Hyung:
Segunda parte
Y
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unho intentó prestar atención en la junta de
negocios que los administrativos estaban teniendo en la compañía pero por más
que trataba, el pensamiento de Jaejoong aquella noche en la cocina lo mantenía
desconcentrado. Es que simplemente no le hallaba ningún sentido a su
comportamiento, ni a las palabras que dijo.
Sinceramente estaba muy confundido.
—Señor, que pena interrumpirlos, pero tiene una
llamada urgente.
La secretaria del señor Kim se asomó de repente por
la puerta. Ella sabía que al señor Kim no le gustaba que lo molestaran cuando
estaba ocupado, pero esta vez el motivo de su interrupción era importante.
—Señorita Kwon ahora no, estamos en una junta.
—Pero es urgente señor, se trata de Jaejoong.
A la mención del nombre, Yihan, quien estaba
escribiendo en unos papeles levantó su rostro alarmado mientras que Yunho
arrugó el entrecejo pensando que era eso tan grave que involucraba a Jaejoong.
—¿Qué paso con Jaejoong? —Pregunto Dakho, esta vez más
preocupado.
—Solo sígame —la secretaria le señalo con un dedo.
Excusándose a los demás con una reverencia, el
mayor salió de la oficina a atender la llamada. Yunho se quedó en su lugar y
echo una ojeada a Yihan. Este se veía notablemente inquieto, luchando consigo
mismo para no levantarse e ir detrás del señor Dakho.
Luego de unos minutos, el señor Kim fue el que se asomó
por la puerta, llamando con su mirada a Yunho. Levantándose para atender el
llamado, Yunho salió de la oficina, sin percatarse como Yihan no le quito la
vista de encima.
—¿Qué paso señor? —Preguntó una vez que estuvo
fuera del salón de reuniones.
—Me llamaron de la escuela…al parecer Jaejoong no
asistió a las clases del medio día.
Yunho frunció las cejas. —¿Ya llamo a la casa?
—Sí, pero la señora Young Mi dice que no está allí.
Su celular tampoco contesta. Al parecer se escapó de la escuela en la segunda
hora.
Yunho se llevó una mano a la cabeza, analizando.
¿En dónde podría estar metido?
—Yunho necesito que te hagas cargo de esto. —Dakho
le dijo con toda la seriedad del mundo. —Yo no puedo salir ahora, estoy en
medio de una junta. Necesito que vayas a buscar a Jaejoong.
—¿Yo? —Yunho abrió los ojos. —¿Pero en dónde?
—No lo sé ¿A dónde se escapan los chicos a esa
edad?
Diablos, podría ser a cualquier sitio. En primer
lugar, Jaejoong no era el típico chico de su edad y en segundo lugar, buscar un
muchachito quinceañero en la ciudad de Seúl ¡Era como buscar una aguja en un
pajar! No, no lo podía hacer. Yunho sabía que en el momento que acepto ese trabajo,
se comprometió a cumplir lo que fuese que le ordenaran, pero lo que el señor
Kim le solicitaba esta vez, era casi imposible. —Lo siento señor, pero yo no me
siento en capacidad de…
Y antes de que terminara, Yihan salió de la sala de
reuniones, corriendo hasta donde estaban ellos. —Disculpe que me entrometa
señor pero… ¿Qué le paso a Jaejoong?
Yunho lo miro de reojo ¿Y ahora a que venía?
—Parece que se escapó de la escuela.
—¿Enserio? —A Yihan casi se le sale el corazón.
—Sí, pero no te preocupes, Yunho lo va ir a buscar.
Yihan no pudo evitar mostrar su cara de malestar al
enterarse de esa noticia, pero no, él no lo iba a permitir. Esta vez el que iría
por Jaejoong, iba ser él y nadie más que él. —Señor Dakho, si me permite, yo también
quiero ir a buscar a Jaejoong. Como su hyung, creo que es mi deber hacerlo.
—No hyung-min, el jefe ya me mando a mí. Yo lo
hare. —Yunho se interpuso, olvidándose de repente de su anterior pensamiento de
declinar la orden. La verdad, estaba tornándose realmente fastidioso como Yihan
quería entrometerse en cualquier cosa que relacionara a Jaejoong. Él no tenía
nada que ver en esto… ¿Por qué venía a meter sus narices donde no lo llamaban?
—Tiene razón Yihan, yo ya lo mande a él. Además
tienes obligaciones que cumplir aquí. —Le dijo el señor Kim.
—Pero señor, por favor, yo me preocupo mucho por su
hijo. Necesito saber si Jaejoong está bien.
—Yo me encargare de eso Hyung. —Yunho le volvió a
repetir, rogando internamente que el señor Kim no le diera su autorización.
—Lo siento Yihan, no me parece conveniente.
—Yo conozco bien a Jaejoong, sé dónde puede estar
metido. —Yihan declaro con rapidez. Definitivamente no se iba a dar por
vencido.
El señor Kim alzo una ceja. —¿En serio?
—Sí. Si me deja ir, le prometo que lo encontrare.
Solo tiene que darme la oportunidad.
Yunho vio al señor Kim dudar por unos segundos y
supo en ese momento que le iba a decir que sí. Pero él no lo quería permitir.
—Yo también lo conozco bien. —Dijo sin pensarlo, ganándose una mirada no muy amistosa
de su “considerado” Hyung.
—Entonces vayan los dos. Dos cabezas piensan mejor
que una ¿No?
Ambos compartieron miradas y decidieron callar lo
que tenían en mente, pensando que de seguir así, ninguno de los dos obtendría
el privilegio. En este momento lo prioritario era Jaejoong, por lo que dejarían
acompañarse del otro para acelerar su búsqueda, aunque ninguno de los dos
estuviera contento con ello.
..
Yunho se cruzó de brazos molesto cuando se dio
cuenta de las habladurías de su Hyung, ya que él estaba igual o incluso más
perdido de saber a dónde rayos había ido Jaejoong.
—¿No que lo conocías bien, Hyung? —Yunho dejo salir
su comentario al recorrer en el auto la misma calle que ya habían pasado como 6
veces.
Yihan lo volteo a mirar. —¿Qué quieres decir con
eso?
Yunho se mordió el labio, reprimiéndose. —Nada.
—Echo un vistazo por la ventana. —¿No crees que sería mejor estacionar el auto
y salir a buscarlo con nuestros propios pies?
—Nos demoraríamos más.
—Pero tal vez tendríamos más éxito.
—No, seguiremos así. —Sin siquiera considerar su
propuesta, Yihan siguió conduciendo, mirando por las calles preocupado al no
poder encontrar ningún rastro del menor. Su cuerpo se sacudía de ansiedad, su
rostro arrugado en angustia. Quizá se lo estaba tomando demasiado enserio.
Estaba exagerando.
—Hyung-nim, conduce más despacio. No puedo ver
nada. —Le pidió Yunho minutos después.
—Por dios Yunho, un jovencito anda por ahí perdido,
tal vez asustado. No podemos darnos el lujo de ir despacio.
Yunho rodo los ojos. —Pero si sigues así, nunca lo
vamos a poder encontrar.
—No, si bajo la velocidad, Nunca lo vamos a poder
encontrar Yunho. —Yihan le respondió, exasperado. —Deja de actuar tan
desconsideradamente, esto es serio.
Yunho arrugó el entrecejo ¿Cómo se atrevía? —Hyung,
esto para mi también es serio. Solo cálmate, por favor.
—No me voy a calmar si me dices que baje la
velocidad. —Yihan acelero el ritmo. —Puede que para ti esto no sea la gran
cosa, pero para mí significa mucho.
—¿Y porque significa tanto? En primer lugar, ni deberías
estar aquí.
—¡Porque me preocupa Jaejoong!
—¡Pero Jaejoong ya tiene alguien que se preocupa
por él y no eres tú!
De manera súbita, Yihan detuvo el carro, provocando
que sus cuerpos se impulsaran levemente hacia delante y luego se estrellaran
contra el espaldar. —¿Qué dijiste Yunho? ¿Cómo es que me estás hablando? —Le
cuestiono, acorralándolo en su asiento. —Te recuerdo que yo soy mayor que tú,
tengo un cargo mayor que tú y por lo tanto me debes respeto. No olvides cuál es
tu lugar.
Ante eso, Yunho no pudo evitar sentirse un poco
culpable, pensando que su Hyung tenía razón. No valía la pena ponerse a
discutir con alguien quien tanto le había ayudado en la oficina. Y aunque le
molestara todo el asunto del enamoramiento insulso de Yihan por el menor, debía
procurar ser más prudente a la hora de expresar sus pensamientos. —Sí, tienes
razón Hyung-nim. Lo siento.
—Bien. —Yihan regreso al volante. —Ahora
enfoquémonos en lo que importa. —El mayor arranco de nuevo el auto y siguió en
su búsqueda, atravesando calles, yendo a sitios concurridos… a cualquier lugar
interesante que a un adolescente pudiera llamarle la atención.
“No creo que Jaejoong esté en un sitio como Myeongdong, él no
parece del chico que va a estos lugares” Yunho pensó en su asiento al recorrer la rebosante
zona de comercio de la ciudad, en donde por cierto, ya habían perdido más de
una hora. Aún seguía con la idea de bajarse y buscar ellos mismos, pero
teniendo presente la pequeña discusión que había tenido con su hyung minutos
antes, decidió que era mejor callarse y dejar que él se hiciera cargo.
Aunque no sabía por cuanto tiempo iba a ser capaz
de aguantar.
—No, parece que por aquí tampoco está. —Añadió
Yihan estresado luego de otra vuelta sin ningún resultado. —No tengo idea en
donde pueda estar.
—¿Por qué no vamos a los alrededores del rio Han? Quizá
a Jaejoong le guste ese tipo de lugares, tranquilos. —Yunho dijo de pronto,
sintiendo una extraña corazonada.
—No creo que este ahí.
—Pues nada perdemos con intentarlo.
Dedicándole una breve mirada, Yihan decidió seguir
su propuesta y conducir hasta las cercanías del rio, donde se ubicaban
numerosos parques y zonas verdes a donde las personas iban a pasar un tiempo de
relajación.
Luego de llegar no paso mucho antes de que Yunho
sorpresivamente se bajara del auto. Sinceramente estaba harto de estar
encerrado y no ir a buscar por sus propios medios.
—¡Hey Yunho, ¿A dónde vas?! —Yihan le grito desde
el auto pero Yunho lo ignoro, corriendo por las zonas boscosas del parque para
ver si podía ver algo.
