martes, 11 de noviembre de 2014

Entre el bien y el mal - Capitulo 19

Capítulo 19 —La reja: —Porque tú eres malo, feo, despreciable y nunca serás nada más que un cruel ser.





La rutina era la misma. Todos los días sin faltar. El alma no lo notaba.

Por la mañana abría sus ojos y rodeaba los pastizales verdes que en ocasiones se llenaban de flores; amarillas, rojas, azules de todos los colores, las cuales contrastaban con su grisáceo espíritu. Luego paseaba un poco por el bosque, sin adentrarse realmente ya que no estaba seguro si encontraría el camino de nuevo para regresar. En ocasiones, iba a aquella vieja casa ubicada al lado del campo, aquella casa de la que se escuchaban tantos rumores, como ese de que hace años en ese lugar se había cometido un horrendo asesinato y que un fantasma merodeaba la zona, aunque él en realidad nunca había visto alguno por allí.

Normalmente su espíritu era solitario y solo algunas pocas veces recibía la visita de un tierno ángel con risa tan encantadora, aunque al alma siempre se le olvidaba el rostro y el nombre de ese bello ángel…

¿Junchan? ¿Junsa?

Ni idea, las almas en pena no tenían la característica de recordar y si lo hacían, lo hacían de forma monótona, como automática sin estar conscientes en realidad porque y para que recordaban. También existía otro ángel, uno más hermoso y magnifico, con alas doradas y un cetro, quien lo observaba a la distancia pero nunca se le acercaba. El alma no sabía porque.

Al ocultarse el sol y caer la noche, el alma siempre volvía al mismo sitio, siempre al mismo lugar…a esa oscura mancha negra ubicada en medio del pastizal de flores, que parecía perturbar con la uniformidad de todo el lugar. No lo entendía pero acurrucarse y oler las flores marchitas y quemadas, lo hacían sentirse en paz, casi como si recordara un aroma familiar y hogareño. Era un tanto irónico que unas cuantas flores dañadas lo hicieran sentirse de esa manera. A veces soltaba lamentos, lloraba, pero no entendía porque, era como si hubiera perdido algo pero no recordara exactamente que había sido. Nunca encontraba consuelo, por años no había experimentado ningún alivio que le calmara su espíritu, así que después de todo esta si era un alma en pena.

Y hoy era otro día, otro día gris, en el cual la vieja alma demacrada y esquelética volvía a repetir su rutina. Como todos los días…parecía que su destino era estar condenado a vagar por el mundo sin propósito alguno, sin tener la capacidad de poder superar algo y siempre llevar la incertidumbre en su espalda.

Con sus ojos caídos levanto la mirada al cielo y se incorporó de su lecho, avanzando con sus pies pálidos por la espesa pradera. De repente, a los lejos en un área cercana al pueblo, el alma vio una sombra negra que transitaba por el lugar. Parecía ser la silueta de otra alma. Un poco atraído por la sombra, el alma camino hacia la dirección, adentrándose lentamente en el sitio con aroma a tristeza en la que se encontraba el otro ser.
Algunas paredes de cemento, estatuas, flores, tumbas…se trataba de un cementerio, un cementerio vacío y sin vida el cual estaría completamente solo… si ellos dos no estuvieran ahí. 

El alma siguió buscando al dueño de la sombra, transitando por los lúgubres pasillos de tal cementerio hasta que una tumba en especial, lo hizo parar y desistir de su búsqueda. Era una tumba sencilla que estaba algo maltratada, como si a propósito la hubieran dañado sin que les importara ofender la memoria de quien fuera que estuviera allí enterrado.

El alma leyó el nombre tallado en la piedra.


Shim Changmin

Fecha de muerte — 18 de febrero de 1988

Shim Changmin…

—Fue un asesino que murió condenado a morir en la silla eléctrica hace ya varios años.

Hablo de repente la otra alma, sobresaltando a la primera. Vestía una túnica negra, un gran sombrero negro y una especie de tapabocas, que le cubría casi todo el rostro. Apenas y se le podían notar los ojos. Ante eso el alma con túnica blanca trastabillo hacia atrás, observando con detenimiento y curiosidad al recién llegado. Era inusual encontrarse con otra alma en pena y era aún más inusual poder comunicarse entre sí, ya que por lo general, las almas se comportaban un poco incoherentes a la hora de relacionarse con otros seres.

—¿Entonces por eso esta tumba esta tan maltratada? ¿Por qué fue una persona que fue capaz de cometer tal acto? —se aventuró a preguntar.

—¿Ves esa casa de allí? —el alma de vestimenta negra señalo hacia la casa a la distancia, la misma a la cual la otra alma solía frecuentar —Allí, hace un par de años, el hombre se volvió loco y acorralo a su joven novia, 27 puñaladas fue más de lo necesario para acabar con su vida.

El alma paso saliva, mirando ahora con miedo la tumba a sus pies —¿Cómo sabes eso?

—Lo escuche de los humanos. Al parecer el amor te puede llevar a cometer locuras…y en este caso, tal vez, fue por una locura de amor.

El alma se abrazó los brazos, dándole una última mirada a la cripta mientras se desplazaba a la siguiente. Ya no quería estar ahí. —¿Cuál es tu nombre? —pregunto en cuanto se detuvo en la otra tumba que a diferencia de la anterior, estaba llena de rosas, flores, peluches y cualquier objeto de amor que pudiera caber allí. 

—Alma, me llamo alma. —le respondió el alma con vestimenta negra mientras lo seguía a esa tumba.

—¿Alma? Eso no es un nombre…

—¿Cómo es el tuyo entonces? —inquirió el otro.

Él se detuvo un momento, pensando en la pregunta. Mirando el nombre tallado en su brazo, el alma le respondió. —Yunho, me llamo Yunho.

—Yunho…—susurro —Significa, maravilloso hijo mayor, según los caracteres hanja.

—¿Y cómo sabes eso?

El alma de color negro resoplo, contestando de nuevo “lo escuche de los humanos”.

Unos cuantos segundos de puro silencio pasaron después, la brisa les movía sus desgastadas túnicas mientras el ambiente grisáceo y oscuro seguía matizando el lugar. Lo único colorido era aquella tumba en frente, aquella tumba tan diferente a las demás.

—La persona de esta tumba debió ser alguien a quien querían mucho. —dijo de pronto el alma quien se hacía llamar Yunho, mientras melancólicamente acariciaba el borde de la cripta.

—Debió serlo para que después de tantos años le sigan dejando flores en su lecho de muerte… —le respondió el alma de color negro, agachándose y leyendo el nombre inscrito en el cemento.


A nuestro amado Kim Jaejoong, papa y mama nunca te olvidaran.
Fecha de muerte — 4 de febrero de 1986


—…Alguien lo debió amar locamente. —soltó de repente, alejándose del lugar, dejando a la otra alma con un sentimiento de incertidumbre en su ser. —Mira aquí hay una con tu nombre —Dijo en cuanto llego a la tumba más alejada de todas, ubicada en una de las esquinas del cementerio. De inmediato, el alma con túnica blanca fue hacia donde estaba el otro, mirando ahora una tumba abandonada, olvidada entre la maleza y la vegetación. Al contrario de las dos últimas tumbas, esta no parecía despertar ningún tipo de sentimiento hacia la persona que se encontraba allí enterrada, es más ni siquiera lucia ser parte de ese cementerio.

Jung Yunho
Fecha de muerte — 6 de febrero de 1986

Era lo que estaba escrito en aquella lapida. Dejándose caer de rodillas, el alma de túnica blanca rozo con sus dedos el nombre de la cripta, tal vez el único que se había detenido en aquella tumba. Luego, con la misma mano, rozo igualmente la cicatriz en su antebrazo, sintiendo que lentamente las cosas empezaban a tener sentido. De repente, tuvo el impulso de voltear su mirada hacia el alma de vestimenta negra que lo acompañaba de pie a su lado, mirando sus oscuros ojos en el proceso.

—Y a esta persona nadie le debió importar realmente. —él escucho.














..














“Él sinceramente odiaba las peleas, de verdad las detestaba. Su padre había llegado borracho otra vez a su casa y se la había emprendido contra su madre, quien le había reclamado por el evidente estado en que se encontraba. Los gritos, insultos y golpes no se hicieron esperar y Yunho no espero para salir de su casa, intentando huir del infierno que ahí comenzaba. 

Usualmente en esas escapadas, él iba a un parque cerca de su casa que se encontraba casi en la salida del pueblo. Botaba piedras, jugaba con las ramas o simplemente esperaba a que las cosas en su hogar volvieran a la normalidad. Esa vez no había sido la excepción y Yunho había llegado al sitio, visualmente molesto por todas las cosas que pasaban en su hogar. Por todas las cosas que pasaban en su vida.

El empezó a caminar por el lugar y no se dio cuenta cuando de la nada una pelota de beisbol salió volando directo a su cabeza, pegándole en el proceso.
—¡Ahhh, maldita sea! —Yunho echo una maldición siguiendo el ejemplo del vocabulario de su padre en su casa. Se tomó la cabeza y la apretó contra su cuerpo, intentando con esto disminuir el dolor —¡Auuu! —el chillo de dolor sintiendo como un chichón se formaría en el lugar.

—¡Niño, Niño, ¿Qué te paso?! ¡¿Dónde está la pelota?!

Yunho alzo el rostro y vio a través de una reja ubicada en un la parte lateral del parque, a un niño como de su edad de tez pálida y cabello negro quien lo observaba preocupado, sosteniendo las rejas con sus dos manos.

—¡¿Es tuya esta pelota?! —Yunho se agacho y tomo la pelota en su mano, preguntando con enfado.

—¡Si, si! —El otro niño asintió enérgicamente, extendiendo sus brazos a través de la reja —Por favor, dámela, si no la llevo me castigarían.

Yunho tuvo el impulso de lanzar la pelota y estrellarla contra la cara de ese niño, pero se contuvo de hacerlo y en lugar de eso, camino hacia la reja, entregándole de mala gana la pelota.

—¡Gracias! —dijo el otro entusiasmado dejando escapar una sonrisa de su boca. Él observo como Yunho seguía presionando fuertemente su cabeza así que sin meditarlo una vez, extendió sus brazos y jalo a Yunho hacia la reja, haciendo que se inclinara para poder revisar su cabeza. El moreno se sorprendió de sobremanera por la acción y trato de alejarse del agarre, sin embargo este era persistente, y no lo dejaría hasta que revisara que si su cabeza estaba bien.  —Uhh se ve muy mal… —susurro arrugando sus pequeñas cejas para luego con sus dedos acariciar tenuemente el chichón de la frente. Luego de una pequeña mochila que tenía colgada a un lado, saco unas curitas, poniendo una justo donde estaba la herida. Yunho no dijo nada, tan solo se quedó viendo lo que el niño le hacía.

—Listo. Ahí está. —menciono el niño emocionado mientras que se las arreglaba para, a través de las rejas, poder depositar un tierno beso pequeño en la herida del otro. Yunho de inmediato se apartó, no gustándole lo que el otro había hecho.

—¿Así está mejor, Yunho?...Ves, ya sé cómo cuidarte.
No sabía que sus besos tuvieran tales poderes curativos.

—Lo siento por golpearte con la pelota, prometo que la próxima vez seré más cuidadoso.

Ante la disculpa, Yunho solo asintió con la cabeza y se volteó dispuesto a irse de nuevo a casa.

—¡Espera! —el pelinegro lo tomo del brazo, impidiendo que se fuera —Nunca te había visto por aquí, ¿Eres del pueblo?

—S—sí.

—¿Cómo te llamas?

Él bajo la cabeza, respondiendo entre dientes. —Yun-ho. —Normalmente el no solía hablar con otros chicos, desde esa edad era realmente un antisocial.

