martes, 15 de abril de 2014

Entre el bien y el mal - Capitulo 1


Capítulo 1 – Primer encuentro: Pensaba tantas cosas que él estaba cansado de pensar.



Sus ojos mezclándose con la espesura del bosque.


Sus garras fijas en la tierra seca.


Sus sentidos enfocados en el ángel que volaba desprevenidamente sin notar la presencia maligna que se cernía sobre él.


El humano a su lado aún más incauto sin saber del futuro que le depararía por estar entre ese ángel y ese demonio.


Oh sí. Era el día perfecto para comenzar su plan.


Ahora solo tenía que pensar como lo iría a efectuar.


..

J
aejoong no tenía percepción del tiempo o de las circunstancias que lo habían hecho convertirse en un ángel. No sabía cuándo exactamente había llegado al cielo, o por qué razones él se encontraba ahí. No sabía si había muerto o si en su lugar siempre había sido una criatura de dios. No sabía si siendo humano en la tierra había tenido el mismo rostro o si incluso compartía el mismo nombre. Lo único que sabía era el presente que estaba viviendo. Vestido con sus túnicas blancas, su aureola brillante y sus alas de plumas blancas, Jaejoong pasaba el tiempo en el cielo con los demás ángeles del firmamento.

Pero…

Pero Jaejoong a veces se preguntaba porque se sentía tan diferente a los demás. Se supone que en el reino de dios no existen las preocupaciones, no existe el miedo ni el dolor. Los Ángeles solo viven su existencia sin preguntarse del ¿Por qué? o del ¿Cuándo? de las situaciones. Si eso es así,entonces… ¿Por qué él se sentía tan fuera de lugar en un lugar que se supone solo debe sentirse alegría y paz? ¿Por qué a veces el cuestionaba su existencia y la de los demás? ¿Por qué se sentía más maravillado de la vida en la tierra que de la vida en el paraíso? Jaejoong no podía entender a su mente. Pensó alguna vez que el simplemente no era un ángel sino algún hibrido raro que había surgido inexplicablemente en el paraíso de dios. Pensó tal vez que él era un humano que aún no podía dejar atrás su pasado. Pensaba tantas cosas que él estaba cansado de pensar. El solo quería sentirse libre y en paz como los demás Ángeles. Era por eso queen ocasiones Jaejoong se sentía infeliz y ese hecho era tan contradictorio.

Las cosas cambiaban cuando Jaejoong bajaba a la tierra (cosa que solo era permitida para un cierto número de Ángeles). Aunque el cielo era hermoso, tanta perfección y deslumbrancia a veces lo aburría. Prefería ir a la tierra a explorar sus innumerables paisajes, jugar con los animales y de vez en cuando espiar secretamente a los humanos. Podría pasar horas y horas tan solo contando el número de flores de una pradera, sin importar si eso era una actividad inútil o no.

Aunque Jaejoong en su vida solo hubiera conocido el bien, fue cuando llego a la tierra que descubrió el mal. Los demonios, los eternos enemigos de los Ángeles, eran los que propagaban el mal en la tierra y hacían desviarse a los ingenuos humanos del camino de dios. Abundaban más demonios que Ángeles en el mundo por lo que Jaejoong siempre tenía que cuidar no enfrentarse con uno. Les temía terriblemente.

—Joongie, los demonios son criaturas horribles, no te les acerques.

Era la advertencia que le había dicho junsu, uno de los Ángeles compañeros del cielo.

—Son bestias que solo quieren provocar el sufrimiento y alejar a las almas de dios para llevarlas al diablo, y hacerles pagar por la eternidad. —Continuo —Odian a los Ángeles y si se le acercan a uno es probable que no sea para nada bueno.

La mayoría de los demonios eran físicamente muy diferentes a los Ángeles y entre si también. Algunos eran seres bestiales, monstruos horrorosos con grandes cuerpos peludos y afilados dientes. Luego estaban los sin forma, espíritus rondando sin ninguna característica fija. Y luego estaban los casi—humanos, casi—angeles. Estos eran los más aceptables pero de todos modos seguían siendo temibles. Demonios con forma de humanos que contaban con prominentes cuernos, una cola afilada, ojos rojos y unas grandes alas de murciélago.  Jaejoong pensaba que no eran tan feos, que en realidad algunos podrían hacerse pasar por seres apuestos pero sus características “endemoniadas” era lo que los arruinaba a los ojos del ángel.

Una vez no hace mucho tiempo había tenido la oportunidad de ver cara a cara a uno de ellos. Estaba en una cascada en algún lugar sobre la tierra, donde se encontraba con otro ángel a quien había convencido de acompañarlo a la tierra. Ambos jugaban con el agua de la corriente cuando sintieron una presencia extraña frente a ellos. Jaejoong alzo los ojos para ver frente a frente a un grupo de demonios escondidos entre la maleza del bosque. Parecían ajenos a la presencia de los dos Ángeles pero había uno en particular que los miraba fijamente desde su sitio. Era un demonio con forma de humano, su cabello era negro y su piel un tanto bronceada. Era delgado pero se veía prominente. Jaejoong no pensó que fuera tan terrorífico hasta que vio esa mirada roja en sus ojos.

—Jaejoong, vámonos. No debemos estar aquí. —El ángel a su lado hablo con precaución. Se veía tan tranquilo a pesar de que el mismo estaba comenzando a tener miedo ¿Por qué un ángel debería tener miedo? No lo sabía.

Luego de esa vez, Jaejoong había visto unos pocos demonios rondando por ahí, pero nunca ninguno tan cerca ni que hubiera notado su presencia. No era aconsejable acercárseles ni mucho menos tratar de hablar con ellos. Estaba prohibido y era sumamente peligroso. Jaejoong optó entonces por seguir el consejo de junsu y tratar de mantenerse alejado de ellos, y la mejor forma de hacer eso era tratar de evitar acercarse a los humanos.

Porque donde había humanos, había demonios.



..



La promesa de Jaejoong había sido cumplida a cabalidad, si ese humano no se hubiera metido en su camino.

El ángel Jaejoong sabía lo que era el amor pero nunca antes lo había experimentado de una forma tan fuerte. El sentía amor por los demás Ángeles, inocente y fraternal, pero lo que había comenzado a sentir por aquel humano era algo que nunca había sentido antes. Era algo que no podía explicar.

Shim Changmin era un joven de campo que vivía en una cabaña muy cerca de la pradera en la que Jaejoong le gustaba estar. Jaejoong lo había observado varias veces y se había sentido cautivado por la belleza y el porte de ese hombre. Pese a que se había prometido a si mismo tener el mínimo contacto con humanos, Changmin le había interesado desde el momento en que lo vio. Al principio pensó que era una admiración que había desarrollado hacia ese humano en particular, pero cuando la necesidad de verlo se hizo cada vez y cada vez más fuerte, Jaejoong pensó entonces que tal vez no se trataba de admiración sino de un sentimiento más profundo.

