Tercera Entrega
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despertaba con un clima agradable ese día, y Jaejoong aprovecho la oportunidad
para salir a dar un paseo en su reluciente coche Renault 40 CV. Algo inusual
para un personaje de vida nocturna como Jaejoong. Generalmente como no movía ni
un dedo ya que no tenía que preocuparse por trabajar, el heredero se quedaba
casi todo el día durmiendo en su cama, recuperándose de cualquiera resaca
producto de alguna borrachera que hubiera tenido la noche anterior, para, por
la noche, volver a emborracharse de nuevo. Eso era su rutina de todos los días,
por lo que parecía extraño que justo ese día hubiera tenido ganas de salir de
su escondite diurno, aunque quizá todo eso se debía al buen humor con el que
estaba el muchacho.
Y
es que desde esa noche que Jaejoong había “ganado” en su disputa con el “muerto
de hambre” de Yunho, sus ánimos de hacer
cualquier cosa habían rejuvenecido.
Jaejoong tenía que admitir que lo que más les satisfacía no era el hecho
de que lady marmalade hubiera quedado impresionada por su regalo, sino el hecho
de que había ridiculizado a Yunho y lo había derrotado en la primera contienda
que tenían.
“No será fácil tratar
conmigo, Jung Yunho” pensó sonriente mientras miraba
desde la ventana del coche a los citadinos caminar por las calles.
—¿No
le pareció gracioso la manera en que ese don nadie se quedó mirando luego del
regalo que le di a Lady Marmalade?
El
guardaespaldas Yoochun, quien estaba a su lado volteo, un poco sorprendido por
la pregunta de su jefe, ya que esté pocas veces le dirigía la palabra a no ser
que fuera para ordenarle alguno de sus caprichos.
—No
lo sé, no me di cuenta. —respondió seco, casi no le gustaba tratar con él.
—Pues
se lo perdió, fue muy gracioso. —Jaejoong comentó con una sonrisa, siguiendo
con su mirada fija en la ventana.
Llego
un momento de silencio pasajero hasta que Yoochun se atrevió a romperlo,
preguntando algo que no sabía muy bien si debía preguntar. —¿Por qué le regalo
esa joyería tan costosa?
Jaejoong
arrugo el entrecejo. —Para conquistarla, obviamente. Las mujeres aman las
joyas.
—¿Pero
usted no desea conquistarla…o si?
El
peli castaño se volteo a mirarlo. —Claro que sí, ¿Por qué cree que me
preocuparía si esas no fueran mis intenciones?
—Porque
parece que lo estuviera haciendo más bien para complacer a alguien.
—¿Qué
quiere decir?
—Que
su padre tal vez tiene mucho que ver con esto. —Yoochun comento, obviamente
ignorando lo imprudente que estaba siendo.
—¿Y
usted con qué derecho viene a decirme esto? No es asunto suyo ni le pedí su
opinión. Así que agradecería que mantuviera su bocota cerrada.
Yoochun
obedeció y se quedó callado, no sin antes murmurar un leve “Bien, pero ni
siquiera usted puede negar que no tiene ni el más mínimo deseo de estar con esa
chica” provocando que Jaejoong lo encarara y le exigiera repetir lo que había
dicho. Pero antes de que el asunto pasara a mayores, el chofer los interrumpió,
diciéndole a Jaejoong que el transito estaba lento porque al parecer había una
multitud reunida en algún punto de la calle. Exasperado al ver que no conseguía
avanzar ni un centímetro, Jaejoong se bajó del auto, con ansias de averiguar qué
era lo que trancaba el tráfico.
—¡Damas
y caballeros, están a punto de presenciar el acto de magia más impresionante de
todo parís, más bien, de todo Europa!
Jaejoong
se abrió paso entre los transeúntes y cuando estuvo en la fila de enfrente de
la multitud, él pudo comprobar que las casualidades no eran exclusivamente
cosas de la ficción. Era nada más ni nada menos que Jung Yunho quien lideraba
el espectáculo acompañado de su amigo de la noche anterior. Genial, no solo
tenía que lidiar con él en el molino rojo sino que también ahora se lo
encontraba en la calle.
