lunes, 6 de febrero de 2017

El bosque de Daegu - Capitulo 6

Capítulo 6—Manipulación: Parecía como si estuviera en un estado de shock, en el que no sabía si repudiar el tacto del Coronel…

….o desearlo profundamente.



—Uhm.

Ambos gemían bajito por el beso que estaban compartiendo, aquella mañana en la cama del Coronel. Desde aquella noche, Yunho había cogido la costumbre de ordenarle a Jaejoong besarlo con la excusa que si no lo hacía, cumpliría con las órdenes del Rey. Era una forma sucia de manipularlo, aun así, a Jung no le importaba. El sabor dulce de los labios de Jaejoong era muy adictivo como para vivir sin ellos.

Al principio, Jaejoong era torpe en los besos, ahora, de tantas veces que se habían besado, había aprendido como hacerlo, hacer lo que a Yunho le gustaba y con lo que se sentían bien los dos. Cuando Yunho buscaba su lengua él la recibía con la suya, cuando Yunho mordía de manera sutil sus labios, él también los mordía.

Quizá podría pensarse que Jaejoong lo estaba disfrutando, y es que aunque odiara a Yunho, una parte de él no le molestaba tanto tener que besarlo; porque cada vez que se besaban… Jaejoong sentía como si el Coronel fuera otra persona. Como si la parte más dulce de Yunho saliera a relucir cada vez que sus bocas se tocaban. Yunho besaba tan despacio, tan entregado y delicioso, que era difícil creer que se tratara del mismo hombre cruel que había jurado destruir el bosque.

Jaejoong suspiró fuerte cuando al fin se separó de la boca hambrienta de Yunho. Sintió como el Coronel (aun medio dormido) lo abrazó y le empezó a acariciar por todo su cuerpo, como una forma de relajarse en la mañana antes de empezar su rutina. —Hoy será un día largo. —Murmuró.

¿Por qué el Coronel hacia eso? ¿Acaso estaba utilizándolo como desahogo? —¿Por qué hace esto? —Jaejoong le preguntó, al no encontrar las razones por las que el Coronel ahora tenía la necesidad de besarlo y acariciarlo.

—¿Por qué hago qué?

—¿Porque se comporta así conmigo?

El mismo Yunho ni siquiera sabía bien los motivos. —Porque me trae paz. —Le dijo al tomar su rostro y retirar algunos mechones de él.

Jaejoong aún no podía entender. El Coronel tenía una prometida, por lo tanto no tenía motivos de ser tan cariñoso. ¿Era acaso porque ella estaba lejos que el Coronel necesitaba desahogar sus deseos con alguien?, o ¿Era que no le importaba ella? ¿Pero porque justo él? ¿Por qué justo la persona a quien tenía secuestrada y que debía ser como un enemigo?

—Jaejoong, hoy el ejército va a atacar el oriente del bosque. —Dijo Yunho de la nada. —Si me convences, puedo retrasar el ataque tanto como quieras.

Jaejoong sabía lo que Yunho quería insinuar con esas palabras. Otra vez lo estaba chantajeando. Colgándose del cuello del moreno, Jaejoong acercó su boca con ansias de que aquel beso mojado, dejara lo suficiente contento al Coronel para que no atacara su bosque. Había decidido que lo mejor para asegurar su supervivencia bajo el poder de Jung, era la obediencia. No lo haría enojar ni estresar, debía mantenerlo contento para hacerle bajar de guardia, así podría escapar o de ser necesario, matarlo.

Y es que Jaejoong se había dado cuenta que Yunho había bajado su agresividad significativamente. Ya no le pegaba ni le gritaba, en su lugar lo premiaba con cenas deliciosas y ocasionales caricias venidas de la nada. Y claro, Jaejoong debía aprovechar eso. Tenía que sacar ventaja de esa aparente calma de Yunho, para que este no estuviera a la defensiva en el momento en que tuviera que revelársele.

Sin embargo… algo en él empezaba a agradarle ese cambio de actitud del Coronel, algo en él se emocionaba cada vez que Yunho lo acariciaba o lo recompensaba con comida. Era como si empezara a sentir un afecto emocional por su secuestrador, y no le gustaba sentir eso, porque sabía que no se debía dejar llevar por esos sentimientos. Que el Coronel no era más que un hombre sanguinario, obsesionado por destruir lo que más quería, y eso lo debía tener muy en claro.

