Entre el bien y el mal - Capitulo 5

Capítulo 5 –Una verdad: Mi curiosidad siempre juega en contra mía. Sé que no hago las cosas con mala intención…pero siempre termino obrando equivocadamente por eso.

E

l demonio Yunho pensó que Jaejoong estaba insólitamente extraño el día de hoy. Extremadamente callado para su gusto. Cada vez que intentaba iniciar una conversación, el Ángel lo evitaba o respondía con monosílabos como si deseara no querer entablar una charla con el más alto. Incluso cuando lo molestaba, Jaejoong parecía indiferente. Un simple roce de sus cuerpos lo hacía acurrucarse con temor. Yunho entonces llego a la conclusión que el Ángel lo ignoraba por lo que había pasado la noche anterior; y se emocionó al saber lo que sus acciones podrían causarle al menor. Tenía nuevas armas con que jugar.

El joven Changmin había elegido esa tarde la biblioteca como su  divertidísimo sitio para estudiar (nótese el sarcasmo) y Yunho no podría estar más aburrido, de no ser por el aparente sonrojo que amenazaba por tomar la cara de Jaejoong. Rió para sus adentros cuando alcanzo un mechón del rostro de Jaejoong, apartándolo de su frente, haciendo que el ángel soltara un brinco en su asiento.

—¿Te he dicho que te ves lindo cuando te sonrojas, angelito? – menciono Yunho poniendo ambos codos sobre la mesa. Ok, eso era algo que jamás pensó que diría, pero su buen estado de ánimo hoy le permitía burlarse de Jaejoong como se le diera el antojo.

Jaejoong no dijo nada y se acurruco contra Changmin, tratando de enfocar su concentración en el libro que el humano sostenía entre sus manos. De repente, Changmin se levantó de su asiento y Jaejoong en seguida lo siguió, haciendo que, por supuesto, Yunho también los siguiera.

—Que me estés tratando de evitar solo lo hace más evidente – Yunho murmuro detrás de Jaejoong - ¿Sabías que tengo la capacidad de poder leer todas tus expresiones?

Jaejoong solo siguió mirando a Changmin, incapaz de tener contacto visual con el demonio. Se sentía tan vulnerable con su presencia, no podía entender las sensaciones que le mandaba su corazón. Esto no debía pasar así.

—Hey Jaejoong, que no me hables no significa que no pueda conversar contigo – Yunho insistió – Que me ignores solo amplifica mis deseos de hablarte.

Jaejoong continúo sin prestarle atención.

—Ángel me estás haciendo enojar.

Jaejoong lo evito.

—Y sabes que…

Jaejoong lo volteo a mirar.

—No me gusta que me ignoren.

El ángel entonces se vio aprisionado contra la estantería de los libros, mientras que el cuerpo de Yunho lo retenía fuertemente enrollándolo con los brazos. Jaejoong trato de liberarse, pero Yunho era sin duda más robusto. Cubriéndolos a ambos con sus alas, Yunho no le dio vía de escape ni siquiera a sus ojos. Ahora solo lo miraría a él.

—¡¿Q-que haces?!

—¿Por qué estas evitándome hoy? – Se acercó más a su cara - ¿Acaso hice algo malo? – Yunho dijo hablando de forma lastimera.

—No te estaba evitando.

—El no hablarme ni responderme es una forma de evitarme.

—Quizá no quiera hablar hoy – Jaejoong se retorció entre los brazos de Yunho.

—Quizá sea otra cosa… - Yunho respondió.

Jaejoong dejo de luchar cuando sintió como la respiración y el aliento de Yunho empezaron a chocar contra su cara. Sintió el calor proveniente del cuerpo de Yunho y como sus pechos se rozaban entre sí. De verdad estaban muy cerca. Jaejoong alzo la mirada, observando esos afilados ojos que le devolvían la mirada directamente. Luego enfoco su mirada en los labios de Yunho, esos labios de forma de corazón con su irresistible lunar en una esquina…Jaejoong tuvo deseos de tocarlos.

Cerrando los ojos, abriendo la boca y preparándose para lo que vendría, Jaejoong se dejó llevar por la situación, sin comprender del todo lo que estaba a punto de hacer.

Cuando solo faltaban unos pocos centímetros, una extraordinaria y brutal fuerza empujo a Yunho haciéndolo volar por los aires y caer estrepitosamente al otro rincón del gran salón.

Jaejoong abrió los ojos, manteniéndose intacto en la misma posición. Una luz radiante inundo su vista por lo que tuvo que cubrirse los ojos con la palma de su mano. Luego una potente voz y un fornido cuerpo se instalaron frente a él, diciéndole con calma – Tranquilo ángel ya todo este bien.

