Lady Marmalade - Novena Entrega

Novena entrega

"¿No estás de acuerdo? Pues lo siento, ese es tu problema,

Voy a seguir jugando el mismo juego"

—Lady Marmalade

E

sa noche Yoochun recibió una visita inesperada.

Un hombre de apariencia misteriosa se le apareció antes de que ingresara al Bateau-Lavoir y lo condujo al sótano de un edificio no muy lejos de allí, donde también estaban otros hombres, que lucían exactamente iguales al primero.

Yoochun se extrañó pero no se asustó. Él era un tipo fuerte y ser guardaespaldas por tantos años le había dado un espíritu de acero.

—¿Usted trabajaba para Kim Jaejoong? —Sin siquiera presentarse, uno de los hombres, que supuso era el líder, le pregunto.

—Si… —Yoochun respondió con algo de cautela. Ya podía intuir de que se trataba todo esto.

—Bien, voy a ser lo más directo posible. Buscamos a Kim Jaejoong y también a su padre. Como sabemos que no quedo en muy buenos términos con él, creemos que quizá nos quiera colaborar en nuestra búsqueda…—El hombre se detuvo. —Así que dígame ¿Cuánto le ofrecemos?

Yoochun frunció el ceño. —¿Cuánto me ofrecen de qué?

—De dinero, por supuesto. Queremos matar a dos pájaros de un solo tiro por lo que necesitamos tener al Señor Kim junto a su hijo, lo más rápido posible. Por lo tanto necesitamos su ayuda, ya que usted fue su sirviente por más de diez años.

Mordiéndose el labio, Yoochun comprendió al instante quienes eran esos tipos y que eran lo que querían. Miro hacia abajo, debatiéndose internamente si debía aceptar o no. Duro así unos minutos hasta que su raciocinio llego a la solución más certera, poniendo en riesgo incluso su moral y lo más importante que tenía:

Su fidelidad.

—Está bien, comprendo. Pero si voy a hacer esto, créame que lo que menos quiero es dinero. No se trata de eso.

El hombre curvo una sonrisa ante sus palabras y Yoochun solo se mantuvo firme, convenciéndose que quizá ese sería el mejor remedio para la complicada familia Kim.

..

Junsu miró un poco extrañado a su amigo Yunho quien estaba inusualmente ansioso, golpeando con sus dedos la mesa en el cabaret Molino rojo. Yunho le había contado todo lo que le había dicho Lady Marmalade y le contó también que no volvería a tratar con ella, por lo que era bastante contradictorio que ellos estuvieran ahí en ese momento.

—¿Puedes volverme a explicar por qué estamos aquí? —Junsu le preguntó pero Yunho ni siquiera pareció prestarle atención. Su mirada estaba fija en la puerta principal como si estuviera esperando a alguien.

Luego, sin previo aviso, Yunho se levantó como alma que lleva el diablo y fue directo hacia la entrada. Junsu levanto su cabeza, queriendo verificar a quien con tantas ansias esperaba. Y sus ojos se sorprendieron un poco al ver a Kim Jaejoong; aunque honestamente y viendo lo extraño que se había comportado Yunho aquel día en que se había llevado a Jaejoong a su habitación, ya ni se le hacía tan raro.

El moreno llegó corriendo hacia Jaejoong pero de pronto se quedó estático a unos pocos pasos de él. Jaejoong le dedico una mirada pero luego se volteo, ignorándolo completamente.

—Espera— Yunho se le atravesó, bloqueándole el paso. Jaejoong quiso alejarse pero Yunho no se le permitió ¿Ahora que quería?

—Espérenme en el balcón —Jaejoong les dijo a su guardaespaldas y ellos le obedecieron, dejándolo a solas con Yunho. —¿Qué quieres?

Yunho no sabía cómo comenzar. Ni siquiera sabía porque hacia lo que iba a hacer. —Tienes que escucharme, tengo algo que contarte.