Haciendo
un acto de ilusión, Yunho comenzó con un truco sencillo, utilizando dos jarras
de metal llenas de agua que parecían cambiar de volumen de contenido cada vez
que pasaba el agua de una a otra. Luego cuando estuvo a punto de verter el
contenido sobre los espectadores, el agua misteriosamente desapareció, dejando
a todos los asistentes atónitos, para luego él mostrar que las dos jarras
estaban completamente vacías y bromeando que quizás el agua había escaseado
como escaseaba normalmente en las tuberías de París. Yunho no solo tenía talento para los trucos de
magia, también tenía un carisma innato, una chispa que le permitía conectarse
con su público, y por consiguiente obtener más propinas.
—¡Gracias!
¡Gracias!—Yunho hacia leves reverencias al público mientras que Junsu caminaba
alrededor, recogiendo el dinero en un sombrero. Paso en frente de Jaejoong pero
no pudo reconocerlo ya que este ni siquiera hizo el amago de querer depositar
alguna contribución. En su lugar, el peli castaño se quedó ahí con los brazos
cruzados y la mirada fija, viendo como la gente vociferaba y quedaba encantada
con otro truco, mientras que Yunho se vanagloriaba de las alabanzas que
recibía. Jaejoong se mordió la boca, odiaba ver como otra persona se llevaba
toda la atención y con mayor razón, si esa persona se trataba de Jung Yunho.
—¿Ya
termino con sus jueguitos? Esta obstaculizando toda la calle. —Lleno de envidia
e importándole poco lo que la gente diría, Jaejoong comentó, haciendo que tanto
Yunho como los espectadores voltearan a mirarlo.
Y
contrario a lo que hubiera esperado, al verlo Yunho solo le dedico una sonrisa
confiada, retornando su atención de nuevo a su público.
—Para
mí próximo truco necesitare un voluntario —comenzó a hablar, ignorando
totalmente al otro —y creo que alguien ya se está ofreciendo. —De la nada,
Yunho saco de su manga una gran cadena de pañuelos amarrados y la lanzo hacia
la muñeca de Jaejoong, amarrándose fuertemente alrededor de está como si de
verdadera magia se tratara. Luego él jalo los pañuelos haciendo que Jaejoong
trastabillara y se precipitara al centro del escenario, justo al frente de
Yunho.
—¡¿Qué
crees que estás haciendo?! —Jaejoong susurró amenazadoramente mientras
intentaba desatarse del agarre.
—Solo
te estoy volviendo parte del show ¿No quieres ser el centro de atención?
Le
preguntó y Jaejoong solo arrugo la cara, visiblemente molesto. Yunho lo haría
el foco de atención de la peor manera posible y él lo sabía.
—¡Todos
denle un fuerte aplauso a mi voluntario el día de hoy, el guapo heredero Kim
Jaejoong!
La
multitud vociferó mientras Yunho hacia que Jaejoong levantara el brazo jalando
los pañuelos, manejándolo a su antojo como si de una marioneta se tratara. Jaejoong intentó resistirse pero era tal la
fuerza de Yunho que poco podía hacer ante sus jalones.
—Tal
vez no muchos de ustedes lo sepan, pero él es el autoproclamado hombre más rico
de todo París. Ahora, ¿Por qué un hombre de tal alcurnia estaría de asistente
en un show callejero como este? ¿Qué, incluso la clase alta de este país también
tiene que rebuscárselas cómo puede? ¿O es que el hombre no es tan rico después
de todo? —Yunho lo estaba ridiculizando ante la audiencia, quizá sacándose la
espinita que tenía clavada desde la última noche que se encontraron. —Le voy a pedir muy amablemente a mi voluntario
que me entregue su billetera para la realización del siguiente truco.
—¡No
te voy a entregar nada! —Jaejoong de inmediato respondió, luchando contra la
cadena de pañuelos que lo mantenía amarrado a Yunho.
—Oww
parece que nuestro voluntario necesita algo de motivación —Yunho animo al
público provocando que toda la audiencia comenzara a exigirle a Jaejoong colaborar
con el truco. El castaño obviamente no tenía ni la mínima atención de
hacerlo, es más él ni siquiera debía estar en esa situación tan bochornosa.
“¿Dónde carajos está
Yoochun?” pensó
para sí mismo cuando no pudo encontrar a su guardaespaldas y se maldijo
mentalmente en que haya sido tan descuidado de no salir con más guardaespaldas
(o al menos con guardaespaldas más eficientes) que lo sacaran de ese aprieto.
—Oh
parece que no va a ayudar…entonces tendremos que hacer algo al respecto.
