POV Yunho
Malicia
L
|
levo
aproximadamente una semana en este lugar y ya siento que voy a morir. El lugar
no es del todo malo, los chicos son entretenidos, la comida es relativamente
buena y el espacio es grande, solo que no se deja de sentir como si estuviera
en prisión. No nos dejan salir, no tengo noticias de mi familia, quisiera estar
con mis amigos del barrio, ir a donde quiera y hacer lo que quiera.
Acá
todo es tan repetitivo, nos levantamos, desayunamos, jugamos, intentan algún
tipo de clase que termina en fracaso, almorzamos, jugamos, hablamos, vemos tv,
cualquiera de esas cosas, cenamos y otra vez a la cama. Creí que la mayoría de
tipos acá serian peligrosos, ya que vienen de familias disfuncionales y pobres,
pero la mayoría son solo problemáticos, solo eso.
Por
fortuna el lugar no es pequeño. Nuestra sección es una casa de dos pisos con
varias habitaciones esparcidas a lo largo del segundo de estos pisos. Hay una
cocina gigante, un comedor también gigante, una sala y un patio enorme justo en
el centro de la casa. También se encuentra un gran jardín detrás de la
vivienda, en donde se encuentra una pequeña caseta de madera. Y a pesar de todo
esto, todavía me siento como un pequeño pájaro encerrado en su diminuta jaula.
Dicen
que antes era muy fácil escapar de acá, pero que al parecer ahora han reforzado
la seguridad y es casi imposible huir sin ser atrapado. Mierda. Pero a pesar de todo lo que digan yo se que escapare, nada
me queda grande y conociendo bien el lugar, se que lo lograre. Esa es mi nueva
meta.
Este
es mi octavo día aquí y la repetitiva rutina comienza de nuevo.
Llego
temprano al comedor para recibir mi desayuno, lo bueno de estar acá es que
puedo comer decentemente sin tener que mover ni un solo dedo. Si estuviera en
mi casa probablemente tendría que salir a buscar un poco de comida o dinero, o
tendría que trabajar por ello.
Por
lo temprano que llegó, no hay nadie en el comedor aparte de aquel chico que me
guio la primera noche a mi habitación. Me han contado sobre él, dicen que es
raro y callado, que jamás se junta con nadie y que lo único que hace es leer y
leer una y otra vez. Es un poco escuálido y pálido, con el cabello negro medio
largo y ojos grandes. Casi siempre lo veo con la cabeza gacha y el cuerpo
encogido como si estuviera siempre desganado. Su timidez también la he notado
yo, ya que en el tiempo que he estado aquí, jamás lo he visto hablar con nadie
o socializar con los demás chicos. Supongo que no es raro, solo demasiado
tímido. También me contaron que es uno de los más antiguos acá, que es huérfano
ya que sus padres lo abandonaron cuando era un bebe. Eso es triste. Aun más
triste es ver cómo lo molestan, insultan y se burlan de él tan solo por ser así
como es. Supongo que no soy nadie para juzgarlos, Yo no he hecho nada para
detenerlos, no me quiero meter en problemas, no es de mi incumbencia y además
el chico parece estar muy acostumbrado a eso.
Me
mira de reojo mientras coge su bandeja y se sienta en una mesa vacía. Creo que
le gusta su privacidad, sino ya hubiera buscado amigos hace mucho tiempo, o eso
creo yo. En mi caso no podría soportar estar toda una vida solo, ni siquiera
puedo aguantar estar un día a solas. Siempre me ha gustado la compañía. Cojo mi
bandeja del desayuno, me volteo y pienso en donde sentarme. Por un instante,
pienso en sentarme junto a él para hacerle un poco de conversación, pero
descarto la idea al ver a los otros chicos entrar apresuradamente en el comedor.
De todos modos, no estaba muy interesado en hablar con él.