—Bien, ¿Qué es? —Jaejoong se veía extremadamente serio. Ni su sonrisa socarrona de siempre hacia amago de querer aparecer.

Yunho exhaló. —Tienes que alejarte de ella.

—¡Ah! —Jaejoong exclamó fastidiado, rodando los ojos. De verdad esto ya lo estaba cansando. Pensó que Yunho tendría algo más importante que decirle en vez de continuar con sus típicas peleas de siempre.

Sin ganas de involucrarse en otra discusión sin sentido, Jaejoong estuvo dispuesto a irse pero Yunho de nuevo no se lo permitió. —Espera, no es lo que crees.

—¿Entonces que es Yunho?

—Es que ella no te conviene.

Jaejoong puso una mueca de incredulidad. —¿Ahora será tu nuevo táctica para alejarme o qué?

—No, lo estoy diciendo en serio. Ella solo quiere tu dinero, solo quiere exprimirte porque sabe que tu estas muy interesado en ella y tienes mucho dinero que ofrecerle.

Jaejoong se mordió la boca. —¿Cómo sabes eso?

—Porque ella mismo me lo dijo.

—¿Y cuándo, si ayer estuve con ella?

—¡Eso no importa Jaejoong! Lo importante es que te debes alejar de ella, porque no resultara.

—¿Y que es que acaso eres mi defensor o qué? ¿Por qué incluso te importaría esto? A no ser que me quieras fuera del juego, claro está.

—Por favor, Jaejoong a mí ya no me importa ella. —Yunho le dijo y luego se calló, pensando si había sido prudente revelarle eso.

Jaejoong lo miró fijo. —¿Cómo? ¿Eso quiere decir que te rindes?

Yunho respiró profundo, dejando su orgullo ir. Era un poco humillante dejar la batalla que había formado de esa manera, pero en realidad él ya no quería esto más. Ya se había cansado. Y si rendirse ante Jaejoong era la única forma de salir de esta tonta guerra, entonces lo tendría que hacer. —Sí, ya no estoy dispuesto a seguir esto contigo. Renuncio.

Jaejoong se quedó un momento sin habla. “¿Yunho ya no…? ¿Esto significa el adiós?” Le entro un miedo de repente, sintiendo que todo lazo que tenía con Yunho se esfumaba en un instante. Lo más lógico es que él estuviera celebrando por haberle ganado al insolente de Jung Yunho y por haber llegado finalmente a la resolución de este conflicto. Pero ahora él no quería, no quería que terminara. Por mi contradictorio que sonara él quería seguir en esta disputa con Yunho, si eso significaba seguir viéndolo.  

Porque aunque Jaejoong no lo entendiera, ver a Yunho de alguna forma extraña lo satisfacía.

—Pero no puedes hacer esto…—Jaejoong manifestó confuso. Su boca ni siquiera conectaba con su cerebro.

—¿Por qué no?¿No era esto lo que querías?

—S-si… ¡Pero no aun!

—¿Qué? —Ahora Yunho era el confundido.

—No te puedes rendir así como así.

—Pero lo estoy haciendo, por eso es que he venido a decirte todo esto sobre ella, porque ya no me interesa más.

Jaejoong no lo podía creer. Se llevó una mano a la cabeza, tratando de desmenuzar lo que Yunho le decía. —Bien y si ya no te importa más este asunto ¿Por qué me vienes a decir esto de que ella solo esta tras mi dinero?

—Porque aunque no lo creas Jaejoong, yo tengo corazón, y no me gusta cuando una persona se aprovecha de otra solo por su dinero.

—Pero eso no te incumbe.

—Pero lo hace.

—¿Por qué? —Jaejoong inquirió queriendo saber las razones del porque Yunho actuaba tan amablemente con él. Realmente se le estaba haciendo extraño eso. Las últimas veces que se habían visto, Yunho lo había ayudado sin ninguna explicación aparente. ¿Por qué? —Creo que este paso del odio a esta extraña amabilidad es más que sospechosa. No te creo tus buenas intenciones Yunho, ni tus consejos.