La
voz de Yunho lo volvió a la realidad y antes de poder evitarlo, su otra mano ya
se encontraba apresada de la misma manera en que estaba la otra, dejándolo
ahora a merced completamente del más alto. En definitiva, algo que no podía
negar Jaejoong era la habilidad que tenía Yunho para hacer esas artimañas de
magia.
“¿Y esto como
sucedió?”
—Junsu,
Por favor.
Y
como si Junsu supiera exactamente lo que quería Yunho, este fue hacia donde
Jaejoong y comenzó a requisarlo de abajo hacia arriba, causando que Jaejoong se
retorciera para no permitirle sacarle nada. Yunho afianzo su agarre en las
muñecas de Jaejoong, inmovilizando. Realmente estaba disfrutando tenerlo así:
sometido y completamente a su disposición.
—¡La
encontré! —Junsu grito y alzo la billetera sobre su cabeza, entregándosela
inmediatamente a Yunho. Con agilidad, Yunho tomo con una mano ambas cadenas de
pañuelos con los que inmovilizaba a Jaejoong y con su mano libre recibió la
billetera, empezando a requisarla una vez estuvo en su poder.
—¡Espera!
¡No puedes hacer eso, es un delito!
El
moreno hizo caso omiso a las quejas y comenzó a sacar uno por uno los muchos
billetes de todas las denominaciones que Jaejoong tenía en su billetera.
—Wow,
parece que nuestro invitado en realidad si tiene mucho dinero.
A
Jaejoong le provoco burlarse. —¿Asombrado de todo el dinero que nunca podrás
tener, Jung Yunho? Apuesto que nunca habías tenido entre tus manos tal suma.
Yunho
volteo a ver a Jaejoong, a encarar esos ojos desafiantes con una sonrisa. —En
realidad no lo necesito. Ya saben lo que dicen: Hombre con gran billetera, es
porque algo le falta ¿Acaso tratas de compensar algo de lo que escaseas? —Yunho
echo su chiste de doble sentido mientras lo miraba de arriba a abajo. La
multitud se rió discretamente y Jaejoong
solo se mordió los labios. Ese Yunho ahora si estaba yendo demasiado lejos.
—Veamos,
¿En que podría gastar toda esta cantidad de dinero? Ya sabemos que a los ricos
les encanta gastar en estupideces...como pagarle a un pobre diablo por dejar de
acercarse a una mujer por ejemplo. —Se burló —No sería diferente si en vez de
eso, yo simplemente lo…quemara —Tomando un puñado entre sus dedos, Yunho hizo
aparecer una llama de fuego, reduciendo lo que antes eran billetes a simples
cenizas.
A
Jaejoong casi le da un paro . —¡¿Qué crees que estás haciendo?!
—O
podría regalarlos. —tomando otro puñado, Yunho los lanzo hacia la multitud
exaltada que muy eufóricamente recibía el dinero.
—¡Detente,
detente! ¡¿Quién te crees que eres?!
—O
sencillamente podría desintegrarlos —con sus dedos froto los billetes restantes
hasta hacerlos desaparecer. —¿Ves? El dinero se puede ir de las maneras más
tontas posibles. Realmente solo es un
pedazo de papel que tiene el valor que nosotros queremos darle y que se utiliza
para comprar cosas que incluso nosotros subestimamos su verdadero valor.
—¡¿Qué
es esto?! ¡¿Alguna especie de moraleja!? ¡Suéltame ahora mismo y devuélveme mi
dinero! —Logrando al fin liberarse del agarre de Yunho, Jaejoong se quitó las
vendas de sus manos y se colocó en frente a este, tratándose de recomponer. —¡Entrégueme
mi dinero en este mismo instante! —Estiró su mano. Su cuerpo titilando de ira.
—Yo
no tengo tu dinero.
—No
estoy para sus juegos, ¡Deme mi dinero!
—Te
he dicho que ya no lo tengo.
—¡Y
yo te he dicho que me lo entregues! ¡No puedo creer que haya sido robado en
frente de toda esta gente! ¡Eres un ladrón!
Completamente
enojado, Jaejoong se dispuso a salir de ese lugar pero antes de que pudiera
hacerlo la voz de Yunho lo detuvo, haciendo que se quedara.
—¡Espera!