—Yunho —repitió el otro —Bien, mi nombre es Jaejoong —extendió su mano esperando que le devolviera el gesto, pero Yunho solo lo ignoro, observando detenidamente la mano extendida en su dirección.

—¡Jaejoong!¡Jaejoong! —Ambos escucharon los llamados de una señora a la distancia y el pelinegro se sobresaltó en su puesto, alejándose levemente de la reja para volver a donde tenía que estar. —Me tengo que ir. Pero prométeme que nos veremos otro día ¿Si?—el pelinegro pregunto  pero el otro no le respondió nada, y sin ni siquiera darles las gracias por la cura que le había puesto, salió huyendo como venado despavorido por el bosque, regresando de nuevo a casa.

El joven Jaejoong se quedó mirando el camino que había trazado Yunho y luego se rio con ternura, pensando en lo gracioso que había sido el otro niño.

Y así fue, como por primera vez, se conocieron Jung Yunho y Kim Jaejoong a la tierna edad de 8 años…y todo por medio de una reja.


..


Las otras veces que había ido al parque, se había encontrado de nuevo a Jaejoong y aunque al principio se hubiera sentido un poco incómodo por la presencia del otro niño, lentamente el miedo iba desapareciendo y el sentimiento de amistad se iba forjando. Se había enterado que las rejas que lo separaban de Jaejoong eran propiedad de una escuela primaria, una escuela costosa del pueblo. Ese fue el primer indicio que le dijo a Yunho que probablemente Jaejoong no era un niño como él y que de hecho, la vida de Jaejoong era completamente distinta a la suya.

Nacido en una familia acomodada, Jaejoong era el único hijo de una pareja de esposos provenientes de la ciudad. Era un niño alegre, tierno, hablador, que le gustaba jugar y compartir con los niños de su edad…muy diferente a Yunho. En ocasiones y cuando se encontraba aburrido, Yunho se escapaba de clases e iba hacia la escuela de Jaejoong, encontrándose con el susodicho por medio de la reja llena de arbustos, misma en la que se habían encontrado por primera vez. Ahí jugaba y escuchaba todos los disparates que él otro le decía, entreteniéndose por las ocurrencia del pelinegro. También, de vez en cuando, Jaejoong compartía su comida de la lonchera con él,  debido a que casi siempre los padres de Yunho lo mandaban a la escuela sin nada para comer.

Muchas veces, Yunho se había metido en un montón problemas por ir a visitar a Jaejoong y se había tenido que aguantar los golpes que su madre le había propinado cada vez que se enteraba de las quejas de las profesoras del menor debido a sus escapadas. Yunho sabía que su madre no le pegaba para disciplinarlo, él sabía que su madre le pegaba de pura frustración, de puro odio…como una forma de desquitarse con él por la vida que le había tocado. Porque él fue uno de los errores que ella había cometido y que nunca pudo borrar.

Los padres de Yunho se habían casado por obligación, ya que su padre había dejado embarazada a su madre cuando ella tan solo tenía 15 años. Ingenua, había creído que las cosas con un hombre mayor serian mejor, que él la sacaría de la pobreza y que tendría una vida más estable y más feliz, pero se había equivocado. El hombre resultó ser un fracaso, tanto en el dinero como en su relación, además de un alcohólico y un abusador. Ella se había tenido que aguantar, ya que no tenía a donde ir pero en secreto lo odiaba…tanto a él como al hijo que compartían, porque Yunho era una de las razones que la mantenían atada a ese matrimonio. Por tal razón, el hogar de los Jung era un caos, las peleas era el pan de cada día y el joven Yunho siempre terminaba como el perjudicado en todo el asunto. Por eso prefería escaparse unas cuantas horas para verse con su amiguito Jaejoong…aunque fuera al menos a través de esa reja.


..



La primera vez que fue a la casa de Jaejoong fue alrededor de después de un año de conocerse, a pesar de que Jaejoong lo había invitado incluso pocas veces después de que se habían visto por primera vez.

La casa no era tan grande como se había imaginado, pero era bonita y se notaba que los padres de Jaejoong tenían la estabilidad económica suficiente para sustentar una casa de aquellas cualidades. En cuanto entrabas una agradable atmosfera se comenzaba a sentir y la palabra “hogar” realmente se ajustaba a su descripción. La habitación de Jaejoong, por otra parte, era grande y tenía un montón de cosas que Yunho pensó nunca podría llegar a poseer. Carros, muñecos, figuras de acción…todo era como estar en el paraíso de un niño.

—Deberíamos encontrarnos un día para jugar con nuestros juguetes favoritos, tal vez en tu casa la próxima vez. —Dijo entusiasmado Jaejoong mientras deslizaba algunos carros en el piso.

—Si…—le respondió Yunho sin ganas, pensando que no quería que Jaejoong fuera a su casa, porque comparada a la casa de Jaejoong, la suya parecía una pocilga. Además, no es que poseyera tantos juguetes, y la mayoría estaban tan viejos y descuidados que le daría vergüenza tan solo mostrarlos.



—Joongie amor, ¿Quién es tu amiguito?

Y en esa ocasión, también fue la primera vez que conoció a los padres de Jaejoong. Su madre era una señora de hogar que se vestía y se arreglaba como si fuera una mujer de negocios. Su padre lucia como alguien respetable, bien uniformado y lustroso, aun así parecía ser cálido con Jaejoong, sin duda el trabajo no le era impedimento para compartir con su hijo.

—Es del colegio. —Jaejoong respondió a la pregunta en voz baja mirando con el rabillo del ojo a Yunho. Seguramente si les decía que Yunho era un niño de estrato bajo a quien había conocido en la calle, sus padres no aceptarían su amistad.

—Qué raro nunca lo había visto. —La señora Kim hablo mirando por sobre el hombro a Yunho. —¿Eres nuevo en la escuela?

Yunho le devolvió la mirada a Jaejoong, sintiéndose nervioso. —S—sí.

—¿En que trabajan tus padres?

El menor se mordió los labios, no queriendo revelar eso a la impecable madre de Jaejoong —Mi mama….mi mama no trabaja y mi papa trabaja en un taller mecánico —dijo, esperando una reacción de ella.

—Veo. —ella le respondió después, recorriéndolo de arriba hacia abajo.  Algo en su mirada intimido a Yunho y aunque el resto de la tarde ella fue amable, él pudo percibir algo de hostilidad de su parte, como si ella presintiera que él no era adecuado para su hijo.




—Vaya Jaejoong tienes tantas cosas bonitas…nunca podría tener nada de esto. —le dijo Yunho a Jaejoong cuando la hora de marcharse estuvo cerca. 

—No es nada, hay muchas cosas con las que no juego ya.

—Ya veo.

Jaejoong pudo notar el tono de tristeza en la voz de otro y sin pensarlo mucho, fue hacia su colección de soldaditos de plomo, misma con la que habían estado jugando las últimas horas y que a Yunho le había gustado mucho, según lo que había llegado a percibir.

—Toma. —Extendió sus brazos mostrándole el regalo a Yunho —para ti.

—¿Para mí? —Yunho abrió los ojos, sin poder creérselo. Jamás había recibido un obsequio tan valioso.

—Sí, quiero regalártelos. La verdad es uno de mis favoritos pero no importa si lo tienes tu…puedes llevarlos a la reja para que juguemos juntos.

Con sus manos temblorosas, el pequeño Yunho tomo el juguete en sus manos, admirando el fino material con el que las figuritas estaban hechas. —Gracias. —dijo de forma casi inaudible mientras que una tenue sonrisa se curvaba en su rostro. Gesto que casi nunca sucedía.


..


Por desgracia, aquellas figuritas no duraron mucho en sus manos porque en cuanto su madre las descubrió, se las arrebato y las quemo en la estufa, alegando que no era posible que Yunho tuviera aquella clase de juguetes caros y que probablemente el menor se los había robado. Luego, con la misma llama de la estufa con la que había quemado las figuritas, tomo las manos de Yunho y las metió en el fuego, dándole así un escarmiento por haber supuestamente hurtado el juguete.

Cuando la pesadilla termino, Yunho fue corriendo a su pequeño cuarto, encerrándose en él, echándose en su cama y llorando con todas sus fuerzas. No era justo. No era justo que el regalo que había recibido de Jaejoong le hubiera sido arrebatado de esa manera. Su madre era malvada, definitivamente la estaba comenzando a odiar.

—La gente es mala, toda, toda. —Yunho sollozo en su cama mientras frotaba sus manos, tratando de curarlas.

Él cerró los ojos, intentando imaginar estar en la casa de Jaejoong. Era deprimente el pensar como allí había tenido buena comida, muchos juguetes y la más placida de las compañías, mientras que ahí, en su hogar, solo tenía dolor, sufrimiento y hambre.

—Los odio, los odio a todos…—Yunho abrió los ojos de nuevo, sosteniendo un soldadito chamuscado que había logrado recuperar del fuego —Menos a ti.



..



Yunho fue feliz cuando en secundaria, Jaejoong y él terminaron en la misma escuela. No había muchas en su pueblo de todos modos, por lo que era de alguna manera predecible que estarían juntos esos años. Ahora podrían verse todo el tiempo sin que una reja los separara. Aun así, no  es como si de verdad pudieran estar TODO el tiempo juntos ya que para desgracia de Yunho, Jaejoong se había convertido en un muchachito popular, poseedor de muchas amistades mientras que Yunho cada vez se había vuelto más hostil con las personas, prefiriendo estar solo o a solas únicamente con Jaejoong. Por tal razón, Yunho se había ganado la imagen de extraño frente a sus otros compañeros, ya que el moreno destilaba por cada poro de su ser, una atmosfera antipática y hasta a veces sombría.

—Yunho-yah —Jaejoong alcanzo a Yunho, quien caminaba cabizbajo por uno de los corredores de la escuela. —Los chicos de nuestra clase van a tener un partido con los chicos de otra escuela y estará interesante. Ven con nosotros. —Jaejoong tomo la mano de Yunho pero este la retiro, respondiéndole con voz severa.

—No tengo ganas de ir a ver a todas esas personas, me iré a casa.

—Pero…—Jaejoong se quedó con la palabra en la boca mientras observaba alejarse a Yunho por los pasillos. Y a pesar de que Yunho hubiera preferido decir “No vayas con ellos Jaejoong, ven conmigo a casa” algo dentro de si no se lo permitió, algo dentro de sí le dijo que Jaejoong escogería estar con ellos por sobre él. 



..



—Dame el dinero de tu almuerzo. —el matón del curso acorralo a Jaejoong en los casilleros y lo estrello contra ellos, tomándolo de su ropa fuertemente, casi que levantándolo del suelo.

—¡No, no! —Jaejoong intento zafarse pero la fuerza con la que el matón lo apretaba era mucho mayor de la que él tenía para alejarse. 

—Dámelo o te rompo la cara. Tú eliges.

Jaejoong cerró fuertemente los ojos cuando vio como él que lo acorralaba levanto el puño en dirección a su cara pero otro brazo lo detuvo de hacerlo, mandándolo lejos en el acto. Era Yunho, y pese a que él normalmente no se metía en ese tipo de peleas, de solo ver como casi lastiman a Jaejoong, algo dentro de si se activó. Un sentimiento protector que nunca había sentido antes hacía alguien.

—Vete rata o no respondo de mis actos. —Yunho saco valentía de donde no tenía y le grito al otro chico, recibiendo un golpe de regreso.