—¡Jaejoong! ¡Kim Jaejoong! —empezó a vociferar y
mientras lo hacía, iba revisando por todos los puntos para procurar no olvidar alguno.
Tenía que encontrarlo ahí: Sí o sí.
—¡Kim Jaejoong! ¡Kim Jaejoong!
Yihan llego corriendo a su lado. —Es inútil, no está
aquí. Debemos ir a otro lugar.
—Pero… —desviando su atención, Yunho pudo ver a la
distancia un muchachito de cabello negro que tenía exactamente la misma
complexión de Jaejoong, el cual tenía sus codos recostados sobre un mirador de
cemento, observando con total tranquilidad los barcos que se movían sobre el rio.
Yunho estaba seguro que no había otra persona que
se igualara a Jaejoong de tal forma.
Seguro era él.
—Ahí está. —Murmuró para el mismo y salió a correr
en dirección al muchacho, sin importarle ni un poco el hombre que estaba a su
lado.
—¿A dónde vas? —El otro alcanzo a preguntar antes
de notar lo mismo que había notado Yunho segundos antes, por lo que también empezó
a correr, queriendo llegar a Jaejoong mas rápido que Yunho.
—Jaejoong... —Yunho susurró agotado cuando se detuvo
a unos pasos del menor, y este se volteo a mirarlo, con una expresión
entremezclada que Yunho no pudo descifrar bien.
Ambos se quedaron de pie, mirándose uno al otro sin
saber que decir.
—Tu… —Yunho hizo el amago de querer abrazarlo pero
Yihan se le adelanto y tomo al chico por sorpresa entre sus brazos,
estrujándolo como si de un muñeco se tratara.
—¡¿Por qué estabas aquí?! ¡¿Te paso algo?! ¡¿Estas
bien?! —Yihan lo atiborro de preguntas mientras lo seguía abrazando. Casi
parecía que le iba a asfixiar de tan fuerte que lo sujetaba. Minutos pasaron y
Yihan no parecía querer dejar el cuerpo del menor. Yunho se empezó a enojar
tanto que hasta tuvo impulsos de arrancarle a Jaejoong de sus manos, pero decidió
mejor contenerse.
—Estoy bien Hyung. —Jaejoong al fin habló,
probablemente también fastidiado del trato meloso de Yihan.
—¡¿Por qué te escapaste?! —Yihan le exigió mientras
sus manos tomaban fuertemente el rostro del menor. Yunho vio como Jaejoong le dirigió
la mirada hacia él por la pregunta, como si le quisiera decir algo con eso. —¡¡¡¡Dime!!!!
—¡Ya déjalo respirar! —Sin poder soportarlo más,
Yunho alejo a su hyung del pequeño, poniendo algo de distancia entre ellos. No sabía
porque tanto alboroto si Jaejoong estaba en perfectas condiciones, no parecía
herido ni mucho menos asustado. Estaba como todos los días, completamente
normal. —Jaejoong, ahora si ¿Qué sucedió? ¿Por qué no estas en la escuela? —Le
pregunto él esta vez.
Jaejoong se mordió el labio. —Porque quería ver el
cielo.
Esa respuesta no sonaba sincera, ni siquiera sonaba
lógica. Debía ser por otra razón, pero por ahora lo dejaría pasar, suficiente
tiempo había perdido con su búsqueda. —Ok, vámonos. Tu padre debe estar
preocupado.
Yunho giro para marcharse pero Jaejoong se quedó un
momento de pie, mirándolo expectante como si esperara algo de él. Yunho no paso
eso desapercibido y se quedó también inmóvil, queriendo descifrar que era lo
que esos oscuros ojos querían de él. ¿Jaejoong necesitaba escuchar otra cosa más?
¿Qué le dijera algo? ¿O lo abrazara?
¿Que era?
—Vámonos. —Yihan tomo no muy gentilmente a Jaejoong
del brazo al notar como ellos dos no dejaban de mirarse y lo condujo lejos de
Yunho, lejos de ese hombre que no sabía que se podía convertir en una amenaza
mayor para él.
..
Ya por la noche, las cosas en la casa de la familia
Kim parecían haberse calmado completamente. Sorpresivamente, Dakho no fue tan
duro con Jaejoong como Yunho pensó que seria y todos decidieron tomar el suceso
como un susto que no escalo a mayores. Así que al parecer Jaejoong se había
librado de esta, aunque aún el misterio de porque se había escapado no se había
resuelto. Quizá quedaría en la impunidad, al considerar que el chico no dijo
siquiera una palabra al respecto.
Yunho vistió un par de pantalones lánguidos y una
camisa cualquiera, y salió de su habitación en rumbo a la sala de Tv, queriendo
relajarse por todos los eventos ocurridos en el día. Había sido una jornada
realmente agotadora y él solo anhelaba tener un momento en paz.
Solo para él.
Bajó en silencio las escaleras, procurando no
llamar mucho la atención de los demás residentes que probablemente estaban ya
en cama, y se escabullo hasta el salón de TV, abriendo la puerta con cuidado.
Sin embargo, la habitación no estaba a solas.
Acostado lánguidamente sobre el gran sofá se
encontraba Jaejoong, mirando desinteresadamente la pantalla del Televisor. A Yunho se le hizo extraño; no recordaba
ninguna vez que hubiera visto a Jaejoong estar en ese cuarto. Prácticamente él
era el único habitante de la casa que lo utilizaba.
—Oh, lo siento, no sabías que estabas aquí. —Dijo
excusándose.
Jaejoong levanto su rostro del sofá y se le quedo
viendo con su mirada felina, luciendo exactamente como un gran gato negro
recostado en una azotea. Yunho paso saliva ante la vista.
—¿Puedo sentarme allí? —Un poco tímido, Yunho señalo al extremo del sofá que
estaba desocupado y Jaejoong asintió con su cabeza. —Gracias. —Dijo en cuanto
se sentó.
Luego paso un momento de silencio mientras Jaejoong
veía la TV y Yunho apretaba la boca de pie sin saber que decir. O si debía
decir algo. —¿Qué es? —Preguntó luego de unos agobiantes minutos de
incomodidad.
—Es un programa de variedades… no lo sé.
Bingo, esta era la primera vez que Jaejoong le respondía
una pregunta casual. Bueno, en algo estaba avanzando.
—¿Esta bueno?
Jaejoong alzo los hombros. —Algo.
—Lo juzgaré yo mismo.
A continuación, otro silencio se formó,
escuchándose solamente el ruido que provenía del aparato. Yunho no entendía
porque, pero su cuerpo no podía relajarse, y probablemente todo eso se debía a
que Jaejoong se encontraba a su lado. Puesto que, a pesar de que el chico fuera
10 años menor, tenía una presencia inigualable…una energía alrededor que hacia
someter a los demás ante él.
Y es que Yunho ya había caído en cuenta: Cada vez
que Jaejoong fijaba sus ojos en él, se sentía como un venado atrapado por su depredador.
Y de verdad, no lograba entender cuál era el efecto
que ponía en su cuerpo.
No lo entendía.
—¿Cuál fue la verdadera razón de que te escaparas
hoy Jaejoong? —La pregunta salió sin ni siquiera proponérselo, probablemente un
intento fácil para dejar de sentirse tan acorralado.
Jaejoong lo volteo a mirar. —Porque sabía que mi
padre te mandaría a buscarme.
¿Qué? Yunho se sintió perdido, esperando todo tipo de
respuesta menos esa. —¿Y eso que tiene que ver?
Jaejoong regreso su mirada a la TV, sin molestarse
en aclararle.
—No puedes hacer eso. Todos nos preocupamos mucho.
El menor no soltó palabra alguna, es más, ni
siquiera le afecto. Algo propio de Jaejoong era la habilidad que tenia de
siempre verse impasible… como si los hechos que le ocurrieran no le afectaran.
De hecho, en todo el transcurso del día, Yunho no vio ni un atisbo de
arrepentimiento en su rostro por el caos que había causado esa mañana.
Era increíble.
—¿No vas a decir nada a tu favor? —Yunho se le
acerco.
Jaejoong levanto la cara. —No.
—Bien. —Apretó la boca, decidiendo que lo mejor era
hacer como los demás y olvidar que ese percance había tenido lugar.
Otros quince o veinte minutos pasaron sin mayor
gloria, hasta que Jaejoong hizo algo que a Yunho le dejo perplejo: gateando
hacia su lado, Jaejoong llego hasta él y recostó su cabeza en su hombro,
acomodando el resto de su cuerpo muy cerca de su brazo izquierdo. Lo único que
hizo Yunho fue reaccionar con una pequeña risa, no entendiendo que hacia el
menor.
—¿Acaso te caigo mejor ahora Jaejoong? —Le preguntó
con una sonrisa y se volteo con cuidado para poder ver su cara.
—Nunca dije que me cayeras mal.
—Pero parecía.
—Pero no es así.
Yunho se acomodó un poco mejor, acostumbrándose al
peso de Jaejoong sobre él. —¿Me dejaras que te trate como un buen hyung?
Jaejoong alzo su rostro a su altura y sus caras
quedaron realmente cerca. —¿Por qué quieres tratarme como un Hyung?
—Porque vivo contigo y eres menor que yo. —Yunho
susurró mientras veía sus labios. —…Y eres lindo.
—Pero yo no quiero que me trates como tu dongsaeng.
—Jaejoong levanto su brazo derecho y lo coloco sobre los hombros del mayor,
rodeándolo; utilizando su otra mano para colocarla encima de su pecho. Yunho
imito al chico y lo abrazo por la espalda, invitándolo a que se acercara más a
su cuerpo.
—¿Entonces
cómo quieres que te trate?
Ocultando
una leve sonrisa, Jaejoong se froto contra el cuello de Yunho, tal como si
estuviera ronroneándole. Demandando su atención.
—Eh
~ Jaejoong realmente te estas comportando extraño conmigo últimamente. Tú no
eras así.
Ignorándolo,
Jaejoong siguió frotándose contra Yunho, juntando su cuerpo cada vez, y cada
vez más cerca al cuerpo del mayor.
Yunho no
supo en que momento dejo que Jaejoong siguiera con su juego, no importándole ni
un poco lo que estaba sucediendo. Se sentía tan cálido estar así, que su mente
dejo de pensar y solo se dejó llevar, sin tomarle mayor importancia al asunto.
—Realmente
me preocupaste aquel día… cuando tuviste ese episodio desagradable en la
reunión de tu padre. —Yunho le susurró minutos después mientras recorría su
espalda con cariño. Jaejoong solo suspiro.
—No sabía que tuvieras esa enfermedad.