Con todo lo que había pasado en tan solo unos segundos, Jaejoong no podía entender que exactamente estaba sucediendo. ¿Dónde estaba Yunho y quien era este celestial sujeto que le hablaba?

—No temas me encargare de él. Soy Siwoon.

Jaejoong enfoco más su vista, acostumbrándose al enceguecedor rayo de luz que desprendía ese cuerpo. Luego, lo observo bien. Se trataba de un ángel al igual que él…bueno en realidad no exactamente como él. Era un Arcángel, vestido con sus túnicas blancas, su resplandeciente aureola y sus inmensas alas de color dorado. Jaejoong pensó que se veía tan magnifico que una sensación parecida a la envidia se instaló en su corazón.

Volteo su mirada y vio como un furioso Yunho se levantaba del suelo, lanzando miradas asesinas y desprendiendo de su cuerpo llamas que amenazan con consumirlo. Jaejoong retrocedió por instinto, sintiendo como el brazo protector del ángel más grande lo corría hacia atrás.

—¡Demonio deja en paz a este indefenso ángel, si no lo dejas, tú y yo tendremos problemas! – sentencio el ángel.

Yunho rio de medio lado, acercándose peligrosamente - ¿Indefenso ángel dices? Vaya Pensé que mi hermoso angelito era un gran ángel de la guarda – menciono, inclinándose para ver a Jaejoong detrás del recién aparecido.

—¿De qué estás hablando? – Pregunto confuso el arcángel.

—Creo que no te interesa saber. 

—Si te pregunto es porque sí.

—Eso es lo malo de los ángeles, siempre se meten en lo que no les importa.

Yunho respondió cortante y el ángel más grande tomo entre sus manos una especie de cetro caminando decididamente hasta él. Jaejoong al ver que la discusión se convertiría en pelea, corrió rápido hacia Yunho y se interpuso entre el demonio y en ángel. Yunho quedó atónito ante la acción.

—¡No espera! – extendió brazos y alas tratando de proteger al demonio.

El ángel mayor se detuvo  - ¿Qué crees que estás haciendo?

—Yo… yo solo no quiero que peleen – dijo Jaejoong con voz insegura.

—Déjanos esta es una pelea entre él y yo.

—¡No! ¡No lo permitiré!

El arcángel Siwoon dio un paso al frente pero Jaejoong volvió a gritar, bloqueando el camino con su débil cuerpo. Yunho desde atrás cruzo los brazos, entretenido con el repentino coraje del pequeño ángel.

—¿Porque defiendes a este demonio? Te salve la vida hace unos segundos de él… ¿Y así es como me pagas? – cuestiono el Arcángel.

—Él no me estaba atacando.

—Te tenía acorralado contra la pared.

—Pero él no… - Jaejoong se calló pensando en lo que hubiera pasado si el Ángel mayor no los hubiera interrumpido. Tal vez no era prudente hablar, pero no dejaría que ocurriera una pelea innecesaria por su culpa. Pensándolo bien, él ni siquiera debería estar enfrentándose a un mayor por tratar de defender a un demonio.

—Vete ángel y vuelve al cielo, tu no deberías estar aquí en primer lugar – ordeno el mayor, apartando a Jaejoong delicadamente del frente.

—¡No espera, no peleen! – suplico Jaejoong agarrando las túnicas blancas del sujeto.

—¡Ángel, no lo repetiré, vuelve al cielo si no quieres tener problemas!

La voz de Yunho de pronto interrumpió – Entonces si te escapaste del cielo angelito.

Jaejoong se quedó estático. Mentirle a un demonio era una cosa, pero mentirle a un ángel superior era una falta muy grave. Los ángeles sabían perfectamente la organización del cielo y ese ángel no se tragaría el cuento que él disque era un ángel de la guarda.

—Yo...no... – balbuceo sintiéndose fallecer.

—¿Por qué un ángel guardián tendría que volver al cielo y abandonar a su humano? – Yunho siguió preguntando, encontrando la oportunidad perfecta para hacer hablar de una vez por todas al ángel menor. Buscaba hacerlo caer en su pequeña mentira, porque Yunho no era un demonio idiota y sabía a medias la verdad. Solo le faltaba confirmarlo.

El ángel superior entrecerró los ojos volteándose hacia Jaejoong, olvidando momentáneamente la pelea con Yunho – Explícate ángel. Explica porque te encuentras en la tierra y que estás haciendo con un demonio.