Lo confirmo cuando vio a Changmin con otra persona la cual Jaejoong sospecho que debía ser su amada. Jaejoong sintió un ardor en su corazón acompañado de una fuerte necesidad de alejar a esa persona de su humano. Se preguntó si había comenzado a sentir odio pero alejo esa idea de su cabeza. Él no quería odiar, él no estaba hecho para odiar y a pesar de que él podría experimentar sentimientos que la mayoría de ángeles no poseían, él no quería tener ningún sentimiento impuro sobre sí. Así que decidió que mientras Changmin fuera feliz, él también lo seria por mucho que le costara el hecho de que Changmin estuviera con otra persona y que él nunca lo notaria por el hecho de ser un espíritu imperceptible.

Si su opción era sufrir en vez de odiar, entonces él lo haría.  

—Ángel de la guardia, mi dulce compañía…

Escucho una vez a Changmin orar a un Ángel, pero lo curioso es que ninguno se encontraba cerca de él. Se supone que casi todos los humanos cuentan con un Ángel de la guardia ¿Por qué este joven Changmin no tenía uno? O es que acaso él estaba destinado a ser su…

Jaejoong comenzó entonces a estar menos tiempo en el cielo y más tiempo al lado de su dichoso Changmin. Acompañarlo cada día, cuidarlo de los peligros, admirarlo desde al lado, verlo sonreír, gritar, soñar, eran cosas que había aprendido a valorar a su lado.

Ser el ángel de la guardia de la persona que decía amar le había dado un sentido a su complicada vida.


..



La rutina podría significar algo aburrido para Jaejoong si no se tratara del hábito que se había impuesto para estar al lado de su humano. Por las noches se la pasaba en el cielo, compartiendo con los demás Ángeles, pero cuando el sol salía por el horizonte, Jaejoong se escabullía hábilmente para llegar a tiempo cuando Changmin se levantara en la mañana.

Observaba a Changmin alistarse para el trabajo, lo acompañaba hasta el pueblo cercano, lo vigilaba a cada hora del día, compartía con el su almuerzo y por la noche regresaba junto a él de nuevo a su hogar. Podría escucharse algo tedioso pero a Jaejoong le gustaba tanto estar con Changmin, que era más bien un regalo que una obligación pasar su día con él.

Jaejoong sabía que se estaba tomando responsabilidades que no le correspondían. Los Ángeles de la guarda eran seleccionados en el cielo para poder cumplir a cabalidad el compromiso de cuidar y guiar a un humano en la tierra. Se trataba de seres más sabios, más cuidadosos y más fuertes que los Ángeles normales que se quedaban en el cielo. Él no podía ser un Ángel de la guardia ya que aún era muy inmaduro y no tenía la capacidad suficiente como para encargarse de un humano. Pero al ver que Changmin no contaba con un Ángel de la guarda Jaejoong decidió otorgarse el mismo el título de Ángel de la guarda y cuidarlo por el resto de su vida. Así podría estar con él.

Si algún Ángel lo descubriera desobedeciendo las leyes tal vez lo desterrarían. Los Ángeles generalmente eran obedientes y solo aceptaban el destino que les tocaba, pero Jaejoong, siendo el extraño Ángel que era no acataba esas normas. El solo se dejaba guiar por su corazón y sus instintos… ¿Qué había de malo en salir del cielo solo para cuidar un humano?, no estaba haciendo nada malo ni deshonroso. Él tan solo estaba cometiendo un acto de bondad.

—Ah…. —Jaejoong suspiró pesadamente recostado boca abajo en el sofá mientras veía que la novia de Changmin llegaba a la casa.

Aunque decía que podía manejarlo, esos extraños sentimientos llamados celos empezaban a florecer desde su interior.

—¡Amor! —Ella se le abalanzo a él mientras reía en sus brazos.

—Seohyun, tardaste en llegar. Creí que no ibas a venir.

—Cómo no iba a venir si era nuestra celebración de nuestro aniversario.

—Es cierto y te compre algo, espera. —Changmin le hizo un gesto a su novia señalando que la esperara. Él fue hacia uno de los cuartos de la casa y ella se quedó de pie en la sala, ansiosa. Luego el salió y le mostró un hermoso collar brillante color plata haciendo que ella se le abalanzara emocionada (de nuevo) y le diera un firme beso en los labios.

Jaejoong suspiró otra vez hacia la escena. Él quería tanto sentir un beso. Sabía que era una muestra de afecto entre los humanos y que solo se los daban aquellos que estuvieran enamorados. Jaejoong había intentado antes besar a Changmin (principalmente cuando este dormía), pero Jaejoong siendo tan solo un alma transparente e intocable, jamás podría tener un beso de Changmin. Jamás podría experimentar como se sentiría tocarlo y que él lo tocara a él. Jaejoong se deprimió por el pensamiento y decidió salir de la casa.

Rozando los pastizales como un alma en pena, Jaejoong levanto la cabeza mirando hacia el cielo. Anochecía. Ya pronto seria la hora en que tendría que partir de nuevo al firmamento. Algo desganado, Jaejoong batió sus bellas alas para tomar impulso pero una luz proveniente del bosque lo distrajo y lo hizo quedarse en la misma posición. Su característica curiosidad se hizo presente y en vez de partir hacia su hogar, se adentró más en el bosque, deseoso por saber que era esa luz.

Luego la luz fue tomando forma y Jaejoong se dio cuenta de que se trataba de una fogata. Era extraño porque los humanos casi no se la pasaban por esos bosques, pero tal vez uno se había perdido y estaba haciendo una hoguera. Efectivamente la luz se trataba de una fogata pero lo que estaba al lado no era precisamente un humano. Era un animal, un cabrito para ser precisamente exactos. A Jaejoong le resulto rara la imagen pero trato de no pensar en porque un carnero estaba al lado de una fogata. Se suponía que los animales le temían al fuego…o eso era lo que creía.

—Hola amiguito. —Se acercó al animal, acariciándole la mandíbula. —¿Te has perdido acaso? ¿Porque estás aquí tan solito?

El animalito lamio amistosamente la mano de Jaejoong y Jaejoong rió con ternura por la acción. Se sentó a su lado, esta vez acariciándole el lomo.

—Sabes nunca había visto cabritos como tú por acá. Mucho menos a uno que fuera capaz de hacer su propia fogata. —Se rió ante su broma.

El animal se acurro contra Jaejoong y Jaejoong hizo lo mismo, fijando su mirada en la cada vez más creciente fogata. No entendía pero la sensación le hacía sentirse en paz. Siempre le había gustado compartir con los animales porque a pesar de que no decían ni una sola palabra, al contrario de los humanos si notaban su presencia.

Jaejoong comenzó a entrecerrar los ojos pero una voz en su oído le hizo abrirlos de nuevo —Te tengo. —Levanto su mirada y pudo notar que unos fuertes brazos lo estaban abrazando. Asustado batió las alas y se dejó caer en el piso, enfocando su mirada hacia al frente.

