miércoles, 21 de junio de 2017

Niños de Ciudad - Capitulo II

—¡Y no los quiero ver por aquí cerca!

Fue lo último que les grito su jefe antes de cerrar fríamente la puerta.

Sin nada más que discutir, las tres almas en pena comenzaron a deambular por las calles casi desiertas de aquel abandonado vecindario, esperando que la noche se comportara calmada y misericordiosa con ellos.

“El jefe… ¿Por qué me hizo esto? ¿Por qué a mí?” Jaejoong se preguntó en su cabeza, todavía incrédulo de lo que había acabado de suceder.

“¿Sera que solo le importo si llevo dinero a sus manos?”

 ..


Capitulo II: Porque con un niño de la calle nadie nunca es misericordioso.



Yunho terminó de organizar su pequeña cama y se acomodó en el alfeizar de la ventana, mirando el cielo que hoy parecía estar un poco más oscuro. Abrió una lata de refresco y observo al pequeño Changmin sentarse frente a él, admirando también lo calmado que estaba el cielo.

Esa era su rutina de todas las noches, observar la ciudad mientras esperaban que viniera el sueño a ellos.

—Yunho…—Lo llamo Changmin, sacándolo de su ensimismamiento. —¿Los chicos del otro bando no son una amenaza, cierto? —Preguntó con un dejo de intranquilidad en su voz.

Yunho solo le sonrió a medias. —No te preocupes Changmin, yo te cuidare. Nada pasara. —le dijo para calmarlo sin estar convencido enteramente de sus palabras. Obvio, él sabía que la otra pandilla tarde o temprano estaría dispuesta a desterrarlos de la zona pero no podía decirle eso a su pequeño Changmin de once años. No podía ponerle más sufrimiento a aquel niño que había sido abandonado.

—Si tú lo dices. Estoy seguro de que tú podrás con ellos. Tú eres muy fuerte. Además, no creo que quieran meterse con nosotros de nuevo.

—¿Y por qué no? —Yunho le sonrió, divertido del repentino arrebato de confianza del pequeño.

—Porque tengo esto. —Orgulloso, Changmin saco de su bolsillo la bolsa de ganancias que le había robado a Junsu y a Yoochun.

Yunho se sintió perdido por un momento. —¿Eso es…?

—Sip, es su dinero.

La expresión que se formó en el rostro de Yunho confundió por un segundo a Changmin. Él creía que iba a recibir una felicitación o que tal vez Yunho solo se reirá divertido de su osadía, pero la cara que hizo Yunho en ese momento parecía estar muy alejado de todo lo que él esperaba. —¡¿Qué hiciste qué?! ¡¿Por qué hiciste eso?!

—B-bueno…—Changmin balbuceó. —Ellos se burlaron de nosotros.

—Pero no puedes ir robando así como así a la gente. —Arrebatándole la bolsa de dinero, Yunho agarró fuertemente la muñeca de Changmin haciendo que este se retorciera por la presión. —Prométeme que no volverás a robar.

—¡Hyung me lastimas!

—Prométemelo.

—¡Te lo prometo!

Yunho lo soltó y Changmin de inmediato se llevó la mano a su muñeca, sobando la marca que había quedado impregnada. —¡Auu!, no sé porque te enfadas tanto. Solo estaba defendiendo nuestro honor. —Le dijo una vez vio a Yunho tranquilizarse por la situación. —Tenía que hacer algo, ya que tú obviamente no nos quisiste defender.

—No creí necesario iniciar una pelear.

—Si claro. —Changmin rodo los ojos. —Tú solo te detuviste porque ahí estaba ese chico de cabello negro, el que quiso robarme mi panqueque el otro día.

Ante eso, Yunho volteo a mirarlo. —¿Qué?

—Sip, ¿Sabes hyung? Ayer no fue la primera vez que vi a ese niño, lo he visto rondar varias veces por aquí cerca. Y también he notado como no le quitas los ojos de encima. Eh Hyung —Changmin sonrió. —¿Acaso te gusta?

El sonrojo en el rostro de Yunho fue tan evidente que hasta Changmin le provoco gracia. —¿De qué carajo estás hablando? Ni siquiera lo conozco.

—No, pero yo sé que te gusta.

—Ni siquiera se su nombre.

Yunho y… ese niño, sentados en un árbol, dándose besitos y…¡Auu! —Changmin se detuvo cuando la mano de Yunho le golpeó fuertemente el brazo.