—No es
nada. Ya casi no me da.
—Pero aun
así… —Yunho hizo que los ojos de Jaejoong lo miraran directamente, pudiendo
apreciar esas facciones angelical que eran iluminados por la pantalla de la TV.
—Debes cuidarte, no siempre me tendrás a mí para levantarte del suelo cuando
caigas.
Jaejoong
se mordió los labios y desvió la mirada, sintiéndose algo desanimado por ese
comentario.
—¿Me vas
a explicar que fue lo que estabas haciendo aquella noche en la cocina? ¿Cuándo
yo estaba con Jieun?
Esa
pregunta tomo por sorpresa al muchacho, haciéndole abrir de par en par sus
ojos. —No recuerdo. —Murmuró bajito.
—No te
creo. —Yunho le sonrió. —¿Querías llamar mi atención?
—No…—susurró.
—¿Sentías
celos?
—No.
Tan
ensimismado estaba en toda la situación, que Yunho ya no pensaba en lo que
preguntaba. Sobre todo en las implicaciones que eso podía tener. —Jaejoong… ¿Acaso
sientes algo por este Hyung?
Jaejoong
se alejó un momento, tal vez asustado por el repentino interrogatorio y Yunho pensó
tenerlo en la palma de su mano finalmente, hasta que vio como las facciones de
Jaejoong empezaron a hacer unas expresiones extrañas, como si de repente le
hubiera dado un gran mareo. Luego sus ojos súbitamente se cerraron y su cuerpo se precipito encima de
Yunho, quedando totalmente recostado sobre él.
Le había dado
de nuevo un episodio de narcolepsia.
—Que
conveniente. —Yunho susurró irónico mientras colocaba a Jaejoong a su lado con
cuidado de no dejarlo caer al sofá.
Se quedó
un rato suspirando y viendo el rostro del joven que dormía plácidamente hasta
que decidió que mejor sería llevarlo a la cama, teniendo que terminar a
regañadientes ese momento intimo que habían tenido por primera vez.
..
“Oppa >.< si no tienes nada que hacer hoy…
Puedes acompañarme a hacer unas diligencias? :D Si puedes, llámame.
Jieun :* “
Era el
mensaje que había recibido Yunho en la mañana de su día libre. Siendo sincero, había
planeado ocupar el día en visitar algunos amigos y por ende, salir de la
monotonía de la casa. No obstante, si Jieun necesitaba a alguien que la acompañara, no le iba a decir
que no. De todas formas también haría algo diferente.
Yunho fue
hasta la aplicación de llamada de su celular y presiono el botón.
Se encontraron
a eso de las 9 y media casi 10 de la mañana, en la zona centro de Seúl. Yunho
la había acompañado a sacar algunos libros de la biblioteca central, luego al
banco a pagar unas cuentas pendientes y por ultimo a recoger unos pedidos que
le habían llegado. No era el súper plan pero al menos Jieun era alguien con
quien podía divertirse.
—Bueno, creo
que es todo. —Dijo la chica en cuanto salieron del último lugar del recorrido.
—Gracias Yunho, sin ti creo que me hubiera aburrido mucho.
—De nada,
para eso están los amigos ¿No?
Jieun
bajo la mirada. —Si… amigos.
—¿Tienes algún
plan ahora? —Continúo Yunho después de un rato, al verificar en su celular que
ya era medio día.
—No… ¿Por
qué? ¿Me vas a invitar a algo? —Jieun se rió queriendo expresar sus anhelos a
modo de broma.
—Si
quieres podemos ir a comer algo. Hemos caminado mucho y ya está haciendo mucha
hambre. —Dijo casual. —Ven conozco un buen lugar. —Tomándola del brazo, Yunho
la guio entre la gente sin notar la muy evidente sonrisa de victoria que traía
la chica pintada en el rostro.
Ingresaron
a un restaurante en donde servían samgyeopsal y se ubicaron en las mesas en el
piso, conversando sobre trivialidades: sobre el trabajo, sobre la universidad,
sobre cualquier tema que les pasara por la cabeza. Luego en un momento de
silencio, Yunho no supo porque la imagen de Jaejoong se le vino a la cabeza y
lo alejo totalmente de la charla. Era como si estuviera ahí presente, su
recuerdo no permitiendo que él siguiera relacionándose con la mujer.
Pero
Jaejoong no tenía nada de qué preocuparse, ya que la mente de Yunho no lo haría
a un lado por Jieun.
Y era
cierto que cuando la conoció, Yunho tuvo un especial interés en la chica, pero
ahora, tratándola más profundamente, se dio cuenta que no sentía más que
aprecio por ella; ya que su personalidad era bastante inocente y animada
resultando demasiado infantil para el gusto de Yunho.
Como había
dicho: A él le llamaban más la atención otro tipo de personas.
Sin
embargo, ella parecía pensar de otro modo y entre más conversaba, más le
gustaba el hombre que estaba frente a ella. Definitivamente quería tener algo
con él, solo que aún se sentía demasiado tímida para enfrentarlo.
Hubo un
momento en que él posiciono su mano en la mesa y ella apoyo la suya
discretamente, excusándose luego, intentando hacerle creer que había sido sin
intención alguna.
—Vamos a
cine Yunho, hay una nueva película de superhéroes que realmente quiero ver.
—Ella mencionó emocionada al terminar la comida. Aun no quería alejarse de
Yunho.
—Claro,
¿Por qué no? —Yunho no lo pensó demasiado y le dio razón a la chica. Hace mucho
tiempo que no tenía ese tipo de salidas casuales y verdaderamente las estaba
comenzando a necesitar.
Tenía que
ocupar su mente en algo que no fuera trabajo.
Y también
en algo que no fuera Jaejoong.
..
Cuando
llegó a la casa por la noche, Yunho fue hasta la cocina encontrándose a la
señora Young Mi quien estaba terminando de lavar los platos y a Jaejoong, quien
se encontraba en el mesón, comiéndose un plato de frutas el cual probablemente
se lo había preparado la misma Young Mi. No basto un segundo, para que la
mirada del más chico de nuevo lo enfocara y sus pupilas se dilataran,
convirtiéndose otra vez en la presa acechada por ese imponente depredador.
—Oh
Yunho, llegaste. Creí que no ibas a venir hoy muchacho. —La señora Young Mi le
dijo y mostro una sonrisa extraña, como si lo estuviera molestando por algo.
—Hasta
apenas son las Ocho de la noche. —Yunho le contesto con el ceño fruncido.
—Si ya lo
sé, pero como me conto Jieun que habían ido a cine… creí que ibas a alargar tu
cita.
“Cita”
Esa palabra retumbo en los oídos de Jaejoong. Definitivamente no le gustaba.
—No era
precisamente una cita, señora Young mi. Más bien fue una salida de amigos. —Le respondió
otra vez el mayor, mirando de reojo el cuerpo tenso de Jaejoong.
—Si claro
y yo nací ayer. —Se rió Young mi. —La próxima vez por lo menos ten la decencia
de invitarme a mí para que yo les pueda dar el visto bueno. —Sin dejar su
mueca, Young mi abandono la cocina soltando habladurías para ella sola.
Yunho se
le quedo mirando y se recostó en el mesón, tomando no muy en serio sus palabras
ya que él sabía lo imaginativa que podía ser Young Mi con la vida de los demás.
—Oppa,
oppa, oppa… —De repente la voz suave de Jaejoong se escuchó y Yunho volteo a
verlo, viendo como este jugaba con su ensalada de frutas mientras repetía una y
otra vez la palabra a modo de burla, quizá imitando la manera en que Jieun se refería
a él.
—¿Qué?
¿Quieres llamarme también así? —Le pregunto alzando su ceja y esbozando una
sonrisa.
Jaejoong
se detuvo. —No.
—¿Entonces
como me vas a llamar.
—…Hyung.
Yunho se
le acerco. —Creí que no querías que yo fuera tu hyung.
Jaejoong
dejo de mirar su plato y le dedico una mirada que estaba entre el disgusto y la
complicidad.
Definitivamente
era tan extraño. —Tuviste una cita… ¿La disfrutaste? ¿Tú cita? —Jaejoong preguntó
recalcando la palabra cita con algo
de hostilidad.
—Ya dije
que no fue una cita, solo la acompañe a hacer un par de vueltas. Luego compartimos
algo de tiempo y quise hacer algo diferente por lo que fuimos a cine. No
estábamos haciendo nada malo, solo charlamos, y comimos palomitas y… espera….
¿Por qué te tengo que dar explicación?
Jaejoong frunció
el ceño. — Yo no te pedí explicación alguna.
—Me sonó
como a reproche.
—Entonces
lávate los oídos. Escuchas cosas que no existen.
Rayos,
Jaejoong sabia la manera perfecta de callar a alguien. Yunho entonces decidió
entonces cerrar la boca y analizar bien el rostro del menor puesto que algo le
decía que Jaejoong no estaba tan calmado como reflejaba. De hecho, su intuición
le sugería que Jaejoong incluso estaba a punto de explotar. —Si quieres
saberlo… Jieun es una amiga, nada más. —Le dijo sin siquiera saber porque le
decía.
Porque a
Jaejoong le interesaría saber algo como eso.
—Las
personas que van a citas no esperan ser amigas.
—Lo sé
pero no es el caso esta vez.
El
pelinegro tomó una respiración profunda, volteando su cuerpo en su totalidad
hacia Yunho. —Entonces quiero una cita.
Vaya eso había
sido inesperado. —¿Quieres tener una cita conmigo? —Yunho dejo escapar una risa
incomoda, señalándose para estar seguro esta vez si había escuchado
correctamente.
—Sí.
—¿Pero
porque?
—Porque
las personas que van a citas no esperan ser amigas.
Yunho
apretó sus labios y se quedó un momento pensando en la frase, analizando que
exactamente quería decir puesto que Jaejoong actuaba de una forma y luego se expresaba
de otra. Era tan confuso y sinceramente por más que se matara la cabeza, Yunho
no podía entender sus intenciones.
—Bien
tendremos una cita de amigos mi próximo domingo libre ¿De acuerdo? —le dijo
luego de llegar a la conclusión que no se esforzaría en entenderlo.
Solamente
aceptaría lo que le pidiera.
—Está
bien. —Jaejoong se bajó de su silla, y arrastro su plato por el mesón hasta el
frente de Yunho. —Te lo regalo. —Le dijo poniendo una expresión que Yunho jamás
pensó que Jaejoong haría.
—G-gracias.
—Yunho le contestó confundido.