El cabrito había desaparecido y en lugar de éste, una figura grande se posiciono de pie frente a él. Enfoco más la vista y pudo notar que se trataba de un demonio. El corazón se le detuvo por un momento.

—Vaya, vaya así que ha caído un lindo angelito en mis garras.

El demonio hablo y Jaejoong se arrastró por el piso, asustado. Lo miro. Era uno de esos demonios casi— humanos casi—Ángeles como él los llamaba. Era alto, de cabello negro y mirada afilada. Su piel era bronceada y vestía con ropa negra: pantalones y una especie de chaleco que le dejaba a la vista el pecho. Tenía un par de cuernos como los del carnero de ahorita, unas alas rojizas en forma de murciélago y una cola larga en punta. Los uñas de sus manos y pies desnudos eran exageradamente largas. Parecían garras.

Una sonrisa malévola se escapaba de sus labios —¿Qué? ¿El cabrito se te comió la lengua? —Se inclinó, acercándose peligrosamente a Jaejoong.

—Tu… tu…

—¿Yo? ¿Yo que?

—Tu… eres un demonio. —Jaejoong logro hablar finalmente y el ser soltó una carcajada.

—Que comes que adivinas pequeño. —El demonio Yunho empezó a caminar, rodeando a Jaejoong. —Hola angelito… ¿Te has perdido acaso? ¿Porque estás aquí tan solito? —Imitó lo que Jaejoong le había dicho hace unos segundos.

—¿Qué…quieres de mí?

—Sabes nunca había visto a angelitos como tú por acá. Mucho menos a uno que fuera capaz de acercársele a un demonio. —Continúo Yunho, imitando de nuevo la risa de Jaejoong cuando le dijo eso.

Jaejoong se levantó del suelo asustado. Ahora si había estaba en problemas.

—Yo…no me acerque. Tú me engañaste.

—La curiosidad mato al Ángel, ¿lo sabias?

Yunho se inclinó a acariciar la mejilla de Jaejoong pero este lo esquivo.

—¡Aléjate! ¡No te acerques a mí! ¡No te atrevas a acercárteme!

Yunho entrecerró los ojos. —No me dejes con la curiosidad angelito. Enserio ¿Por qué estás en el bosque?

—No te diré nada.

—No enserio, dime, no te hare daño.

Jaejoong sabía que no podía confiar en un demonio. Eran engañosos, embusteros y malignos. Nada bueno podía provenir de ellos.

—No… no lo hare.

—Bien. —Yunho suspiró ante la falta de cooperación de Jaejoong. —Así que eres un Ángel que anda deambulando solo por los bosques. Sabes yo creí que lo sabía todo acerca de los Ángeles, pero creo que me he equivocado esta vez.

—¿A qué te refieres?

—Creí que los únicos ángeles que deambulaban en la tierra eran los Ángeles guardianes. Pero… tú no pareces uno de ellos. Tan solo pareces como un Ángel que se ha caído.

—Yo si soy un Ángel guardián —Se apresuró a decir Jaejoong. ¿No es como si estuviera mintiendo, cierto? El si era un Ángel guardián… uno no oficial, pero ángel guardián al fin y al cabo.

Yunho se detuvo al verlo. —¿En serio?

—Si-i. —contesto inseguro Jaejoong.

—¿Y tú humano donde esta?

—Él se encuentra muy cerca de aquí. En el valle.

—¿Y porque no estas con él? ¿No se supone que un angel guardián siempre debe estar con su humano?

Jaejoong se mordió la boca. No quería revelar la verdad.

—Además tú no pareces como un angel guardián. Eres flacucho, pequeño y casi insignificante. He visto muchos Ángeles guardianes y ninguno se parece a ti. —Yunho menciono con poco tacto y Jaejoong se sintió ofendido ante el comentario.

—No estoy con él porque tú me distrajiste. —Jaejoong se excusó.

—Entonces que mal ángel de guardia eres.

Yunho comentó con suficiencia, dándole la espalda.

—¿Por qué me has traído hasta aquí? ¿Qué quieres de mí? —Jaejoong saco el valor de decirle al temible demonio que estaba frente a él.

Yunho se volteo de alguna forma divertido por la aparente valentía del angel más pequeño –Me pareciste lindo angelito. —Iba a ver cuánto le duraría aquella osadía.

—¿Q-que?

—Me pareciste lindo y quise que vinieras a jugar conmigo.

—¿A jugar? —Jaejoong no podía entender. Siempre le habían dicho que los demonios eran malos y que nunca les hablaban a los Ángeles si no era para hacerles daño. No podía entender porque este demonio se estaba comportando tan raro con él.

—Sí, a jugar. O tal vez a comerte. No se aun lo estoy decidiendo. —Yunho bromeo, mirándose con desdén las garras.

Jaejoong abrió los ojos en demasía ¿Acaso los demonios comían Ángeles? ¿Por qué nunca había sabido de eso?

No por favor, no me comas, hare lo que pidas . —Jaejoong rogo y Yunho no pudo creer la ingenuidad de ese angel.

—No se angelito, veo que has estado muy arisco conmigo. No sé si pueda perdonarte la vida.

—Yo no me comportare mal pero por favor, no quiero que me comas.

Yunho se rió. —Está bien, bien. Te dejare ir por esta vez pero con una condición.

—¿Cuál condición?

Yunho se dejó de reír y se acercó hacia Jaejoong, quedando a muy pocos centímetros de él. —Quiero que me muestres tu humano para poder creerte que eres un angel de la guardia.

Jaejoong paso saliva. Si dejaba que un demonio se acercara a Changmin tal vez este estaría en peligro y si le pasaba algo nunca se lo perdonaría. Por otra parte, este demonio se veía bastante maligno y él no quería que se lo comieran. Si se lo comían, dejaría solo a Changmin.

—Está bien. —Dijo suspirando. —Te lo mostrare.

—Ok. —Respondió Yunho con una sonrisa.

—Pero mañana, ahora no es conveniente. —Dijo Jaejoong pensando en que tenía que volver al cielo o los demás Ángeles notarían su ausencia. Yunho levanto una ceja ante esto, al angelito le gustaba jugar con sus reglas.

—Está bien, mañana por la mañana te veré en el valle. Si no vas, vas a tener que afrontarte a las consecuencias.

—B-Bien.

—Si no vas… —Continuo Yunho, susurrándole al oído. —Te buscare por todos los medios y te comeré. O tal vez….te entregare a mi amo para que él sea quien te coma a ti. —Término mirando la cara de preocupación de Jaejoong.

Jaejoong asintió temeroso y alisto sus alas para partir, pero la mano de Yunho lo evito, tomándolo fuertemente del brazo.

—Espera, quiero saber otra cosa. —Dijo.

—¿Qué es?

—Tu nombre.