Debía mantener la cabeza fría o de lo contrario su corazón caliente terminaría saboteando sus planes.

Dando unos cuantos besos finales, Yunho se despegó de Jaejoong, sonriendo. —Parece que me has logrado convencer. —Se levantó de la cama al cuarto de baño para comenzar a arreglarse. —Vendré tarde por la noche, así que espero que me prepares una tina caliente. No te ataré pero uno de mis guardias estará en la puerta por si intentas algo…

Jaejoong endureció su expresión.

—…Aun no me fio de ti.

Metiéndose al baño, Yunho se preparó para su ducha matutina, mientras Jaejoong se presionaba contra una almohada, gritando en ella en señal de frustración.




Ya por la noche, cuando Yunho cruzó por su puerta, Jaejoong estaba terminando de alistar la tina de agua caliente.

Mientras se terminaba de calentar el agua, Yunho se despojó de su uniforme y su armamento, ubicándolos en una esquina de la habitación. Luego se dirigió a la tina ya atiborrada de agua y se sumergió en esta, a la par que Jaejoong se ubicaba a su lado, con un paño mojado listo para restregarle el cuerpo. Transcurrieron unos diez minutos en los que Jaejoong no hizo más que limpiar los hombros, espalda y cuello del Coronel. Los dos estaban completamente en silencio, sumergidos en la etérea atmosfera de aquel baño.

—Listo Mi Coronel. —Jaejoong se dispuso a levantarse cuando creyó que el trabajo estuvo terminado, pero Yunho lo tomó del brazo, impidiendo su salida.

—¿A dónde crees que vas? Aún falta. —Le indicó mientras dirigía la mano de Jaejoong hacia su pecho. —Límpialo.

Jaejoong tuvo unas ganas enormes de arrojarle el paño a la cara, sin embargo se contuvo y obedeció de mala gana lo que Yunho le ordenaba. Remojando el paño en agua jabonosa, Jaejoong lo pasó por sus pectorales, en un movimiento firme pero al mismo tiempo relajante. Yunho echó la cabeza hacia atrás, totalmente llevado por las caricias. A continuación, volvió a tomar la mano de Jaejoong y esta vez la dirigió un poco más abajo, pasándola por su abdomen, muslos internos y finalmente por…

…Jaejoong de inmediato alejó su mano, no gustándole para nada las insinuaciones del hombre.

—Recuerda que debes hacer lo que te digo. —Yunho le reiteró con prepotencia. Era seguro que lo que más quería con esa intención era humillar a Jaejoong.

O bueno, eso era lo que él se decía.

—¿Y qué quiere que haga? Ya lo he limpiado lo suficiente.

—No aun.

A continuación, Yunho levantó medio cuerpo, lo suficiente para que su parte íntima saliera del agua. Volvió a tomar la mano de Jaejoong y la instigó a que rodeara su pene. Jaejoong frunció el ceño con fuerza, estaba odiando con toda su alma la posición indefensa en la que se encontraba.

—Límpialo. —Yunho le demandó fuerte. —Ahora.

Con el rostro totalmente enrojecido, Jaejoong movió su mano de arriba abajo, no entendiendo para nada lo que estaba haciendo. Sintió como el miembro de Yunho se endurecía con el pasar de los segundos, escuchó también el sonido que salía de los labios de Jung cada vez que enroscaba sus dedos. Estaba gimiendo; de satisfacción, de victoria y de placer.

—Rápido, más rápido.

El Coronel insistió y Jaejoong aumentó de velocidad, deseando así que esa tortura terminara lo más pronto posible. Al instante, la parte baja de Yunho comenzó a picar, y de un momento a otro, el semen salió disparado de su pene, manchando la mano de Jaejoong. Asqueado, Jaejoong limpió su mano en el agua mientras Yunho trataba de controlar su respiración.

Hacía mucho tiempo que nadie lo masturbaba, hacía mucho tiempo que no deseaba que alguien en específico lo masturbara. Aunque el principal motivo de esa acción hubiera sido para doblegar al muchacho, Yunho no podía negar que también era algo que su cuerpo deseaba con ganas. Y gracias a eso, ahora se sentía tan caliente que no estaba seguro de poder parar.