A
continuación, Jaejoong se alejó unos cuantos pasos y luego se volvió a girar,
diciéndole: —Te deje las fresas, porque sé que te gustan. —después, abandono
totalmente la cocina.
Mareado
como cada vez que charlaba con Jaejoong, Yunho empezó a comer ávido dándose
cuenta como no había nada más que fresas en el tazón.
“Y a todo esto… ¿Cómo supo que me gustan las
fresas?”
Pensó, dirigiendo
su mirada al oscuro pasillo por donde se había marchado.
..
El día de
su cita, Yunho toco la puerta de la habitación de Jaejoong, preguntándose
internamente si el muchacho recordaba que tenían una salida, puesto que no habían
vuelto a hablar nada al respecto desde aquella vez en la cocina. Y Bueno a
decir verdad, no es que hubiera hablado mucho con Jaejoong en esos días, sin
embargo ahora podía presumir de que sus conversaciones duraban más de cinco
minutos.
Eso era
un logro.
—Jaejoong…¿Estás
ahí? —Yunho toco la puerta por enésima vez y cuando estuvo a punto de rendirse
y marcharse, Jaejoong abrió la puerta, revelando su apuesto rostro que se veía
de alguna manera diferente. Como si tuviera más edad.
—Ya estoy
listo.
Dijo con
su voz suave y sin dejar que Yunho le respondiera, caminó decidido hacia la
puerta principal de la casa, dejando a Yunho como un idiota embobado en frente
de su habitación.
—Esto va
a ser interesante. —Se susurró Yunho mientras se mordía los labios y se
acomodaba su chaqueta. Honestamente, la idea de salir con Jaejoong no le había
emocionado mucho, pero hoy, al verlo así tan tentador, definitivamente le hizo
esperar expectante que era lo que sucedería entre los dos.
A Continuación
Yunho saco su moto del garaje, la cual por cierto había estado abandonada desde
que empezó a trabajar con el señor Kim. —Bueno ¿A dónde quieres ir? Podemos ir
a ver una película, o a la feria, o a un centro comercial, o de paseo al rio
han, al mirador… tú decides. —le comentó mientras le pasaba el casco.
Jaejoong hizo
una mueca. —Quiero ir al templo Sungassa —Dijo y se puso el casco, dando a
entender que no escucharía otra opción.
—Ok, si
quieres. —Yunho alzo los hombros y se puso también su casco, montándose luego
en la moto. Era un poco extraño que el muchacho hubiera elegido un templo para
tener una “cita”, sin embargo ese muchacho se trataba de Jaejoong y Yunho tenía
que saber muy bien a estas alturas que Jaejoong no era para nada convencional. —¿Qué
haces ahí? Súbete. —Le dijo al verlo de pie a su frente.
Cuando
Jaejoong se subió y lo rodeo con sus brazos, Yunho se tensó un poco, llegando a
la conclusión que definitivamente le gustaba mucho el tacto del menor.
Y eso
podía convertirse en un problema.
..
El templo
sungassa quedaba en las montañas aledañas de Seúl, no muy lejos de la ciudad. A
pesar de ser domingo, no estaba muy concurrido; de hecho ellos eran uno de los
pocos visitantes que lo recorrían ese dia. Jaejoong lucia inusualmente alegre y
Yunho se pudo dar cuenta que a Jaejoong realmente le agradaba la cultura de su
país. No por nada practicaba el taegum, le gustaba usar hanbok y su afición era
coleccionar artesanías, como el Naejon—chilghi que le había obsequiado Yihan en
Chuseok. Quizá Jaejoong había nacido en una época equivocada, puesto que su
admiración por sus tradiciones estaba más allá de lo que la gente normal
sentiría.
Yunho por
su parte, no era fanático de ese tipo de cosas sin embargo la sensación de
estar en un templo tan hermoso, misterioso y tranquilo, lo hizo sentirse
cautivado. Ese templo…era como el mismo Jaejoong.
Exactamente
como la copia del enigmático adolescente.
En un
momento dado recostaron sus codos sobre un mirador y se quedaron a observar el
horizonte, admirando el sol que se escondía detrás de la ciudad que se veía a
lo lejos. Yunho aprovecho ese pacifico momento para detallar a Jaejoong quien
cerraba sus ojos al ser impactado por la tenue brisa de la tarde. A Yunho
Realmente le estaba comenzando a agradar Jaejoong aunque no sabía hasta qué
punto era bueno que le gustara tanto un muchacho de esa edad.
—¿Fuiste tú,
no?
La
pregunta llego de manera súbita, dejando un momento perdido a Yunho. —¿De qué
hablas?
—La vez
pasada…cuando me escape de la escuela. Tú fuiste el que me encontró, no fue
hyung.
Yunho lo
miro, recordando con algo de molestia como su hyung Yihan les había dicho a
todos que de él fue la idea de buscar a Jaejoong cerca al rio han y que gracias
a él Jaejoong estaba a salvo. No solo había quedado como el héroe del momento, también
había desprestigiado todo su trabajo. Esa vez estuvo seguro de decir que había
detestado por completo a su hyung. —¿Cómo sabes que fui yo? —Le preguntó
dejando a un lado sus pensamientos.
—Porque
lo siento.
Yunho no
pudo evitar sonreír y envolvió un brazo alrededor de la espalda del chico,
haciendo que se acercaran más.
Todo se sentía
en paz.
Sin
embargo, al recordar a Yihan, Yunho supo que tenía que saber si había pasado
algo entre su hyung y Jaejoong. Solo así encontraría la calma. —Jaejoong… —Empezó
despacio, procurando no verse demasiado ansioso. —¿Qué piensas de Yihan?
Jaejoong
levanto el rostro. —¿De hyung? ¿Qué debo pensar de él?
—No lo sé,
por eso te pregunto. ¿Tú y el son cercanos?
—No. —Dijo
con seguridad. —Solo es empleado de mi padre.
“Genial” Yunho pensó, emocionándose internamente al
descubrir que lo que Yihan le había dicho la anterior vez eran puras mentiras. —¿Nunca
has notado nada raro respecto a él?
—¿Cómo qué?
—La
manera en que trata… ¿Nunca ha intentado algo?
Ante la
pregunta, Jaejoong bajo el rostro, pensando un poco. —Hyung siempre me ha tratado
bien, siempre ha sido especial conmigo.
—¿Y no
has notado nada extraño?
Jaejoong
negó con su cabeza.
—Bien. —Yunho
susurró aliviado al saber que Yihan sorpresivamente no había intentado
sobrepasarse con el menor. Y es que analizando como Yihan se mostraba cada vez
que alguien mencionaba a Jaejoong, era un poco shokeante saber que
anteriormente no había sucedió nada. Incluso le pareció tierno de que Jaejoong
fuera tan despistado de no notar los sentimientos del más grande por él.
—Hyung
siempre está ahí, esperando… a pesar de lo mucho que le gusto, siempre se va a
quedar esperando.
Luego
vino esa extraña frase que a Yunho le hizo quedarse en blanco por unos
instantes. ¿Entonces Jaejoong si sabía? ¿Qué había sido eso? Pasmado, Yunho
enfoco sus ojos en los oscuros ojos del menor, intentando buscar una respuesta.
Pero por más que intentara, Jaejoong era como una caja fuerte para él, la cual
no podía descifrar su código.
Jaejoong
era como dos cosas al tiempo. Podía parecer ajeno al mundo pero al mismo tiempo
saber de todo lo que pasaba en su mundo. Podía parecer estar dormido cuando
estaba en realidad despierto, y parecer estar despierto cuando se encontraba
profundamente dormido.
Era un
caso inútil intentar saber lo que se le pasaba por su mente, puesto que su
mente era tan compleja que hasta el mismo Jaejoong no podía descifrarla.
¿O si era
capaz?
—Cada día
me sorprendes más. —Yunho murmuró con sinceridad y apretó aún más al muchacho
contra su cuerpo. —¿Sabes? Me siento un poco ofendido de que a Yihan le digas
Hyung y a mí no.
—Yo te
dije que no quería que fueras mi hyung, por eso no te llamo así.
—Dime
como me llamaras, entonces.
Jaejoong
lo apuñalo con su mirada, susurrándole. —Yunho.
El
mencionado le sonrió. —Me gusta cómo suena mi nombre en tus labios.
—¿Si?
—Si…
Yunho
observo como Jaejoong se acercó sin vergüenza a su rostro y mordió sus propios
labios traviesos sin dejar su semblante serio. Era obvio, lo estaba tentando y
Yunho no estaba seguro de poder esquivarlo esta vez. Luego, Jaejoong junto sus
narices y la restregó de melosamente con la del otro. Quería de verdad que
Yunho fuera el que tomara la iniciativa.
—Jaejoong…
¿Qué quieres? Dime…
—Yunho…
Un ruido
sordo provino de algún lugar cerca de ellos, haciendo que se asustaran e
instantáneamente alejaran sus rostros. Cuando Yunho cayó en cuenta lo que
estuvo a punto de hacer, su rostro se enrojeció como un tomate.
—Ven
vamos. Esta oscureciendo. —Sin mirarlo directamente al rostro, Yunho tomo
bruscamente su brazo y lo condujo hacia la salida, sin notar como Jaejoong inflo
sus cachetes y suspiro con resignación, sintiéndose terriblemente frustrado.
..
Noches
después, Yunho se acostó sin terminar sus informes al comprobar que no podía
continuar sin que el incesante recuerdo de Jaejoong le molestara la
concentración. Claramente tenía que dormir para descansar su cabeza.
Y
olvidarse del muchachito que lo estaba volviendo loco.
Toc, toc.
Alguien
toco a la puerta y Yunho se levantó extrañado de quien pudiera ser a esas horas
de la noche. Pero no debía sentirse tan confundido, porque su intuición misma
le susurro que era Jaejoong.
Y estaba
en lo correcto.
—¿Qué
sucede? —Le pregunto al joven que estaba en pijama al frente de su puerta.
—No puedo
dormir. Voy a entrar. —Sin pedir permiso, Jaejoong se abrió paso por la
habitación, sentándose en la cama de Yunho. Ok, lo que menos necesitaba en ese
momento era estar al lado de Jaejoong pero al parecer las cosas estaban en su
contra.
—¿Por qué
no puedes dormir? ¿Te sientes mal? —Yunho se acercó a la cama y se posiciono al
otro lado de esta. Procuró poner algo de espacio entre ellos para que no
volviera a caer en la tentación de nuevo. Podía ser peligroso.
—No me
siento mal.
—¿Entonces
porque no puedes dormir?
