no lo ayudaría, para así evitar formar una guerra. Junsu se mordió los labios —Necesito salir de aquí, por favor. 

—¿Y por qué crees que te ayudaría?

—Porque soy amigo de Jaejoong ¿Tú conoces a Jaejoong, no?

Yunho frunció las cejas, soltando un gran suspiro después. Bueno, tal vez podría sacar provecho de todo eso —Está bien, te ayudare a salir Ángel, pero solo si me llevas al lugar donde contactaron a ese demonio. Si me llevas a donde el demonio que los ayudo a entrar, yo te ayudare.

Junsu abrió la boca, dispuesto a objetar pero decidió que era mejor no hacerlo. Era mucho mejor decirle que si al demonio sabiendo que probablemente le fallaría pero él conseguiría salir del infierno, que decirle que no y quedarse quién sabe cuánto tiempo más en el inframundo. Junsu acepto el trato.

—Bien, vámonos y que sea rápido —Dijo Yunho tomando su brazo con su garra y guiándolo afuera, hacia las puertas del infierno.


..


Yoochun miro sus nuevas alas. Eran magnificas. Más grandes y más fuertes que las que tenía antes, sin duda el amo no había sido para nada tacaño y le había recompensado muy bien por haberle llevado ese regalito tan especialmente inusual. Yoochun se sintió complacido, soltando una sonrisa; y sonrío aún más cuando vio al demonio iracundo caminando hacia él en compañía de un ángel.
El demonio que parecía arrojar llamas a cada paso que daba.

“Oh, que comience el show”

Yoochun se bajó de la pequeña ladera en el valle donde se había instalado y espero tranquilamente por el demonio.

—Oh ángel, veo que lograste escapar —Yoochun le hablo a Junsu en cuanto llegaron. Luego se dirigido a Yunho. —¿Y tú qué? ¿Ya te conseguiste otro Ángel para embaucar o qué? —Le pregunto socarronamente pero no tuvo tiempo para burlarse porque un fuerte golpe lo lanzo directo hacia atrás. Sin aun recuperarse, Yoochun sintió como Yunho lo tomo rudamente del chaleco de piel y lo estrello contra un árbol, clavándole las garras prácticamente.

Junsu se asustó de inmediato por la acción “¿Oh Dios en que me he metido?”

—¡¿Dónde está?! —le reclamo furibundo. Sus ojos ardían de rabia.

—¿Dónde está quién?

Yunho lo presiono aún más —No juegues conmigo Yoochun, solo dime donde maldita sea esta y te dejare en paz.

—¿Y si no te lo digo, que me harás?

—Te destruiré aquí mismo —Yunho amenazo.

—Bueno, quiero ver que lo intentes —Dicho esto Yoochun abanico sus nuevas y mejoradas alas, y golpeo a Yunho con ellas, mandándolo lejos. Luego voló hacia él y le propino un puñetazo igual que el que le había dado Yunho segundos antes. Ante eso, Yunho no se quedó atrás y afilando sus garras aruño el pecho del otro, haciendo que chillara de dolor. Los dos comenzaron entonces una lucha a muerte, en donde los puños, patadas y golpes no se hicieron esperar. Al ver esto, Junsu, quien había estado petrificado en un lado del valle, aprovecho la pelea de los demonios para escapar hacia el cielo, volando lo más rápido que pudo. No podía quedarse ahí tan tranquilamente esperando que esos dos se destruyeran, mientras que Jaejoong sufría en algún lugar del infierno. Tenía que pensar en su amigo primero. Tenía que alertar a todo el cielo si era necesario.

Yunho aprovecho un momento de distracción del otro demonio, para mandarlo al suelo y subírsele encima, reteniéndolo con sus piernas, brazos y alas. Aunque Yoochun fuera ahora más fuerte, nadie podía contra el espíritu de lucha de Yunho.

—¡Dime Yoochun, donde esta! ¡Dime donde lo tienes!

—¡¿Para qué quieres saber dónde está?!¡¿Qué sacarías con eso?!

—¡Solo dime maldita sea donde esta!