Jaejoong se debatió internamente en si decirle o no su nombre a ese demonio, pero como estaban las cosas daba igual si lo conocía o no.

—Jaejoong. —Respondió.

—Bien angelito Jaejoong. —Dijo Yunho soltándolo. —Creo que vamos a hacer muy buenos amigos desde ahora.

Jaejoong lo miro extraño y voló lo más pronto que pudo hacia el cielo. Tan pronto como se fue, Yunho se recostó en el piso, lanzando una sonora carcajada en el proceso.

Ok, tal vez ese no hubiera sido su plan original pero si podía engañar a ese ingenuo angelito haciendo que Jaejoong mismo confiara en el ¿Por qué no habría de hacerlo? Era mucho más divertido que tomarlo por la fuerza y entregárselo a su amo. Se divertiría con él lo mucho que pudiera hasta que fuera la hora en que tuviera que entregarlo.

—Creo que me voy a divertir mucho contigo, querido angelito mentiroso. —Se habló a si mismo mientras se levantaba y desaparecía en el fuego de la fogata.



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Nota: Solo quiero decir que lo disfruten y dejen comentarios :)
Gracias por tomarse el tiempo :)


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domingo, 6 de abril de 2014

Entre el bien y el mal



Titulo: Entre el bien y el mal
Autor: cMILA
Género: Slash-lemon, angst, romance
Pareja: YunJae
Estado: Serial
Advertencias: Muerte de un personaje
Capítulos: 20 + Prologo-epilogo


Amores imposibles hay muchos. De varios tipos y presentados de varias formas.

Las barreras siempre estarán impuestas para aquellos que osen desobedecer las reglas y salir de los limites….Incluso para los seres celestiales.



¿Podrían un ángel y un demonio ser capaces de sobrepasar tales límites?



Entre el bien y el mal - Prologo


Prologo



L
os demonios estaban hechos para hacer sufrir. Provocar la desgracia y el mal en los humanos en que ponía la vista, Orillándolos a cometer atrocidades, convenciéndoles de odiar al prójimo, haciendo de sus vidas una miseria; eran cosas de las que el demonio Yunho se regocijaba y por las que se sentía orgulloso de ser un espíritu maligno.

Le gustaba viajar por el mundo, pasando de ciudad en ciudad, susurrándole a los humanos cosas perversas para cometer. Grandes asesinos seriales o políticos corruptos habían estado entre las víctimas del perverso Yunho. Estaba seguro de que nunca podría cansarse de eso. Su sed por dolor y sufrimiento nunca se extinguiría. La necesidad de causar el mal era lo que lo mantenía con vida.

Por otro lado, Los ángeles, esos seres celestiales a los que los demonios destetaban. Los ángeles guiaban y acompañaban a las almas humanas por el camino de la vida, protegiéndolos del mal y peligro que abundaba en el mundo gracias a los demonios.

Siempre con su rectitud y perfección, actuaban tan distinto a la naturaleza de un demonio. Eran seres tan diferentes que simplemente no podían congeniar entre sí. Enemigos inmortales para toda la eternidad.

Yunho había tenido algunos altercados con ángeles antes. Cuando intentaba manipular a alguna alma indefensa, un ángel siempre trataba de llevarle la contraria, frustrando sus intenciones, haciendo que los humanos recapacitaran y no se dejaran guiar por el mal. Yunho definitivamente los aborrecía por completo.

Esos seres debían desaparecer de la faz de la tierra.

Esos seres tenían que desaparecer de la faz de la tierra.

Los Ángeles algún día tendrían que pagar.

—El amo ha estado preguntando por ti, no has estado tan frecuentemente en el infierno como deberías. —Comento uno de los demonios que generalmente acompañaba a Yunho. Su nombre era Yoochun.

Ambos se encontraban sentados sobre una colina, observando el sol caer y la noche llegar, mientras divisaban a lo lejos las pequeñas luces de un pueblo.

—¿Por qué debería? ¿Acaso no es más útil tenerme aquí?

—Eres toda una caja de sorpresas. Tu actuar es todo un misterio… el amo tiene razón al sentirse inquieto.

Yunho se echó a reír. —No sabía que el amo pudiera sentirse inquieto… como si eso importara.

El amo era tal vez al único ser que los demonios seguían y obedecían. Los demonios se la pasaban entre sí pero dificultosamente hacían lazos entre sí. Yunho era cercano a yoochun, pero más por obligación que por deseo. Se podría decir que los demonios odiaban a todo el mundo (fuera demonio, humano o Ángel) pero al único que no podían odiar era al amo. Era como algún tipo de admiración o respeto que sentían por el más grande de los demonios y es por eso, que cuando se presentaba la oportunidad de satisfacerlo nunca la dejaban pasar.

—El amo se encuentra enojado… ya sabes si no haces lo que él quiere puede ser que decida destruirte de una vez por todas.

Yunho se puso serio. —Lo sé. Pero no he estado aquí perdiendo el tiempo como él cree.

—Pero ha notado que has estado distraído estos últimos días.

El demonio callo por unos segundos, dejando que el sonido del silencio inundara el lugar. Fijo su vista al horizonte, aclarándose la garganta antes de mencionar. Existe un ángel cerca de este lugar, un tipo de ángel que nunca se esperaría ver en la tierra.

Yoochun frunció el ceño. —¿A qué te refieres?

—No se ve como los demás. No actúa como los demás. Es como si lo que menos le importara fuera ser un Ángel. No es común que Ángeles no guardianes se la pasen en la tierra. Por lo menos no he visto ni uno. Él es el primero.

El demonio Yoochun echo una risa sórdida, de esas que solo los demonios saben hacer. —¿Y porque me vienes a hablar de un ángel? ¿Qué tiene que ver con todo esto?

—Quiero atrapar a ese ángel.

El silencio volvió a inundar el lugar.

Aunque se hiciera el desentendido, Yoochun sabía exactamente el ángel al que yunho se refería. Él era un ángel raro a los ojos de un demonio, ya que no se veía tan intimidante como los demás. En vez de estar custodiando a los humanos con pose firme y segura, ese extraño ángel se la pasaba columpiándose entre los árboles, hablando con animales y rodando por el pasto como si fuera un niño humano. Ocasionalmente Yunho lo veía cerca de una cabaña en el valle, pero esa era la única interacción que había visto al ángel tener con humanos.

Yoochun se quedó sin habla. —¿De qué hablas Yunho?

—Lo que has escuchado.

—¿Es por eso que has estado perdido estos días?

—Ese Ángel se comporta bastante extraño, pero parece tan desorientado que sería fácil manipularlo. Sería fácil llevarlo hasta la boca del lobo. —Dijo yunho sin prestar demasiada atención a las preguntas de yoochun. Como si estuviera ensimismado en sus propios planes.