El más
joven le clavo sus ojos. —Alguien me quita el sueño.
Yunho
paso saliva, pensando cómo es que Jaejoong podía ser tan indirecto, y a la vez
tan malditamente directo. Tenía que ser un don. —¿Quieres charlar un poco para
que te de sueño? Yo puedo ser muy aburrido. —bromeó intentando sacarle una
sonrisa pero ya debía saber que sus bromas no tenían ningún efecto sobre el
menor. De hecho, eran raras las veces en las que Jaejoong se reía.
—Quiero
que me hagas conciliar el sueño. —A continuación, Jaejoong subió sus piernas y
se sentó en forma de cruz en la cama, mirando fijamente a Yunho.
El mayor
se llevó una mano a la cabeza, pensando. —Podemos escuchar música suave si
quieres. O podemos bajar a mirar algo en la TV. Contar algunas ovejas… no sé,
no sé lo que te haga conciliar el sueño en realidad.
Jaejoong
apretó la boca. —¿Qué te hace dormir a ti?
—Bueno… —Yunho
se quedó un momento callado al pensar en que exactamente hacía para quedarse
dormido. Y cuando lo recordó, un sonrojo evidente inundo su rostro. No le diría
al muchacho lo que en verdad hacía, era vergonzoso compartirlo con alguien como
él. —No lo sé. Nunca he tenido problemas para dormir. —Mintió.
Jaejoong parpadeo
por esa respuesta y luego cerro los ojos, intentando quedarse dormido sentado
sobre la cama. A Yunho le hizo gracia y se acercó un poco más, alzando su mano
para acariciar la cabeza del muchacho. Después Jaejoong, sin aun abrir sus ojos, tomo la mano de Yunho y la guio por
sus hombros y pecho. Yunho solo se dejó llevar.
La
sensación era cálida y reconfortante, y Yunho se encontró de repente muy
entusiasmado en querer ayudar a Jaejoong con su insomnio. —Qué raro, creí que
no tenías problemas para dormir. —Le dijo sin dejar de recorrer su mano por su
cuerpo.
—Así es.
Cuando quiero no puedo y cuando no quiero me da.
—Debe ser
una pesadilla. —Susurró Yunho acomodándose de frente a Jaejoong, subiendo también
sus dos piernas a la cama. Ya ni le importaba arriesgarse. —¿Quieres que te de
un masaje?
—Sí. —Jaejoong
asintió.
—Ok. —Yunho
se acomodó un poco mejor y utilizo su otra mano, brindándole un inocente masaje
en ambos hombros. Luego fue bajando más y más, hasta llegar a su pecho y
acariciarlo por encima de la pijama. Jaejoong solo lo miraba con los ojos
entrecerrados. No quería perder su vista de la cara masculina del mayor.
Un buen rato
paso hasta que Yunho se aventuró a hacer algo más atrevido y coló sus manos por
debajo del camisón de Jaejoong, haciendo que este diera un pequeño brinco por
la repentina intromisión.
—¿Te
molestó? —Yunho se detuvo al pensar que quizás se había pasado de la raya con
esa acción pero Jaejoong negó con su cabeza, volviendo a relajarse e incitando
indirectamente que lo volviera a tocar como lo estaba haciendo.
Era
evidente que lo estaba disfrutando.
Teniendo
luz verde, Yunho siguió con su intenso pero a la vez tímido toqueteo, queriendo
abarcar toda la piel que fuera posible. Sus manos frías se calentaban con la
piel tibia de Jaejoong. Algo estaba a punto de suceder entre los dos.
“¿Esto es correcto?” Yunho se
preguntó en su cabeza pero sus manos ajenas, dejaron de prestarle atención a su
raciocinio y comenzaron a entrometerse debajo del pantalón de pijamas de Jaejoong.
El menor abrió la boca en un suspiro ahogado cuando sintió a Yunho tantear su miembro
aunque aún sus intenciones parecían inseguras.
—¿Sabes
lo que hago cuando quiero dormir? —Preguntó Yunho expectante, no diciendo nada
pero a la misma vez diciendo todo.
—He oído…
que es bueno para dormir. —Jaejoong dejo salir sus vagas palabras y señalo con
disimulo su entrepierna. Al parecer había captado la indirecta de Yunho.
—¿Quieres
que lo intente?
En vez de
expresarlo con palabras, Jaejoong tomo la mano de Yunho que estaba en su pantalón
y lo guio dentro de sus boxers. Su mirada retándolo a intentarlo.
Ahora si
Yunho casi pierde el habla. —¿Quieres que…?
Jaejoong
se mordió los labios y asintió leve.
—Bien. —Se
aclaró la garganta — ~Jaejoong,
voy a hacerlo para ayudarte a dormir…pero debemos mantenerlo en silencio ¿De
acuerdo?
—Sí.
Dejando todas las consecuencias
atrás, Yunho apretó el pene flácido del muchacho y lo empezó a agitar mientras
lo sacaba y lo dejaba a la vista. Jaejoong también ayudó, bajando un poco sus
pantalones y acomodándose mejor, siendo atendido por las caricias de Yunho.
Masturbarse era algo normal que muchos hombres hacían para conciliar el sueño,
hasta el mismo Yunho lo hacía… pero nunca pensó que masturbaría a un muchacho
de la edad de Jaejoong para llegar al mismo fin. Debía estar loco.
Jaejoong empezó a suspirar muy
fuerte a la par que su pene comenzaba a tomar forma. Yunho, por otra parte,
trató de mover su mano con vigor pero al mismo tiempo con cuidado, ya que no
quería que fueran escuchados por ningún otro miembro de la casa.
Era
una escena extraña pero a la vez lujuriosa; la mano de Yunho se veía grande y
vigorosa bombeando el humilde pene pulcro de
Jaejoong, y la evidente diferencia de altura entre los dos, remarcaba más su
lapso de edad.
—Ngg~
—Un gemido bastante femenino salió de la boca de Jaejoong y Yunho se encontró
de repente muy incómodo porque su propio pene comenzó a demandar atención. Se
estaba calentando y no faltaría mucho hasta que se armara una tienda de campaña
en sus pantalones.
—Jaejoong,
no hagas eso… por favor. —Le rogó pero en vez de escucharlo, Jaejoong abrió más
sus piernas permitiendo que Yunho lo contemplara mejor mientras su mano lo
masturbaba. Mordiéndose los labios, Yunho siguió acariciando el pene de Jaejoong,
tomándolo entre sus manos, rozando la base y ocasionalmente presionando la
punta. Quería darle a Jaejoong todo el placer que fuera posible, quería que
Jaejoong viera el buen hyung que podía ser.
A
continuación vinieron unos gemidos mucho más fuertes y Yunho acelero su ritmo,
dejando de lado eso de ser silencio. Debía presionar más para que Jaejoong
acabara más rápido puesto que él tenía sus propios problemas en su entrepierna.
—¡Ah!
—Luego la voz ligera de Jaejoong sonó y la sustancia espesa salió del pene
manchando la mano de Yunho, pero este no tuvo mucho tiempo para observar el
rostro tentador del muchacho al llegar al orgasmo, porque de inmediato se
volteo y presiono su propia erección la cual estaba pidiendo a gritos ser
atendida.
“Rayos” Yunho pensó avergonzado al verse tremendamente
excitado y con la frustración de no poder hacer nada por el momento ya que Jaejoong
estaba ahí con él.
—Yunho.
—Sintió la cama moverse al sentir a Jaejoong gatear a donde estaba él, quedando
justo detrás.
—Estoy
bien, quédate ahí por favor.
—¿Quieres
que…?
—Quédate
ahí.
Pero
Yunho debía saber que Jaejoong era perfecto en desobedecer órdenes. Sin
importarle, Jaejoong rodeo con su mano la cintura de Yunho y fue hasta su
entrepierna, agarrando la erección por encima de sus pantalones. De inmediato Yunho brinco e
intento quitárselo de encima, pero Jaejoong fue persistente y no se dejó hacer
a un lado, en lugar de eso, se acomodó un poco más cerca.
—Jaejoong,
por favor, apártate…
—No.
—Jaejoong demandó y giro para quedar frente a frente al rostro de Yunho. —Te
voy a hacer sentir bien también. —susurró con esa voz suave y melódica que lo
caracterizaba.
Yunho
no podía decir que no ante eso. No tenía la fuerza para resistírsele.
Quitando
sus manos y dándole espacio a Jaejoong para que se acomodara de mejor forma a
su lado, él no quiso despegar sus ojos del rostro del otro. Jaejoong no fue
para nada indeciso ni tímido. Más rápido de lo que Yunho pensó, Jaejoong
introdujo sus manos dentro de sus boxers y apretó su dura erección de igual
forma que él lo había hecho unos minutos atrás. Yunho cerro fuerte sus ojos al
sentir la sensación de ser masturbado por la mano suave de Jaejoong, que lo
bombeaba con dedicación pero demasiado despacio para el gusto de Yunho, por lo
que aparto sus manos por un momento para poder sacar su erección de sus
pantalones y luego volvió a tomarla,
esta vez enseñándole con su propia mano como le gustaba que se lo hicieran.
No
paso mucho antes de que sus gemidos inundaran la habitación y su libido se
fuera por la borda, mientras hacía que Jaejoong lo masturbara con más fuerza.
La verdad nunca se hubiera imaginado que Jaejoong lo masturbaría así, ni que
fuera tan bueno como para estar en menos de cinco minutos deseando llegar a su
climax de una vez por todas.
—¿No
has hecho… esto antes…? ¿Con nadie? ¿Cierto? —Yunho formula la pregunta cuando
le invadió una intranquilidad mezclada con celos al pensar que Jaejoong no era
tan inexperto como le sugería.
—No.
—Jaejoong respondió claro sin un atisbo de falsedad en sus ojos. —Solo lo hago
como lo hiciste hace un rato.
—Entonces
eres bueno. —Yunho le sonrió coqueto y llevo un mechón de la cara del menor
detrás de su oreja, sintiéndose ahora mucho más relajado.
Dejando
que el chico se hiciera cargo, Yunho inclino su cabeza hacia atrás, mientras
cerraba los ojos y se lamia los labios, dispuesto totalmente a disfrutar del
momento. Hace mucho tiempo no tenía ningún momento intimo con alguien, y siendo
un hombre, era claro que necesitaba de ese tipo de atenciones más que urgente.
—Urrgghhh
Jaejoong… —Yunho gruño leve cuando Jaejoong hizo un movimiento demasiado brusco
sobre su pene y sin pensarlo dos veces, tomo a Jaejoong de las caderas e hizo
que se sentara sobre sus piernas, para que lo siguiera masturbando mientras él
lo sostenía. Se sentía demasiado caliente y quería tener a Jaejoong solo para él.