Yo no tengo tu dinero porque tú lo tienes ahora. Revisa tu bolsillo. —Yunho
ordenó y Jaejoong le obedeció, verificando con incredulidad como su billetera
efectivamente si estaba dentro de su bolsillo. —Si quieres puedes comprobar que
todo tu dinero este ahí dentro. Como dije antes, no tengo necesidad de
quedármelo.
Los
aplausos del público no se hicieron esperar y Yunho solo pudo responderles con
una leve reverencia y con su característica gran sonrisa. Jaejoong,
evidentemente humillado, se giró decidido a por fin dejar el escenario.
—Wow,
creí que un voluntario como usted dejaría algo de propina. No pensé que fuera
tan avaro teniendo tanto dinero. —Sin dar esto por terminado Yunho remató,
provocando que Jaejoong se volteara y le arrojara en la cara un billete de 500
francos (la denominación de más grande existente en la época).
—Por
lo menos deme las gracias que podrá comer algo decente hoy. —Sin agregar nada
más, el peli castaño se abrió paso entre la multitud y se subió a su costoso
coche, abandonando el lugar en un santiamén.
Sin
dejar que eso le afectase, Yunho siguió haciendo reverencias a su audiencia
mientras que esta se disipaba y volvía a sus actividades normales. Luego de que
ya no hubo más gente en el lugar, Yunho se sentó en una especie de caja de madera
que había en su escenario y se dispuso a relajarse; tomando agua y aflojando
sus músculos. Ese había sido un show muy agotador.
—Creo
que te pasaste un poco de la raya. —Junsu le comento sentándose a su lado,
tomando también un sorbo de agua.
—¿De
qué hablas? Solo le jugué un par de bromitas tontas, nada más. —le respondió,
tratando de actuar inocente. Dentro de sí, él también sabía que quizá si se había
pasado un poco. Tan solo un poco.
—¿No
crees que pueda tomar repercusión por esto?
—Tal
vez, pero sea lo que haga no me dejare intimidar.
Junsu
chasqueo la boca. —Se ve que no le tienes ni una pizca de miedo.
—¿Y
porque lo tendría? —Yunho se rio. —Ese tipo no es más que un mocoso dándose
ínfulas de poderoso. He tratado con hombres así. Sé que no hay porque temerles.
—Bueno
puede ser que su personalidad no sea tan poderosa como intenta reflejar, pero
un hombre con dinero siempre va a ser de cuidado. Nunca sabes lo que pueden
hacer para conseguir lo que desea.
—Es
por eso que son la peor clase de persona. —Yunho suspiro, sacando de su
bolsillo un cigarro.
Unos
minutos de silencio pasaron. Junsu aprovecho para arreglar su pequeño escenario
improvisado preparándolo para el siguiente show, no quitándole la vista a su
amigo. Todo este asunto con el ricachón de Jaejoong le parecía innecesario.
Innecesario e infantil. ¿Qué razones tenia Yunho para enfrentársele así? Junsu
sabía muy bien que aunque Lady Marmalade fuera una mujer exuberante, Yunho no
tenía mayores intenciones con ella. Más bien todo eso lo hacía para amargarle
el momento a Jaejoong, tomando eso como un juego más que otra cosa. Pero
¿Realmente valía la pena?
—Solo
te voy a decir algo Yunho —Junsu hablo segundos después cuando tuvo el escenario
casi listo para la próxima presentación —cuida muy bien tus palabras y tus
acciones. No sabes lo que puedes provocar.
—¿Todavía
sigues con ese tema? Creí que ya lo habías olvidado.
—No
lo puedo olvidar porque me siento intranquilo. Soy tu mejor amigo desde hace
años y sé lo obstinado e imprudente que puedes llegar a ser. Y eso te podría
afectar. Y cualquier cosa que te afecte a ti, podría afectarme a mí.
Yunho
se levantó de su asiento, botando su cigarrillo lejos y encarando al menor que tenía
una seria expresión de preocupación en su rostro. —No te agobies Junsu, esto es
entre él y yo, no debes porque estar involucrado. —A continuación Yunho le ofreció
un abrazo amistoso a su compañero, tratando de alejar su ansiedad.
Pero
Junsu aún se sentía intranquilo. —¿Cuáles son tus razones para hacer esto
Yunho? ¿Es solo para no dejarlo ganar o en verdad si estás enamorado de esa
mujer?