—Bueno al menos yo no fui el que comenzó a besarme en un callejón. Eso es aún más extraño; hacer eso con el que consideras tu peor enemigo ¿No lo crees?

Jaejoong al instante soltó un soplido de frustración y se cruzó de brazos, no dejando que se notara lo nervioso que se estaba poniendo. —No sé de qué beso me estás hablando, yo nunca besaría a otro hombre… —Hizo una pequeña pausa. —Además, yo nunca besaría a un muerto de hambre como tú ¿A quién le cabria en la cabeza que yo sería capaz de hacer eso? Hasta me das asco.

Ante sus palabras, Yunho mordió fuerte sus labios, sintiendo como la sangre le inundaba su cabeza. Normalmente, él se hacia el sordo a los comentarios hirientes de Jaejoong pero esta vez inexplicablemente algo le calo. Fuerte y profundo. —¿Ah sí? Pues sabes que, yo tampoco besaría por iniciativa propia a alguien como tu… tan presuntuoso y altanero. Siéndote sincero, es el peor beso que me han dado en la vida.

Yunho remató y sonrió cuando vio a Jaejoong bajar la cabeza, derrumbando poco a poco la imagen segura que había querido proyectar. Observándolo con una mirada que Yunho no supo descifrar, Jaejoong se marchó hacia su balcón y Yunho se quedó de pie en el lugar, no entendiendo como debía sentirse.  Sin nada más que hacer, él regreso a su asiento y se sentó con un semblante inquieto en su rostro.

Junsu notó eso. —¿Y?

—¿Puedes creer que no me creyó lo de Lady Marmalade? ¿Por qué ese hombre es tan terco, eh? —empezó Yunho completamente enojado.

—¿Y por qué le dijiste eso?

—Porque quería ayudarlo. Pero ya me di cuenta de que con ese hombre no se puede ni hablar. ¡Dios! Es tan insoportable.

Junsu se relamió los labios —¿No crees que estas tratando de ayudarlo más de la cuenta? De lo que me has contado, que día lo salvaste de un posible secuestro, luego lo ayudaste cuando estuvo borracho merodeando por las calles y ahora esto. No se tu pero a mí me parece muy sospechoso que lo quieras ayudar tanto, considerando que hace unos días lo detestabas con todo tu corazón.

—Bueno Junsu, quizá me di cuenta que no tiene sentido pelear contra él, y me estaba tratando de redimir ¿Hay algún problema con eso? ¿Tú también me vas a recriminar mis acciones?

—No pero quizá te estoy ayudando a comprender porque realmente lo haces.

Yunho arrugó las cejas. —¿Qué quieres decir?

—¿No será que Kim Jaejoong te agrada más de la cuenta?

—Obvio que no me agrada Su, solo que…

—¿Qué?

El moreno se removió inquieto, no entendiendo ni a sus propias razones. —No lo sé Su, tal vez me di cuenta de que él tiene algo que me hace querer ayudarlo. Él se ve algo indefenso, desamparado…

Y Ahora Junsu era el perdido. —¿De que estas hablando?

—¡No lo sé Junsu! Tal vez la historia que nos contó Yoochun sobre él me conmovió. Aunque no lo muestre, parece alguien muy débil en su interior.

—¿Y ahora esa es tu nueva misión? ¿En vez de arruinarle la vida lo vas a ayudar?

—Lo era pero ahora sé que es más fácil mover una montaña que tratar de razonar con ese ricachón estúpido. —Yunho volvió a espetar con desprecio, aun enojado por la conversación anterior.

Junsu exhaló fuerte y miro a los ojos de su mejor amigo. No podía engañarlo, no a él. Tenía que llegar al fondo de todo esto. —Dime algo Yunho, ¿Has sido completamente honesto conmigo?

Yunho lo volteo a mirar. —Sí, ¿Por qué?