Sentados
todos sobre la mesa, Jin (creo que se llama así) se voltea hacia Jaejoong (también creo que se llama así, no
lo sé, soy muy malo para los nombres), y le grita. —¡Espero que hayas
disfrutado recogiendo todas esas hojas ayer por la noche!- soltando una gran
carcajada después.
Todos
los demás se ríen con él y yo tan solo me limito a tomar mi taza. No le veo lo
divertido, la verdad. Jaejoong se encoge en su asiento y come sus huevos sin
atreverse a mirar hacia la mesa. Pobre chico, soportando siempre esas crueles
palabras… bueno, así es la vida, no se puede hacer nada, unos nacen con
estrella y otros nacen estrellados.
Otros
lo siguen molestando con el asunto, gritándole y burlándose de él.
—¿Aquí
no nos sacan algún lado? —Pregunto queriendo desviar el tema del chico
escuálido y su castigo, que en realidad me importa muy poco.
—No
lo hacen. —Contesta un chico del cual tampoco recuerdo el nombre. Rayos. —Antes lo hacían, pero en esas
salidas casi siempre se escapaban los muchachos así que dejaron de hacerlo.
—Justo
cuando llegue acá. —Suspiro frustrado cuchareando la comida en mi plato.
—Oye
no te desanime. —Dice Kyhyun. —Igual todos esos lugares al que nos
llevaban eran una total mierda, como templos y lugares porquería como esos.
Podemos escaparnos alguna vez e ir a los burdeles, eso es más entretenido.
Fruncí
el ceño. —¿Qué acaso no
era muy difícil escapar?
—Es
cierto, pero a veces hacemos pactos con uno de los encargados de aquí, el nos
lleva a esos lugares con la condición de que no nos escapemos. Así los dos
ganamos yendo a esos lugares.
Bueno
eso sonaba más interesante. Sonaba mucho más interesante.
—Veras
que la vida aquí no es tan aburrida como parece. —Menciona
otro de los chicos cuando ya estábamos terminando de tomar nuestro desayuno.
Desvió
mi atención al chico solitario quien ya esta levantándose de su mesa, colocando
la bandeja en su sitio y procediendo a salir del comedor.
—Eso espero. —Le digo mientras hago lo mismo que
aquel chico solitario.
..
Otro
día pasa exactamente igual al anterior, y al anterior, y al anterior.
Todos
los de esta sección del orfanato (menos uno) estamos sentados en una de las
habitaciones, bebiendo un poco de Soju que Kyhyun había logrado conseguir no sé
cómo, no sé de dónde. No indague más en el tema porque en verdad necesitaba un
buen trago.
—Mi
padre se suicido debido a las deudas y mi madre también lo hizo hace 8 años.
No
sé si era el ambiente melancólico que traía consigo la bebida pero todos habían
comenzado a comentar sus historias acerca de como terminaron en este lugar. La
mayoría de estas historias eran muy tristes, algunas más tristes que otras,
pero todas tenían en común el mismo culpable: los padres. Casos de problemas de alcohol, drogas,
delincuencia, abandono, pobreza extrema, violencia intrafamiliar, locura. Etc.
De todo se puede encontrar acá.
—Así
que Yunho, ¿Cómo llegaste aquí? —Me
pregunta Jeon guk, cuando había llegado el momento de relatar mi historia.
Trueno
los dedos de mis manos y todos acercan sus caras en señal de expectativa,
ansiosos de lo que voy a decir. —Llegue
aquí porque mi madre es vendedora de drogas. Mi padre nos abandono cuando mi
hermana acababa de nacer y mi madre se vio envuelta en estos negocios sucios.
Ella los vendía escondiéndolos en algunos productos cotidianos, como cosas de
aseo o comida. La descubrió la policía la semana pasada y ya que yo y mi
hermana somos menores de edad terminamos en estos hogares, hasta que se aclare
la situación de mi madre.
—¿Se
aclare, acaso no es culpable? —Pregunta
el miembro más joven de nuestro grupo que tan solo cuenta con 14 años.