Yunho
respiro profundo, mirando hacia al frente. —No me gusta cuando las personas
malas obtienen lo que quieren, más aun si son personas egocéntricas que creen
que por tener dinero pueden hacer lo que se les venga en gana.
—Bueno,
pero eso no es de tu incumbencia después de todo.
—Se
convirtió de mi incumbencia cuando el estúpido llego a ofrecerme dinero. Él fue
el que se lo busco.
—Aun
así creo que te estas involucrando demasiado y no deberías.
Yunho
rodo los ojos ante la enésima advertencia de su amigo. No entendía porque Junsu
se preocupaba tanto si a la final esto no era más que un simple pasatiempo para
él. Molestar a Jaejoong era de cierta forma entretenido por lo que no veía nada
de malo continuar hasta donde pudiera. Además, al momento que se llegara a
aburrir simplemente lo dejaría, por lo tanto estaba seguro que esto era
completamente pasajero.
—Junsu,
—hablo una vez más, intentando con esto callar todos los pensamientos
angustiosos de su amigo —Yo sabré cuando parar así que relájate, estás haciendo
una tormenta en un vaso de agua. En realidad no es nada importante. —Palmeo el
hombro de su amigo y se dispuso a continuar ordenando lo que su amigo había
dejado inconcluso —Mejor ve y alístate. Tenemos un show que continuar.
..
Noche
festiva en el Molino rojo.
Las
chicas agrupadas en línea bailaban el célebre Can Can, ondeando sus aparatos
vestidos y realizando patadas altas que dejaban chismosear a los espectadores
tanto sus piernas como su atrevida ropa interior. Una parte del público,
eufórico, también bailaba, contagiado por la alegría de las bellas bailarinas,
mientras que la otra parte tan solo aplaudía mientras se seguían emborrachando
con costosas bebidas de alcohol. Había risas, purpurina, luces por todas
partes, sin embargo, Jaejoong desde su exclusivo balcón tan solo permanecía
ahí…anclado a una silla bebiendo tranquilamente su copa de champagne. Él echo
un vistazo a su alrededor; hasta sus guardaespaldas parecían más emocionados
con el show.
Jaejoong
lucia indolente, ajeno al ambiente y ni el mismo sabia porque. ¿Había sido su
desagradable encuentro de la mañana con el artista callejero que lo tenía así?
¿O era la falta de motivación quizá? No, no podría ser eso. Lady Marmalade no
le había quitado la vista de encima y de vez en cuando le mandaba besos
voladores o miradas picaras desde el escenario donde bailaba con sus demás
compañeras. Era bastante notorio que la bailarina también sentía un interés por
él, por lo que un cuarto del trabajo estaba hecho. Como lo había previsto, él
no tendría la necesidad de esforzarse mucho por obtenerla, pero…. ¿Realmente
era lo que quería?
—¿Pero usted no desea
conquistarla…o sí?
Los
recuerdos de la conversación que había tenido con su guardaespaldas en la
mañana invadieron su mente.
“Claro que lo deseo,
ella es una mujer hermosa”
su mente respondió mientras miraba a la joven divertirse en el escenario. Su
gran vestido, su piel blanca y su cabellera deslumbrante…todo en ella parecía
brillar. En verdad, sobresalía entre las demás.
“Lo deseo…La deseo” en su cabeza repetía, tratando de
convencerse.
—Porque parece que lo
estuviera haciendo más bien para complacer a alguien.
—Mi
padre…—de repente murmuró, lo suficientemente bajo para que solo fuera audible
para él mismo.
Aunque
lo intentara negar, su padre era el que había sido el de la idea en primer
lugar y también era él el que lo orillaba a conseguir su propósito. Por más que
se convencía no podía ocultar ese hecho, pero Jaejoong estaba tan ensimismado
en la idea de agradarle a su padre, que hasta las aspiraciones de él las tomaba
como suyas.
—Si
mi padre desea eso, entonces yo también lo deseo.
Dijo.
Esta vez fuerte y claro. Tan fuerte que su guardaespaldas Yoochun lo escucho
pese a toda la algarabía que había en el lugar.
—¡Silencio,
silencio todos! —La voz de marmalade resonó en el sitio, haciendo que el sonido
de la música, las risas y murmullos mermaran al instante —Hoy quiero brindar
por un invitado muy importante que siempre acude a nuestra casa, el molino
rojo, todas las noches sin falta. Quizá algunos de ustedes lo conozcan, quizá
la mayoría no sepa de quien se trate, pero sin duda él se está ganando un lugar
muy especial en el corazón del molino rojo… ¡Todos alcen sus copas por el guapo heredero Kim Jaejoong!