—Metete dentro del agua. Te voy a bañar. —De la nada, Yunho le dijo al  recuperarse del orgasmo.

Jaejoong alzó una ceja. —¿Qué? No, quiero dormir.

—Desnúdate y metete.

—No quiero.

—Que te digo que lo hagas. —Jalándolo de la muñeca, Yunho le exigió  severamente haciendo que el pelinegro no tuviera más remedio, que despojarse de sus ropas y meterse al agua tan rápido, que a Yunho no le quedo tiempo para observar su desnudez. Pese a la resistencia de Jaejoong, Yunho lo acercó a su cuerpo y, utilizando el mismo paño con el que lo había limpiado, el Coronel empezó a refregar la piel sucia del muchacho. Lo paso por sus mejillas, borrando los rayones en su cara. Jaejoong se quejó por lo brusco que Yunho estaba siendo con su piel, pero aun así no hizo nada para detenerlo. Tal y como se había propuesto; tenía que mantener su actuación sumisa.

En su labor de limpiarlo, Yunho empezó a retirar las plumas y las hojas enredadas en su pelo, y no pudo evitar sonreír al notar la actitud dócil que Jaejoong traía en esos momentos. Le encantaba ver a Jaejoong así; completamente dominado. Pudo advertir también como las mejillas del más chico se sonrojaban, pese a los obvios intentos de este de no dejarlo mostrar. Frotó entonces sus tetillas mojadas, provocando un pequeño sobresalto de Jaejoong, al sentir pasar la tela sobre esa zona tan sensible.

—¿Te gusta? —Yunho sonrió y Jaejoong alejó el rostro. El Coronel volvió a acariciar la tetilla esta vez con su mano, y Jaejoong retrocedió avergonzado. La sensación no era tan desagradable, el simple tacto era lo que lo asustaba, ya que no entendía cómo podía ponerlo tan nervioso. 

—Solo... no lo haga tan brusco…Coronel. —Jaejoong apenas masculló.

—Como quieras. —Mordiendo sus labios, Yunho regresó a su actividad de refregar el cuerpo del muchacho, pero esta vez mucho más suave, como si estuviera reteniendo en su retina cada centímetro de piel que recorría. Jaejoong fijó su mirada en los ojos del Coronel por esa acción, incrédulo de que Yunho hiciera caso a su petición. De verdad le estaba comenzando a gustar cuando el Coronel se comportaba gentil con él. 

Luego, sin saber bien como paso, Jaejoong se encontró a si mismo muy cerca del cuerpo de Yunho, ubicado entre las piernas de este bajo el agua. El vapor del agua los mantenía sudando, envueltos en una atmosfera sensual y casi irreal. 

—Bésame… —Yunho le susurró leve y sin esperar respuesta, tomó los labios de Jaejoong de manera intensa pero no por eso agresiva. Jaejoong le siguió la corriente, colocando ambas manos sobre los hombros desnudos del hombre. El roce de sus labios, el choque ocasional de sus dientes y las texturas de sus lenguas los tenían embriagados uno del otro, como si momentáneamente hubieran olvidado que se odiaban.

—Vamos a la cama.

De manera súbita, Jaejoong sintió como Yunho lo alzó entre sus brazos y lo llevó hasta la cama de su habitación. Luego, los dejó caer a ambos sobre el colchón de este y continúo con su ataque de besos, acariciando cada parte que podía del cuerpo del muchacho. El sentir la piel desnuda del Coronel sobre la suya, hizo poner extremadamente incomodo a Jaejoong. Él sabía que tener que detener esto.

—Aléjese. —Masculló con el aliento ahogado, cuando por fin pudo establecer distancia entre los dos. —¿Qué quiere? —Le preguntó al ponerse a la defensiva.

El Coronel pareció meditarlo unos segundos. —¿Estás dispuesto a hacer lo que sea por el bien de tu familia, no?

—¿Qué quiere? —Jaejoong repitió, esta vez más serio.