—¡Yunho! —Jaejoong se aproximó a su lado cuando el matón se escabullo por los pasillos luego de darle una tanda de golpizas a Yunho. Quizá no había sido el superhéroe que había intentado ser, pero por lo menos Jaejoong estaba a salvo y eso era todo lo que importaba. —Fuiste muy valiente, gracias. —Jaejoong le acaricio la cara y acto seguido lo abrazo contra su cuerpo, sintiendo como Yunho se tensaba por su acción.

Eso…se sintió tan bien. Tener a Jaejoong en sus brazos se sintió tan bien, que a Yunho no le importó y le devolvió el abrazo, aspirando el aroma del cabello de Jaejoong con su nariz.

Después de todo, había valido la pena la golpiza que había recibido.



..



Luego de eso y de unas cuentas cosas más, Yunho había comenzado a ver de una forma diferente a Jaejoong. Ya no solo disfrutaba de su compañía, lo extrañaba a horrores cuando se encontraba en su casa o cuando Jaejoong estaba con sus demás amigos de la secundaria. En clase, había comenzado a desconcentrase más de la cuenta, ya que siempre se mantenía admirando a Jaejoong desde su puesto, viéndolo reírse, hablar, estudiar o simplemente mirar atentamente al tablero. Los simples toques que Jaejoong le daba de vez en cuando lo hacían sentirse nervioso y sus ojos observando los suyos lo ponían a sudar más de lo necesario. Y es que los gestos de Jaejoong hacia él tampoco ayudaban a aligerar el repentino flechazo que había comenzado a sentir por su amigo. Mientras que las demás personas solo lo trataban con indiferencia y rechazo, Jaejoong siempre se mantenía atento de él, cuidándolo cuando estaba enfermo, ayudándolo cuando tenía dudas sobre algún tema, ofreciéndole su almuerzo cuando Yunho no tenía nada para comer…definitivamente Jaejoong era un ángel. Jaejoong era el tipo de persona que podía dejar de lado todos los prejuicios y ayudar a alguien a quien los demás consideraban “malo” o “raro”. Ver más allá de lo que las apariencias le decían. Eso era sin duda encantador.

—Jaejoong ¿Te ayudo con tus libros? —Y Yunho se encontraba a si mismo siendo más amable con Jaejoong, queriendo complacer todo lo que necesitaba Jaejoong si con eso lograba sacar una sonrisa del muchacho.

Oh todo era tan momentáneamente perfecto. A pesar de que los problemas en su casa persistían y las cosas en la escuela no es que fueran del todo bien, sentirse enamorado hacia Jaejoong era tan emocionante y tan aliviador al mismo tiempo.

Nada podía arruinarlo…

…hasta que una persona tiro todo su mundo hacia abajo de nuevo.

Shim Changmin, un nuevo estudiante proveniente de la ciudad llego para nunca volver a irse. Él era un muchacho tranquilo, inteligente pero no muy sociable, aun así parecía caerle bien a todo el mundo a pesar de que no era del tipo de persona graciosa y ocurrente con la que la demás gente prefería estar. Jaejoong y él se habían vuelto amigos en muy poco tiempo, y lentamente el cariño que antes el pelinegro manifestaba por Yunho, ahora comenzaba a trasladarse al recién llegado. Y Yunho lo odiaba. Odiaba cuando Jaejoong ya no notaba que estaba enfermo debido a Changmin, odiaba cuando Jaejoong ya no pasaba tanto tiempo con él y que sus atenciones amorosas ya no era dirigidas hacia él.

No entendía. No entendía por qué Changmin era amado siendo un muchacho callado cuando él toda su vida había sido así y nadie aparte de Jaejoong, se le había acercado. Era deprimente. Quizá la razón era porque Changmin provenía de una familia de bien, una familia de recursos que encajaba con todo el ambiente social en que se movían. Tal vez era eso. Changmin parecía ser un muchacho sin problemas en su vida mientras que Yunho ya estaba manchado por el maltrato que había recibido a lo largo de su existencia. Tal vez era eso.

Que injusto.



..



—¿Oíste eso? Para el cumpleaños de Jaejoong oppa, sus padres le ofrecieron que podía llevar a 5 amigos para pasar el fin de semana en la isla de jeju. 

—¿Enserio? Qué envidia. Los padres de oppa son muy generosos.

—Sí que lo son.

Yunho escucho hablar a unas compañeras en el pasillo y se sintió sorprendido de saber que Jaejoong aún no le había comentado eso. ¿5 amigos, eh?

Aprovechando que Jaejoong se encontraba sacando las cosas de su casillero en el mismo pasillo, Yunho fue hacia él, queriendo averiguar qué tan ciertos eran los chismes que había escuchado de sus dos compañeras.

—¿Así que te vas de viaje el próximo fin de semana?

—¿Eh? —Jaejoong hizo una mueca, un poco desubicado por la pregunta. —Ah, si…mis padres me ofrecieron un viaje…ya sabes por mis 17 años.

—Ya veo. —Yunho se mordió la boca. —Espero que te vaya bien, a ti y a tus padres…

—Ah, no, no voy con mis padres —Jaejoong lo interrumpió, tratando de no mirar a Yunho directamente a los ojos —ellos dijeron que podía invitar a unos amigos. Iré con Changmin y con otros amigos…

Eso fue como recibir una cubeta de agua fría en la cabeza. ¿Jaejoong había invitado a personas que había conocido hace poco más de un año y a su amigo de la infancia lo había dejado de lado? Y no es que le interesara ir a compartir con los amigos de Jaejoong unas vacaciones de lujo, pero le dolía que Jaejoong no lo hubiera tenido en cuenta en su invitación.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Yunho se las arregló para preguntar, intentando que la ira y tristeza que sentía en esos momentos no se notara en su voz.

—Bueno, suponía que no te agradaría la idea, ya que como nunca sales con nosotros…

—Pero me hubiera gustado ir contigo.

Jaejoong se quedó callado cuando vio la decepción latente en los ojos de Yunho, y cuando estuvo dispuesto a decir algo, Changmin apareció en escena, diciéndole a Jaejoong que se tenían que apurar para terminar la tarea de matemáticas que había quedado pendiente.

—Oh, Hola Yunho, ¿Cómo estás? —Changmin saludo cortésmente a Yunho, ofreciéndole la mano para que la estrechara pero Yunho no lo correspondió y en lugar de eso, solo le mostro una mueca de fastidio por haber interrumpido su conversación con Jaejoong.

—Yunho, no seas grosero. Salúdalo. —Jaejoong le hablo entre dientes, un tanto avergonzando con Changmin por la actitud del otro. Sin poderlo soportarlo más, Yunho se alejó caminando apresuradamente por el pasillo en dirección al baño, empujando a Changmin con el hombro en el proceso. Cuando entro en él, se encerró en un cubículo y apretó sus puños, intentando que las lágrimas de frustración no escaparan de sus ojos. Pero era tarde y en menos de un santiamén, toda su cara ya se encontraba bañada de agua. Él había aprendido a esconder sus emociones, desde pequeño cuando recibía maltrato de sus padres, él había aprendido a no llorar y a intentar ser fuerte, pero ahora no lo podía soportar más. El desplante de Jaejoong había sido lo suficientemente cruel como para hacerle romper esa regla.

—¡Yunho! ¡¿Yunho, estas ahí?! ¡¿Estas bien?! —Jaejoong llego unos minutos después, luego de que la calma por fin llegara a Yunho. —Por favor, ábreme —Jaejoong suplico golpeando la puerta del cubículo, haciendo que Yunho limpiara sus lágrimas restantes y saliera apresuradamente de él, ubicándose en frente del tocador del baño.

—Yunho…—Jaejoong se acercó a su lado, notando como el otro había estado llorando. —Lo lamento tanto, te juro que no quería hacerte sentirte mal, solo creí que no te divertirías en un viaje de esos. Perdóname. —Abrazo a Yunho por la espalda, recostando su cabeza en la parte trasera del hombro de este.

Yunho se mordió los labios, luchando con el impulso interno de voltearse y abrazar a Jaejoong entre sus brazos. —No es nada, no estoy enfadado por eso. —Mintió.

—¿Estás seguro?

—Sí, seguramente si fuera a ir, te aburrirías conmigo…

—Eso no es así.

Hizo el intento de creerle pero sabía que eso no era verdad.

—¿Sabes qué? —Jaejoong hablo alejándose momentáneamente del cuerpo del más alto —Cuando regrese te prometo que viajare contigo a alguna parte. No será a la isla de Jeju, pero será a algún lugar que tenga playa…solo nosotros dos.

—¿De verdad?

—Sí.

—¿Me lo prometes? —Yunho pregunto emocionado, sus ánimos repentinamente mejorados.

Jaejoong asintió con la cabeza.

Ante eso, Yunho esbozo una pequeña sonrisa desde el fondo de su corazón, pese a que algo en la proposición no dejaba de saber a lastima. Aun así, no le importó y abrazo a Jaejoong por los hombros, aun teniendo presente lo que le había hecho Jaejoong antes. La triste verdad era que él para Jaejoong tan solo era un simple amigo, mientras que Jaejoong para él podía significar todo su mundo.



..



A pesar de haberle hecho una promesa, Jaejoong nunca le cumplió a Yunho y el resto del año escolar para el moreno se había convertido en una auténtica pesadilla. Jaejoong ahora andaba más distante con él y la única comunicación que tenían ahora era apenas el saludo. Debido a eso, Yunho había caído en una depresión profunda; faltaba más a clases, se encerraba todo el tiempo en su casa y las peleas con sus padres se habían vuelto cada vez más serias. Incluso en el colegio, varios rumores circulaban entre profesores y alumnos, acerca de que Yunho era una persona mala, que era un criminal o que incluso era alguien de quien se tenía que tener cuidado, porque en cualquier momento explotaría y sabe dios que llegaría a ocurrir. Y eso no estaba tan alejado de la realidad. Su odio por las personas había incrementado tanto, que hasta le fastidiaba intensamente ver a alguien reír o hablar. Sentía envidia, sentía celos de que todos fueran normales excepto él.

Se había enterado además como los mismos amigos de Jaejoong hablaban mal de él y le reclamaban a Jaejoong de por qué lo saludaba, y aunque Yunho sabía que Jaejoong no compartía su opinión, también sabía que él no hacia mayor esfuerzo para defenderlo.

Para el mundo Yunho era una manzana podrida, un chico sin futuro que terminaría metido en una cárcel.

Y ahí fue, producto de su aislamiento de la sociedad, que Yunho comenzó a inmiscuirse en cosas pocas sanas. Cosas ocultas y malévolas, cosas que no eran de este mundo. Para él ya no existía un Dios, Dios lo había abandonado y él haría lo mismo con él. Empezó a coger gusto por las cosas paranormales; la brujería, el ocultismo, ritos que tenían que ver con seres del más allá. Su apariencia también fue cambiando con el tiempo. Se dejó crecer el cabello hasta los hombros y la ropa oscura se convirtió en su vestir diario.

Para él las cosas bonitas y felices no existían en este mundo, excepto una, una luz radiante que en ocasiones hacia derretir su oscuro corazón. Y es que a pese a que Jaejoong hubiera cambiado con él, Yunho seguía tan enamorado de Jaejoong…era un fascinación que casi rayaba en la obsesión. Era mortificante y masoquista pensar que Jaejoong no lo amaba de la misma manera pero no le importaba, con tan solo recibir una mirada de su amor, Yunho se contenía de hacer tantas cosas malas que tenía en mente.

Era como si Jaejoong fuera una cadena de iluso amor, que contenía a la bestia que habitaba en el interior de Yunho.



..