—Solo estás diciendo tonterías, Changmin. —Yunho regreso su vista a la ventana. —A mí no me gusta nadie.

—Lo que digas. —El pequeño murmuró incrédulo. Por más que Yunho lo negara, el hecho estaba claro para él. Porque él podía ser pequeño pero no era estúpido, y era más que seguro que su hyung esta vez había caído ante el amor. ¿No era eso muy gracioso? —Pero si me lo preguntas, yo pienso que… —sus palabras quedaron a medio camino porque noto como Yunho había dejado de prestarle atención y ahora se encontraba mirando fijamente un punto en la calle, luciendo totalmente ajeno a su conversación. Changmin siguió su vista y notó como aquellos tres chicos del otro bando se encontraban acurrucados contra un muro luciendo como tres gatos asustados.

Era peligroso estar rondando por aquellas horas en la calle ¿Por qué estaban ahí? —¡Hey! —Yunho abrió la ventana y les grito desde su puesto —¡¿Qué hacen ahí?! ¡Vengan!

—¡¿Qué?! —Changmin abrió los ojos. —¿Por qué les dices que vengan?

—No los vamos a dejar en la calle.

—Pero son nuestros enemigos.

—Por una vez que los ayudemos no quiere decir que sean nuestros amigos. —Yunho saco de nuevo la cabeza por la ventana ignorando el evidente puchero de desagrado de la cara de su dongsaeng. —¡Vengan, no se queden ahí! ¡Suban!

Algo precavidos, los tres chicos se levantaron del suelo y fueron hacia la ventana donde les gritaba Yunho, subiendo hasta ella por unas escaleras de metal que se encontraban afuera de la edificación. Ya dentro, Yoochun, Junsu y Jaejoong se sentaron en el piso, reconociendo al fin quien había sido el que amablemente les había ofrecido asilo.

Se trataba de los dos chicos de la pandilla contraria.

Bueno, cualquier cosa era mejor que quedarse en la calle.

—¿Acaso no saben lo peligroso que es quedarse fuera a estas horas? —Yunho les preguntó mientras se sentaba frente a ellos. —Los escuadrones pueden estar rondando.

—Obvio que lo sabemos, no somos idiotas. —Yoochun le contestó. —Es solo que el dinero no nos alcanzó para quedarnos en la residencia.

Al oír eso Yunho le arrojó una mirada acusadora a Changmin haciendo que el más pequeño bajara el rostro sintiendo arrepentimiento.

—No podemos regresar a nuestra residencia. Por lo menos no por esta noche. —Junsu agregó.

Yunho suspiró. —En ese caso, lo mejor es que pasen la noche aquí.

Yoochun, Junsu y Jaejoong compartieron una mirada, confundidos. Changmin abrió la boca para protestar pero fue callado por la mirada dura de Yunho que le indico que lo mejor era guardar silencio.

—Como supongo que no han comido nada, les traeré algo para que puedan pasar la noche. Espérenos aquí. —Diciendo esto, Yunho salió de la habitación junto a un muy molesto Changmin quien aún no entendía porque a su hyung le había dado tal arrebato de amabilidad.

—¿Y estos porque nos ofrecen su ayuda? —Preguntó Yoochun a Junsu una vez los vieron salir. —¿Sera que traman algo?

—No lo sé, —Respondió Junsu. —Pero al menos no correremos el riesgo de pasar la noche en la calle. ¿Qué dices Jaejoong?

El mayor, quien había estado metido en su propio mundo, no contesto la pregunta y en cambio se limitó a recorrer con su mirada la habitación, detallando cada cosa. Al parecer el jefe de esta pandilla los dejaba tener cuartos individuales con camas, muy diferente a los viejos colchones en el piso de una inmensa habitación que ellos tenían que compartir. Además también parecía que les dejaba tener otras pertenencias aparte de su ropa, tales como libros, balones y demás cosas. Quizá este jefe era un poco más flexible, pensó Jaejoong.

Yunho y Changmin llegaron luego de unos cinco minutos, sosteniendo en sus manos unos sándwich que habían sacado de la cocina.

Junsu abrió sus ojos. —¿Acaso su jefe les deja sacar comida de la cocina?

Por la pregunta Yunho se le quedo mirando un buen rato, tal vez tratando de entender a qué se refería. —Nosotros no tenemos jefe. Solo somos nosotros. Todos nos ayudamos y aportamos para el bienestar de la pandilla.