El ángel había capturado la atención de Yunho desde que lo vio jugar en un riachuelo en compañía de otro ángel. Y es que normalmente Yunho evitaba acercársele a un ángel porque siempre terminaba en una pelea inútil en donde ninguna parte resultaba vencedora, ya que ambos seres eran inmortales. Solo lo hacía cuando era estrictamente necesario, ósea cuando un ángel trataba de inmiscuirse en sus planes. Esta era la primera vez que planteaba acercarse a un ángel por su propia cuenta.

Los Ángeles guardianes de la tierra eran los suficientemente fuertes como para evitar dejarse atrapar, y es por eso que cuando Yunho vio por primera vez al indefenso ángel que paseaba por el lugar que había adoptado como su nuevo sitio de ocupación no dudo en atraparlo en sus redes.

Ese ángel era presa fácil y Yunho lo sabía.

Llámenlo loco pero Yunho era un demonio que a veces se le podían ocurrir muchos disparates.

—¿Para qué quieres capturar a un ángel?

—¿No es obvio? —Yunho alzo la ceja. —El ángel de cabellos dorados no parece una amenaza. Sería fácil manipularlo y divertirme con él por un tiempo…

—No sé si el amo estaría de acuerdo con eso…

—El amo no tiene nada de qué preocuparse.

—Hablas con tanta seguridad Yunho. A veces me sorprende el exceso de confianza en ti mismo.

Yunho continúo. —El amo no tiene nada de qué preocuparse porque cuando me aburra de ese ángel, se lo entregare como ofrenda a él. ¿No es lo que siempre ha querido? ¿Capturar a un ángel para sí mismo?

Yoochun lo pensó. Al amo desde hace algún tiempo se le había metido en la cabeza el capricho de capturar un Ángel y tenerlo solo para él. Era algún tipo de idea retorcida para burlarse de dios y de sus súbditos, pero nunca lo había podido conseguir ya que raramente salía de las profundidades del infierno y los demonios no podían acceder al cielo. Yoochun pudo reconocer un atisbo de maldad en los ojos de yunho y se rió ante el plan de su compañero demonio. Tal vez esto podría resultar divertido.

—Está bien Yunho, supongamos que quieres llevar a cabo este plan… ¿Pero cómo harás para lograr capturar a ese ángel?

—Ya lo veras, Yoochun. Podrás ver como mi nivel de persuasión es superior incluso para un demonio de mi rango.

—¿Ese ángel es tu próxima víctima?

Yoochun vio a yunho ignorarlo mientras este se levantaba y mencionaba con autoridad. —Dile a nuestro amo que no se preocupe porque pronto le tendré una dulce sorpresa. —Yunho abrió sus alas de murciélago, elevándose en el aire tan pronto la luna brillo desde lo más alto del cielo.





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Nota: ¡Hola a todos!
Hacía mucho que no publicaba un fanfic pero es que no estaba inspirada para hacerlo.
La idea de este ff nació hace muuuuchooo tiempo (Incluso antes de conocer al yunjae). Siempre me pareció interesante de alguna forma.
El fic no será largo (duración máxima: 10 Caps), no me gusta escribir fics tan largos (Por ahora). 
Besos y espero que les guste mi historia <3

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Only you





Titulo: Only You
Autor: Miss_Sanzo 
Traduccion: cMILA
Género: Slash-lemon, angst, romance 
Pareja: YunJae
Estado:Terminado 
Capítulos: 24

El camino de la amistad y el amor, a través de los años, los momentos y el tiempo– solo contigo. Cuando dicen que el amor no necesita ni siquiera una razón, te voy a dar razones.

El yunjae a través de los años




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Esta es una traducción del fic originalmente en ingles escrito por la autora Miss_sanzo.


Nota: Bueno había leído este fic hace ya algún tiempo. Una pagina lo estaba traduciendo al español pero solo llegaron hasta el capitulo 6 y lo borraron  (o eso creo). Lo leí en ingles y me pareció tan hermoso que quise traducirlo completo al español, así que le pedí autorización a la autora para poder traducirlo y publicarlo. Espero que lo disfruten :)

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Only you - Epilogo


El debería estar acostumbrado a eso ahora, pero cuando abría los ojos a un nuevo día, el calor y la hermosa sensación de tener a Yunho junto a él todavía se sentía inmaculada --- todavía evocaba todo tipo de emociones en él.


Epílogo



Trata de creer en el valor de la felicidad
Que te das cuenta en las lágrimas de tu tristeza agotada


- Nanae está en el hospital, ella trató de suicidarse. Este no es el momento adecuado para decirte  pero supongo que incluso si yo no lo hiciera, probablemente recibirías una llamada telefónica de su madre... y enterarse de esa manera sería peor. No quiero que te preocupes por esto, Yunho. Toma un buen descanso esta noche, tienes un horario mañana por la mañana, vamos a visitarla después de eso.

Yoochun robó una mirada a Yunho, captando la expresión preocupada en su rostro. Sabía que si Yunho estaba preocupado por algo, se sumergeria en ese sentimiento. Fue por eso que sinceramente sintió que no era el momento adecuado para que su manager anunciara las malas noticias, no cuando acababan de llegar a Japón después de dos meses de trabajo exhaustivo en Corea. Pero tal vez, no habría ningún otro momento perfecto para esto, porque como lo que dijo su manager, aunque no le dijera a yunho sobre esto, alguien más lo haría.

La madre de Nanae.

Tras el incidente, la anciana parecía haber tenido un lugar especial en el corazón de Yunho. Yunho perdonó a su hija, pagó los gastos médicos aunque se negara en numerosas ocasiones, se mantuvo en contacto, realizó visitas repentinas y apelo por la hija para que fuera perdonada por su irresponsable conducción… sin mencionar siquiera una vez, sobre el metal que le atravesó el corazón o el traumatismo en la cabeza de jaejoong.

“Tu corazón está hecho de dulces y chocolates y caramelos... y a veces... no es sólo mío” Changmin recordó haber oído esas palabras de la boca de Jaejoong alguna vez, cuando estaban viendo una película juntos y sus tortolitos Hyungs decidieron hacer su propia película nauseabunda al lado de él (aunque ellos pensaban que él no había oído sus dulces susurros). De alguna manera estaba de acuerdo con eso. Yunho era amable, especialmente con los niños, mujeres y ancianos… demasiado amable para su propio bien. Changmin esperaba que Yunho pudiera atenuarse un poco, porque su bondad a veces, lo llevaban a dolores innecesarios y angustias.

Cuando Yunho fue envenenado hace mucho tiempo por una anti-fan, él la perdonó porque todavía era joven. Changmin pensó que eso estaba mal, porque para él, ¿qué pasaría si ella le hiciera lo mismo a otra persona? Cuando Yunho quería perdonar a Nanae, Changmin le recordó diciendo: “¿hyung, Y si lo mejor para ella es que sea tratada en un hospital mental? ¿Y si ella intenta suicidarse de nuevo?” Y Yunho sólo guardó silencio.