—¿Qué no es obvio? Jaejoong es un ángel de la guarda – comento burlonamente el demonio.

El Arcángel Siwoon le hizo un gesto a Yunho señalando que se callara y volteo de nuevo hacia Jaejoong, mirando como el pequeño ángel temblaba de nervios.

—Explícate ¿Qué es lo que quiere decir este demonio?

—Sí, Jaejoong explícate… - susurro Yunho.

Jaejoong paso saliva – Soy un ángel guardián de un humano que está aquí presente - Dijo sabiendo que se estaba metiendo en problemas, pero no quería ni abandonar a Changmin, ni dejar saber a Yunho que estaba mintiendo. Que se enteraran de la verdad le traería consecuencias: Seria castigado por su desobediencia, apartado de Changmin y probablemente nunca volvería a poder estar en la tierra. Además, tendría que explicar por qué decidió tomarse obligaciones que no le correspondían y finalmente tendría que confesar su amor por Changmin, cosa que era mal vista por los ángeles. Por eso mentir era un riesgo que estaba dispuesto a aceptar, porque era mucho más fácil que confesar la verdad.

—¿De quién ángel? – Escucho al ángel mayor hablar luego de unos pequeños segundos de total silencio. Su voz segura y firme lo hacían querer echarse para atrás, pero a estas alturas ya no había nada que pudiera hacer.

—Shim Changmin – susurro bajito – un joven estudiante y trabajador que vive en el valle.

El ángel mayor lo recorrió con la mirada, empezando a caminar alrededor de él como si estuviera examinando tanto su cuerpo como sus palabras – No parece como si fueras un ángel guardián. Mírate, ni siquiera llevas las insignias que indica que lo seas. ¿Estás seguro de lo que me dices ángel?

—S-sí.

—Porque tu apariencia indica que solo eres un ángel del cielo, sin ninguna ocupación mayor. Algo me dice que no estás en lo correcto…

Jaejoong lo miro inestable, sintiéndose terrible por las palabras que pronunciaría a continuación – Es la verdad.

El mayor se detuvo, dando un largo respiro inflando su pecho y pronunciando con voz dura – Mientes.

A Jaejoong se le detuvo el corazón.

—No eres un Ángel de la guarda, y por tu voz y tus expresiones estoy seguro que no me estás diciendo la verdad.

Jaejoong levanto la mirada, sintiéndose atrapado. Dio un rápido vistazo a Yunho quien lo observaba con ojos divertidos, como si se estuviera complaciendo de la desdicha del menor.

—No estoy mintiendo…yo soy un Ángel de la guarda…

—No pareces como un Ángel de la guarda. Tus alas no son doradas y tu vestimenta no es como la de un ángel guardián. Ni siquiera tienes el aspecto físico para ser uno.

—¡Pero si lo soy! ¡Yo cuido a un humano!

—¿Y dónde está tu humano?

Jaejoong miro hacia los lados. Changmin ni siquiera se encontraba ahí, probablemente ya se había marchado. Todo el estruendo de la situación lo había hecho perder el rastro de Changmin.  Jaejoong volvió a mirar a su mayor, sintiendo como se le formaba un nudo en su garganta. Dio unos pasos hacia atrás, incapaz de hacerle frente a la situación. Se sentía acorralado.

—Yo juro que…

—Basta, Ángel, no mientas más. Estoy casi seguro que no eres un Ángel de la guarda y que te escabulliste del cielo sin permiso alguno.

—Pero yo no…

—No sé por qué estas inventando esto, no sé porque te haces pasar por un Ángel de la guarda pero sea cuales sean tus razones, eso es lo que voy a averiguar – el Ángel sentencio y de inmediato agarro a Jaejoong fuertemente por uno de sus brazos, alistándose para partir con Jaejoong  hacia el cielo.

Jaejoong al ver que el Ángel lo llevaría hacia el firmamento, empezó a retorcerse y chillar evitando que el recién llegado cometiera su cometido. No podía dejarse atrapar, no podía dejar que el cielo supiera lo que había hecho estas últimas semanas.

—¡Ángel no te resistas! ¡No trates de desobedecer las órdenes de tu mayor! ¡No intentes escapar!

El ángel le gritaba pero Jaejoong no escuchaba. Tan solo cerraba los ojos, luchando para zafarse del apretado agarre.

—¡Basta! Deja al pequeño mentirosillo en paz. ¿No ves que estábamos en algo antes de que tú interrumpieras?