Yoochun se removió, adolorido por el peso del otro demonio —De todas formas no creo que al angelito Jae le haga mucha gracia que lo encuentres. Cuando se entero de tus planes de entregárselo al amo no estuvo muy feliz que digamos, y ahora cuando le pregunte sobre ti, él solo me hizo una mueca, dándome a entender que no quería hablar más de ti. ¿O es que acaso lo andas buscando por celos al saber que yo si le di la ofrenda al amo y tu no?

Al oír esa declaración, Yunho sintió estallar de furia…si eso era aún posible. —¡¿Fuiste tú el que le dijo a Jaejoong sobre mi plan inicial?!

Yoochun se rio y eso a Yunho le provoco más rabia. Con sus garras, Yunho tomo el cuello de Yoochun, clavándole las uñas, tratándolo de ahogar. Yoochun abandono su mueca insolente para poner una cara de miedo, sintiendo que el demonio lo iba a destrozar.

—Es…pera…es…pera —el demonio intento sacarse las garras de Yunho de su cuello, pero era tal la fuerza que el otro ejercía sobre él, que no le dejaba ni hablar.

—¡Fuiste tú! ¡¿No es así?!

—¡Si fui yo!

Ante la afirmación, Yunho alzo su garra dispuesto a acabar con el demonio, pero las palabras de Yoochun lo detuvieron en el acto —S-si….me destruyes…nunca…sabrás donde esta….el Ángel…— le dijo con el poco aliento que le quedaba. En ese instante Yunho se calmó sabiendo que el otro tenía razón.

—Solo dime donde esta —presiono por enésima vez.

—Esta con el amo, en sus aposentos en el séptimo círculo del infierno.

Yunho de inmediato libero a Yoochun, alejándose para ir donde le había indicado. Su mente solo se concentró en eso….

—Pero Yunho…Si vas a ir a recuperarlo no creas que puedas hacerlo. Si vieras lo mucho que el amo le gusto el angelito Jae…como lo tomaba, como jugaba con él, como lo tocaba…él ya es de su propiedad. —Yoochun se burló.

…Aunque aún le quedaba una cosa por hacer. El demonio; dispuesto a callar de una vez por todas al indeseable de Yoochun, utilizo toda su fuerza y golpeo a Yoochun en el rostro, mandándolo lejos, haciendo que cayera por una ladera de  piedras que inevitablemente dañaron una de las alas que le habían acabado de obsequiar.

El ala se había partido.

Oh, tal vez el amo no había sido tan generoso después de todo.


..


Jaejoong se impulsó hacia atrás todo lo que pudo y reuniendo toda la energía de su cuerpo, fue volando directo hacia las rejas tratando de romperlas con su fuerza. Sin embargo le fue imposible, los Ángeles no tenían poder para manipular las cosas del infierno. Rebotando duramente contra las rejas, Jaejoong se precipito hacia el suelo, golpeando su cuerpo ya malherido. Él se sentó desganado, llevándose las manos a la cara, cayendo en cuenta que otra vez  había fallado.

Durante este tiempo él había tratado hasta lo imposible de salir por si solo de su encierro. Había intentado romper las rejas de todas las maneras, intentado pasar por los huecos, tratado de escapar cuando había tenido la oportunidad….pero nada le había funcionado. Él se sentía inútil. Sentía que aunque probara todo, nada le resultaría.

Y como le iba a resultar si cada día sentía que sus fuerzas disminuían. Cuando no estaba el “amo”, él podía si quiera intentar huir, pero cuando llegaba, Jaejoong entraba en un estado de total vulnerabilidad, sintiendo que literalmente se convertía de goma y quedaba a la merced de lo que el diablo quisiera hacer con él. No podía batallar contra eso.

Él se sentía tan cansado…tan cansado y tan deprimido. En ocasiones lo envolvían los deseos de rendirse, pero él no quería darse por vencido. Dentro de su corazón aún tenía la esperanza de salir sano y salvo de esta.

Aunque esas esperanzas fueran decreciendo conforme los días pasaban.

Exhausto de tanto intentar, Jaejoong se recostó en el suelo, pensando en el cielo, pensando en algo que lo hiciera sentir en paz. Tal era su ensimismamiento que no se dio cuenta cuando cierto demonio entro en el salón, con los pasos y la mente precavida, mirando a su alrededor como si se asegurara que nadie estuviera por ahí. Tal demonio, miro hacia a la inmensa jaula, viendo al Ángel dormitar. Menos alerta, el demonio camino hacia ella, separando las rejas fácilmente con sus manos como si estuvieran hechas de plastilina. Él entro y se detuvo frente al Ángel, aun observándolo, pensando en que debía hacer.