Sin responder a su pregunta, Yunho solo se mantuvo en silencio, mientras retiraba unos mechones húmedos de la cara del muchacho. Luego, se dispuso a hablar, quizá porque ya había encontrado la forma de decir lo que deseaba. —¿Nunca habías tenido contacto con un humano antes de mí, cierto? Nunca nadie te había tocado así…

Jaejoong arrugó el entrecejo ¿Por qué Yunho había cambiado de tema tan repentinamente? —Nunca, siempre trate de evitar a los humanos.

—Esto debe ser nuevo para ti entonces. Tu que siempre has estado encerrado en ese bosque…

—¿Qué es lo que pretende?

Yunho sonrió. —Déjame mostrarte cosas que nunca has experimentado… —Lentamente, Yunho fue separando las rodillas del pelinegro, provocando que Jaejoong lo empujara con las plantas de sus pies, haciendo que lo soltara por un breve momento. Jaejoong intentó entonces arrastrarse hacia el lado contrario de la cama, pero Yunho logro tomarlo de los pies y devolverlo hacia donde estaba él.

—Creí que obedecerías a todas mis órdenes, después de todo, yo soy tu Coronel ¿Lo olvidas? —Yunho afianzó su agarre en Jaejoong y este solo pudo tragar saliva. No sabía muy bien lo que estaba pasando, lo que Yunho quería ¿Por qué de repente Yunho lo miraba como si quisiera devorarlo? —Ya lo sabes, si no obedeces…

—¿Qué hará conmigo entonces? —Jaejoong interrumpió al no poder aguantar la incertidumbre. —…Mi Coronel.

Yunho sonrió al ver que la obstinación de Jaejoong, estaba comenzando a apaciguarse. —Solo déjate llevar. —Sin dejar pasar más tiempo, Yunho lo acomodó mejor en el colchón y se acomodó mejor a si mismo frente a este.

Con la excitación volviendo a su cuerpo, Yunho se masturbó y preparó la entrada de Jaejoong, mientras que el otro se mantenía rígido al no saber que carajos pasaría ahora. Yunho colocó ambas manos en las rodillas de Jaejoong y lo abrió, dejándolo completamente expuesto a él. Luego, sus dedos se introdujeron en la entrada del muchacho, haciéndolo gemir incómodo por la sensación. A continuación, Yunho levantó un poco el cuerpo de Jaejoong, para que el trasero de este quedara más a su disposición y su pene erecto quedara apuntando justo a la entrada.

La respiración de Jaejoong comenzó a agitarse. ¿Acaso ese hombre iba a….? —¿Me va a castigar? —Preguntó al no ocurrírsele otra explicación del porque el Coronel hacia eso.

Yunho pareció perdido. —¿Castigar? Puede ser, pero lo disfrutaras…

—¿Qué…?...¡Ah! —Jaejoong se calló cuando sintió a Yunho insertar lentamente su pene en su agujero. Intentó moverse pero Yunho lo sometió, colocando sus manos sobre los muslos para mantener las piernas separadas de Jaejoong y poder apoyarse bien.

A continuación, Yunho lo penetró centímetro a centímetro, mientras Jaejoong solo jadeaba al sentir esa extensión dura y caliente separar su cuerpo. No podía ni hablar, estaba tan conmocionado que las palabras no le salían de la boca.

—Uhm. —Yunho gimió ronco al conseguir entrar completamente en el cuerpo de Jaejoong. Por lo delgado del muchacho, sabía que estaría apretado, pero nunca se imaginó que sería así de estrecho. Definitivamente le resultaría difícil moverse, aun así no le importó y empezó su vaivén de atrás hacia adelante, sin preocuparle si Jaejoong estaba listo o no. Estaba más interesado en su propio placer que en otra cosa.

—Ahhhh… ahhhh. —La vista de Jaejoong se comenzó a nublar, debido a las corrientes eléctricas que provenían desde abajo. Una mezcla de dolor, incomodidad y placer lo estaban inundando y no sabía muy bien cómo reaccionar a todo eso. Sentía su cuerpo rebotar con cada estocada, mas sin embargo, él permanecía inmóvil, únicamente mirando la cara del Coronel que se enrojecía cada vez que su pene entraba profundo.

Yunho echó la cabeza hacia atrás mientras penetraba más fuerte, cerrando sus ojos y mordiendo sus labios en el proceso. El colchón comenzó a chirriar y la habitación (que normalmente permanecía helada) parecía el mismo infierno, debido al calor que emanaban sus cuerpos desnudos.