Junsu miró a Yunho, que estaba sentado solo en el asiento del sofá en la dirección opuesta (Él  estaba llamando a alguien, Junsu sospechaba que se trataba de la madre de Nanae). Las cejas de su hyung se juntaron, arrugando la frente. Junsu supo entonces que él se culpaba a sí mismo por algo que no debía (que era uno de los rasgos de Yunho hyung, retribuirse toda la culpa). Junsu siempre se preocupaba cuando Yunho hacia eso, ya que no sabía lo que debía hacer o decir para aliviar la carga y la culpa de su hyung.
Junsu miró de reojo a Jaejoong, viendo al hombre con la cabeza apoyada en el hombro de Yoochun mientras miraba a Yunho. En situaciones como estas, sabía que Jaejoong sería la única esperanza en confortar al líder.




Yunho apoyó la cabeza en el sofá, marcando el número de la madre de Nanae. Estaba ocupado. Suspiró profundamente, sintiéndose agotado. Ya había recargado energía, durmiendo en el avión (queriendo tanto hacer el amor con su amado Jaejoongie una vez llegaran a su apartamento, después de haber pasado cuatro días en su ciudad natal sin él) y ahora la energía se había ido de él solamente así - Maldita sea, no puedo contactarla - Yunho suspiró, frotándose la cara.

¿Qué cosa en el mundo había hecho mal? ¿Debió él realmente permitir que fuera detenida en terapias después de su primer intento de suicidio, a pesar de los ruegos de su madre? ¿Eso la  habría salvado de intentarlo de nuevo, verdad?




Yoochun sintió a Jaejoong levantarse de su lado, caminando rápidamente hacia Yunho. Puso sus manos alrededor del cuello de Yunho y atrajo al joven en sus brazos.

Las manos de Yunho rodearon las caderas de Jaejoong, abrazando al mayor con fuerza. Junsu escuchó un lastimero "Estoy muy cansado" después.

- Entonces vamos a la cama bebé - Jaejoong susurró suavemente, acariciando la cabeza de Yunho que estaba en su estómago y tomando el teléfono.

- Sé que ella es... mentalmente perturbada... está enferma... pero Jaejoongie... la madre quedaría sola si se llevan a su hija. ¿Por qué suicidarse? ¿Acaso ella no ama a su madre en absoluto?

Changmin vio que jaejoong beso la cabeza de yunho ante eso, sin decir nada.

- Yo sólo quería ahorrarle dolor a su madre al perdonar su imprudencia...

- No es tu culpa - susurró Jaejoong, besando la frente de Yunho una y otra vez – No digo esto porque te ame con locura... lo digo porque sé que no lo es - Jaejoong sonrió, acariciando la ceja de Yunho con el pulgar.


+ + + + + + +


La alarma del móvil sonó ruidosamente, indicándole a jaejoong que era hora de despertar. Agitó sus ojos perezosamente, sintiendo la mano de Yunho que estaba alrededor de su espalda, y luego se deslizo debajo de la almohada, agarrando el teléfono y desactivando la alarma.

- Todavía es temprano -  escuchó que Yunho murmuró, frotándole la espalda con dulzura, como si lo atrajera de nuevo a su profundo sueño.

Estaba en los brazos de Yunho, sintiendo semi duro el pene de yunho contra el suyo (por las sacudidas y movimientos durante el sueño), oliendo el aroma de Yunho y viendo el atractivo rostro de yunho al dormir. El debería estar acostumbrado a eso ahora, pero cuando abría los ojos a un nuevo día, el calor y la hermosa sensación de tener a Yunho junto a él todavía se sentía inmaculada --- todavía evocaba todo tipo de emociones en él.

Jaejoong sonrió, alejando los brazos de Yunho a su alrededor. Yunho se agitó ante el movimiento, agarrando a Jaejoong apretadamente otra vez. Los labios de Jaejoong tocaron el pecho de Yunho en el acto, haciéndolo reír por su ternura.

- Bebe tengo que despertar - Jaejoong susurró, besando el pecho de Yunho. Se dio cuenta del reciente mordisco de amor purpura que había dejado al lado de la cicatriz de Yunho. Cuando alguien le preguntaba a Yunho por qué se negó a quitárselo, el decía que era porque le gustaba su forma y su posición, como un tatuaje diseñado. La verdad era que a Yunho, la cicatriz le servía como un recordatorio, para estar agradecido de que todavía respiraba y amaba (según lo dicho por el propio Yunho cuando Jaejoong lo besaba durante su juego previo). Como un hábito ahora, Jaejoong colocaba una marca junto a él cada vez que hacían el amor.




- Hyung-ah, ¿realmente vas a ir? - Preguntó Junsu mientras se apoyaba contra el marco de la puerta de la cocina, mirando la espalda de Jaejoong quien estaba haciendo café.

- Tal vez deberías descansar un poco más - dijo Yoochun - teniendo en cuenta que no fuiste directamente a la cama anoche.

- He dormido lo suficiente.

- Mentiroso - Changmin murmuró, mordiendo sus tostadas –Los escuchamos durante eso, chicos.
Jaejoong se volteo y miró a sus dongseangs, con aspecto desconcertado.

Changmin, Junsu y Yoochun se rieron de la evidente expresión. La verdad fue que no oyeron nada.
Yoochun personalmente había estado esperando ver a jaejoong y a yunho besarse, pero casi no veía nada. Tanto Yunho como Jaejoong habían tenido cuidado en cubrir sus sonidos y actos románticos, tal vez porque todavía estaban avergonzados del evento que ocurrió hace casi un año. El mismo yoochun no podía olvidarlo, de hecho, recordó vívidamente el rubor en las caras de sus hyungs cuando les dijeron que ellos (Junsu, Changmin y él) habían podido escuchar los sonidos pervertidos de cuando hicieron el amor (en la noche de la confesión de Jaejoong en Kioto). ¿Cómo podría olvidar ese momento inquietante en su vida, cuando se excito con tan sólo oír los gemidos de sus Hyungs (los cuales eran sexy, incluso cuando la lluvia diluyo el ruido)? Changmin y Junsu estaban tan excitados como él lo estaba, mientras escuchaban a los "uhh" y "ahh" y "Yunho-yah” y “Jaejoongie” y más “ahh” antes de que los tres tuvieran que enterrarse debajo de las mantas y buscar su “Liberación”.

- Yo estaba pensando en pedirte prestado tu iPod anoche, así que busqué tu bolso por él. El aceite de bebé que te di estaba vacío - Yoochun sonrió, burlándose de su hyung y haciendo una nota mental para comprar uno nuevo para ellos a pesar de que Junsu y Changmin ya les habían dado dos más (diferentes tipos de lubricante) a Yunho.

- No estoy sorprendido de que este vacío - se rió Changmin.

- Dejen las bromas por favor - Jaejoong tomó su café, tornándose de color rosa - He tenido suficiente con sólo las burlas de Yunho-yah.