Inesperadamente Yunho intervino, cayendo en cuenta de la seriedad de la situación. Ese Ángel se llevaría a Jaejoong y lo dejaría fuera de su alcance en el cielo…y eso era algo que no podía permitir. Sus planes con el Ángel se derrumbarían. Yunho uso toda su fuerza para colocar sus garras sobre el agarre y separo a los dos ángeles, poniéndose en medio de los dos esta vez.

El Ángel mayor frunció el ceño - ¿Y tú porque te vienes a meter? Esto no es algo que te concierna a ti.

—Pero estaba con el Ángel antes de que tú llegaras.

—Ah ya lo entiendo– menciono Siwoon mirando a Jaejoong - ¿este demonio te manipulo para que desobedecieras y además mintieras?

Jaejoong negó con la cabeza, tremendamente asustado al ver que las cosas se le habían salido de control.

—¿Entonces lo hiciste por tu propia cuenta? – El Ángel supremo suspiro – Ya veo, eres un Ángel malo que ha decidido romper las reglas y hacer lo que se le venga en gana. Voy a llevarte al cielo ahora mismo y hacer que todos los ángeles, incluido dios, se enteren de tus actos.

Jaejoong sintió como las lágrimas se le agolpaban en los ojos, herido terriblemente por las palabras de su superior. Él no se consideraba un Ángel malo…sus acciones siempre estaban guiadas por la bondad. Tal vez había obrado mal, pero las intenciones eran las que contaban ¿No?

Al sentirse completamente atrapado y aprovechando la intromisión de Yunho, Jaejoong batió sus alas y salió huyendo del lugar, volando lo más rápido que pudo. Quería escapar de todo…del Árcangel, de Yunho, de sus obligaciones con Changmin.

Quería desaparecer de una buena vez…aunque sabía que eso, para un ser inmortal, era prácticamente imposible.

..

A Yunho no le resulto difícil saber la ubicación de Jaejoong. Ese extraño ángel era tan obvio…

Luego de que este hubiera escapado del lugar, el ángel mayor fue tras él y Yunho también, sin embargo ninguno de los dos pudo alcanzarlo a tiempo, a pesar de que eran más agiles que el menor. El arcángel desistió de su búsqueda y le sentencio a Yunho que encontraría a ese ángel, sea como fuera lugar. A Yunho en realidad le importo un comino, no le temía a las advertencias de un ángel. Ahora solo tenía que encontrar el lugar en donde estaba el pequeño…

Y como lo había dicho, no le resulto difícil.

En las profundidades del bosque, Yunho escucho el lamento de una persona. Se oían demasiado raros para ser de un animal o de incluso un humano, así que dedujo que se trataban del ángel.

Caminando hacia la voz, Yunho dio con una pequeña cueva en donde el eco le indicaba que alguien estaba dentro. Entro sigilosamente y descubrió a Jaejoong escondido entre sus piernas, sollozando tristemente con el rostro aprisionado sobre sus rodillas.

Yunho mentiría si decía que algo en él no se movió.

— ¿Y ahora porque lloras ángel? – Yunho pregunto y vio como el pequeño ángel se sorprendió por la voz, estremeciéndose levemente sin levantar aun el rostro. 

Pese a que era una situación que le permitida burlarse del ángel, Yunho no sintió ganas de hacer eso. No sabía porque sentía la necesidad de sentarse junto al ángel y abrazarlo… ¿Estar tanto tiempo con el susodicho le habría afectado en algo?

—En serio ángel ¿Qué te pasa?– dijo esta vez con voz más seria, arrodillándose frente a Jaejoong.

—¿Soy un mal ángel? – Jaejoong pregunto de pronto, con la voz quebrada y los ojos inundados de lágrimas – yo desobedecí a dios y sus parámetros. Yo mentí y quise creerme algo que no soy. Yo soy malo.

Yunho no sabía que decir, jamás había intentado ¿consolar? A alguien. Tal vez callar era la mejor opción.

— Mi curiosidad siempre juega en contra mía. Sé que no hago las cosas con mala intención…pero siempre termino obrando equivocadamente por eso.

Jaejoong se limpió con el dorso de la mano las lágrimas que caían por su cara.

—A veces siento que nunca debí venir aquí, nunca debe conocerlo…eso no me habría metido en este embrollo.

—¿A qué te refieres?

—¿Yunho quieres que te confiese algo?

—Sí.

Jaejoong tomo un largo respiro – Yo no soy un ángel guardián.

Yunho hizo una mueca. ¿De verdad Jaejoong era tan despistado para no darse cuenta que él ya sabía eso desde hace mucho antes? Incluso con el altercado que tuvo lugar momentos atrás, el ángel debió haber notado que el demonio ya se había enterado. De verdad, Jaejoong a veces era muy tonto.