“Yo no debería estar aquí” dijo su mente.

Y era cierto, él no debería estar ahí, pero sus incontrolables impulsos lo habían llevado hasta allí a pesar de que el demonio juro y re juro odiar al ángel por el resto de su existencia. 

Aun así…

Yunho arrodillo una pierna, enfocando su vista en el malherido Ángel que se encontraba con los ojos cerrados.

“No, vete, aléjate de él”  Su mente volvió a hablar pero las verdaderas intenciones de su alma querían otra cosa. A pesar de estar sucio y desgastado, Jaejoong seguía siento tan bello, tan hermoso…parecía como si otra vez Yunho lucharía contra su otro yo.

Sin pensarlo, el demonio se agacho para juntar con sus labios los labios del Ángel, sintiéndose realizado cuando el otro lo siguió en su caricia, entrelazando sus bocas como no lo habían hecho en mucho tiempo. Sin lugar a dudas Yunho se sintió en su cielo…hasta que un inesperado empujón lo hizo caer hacia atrás.
El ángel se alejó del contacto, dándose cuenta quien estaba ahí y que estaban haciendo, limpiándose la boca con desesperación. El demonio frunció el ceño por la acción.

—¿Qué haces tú aquí? ¿También vienes a burlarte de mí? —Jaejoong hablo en modo de reproche, pero con el cansancio presente en su voz. El ángel se veía tan miserable en esos momentos.

Yunho se levantó, dictando lo siguiente —Tu vienes conmigo.

—¿Qué?

—Sí, vámonos de aquí —dijo sin pensar en las consecuencias. Caminando, estuvo a punto de agarrar la mano del ángel pero Jaejoong se volvió a alejar, mirándolo con odio.

—¡Yo no voy a ningún lado contigo!

—¿Quieres estar aquí entonces? ¿Aguantando todo este sufrimiento? Porque por lo que veo no es que la hayas pasado muy bien que digamos.

—Eso no tiene porque importarte…Tú y yo ya no somos nada…de hecho nunca lo fuimos.

Yunho se mordió la boca, sus nervios empezando a crisparse. —Mira Jaejoong hazme caso, ven conmigo y no reniegues más.

—¡No! —El ángel se negó —¿Para que querría ir contigo? ¿Para qué me sigas lastimando? ¿Para qué me sigas ilusionando y causándome dolor? ¡Lo que le hiciste a Changmin no tiene perdón, no tiene perdón!

—¡¿Pero por qué crees que lo hice?! ¡¿Por qué crees que maldita sea lo hice?! —Yunho sujeto a Jaejoong de los hombros, sacudiéndolo.

—¡Porque no tienes corazón!

—¡Yo no me habría tomado tantas molestias si no fuera  por ti!¡Si no fueran por tus horribles encantos!

—¡Suéltame! —Jaejoong lo empujo —¡Solo me confundes! —El Ángel se abrazó a sí mismo, tratando de no llorar —Me confunden tus palabras, tus acciones…me confundes…tu dijiste que no me lastimarías.


이젠 모두 끝이라고 해줘
ijen modu kkeuchirago haejwo
Dime que todo ha terminado ahora

Never Tease Me
Nunca más te burles de mí

이상 아무 소용없다고 말해줘
deo isang amu soyongeopdago malhaejwo
Dime que no queda nada

Make It Easy
Hazlo fácil


—¡Tú también me lo dijiste y también me lastimaste!...es que no lo entiendes Jaejoong, tu no lo entiendes —el demonio se tomó su pecho, él no quería mostrar su debilidad. La debilidad que Jaejoong le causaba.

—Yo no te lastime con nada, lo único que yo hice fue…

—¡¿Y crees que no me lastimo saber que estabas enamorado de otro?!

—¡¿Te importa tanto eso?!