La graduación de pronto llego y sus caminos inevitablemente se separarían… a menos de que él hiciera algo. Cuando cumplió 18 años, Yunho no espero para largarse de su casa y empezar a vivir solo, alquilando un pequeño cuarto en un edificio de apartamentos. Sus padres no le dijeron nada, quizá también estaban deseosos de deshacerse de él de una vez por todas. Para poder mantenerse, comenzó a trabajar como asistente en un taller de mecánicos, el cual servía para cubrirle las necesidades básicas: Transporte, comida y alquiler.

Se enteró que tanto Jaejoong como Changmin tenían planeado entrar a la misma universidad, una universidad algo costosa, ubicada no muy lejos de donde vivían. Yunho no lo podía permitir, no podía permitir que los dos estuvieran juntos y que él no pudiera volver a ver a Jaejoong nunca más. Por tal razón, él se propuso una meta: Conseguir una beca para esa universidad, costara lo que costara. Así que motivado por el deseo de estar siempre con Jaejoong, Yunho empezó a estudiar, estudiar como nunca lo había hecho, día y noche, para poder pasar el examen de la beca el cual sería el boleto de ingreso a la universidad. Sabía que sería difícil, él nunca había sido bueno en los estudios y habían estudiantes que obviamente estaban mucho mejor preparados que él, pero Yunho no se rendiría. Su espíritu competitivo empezaba a salir a flote.

Y lo logro. Logro pasar el examen y aplicar para la beca, ingresando a la universidad al mismo tiempo que Jaejoong y Changmin lo hicieron. Incluso Jaejoong lo había buscado para felicitarlo por su logro, abrazándolo cálidamente como hace mucho tiempo no lo hacía. Ese gesto fue como la recompensa suficiente para que Yunho dijera que el esfuerzo entregado había valido la pena. 



..



Pero a pesar de su espíritu anormalmente optimista, las cosas en la universidad no habían cambiado mucho. Jaejoong y Changmin se la pasaban de arriba a abajo pegados todo el día, y hasta habían rumores de que ellos dos estaban saliendo, aunque Yunho nunca quiso creerlo hasta que lo comprobara con sus propios ojos.

Como nunca tenía tiempo de compartir con Jaejoong, Yunho había desarrollado la extraña costumbre de espiar al pelinegro: cuando estaba en clases, en las horas de receso y cuando salía a tomar transporte hacia su casa. Yunho no soportaba ver como Jaejoong tenía que embutirse en algunos de esos buses para lograr llegar a su destino, por lo que considero que tal vez, conseguir un medio de transporte para Jaejoong, sería un gesto lindo y útil para el pelinegro. Algo que los haría acercarse después de todo ese tiempo de nula relación.

Empezó a ahorrar, a ahorrar de la plata que no tenía, a pasar hambre y necesidades solo para poder conseguir aquella moto que había visto en una venta de segunda mano. Podía ser vieja y usada, pero cumplía su propósito y gracias a la perseverancia de Yunho, no tardo mucho hasta que pudo estar en sus manos.

—¿Jaejoong te llevo?

Fue una tarde cuando Yunho encontró el valor para mostrarle a Jaejoong su nueva moto y ofrecerle llevarle a su casa todos los días.

—Wow, Yunho, no te hubieras molestado.

—No, no es una molestia. Por ti no es una molestia.

Y Jaejoong había aceptado, y ahora todas las tardes Yunho se sentía dichoso al sentir a Jaejoong recostarse en su espalda, envolviéndolo con sus brazos mientras transitaban por la ciudad con destino a la casa de Jaejoong. En ocasiones, tenía que esperar hasta 3 o 4 horas hasta que Jaejoong terminara clases, pero no le importaba con tal de que el pelinegro llegara cómodo a su hogar. Si estaba de suerte, Jaejoong lo invitaba a cenar en su casa, sin embargo la mirada extraña que le propiciaba la madre de Jaejoong, era algo poco acogedor, por lo que siempre se terminaba marchando antes de lo que deseaba.

Poco a poco sentía como su relación con Jaejoong iba volviendo a ser lo que era, hasta que Shim Changmin volvió a arruinarlo todo de nuevo. Una tarde, Yunho había llegado a la puerta con su moto para descubrir a un montón de gente amontonada sobre el carro nuevo del estudiante Shim, el cual sus padres le habían regalado por sus buenas calificaciones en la universidad. El carro se veía caro sin embargo se podía ver la cara de  incomodidad de Changmin al tener toda esa gente reunida ahí. Él era del tipo de personas sencillas, que a pesar de tener recursos le gustaban las cosas humildes, por lo que llamar la atención con su regalo no era algo que precisamente le gustara.

—¡Yunho, Yunho! —Llego corriendo de repente Jaejoong, saliendo de entre toda la gente —Tengo buenas noticias. Como ahora Changmin tiene carro y él vive más cerca de mí, ya no tienes que llevarme a mi casa todos los días. ¿No es eso genial?

Yunho no alcanzo a responder, tan solo soltó una mueca de incredulidad mientras veía a Jaejoong despedirse animadamente de él con su mano.

—¡Ya cállate! ¡No puedo creer que prefieras a un insulso humano en vez de a mí! ¡Yo soy más poderoso, yo soy más fuerte….Yo soy mucho mejor que él! ¡Yo soy mejor que él!

Sin nada que hacer, Yunho se montó en su moto, detestando ahora el pedazo de chatarra que había conseguido con tanto sacrificio.



..




La noticia de la muerte de su padre había llegado alrededor de un mes después. Se especulaba que lo habían asesinado debido a negocios turbios, pero nada se había confirmado aún y la policía no parecía tener intenciones de aclarar el asunto.

Pese a que la relación con su padre había sido igual de mala que con la de su madre, Yunho no pudo evitar sentir un sentimiento de melancolía ante la noticia de su muerte. Sabía que tenía que ir al velorio al menos a despedirse del hombre con el que había compartido 18 años de su vida y ya que no quería afrontar ese momento solo, le había pedido a Jaejoong que lo acompañara. Jaejoong le dijo que sí y acordaron encontrarse en una gasolinera para partir juntos en la moto de Yunho al sitio de la velacion.

Sin embargo, ese día, Jaejoong no apareció y Yunho se preocupó pensando que quizá algo malo le había ocurrido. En la noche llegando a la casa de Jaejoong para revisar su estado, Yunho comprobó con sus ojos lo que sus oídos no habían querido creer. Changmin y Jaejoong se besaban en las afueras de la casa de Jaejoong, y a Yunho casi le da un paro cardiaco al tener que presenciar esa cruel escena.

Esto no podía ser posible.

Trastabillando un poco, Yunho se escondió en unos arbustos ubicados en el lugar, mirando con decepción y tristeza como la única fuente de amor en su vida, le daba a alguien más lo que tenía que ser para él. No paso mucho antes de que la pareja entrara a la casa y en un ataque de rabia, Yunho los siguió detrás, golpeando la puerta, decidido a enfrentar de una vez por todas a Jaejoong.

La puerta de pronto se abrió ante sus golpetazos pero la persona que lo recibió no era la que esperaba.

Era la madre de Jaejoong.  

—¿Se puede saber qué hace aquí joven? ¿Golpeando la puerta a esta hora como si fuera un loco?

—Necesito hablar con Jaejoong.

—Lo siento, él está ocupado.

—Si ya lo sé, pero necesito hablar con él.

La madre de Jaejoong respiro profundo y miro hacia atrás, cerciorándose de que nadie los estuviera viendo. Luego cerró la puerta tras de sí y miro a Yunho con ojos severos, cruzándose de brazos.

—Mire joven Jung, no crea que no se dé usted y que clase de persona es usted. En el colegio se decían muchas cosas, muchos rumores acerca de su familia y sus andadas, y en realidad yo no confió en usted. Yo no confió que usted sea bueno para mi hijo.

Yunho no dijo nada ante las palabras, sabía que no tenía con que defenderse.

—Cuando ingresaron a la universidad pensé que al fin libraría a mi hijo de usted pero para mí mala fortuna, usted llego a parar a la misma universidad, frustrando todos mis planes.

—¿A qué quiere llegar señora?

La señora Kim tomo aire, imponiéndose ante el muchacho —Quiero que se aleje de Jaejoong, porque usted no es buena compañía, usted es un muchacho desviado y extraño, malo, que no le traerá nada bueno a Jaejoong si sigue con usted. Por favor, váyase de mi casa y no vuelva más. 




—Porque tú eres malo, feo, despreciable y nunca serás nada más que un cruel ser.



Ante las palabras, Yunho trago saliva duro, evitando derrumbarse frente a la mujer. Sin nada más que decir, él se dio medio vuelta, volviendo a su moto, sabiendo que una parte de las palabras que le habían dicho eran ciertas.

Con una última mirada de advertencia, la madre de Jaejoong cerró la puerta, volviendo a su mundo de comodidad al lado de su hijo. Por otra parte, Yunho, con el alma y el corazón hecho añicos, tomo su moto y empezó a caminar junto a ella por una avenida vacía, mientras los carros alumbraban el camino intermitentemente cada vez que pasaban.

Con sus lágrimas rodeando su cara y su pecho respirando entrecortadamente, él se dio cuenta lo que su corazón había intentado ocultar:

Él no era digno para Jaejoong.

Jaejoong nunca lo escogería a él y por más que se esforzara, Jaejoong nunca seria para él.

—Oh que tenemos aquí a un universitario con su moto…

Sin verlos antes, un grupo de 4 muchachos se le atravesó en el camino,  trayendo consigo no muy buenas intenciones. Exigieron que le entregaran la moto y Yunho no opuso resistencia, ya no tenía ganas de nada, ni siquiera de defenderse. Aun así, los maleantes, no complacidos de robar a un pobre chico, empujaron a Yunho hacia la avenida justo cuando un bus de servicio público venia en su dirección.

El bus lo atropello y los maleantes se marcharon riéndose con la moto en sus manos.

Yunho pudo comprobar de nuevo como este mundo estaba completamente podrido.


..


Tuvo suerte. Una llanta del bus que lo estrello solo paso por una de sus piernas, fracturándola, aun así el resto de él permaneció intacto, no sufriendo ninguna lesión de gravedad. Definitivamente tuvo suerte. 

Se había despertado en el hospital alrededor de 4 horas después del accidente y hoy se cumplía el segundo día, y nadie lo había visitado aun. Ni siquiera sus padres. Hasta las enfermeras se extrañaron de eso, preguntándose entre sí porque nadie había venido ya a preguntar por el muchacho. Desganado, adolorido y muy deprimido Yunho se recostó una vez más en la camilla, pensando que daba igual si hubiera muerto o no. A nadie le importaba.

—¿Puedo pasar? —Escucho una voz familiar fuera de su recamara y no estuvo seguro de reconocerla hasta que su rostro apareció por la puerta, sosteniendo un ramo de flores.

Era Jaejoong y aunque Yunho quisiera odiarlo en esos momentos, fue difícil evitar que su corazón no palpitara ante el rostro preocupado de su amigo.  

—Yunho…¿Qué te paso? —en cuanto dejo el ramo de flores en una mesa cercana, Jaejoong se precipito hacia la cama, acariciando levemente el cuerpo malherido del más alto. Yunho desvió la mirada, no permitiendo que la debilidad por rendirse por Jaejoong lo atacara. —Dime que no es nada serio.

—No lo es —Yunho respondió con frialdad —Solo me rompí la pierna.

—¿Cómo paso esto? ¿Por qué…que estabas haciendo?

El moreno lo miro fijo. —El viernes, por la avenida, mientras volvía de tu casa.

Jaejoong se mordió la boca, recordando como había faltado a su cita y le había fallado a Yunho. No tuvo el valor para encararlo, por lo que bajo la cabeza, mirando cómo se entrelazaba los dedos.

—Yo…

De repente, alguien azoto la puerta casi rompiendo el vidrio de la entrada. Se trataba de la mama de Yunho la cual traía consigo un papel en las manos. Jaejoong se inquietó en su puesto, sintiendo la ira de la madre de Yunho recorrer su cuerpo.