—Es
culpable pero ella nunca lo aceptara, realizara todas las artimañas para poder
salir de ahí. Yo conozco a mi madre. —Digo
con aires de suficiencia. La mayoría de personas no se enorgullecerían de eso,
pero yo siempre había apoyado a mi madre, a pesar de que fuera una delincuente.
Además, esto me hacía sentir un poco más interesante hacia los chicos, aunque
sabía que eso no era necesario. Creo que ya me he vuelto lo suficientemente
popular.
—Entonces
también estabas en ese mismo negocio ¿No? —Pregunta
Jin.
—No,
yo no, trabajo en un taller, no tengo el mismo empleo que mi madre si eso es lo
que están pensando.
Me
miran con cara de no creer mucho lo que estoy diciendo pero yo sé que es la
verdad. Allá ellos.
—Bueno
Huk gak sigues tú.
Justo
cuando el que se encuentra a mi lado está listo para contar su historia, la
puerta se abre bruscamente, revelando al furioso director que entra a pisoteadas
la habitación.
Kyhyun
esconde la botella de soju detrás de su espalda pero ya es demasiado tarde. El
director sabe de ella.
—¿Me
podrían explicar que es lo que pasa aquí?
—Solo
estábamos hablando. —Me
atrevo a decir.
—¿Ah
sí, me cree estúpido joven Yunho?
Yo
me quedo callado y él continúa. —En
este orfanato está terminantemente prohibido beber algún tipo de bebida
alcohólica. Démelo. —Señala
hacia kyhyun y este entrega la botella al director.
—Tal
parece que ustedes se olvidan de que esto es una casa hogar, nosotros podríamos
botarlos como basura a la calle sin importarnos nada, pero para su cochina
suerte todavía tienen nuestra comida y nuestro refugio. ¡Así que será mejor que
se comporten y dejen de dar problemas si no quieren ir a la calle!
Todos
nos quedamos callados.
—¡Por
5 días no podrán salir al patio ni ver la televisión, y yo personalmente me
encargare de que esto se haga cumplir! No se burlaran de mi, ¡¿Me entendieron?!
Se
escuchan las protestas, quejas y reclamos de mis compañeros pero el director
las ignora, saliendo dando un gran portazo en la puerta.
—¡Mierda Ky hyun! —Golpeo Jin la
cabeza de Kyhyun. —¡Todo es tu
culpa! ¡Dijiste que habías tenido cuidado en entrar el trago!
—¡Lo
tuve! Alguien debió de habernos acusado…
—¡¿Quién
si todos estamos aquí?!
—¿Quién
más? Pues Kim Jaejoong, ese mocoso nos tiene rencor desde que le echamos la
culpa y lo dejamos que cumpliera el castigo él solo.
—Es
cierto. —Cayó en
cuenta Jin. —Ese maldito
nos las pagara.
A
pesar de que conozco a Jaejoong desde hace muy poco, no creo que haya sido
capaz de hacer eso. No se ve del tipo que anda acusando a las personas
alrededor de él, más bien es del tipo que se mantiene alejado a todo lo que
sucede a su alrededor. Se mantiene en su propio mundo.
—¿Qué
planeas? —Pregunta
interesado Kyhyun a Jin con una sonrisa perversa pintada en su cara.
—Habrá
que hacerle una broma.
—¿Qué
broma?
—Bueno
ya que ese iluso siempre ha querido que lo adopte una familia, deberíamos
jugarle una broma con eso, ¿No lo creen?
Sería
una mentira decir que nunca le había jugado una broma a alguien, era divertido
lo sé, y estando una semana aquí necesitaba algo de emoción, pero lo que
planeaban ya era bastante cruel.
—Engañémoslo
diciéndole que va a ser adoptado, y cuando llegue a donde supuestamente lo
conocerán, démosle el susto de su vida. —Dijo
otro de los amigos de Jin y Kyhyun.