—¡¿No tienen jefe?! —Yoochun y Junsu preguntaron al unísono, tan sorprendidos que hasta resulto gracioso mirarles las caras.

Yunho asintió y le paso su sándwich a cada uno.

—Nuestro jefe nunca nos deja comer más de lo que nos ofrece. —dijo Yoochun mientras recibía su porción. —Es un tacaño. —Se burló, provocando que Jaejoong le otorgara una mirada de no muchos amigos.

—El jefe hace lo mejor para todos. —le dijo Jaejoong al sentirse ofendido con sus palabras.

—Ay si, tu como siempre defendiendo a tu amado jefe. —Junsu lo molesto y Yunho solo se mordió la boca al escuchar la palabra amado. Fijo su mirada en Jaejoong, notando como este parecía terriblemente triste y decepcionado, sin una pizca de ganas de querer tener una conversación.

¿Acaso ese jefe era el causante de su tristeza?

—Así que ustedes sobreviven sin un jefe. Me pregunto cómo funciona eso… —Continuo Yoochun haciendo que Yunho alejara su vista de Jaejoong.—Debo admitir que hasta me da un poco de envidia...

Yunho no dijo nada y devolvió su vista a la cara de Jaejoong, más interesado en saber que le ocurría a ese chico que en la conversación que le hacia Yoochun. Por supuesto, Jaejoong no dejo pasar eso desapercibido y se estremeció en su puesto, sintiéndose de repente extremadamente incómodo con la mirada de Yunho sobre él. —¿Qué? ¿Tengo monos en la cara o qué? —Le preguntó de manera desafiante haciendo que Yunho alejara la vista avergonzando y que Changmin soltara una risotada.

—Jaejoong, no hace falta que seas tan malo. —Junsu le dijo mientras le pasaba un brazo por los hombros.

—Déjalo Junsu, solo está enojado por lo que paso con el jefe. —Yoochun explicó.

“Así que si es por él…”

—A todo esto… No nos hemos presentado aun. Hola, —Yoochun extendió su mano. —Me llamo Yoochun.

Yunho acepto su mano. —Yunho y él es Changmin. —Apunto con su dedo al pequeño que estaba escondido detrás de él. 

—Yo soy Junsu. —El chico imitó a Yoochun, apretando igualmente la mano de Yunho.

Hubo un breve momento en que los cinco se quedaron completamente callados. Luego Yunho se armó de valor. —¿Y tú? —Le pregunto a Jaejoong al ver que este no tenía amago de querer decir su nombre.

Jaejoong le devolvió la mirada. —Jaejoong. —Secamente dijo.

—Yunho.

Jaejoong asintió leve y regreso su mirada al piso.

—Hyung ya vayamos a dormir, tengo sueño. —Changmin fue el que tomo la palabra después, abrazando sutilmente el cuello del mayor.

—Sí, creo que ya es hora. —Dándole la razón, Yunho se levantó del suelo. —Pero antes quiero darles algo. —Caminando hacia una mesa, Yunho abrió uno de los cajones y fingiendo que sacaba algo de ellos, él disimuladamente tomo la pequeña bolsa que le había arrebatado a Changmin y saco el dinero de ella, dejando la bolsa dentro del cajón.

A continuación fue hasta Jaejoong y se arrodillo frente a él, ofreciéndole con ambas manos el dinero que era de ellos. —Toma, para que no vuelvan a pasar necesidad como hoy.

Jaejoong abrió los ojos y se quedó erizado, no sabiendo exactamente qué postura tomar. ¿Acaso debía agradecerle? —¿Por qué me ofreces esto?

—Tómalo como un acto de generosidad.

El muchacho chasqueo. —No lo necesitamos, sabemos perfectamente cómo conseguir nuestro dinero.

—Por favor, no lo tomes como una ofensa.

—Jaejoong, solo acéptalo. —Se entrometió Junsu sin pensar demasiado en la inesperada generosidad de Yunho. —Quizás ese dinero nos pueda ayudar más adelante.

Un poco inseguro, Jaejoong tomo el dinero de mala gana y se alejó de Yunho, tomando asiento junto a sus dos dongsaengs en una de las camas que estaba en la esquina de la habitación. Suspirando profundamente, Yunho hizo lo mismo y se acurruco junto a Changmin en la otra cama, sintiendo un sentimiento liviano en el corazón que no supo cómo describir.