잊을만하면
ijeulmanhamyeon neon
Justo cuando estoy a punto de olvidarte

자꾸만 나타나서 흔들어
jakkuman natanaseo nal heundeureo
Tú sigues apareciendo ante mí y me confundes

아직도 너를 잊지 못해 바보처럼
ajikdo nan neoreul itji motae babocheoreom
Todavía no puedo olvidarte, soy tan tonto


Yunho bajo la mirada, apretándose fuertemente la boca —No lo sé.


너는 나를 사랑하지 않아
neoneun nareul saranghaji anha
Tú no me amas

알고 있어
da algo isseo nan
Lo sé todo

돌아서도 밀쳐내도 다시 찾아와
desaseado milchyeonaedo dasi tto chajawa
Me aparte de ti, te empuje lejos pero tú vienes a mí de nuevo


Jaejoong suspiro por la respuesta, él no quería darle más vueltas al asunto. —Tan solo vete, déjame en paz.

—Tú no sabes todo lo que he arriesgado por esto, incluso me arriesgue viniendo aquí. Jaejoong mírate, eres un Ángel, capaz de sentir todo esos sentimientos, en cambio yo…yo, Jaejoong, me aventure a sentirlos, yendo contra mi naturaleza.
Jaejoong arrugo el entrecejo. —¿De qué hablas?

—Sí, mi plan inicial era este, seducirte con mi habla y llevarte hasta mi amo, pero hubo un punto en que desistí, que no quise hacerlo más. Tú lograste que desistiera… ¿Sabes lo que hacía cada vez que te dejaba a solas en mis aposentos? Iba a buscar otros Ángeles, otros Ángeles que pudieran servir de señuelo, porque el Ángel que yo tenía no quería usarlo para eso. El Ángel que yo tenía solo podía ser mío y de nadie más.

Jaejoong se quedó sin habla, no comprendiendo las palabras del demonio.

—Yo fui contra mi naturaleza de hacerte daño, yo me revele contra ella ¿Y para qué? ¿Para que este tonto Ángel se enamorara de alguien más?

El ángel miro a Yunho confundido, tratando de entrever las verdaderas intenciones del demonio. ¿Todo esto era otra forma cruel de convencerlo? ¿Era otra manera de engañarlo? No, no, él no podía permitirse caer de nuevo. Sus sentimientos no podían salir y arruinarlo todo. Jaejoong sabía que el demonio tenía un poder de convencimiento muy grande y esta vez…él no le iba a creer. Nunca más.

No iba creer es sus falsas esperanzas.

Él estaba dispuesto a luchar.

그런 눈으로 바라보지
geureon nuneuro baraboji ma
No me mires con esos ojos

뻔한 거짓말 하지 그러지
geu ppeonhan geojitmal haji ma geureoji ma
No digas esas mentiras tan obvias, no lo hagas

이제는 내버려둬 나를 찾지
ijeneun naebeoryeodwo nareul chatji ma
Déjame en paz ahora, no regreses a mi


—¡Pero a final de cuentas tú me hiciste daño! ¡Tú causaste toda mi desgracia! ¡¿De qué te sirve decirme esto cuando ya me heriste?! ¡¿Qué quieres lograr?! ¡¿Por qué no puedes ver que eres un peligro para mí?! —Jaejoong le grito, decidido a no dejarse embaucar de nuevo.

—¡Tú eres el peligro para mí, Tú me debilitas!

—¡No mientas más! ¡Yo soy el que estoy encerrado, yo soy las que tengo que perder por ilusionarme tontamente de un demonio! ¡Yo soy el que desobedecí al cielo! ¡Yo soy el que sufre, tú no!


이상은 내게 손대지
deo isangeun naege sondaeji ma
No me toques ahora

Never Touch Me
Nunca me vuelvas a tocar

늦은 술에 취해 전화도 하지 Never
neujeun bam sure chwihae jeonhwado haji ma Never
No te emborraches por la noche y no me llames, nunca

I know you’re tipsy whenever you call me
Sé que estás borracho cuando me llamas


Yunho se calló. Una parte de él sabía que el Ángel tenía razón, sin embargo la otra parte no quería dejar de auto mortificarse. Él no quería ser el malo de este cuento. Él no quería dejar de creer sentirse la víctima y que Jaejoong era su victimario. En serio, él hacía de todo para convencerse de la veracidad de su historia.

—Pero a pesar de todo, yo he venido aquí —menciono Yunho luego de unos momentos de silencio —A sacarte de aquí, después de todo. Tienes que venir conmigo.