- Hmm, ¿está culpándose a sí mismo? - Junsu preguntó de repente, con cara de preocupación.

- Él siempre tiene la necesidad de poner todo sobre sus hombros - Jaejoong sonrió débilmente.

- Y tú siempre tienes la necesidad de tomar la mitad de eso como propio. ¿Por qué no descansas y vamos todos a visitarla juntos después de nuestro show, hyung? -  preguntó Yoochun.

- No sé, yo sólo tengo ganas de ir solo - Jaejoong susurró.




Caminando por el pasillo hasta la sala, Jaejoong sintió como si estuviera retrocediendo sobre sus pasos, como si estuviera regresando al pasado. El lugar evocaba una extraña sensación de familiaridad en él, como si nunca hubiera dejado el lugar.

Deteniéndose fuera de la puerta, Jaejoong suspiró.


- Contacte con ella - susurró Yunho, poniendo su cabeza en el hombro de Jaejoong - Ella dijo que Nanae cortó su muñeca. Todavía esta inconsciente, el médico dijo que perdió mucha sangre, pero su condición es estable. Jaejoongie, yo... - Yunho parpadeó, deteniendo las lágrimas en desarrollo.

- Bebe, está bien... ella va a estar bien.

- Su voz tiembla como loco, está tratando duro de no llorar. Esa alma vieja ha estado tratando muy duro...

Jaejoong besó la lágrima cayendo, lamiendo la gota que se detuvo en la mandíbula de Yunho. Él tomó la boca de Yunho con la suya, abrazando el cuerpo rígido con fuerza.

- ¿Estás tratando de calmarme?

- Estoy “amándote” - susurró Jaejoong, jalando a yunho para otro suave beso.


Jaejoong abrió la puerta, sus ojos cayeron sobre el rostro de una anciana - Buenos días - Jaejoong hizo una reverencia, sabiendo que ella debía ser la madre de la mujer que yacía en la cama - Yo soy Kim Jaejoong...
- Es bueno verte – sonrió - Lo siento, no estuve allí cuando despertaste, no he tenido la oportunidad de pedirte perdón por lo que ella hizo. Lo siento - le hizo una reverencia.

Jaejoong se quedó sin habla. La imagen de la madre rompió más su corazón, que la de la hija inmóvil, y supo exactamente por qué Yunho lloraba por ella.

Ella era frágil pero tan fuerte, recordándole a Yunho de una manera divertida.

- Ella cortó su muñeca.

La mano de Jaejoong inconscientemente fue a su cara, deteniéndola de recordar el doloroso suceso - ella va a estar bien - murmuró, acercando la mano a su hombro - ¿Puedo tener un momento con ella? - preguntó Jaejoong después de un silencio embarazoso, sonriendo suavemente cuando ella asintió con la cabeza.




Jaejoong se sentó cerca de la pálida mujer inconsciente, sosteniendo su mano, frotando su piel con suavidad.

- Nanae-neesan...

Jaejoong respiró después de decir el nombre, su corazón sentía punzadas de una sensación desagradablemente fría. Esto debió ser lo que se sentía cada vez que su familia, Yunho y sus dongsaengs lo visitaban mientras yacía inmóvil en la cama antes… el sentimiento de desesperanza y desesperación.

- Se trata de Kim Jaejoong. ¿Te acuerdas de mí? Hace casi un año... cerca del lugar donde tu marido... - Jaejoong hizo una pausa, pensando que tal vez no fue el mejor tema para aproximarse.

- Hmm, Nanae-neesan... ¿alguna vez has oído a alguien decir que cuando estamos a punto de morir, nuestra vida pasa a través de nuestros ojos? Había oído decir esto un par de veces y suponía, que no era cierto. Yo los tuve cuando estuve recostado aquí la última vez, pero todavía estoy vivo, así que tal vez solo era yo... recordando importantes recuerdos que no quería olvidar.

- Entonces, ¿qué estás pensando ahora mismo? Tal vez me puedas decir cuando abras los ojos. He oído de Yunho-yah... que escucho de tu madre... que casi no hablas después de que perdiste a tu esposo... - Jaejoong se detuvo de nuevo, inconscientemente seguía volviendo al tema “prohibido”.

- Tu esposo... - Jaejoong suspiró, sin querer suprimirse más de hablar lo que había en su corazón - debió ser una gran hombre a quien amaste mucho y el cual te amo mucho a cambio... para que dejes de respirar por él, para que decidas que ya no quieres vivir, para que quieras terminar con todo.

- Esto es un secreto pero sé que lo mantendrás, tengo un hombre al que amo demasiado - susurró Jaejoong - él es un mocoso que me tortura y se burla de mí, y curioso ahora no puedo vivir un día sin él - se rió entre dientes - podrías pensar que estoy mintiendo cuando digo esto, pero puedo entender totalmente por qué hiciste lo que hiciste. Entiendo que no se puede respirar, no se puede vivir y no se puede amar, porque he estado aquí, no quería abrir los ojos porque pensé que lo había perdido. He estado aquí, en este lugar, pensando también que no tenía a nadie más a quien amar.

- Se ha ido. El hombre con el que querías pasar el resto de tu vida se ha ido. Yo podría hacer lo mismo que tú, si me pasara a mi - Jaejoong apretó con más fuerza, sintiendo el calor de la mano del otro.
- Pero hoy, cuando desperté de mi sueño, dormía a mi lado, y me pregunte si yo me hubiera ido, ¿qué me gustaría que el hiciera? Y pensé que si me hubiera ido, si por todos los medios el año pasado yo no hubiera abierto los ojos, esperaría que él mantuviera la respiración.

- Esperaría que el amor que compartimos, o incluso el sentimiento de amor no correspondido que yo sentía en ese entonces, estuvieran allí para él, hasta que encontrara un nuevo amor. Esperaría que mis recuerdos con él lo hicieran fuerte y lo hicieran darse cuenta de que estoy eternamente agradecido de conocerlo. Y si él se hubiera ido, esperaría que yo hiciera lo mismo. Quiero que sepa que aquel que él amo si es digno, es fuerte. Quiero que sepa que lo valoro tanto que voy a cuidar de mí mismo, voy a ser fuerte para él. Pero puedo decir esto ahora, porque él todavía está aquí, él todavía está conmigo - Jaejoong se detuvo en eso, se estaba poniendo emocional.

- Nanae nee-san, has cambiado mi vida y la suya. Me hiciste saber que sólo existe él en mi vida. Si abres los ojos, puede que ni siquiera encuentres un nuevo amor, pero tu difunto esposo estará muy triste si no lo haces y estas rompiendo el corazón de tu madre por ser así. Abrí los ojos y respire para él. Estoy siendo egoísta, pero por favor vive. Por favor respira.