—Utilicemos
la caseta que se encuentra en el jardín de la casa, está sola y abandonada,
llena de lodo, ratones, culebras y otros animales asquerosos de los cuales se
puedan imaginar. —Menciona Kyhyun.
—Seria
gracioso que se quedara ahí por unas horas, a ver si hace otra cosa más aparte
de leer. —Se burló Jin.
Algunos
parecen de acuerdo, otros simplemente no dicen nada y yo realmente no sé qué
decir.
—Yunho
tienes que ser tu el que le diga. —Me
dice Jin.
—¿Yo?
¿Por qué yo? —Replico.
—Porque
si le decimos uno de nosotros, va a sospechar, en cambio si le dices tú, no lo
hará porque eres nuevo.
—No
lo sé. La verdad no estoy muy de acuerdo con esto.
—¿Yunho
de qué lado estas? —Me
pregunta Kyhyun en un tono de voz que sinceramente no me gusto.
—¿Acaso
tengo que estar del lado de alguien?
—Por
su culpa, estamos castigados.
—Ni
siquiera sabemos si fue por su culpa.
—Quien
pudo haber sido sino fue él ¿Acaso fuiste tú?
—¿Eres
estúpido o qué?
Él
ya me está hartando.
—Oigan
tranquilos, Yunho, será divertido, vamos acepta ¿Sí? – dice Jin.
Lo medito un poco y luego de varios
minutos, lo termino aceptando. Bueno solo iba a ser una pequeña broma, sé que
no es lo correcto, pero no es como si fuera a matar a alguien. Me gusta
divertirme también, aunque sea debido al dolor ajeno.
Los demás chicos empiezan a planear
como será la broma y yo tan solo bebo el resto de Soju que queda en mi copa.
..
No
fue difícil encontrar a Jaejoong la mañana siguiente, normalmente se encontraba
en la biblioteca o apoyado contra una de las paredes leyendo algún libro.
Parecía que no hacía otra cosa.
Los
chicos me habían dicho que decir, así que no estaba nervioso hasta el momento
en que lo vi sentado tranquilamente sobre el piso. Bueno me había comprometido
a esto y no podía echarme hacia atrás, aunque una parte de mi decía que lo
hiciera, que esto no era correcto.
—Hola.
—Me siento a su lado y él voltea
sorprendido. —Creo que tú
eres el único con el que no me he hablado desde que llegue aquí ¿Cómo estás?
—Bien.
—Dice casi en un susurro.
—Eres
Kim Jaejoong, ¿Verdad?
—Sí.
—Entonces si eras al cual buscaba.
Me
mira confundido. —¿Por qué?
—
Ayer escuche que iban a adoptar a uno de nuestra sección, a un huérfano. — Miro hacia al frente no pudiendo
mirarlo al pronunciar mi mentira. —Oí
que ibas a ser tú, que una familia coreana residente en Europa te iba a
adoptar.
Volteo
y veo como sus ojos de abren, esperanzados. Dios
en que me metí.
—¿Qué?
—Bueno
eso… ayer vino una pareja, ellos dijeron que no tenían ganas de adoptar a un
bebe ya que no tenían ganas de cambiar pañales y todo eso, que querían a un
joven adolescente. El director les mostro las fotos de los huérfanos de esa
edad y dijeron que les gustabas tu. Luego, ellos te observaron sin que te
dieras cuenta y quedaron convencidos de que eras el perfecto.
Una
gran sonrisa se forma en su cara y yo me siento aun más culpable.
—¿Cómo
son?
—Ehh…
como una pareja normal, ya sabes, jóvenes… bueno no tan jóvenes… supongo que están
en sus 30, llegando a los 40.
—¿En
qué país de Europa?
—Ehh…
París. —Digo lo que
se me viene a la mente.
—Ah…
Francia. —Sonríe bajando
la mirada. Me hace sentir como un ignorante al decir que París era un país. —¿Cuándo los podre conocer? —Me pregunta débilmente después de un
tiempo, a pesar del tono de su voz, su aura proyecta una especie de felicidad.