—Yunho estas feliz.

Le susurró Changmin unos minutos después cuando creyó que los otros ya se había rendido al sueño.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —Le preguntó Yunho sonando confundido.

—Porque al fin supiste su nombre.

Changmin se dio medio vuelta y Yunho se quedó pensando en sus palabras.
Bueno, quizá su pequeño “hermanito menor” estaba esta vez en lo correcto.



..




Jaejoong podía ser muy insensato, eso aprendió Yunho cuando lo vio una tarde encaramado encima de un tejado de un pequeño edificio, tratando de rescatar a un perrito callejero que había quedado atrapado en una teja. Junsu había sido el que lo había incitado a rescatar al pobre animal, y no tardó mucho en aparecer toda su pandilla, animándolo a realizar la heroica maniobra sin importarles lo peligroso de la situación. Yunho se mordió los labios al observarlo desde el suelo, esto no le estaba gustando.

—Ven perrito, ven aquí… —Tratando de mantener el equilibrio, Jaejoong llamo al perrito que se encontraba acurrucado en la esquina del tejado, incapaz de siquiera mover una pata. Llegando a la conclusión que el perro no se movería por sí solo, Jaejoong caminó un poco más hacia él sintiendo las tejas hundirse con cada paso que daba. Decidió entonces que lo mejor era gatear para tener un mejor control del terreno y así evitar una caída segura.

—¡¡¡Vamos Jaejoong tu puedes!!!

Yunho escuchó a un chico gritarle desde la acera y en su mente solo se le ocurrió golpearlo ¿Por qué todos lo alentaban a cometer esa locura? ¿Acaso él era el único que estaba preocupado? ¿Qué pasaría si Jaejoong resbalaba y se caía? No quería imaginarlo.

—¡¡¡Lo tengo!!!¡¡¡Lo tengo!!! —Jaejoong gritó emocionado cuando por fin pudo llegar hasta el perrito y sostenerlo en sus brazos. Intentó arrastrarse por el tejado para llegar al alfeizar de la ventana más cercana y empezar a bajar por la fachada, pero una teja corrida lo engaño e hizo que perdiera el equilibrio, deslizándose por el tejado y aterrizando en una especie de balcón de metal en la fachada que no parecía completamente estable.

De inmediato el corazón de Yunho se estremeció y todos sus músculos se tensaron al presentir que Jaejoong caería.

—¡¡Jaejoong!! —Yunho escuchó a Junsu gritar de preocupación al ver a su amigo en peligro. —¡¿Estás bien?!

Jaejoong levanto medio cuerpo y se sobo la cabeza. —¡No lo sé! —De repente su cuerpo se puso rígido al sentir como el balcón empezaba a tambalear con su peso. La estructura no resistiría.

—Tenemos que hacer algo, alguien debe ir por él. —Yoochun manifestó nervioso haciendo que todos se miraran entre todos.

“¿Por qué se demoran tanto?” Yunho masculló en su cabeza al ver que ninguno tomaba la iniciativa de ayudar a Jaejoong. Él no era de la misma banda de Jaejoong, él no tenía por qué ayudarlo, sin embargo si se quedaba esperando que alguno de sus amigos se decidiera, Jaejoong caería del balcón. 

Él era el que tenía que ir.

Así que, escabulléndose entre la gente y esperando que nadie se lo impidiera, Yunho empezó a escalar la pequeña edificación, aprovechando los alfeizares y los pequeñas cornisas que sobresalían de la fachada. En menos de un santiamén logro estar a casi el mismo nivel de Jaejoong, apoyando sus pies en una estrecha cornisa salida que se encontraba a solo unos cuantos centímetros del balcón.

—¿Y él que hace ahí? —Yoochun se preguntó al caer en cuenta que el que había subido no había sido uno de los suyos.

Era aquel otro chico de la otra pandilla. Yunho.

—¡Oye, oye, Jaejoong! —Yunho llamo la atención de Jaejoong y se estiró para alcanzarlo.

Jaejoong arrugó el entrecejo. —¡¿Y tú qué haces aquí?! —¿Y este aparecido porque estaba ahí?

—Eso no importa. Ven, —Yunho se estiró aún más. —Déjame ayudarte.

Jaejoong estiro su brazo libre ya que su otro brazo estaba sosteniendo aun al animal. —No…alcanzo… —Aun se encontraban demasiado lejos y si no utilizaba su otro brazo para ayudarse, nunca conseguiría alcanzar a Yunho.