Jaejoong hizo una leve reverencia a la madre de Nanae mientras salía. La anciana estaba sentada (y esperando) en una de las sillas fuera de la sala - Me tengo que ir, voy a venir de nuevo esta noche con mis amigos - Jaejoong murmuró, acariciando su hombro suavemente y excusándose.

Salió de la puerta principal del hospital, mirando el cielo brillante de la mañana.

- Vamos Jaejoongie, porque te pusiste tan sentimental - Jaejoong se susurró a sí mismo, entrando en un taxi para llegar a su apartamento. Sacó su teléfono, mirándolo en ese momento.

Todavía era temprano, todavía tenía tiempo para que Yunho abriera los ojos ante la vista de él. Yunho, Yunho, Yunho, Jaejoong susurró en su corazón.

El teléfono en su mano estaba vibrando. "Mi bebé Yunho-yah ” lo estaba llamando. El latido del corazón de jaejoong se aceleró, la sincronización prefecta de Yunho siempre era sorprendente (algo espeluznante y aterrador era a veces también), como si el joven pudiera escuchar el llamado de su corazón. Siempre.

- Hola.

- Abrí los ojos y no estás aquí.

- Entonces por qué no vuelves a dormir y solo los abres cuando me sientas ahí.

- ¿Cuando será eso?

- Pronto.

- No puedo volver a dormir ahora que sé que no estás aquí.

- Sólo finge.

- No puedo fingir que estás aquí cuando no estás - Yunho hizo una pausa - podrías haberme despertado, podríamos haber ido juntos.

- Necesitabas dormir. ¿Yo use toda tu fuerza anoche, no lo hice?

- Lo hiciste - Yunho se rió entre dientes - Jaejoongie, vuelve ahora ¿de acuerdo?

- Está bien.

- Te amo Kim Jaejoong.

Jaejoong parpadeó, se estaba poniendo todo emocional de nuevo.

- A pesar de que siempre dices que compartes este corazón mío con un montón de otras personas, hay sentimientos que sólo tú puedes hacerme sentir.

- ¿Acabas de tener pesadillas bebé? - Jaejoong bromeó, parpadeando los llorosos ojos.

- Las tuve. Te dije que abrí los ojos y no estabas aquí conmigo. Pensé que te había abrazado lo suficientemente apretado para no escapar.

Jaejoong se echó a reír, deteniéndose para tomar una respiración profunda - Yunho-yah - hizo una pausa –digamos que un día, abras los ojos y me haya ido para siempre... ¿te suicidarías? - Continuó a pesar de que ya conocía la respuesta. Sólo necesitaba oírlo de la boca de Yunho.

- No cariño - Yunho respiró – Me esforzaría para continuar viviendo con todo lo que tengo... y te tendría en mi corazón hasta mi último aliento.

Jaejoong sonrió y cerró los ojos llorosos.

- ¿Jaejoongie? ¿Estás ahí bebé?

El taxi se detuvo frente a la vivienda, Jaejoong pago la tarifa.

- Hey Kim Jaejoong ... di algo.

Jaejoong subío en el elevador, sacando sus llaves.

- Sólo di algo... no sólo disfrutes de mi voz. Di que me amas.

- Te lo diré en persona.

- Entonces voy a esperar...

Jaejoong sacó la llave, abrió la puerta.

- ... En la puerta.

Jaejoong se encontró cara a cara con Yunho, que estaba en cuclillas en el suelo delante de la puerta principal.

- ¡Eso fue rápido! - Yunho sonrió, y colgó.

- ¡Jung Yunho-yah! - Jaejoong gritó, corriendo a los brazos de Yunho (enérgicamente), haciendo que el más joven cayera con un fuerte golpe en el piso alfombrado - ¡Jung Yunho, Jung Yunho, Jung Yunho! - Cantaba, llevando sus labios a los de Yunho y besándolos apasionadamente - Jung Yunho ~ - susurró, alejando sus labios y mirando a los ojos de Yunho - Mi Jung Yunho-yah...

- ¿Hmm? - Yunho inclinó la cabeza, acariciando el cabello de Jaejoong.

- Te amo.


+ + + + + + +


- Nanae-neesan, Se trata de Kim Jaejoong. ¿Te acuerdas de mí? Hace casi un año... cerca del lugar donde tú marido...

Realmente nunca le gusto ese lugar, pensaba que era espeluznante, oscuro y frío a pesar de que se encontraba cerca del famoso estudio de grabación. Si tan sólo el camino no le ahorrara a su marido 10 minutos de viaje hacia la estación de tren, le habría prohibido su uso. Si tan sólo no hubieran reconstruido todo el lugar, más personas podrían haberlo utilizado. Si tan solo su marido estuviera ausente en su trabajo en ese día, si tan sólo hubiera llegado tarde por dos minutos y no se hubiera encontrado con el ladrón pandillero, si tan solo hubiera tenido un buen instinto, si tan solo hubiera sido más fuerte... el callejón se volvió borroso, cegado por sus lágrimas al llorar.

Se secó las lágrimas, mirando a la obra de construcción. Ella puso sus manos temblorosas en el manubrio y empujó el pedal, acelerando hacia la pared donde solía poner flores frescas.

Un joven apareció de la nada, sorprendiéndola. Retiro la pierna del pedal, buscando desacelerar. ¡Fuera! Giró el manubrio; las llantas patinaban fuera de control. ¡Fuera! El joven fue agarrado y arrojado fuera de su vista por un hombre más alto que cayó hacia atrás por el impacto de su fuerza utilizada. Otro hombre apareció, agarrando la mano del hombre más alto, sosteniéndolo antes de caer al suelo. El hombre más alto empujó al otro hombre justo después de que consiguiera el equilibrio, pero él tiro su mano hacia adelante…

… Su mundo se volvió oscuro, ella sintió un dolor adormecedor en su cara y en los brazos y en la espalda… en todas partes. Abrió los ojos. Se había estrellado contra el sitio de construcción, largos metales delgados rompieron el parabrisas, perforando la bolsa de aire. Pequeños trozos de cristales rotos le rasguñaban la piel. Oyó un fuerte gemido y miro a la izquierda de su coche.

Su respiración se detuvo. Un metal atravesaba el pecho del hombre más alto. Podía oír su respiración, jadeando con dificultad. Su espalda estaba temblando, el líquido rojo manchaba su camisa.
Se arrastró, empujando sus piernas sobre el asiento. Pudo ver el rostro del otro hombre mientras se inclinaba hacia adelante. Sus ojos estaban cerrados, pero sus manos estaban todavía firmementes envueltas alrededor de la cabeza del hombre más alto. Estaba inconsciente, pero él seguía en pie como si estuviera despierto.

Ahh, ella parpadeó. Las manos del hombre más alto lo retenían para no caer, cuando él, parecía ser el herido de gravedad.

Ellos se abrazaban.

- Esto es un secreto pero sé que lo mantendrás, tengo un hombre al que amo demasiado.

Ella abrió los ojos.


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A/n:  Tvxq’s Rising Sun

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