De un instante a otro, Yunho se dejó caer sobre el cuerpo de Jaejoong, rodeándolo con sus brazos y continuando penetrándolo firme pero no tan veloz. Los labios húmedos del muchacho quedaron sobre el hombro de Yunho, mojando con sus gemidos la piel sudorosa de este.

—Me encantas…. —Dijo Yunho al levantar su rostro y colocar las piernas de Jaejoong sobre sus hombros. —Eres como un corcel rebelde…uhm… al que quiero domar…

Jaejoong parpadeó ante esas palabras, no brindando ninguna respuesta. Solo se mantuvo gimiendo. El ritmo aumentó cuando Yunho presionó con fuerza las mejillas del muchacho y arremetió duro contra su entrada. Jaejoong abrió la boca y sus jadeos se volvieron más audibles. Yunho se relamió los labios por ese sonido, la expresión indefensa de Jaejoong de verdad lo estaba volviendo loco.

Luego de minutos de estocadas y jadeos, Yunho sintió su abdomen bajo apretarse y su pene palpitar con fuerza. Se iba a venir, al fin su libido quedaría liberado.

—Jaejoong… —Lo llamó. —Dime… que me deseas… dime que quieres que me venga en ti… Llámame “Mi Coronel”… —Su velocidad incrementó (de ser posible), sus cuerpos chocaron intensamente.

—Coronel…

—“Mi” Coronel —Yunho presiono aún más.

—Mi Coronel.

Al mismo tiempo que lo dijo, Yunho dejó escapar un grito, al poder liberar su semen entre esas paredes ricas y estrechas. Salió de Jaejoong y se dejó caer de espaldas al otro lado de la cama, sintiéndose lleno y muy realizado.

A su lado, Jaejoong permaneció inmóvil. No entendía que era lo que había acabado de suceder. Se sentía extraño, entre utilizado y adorado. Entre ultrajado y deseado. Había experimentado dolor, pero también un placer extraño que nunca pensó que podría sentir. Todo ese cumulo de emociones encontradas no le permitió conciliar el sueño. Parecía como si estuviera en un estado de shock, en el que no sabía si repudiar el tacto del Coronel…

….o desearlo profundamente.


..



Era ya media noche.

Yunho dormía plácidamente profundo en sus sueños, mientras Jaejoong se mantenía despierto, acostado boca arriba. El sueño habría venido por él, de no ser porque había caído en cuenta de un detalle: Yunho, esta noche, no lo había amarrado. Usualmente, el Coronel lo ataba con una soga a la cabecera de la cama antes de dormir, para impedirle que escapara o lo atacara mientras dormía. Esta noche no hubiera sido la excepción, si Yunho no hubiera quedado tan atontado luego de tener sexo con él.

Sigilosamente, Jaejoong se levantó de la cama, procurando asegurarse de que el Coronel estuviera bien dormido. Caminó hasta la puerta de la habitación, solo para descubrir que esta estaba cerrada con candado. Rayos, Jaejoong gruñó. Fue hasta el ventanal pero las ventanas de este también estaban cerradas. Podía romperlas ya que no tenían barrotes, sin embargo eso alertaría al Coronel y le daría tiempo para atraparlo. Tenía que primero encargarse del Coronel si quería que su escape tuviera éxito.

Y eso significaba tener que herirlo. 

Con duda, tomó la espada que había quedado en una esquina de la habitación y se acercó lentamente al borde de la cama. Sus manos empezaron de repente a sudar y su cuerpo a temblar. Jaejoong sabía que tenía que hacerlo: Debía matar al Coronel, solo así podría volver a casa para estar con su familia y proteger su adorado bosque. Con Yunho fuera del camino, todos sus problemas se arreglarían, sería muy estúpido si no aprovechaba esta oportunidad que la vida le daba.  Sin embargo, él nunca había empuñado una espada, nunca había matado a alguien con sus propias manos, así que no estaba muy seguro de poder tener el valor.

Jaejoong cerró los ojos, tratando de llenarse de pensamientos negativos para así tener la voluntad de atacar. Recordó que era un rehén de guerra, el cual había sido maltratado, humillado y golpeado. Se convenció que tenía que cobrar venganza, que el Coronel debía pagar por su maldad.