—Creo que era lo obvio.

—Yo vine aquí a la tierra sin autorización. Y me hice pasar por el ángel guardián de Changmin.

—Ahhh – Yunho sonrió - ¿Así que si te escapaste del cielo después de todo?

—Yo no me escape, yo aún regreso todas las noches. 

“Entonces esa debe ser la razón por lo que nunca quería que estuviera con él en las noches” Yunho pensó. Este angelito sí que estaba lleno de sorpresas.

—¿Cuál es el motivo por el que decidiste irte del cielo todos los días? – Yunho pregunto luego, queriendo saber todo acerca de Jaejoong.

Jaejoong se mordió los labios ante la pregunta – Yo…yo me sentía aburrido en el cielo. No me malinterpretes, el cielo es un lugar hermoso y mágico…pero yo solo tenía curiosidad de ver la vida en la tierra. Yo solo quería averiguar la razón del porque era tan diferente…

—¿Diferente?

—Yo…yo me siento diferente.

—¿Diferente a qué?

—A los demás ángeles. No sé por qué vivía preocupado, con miedos, desanimado…se supone que sentimientos así un ángel no debería porque sentirlos. Ni siquiera tendría porque estar llorando en estos momentos…

—Vaya Jaejoong – Yunho comento – sabía que eras un ángel extraño, pero nunca me hubiera imaginado que eras tan inadaptado. Ahora entiendo el por qué tus opiniones acerca de los humanos.

—A veces siento que sería más fácil ser uno…que no me sentiría tan fuera de lugar – susurro Jaejoong totalmente derrotado, apoyando sus brazos sobre sus rodillas – aquí en la tierra a veces me siento un poco mejor.

Jaejoong se quedó mirando hacia al frente, perdido en sus pensamientos, tratando de recobrar la compostura, aunque un poco más calmado por haber expresado lo que sentía con Yunho. Lo volteo a mirar viendo que el demonio le devolvía fijamente la mirada.

—Debes pensar que estoy loco – dijo dejando escapar una pequeña sonrisa incomoda.

—Desde que te conocí lo pensé – contesto Yunho –, pero sabes Jaejoong, este tipo de ángel que miente y se hace el rebelde, me gusta más, mucho más.

Yunho levanto el mentón de Jaejoong, animándolo extrañamente. Jaejoong le devolvió una sonrisa quebrada, tocado de alguna manera con las acciones del demonio. Si fuera otra persona a Yunho seguramente ni le habría importado, pero ese ángel despertaba emociones en él que ni siquiera sabía que tenía. Era peligroso pero a la vez emocionante tenerlo a su lado.

De un momento a otro, Jaejoong se echó a los brazos de Yunho, llorando desconsoladamente como lo había hecho minutos atrás. Solo estaba dejando liberar a su alma de la tristeza que tenía. Yunho se encontró a si mismo abrazando incómodamente al ángel, sin saber con exactitud cómo poner sus manos o como reconfortarlo con suavidad.

Luego de unos segundos (que parecieron eternos) el ángel por fin se desprendió del abrazo, limpiándose las últimas lágrimas que habían quedado en su cara.

—Solo hay una cosa que quiero saber, – Yunho hablo de repente, observando como el estado emocional de Jaejoong volvía lentamente a la normalidad – Si tú no eres el ángel guardián de Changmin y no te asignaron a él ¿Por qué estas con él? ¿Por qué lo cuidas si no es tu responsabilidad?

Jaejoong se quedó estático, desordenado por la pregunta de Yunho. Hoy era el día de revelar verdades, pero esa era una verdad que nunca quería revelar.

—Yunho, Gracias por consolarme – Jaejoong soltó de pronto, tratando de cambiar de tema y desviando la pregunta de Yunho.

—Te dije que nunca me volvieras a agradecer y no me res….

Las palabras de Yunho quedaron en el olvido cuando Jaejoong se precipito hacia él, besando sus labios con timidez antes de alejarse y darle la espalda.

Yunho jalo al ángel del brazo y nuevamente junto sus labios, agradándole la sensación, acorralando al pequeño ángel entre su cuerpo mientras el otro lo tomaba con sus manos. Fue un beso algo desordenado, incoherente…pero muy pasional.

Sus labios se separaron y Jaejoong soltó un quejido, dándose cuenta que al fin había experimentado un beso…aunque  no de la forma que hubiera querido.

En vez de su amor imposible Changmin se lo había dado ese fastidioso demonio Yunho.

..