Esa
entrada que se le había hecho muy similar
a una que había escuchado ese mismo día inundo los oídos de Jaejoong. De
pronto, Su vista se vio enceguecida cuando el reflector de luz lo ilumino y él
pudo ver como todos los asistentes voltearon su rostro para verlo a él.
—¡Salud!
—con una copa en la mano ella brindo y todos la imitaron, quizá lo bastante
borrachos para no importarles por quien es que estaban brindando.
—¡Salud!
Las
voces se mezclaron en un unísono y Jaejoong estaba tan confundido que no pudo
ver como Lady marmalade dejo de verlo a él y dirigió su atención a un lado, a
un hombre que tenía exactamente la misma sonrisa de ella. Ellos compartieron
miradas, cómplices.
—Salud.
— Jaejoong repitió cuando al fin reaccionó y tomo un gran sorbo de champagne,
enfocando su vista luego, en la multitud que aún lo observaba.
Él
inspecciono los cientos de rostros, buscando a alguno que se pareciese al
artista. No lo encontró. Yunho no había ido esa noche y quizá, solo quizá, esa
era una de las razones del porque se encontraba tan aburrido.
..
Nota: Si, se que Jaejoong es algo pesado en este Fic, pero me gusta escribirlo asi porque creo que no habia escrito un Jaejoong malo por decirlo de alguna forma en alguno de mis anteriores historias.
Espero comentarios y gracias por leer.
Ya le empieza a hacer falta yunhoo .me encanta esta relacion q tienen como dicen del odio al amor solo hay un pasoo y ello solo les quedan unos cuantos cm . Gracias por el capi nena. Actualiza prontoo .
ResponderBorrarOhhh el no es malo simplemente le quiere agradar a su padre y usa cualquier medio para complacerlo. Y el no se da cuenta de lo q en verdad necesita. Waaaa estos dos me matan ya están empezando a extrañarse y el otro a reflexionar xq continúa con esto. Waaa gracias por la actu esta interesante. Besos.
ResponderBorrar
ResponderBorrareste Jae ya esta reflexionando y se esta dando cuenta que el tiene interés en esa mujer para darle gusto a su padre pero creo que el que a el le interesa es Yunho ya que del odio a el amor solo hay un paso y espero que pronto lo de Jae
Gracias por el capitulo espero por mas
Yunho se paso jajjaja le hizo la verguenza de su vida. Pero si que jae extraño por a si decirlo a Yunho. Jae se esta interesando por yunho, no lo admite pero se que se esta interesando *.* ya quiero leer como va ser cuando en este par se desate la pasion *q*
ResponderBorrarGracias por el cap ^^
Hola garacis por tu fanfic si jaejoong malito es tan hermoso
ResponderBorrarLady mermelada esta en tercera plana ya. Ahora todo es entre Yunho y Jae. Adoran molestarse y piensan lo peor del otro. Pero como dicen, del odio al amor hay solo un paso. Me encanta! Muchas Gracias! :-) <3
ResponderBorrarMe encanta!!!
ResponderBorrarMe agrada esta nueva historia y el rumbo que va llevando, además que los personajes estan excelentes ;-)
Veamos que pasará con lady mermelade, seguramente querra asar dos conejos pero nunca se obtiene lo que se quiere en esas condiciones :P
Jae esta sintiendo la ausencia de Yunho ya comisa la historia yunjae ^^
ResponderBorrarDigamos que Jaejoong malo malo no es ese comportamiento es solo por lo que dijo su padre y solo para quedar bien frente de el tsk perovque tenemos ahí alguien extraña a cierta personitas que lo saca de sus casillas XD
ResponderBorrarGracias
De hecho a mi me parece bien que hayas puesto a jaejoong con esa personalidad por que es mas interesante(aunque ya lo haya leído como en mil personajes diferentes) xD ese jaejoong es tan versátil (?) Jajajajaja
ResponderBorrarBueno pues la verdad me da miedito ya lo que vayan a hacer changmin y Lady marmavil (?) 😂 por que siento que la relación de yunho y jaejoong esta cambiando 😏😏😏 y si,me refiero a la atracción .... Yunjae fighting!!!
Gracias por el cap!