—¡Lo que me faltaba! ¡Primero tu padre y ahora tú! ¡Pero que hice yo para merecer esto!

Ella se acercó a la cama, botándole el papel casi en la cara —¡Me llego una cuenta a la casa de 100.000 won por gastos de hospitalización! ¡Incluso fuera de casa sigues causando problemas!

Jaejoong no podía creer que la razón del malgenio de la señora Jung fuera a causa de un recibo del hospital, en vez de la noticia de que a su hijo casi lo había matado un bus. Nunca había visto a la madre de Yunho así pero ahora que lo recordaba pocas veces se había encontrado con la madre de Yunho. Yunho casi nunca le hablaba de ella, solo le había comentado que tenía una personalidad difícil, pero esto, sin duda, no era una personalidad difícil. Parecía como si a la señora Jung ni siquiera le importara el estado en que se encontraba Yunho.

—¡No creas que pagare por esto, ahora que tu padre no está y que me dejo con un poco de deudas, esto es lo menos que necesitaba! ¡Y como ya eres un hombre mayorcito, es hora de que pagues por tus cosas! ¿Entendiste?

—Yo pagare por esto señora. —De repente Jaejoong se levantó, intentando con eso parar el escándalo.

—¡No me importa quien pague, solo espero que no me vuelvan a molestar con estos nimiedades ¿Entendido?! —ella camino hacia la puerta, volteándose por última vez —Y recuerda Yunho que ya no soy responsable de ti, así que para la próxima que no me llamen. —diciendo esto último, ella cerró la puerta, tan fuerte como la había abierto.

En shock por lo sucedido, Jaejoong se llevó una mano al pecho, respirando con agitación. Volteo a mirar a Yunho y se sorprendió al ver la cara casi que inexpresiva del otro, como si este ya estuviera acostumbrado a ese tipo de reclamos.

—Hubiera sido mejor si hubiera muerto. —Yunho soltó de repente mirando a la nada.

Ante eso, Jaejoong se aproximó de nuevo hacia él, acunando su rostro. —Por favor, no digas eso.

—Yo no sirvo en este mundo, yo no sirvo en esta vida. Tal vez necesito otra. —Sollozo, sus lágrimas mojando tanto sus mejillas como las manos de Jaejoong.

—No, Yunho, no digas eso me haces sentir triste…

—¿Qué sabes tú sobre la tristeza Jaejoong? ¿La has experimentado alguna vez?

Jaejoong apretó la boca, mirándolo fijamente. —Cuando lloras me siento así.

Yunho se quiso burlar. —Claro, como me has visto llorar tantas veces…apenas y tengo suerte de que me dirijas la palabra por tu propia cuenta.

—Yunho, ¿Pero qué dices?

—Me empujas Jaejoong —susurro, casi ahogándose —Me empujas lejos de ti y no puedo hacer nada. No me importaría si fuera alguien más, pero tú…

—No entiendo lo que dices, yo no…—Jaejoong se detuvo, sintiendo como también tenía ganas de ponerse a llorar.

—¿Por qué eres así conmigo? ¿Por qué lo haces sin intención no permitiendo que me enoje? —Yunho le reclamo, su voz sonando como una súplica.

De repente y sin que Yunho pudiera evitarlo, Jaejoong empezó a llorar histérico, abrazando a Yunho con todas sus fuerzas. —Lo siento, siento no haberte avisado y que hallas tenido que ir a mi casa…Pudiste haber muerto y todo esto es mi culpa, mi culpa. —dijo entre sollozos. Yunho lo arropo entre sus brazos, sintiendo el cuerpo de Jaejoong palpitar tan rápido y sus lágrimas mojar el camisón del hospital.

—No, no llores…—Yunho trato de consolarlo, sintiéndose de pronto culpable por haber hecho entristecer a Jaejoong.  Parecía como si él fuera lo único que provocaba tristeza en el mundo de felicidad de Jaejoong, mientras que tratándose de él, era todo lo contrario. Y Pese a que Yunho intento de todo para que Jaejoong recobrara la compostura y dejara de sollozar, Jaejoong no paro en toda la noche.



..



—¿Puedo pasar? Traje comida.

Dos semanas habían pasado desde su accidente. Jaejoong lo había ido a visitar a su habitación casi todos los días. Las cosas estarían más que bien si su mente no reprodujera a cada segundo, el beso que habían compartido Changmin y Jaejoong. Era una imagen que quería borrar, pero que lastimosamente no lo había podido lograr.

—Si sigue. —Yunho se acomodó para abrir la puerta, permitiéndole el paso al más bajo.

—Gracias, ¿Te acabas de levantar?

—Sí. —Yunho mintió. En realidad había estado despierto desde hace como una hora arreglando su habitación para que Jaejoong no se sintiera como si estuviera en una prisión. Además sus libros de ocultismo y demás cosas relacionadas no podían estar a la vista. No quería que Jaejoong se enterara de qué tipo de cosas le gustaba hacer en su tiempo libro. No quería asustarlo.

—Ven vayamos a la azotea, traje kimbap y un poco de soju para compartir. —Jaejoong lo tomo de la mano y juntos subieron por las escaleras, entrando a la azotea que estaba inundada con el frio de la noche. Ellos se acomodaron en una esquina, recostando sus espaldas en una pared de cemento y mirando hacia las estrellas, observando la vista. Yunho se sintió de pronto incomodo, pensando en lo horrible que se veía su barrio desde el punto en que estaban, pero a Jaejoong no le pareció importar, sus ojos estaban clavados al cielo.

—Qué lindo es, ¿No? A veces quisiera tener alas para recorrerlo. —Jaejoong suspiro, anhelando el firmamento encima de sus cabezas.

—¿Alas? —Yunho repitió —¿Cómo un ángel?

Jaejoong lo volteo a mirar. —Si, como un ángel.

“Si, de verdad pareces un ángel” Yunho pensó, admirando el perfil de Jaejoong.

—Como dos Ángeles. —Jaejoong hablo después, interrumpiendo el ensimismamiento de Yunho en su persona.

—¿Dos?

—Cuando fallezcamos, ambos seremos Ángeles. Y podemos pasear por el cielo.

“No” Yunho pensó, Jaejoong estaba equivocado, él no podía ser un ángel. Ni siquiera creía en ellos. Un ser tan inadaptado y extraño como él no podía si quiera a imaginar convertirse en un ángel, en cambio Jaejoong…Jaejoong  era incluso ya un ángel al creer que Yunho podría convertirse en uno.

—¿Y Changmin? —Yunho pregunto de pronto, tratando de desviar el tema. 

—¿Qué pasa con él?

—¿Changmin no estaría contigo también, siendo un ángel?

—Ah sí, Changmin también…los tres.

Por la respuesta Yunho bajo la cabeza, pensando que aunque le doliera admitirlo, Changmin tenía más cualidades para llegar a ser un ángel que él. El siempre honrado y humilde Changmin…y siempre detestable a su vista.

—¿Yunho escuchas? Es música —Jaejoong hizo un gesto con la mano, tocándose la oreja.

Yunho agudo su oído y escucho la prominente música vals que provenía de alguno de sus vecinos, quizá alguno que estuviera lo suficientemente sordo como para darse cuenta que todo el vecindario estaba escuchando su alboroto.

—¿Tu pierna está bien? —le pregunto incorporándose y antes que pudiera responderle, Jaejoong ya lo había levantado posicionándolo en frente a él, tomando ambas de sus manos. 

—Espera —Yunho hizo el amago de alejarse, comprendiendo ahora las intenciones de Jaejoong —No se bailar.

—No importa, yo te enseñare. ¿No fuiste acaso a nuestra graduación?
Yunho desvió la mirada. —No tenía con quien. Además, no me gusta ese tipo de eventos.

—Mmm —Jaejoong murmuro mientras guiaba a Yunho con sus pies lentamente, esperando a que el más alto se ajustara su ritmo —Yunho, ¿Por qué no te gusta estar con la gente? —vino su pregunta segundos después, provocando una reacción seria de parte del mayor.

—Quizá…les temo. —le respondió con honestidad, sin inmutarse en ocultar sus miedos.

—¿Temes a qué?

—A que me hagan daño.

El pelinegro lo pensó por un momento. —Yo nunca te haría daño.


—Porque mi ser es tan contradictorio… Sin querer yo podría lastimarte.
—Yo nunca quisiera lastimarte, Yunho.


 Aun así lo haces.

Yunho detuvo sus pasos, pensando en lo triste que podían llegar a ser esas palabras. Jaejoong lo lastimaba sin proponérselo y él no lo podía culpar por eso. Lo lastimaba cuando prefería a otros, lo lastimaba cuando no lo escogía, lo lastimaba cuando amaba a Changmin. Jaejoong parecía ser la única persona que le provocaba sentimientos de felicidad y tristeza al mismo tiempo. Yunho estuvo a punto de detener el baile y salir corriendo cuando la repentina invasión de sus negativos pensamientos atacaron su mente, pero las manos de Jaejoong lo detuvieron, acariciándole la cara, llevando su andrajoso pelo hacia atrás.

—Yunho…eres muy apuesto. —Jaejoong susurro con cariño y Yunho casi se sintió explotar por el acumulo de emociones que esas simples palabras le hicieron sentir.

—De...de que hablas…Yo no soy…
—Es todo este pelo que no deja ver tu cara. —Con sus manos, el menor traslado todo el pelo hacia tras, sujetándolo con una coleta —así está mejor.

—No deberías decir eso cuando no es verdad.

—Pero es la verdad.  Para mí…


—Basta…No me describas así, yo no soy así. Yo solo soy un demonio. Nadie considera hermoso a un demonio.
—Yo lo considero así. Para mis ojos lo eres.

…tú pareces ser hermoso hasta en el interior.


…es la verdad.

Ante eso, Yunho soltó una breve sonrisa, terriblemente tocado. Nadie nunca le había dicho eso y oírlo de la boca de Jaejoong era una satisfacción que sería difícil de superar.

—Yunho…—Jaejoong suspiro —significa maravilloso hijo mayor, de acuerdo a sus caracteres hanja.

—¿Ah sí? No lo sabía.

—Pues es así…eres mejor de lo que crees.

Yunho le devolvió la caricia a Jaejoong en su cara, sintiéndose ahora más cómodo con su presencia.—Tú ya eres mejor de lo que crees.

—¿Si?

—Sí.

De repente, el tiempo se detuvo, solo la música siguió sonando al fondo mientras que sus pasos se acoplaron a un ritmo tranquilo, casi que coordinadamente. Sus ojos fijos y la brisa helada, Yunho solo cayo en cuenta de lo que pasaba cuando sintió los suaves labios de Jaejoong en su boca, chupando dulcemente, robando todo su aliento.

—Lo siento, creo que estoy mareado…—Jaejoong se alejó, riendo con  picardía. Luego sus ojos se volvieron a encontrar y el acto se repitió por unos segundos más hasta que Jaejoong volvió a separarse, incapaz de controlar su risa. Se encontraba demasiado nervioso.

—¿Esto solo es un juego Yunho, cierto? ¿Solo estamos jugando, cierto?

—Claro.

Jaejoong se volvió a reír, descansando su rostro en el cuello del más alto, cerrando sus ojos mientras continuaban bailando lentamente con la música. 

Y ahí fue cuando inicio el principio del fin. Yunho lo había probado, había probado el cielo con Jaejoong y estaba seguro que esa clase de sensación no la volvería a experimentar jamás en su vida. No importaba, no importaba si Jaejoong estaba con alguien más, no importaba si Jaejoong no lo amaba de la misma manera. Jaejoong seria para él y en eso no había discusión. Lo conseguiría, costara lo que costara.