Jaejoong no podía creer lo cínico que era Yunho —No, no quiero. Yo me quedare aquí. Ahora, como tú lo quisiste, yo pertenezco a tu amo. —Jaejoong dijo, pensando que aunque sus días ahí fueran literalmente una tortura, su dignidad primaba más que su sufrimiento. Definitivamente, no le quería dar el gusto a Yunho de irse con él.

—No Jaejoong, te equivocas. Tú eres mío. Tú siempre serás mío. Lo prometiste y ahora vendrás conmigo —Yunho dijo sacando su lengua en dos y poniendo sus ojos de reptil. Otra vez estaba fuera de sí.

Ante eso, Jaejoong negó con la cabeza y caminó hacia atrás alejándose del demonio, quien se le acercaba lenta y peligrosamente, paso por paso.


나빠 보고 싶다는 말로 울려
cham nappa neon bogo sipdaneun mallo nal tto ullyeo
Eres tan malo, me haces llorar diciendo que me extrañas

아직도 너를 잊지 못해 바보처럼
ajikdo nan neoreul itji motae babocheoreom
Todavía no puedo olvidarte, soy tan tonto

—Tú eres mi único y yo debo ser siempre tu único.

Diciendo esto, Yunho se abalanzo hacia Jaejoong tratando de atraparlo, pero al ver la resistencia del ángel, Yunho se desesperó y lo aprisiono entre sus brazos, no dejándole escapatoria alguna para que pudiera alejarse de él. Yunho miro al Ángel, sintiéndose otra vez cautivado por su belleza. Sin meditarlo y consumido por sus impulsos malignos, Yunho comenzó a besar al ángel bruscamente, dándole mordidas en su piel, lamiéndolo y tocándolo como si quisiera otra vez hacerlo suyo. Jaejoong empezó a sollozar, tratándose inútilmente de liberar. No solamente esos demonios feos lo maltrataban, ahora también Yunho lo hacía.

—¡No, Suéltame!¡Tú me repugnas, tú me repugnas!

나는 너를 사랑했었나
naneun neoreul saranghaesseonna bwa
Supongo que te amaba

울고 있어
tto ulgo isseo nan
Por eso estoy llorando una vez más

죽을 만큼 미워해도 지워지지 않아
jugeul mankeum miwohaedo jiwojiji anha
Te odio tanto, pero aun así no puedo borrarte


De repente Yunho se alejó, sintiéndose tan patético. Recordó aquellas veces que estuvo con Jaejoong: donde Jaejoong lo besaba y acariciaba tiernamente, donde Jaejoong se entregaba a él sin resistirse, donde a Jaejoong no le daba asco ser tocado por un demonio. Yunho miro al ángel derrumbarse lentamente por el piso, quejándose sin consolación. Lo que había intentado hacer hace unos momentos no era ni de lejos tan placentero como cuando Jaejoong se le entregaba a él. Sin restricciones.

El arrepentimiento lo ataco de repente.

Saliendo de la jaula, Yunho lo intento una vez más, hablando con seriedad.

—Jaejoong si te quedas aquí, nunca más volverás a ver el cielo ni la tierra. Te quedaras aquí para siempre. Sufriendo por el resto de la eternidad.

Usando las pocas fuerzas que le quedaban, Jaejoong se levantó, decidido a ganar. —Pues prefiero quedarme mil años encerrado aquí antes que irme contigo.

—Pues entonces mil años te quedaras.

Dándole una última advertencia, Yunho salió por la gran entrada del salón, sin ser capaz de mirar atrás.


그런 눈으로 바라보지
geureon nuneuro baraboji ma
No me mires con esos ojos

사랑했단 하지 그러지
nal saranghaetdan mal haji ma geureoji ma
No digas que me amas, no lo hagas

이제는 내버려둬 나를 찾지
ijeneun naebeoryeodwo nareul chatji ma
Déjame en paz ahora, no regreses a mi


..

Nota: La cancion que puse se llama False hope de Jieun. Me parecio que La letra va con la situacion y me gustaria que la escucharan. Nos vemos hasta la proxima actu.Espero sus comentarios (enserio ayudan a escribir mas rapido y con ganas >.<).





--