—Esta
misma tarde, oí que iban a venir hoy a conocerte personalmente, yo te avisare.
—Gracias.
—Me agradece y siento que el corazón
se me va a romper al ver su cara.
—De
nada. —Me dispongo a
irme, pero su voz me retiene.
—¿Por
qué lo haces?
Sé
que se está refiriendo al hecho de venir a avisarle acerca de su “supuesta”
adopción, pero para mí, fue como una pregunta de por qué le estaba haciendo esta
cruel broma precisamente a él.
—No lo sé. —Contesto honestamente.
..
—Yunho….
¡Yunho! —Me
transportan de nuevo a la realidad. —Avísale
ya, estamos listos. —Dice
Kyhyun aguantándose la risa.
Le
asiento y salgo en busca Jaejoong, algo me dice que es mejor no encontrarlo, pero
ahí está, parado en medio del corredor, con una media sonrisa en la cara,
brillando como si no existiera nada más en este mundo además de él.
Me
le acerco y noto como se ha alistado, veo que se ha peinado más de lo habitual
y su ropa la ha escogido cuidadosamente para la ocasión. Viéndolo así, me hace
notar que en verdad es diferente… diferente de una manera buena. Su rostro es
más delicado que el de la mayoría de los chicos, sus facciones y sus rasgos son
muy únicos, él es muy único.
Me
llama por mi nombre al ver que no digo ni una sola palabra.
—Ya
están aquí. —Justo después
de decir eso, noto como una gran sonrisa se posa en su cara. Si tan solo
supiera…
—¿Dónde?
—Sígueme.
Me
quedo estático un segundo, dudando si hacer esto o no.
—¿El
director no debería estar aquí? —Dice
y siento que nos va a descubrir.
—Él
me mando por ti. —Respondo
hábilmente.
El
asiente y me sigue mientras caminamos por los grandes corredores de la casa. Atravesamos el gran jardín detrás de la casa y
lo guió hasta una pequeña caseta de madera que se localiza en una de las
esquinas de aquel inmenso jardín.
—El
director me dijo que aquí te esperarían ya que deseaban un lugar alejado para
poder hablar. —Miento.
Él
parece dudar acerca del lugar pero la ansiedad lo puede más.
Abre
la puerta lentamente con la palma de su mano y yo puedo ver como la caseta está
totalmente a oscuras. De repente, detrás de mí, llega a toda velocidad Kyhyun,
quien sin importarle ni un poco, empuja a Jaejoong dentro de la caseta y cierra
la puerta. Los demás chicos salen de sus escondites y ayudan a Kyhyun a cerrar
la puerta.
—¡Conoce
a tus nuevos padres Jaejoong, las ratas y los murciélagos! —Le grita Kyhyun sosteniendo
fuertemente entre sus manos la manija de la puerta.
—¡No
sáquenme de aquí! —Siento como Jaejoong
solloza y golpea la puerta tratando de escapar de aquella caseta.
Kyhyun
y sus secuaces se ríen a carcajadas a costa del sufrimiento del pobre chico,
mientras que los otros tan solo muestran sus sonrisas, queriendo cumplir con el
papel de divertirse aunque yo se que en el fondo se sienten culpables.
Culpables
como yo, esto es terriblemente cruel e infantil.
—¡Revuélcate
en el lodazal Jaejoong! —Grita
Jin desde afuera.
Jaejoong
no grita, solo se limita a golpear la puerta.
—¡Vámonos!
—Grita Kyhyun a los demás y todos
emprendemos la huida, corriendo hacia la casa, dejando al pobre Jaejoong
atrapado en aquella caseta.
Ya
es de noche y aun no hemos sacado a Jaejoong de esa horrible caseta. Aunque me siento
mal no soy capaz de ir a ayudarlo. Simplemente siento que ya no debo
entrometerme más.