Yoochun decidió intervenir. —¡Jaejoong! —Le llamo desde el suelo y extendió sus brazos. —¡Lánzame al perro para que puedas sostenerte!

Inseguro, Jaejoong tomo al perrito con ambas manos y dedicándole una última mirada, lo lanzo directamente a los brazos de Yoochun, cayendo este exitosamente en su objetivo. Jaejoong suspiró aliviado al ver al perrito a salvo pero luego su expresión se inquietó al sentir como el balcón cada vez se iba desprendiendo más de la pared.

Tenía que salir de ahí lo más pronto posible.

—¡Jaejoong! —Yunho lo volvió a llamar. —Trata de acercar tu cuerpo para que pueda sostenerte.

Jaejoong hizo lo que le pedía Yunho pero cuanto más se movía, el balcón más se desprendía. Yunho entonces llego a la conclusión de que lo único que podía hacer Jaejoong era saltar a sus brazos para que el balcón no lo llevara consigo. Incluso si Yunho lo recibía y perdía el equilibrio no importaba mucho, porque desde esa posición ellos caerían al jardín delantero cuyas hierbas no habían sido cortadas en años, al contrario de la posición en donde estaba Jaejoong donde caería a las escaleras principales hechas de cemento.

Yunho se acomodó mejor en la estrecha cornisa y abrió sus brazos. —Salta, yo te recibo.

—¡Estás loco! ¡No lo voy a hacer!

—¡Tú eres el loco por encaramarte al tejado de un edificio abandonado!

Jaejoong frunció el ceño. —¡¿Y a ti que te impor…?! —Su frase quedo a medias cuando sintió el balcón ceder un poco más.

No había de otra, tenía que hacer lo que Yunho le decía, por lo que armándose de valor y en un movimiento rápido, Jaejoong se levantó completamente y se impulsó hacia delante, sintiendo como el balcón finalmente se desprendía y caía al piso. Los chicos abajo se asustaron por la caída abrupta del balcón no alcanzando a ver como Yunho logro atrapar a Jaejoong en el aire y abrazarlo a su cuerpo. Sin embargo el movimiento y lo estrecho de la cornisa hizo que perdiera el equilibrio y cayera abrazado a Jaejoong. Para la suerte de ambos el colchón tupido de pasto aminoro el golpe de su caída, tal como Yunho predijo.

Yunho fue el que cayó de espaldas, con un Jaejoong encima abrazado a su cuerpo. Sintió la respiración agitada de Jaejoong y luego lo vio erguirse un poco quedando ambas caras a muy pocos centímetros. Sus miradas se encontraron, sus narices se estaban tocando.

—¿Estas…?

Su pregunta no pudo ser continuada ya que Jaejoong se levantó con rapidez y salió del pastizal en rumbo a donde estaba Yoochun, arrebatándole el perro. —¡Rápido, tenemos que ir a dejarlo en la residencia antes de que llegue el jefe! —Les dijo a los otros chicos y luego se fue corriendo sin siquiera voltearse a verificar como estaba Yunho.

El otro se quedó de espaldas en el pasto, sin saber qué hacer.

—¡Yunho, ¿Estás bien?! —Escuchó a Changmin atravesar la hierba y arrodillarse a su lado.

—Si… ¡Ah! —Yunho se irguió poco a poco, sintiendo ahora un corrientazo de dolor en la espalda. Claro, estaba herido sin embargo no creía que se hubiera roto algo.

A continuación llegaron Yoochun y Junsu, ofreciéndole sus manos para ayudarlo a levantar. —Fuiste muy intrépido, no tenías que hacer eso. No era tu obligación. —Le dijo Yoochun.

—Lo sé, pero ninguno se atrevió a ir por él.

—Entonces eres una buena persona. —Continuo Yoochun. —Quizá demasiado. —Esto lo susurró como si estuviera burlándose de la ilusa bondad de Yunho. Junsu se rió por el comentario.

Yunho capto de inmediato la indirecta y solo les dedico una breve mirada antes de caminar lejos para buscar la salida de la hierba.

—Yunho no es tan bondadoso. —Les dijo Changmin mientras se levantaba del suelo. —Solo que le gusta tanto ese Jaejoong que está dispuesto hacer todo por él. —luego de decir esto, se alejó siguiendo sus pasos sin ni siquiera meditar lo imprudente que habían sido sus palabras.