—Más rápido… por favor… —Suplicó cuando su pene dio indicios de querer
explotar.
Jaejoong
acerco su rostro. —Yunho… hyung… siempre puedes pedirme este favor cuando estés
estresado. No necesitas a nadie más ¿De acuerdo?
Yunho
ya no oía lo que Jaejoong decía, solo quería descargarse en la mano del
muchacho lo más pronto posible. Breves minutos pasaron después cuando Yunho por
fin llego a su climax, chorreando su espeso líquido en su abdomen y en la mano
de Jaejoong.
—Dios.
Eso fue bueno. —Dijo Yunho con el aliento entrecortado y cuando vio los labios
húmedos del menor y quiso besarlos, Jaejoong le aparto el rostro y se recostó sobre la cama, mencionando un
breve “Tengo sueño” antes de que sus ojos por fin se rindieran. Yunho no pudo
evitar sentirse un poco tonto por el rechazo, aunque considerando que había
masturbado a Jaejoong y este le había devuelto el favor, no se debía sentir
para nada desanimado.
—Eres
como un pequeño zorrito ¿No? ~—Yunho le susurró al acomodarse al lado y también
recostar su cuerpo, sintiendo que toda su energía ya se había liberado para poder
por fin descansar junto a Jaejoong.
..
En
el tiempo que había estado viviendo con la familia del señor Kim, Yunho nunca había
presenciado ese ambiente tan alegre en la casa.
Era
el día en que jugaba la selección de Corea contra la de Japón, por lo que todos
habían dejado de lado sus obligaciones y
se habían aglomerado en la sala para ver el partido y por supuesto apoyar a los
“diablos rojos”. El señor Kim parecía el más emocionado de todos, puesto que vestía
con orgullo la camiseta de la selección y su cara estaba pintorreteada con los
colores del equipo. Jieun también estaba presente y junto a la señora Young Mí,
brincaban y se emocionaban aunque no entendieran muy bien que estuviera
pasando. El mayordomo Lee se encontraba sentado en el sofá con su usual cara rígida,
y Jaejoong como de costumbre era el único que no estaba presente.
Yunho
volteo su vista del televisor hacia todos, contemplándolos por unos minutos: De
verdad parecían una familia.
Una
extraña familia.
—¡¡¡El
balón está en sus narices buenos para nada!!! —El señor Kim le grito a la
pantalla del televisor como si los jugadores fueran a escucharlo desde allí. De
verdad Yunho nunca pensó ver a su jefe
de ese modo.
—Señor
Kim cálmese que va a asustar a Yunho con sus alaridos. —La señora Young Mi bromeó
y le dio una rápida mirada a Yunho, sonriendo al ver que este estaba al lado de
Jieun y entre los dos conversaban. —¿Qué están haciendo ustedes dos ahí?
Jieun
se volteo sorprendida. —Nada, nada tía. —Le dijo con algo de nerviosismo. Ella sabía
que su tía hace mucho tiempo atrás se había
dado cuenta de sus sentimientos por Yunho, por lo que cada vez que le hablaba, temía
que revelara algo que la pusiera en aprietos.
—Eso
espero. —Le dijo a Jieun y dirigió su mirada de nuevo al partido que entraba en
receso de medio tiempo.
A
continuación, la señora Young Mi se retiró hacia la cocina por unos bocadillos
mientras los demás se desperezaban y se relajaban hasta el momento que iniciara
el segundo tiempo.
—Nunca
pensé que fuera un hombre tan aficionado al futbol, señor Kim. —Le dijo Yunho
tomando un trago de su cerveza.
—Bueno,
hay muchas cosas de mí que no conoces, Yunho. Si te muestro este lado mío, alégrate,
porque significa que lo has hecho bien.
Yunho
sonrió ante el comentario y cuando abrió su boca para decir algo más, Jaejoong
llegó bajando por las escaleras, posicionándose de pie en la entrada de la
sala. Ambos compartieron una breve mirada de complicidad por unos segundos que
solo pertenecía a los dos.
Desde
aquella noche, Yunho no había vuelto a hablar mucho con Jaejoong, pero cada vez
que se miraban o que se encontraban en el mismo sitio, una tensión ligeramente
sexual podía sentirse en el ambiente.
—¡Hola
Jaejoong, que bueno verte! Ven, siéntate con nosotros. —Jieun le sonrió palmeando
el espacio libre que había a su lado en el sofá, no obstante como de rutina,
Jaejoong la ignoro y se sentó en el sillón que estaba al lado. Jieun frunció
los labios, al parecer nunca conseguiría agradarle al muchacho.
—Creí
que no querías ver el partido. —Yunho le dirigió la palabra.
El
menor lo volteo a ver. —No vine por eso.
Yunho
arrugó el entrecejo.
—¡Adivinen
lo que encontré! —Young Mi entró sosteniendo el bowl de pasa bocas con una mano
y con la otra, unas diademas con cuernitos de diablo las cuales eran tradición
usar cuando jugaba el equipo de Corea del sur. —Ahora si podemos decir que
somos unos verdaderos hinchas. —Exclamó alegre y se puso una de las diademas
mientras le pasaba otras dos a Jieun a la par que le hacía señas con la boca y
los ojos, insinuándole que era lo que quería que hiciera. Un poco tímida, Jieun
se puso los cuernos y luego le puso cariñosamente la diadema a Yunho. Por
supuesto, Jaejoong no paso eso desapercibido y agarrando otra diadema, él se la
coloco en la cabeza sin quitar sus ojos amenazantes de la chica y del mayor.
Jaejoong
con esos cuernos de verdad lucia como un pequeño diablillo con intenciones
confusas.
—Guarden
silencio, ya va a empezar de nuevo.
La
señora Young Mí alzo la voz y en seguida todos volvieron a prestar atención a
la televisión, todos menos Jaejoong quien seguía observando de reojo a Jieun y
Yunho en el extremo del sofá. De verdad, su evidente disgusto no podía ser
controlado y al parecer no tenía intenciones de hacerlo menos notorio.
—Oppa,
Apostemos el marcador. —Jieun le susurró a Yunho una vez que empezó el segundo
tiempo. —Yo digo que gana Corea 3 a 2. ¿Tú que dices?
—Yo
digo que gana 3 a 1. —Yunho le siguió el juego sin prestarle mucha atención al
rostro molesto del menor.
—Ok,
pero si es una apuesta, debemos poner un premio ¿No?
Yunho
alzo los hombros. —Proponlo.
—Bien…
—Jieun bajo la mirada por un momento y luego la volvió a subir, sonriéndole. —Si
yo gano debes cocinarme algo costoso y rico como símbolo de tu derrota.
—Que
exigente. —Yunho bromeó.
—¿Lo
harías oppa, si? —Ella se le acurrucó y empezó a hablarle en forma de Aegyo, jugando
pero al mismo tiempo coqueteándole con su inocente voz. Yunho no pudo evitar
reírse por el tierno comportamiento de la chica, sin darse cuenta como Jaejoong
se levantó del sillón y tomo la cerveza, regándola “accidentalmente” en el regazo
de Jieun.
—¡Ahhh!
—Jieun se levantó asustada y todos los presentes voltearon a verla, observándola
dar saltos y a Jaejoong de pie con una mirada impasible.
—¡¿Qué
paso?! —Young Mi preguntó confundida al ver como se sacudía su sobrina.
Jieun
trato de calmarse. —Nada, no pasó nada tía. Jaejoong… me rego sin querer la
bebida. No hay nada de qué preocuparse. —Fingiendo una expresión tranquila,
Jieun se excusó y se dirigió a uno de los baños que quedaban en el otro extremo
de la casa. Yunho se levantó para seguirla no sin antes darle una mirada
reprobatoria a Jaejoong, ya que él sabía que el menor no vertió la bebida de
modo accidental. Era bastante claro que había sido a propósito y aunque pensó
que Jaejoong era demasiado maduro para cometer una infantilidad como esa… tenía
también que recordar que Jaejoong ni siquiera había cumplido la mayoría de
edad.
Aún
era un adolecente con las emociones alborotadas.
—¿Jieun
estas bien? —Yunho le preguntó en cuanto llego al baño en donde ella estaba
tratando de limpiarse la mancha que había quedado en su camisa de la selección.
—Sí,
sí solo estoy tratando de arreglar este desastre. —Le contesto con una sonrisa
incomoda. —No pasó nada, fue un accidente. —Ella le dijo aunque algo dentro de sí
le manifestó que Jaejoong si había tenido intenciones malas con esa acción.
—Ven,
déjame ayudarte.
Yunho
se le acercó y tomando un poco de agua con la palma de su mano, él la restregó
sobre el manchón, limpiándola cuidadosamente mientras Jieun le observaba atenta
sintiéndose algo ruborizada por la acción.
No
pasaron ni cinco minutos cuando llego Jaejoong y se quedó en el marco de la
puerta. Sus brazos se cruzaron furiosamente. —Yunho, detente.
El
mencionado se volteo, incrédulo. —Por lo menos ten la decencia de pedir
disculpas ¿No?
—Te
dije que te detuvieras.
—Primero
discúlpate.
—Yunho,
no es necesario…. —dijo Jieun luciendo notablemente incomoda por la situación.
—No.
—Yunho la interrumpió —Jaejoong debe aprender que sus actos tienen
consecuencias. Ahora deja esa actitud arrogante y discúlpate con ella.
Jaejoong
abrió la boca al no poder dar crédito el modo en el que Yunho lo estaba
tratando. Ni siquiera su padre lo trataba así. —Yo… —Mordiéndose los labios,
Jaejoong decidió que lo mejor era darse por vencido. —Lo siento. —Masculló para
luego dar vuelta e irse enfurecido por el pasillo. Yunho suspiró profundo. Debía
reconocer que se sintió algo mal por el inesperado enojo de Jaejoong.
—No
debiste Yunho, enserio no es nada. —Le dijo Jieun segundos después. Ella de
verdad era una chica demasiado gentil como para sentirse enojada por lo que había
provocado Jaejoong. Prefería dejarlo pasar antes que ponerse a pelear. —¿Crees
que se enojó?
—Tranquila,
yo me hare cargo. Iré a hablar con él. —Dejándola a solas en el baño, Yunho fue
por el pasillo que habida recorrido Jaejoong momentos atrás, los cuales dirigirán
a unas habitaciones en la parte trasera de la casa a las cuales nadie nunca
iba. La verdad no quería que Jaejoong estuviera enojado con él, por lo que aclararía
las cosas antes de que empeoraran.