Sentados
en el comedor, comiendo la cena, todos dan su teoría de lo que tal vez le había
pasado a Jaejoong. Que si había sido comido por las ratas, que si se había
desmayado, que si se había ahogado en el lodo, que si había sido mordido por un
murciélago. Las teorías eran totalmente ridículas, pero de igual forma todos se
reían. Yo me quede callado.
—¡Oye
Yunho!, ¿Por qué tan callado? Normalmente nunca paras de hablar. —Me dice Chosung, otro de los chicos
de aquí.
—¿Mariquita,
sientes algún tipo de remordimiento o qué? —Cuestiona
Kyhyun, con ese tonito de voz que odio.
Voy
a responderle pero veo que por una de las puertas de la cocina, llega Jaejoong
totalmente empapado en lodo. Su cuerpo esta encorvado. La sala entera se queda
en silencio hasta que las risas destruyen ese silencio. Él tan solo nos mira
con ojos llorosos mientras procede a salir lentamente de ese espacio, dando
paso a paso pisadas cada vez más débiles.
Su
pose se ve derrotada.
¿Cómo habrá salido de
allí? Es lo primero
que cruza mi mente. Tal vez pudo salir por sus propios medios o tal vez alguien
lo encontró y lo ayudo.
Arrastra
torpemente los pies por sobre el piso y cuando sale completamente del comedor,
me volteo hacia mi comida, saboreando otra vez el sabor amargo de esta.
..
El
director se entero de nuestra bromita a Jaejoong y por esa razón, literalmente
nos arrebato la comida que estábamos comiendo y nos mando derecho a nuestros
dormitorios. Rayos y con esta hambre que tengo.
A
la media noche, siento como mi estomago comienza a rugir debido a la falta de
alimento. Hubiera pensado dos veces el hacer esta broma si eso implicaba poner
a sufrir a mi estomago.
Dando
pequeños pasos sobre la punta de mis pies, salgo silenciosamente de mi
habitación y me escabullo a través de los pasillos en dirección a la cocina.
Cuando estoy a punto de entrar en ella, veo como una tenue luz de al parecer
una farola esta prendida en su interior. Me detengo y ojeo por la inmensa
puerta revisando quien rayos podría estar adentro a esta hora.
Lo
que veo me deja en shock. Es ese chico… Jaejoong, con la cara bañada en
lagrimas y sosteniendo en su mano una especie de cuchillo apuntando
directamente a su vientre.
¿Él estará pensando?
¡Oh Dios no!
..
Sip si es.........^^
ResponderBorrarAmare volver a leerlo.......=)
Crueles y malos son todos incluyendo a Yunho, es de cobardes lo que le hacen... Que pretende hacer Jae con ese cuchillo, ojalá no sea lo que estoy pensando
ResponderBorrarOmg!! Fueron muy crueles T0T y Yunho.. yo creí que ayudaria a jae :( pero no fue asi ahora jae intenta suicidarse :'( maldito Yunho has algooo
ResponderBorrares muy triste, si alguien me hace eso incluido yunho nunca volveria a confiar en nadie menos en el.
ResponderBorrarOhh no...no puede ser...tan triste.....yo creia que Yunho hiba a ser su unico alivio en ese infierno...y el...el ayudo a llevar a Jae al grado de querer matarse...suicidio...el tan hermoso..tanto por dentro como por fuera....ahhh en serio mis ojos terminaron llorosos..al imaginar a Jae ante esa situacion..las burlas...el lugar oscuro y repelente.....el estaba tan feliz su sueño..salir de ahi con una familia....yunho diciendoselo y luego esa apuñalada....eso fue tan cobarde...me sorprende que Yunho se prestara para eso.......
ResponderBorrarEspero que esos tipos reciban su castigo......algo fuerte comparado con el sufrimiento de Jae...y Yunho...ahh Yunho.......
Gracias por el Cap...cada vez mejor**