—Porque creo que me estas ocultando algo. Algo que pasó entre Jaejoong y tú.

Pasaron unos segundos, tal vez minutos. Yunho recostado sobre sus antebrazos en la mesa con sus ojos puestos en esta, no queriendo fijar su mirada en la de su amigo. Pero luego se armó de valor. —Bueno Junsu te lo voy a decir pero prométeme que no me vas a juzgar.

—Te lo prometo. —Junsu le dijo, algo preocupado de que fuera algo malo.

—Bien, —Yunho empezó —La noche en que me encontré a Jaejoong borracho en la calle, algo paso, algo que él inicio. —Hubo una pausa. Junsu con la curiosidad a flor de piel. —Lo acorrale a una pared y luego él me empezó a decir cosas muy raras, como que me envidiaba y que deseaba ser como yo. —tomó una bocanada de aire. —Luego me beso y después yo lo volví a besar.

Junsu se quedó callado.

—Nos besamos bastante tiempo, hasta que los dos nos rendimos y nos separamos. No supe que lo impulso a hacerlo, por la borrachera supongo, sin embargo era demasiado extraño. Yo tampoco sé porque lo hice…pero fue tan intenso que sentí como si toda la rabia que sentía por él, la pudiera desahogar en ese beso. Fue como si quisiera atacarlo de esa manera, desasiéndole la boca.

—¿Y…que paso después?

Yunho lo miró. —Nada. No hizo nada más. Cuando le confronte la mañana siguiente, él me dijo que no sabía de qué estaba hablando. Lo ignoro por completo.

—Pero por algo lo debió haber hecho. Uno no besa así porque sí.

—Eso es lo que me he estado preguntando todo este tiempo desde que paso. Jaejoong… ¿Sera que él…?

—¿Y tú que es lo que piensas Yunho? —Junsu le interrumpió de repente, encarándolo.

—¿Qué podría pensar?

—No sé, ¿Querer volver a repetir eso?

Junsu observó como Yunho se apretó fuertemente los labios y alejó de nuevo la vista, una maña que Yunho siempre hacia cuando la respuesta era un claro “si”. Junsu entonces se dio cuenta que si Yunho no quería reconocer lo que sentía, entonces él lo tenía que impulsar.

—Bien, Misterio resuelto. Te gusta Jaejoong, fin.

Yunho lucio perdido. —N-no, ¿Qué?

—Bueno Yunho, tu relación con Jaejoong es de todo menos normal. Ósea me refiero que aunque se odien la tensión siempre está presente. Y yo que te conozco desde hace muchos años, sé que te encantan los romances así. Prohibidos y llenos de emoción. —el castaño se detuvo para tomar un poco de aire. —Y si Jaejoong te beso fue por algo. Y aunque hubiera estado ebrio, es porque estando en sus cinco sentidos no se hubiera atrevido a hacerlo. Tal vez él también este confundido igual o más que tú.

Yunho lo miró perplejo. Algo ofendido también. —Junsu, Nunca podría gustarme alguien como Jaejoong. Jamás ¿Oíste?

—No se Yunho, del odio al amor solo hay un paso… —Junsu murmuró al aire mientras tomaba entre sus manos las bebidas que por la conversación habían quedado olvidadas.

Y destapando una de las cervezas en la mesa, Junsu observo como un muy consternado Yunho aún no salía de su shock por descubrir que estaba atraído por el Ricachón idiota de Kim Jaejoong. Claro, Yunho aún no lo admitía pero Junsu estaba convencido que su amistad de años, le había dado las herramientas suficientes, para saber lo que pensaba, sentía y como iba a actuar su amigo. Si Yunho ya se había atrevido a declararle la guerra a alguien como Jaejoong, Junsu estaba convencido que nada lo detendría de declararle ahora el amor a Jaejoong.

Claro a menos de que fuera él mismo el que se detuviera.