De inmediato Yoochun y Junsu compartieron una mirada, no pudiendo comprender del todo lo que había querido decir ese niñato.

¿Entonces a ese Yunho le gustaba su Hyung Jaejoong?



..



En la noche de ese mismo día, el jefe los invitó a ver un poco de televisión en su recamara, suceso que casi nunca sucedía. La habitación del jefe quedaba en el altillo de la casa y era la única con electricidad, calefacción y agua caliente. Además estaba equipada con una gran cama mullida, una televisión grande y demás cosas que el jefe compraba con el dinero que le conseguían los chicos. Nadie podía estar en esa habitación a no ser que el jefe los invitara y si los descubría husmeando por ahí sin su permiso, el castigo seria el destierro total de la casa.

—¡Ha, ha que idiotas! —El jefe se rió escandalosamente al mirar un extraño programa japonés que ponía a personas a realizar cosas denigrantes por dinero. No era un programa muy agradable a decir verdad. —¿Divertido, cierto? —El jefe les preguntó y los chicos solo asintieron al unísono.

Nadie nunca se atrevía a contradecirlo.

—Uhm hoy fue un día agotador para mí. Tengo ganas de un masaje en los pies… ¿Quién me lo quiere dar?

Ante la petición, todos los chicos alejaron la mirada y pretendieron no haber escuchado a excepción de Jaejoong, quien emocionado volteo medio cuerpo procurando no verse demasiado ansioso.

—Tú, Joongie. —El jefe le apuntó y Jaejoong se levantó feliz del suelo, corriendo al baño a buscar un balde para llenarlo de agua caliente. Luego se ubico justo al frente donde estaba sentado el hombre y remojando un paño dentro del agua, él comenzó a masajear los pies desnudos de su líder. Jaejoong pensaba que él era el único apto para realizar esa actividad, no le gustaba cuando otros lo hacían. Le provocaba celos.

—Señor, ¿Le gusta así? —Preguntó de manera inocente y sus ojos brillaron al ver como su jefe asintió con la cabeza. Junsu hizo una mueca ante la escena, era obvio lo que estaba sucediendo:

A su hyung Jaejoong le gustaba el jefe.

Su rostro iluminado y su sonrisa que combatía por no dejarse ver lo delataban todo. Junsu suspiró, le daba hasta un poco de vergüenza ajena. Sin duda era algo incomprensible para él. Para empezar, el jefe no era un hombre apuesto, es más, estaba lejos de ser encantador. Era grosero, sucio y corriente. Se jactaba de comprarse ropa según él “costosa”, pero tenía tan mal gusto que igual se veía ordinario. No tenía la más mínima idea de que era tener modales, y sus chistes… Dios sus chistes. Su sentido del humor era tan bajo que él era el único que se reía de sus comentarios.

Bueno, aparte de Jaejoong.

Junsu no podía entender cómo es que a su hyung se le enrojecían las mejillas cada vez que el jefe lo veía. Era absurdo. De todas las personas de este mundo, el jefe era sin duda la menos especial. ¿Por qué a Jaejoong le gustaba tanto? Bueno, era sencillo de explicar: La fuente de su gusto se basaba en que Jaejoong sentía agradecimiento por el jefe, ya que después de todo, el hombre era el único que le había dado algo así como un hogar. El único que le había brindado la mano así esperara algo a cambio. Y Jaejoong, siendo un chico abandonado que nunca conoció el amor familiar, se sentía altamente conmovido por la aparente “bondad” de su jefe.

Porque con un niño de la calle nadie nunca es misericordioso.

Los chicos habían aprendido eso en sus escasos catorce años de vida.

—Así que… —El jefe mencionó después de un buen rato en que Jaejoong se entretuvo con sus pies. —Me entere de que hoy salvaste a un perrito.

Jaejoong se detuvo abruptamente. —Si… estaba acorralado en un tejado. —Dijo sin levantar la mirada.

—Y me imagino que se lo devolviste a su dueño ¿No?

Jaejoong se mordió la boca, buscando con el rabillo del ojo el apoyo de alguno de sus amigos. La verdad después del heroico rescate, él había decidido adoptar al perro como su mascota. No sabía porque pero quizás el hecho de que se tratara de un perro callejero le había hecho sentir algo de empatía por el pobre animal. Este vivía prácticamente su misma vida, la de las calles, por lo que era inhumano no prestarle su ayuda cuando el mismo sabía lo doloroso que era no tener un hogar. Pero obvio no podía tenerlo sin la aprobación de su jefe…

…y conociéndolo como era, estaba más que seguro de que no lo dejaría conservarlo.