Revisando
cada uno de los cuartos, Yunho por fin dio en el que estaba Jaejoong, quien se
encontraba en un sofá mirando hacia la pared con los brazos cruzados. Yunho procuró
entrar despacio para evitar acrecentar la rabia del menor.
—¿Puedo
hablar un momento contigo?
Preguntó
pero lo único que recibió fue una clara evasión por parte de Jaejoong.
—Ok,
aclaremos esto —Sin resignarse, Yunho se sentó en el sofá siendo observado por
los ojos atónitos de Jaejoong, los cuales parecían decirle que era un atrevido
por insistir perturbar su paz. —¿Por qué te molesta tanto que Jieun este
conmigo? ¿Es porque te dan celos? ¿Te molesta?
Jaejoong
le dio la espalda. —Si quieres estar con ella, ve. No me importa.
—Eso
no te lo crees ni tú mismo. —Suspiró —Mira, como te lo dije la anterior vez,
Jieun y yo solo somos amigos. Enserio no tengo intenciones de algo más con
ella.
—Aun
así, tú la defendiste sobre mí.
—Fue
porque fuiste un grosero.
Jaejoong
apretó más los brazos sin pensar en dirigirle la mirada. Ante eso, Yunho supo
que lo mejor era tratar de negociar las cosas de una manera más cariñosa o si
no Jaejoong jamás le volvería a dirigir la palabra. —Ok, si te sentiste
atacado, lo siento, me disculpo. Pero eso no justifica que este de lado de tus
acciones. Dejemos eso atrás, ¿Si?
El
menor lo miro de reojo, aun no muy convencido.
—¿Eso
qué significa? ¿No me perdonaras?
Jaejoong
volvió a girar su rostro.
—Bien,
¿Entonces qué quieres que haga?
Ante
la pregunta, Jaejoong se volteo quedando cara a cara con Yunho, clavándole sus
ojos mientras llevaba lentamente sus dedos a sus labios. Yunho había aprendido
en este tiempo que cuando Jaejoong quería algo no lo decía, solo lo señalaba, y
esta señal que le mandaba ahora era demasiado clara para no captarla. —¿Quieres
un beso? —Se acercó.
Jaejoong
se relamió los labios, dándole a entender que había dado con la respuesta.
A
continuación, Yunho miro por un corto tiempo la puerta de la habitación y luego
se enfocó en Jaejoong, debatiéndose internamente si debía hacerlo o no. No
debía sentirse tan indeciso puesto que ya había masturbado al chico y se había
dejado masturbar de él, sin embargo, el hecho de que Jaejoong fuera mucho menor
que él aun le perturbaba.
Acercándose
con temor, Yunho cerró los ojos pero luego se volvió a alejar, moviendo la
cabeza de un lado al otro como si estuviera razonando que hacer.
—¿Qué
pasa? —Jaejoong preguntó confundido.
Yunho
dejó escapar una exhalación. —¿Tienes presente que soy el asistente de tu
padre, cierto?
Jaejoong
asintió.
—¿Y
que soy mucho mayor que tú y por lo tanto tendría que cuidar de ti?… Porque no
siento que lo esté haciendo, más bien me estoy aprovechando de ti.
—Pero
yo quiero que te aproveches de mí.
Esa
frase sonó tan lujuriosa que Yunho tuvo problemas para siquiera respirar. —Sera
nuestro pequeño secreto, está bien. No debes hablarle a nadie más de esto.
—Sí.
—Jaejoong asintió de nuevo mientras sus manos se enroscaban en el cuello de
Yunho.
—Ok.
Tomando
una gran bocanada de valentía, Yunho coloco ambas manos sobre las caderas de Jaejoong
y se acercó decisivamente a su rostro, capturando los labios de Jaejoong con
los suyos. Primero intentó con varios besos cortos, tanteando el terreno; y
luego su boca codicio por más y chupo el labio superior de Jaejoong con ansias
de poder conseguir un beso profundo. Pero Jaejoong seguía rígido. Quizá este
era el primer beso que recibía en su vida.
—Abre
más la boca… —Le susurró leve mientras tomaba la barbilla del muchacho para
poder separar sus labios. Jaejoong le obedeció y Yunho aprovechó para robarle el
aliento con una succión muy profunda. Las manos de Yunho se enredaron
totalmente detrás de la espalda de Jaejoong y sus pechos hicieron contacto,
apretando sus cuerpos uno contra el otro. Los labios de Jaejoong eran muy descoordinados
debido a la inexperiencia pero Yunho daba lo mejor de sí para guiarlo,
queriendo que ese primer beso fuera casi que inolvidable para el menor.
—¡¡¡¡GOOOOLL!!!!
Se
oyó a la distancia desde la sala, lo que hizo que se separaran.
—Espera.
—Yunho le susurró y caminó hasta la puerta, cerrándola después. No quería ser
interrumpido por el alboroto de los demás, mucho menos ser descubierto por la osadía
de estar besándose sin cerrar la puerta. Devolviéndose impaciente a los brazos
de Jaejoong, Yunho tomo el cuerpo del menor y lo atrajo hacia el suyo, sin
poder esperar ni un minuto más tener lejos aquella boca adolescente. La
sensación de besarlo era algo nuevo para Yunho… tan prohibido y excitante, jamás
en su vida se había sentido tan emocionado con un beso.
Yunho
jugueteo con Jaejoong cuando introdujo su lengua en su boca y espero a que se
encontrara con la del chico para poderla saborear en toda su extensión. Luego,
chupo con delicadeza los labios de Jaejoong esperando que este hiciera lo mismo
con él después. Le estaba enseñando la forma en que le gustaba ser besado.
Una
media hora paso quizá y ellos seguían en aquella relegada habitación de la
casa, dándose besos con espacio cortos para respirar. De verdad lo estaban
disfrutando.
—Jaejoong,
para serte sincero no sé lo que me pasa contigo, pero esta me gusta. Tú me
estas gustando mucho. —Le dijo Yunho una
vez que sus hormonas se tranquilizaron y pudieron encontrar un breve momento
para charlar.
—Lo
sé. —Le respondió Jaejoong. Su voz suave ahogada por los besos.
—¿Yo
también te gusto no es así? Me pregunto desde que momento te empecé a gustar ya
que ni se te antojaba mirarme…
—No
lo sé. Un día me desperté mirándote de manera diferente. Eso fue todo.
—Entonces
debo tener algún encanto oculto. —Yunho le sonrió mientras le pellizcaba una de
sus mejillas.
Hubo
un momento en que Jaejoong bajo su cabeza, tal vez meditando algo. —Yunho, ¿Qué
sigue ahora?
Yunho
sonrió. —Lo que tú decidas.
—No
sé qué decidir.
—Entonces
yo lo hare. —Yunho le dio un beso rápido. —Estos seguirá pero debemos procurar
ser discretos. No mucha gente podrá comprender esto. Así que debemos ser
cuidados ¿De acuerdo?
Jaejoong
asintió. —De acuerdo.
Yunho
le sonrió y lo volvió a atrapar en un beso profundo, sin importarle lo que los
otros residentes pensarían al ver que ellos dos no habían regresado a mirar el
partido.
..
Yihan
cerró su laptop y se dispuso a ir hasta el escritorio de Yunho ubicado en la
oficina del señor Kim para poder ir a almorzar juntos. Ya se les había hecho
una costumbre que cuando Yihan no almorzaba con los ejecutivos, Yunho era el
que se ofrecía como su compañía.
Llegando
a la puerta, Yihan la entre abrió con cuidado para no ser tan impertinente pero
el sonido de Yunho hablar por teléfono, le hizo quedarse inmóvil y escuchar la
conversación.
—¿Ya llegaste de la
escuela?.......si acabe de salir a la hora de almuerzo…. No aun no puedo ir,
debes esperarme cuando salga…. Si lo se….. yo también te pienso mucho todo el
tiempo…. ¿Eh?..... Oh, no puedo esperar…. Quiero ya estar en casa, y besarte y
dormir junto a ti toda la noche….si….Escúchame tengo que colgar, pero en la
noche hablamos ¿Ok?...ok…. adiós.
Yunho
colgó el teléfono, dejo organizado su escritorio y se levantó de su puesto para
ir a buscar a su hyung para ir a almorzar. Sin embargo, no tuvo que siquiera
buscarlo porque cuando abrió la puerta su Hyung estaba justo en frente,
mirándolo con una expresión sombría.
—¡Oh
hyung-nim! Me asustaste. —Exclamó Yunho llevándose una mano al pecho.
—¿Con
quién hablabas? —Su hyung ni siquiera le saludo, tan solo le formulo la
pregunta de una forma directa y casi acusadora.
Yunho
le evito la mirada. —Con… mi madre.
Yihan
frunció las cejas. —¿Ah sí? No pensé que con tu madre hablaras así…
—Está
bien, está bien. Hablaba con… —Yunho se quedó un momento callado y analizó todas
las opciones coherentes que podía decir. —tengo una novia. —dijo con rapidez al
caer en cuenta como su hyung lo observaba por lo mucho que se estaba tardando
en explicarle.
—¿Hace
cuánto?
—No
hace mucho… unas semanas.
—¿Y
porque no me lo habías contado?
—Porque
no creí que fuera duradero.
—¿Y
porque…?
—¿Por
qué me estas interrogando? —Le demandó al verse absorbido por ese montón de cuestionamientos
que no tenían razón de ser. ¿Qué derecho tenía en inmiscuirse en su vida así?
¿Sospechaba algo quizá?
—Estas
muy nervioso Yunho, eres sospechoso. —Yihan le comentó segundos después,
tratando de lucir tranquilo para no levantar sospechas. Luego, aproximándose a
pasos lentos, Yihan aprovecho el momento para acorralar a Yunho contra la pared
que estaba detrás. Quizá su comportamiento era exagerado, pero él bien sabía
que si no se hacía cargo desde ahora,
tal vez en un futuro no podría controlar la situación.
Desde
hace algún tiempo, veía a Yunho comportarse extraño y no sabía porque su
intuición le decía que Jaejoong probablemente tendría que ver algo con eso.
Ahora, al escuchar esa rara conversación, las alarmas en la cabeza de Yihan no
dudaron en prenderse y su lado posesivo lo tomo sin siquiera proponérselo.
Si
Yunho tenía algo con Jaejoong, así fuera lo más mínimo… Yihan definitivamente
no permitirá que continuara. —Déjame decirte algo Yunho, Si yo me entero de que
tú tienes algo con él, créeme que no saldrás bien librado.