Así tuviera que pasar por encima de quien fuera.

—Estoy feliz de que volvamos a ser amigos. Como en los viejos tiempos—Escucho hablar a Jaejoong en su cuello y Yunho solo le acaricio la cabeza, cambiando su mirada, planeando lo que tendría que hacer para que Jaejoong fuera suyo…

Esta vez para siempre.



..



A situaciones desesperadas, medidas desesperadas…eso dicen.

Luego de probar la boca y el cariño de Jaejoong, Yunho estuvo más que convencido que tenía que hacer algo. Tenía que hacer algo para cambiar su destino. Ya no solo bastaba que Jaejoong fuera su amigo como en los viejos tiempos, ya no, él quería algo más y no estaría satisfecho hasta que lo consiguiera. No quería pasar el resto de su vida sufriendo por un amor no correspondido y puesto que Jaejoong no se enamoraría de él así de la nada, él tendría que forzar las cosas. Debía actuar pero primero debía ocuparse de algo. O más bien de alguien.

Y claro está, él no se mancharía las manos.

Organizando el espacio para el ritual, Yunho estuvo listo para recibir la visita. La visita del ser que sería la solución a todos sus problemas. Agitado pero sin miedo, su espíritu estaba tan decidido que no le importaba lo que tendría que pasar o ver para hacer el pacto que lo llevaría a la felicidad.

Y así fue, ayudado por un libro antiguo y por sus conocimientos recogidos en los últimos años, Yunho invoco a ese ser. A esa criatura de las profundidades del abismo, temida por siglos y respetada por muchos. El diablo.

No tardó mucho en aparecer y no fue tan aterrador como pensaba, ya que su mente se volvió débil y sus ojos se nublaron ante la presencia. Lo único que podía ver con claridad era su garra derecha, grande y robusta, esperando ser estrechada.

—Dime Jung Yunho, ¿Para qué me has invocado?…¿Acaso es para hacer un trato?
—Quiero su amor, el amor de Kim Jaejoong, quiero que me ame con locura y que solo yo sea la única persona que exista para él. —empezó sin rodeos, hablando sin temor.

Amor eso es lo que casi todos piden…—se burló el diablo, dejando escapar su voz carrasposa. —Está bien lo tendrás, pero debes darme un sacrificio, una vida buena que pueda cobrar.

—Lo tengo —Yunho sonrió —Shim Changmin, de 20 años, él es el sacrifico que ofrezco.

El diablo se volvió a burlar, atando los cabos de esta historia. —Y bien Yunho ¿Qué harás tu a cambio?

—Yo…—Yunho trago saliva, tratando de mirar al frente a pesar de lo borroso de su vista —Te serviré cuando muera, por el resto de mi existencia. Yo seré tu sirviente, tu secuaz…un demonio.

Si, tal vez era ofrecer demasiado, pero para Yunho nada era demasiado cuando se trataba de Jaejoong. Cuando se trataba de tener la atención de Jaejoong. Además convertirse en demonio tampoco sonaba como una mala idea. Los demonios causaban sufrimiento… ¿Por qué él no podía causarlo si siempre lo había recibido? Quería estar al otro lado de la mesa.

Ante la determinación del muchacho, el diablo se irguió en su puesto mostrándole a Yunho ahora su verdadera forma. Extendió su mano y Yunho la tomo, sellando así su destino. —Está bien, Jung Yunho. El 26 de enero Kim Jaejoong se enamorara de ti y Shim Changmin perderá su vida. Yo te daré eso y a cambio tú te convertirás en mi demonio. Si incumples este trato, yo cobrare un alma y tú te convertirás directamente en mi sirviente. ¿Es todo esto lo que quieres?

Yunho se inclinó, mostrando toda su obediencia. —Sí, amo.

Y cuando se selló el pacto, Yunho oficialmente perdió la cabeza. El sabor de los labios de Jaejoong había sido un veneno, intoxicándole el alma y condenándolo para siempre. Yunho se había vuelto loco, tan loco para impedir darse cuenta que el diablo no tiene ese nombre de pura coincidencia. El diablo es viejo y sabio, pero también cochino, y Yunho comprobaría el juego sucio que le haría cuando llegara ese día, el domingo 26 de enero de 1986. 


..



Un mañana anormal para tener clases. Definitivamente lo era. Debido a la perdida de clases la última semana, los estudiantes habían tenido horario un domingo de enero, cuando la nieve apenas y se estaba comenzando a derretir.

Yunho estaba nervioso, nervioso y ansioso por lo que vendría, no podía esperar para que su futuro se cumpliera. Jaejoong y Changmin compartían comida en una banca del último piso del edificio, y Yunho los miraba a la distancia, esperando el suceso. Jaejoong se reía lindamente viendo a Changmin imitar a un conejo, y Yunho sonrió al ver la expresión de felicidad de su amor.

—¡Oh Yunho, ven! —Jaejoong lo llamo de pronto, descubriendo su ubicación. Yunho no tuvo más remedio que obedecer el llamado de su amigo.

—Changmin y yo iremos a tomarnos un café al pueblo después de clase, me pregunto si quieres venir con nosotros. —le comento luego de que Yunho llegara a sentarse a su lado. Changmin se retiró por un momento, yendo a beber a un bebedero que estaba cerca.

—B—bien, iré con ustedes. —dijo sin saber con exactitud que responder, era extraño ser invitado a planes.

—Bien, en serio quiero que Changmin y tú se relacionen mejor. Los dos son muy especiales para mí y deseo que en el futuro puedan ser buenos amigos.

Yunho aparto su mirada. —Si, en el futuro…

—Quizá en el pasado las cosas no hayan salido como lo esperaba pero ahora las cosas serán mucho mejor, mucho mejor. Contigo y con Changmin a mi lado, nada podrá salir mal.

Observando el entusiasmo en el rostro de Jaejoong, algo dentro de Yunho sintió moverse fuertemente. ¿Habría tomado la decisión correcta? —Jaejoong… —titubeo por un momento, sin estar seguro de preguntar lo que iba a preguntar —¿Tu estas muy enamorado de Changmin?

Ante la pregunta, el rostro de Jaejoong enrojeció, apretando las manos —Creo que si…¿Se nota mucho? La verdad no estoy muy seguro.

—¿Por qué te enamoraste de él? —Yunho volvió a preguntar, du mente curiosa de saberlo todo.

—No lo sé. Tan solo fue así. Creo que es lo bonito del amor, que uno nunca sabe de quien se va a enamorar…solo lo haces…naturalmente.

Eso…eso fue como una bofetada en la cara.

Cayendo en cuenta de sus acciones, Yunho paso saliva, meditando lo que iba a pasar. Forzaría a Jaejoong a enamorarse de él por causas externas, Jaejoong no se enamoraría de él por su personalidad o por sus acciones, Jaejoong se enamoraría por un maldito pacto conseguido por la sangre derramada de una persona inocente. No era justo, no era justo quitarle la felicidad a su amor con tal de tener la suya. Jaejoong merecía seguir siendo feliz, pleno y bello, junto a la persona que amaba.

¿Por qué?

Porque Jaejoong verdaderamente era un ángel. Una persona buena, cariñosa y amable que a pesar de no poseer alas ni una aureola, tenía las cualidades de un verdadero ángel.

Él no podía arrancarles las alas a su ángel. No tenía derecho.

—Jaejoong, —Changmin se acercó —Bajare al último piso por mi morral, así que te veo en un rato en la entrada. 

—Bien, no te demores —Jaejoong se despidió con un beso y Changmin camino en dirección al ascensor, apretando el botón de bajada. De repente, un terrible mareo azoto el cuerpo de Yunho, el presentimiento de que la fase 1 de su pacto estaba por comenzar invadió su corazón.

Corriendo hacia él, Yunho detuvo a Changmin cuando este estuvo a punto de subir al elevador, argumentando que necesitaba aclarar unos temas y que tenían que devolverse al salón. Tan ensimismado estaba Yunho tratando de convencer a Changmin que no se dio cuenta cuando Jaejoong se montó al elevador, gritando que entonces el iria por el morral del Changmin.

Yunho sintió su alma salir.

—¡No! —Casi que resbalando, Yunho se precipito hacia las puertas, tratando de impedir que se cerraran pero era tarde, las puertas ya se habían cerrado y el ascensor ya había comenzado su recorrido en dirección al primer piso. —¡No, No!¡Jaejoong! —Yunho gritaba mientras golpeaba con furia las puertas del ascensor.

Esto no podía estar pasando.

—Yunho, ¿qué te pasa? ¿Por qué te comportas así? —Changmin lo retuvo pero Yunho lo alejo, tirándose al piso.

Luego hubo un bajón de energía, el sonido del ascensor cayendo estrepitosamente hizo eco por todo el edificio y finalmente, un gran estallido resonó al final, haciendo temblar el piso. El Ascensor había fallado y había caído hasta el primer piso, con Jaejoong dentro de él.

Oh, Yunho había incumplido con la primera parte del trato al detener a Changmin y el alma que el amo había cobrado no era nadie más que la de su amor, Jaejoong.



..



9 días pasaron pero Jaejoong no lo logro. A pesar de permanecer en estado crítico luego del accidente del ascensor y que pese a la gravedad de sus heridas hubiera logrado salir con vida, el noveno día, el 4 de febrero de ese mismo año, Jaejoong murió. Yunho ni siquiera tuvo fuerzas para ir a su velorio y durante su estancia en el hospital, no se pudo ni acercar a él. La madre de este no lo había dejado, parece que su instinto maternal sospechaba algo.

Completamente destrozado, Yunho se había refugiado en su cuarto, adolorido por haber perdido lo único que le importaba en su vida.

—No puedo, no puedo vivir sin ti…—Yunho sollozo sosteniendo una foto de Jaejoong en las manos, sintiendo toda la culpa por su perdida. —¿Y si tal vez aun estas por ahí? ¿y si tal vez aun pueda verte? —Yunho entonces miro un lazo en su cuarto, pensando que si moría y se convertía en demonio, quizá podría buscar a Jaejoong en la otra vida. Jaejoong convertido en un ángel, como siempre lo había sido.

Dos días después de la muerte de Jaejoong, Yunho se colgó en su cuarto en la tarde del 6 de febrero. Su cuerpo no lo encontraron sino hasta después de 3 días y al contrario del funeral de su amor, lleno de personas, amor y cariño, el suyo fue muy discreto, solo fue su madre y algunos pocos familiares que él nunca conoció en vida. Changmin también estuvo presente, a pesar de todo.

Y así fue como el Yunho demonio nació ese día, un Yunho mejor, un alter ego de su persona, un ser más poderoso. El Yunho demonio no era como aquel muchachito callado y extraño que fue en vida, no señor, el Yunho demonio era fuerte, respetado y temido por otros demonios, el Yunho demonio no tenía miedo de nada ni de nadie, el Yunho demonio había logrado lo que el Yunho humano nunca había conseguido.

Enamorar al ángel Jaejoong.

Porque Jaejoong se habida convertido en un Ángel y había regresado a tierra, guardando consigo parte de su pasado encadenado a su alma a pesar de que no pudiera recordar nada. Al igual que Yunho.

Y si, el demonio había vuelto a encontrar al Ángel pero Shim Changmin otra vez se había entrometido sin proponérselo en el camino, como siempre lo había hecho. Afligido por la perdida de Jaejoong, el humano se había refugiado en una cabaña cerca a la pradera, una humilde como de su estilo, y se había enamorado de una muchacha de cabello negro llamada Seohyun, quien le enseño a creer de nuevo en el amor.  Y Jaejoong se había sentido atraído hacia él por sus sentimientos del pasado y había jurado cuidarlo, pero nada le pudo advertir que Yunho cambiara sus sentimientos, que ese ser le mostraría un lado que él nunca conoció en su vida como humano y que lograra que sus emociones ocultas del pasado salieran a flote.