Aunque al menos podía intentarlo. —Señor…—Jaejoong alzo la mirada, esperando que sus ojos pudieran convencerlo. —El perrito no tiene dueño, vive en la calle. Es como nosotros, es como yo… —Jaejoong dejo escapar un pequeño suspiro y el jefe ya se pudo imaginar a que iba todo esto. —Me preguntaba si… ¿Puede quedarse a vivir con nosotros?

—No.

La respuesta fue rápida, segura; incluso aunque no hubiera terminado la pregunta el jefe de todas formas la hubiera contestado. Jaejoong quiso decir algo más sin embargo no se atrevió a objetar; él sabía que no tenía formas de ganar. Tanto tiempo de convivencia con el jefe le habían enseñado lo imposible que era de persuadir. “Tendrá sus razones” Jaejoong pensó, tratando con eso ocultar la desilusión de saber que por más que se convenciera que al jefe le interesaban sus deseos.

En realidad no le importaban.  

—Además, me tienes ofendido Jaejoong.

Ese fue el comentario que salió después de sus labios y Jaejoong se sintió perdido. —¿Por qué?

El jefe se acomodó un poco mejor en su asiento y tomo un cigarro que estaba en la mesa de al lado. Tomo una inhalación. —Me entere de que uno de los del otro bando te rescató cuando estuviste a punto de caer del tejado. Sabes que no pueden interactuar con alguien que no sea de la “familia”, ¿No estarás relacionándote con ellos cierto?

Diablos, ¿Cómo supo eso su jefe? ¿Quién había sido el chismoso? —No señor, le juro que no sé quién es.

—¿Entonces por qué te ayudó?

—Eso se lo puedo contestar yo jefe. —De repente Yoochun interrumpió, mostrando una mueca que solo hacia cuando estaba a punto de molestar a alguien. —Ese chico está enamorado de Jaejoong.

Jaejoong lo volteo a ver. “¿Cómo?” —¿De dónde sacas eso?

—Ese niño que siempre anda con él, Changmin, nos lo dijo después de que te fuiste ¿No es Cierto, Junsu?

Junsu asintió.

Ante eso el jefe dejo escapar una risotada, ahora divertido con la situación. —Entonces nuestro Joongie tiene un admirador secreto.

—No, eso no es cierto. —Jaejoong trato de negarlo. La idea no le gustaba.

—Sí lo es, —Continuo Yoochun. —Y ahora que me pongo a pensar, ese chico siempre se la pasa mirando a nuestra dirección cada vez que estamos en la calle. Creo que es seguro decir que ahora ya sabemos porque es.

—¡No es cierto!

Disgustado, Jaejoong lo negó en un intento de disminuir el asunto; y es que de verdad no entendía de donde provenía aquel disparate ¿Acaso ese chico se había enamorado de el? ¿Pero cómo? Si recordaba bien ellos dos no habían cruzado mayor palabra y la verdad él no lo tenía muy presente para sentir que el otro hubiera desarrollado sentimientos por él. Debía ser un juego de Junsu y Yoochun para molestarlo. Si, debía ser eso.

—Vaya Joongie, no creí que tus encantos fueran hasta ese punto. —Jaejoong escuchó a su jefe decirle luego de unos minutos en que los demás chicos no pararon de hacerle bromas con ese tal Yunho. —Hasta podría ser beneficioso.

—¿A qué se refiere?

—Bueno, —El jefe arrojo el cigarro que estaba fumando y prendió otro más. —Si a ese chico le gustas entonces será más fácil para ti acercarte a él. Sera fácil para ti acercarte a la otra pandilla y averiguar sus planes.

El menor arrugó el entrecejo, eso no le estaba gustando. —¿Quiere que yo…?

—Sí, ve y hazte su amigo. Dale lo que quiere. Y de paso, infórmate de cómo opera el otro bando, para así poder saber cómo desarmarlos.

Jaejoong se quedó erizado ante esa orden. No, él no quería eso. No tenía el tiempo ni las ganas de hacer eso. ¿Acaso al jefe no le importaba? ¿Acaso el jefe no le importaba de que él fuera a intentar… coquetear con otra persona? —Pero señor, yo…

—Joongie, es por todos. Es por nosotros. ¿Estás diciendo que no puedes hacerlo? Tú eres experto para el engaño.