Yunho se quedó un momento meditando las palabras y abruptamente estrelló su cabeza contra la mesa, luciendo completamente derrotado. No había otra explicación, Junsu había perdido la cabeza. Las cosas no podían  dar un giro de 180º grados así como así. Según la lógica de Junsu, no solo ya no estaba interesado en pelear contra Jaejoong, ¿Sino que ahora resultaba que le atraía? Dios, Yunho no entendía cuando todo esto empezó a tener lugar. Todo sucedió tan rápido. 

—Estás loco y creo que yo también me voy a volver loco. —Dijo rato después tomando un gran trago de su cerveza.

—¡En esta noche quiero invitar al escenario a mi Buen amigo Jung Yunho! —Escuchó a alguien exclamar desde la tarima y se dio cuenta que era Lady Marmalade, quien lo esperaba con los brazos abiertos. Se sintió confundido, ya que el sintió que había dejado las cosas claras con ella la noche anterior. Ahora, ella con su sonrisa de siempre e invitándolo al escenario, parecía como si hubiera olvidado totalmente su conversación.

Yunho vio a todos los comensales mirarlo y de repente la luz del reflector lo iluminó, pero él se marchó, decidido a no darle gusto a su invitación. Preocupada, ella se bajó del escenario yendo tras él. Desde su balcón, Jaejoong también observo toda la escena, confundido al igual que todos de que Yunho le hubiera negado la petición a Lady Marmalade.

Quizá Yunho decía la verdad, quizá él ya no está interesado en Lady Marmalade: fue lo que se le paso por la cabeza a Jaejoong en un segundo.

—¡¿Yunho a dónde vas!? —Ella se le aproximó, mostrando su gran sonrisa.

Yunho no entendía nada. —Pensé que estarías enojada por lo que paso ayer. Y pensé que notarias que yo también me enoje.

Ella hizo una mueca. —¿De qué hablas? —le preguntó risueña.

—Tiffany, no creo que sea bueno que nos volvamos a ver. Ayer me dejaste mucho que desear con lo que me contaste.

Ante eso ella quitó su careta y su semblante se volvió serio. Sus ojos deslumbrantes lo observaron fijo. —Aun no entiendo que te molesta de eso, si en vez de afectarte, te beneficia.

—Pero no me quiero beneficiar a costa del dinero de alguien.

—¿Y eso que importa? —Ella se burló —Es de Kim Jaejoong de quien estamos hablando. El hombre que tanto detestas.

—Pues así le deseara la muerte yo no sería capaz de colgarme de su dinero. Yo no soy así, lo siento.

Él se dio media vuelta y de inmediato la chica se colgó a su brazo, reteniéndolo. —Yunho, ¿Vas a dejar que esta tonta pelea entre nosotros nos separe? ¿Arruine lo que tenemos?

Yunho arrugó el entrecejo. —Nosotros no tenemos nada, Tiffany. Solo somos amigos…

—¡¿Pero cómo me dices eso?! ¡Tú me estabas coqueteando! —Ella se desanclo de su brazo y empezó a gritar. La ira subiéndosele a la cabeza.

—Sí, pero me di cuenta de que quizá no es bueno estar contigo. —él se trató de zafar de la situación, no queriéndole revelar las verdaderas razones del porque le había estado coqueteando tan insistentemente.

Tiffany lanzo un bufido, no pudiéndolo creer. Ella era la más apetecida cabaret del lugar ¿Por qué Yunho la rechazaba así? —No estas cayendo en cuenta lo que estás haciendo ¿Cierto? Muchos hombres desearían si quiera que yo les volteara la mirada y ahora tú, a quien me estoy ofreciendo en bandeja de plata, vienes a rechazarme como si nada ¡Un pobretón como tú!

—Espera, espera —Yunho alzó su palma —No voy a permitir que me insultes.

—¡Es que tú me estas ofendiendo a mí! ¡Nadie me ha rechazado nunca! ¡Nadie! ¡¿Oíste?!