Por eso cuando Yunho descubrió que Jaejoong aun “amaba” a Changmin y pese a que todo lo que había hecho, el Ángel seguía guardando sentimientos por el humano, él reaccionó violentamente. Sus sentimientos del pasado y presente se acumularon y lo hicieron explotar en rabia e ira. Porque Changmin siempre fue esa molesta piedra en el zapato que Yunho nunca pudo sacar.

Y bueno, después de todo, Yunho logro deshacerse de Changmin al hacer que matara a su novia y luego provocar su muerte dos años después de que había abandonado el mundo en su forma humana. Logro manchar por siempre su reputación, dejarle como un asesino, probar que el “amable y recto” Changmin no era lo que se especulaba. Porque sin querer admitirlo, él siempre tuvo celos del otro, puesto que Changmin sabia ser una persona buena y correcta, y el no. Él siempre estuvo desviado, por culpa de sus padres, él siempre estuvo desviado.

Por eso Changmin se merecía el amor de Jaejoong mas que él, porque aunque le doliera, él nunca había podido ser lo suficiente digno para Jaejoong. Aunque viviera mil vidas, Yunho nunca seria digno del amor de Jaejoong, porque le había causado desgracia tanto en su vida humana como en su vida espiritual.

Jaejoong siempre un Ángel y él siempre un demonio.

Sin embargo, él se había arrepentido al final de sus vidas y había tratado de enmendar las cosas para que Jaejoong estuviera con el correcto. En su vida humana, evitando que Changmin subiera al ascensor en camino a su muerte y como demonio, devolviéndole el alma del humano a Jaejoong luego de que este hubiera ido a parar al infierno. Yunho había demostrado tener bondad y arrepentimiento en sus dos vidas, pero…

¿Eso era suficiente para estar con Jaejoong?

¿Yunho era lo suficientemente bueno para Jaejoong?

Y no, el amo no le había cumplido. Cuando le dijo que él había cumplido su parte del pacto señalando a Jaejoong y Changmin, el amo mentía porque aunque Jaejoong si se hubiera enamorado de Yunho y Changmin eventualmente hubiera muerto, eso no lo había hecho el amo, lo había logrado Yunho por su propia cuenta. Sin trucos, Yunho derritió el corazón del tierno Ángel y consiguió que lo amara a pesar de su naturaleza. El pacto se había roto hace mucho tiempo, cuando Yunho impidió la muerte de su sacrificio.

Pero ahora las cosas habían terminado mal para los dos, por su amor a Yunho, Jaejoong había terminado como un alma en pena y el espíritu de Yunho se había extraviado. Y volvían como al principio, como siempre lo habían estado, separados por una reja que no les permitía estar juntos, en su vida humana por sus diferencias sociales y sus personalidades, como Ángel y demonio por pertenecer a dos mundos completamente diferentes y ahora, por perderse el uno al otro, sin posibilidad de volver a encontrarse. 

La reja del principio, cuando niños, en realidad nunca había desaparecido y ellos estarían condenados a estar sin el otro, hasta que se probara que pudieran estar juntos.

Que su amor seria lo suficientemente fuerte como para romper esa barrera y que esta vez, pudieran lograr su unión para siempre.”






..









Recobrando sus sentidos, el alma de túnica blanca abrió sus ojos, completamente en shock por todo lo que había visto.

Él miro a su lado.

El alma de vestimenta negra había desaparecido.


..






Nota: Uff, capitulo largo. Pido perdón por no actualizar antes, pero es que no tenía ganas de escribir y además tenía muchas cosas que hacer. Aun así, la espera valió la pena ¿No es así?
Les cuento que el capítulo que viene ya es el capítulo final y aún quedan cosas por descubrir así que espérenlo, en ese no demorare.

Espero que les haya gustado y que hayan entendido todo (también que les haya tocado su corazoncito T.T), las cosas en este capitulo sucedieron rápido pero era como un flashbak mas que nada. Espero recibir comentarios.

Ah y pongan un comentario si captaron el guiño de las fechas…jajajaja y ¿ustedes creen que Yunho si merece el amor de Jaejoong?

Gracias por leer. 



22 comentarios:

  1. Tal vez el YunJae en esta historia no nació para estar junto XD
    Aunque yo creo que es JaeJoong quien no merece el amor de Yunho, lo sentí un tanto frívolo y superficial en esta parte de la historia, el Jaejoong humano de ángel no tiene nada, el prefirió a Changmin que era rico, guapo, perfecto, y ni siquiera notó a un humilde y martirizado Yunho y su corazón desinteresado y todos los sacrificios que hizo porque amaba a JaeJoong
    Por cierto, me hizo llorar la parte de la moto ;_; Yunho haciendo el esfuerzo de comprarla solo para llevar a Jae y en cuando Changmin consiguió su coche Jae lo mandó a volar :'(
    también lloré en la parte que Yunho ve a JaeJoong y a Changmin besándose afuera de la casa de Jae y para rematarlo las palabras crueles de la madre de JaeJoong
    Todo le pasa a Yunho, llevó una triste vida y miserable hasta el final de sus días y encima la persona que amaba le da el golpe final demostrando que no vale nada al preferir a alguien que aparentemente se mostraba mejor que en muchos aspectos que él
    Eso fue lo que lo llevó a aislarse cometer todos sus errores, pero aún así se arrepintió y al final prefirió la felicidad de JaeJoong, desafortunadamente no logro que Jae se salvara.

    Y conociendo esta parte de la historia, el supuesto amor del ángel JaeJoong hacía el demonio me parece completamente obligado, el volvió a la tierra guiado por sus sentimientos hacia Changmin, y no creo que se hubiera enamorado de Yunho si Changmin hubiera sido parte de su mundo sobrenatural, o si de alguna manera hubieran estado en contacto, seguramente habrían sido los sentimientos de Jae y Min los que se habrían desarrollado
    Incluso en esta segunda vida es Yunho quien a pesar de cagarla completamente trató de arreglar las cosas a pesar de su naturaleza demoníaca!
    Ah, este capítulo me sacó muchas lagrimas por los sentimientos no correspondidos de Yunho, y bueno en resumen, desde mi perspectiva es Jae quien no merece a Yunho
    Gracias por compartir este capítulo.

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  2. Lloré :c, Yunho olvídate de Jae y quédate conmigo ¡Él no merece tu amor!
    Gracias por el capitulo

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  3. TT.TT mi corazón esta afligido TT.TT

    En verdad Yunho no le toco una vida nada facil U.U, en contraparte JaeJoong siempre estuvo una vida llena de comodidades, y quizas aunque él no lo planeara lastimó a Yunho con sus acciones.

    No se que tangas pensado para el final, pero creo que ahora es el turno de JaeJoong de demostrar cuanto realmente ama a Yunho. Yunho y JaeJoong es eterno, si no pudieron tener nada cuando eran humanos, y descubrieron sus sentimientos cuando uno era un ángel y el otro un demonio, quizás entonces deban tener una nueva oportunidad en una nueva vida?

    abuuuu extrañaré esta historia TT.TT

    gracias por actualizar!

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  4. pobre YH sufrio tanto en su vida T.T , el y JJ no merecieron todo lo que les paso :(
    espero que YH pueda tener lo unico que ha deseado siempre a JJ u.u , siento que JJ cuando era humano tambien tenia sentimientos por YH ,pero tambien por changmin u.u
    espero que estos tres terminen felices ......
    gracias por la actu me encantooooooo <33333

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  5. Creo es de las pocas historias que han hecho que odie a Jaejoong y eso que no hizo nada directamente malo, siempre, así sea un maldito, lo apoyo a él en las historias, pero aquí no o no del todo.
    Se me hizo muy cruel lo que sufrió Yunho y tan humana la actitud de Jae, porque no era un ángel, solo una persona buena que comete errores y se va por lo que mejor le conviene, pero aún así no creo que sea para Yunho, como ya dijeron, esta vez Jaejoong necesita luchar por ellos ;;_;;
    Gracias por compartir esta historia tan llena, triste y hermosa.

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  6. si que le a tocado sufrir a yunho desde niño o mejor dicho desde que nació
    y jae no se daba cuenta de lo mucho que lastimaba a yunho con su indiferencia cuando apareció min en sus vidas
    pero la mama de jae si fue muy cruel con yunho al tratarlo así y decirle todas esas cosas horribles de el que no eran ciertas
    lo hizo sentir poca cosa y creo que después de muerto lo seguía sintiendo pero si el demonio no cumplió con el trato no pueden hacer nada los arcángeles para lograr rescatar las almas de yunho y jae y convertirlos en ángeles y tenerlos con ellos en el cielo para que por fin puedan ser felices y estar juntos ya es junto que sea feliz yunho pues ya a sufrido bastante y creo que las fechas de cuando se los iba a llevar el demonio es el nacimiento de ellos en la vida real no
    GRACIAS por el capitulo y si que valió la pena la espera y estaré al pendiente del siguiente hasta pronto bye

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    1. las dos primeras fechas son cuando dice que nació jae 26 de enero de 1986 la verdadera el 4 de febrero y la que le pusieron al registrarlo y la tercer fecha es cuando nació yunho 6 de febrero creo no

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    2. Exacto, no es que sea muy relevante en la historia pero me parecio curioso ponerlo. La fecha de la muerte de changmin (18 de frebrero) tambien es su fecha de nacimiento en la vida real, dos años despues del yunjae...

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  7. Espere tanto este capitulo t la espera valio la pena. Hoy con este cap aclare muchas dudas q tenia, yunnie tuvo una vida dura y a pesar d todo amo y dio todo por jaejoong, sin querer jae lo hacia sufrir, pero vamos.... jae me diste colera como vas a dejar d lado a yunho, no invitarlo a tu viaje, no cumplir tu promesa d viajar ambos luego, plantarlo cuando lo acompañarias a despedir a su mal padre. Inconcientemente tu orillaste a yunho a todo esto.
    Me muero por saber q pasara. Que pena q llegue a su fin este magnifico fic, me gusto muchisimo. Muchas gracias por actualizar^^