Abriendo de nuevo los ojos, Jaejoong alzó la espada con la intención de clavarla en el pecho de Yunho, mas sin embargo, la vista de este dormitar le hizo quedarse un momento estático. Con sus ojos cerrados y su boca ligeramente abierta, el Coronel roncaba levemente, en una postura totalmente tranquila, como si estuviera en completa paz.

La vista hizo que la mente de Jaejoong evocara algunos otros recuerdos, como cuando Yunho le brindó auxilio cuando estuvo a punto de morir o cuando lo acariciaba con ternura a la hora de dormir. Recordó los besos que se habían dado y la comida que le había proporcionado esos últimos días. Lentamente los buenos pensamientos fueron remplazando a los malos, y Jaejoong se encontró en una encrucijada al no saber qué hacer ¿Acaso si había desarrollado apego por su captor?

“Tengo que matarlo” Jaejoong se susurró a sí mismo. “Tengo que hacerlo”.

Y tan ensimismado estaba en su conflicto interno, que no se dio cuenta cuando Yunho despertó y se quedó mirándolo con los ojos bien abiertos. De inmediato, Jaejoong retrocedió unos pasos, arrojando la espada al suelo. Trató de alejarse pero un objeto en el piso lo hizo caer. Estaba perdido.

Levantándose de la cama, Yunho tomó la espada que Jaejoong había tirado, y la dirigió ahora hacia Jaejoong, con intención de acabar lo que este no había podido hacer. Jaejoong se escurrió con sus antebrazos en el piso; de todas las veces que su vida había peligrado estando en cautiverio, esta era la primera vez que sentía en realidad temor. Era seguro que Yunho lo mataría, no obstante la mirada de Yunho en esos momentos no reflejaba rabia ni furia, más bien era como una mezcla entre decepción y tristeza. Jaejoong no supo de donde vinieron esos sentimientos.

A continuación, Yunho levantó la espada y Jaejoong agachó la cabeza, preparado para su fin, pero lo que sucedió después lo dejo aún más confundido. Igual que él había hecho segundos atrás, Yunho arrojó la espada lejos y simplemente volvió a la cama, acostándose a dormir como si nada hubiera pasado.

El pelinegro se quedó en el suelo. El corazón le palpitaba a mil ¿Yunho le había perdonado la vida incluso cuando se dio cuenta que lo iba a atacar? ¿Qué pasaría ahora? ¿Lo regresaría al calabozo? Jaejoong se levantó del suelo cuando se calmó y procedió a sentarse en el sillón de Yunho, decidiendo que lo más prudente que podía hacer en esos momentos, era mantenerse alejado de la cama del Coronel.



..

Nota: Hoy es el cumpleaños de nuestro Yunnie (bueno por lo menos en esta parte del globo porque alla ya se esta acabando) Así que deseemosle un feliz cumple >.<

Nos vemos en la siguiente actu. Bye!!


4 comentarios:

  1. Feliz cumpleaños Yunho...🎂🎉🎉 Desde México te mando un abrazo!!
    Ahh vaya capitulo.. Yunho ya se está..Si no es q YA está enamorado de Jae...Y mí Jae no sabe ni q rollo es tan endemoniadamente inocente q no sabe q le hizo su coronel...Te hizo el amor joongie x eso cuando vio q querías matarlo no te regreso el favor...Ya no puede vivir sin ti... Ohhh muy buen capitulo.. Gracias

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  2. Yunho ya se enamoro de Jae 😍
    Jae también pero es mas inocente y no se da cuenta 😍, Jae esta confundido , en cierta parte Yunho se aprovecha de el 😂😂
    Muchas gracias estuve esperando el capitulo ❤

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  3. Yunho esta enamorado de Jae pero que se lo diga que no lo tenga por medio de amenazas eso no lo ara feliz pues a Jae lo tiene muy confundido por su actitud con el mejor que le diga que lo quiere y que no lo lastimara al contrario lo cuidara para que nadie lo lastime a el ni a su familia
    Gracias

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  4. Por kami-sama! Este capítulo subió de tono jejeje
    Caray seenredan las emociones de Jae y Yunho; pero el tiempo corre y temo por lo que pueda hacer el rey -.-

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