Yunho la observaba incrédulo de estar viendo a la misma mujer con la cual había estado tratando todo este tiempo. La misteriosa y seductora chica… no se parecía en nada a la Lady Marmalade que ahora se encontraba dando alaridos en frente de él.

—¡¿Quién es la perra, eh?! ¡¿Me estas dejando por otra, cierto?!

Yunho se perdió por un momento. —¿Qué?

 

—¡¿Quién es?! ¿Es mejor que yo? No, eso no puede ser…porque nadie es mejor que yo. ¡Yo soy la mejor cabaret de este lugar, y de esta ciudad, y de esta país, y de toda Europa incluso!

La chica había perdido totalmente la cabeza. Estaba alterada, furibunda, con una actitud que Yunho nunca le había conocido. —Tiffany, cálmate, cálmate. Estas perdiendo los estribos. —Yunho la sujetó de los brazos, intentando con eso controlarla así fuera un poco.

—Es que Yunho, tu no entiendes…—Inesperadamente ella bajo el tono de su voz, escondiendo su cabeza en el proceso —Yo de verdad desarrolle sentimientos por ti, tú me enamoraste con tu personalidad. ¡Yo te amo!

“Oh dios” Yunho pensó en su cabeza. Esta mujer había ido demasiado lejos. Ni había pasado tanto tiempo desde que se habían conocido, y ella ya le declaraba su amor verdadero. Debía tener graves problemas, eso no era normal. Su actitud no era normal. 

—Tiffany, lamento que hayas creído otra cosa pero yo ya no estoy interesado en ti. Nosotros ni siquiera comenzamos una relación y honestamente no se de lo que estas hablando.

—Me llamo Shim Mi young.

—¿Qué? —Preguntó desorientado. Ya se estaba comenzando a asustar de los cambios repentinos de esa mujer.

—Que mi nombre verdadero es Shim Mi young. ¿Te acuerdas que te dije que si me obtenías te diría mi verdadero nombre? Pues ya me tienes Yunho, ya soy tuya.

Ella se abalanzó a abrazarlo pero él la empujo levemente, manteniéndola lo más lejos posible de su cuerpo. Ahora estaba completamente seguro que la decisión que había tomado había sido la mejor, no pasaría ni un minuto más al lado de esta demente.

—Tiffany, estas llevando esto muy lejos. En serio.

—¡No me dejes! ¡No me dejes! —Comenzó a llorar. Sus lágrimas llevándose por delante su elaborado maquillaje. —Yo de verdad siento cosas por ti Yunho, podemos ser felices…con el dinero de Jaejoong.

—Lo siento, me estas comenzando a asustar y creo que es mejor que te alejes de mí.

—¡No! —Dejando de sollozar, ella volvió a sujetar fuerte su brazo, con un penetrante destello amenazante en sus ojos. —Yo no voy a alejarme de ti, Yunho. Quizá eres tu él que te quieras ir, pero de ti no te vas a zafar tan fácilmente. No dejare que la puta por la que me estas dejando, se quede contigo.

—¡Suéltame!

Zafándose de una vez por todas de sus garras, él salió corriendo hacia la salida del lugar, sin atreverse a mirar atrás. Eso había sido ligeramente aterrador a decir verdad y siendo sincero, nunca se imaginó que ella pudiera tener una reacción de ese tipo. Ella siempre había sido tan majestuosa, tan compuesta, tan intocable…tan diferente a la desquiciada chica que había sido hace tan solo unos segundos. 

Cuando hubo llegado a la calle, Yunho levanto su cabeza y trató de inhalar algo de aire fresco para calmar a su mente. Repentinamente la cara de Jaejoong se le presento; y ahora habiendo experimentando el verdadero “Rostro” de Lady Marmalade, estuvo más que motivado a no dejar que Jaejoong estuviera con semejante loca. 

Aunque no entendiera ni a su propia razón de porque iba a hacer eso.

..

Entre sus sabanas color satín negro, Jaejoong daba vueltas queriendo conciliar el sueño luego de haber pasado algunas horas en el cabaret. Se encontraba en una crisis emocional y todo debido al maldito de Jung Yunho.