—No es eso, es que…

—¿Me quieres ver triste? —El jefe le hablo con voz suave, acercándose a su cara y rodeándola con ambos manos. —No te lo pediría si no fuera importante. Sabes lo mucho que te aprecio. —Junto su frente con la del menor. —Hazlo por mí ¿Si lo harías por mí, cierto? —le sonrió dulcemente y Jaejoong no pudo evitar sentirse derretido por esa expresión. Le costaba. Le costaba mucho resistirse a lo que pedía su jefe.

—Yo...No lo sé.

—Si lo haces dejare que el perrito se quede con nosotros…

Jaejoong abrió la boca ante tal oferta. Definitivamente se la estaba poniendo muy difícil. —Está bien, lo intentare. —Resignado, Jaejoong por fin dio su brazo a torcer, observando cómo su jefe formaba una sonrisa de victoria.

—Ese es mi Joongie.

Le dijo al alborotarle juguetonamente el cabello, volviendo a recostarse completamente en el espaldar de su silla.

Pensativo, Jaejoong volvió a sus pies y Junsu, desde el otro lado de la habitación, se quedó mirando la tonalidad rojiza que resplandecía furiosamente en las mejillas del mayor.

Sip, definitivamente su hyung tenía muy mal gusto.



..



13 comentarios:

  1. ahhhhh no lo puedo creer, en serio jaejoong porque te fijas en este tipo desagradable , el no te quiere solo los usa para su beneficio y jamas te querra, no lo hagas eso a yunho, plisss que jae en el proceso se arrapienta y cuando lo averigüé yunho no se desilusione y lo termine odiando, ahhhh siento que morire lentamente en cada capitulo

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  2. Que pena que Jaejoong no se de cuenta que ese hombre lo esta utilizando solo para que le consiga dinero y deberia de darse cuenta que Yunho si lo quiere gracias por el capitulo se esta poniendo interesante esperare con ansias el siguiente

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  3. Como es posible que después de que los echó a su suerte regresarán y dejarán de lado a Yunho y Min que les dieron la mano ni los pela y ahora les ara espionaje para satisfacción de su jefe y traicionar más si es posible a los chicos que quieren ayudarlos y yo que creí que se quedarían con ellos por siempre espero que en el camino a su destrucción se de cuenta de lo noble y bueno que son Yunho y Min y se queden a el lado de ellos y el que salga del juego sea ese jefe malo que tienen ahora y que Jae se fije en Yunjo y se enamoré de el y no de ese vividor que tiene por jefe
    Gracias
    Una pregunta por que no lo puedo habrir en mi compu el capítulo sólo en el cel

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  4. Porque Jaejoong se fijo en el feo de su jefe, Junsu tiene razón tiene mal gusto, cuando se acerque a Yunho cambiará y cuando menos lo espere estará perdidamente enamorado de su Yunnie.
    Gracias por la actualización

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  5. Me esta gustando mucho!!
    Ya quiero el actu del capitulo 3
    Gracias ^^

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  6. Pobre Jaejoong, que mal gusto tiene al estar interesado en ese tipo. Se nota que su soledad y sufrimiento no le deja ver más allá de las acciones de este.

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  7. Por favor por favor actualiza pronto
    Siiiii...
    ^^

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  8. Noooo Jae no hagas eso espero que recapacites , si lo haces vas a herir mucho a yunho :(
    Muchas gracias estare al pendiente de las actualizaciones .

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  9. jajaja pobre Jae ojala no le haga caso a ese viejo o por lo menos que se arrepienta antes de hacerle daño a Yunho gracias x compartir

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  10. Jae confunde amor con agradecimiento, que es lo que realmente siente por ese viejo, que lo único que hace es aprovecharse de él, pero ahora que se va ha acercar a Yunho espero se enamore y conozca lo que es el verdadero amor.

    Gracias!!!

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  11. Jajajaja Changmin y su inocencia.
    Realmente JaeJoong tiene un pésimo gusto, pero es verdad que él no ha conocido el amor.

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  12. Hay no, jaejooong.... ¿por qué?, mientras más leo más siento que esta historia destrozará alguna parte de mi corazón... gracias por el cap :D

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  13. No me gusta ese jefe abusador......espero que no sufra mi Jae y pueda descubrir el amor pero me imagino que va traer mucho dolor a mi angel

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