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  8. Valio la pena?? la verdad si la valio.....^^
    tenia varias teorias respecto a Yunho y Jaejoong con el pasado, le atine a la tercera........xD
    Aunque de seguro, cuando termines de aclarar las cosas de seguro me alejare mas, porque si la historia de JJ y YH es asi, no se como encajar a siwon en esta historia.....=P ya lo averiguaremos. Respecto a las fechas, asumo que te refieres al hecho que el dia de sus muertes, son las fechas de su nacimiento real, tanto de JJ como YH y utilizaste el nacimiento legal de JJ, para desencadenar toda la historia, me gusto...........=)
    Respecto a la historia en si, concuerdo con muchas que JJ no se merece a YH, el a pesar de todo nunca fue malo, siempre se mantuvo en lado correcto, lo unico bueno del mundo para él era JJ y se aferro a ello para seguir del lado correcto. Sin embargo JJ siempre se alejo, regresaba, pero se volvia a ir. Todo esto se desencadeno por el beso de Yh con JJ, pero la pregunta es si JJ realmente no sentia nada por él, porque lo hizo?, no besas a tus amigos por accidente, si en aquella ocasion JJ hubiera visto los sentimientos de YH e incluso los suyos propios nada de eso hubiera ocurrido. Pero una vez mas JJ decidio ver a un lado y hacer como si nada pasara. No se le puede echar la culpa realmente a JJ, pero es indiscutible que si el hubiera abierto un poco mas sus ojos, hubiera visto lo que hizo YH, hubiera visto ese cariño y no lo hubiera lastimado como lo hizo y lo peor de todo es cuando Yh a pesar de ir para el lado oscuro, siempre regresaba al lado correcto y salvaba a JJ, incluso renunciando a su felicidad. La verdad si se quedan juntos que bueno por YH, el merece el amor que tanto anhela, solo por eso debe de quedar en YJ.
    Sabes sin importar las cosas que sucedan siempre he sido partidaria de YJ a morir, no me gustan donde los Fics no terminan en YJ......u.u pero en esta historia quisiera que acabara diferente.
    Sabes incluso en la historia mas macabra que lei y YH era el peor ser que pudiese existir, cuando la autora dejo la posibilidad abierta que YH podria estar con JJ a pesar de sus pecados, dije merecen estar juntos. Sin embargo en esta historia a pesar que JJ es buena gente y todo lo que quieras, no se preferiria que YH encontrara a alguien mas y fuera feliz; pero el amor de Yh hacia JJ fue tan grande que llego hasta el 7mo cielo y solo por eso YH debe estar con JJ, para ser realmente feliz, ya que a pesar de no recordarse JJ el Angel pudo ver al YH Demonio y dejar de lado el sentimiento ensombrecedor que le brindaba Ch, Solo por eso deben estar Juntos, porque el angel cometio errorres pero no fue tan tonto como el humano. En fin, Al final de toda esta ola de pensamientos, tu ya tienes la historia pensada y a pesar de todo los puntos a favor o encontra que tengamos, tu ya decidiste como terminar esta historia y de seguro sera genial........^^
    Nos vemos en el siguiente capitulo......=)
    Es una pena que acabe, pero todo lo que empieza debe acabar........T^T pero igual siempre fue un gusto leer esta historia. Nos vemos....:3

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  9. Dios que cosas, todo ese dolor por el que paso Yunho, ahora entiendo por que las personas se hacen como se hacen. Creo que han pasado por tantas cosas que solo espero se queden juntos.

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  10. Lloré .. y odie a Jaejoong!! ... para mi el ángel era Yunho... lo sentí tan desprotegido y perdido... Jaejoong no se merece a Yunho... definitivamente... espero que cosas buenas le pasen a Yunho y también a Jaejoong... sobre todo que puedan ser felices... Yunho pensaba mucho en la felicidad de Jaejoong creo que es momento de que cosas buenas le pasen a él

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  11. Despues de mucho vuelve y nos dejas en shock...imaginaba que se habían conocido lo s tres antes
    me gusta mucho saber que paso.
    Ahora que ya sabemos una parte creo que Jaejoong no fue tan buen amigo porque el nunca supo el infierno que vivía Yunho y lo que me deja muchas dudas es por que beso a Yunho si no tenia sentimientos por el.
    Quiero saber si realmente amo a Yunho o solo fue un reflejo del cariño que le tuvo cuando eran humanos?
    Siwon debió ser el angel guardián de uno de ellos el conocía a Yunho de todos modos.
    Siento que ahora le toca a Jaejoong salar eso que los unio en su vida pasda y en la actual...Yo si quiero que queden juntos YJ♥

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  12. Omg!!! Odie a Jaejoong è.é disque amigo de Yunho leda esperansas y luego lo deja como si nada hubiera pasado ....
    Yunho sufrio mucho y tuvo unos malditos bastardos por padres ...el solo queria cariño y amor u.u pero al parecer se enamoró de la persona equivocada Jaejoong no merece su amor >. < lloré cuando Yunho se compro su moto que con tanto esfuerzo y dias sin comer solo para poder llevar a JJ a su casa y a si pasar un tiempo juntos pero en cuanto Min se apareció con su auto JJ enseguida corrio asia el fue muy cruel aunque creo que fue amigo de Yunho solo por lastima ..porque los amigos verdaderos te ayudan y te apoyan en todo y sobretodo estan ahí cuando los necesitas y no te dejan en cuanto ven algo mejoror (?) No me gustó la actitud de jj
    Yunho sufrio mucho y nadie supo conprenderlo y por eso hizo todo eso u.u pero al final se arrepintió y su amor por jj fue mas fuerte ..aunque fue demasiado tarde
    Bueno yo pienso que el que no merece el amor de Yunho es Jaejoong al parecer el destino no los quiere juntos y aunque Yunho hizo cosas malas no fue su culpa el vivió atormentado prácticamente desde que nació ohhh~~ es tan triste
    es jae el qt no merece el amor de Yunho !!!
    por cierto odie mas aun la madre de Jae e.e esa pinche vieja solo lastimo mas Yunnie

    Buen la espeea de un mes valió la pena ;) me encantó el cap .. aunque llore TwT
    gracias por compartir el fic ..espero el final con ansias :)

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  13. Pobre de Yun......su vida fue un desastre, las personas que mas debían amarlo lo aborrecían y Jaejoong fue como una luz en su mundo de oscuridad, como su esperanza.....la única persona que lo hacia sentirse querido.
    Fue cruel lo que Jae le hacia inconsientemente. Yunho le daba todo de el, hasta lo que no tenia, todo todo porel, y Jae lo cambiaba o lo dejaba de lado...ni siquiera en el funeral de su padre pudo acompañarlo, eso se me hizo lo mas feo de todo, se supone que era su amigo......
    Creia que Yunho solo estaba obsesionado por Jae al no poder tenerlo, pero viéndolo bien, veo que no es asi, su amor si era sincero, un amor de verdad, lastima que Jaejoong no lo haya visto.
    Se me hizo raro lo de los besos en la azotea, puede ser que Jaejoong si hubiese llegado a sentir algo por Yunho?...solo que no lo quería aceptar?----ya que todos le decían que Yunho no era un amigo adecuado para el.
    En si creo que Yunho fue el que mas amo, tanto en su vida humana como en su vida como demonio, en las dos quiso tener a Jaejoong, y quiso ser egoísta, pero su amor por el pudo mas, el deseo de que Jaejoong fuese feliz aunque no sea con el pudo mas.
    Jaejoong en la vida como angel si se llego a enamorar de Yunho, aun habiendo conocido a Changmin, por eso me pregunto que hubiese pasado si Jaejoong no moria, si tal vez hubiese visto de otra forma a Yunho, si compartiron esos besos, algo habia ahi, tal vez algo mas adelante podia sentir, pero no se le dio la oportunidad.
    Ademas de que haria falta saber que era lo que pasaba por la mente de Jaejoong, ya sabes que es lo que sentia Yunho, pero no sabemos que era de Jae.
    En conclusion sospecho que Jaejoong si sentia algo por Yunho, pero trataba de convencerse de que no lo hacia
    Creo que ya es momento de que se den una oportunidad ellos, claro la lucha de Jaejoong debe seguir, creo que debe sufrir un poquitin en compensación a lo que sufrio Yunho en vida. Yunho se merece el amor de Jae y Jaejoong tienen el derecho de hacer feliz a Yunho...y que los dos sean felizces, creo que ya les toca, tuvieron que pasar dos vidas?----humana y espiritual, y el amor siguio-
    Perdona por el desorden de las ideas, pero es que lo lei ayer y no tengo muy claro el orden de lo que queria decir. Solo que bueno Jae no era un angel y como todo ser humano se equivoca y si lastimo a Yunho ahora es cuando puede retribuir el amor.

    Gracias.

    Queria decir mas, pero perdi el hilo.

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  14. uffff, fue un capítulo muy triste y desgarrador... el maltrato tan tremendo que sufría Yunho con su madre, quemándole las manos por unos juguetes..... fue desgarrador eso. y cómo no volverse un ser oscuro y sin fe después de todas estas vivencias ??? Yunho fue una víctima de las circunstancias.... su único pecado fue nacer... de ahí en más fue maltrato y desamor toda su vida. no entendí por qué Jae no se enamoró de ese Yunho necesitado de amor... pensé que eran dos mitades de un todo.. pero solo Yunho sintió amor... después de muertos , Jae sí logra enamorarse del demonio, pero al principio de la historia estaba irremediablemente atraído por Min... veremos cómo siguen estas almas en pena y si podrán tener su final feliz.
    gracias por el mega capítulo. me encantó y sí entendí lo de las fechas... un toque muy bueno en la escritura al mencionarlas.
    hasta el próximo capítulo

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  15. Por favor que tenga un final feliz :(

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  16. Mi amor en esta historia está eternamente con Yunnie... Jae puede ser todo lo bueno que quieras, pero viendo bien friamente la historia fue un mal amigo, hizo lo que suelen hacer los niños chiquitos, cambiar lo conocido por la novedad, no digo que sea malo, pero lo mas justo es que hubiera mantenido la amistad de ambos, siento que a Yunho si lo discriminó un poco y aunque no justifico su pacto con el coludo y todo lo demás el pobre de Yun estaba tan solo y Jae fue muy ciego, asi que es justo que ahora sufra un poquito y lo busque (y se de cuenta que quien lo amó realmente desde siempre y con todos los tipos de amor habidos y por haber fue Yunho), espero que el final sea hermoso sobre todo para él. Y con respecto a las fechas nunca he entendido que tiene de malo el 4 en Corea Jae nació el 4 de Febrero del 86 y lo adoptaron el 26 de enero del 90, pero le celebran esa fecha como su fecha de cumple, no se, yo entiendo que sea una fecha simbólica, pero al mundo llegó el 4 de Febrero... y Yun apenitas 2 días después y son tan extremadamente distintos.
    En fin los amo a los dos, como digo siempre, que viva el YunJae! juntos, separados o revueltos siempre los voy a querer.
    Hasta el próximo y por fisssss piensa en un EPILOGO ¿si? gracias ^^

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  17. waaa como llore con este capitulo
    todo cobra sentido ahora estoy tan triste!!!!!!
    me encanta como escribes sigue adelente.

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  18. Diooosh qur capitulo!!!
    La vida de yunho fue tan triste, esta vez lo lograste, me has hecho llorar con este capitulo...
    Lo unico que puedo pensar es que changmin fue desafortunado al final quedo manchado por los celos de yunho, aunque es un tanto comprensible la forma de actuar de yunho, suendo jj el unico que le demostro amor en la vida era algo logico que lo quisiera para el
    Aaah que emocion ya casi acabo de leer esta historia
    Bueno a seguirle n.n

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  19. Se descubrieron muchos misterios en este capítulo, y uno de ellos era la conexión entre Changmin, Jaejoong y Yunho :c Ay Yunho, la has pasado tan mal desde un principio como para seguir sufriendo en la muerte T^T parece como si el amor le fuera negado para él eternamente ;;
    Su historia es tan triste. Creció en el maltrato, y cuando vio una pequeña luz de cariño ante sus ojos, este poco a poco se le escapa T.T Si hubiera expresado sus sentimientos sin temor a nada quizá la historia sería otra... quizá.
    Pero como es el destino, que les volvió a dar una segunda oportunidad en la otra vida pero poniendole un sin fin de dificultades, ahí es donde se vería la gran magnitud de su amor, uniendolos a pesar de que sus mundos sean tan opuestos.
    waaa, autora-ssi, si su propósito era hacernos moquear, dejeme decirlo que lo ha conseguido T.T/ por lo menos conmigo sí! hay veces en que amo leer sufrir a Yunho pero, esto fue desgarrador ;_;
    Gracias por regalarnos tan bello capítulo, en verdad gracias! ahora voy por el siguiente... ya estoy preparada emocionalmente para el que sigue... eso espero...



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  20. Pobre Yunho que fea y triste vida llevaba, pero a pesar de ello aprendió a querer aunque en esa vida no fue correspondido, estando en el infierno si...
    Gracias

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