La cuestión de su supuesto beso la noche en que deambulo borracho en las calles de Mortmartre, no dejaba a Jaejoong dormir bien, ni comer bien, ni pensar bien. Por más que quisiera borrarlo, las imágenes aun confusas pero lo suficientemente convincentes pasaban en su mente, haciéndole recordar incluso como sabían los labios del hombre al que hace menos de una semana odiaba con todas sus fuerzas.   

—¿Ah sí? Pues sabes que, yo tampoco besaría por iniciativa propia a alguien como tu… tan presuntuoso y altanero. Siéndote sincero, es el peor beso que me han dado en la vida.

Aquellas palabras habían impactado profundo. Sin si quiera permitirlo, habían dolido demasiado y no entendía porque.

Ese beso, ese maldito beso… ¿Qué fue lo que lo impulso a hacerlo? No lo sabía con certeza. Pero lo que si sabía es que la idea de recaer ante un hombre lo asustaba; mas porque él sabía que podía ser débil y fácilmente podía rendirse ante él.

Aun así y aunque lo más racional seria alejarse, eso tampoco era una opción. Si tan solo con escuchar decir de los labios de Yunho “me rindo” el corazón de Jaejoong sintió un pequeño estrujón, no se imaginaba que pasaría si eso se volviera una realidad. Y claro, aunque antes hubiera dado el cielo por oírle decir esas palabras de derrota, ahora con lo que comenzaba a sentir, prefería estar por siempre en esa disputa tonta con él antes que dejarlo ir para siempre.  Pero entonces volvía al mismo circulo, si no rompía el lazo que lo unía a Yunho, entonces la atracción por el artista incrementaría a limites donde ya no lo podría manejar.

Jaejoong suspiró cansado, fuera cual fuera la decisión que tomara, ambos caminos lo afectarían de una manera u otra.

—Debo alejarme de Yunho. —Jaejoong afirmó y llego a la conclusión luego de haber estado pensando y repensado en el mismo tema. No había otra solución, eso era lo mejor que podía hacer por él. Si lo dejaba de ver, los recuerdos de su beso y su aparente atracción hacia él desaparecerían, y  podría seguir su vida tal como la había estado viviendo estos últimos años.

“¿Y lady Marmalade?” su mente de pronto preguntó como si hablara consigo mismo. Y Ahí estaba el otro problema. 

Honestamente lo que le había dicho Yunho acerca de ella, le importaba muy poco. Después de todo, él no sentía un apego emocional hacia la mujer por lo que la supuesta noticia de que ella se aprovechaba de su dinero no le había movido ni un pelo. Aun así, tenía que estar precavido puesto que una mujer interesada podía ser tan peligrosa como el veneno de una serpiente. Pero bueno, de todas formas, si ella accedía a estar con él (así fuera solo por su fortuna) entonces eso contaría como una victoria y tendría finalmente la aprobación de su padre. Esa aprobación que tanto había soñado.  

—Si me debo enfocar en eso —Dándose ánimos, Jaejoong dio una vuelta en su cama y ya con la mente un poco más limpia, se dispuso ahora si a recuperar el sueño que se había quitado al pensar en esas estupideces. Jaejoong realmente no pensaba en su felicidad personal, eso desde hace mucho tiempo había sido dejado en un segundo plano.

..

Nota: Sé que muchos estaran confundidos por el dilema del padre de jaejoong y la familia imperial y todo eso, pero no se preocupen, eso se ira aclarando conforme avancen los capitulos.

Y respecto a Lady Marmalade...pues veran quien resultara mas peligroso, si ella o su hermano. 

Y hablando de capitulos, en un principio planee que el fic tendria como 10 capitulos pero al parecer mi imaginacion dio para mas, asi que en total seran 20 capitulos, por lo que hay fic para rato. 

Dejen sus opiniones porfa :D