Yunho
hizo una mueca ¿Acaso lo estaba amenazando? —¿A qué te refieres Hyung?
—Solo
te diré que si sabes de lo que hablo, preocúpate.
Yihan
se alejó de él pero antes de que pudiera irse por completo, la voz de Yunho lo
detuvo. —Sí, lo sé. —Esta vez fue Yunho quien se le acerco, con la mirada firme
y el rostro en alto. Estaba claro que no se iba a dejar intimidar.
El
rostro de Yihan de repente se endureció y su aparente calma quedo relegada a un
segundo plano. Cuando se trataba de Jaejoong, no había nada que pudiera
tranquilizar a ese hombre. —¿A qué estás jugando Yunho? ¿De verdad sabes a lo
que me refiero?
—Siendo
honesto no eres para nada discreto con tus emociones, Hyung-nim. —Yunho le
espetó. Su voz no quiso ocultar nada más.
—¿Acaso
estas…? ¿Tú y Jaejoong…?
Yunho
exhaló profundo. —Hyung no quiero discutir contigo por esto. De verdad, dejémoslo
así. —Yunho expresó con sinceridad y cuando estuvo a punto de marcharse, Yihan
lo tomo con fuerza del brazo.
—¡No
Yunho esto no se queda así! ¡Dime que tienes con Jaejoong!
¿Qué?
¿Qué era todo esto? ¿Acaso se había vuelto loco? —¡¿Por qué te interesa eso?!
—¡¿Qué
le has hecho a Jaejoong?!
—¡¡Nada!!
—Yunho se zafo bruscamente. Su paciencia comenzando a agotarse.—¡¿Qué es lo que
te pasa Hyung?! ¡¿Por qué esta fijación extraña por Jaejoong?!
—No
deberías cuestionarme eso. No debería importante incluso lo que tenga que ver
con Jaejoong.
—Pero
me importa. —Yunho declaró, sin importarle si sus palabras podían meterlo en un
aprieto.
—¿Porque?
El
inesperado brote de valentía de Yunho de repente se esfumo, puesto que él había
hecho un acuerdo con el menor de ser cuidadosos respecto a su relación. Y por
mucho que quisiera restregarle en la cara a su hyung que era él el que tenía a
Jaejoong, no podía poner su situación en riesgo. No podía exponer su integridad
ni la integridad del muchacho.
—Dímelo
Yunho….¡Dímelo!
Inesperadamente
Yihan lanzo un manotazo al escritorio de la secretaria del señor Kim, haciendo
que unos cuantos folders, papeles y un jarrón se vinieran al suelo, provocando
un gran estruendo. Unas cuantas personas que estaban dentro de sus oficinas
salieron para averiguar que era lo que estaba sucediendo y Yunho solo se quedó atónito
ante esa reacción, no dando crédito a lo que sus ojos presenciaban ¿De verdad
este era el hyung que tanto había admirado todo este tiempo?
A
continuación, Yihan se le acerco amenazante, siseándole en el oído. —Me estas
ocultando algo Yunho y voy a descubrirlo. —Luego se alejó de una vez por todas
y dejo que Yunho se encargara del desastre.
Con
el corazón a mil y la mente hecha un ocho, Yunho se arrodillo a recoger el
desorden sin quitar su vista incrédula el pasillo por donde se había marchado
el mayor.
“¿En qué me estoy
metiendo?” Yunho se
preguntó al analizar que eso era más serio de lo que pensaba. De la nada, Le invadido
un impulso de dejar todo atrás y no continuar con eso, pero al recordar la boca
suave, las manos gentiles y el aura felina de Jaejoong, concluyó que no daría un
paso atrás. No señor, él deseaba a Jaejoong incluso mucho más de lo que lo
deseaba a Yihan. Y si tenía que pelear por él, lo haría, así fuera contra su hyung.
Y
si Yihan quería guerra…
…entonces
guerra le daría.
Fin de la segunda
parte.
Nota: Bueno aqui esta la segunda parte de este fic. La verdad no creí que la personalidad de jaejoong gustara tanto pero me alegra de que asi haya sido.
Del otro cap no tengo escrito nada :s Así que no se cuando lo pueda subir. Por lo pronto, dejen sus comentarios y pensamientos, y nos vemos cuando me de la suficiente inspìracion para escribir el otro, aunque ya tengo pensado que escribir. Y si habrá lemon, así que esperenlo.
ya se dio esto de el Yunjae y que sigue dice Jae pues el Lemon digo yo XD eso espero
ResponderBorrarJae si que me a sorprendido pues paso de tímido a chico malo y muy caliente
si ya esta que explota Yihan por lo que se imagina que Yunho le a echo a Jae enloquecerá cuando lo compruebe y mas por que Jae nunca le mirara con ojos de amor como el pretende que lo mire pobre de Yihan
GRACIAS muy bueno el capitulo y estaré esperando el siguiente
se me paso me encantaron las lecciones que Yunho le dio a Jae y este si que aprende rápido listo el Jae yo quiero tomar esas lecciones con Yunho pero Jae me mataría por eso aquí lo dejo
BorrarGracias
Me encanto ¡¡ me gusta como la personalidad de jae es algo confusa y yunho no se nego mucho a pesar de saber que no es correcto XDDD espero con ansias el proximo cap :D gracias
ResponderBorrarPris
Que buen capitulo!!! Voy a estar rogando para que te llegue la inspiracion pronto ha sido un capitulo largo y sustancioso XD y sí!! Amo a este Jaejoong es misterioso algo frio tierno sin llegar a ser empalagoso celoso tiene todas las caracteristicas de un gato; un gato que ya eligio a su dueño y ya marco territorio XD .
ResponderBorrarGracias escribes genial
Tenés una excelente capacidad para la narrativa y el intercalado del diálogo es muy bueno!!!!!!
ResponderBorrarGrrrrrrrr se me han borrado dos veces los comentarios que te hice :( ....
ResponderBorrarBueno
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ME RIO COMO FOCA
Jae me enternece, es que es tan el...lo re amo asi!...es que es tan asi.
Esa personalidad tan misteriosa, tan inocente por momentos, tan directo, o endemoniadamente directo
No puedo creer a como ha llegado ya su relacion
A tocarse, besarse....me los imagino, Yunho ya es mayor....y Jae es un adolescente....
Esa llamada que tuvieron fue tan ....... waaa es cmo una relacion de verdad, totalmente enserio...
Yihan sospecha o lo intuye, en un principio Yihan me causaba cierta antipatia, despues ternura por como se desvivie por Jae y despues tristeza porque Jae ni siquiera lo mira y ya lo tacho de por vida....osea que Jae se dio cuenta de que Yihan lo ve con otros ojos.....
Pero....el comportamineto suyo ya se ha vuelto obsesivo, posesivo ........esta encaprichado con Jae.....y no pues...y siento que le va a aocasionar muchos problemas a Yunho y a Jae mismo.....
El papa paraece bueno, pero que pensara cuando sepa que dos hombres mayores quieren a su bebe ....y que uno ya se lo esta comiendo enterito jajajajajajaja
De todas maneras toda esta histria que estan tejiendo el Yunjae e esta muy bonita, porque es tierna, inocente...y muy apasionada, lujuriosa, muero por el siguiente cap, lleno de pasion entre ellos....Muchas Gracvias!!!!!...escribes genial y no sabes como me emociono cuando veo que hay actuuuu ....mil gracias!
Waaaaa...kekeke Yihan si que esta coladito y obsesionado con JaeJoong, y él ni
ResponderBorrarle para jajaja
Oh por kami-sama Yunho y Jae han pasado la linea muahahaha ya se masturbaron, se dieron besitos ^ 3 ^...qué hará Yihan al comprobar sus sospechas? Y más importante que hará el papá de Jae?
Que buen capitulo. Ese jihan me da miedo, su obsesión por Jae me da cosa.. Y espero que no les valla mal al YunJae por la culpa de este tipo. Me encantó el capítulo.
ResponderBorrarWaaaaaaaaaaaa ame el cap!!!!
ResponderBorrarAhora el yunjae se esta poniendo hot y meloso y eso me encanta!!!! >3< pero en vista que yinhan no se quedará quieto la cosa se pone buena quiero mas! Conti plis!
Largos e interesantísimos caps *q* yunho pero q tal manoseada se dieron ambos y las lecciones de besos ** ese Yihan traera problemas. La personalidad de jaejoong es encantadora, parece que no supiera nada pero en verdad lo sabe es sereno pero con el toque infantil jajaja derramar la cerveza a proposito pero si q despues tuvo su castigo- premio de yunho. El sr.Kim es buena persona pero no creo este de acuerdo en la relación de su menor hijo y su empleado. Super bueno. Estare a la espera de la conti ^^
ResponderBorrarWooo tenemos a un Jaejoong súper tierno tímido aveces pero muy provocativo que deja a Yunho en blanco jejeje me encanta y sus celos si que es de armas tomar ah y Yunho que al comienzo no ataba cabos pero yaaa Jae fue muy notorio porfavorrr XD pero lo peor es Yihan el tiene una obsesión con Jae y muy enfermiza que puede ser peligrosa mmm espero que no haga algo loco ......por otro lado si su padre se entera su aptitud puede ser algo diferente no! ..
ResponderBorrarGracias por el capítulo
Me encantó ^^ ... espero con ansias la continuacion y un poco más de lemon ㅋㅋㅋㅋ.... gracias por el capítulo, realmente lo ame
ResponderBorrar¡Dios!
ResponderBorrarEspero pronto la actualización, como siempre...quedo con un excelente sabor de boca con tus historias *-*
Al fin dieron el primer paso, aunque es arriesgado, para como si Jae en verdad se esta enamorando. Ojala Yun no se asuste tan rápido y no deje a Jae.
ResponderBorrarEse Yihan me cae mal,mi pobre Jieun sufrirá ;;
Gracias por compartir.
OMG!!!! Esto se pone cada vez más interesante...... Yunho no dejes que Yihan se acerque a Jaejoong, suena como una persona muy posesiva (en exceso) y eso no puede ser bueno para JJ
ResponderBorrarok, la verdad ayer me segui leyendo por que la historia esta muy muy buena y ya no comenté, pero aqui estoy.... en verdad que ese Yihan me cae cada vez peor con que no le vaya a hacer nada malo a JJ u.u y amo que cada vez yunho se enamoré más de JJ siiiii el amor siempre triunfa¡¡¡ :D muchas gracias
ResponderBorrar