jueves, 28 de enero de 2016

Lady Marmalade - Cuarta entrega


Cuarta entrega

“Usando tacones altos, recibiendo amor de los  hombres,
Una chica mala del Moulin Rouge”
—Lady Marmalade


Y
unho acomodó unas cuantas sabanas amarradas a estructuras que le servían como telones para su espectáculo, instalándolas luego en una esquina de la calle. Todo transcurría de modo normal y no había indicios de que eso fuera a cambiar.

—Muy buenos días Jóvenes, veo que ya están preparando todo. —Una voz masculina los sorprendió, haciendo que ambos voltearan. Se trataba del jefe de policía de la zona, acompañado de dos hombres más. Yunho ya tenía historia con la policía. Varias veces había tenido altercados con ellos cuando los abordaban alegando que los shows espontáneos en la calle estaban prohibidos. De alguna forma (Y  gracias al encanto innato de Yunho), el moreno siempre conseguía engatusarlos  para que no se los llevaran. Se había vuelto un experto en tratar con ellos.  

—Buenos días Oficial Lemoine ¿Ha venido a ver el show? —preguntó Yunho, dejando notar algo de sarcasmo en su voz. Él sabía que cuando la policía venía a ellos no era precisamente para pasar el rato.

—Que gracioso joven Jung, pero lamento decirle que no venimos a ser parte de su público.

—¿Ah no? Qué pena, el espectáculo de hoy va a estar genial. —Yunho hizo un puchero.

—No, de hecho no va a haber espectáculo.

Yunho rodo los ojos, sabiendo que otra vez tenía que tratar con este tipo de inconvenientes. —¿Ahora qué es? Me dijeron que en esta zona podía trabajar…

—Recibimos varias quejas de que ustedes estuvieron obstaculizando el tráfico y alterando el orden público.

—¿Pasa algo? —Junsu se acercó al ver que había problemas.

—Solo fue un pequeño incidente Oficial Lemoine, —Yunho les dio la espalda, continuando con la labor de acomodar los “telones” —Le prometo que no va a volver a suceder.

—Exactamente, no volverá a suceder porque le temo decir que sus cosas serán confiscadas en este mismo instante.

—¿Qué? —Yunho arrugó el entrecejo —¿Solo por unas cuantas quejas? Oficial, ni siquiera fue tan grave…

—Fueron ordenes que me mandaron a ejecutar y las tengo que cumplir. Así que si nos disculpa... —El oficial les hizo una seña a sus oficiales subordinados y estos de inmediato empezaron a levantar los artefactos que utilizaba el dúo para hacer sus trucos, números y demás cosas.

—¡Esperen, esperen! —Yunho los obligó a detenerse —¿No creen que están exagerando?

—Son órdenes que me dictaron.

—¿Quién? —Yunho ya estaba comenzando a sospechar algo.

—Eso, a usted no le interesa señor Jung, así que si nos permite tenemos un trabajo que hacer.

—Pero yo tengo derecho a saber quién está perpetrando esto. —Sin importar si eso lo pondría en problemas, Yunho les arrebató bruscamente a los oficiales una caja donde llevaba sus artificios y la protegió con su cuerpo, negándose a entregarla hasta que le dieran razones válidas de porque estaban haciendo eso.

Al instante, Junsu decidió intervenir, pensando que si no lo hacía, las cosas se iban a poner peor. —Esperen, podemos arreglarlo hablando, no tenemos que ir hasta los extremos.

—No, Junsu —Yunho lo interrumpió, manteniendo aun su pose a la defensiva —No podemos permitir que nos confisquen nuestras cosas sin que se nos diga una razón convincente del porqué. Están cometiendo un atropello contra nosotros.

—Señor Jung, por favor deje el drama y entréguenos sus cosas. No tenemos todo el tiempo del mundo.

—¿Quiénes le dieron quejas de nosotros?

—Ya le dije que eso no le interesa.

—¿Quiénes fueron? —Yunho estaba decidido a no dejar olvidar el tema.

—Señor Jung entréguenos las cosas o estaremos obligados a usar la fuerza para conseguirlas.

—¿No fueron “Quienes”, verdad? ¿Fue una sola persona, no es cierto? —Yunho se atrevió a preguntar, hablando lo que había en su mente. Aunque hubiera tenido muchos altercados con la policía antes, nunca ninguno había llegado hasta el punto de tener que confiscarles sus cosas. Esta situación solo habría sido posible de ser provocada por alguien…y él ya tenía en mente quien presuntamente era el responsable. —¿No será que “alguien”  los mando a decomisar mis cosas?

El oficial pasó saliva. —No sé de lo que está hablando y honestamente ya estoy perdiendo la paciencia así que si no me da…

—¿Les pagó no es cierto? —Yunho lo interrumpió —Déjeme adivinar, les propuso una gran suma de dinero a cambio de que hicieran esto.

—¿Esta insinuando que aceptamos un soborno?

—Puede ser. La policía no se caracteriza precisamente por ser la entidad más transparente que se conozca y los ricos como él no se caracterizan por arreglar las cosas sin que haya dinero de por medio. Créame, lo digo por experiencia propia.

—Está bien, es suficiente. No voy a aceptar que manche el buen nombre de la policía de Paris. Oficiales quiétenles las cosas. —Harto de tratar de conciliar con el obstinado de Jung, el oficial le ordenó a sus subordinados quienes tomaron a Yunho de los brazos y le arrebataron la caja justo como el moreno había hecho momentos antes. Pero Yunho no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente, por lo que usando su destreza, él recupero su caja agrediendo en el proceso a los dos hombres. Cuando los oficiales intentaron de nuevo arrebatársela, Yunho los empujó a ambos y cuando fue el oficial mayor quien  intentó hacerlo, fue este el que recibió uno de los fuertes empujones del moreno, haciendo que perdiera el equilibro y se precipitara hacia atrás.

—¡Calma, calma Yunho! —Como de costumbre Junsu intervinó, tratando de controlar a Yunho con sus manos; luciendo nervioso y exaltado a la vez. —¡Vas a hacer que nos arrastren!

La gente alrededor empezó a detenerse, curiosa por saber qué era lo que estaba sucediendo.

—¡Ciudadanos! ¡Observen como la policía comete atropellos contra los más desfavorecidos! ¡¿Qué podemos esperar de nuestros oficiales si en vez de estar atrapando delincuentes, se dedican a complacer los caprichos de un millonario detestable?! —Yunho ya no pensaba, su enojo lo consumía tanto que ya estaba gritando cualquier barbaridad.

—¡¿Yunho te has vuelto loco?! ¡¿Qué estás haciendo?! —Le gritaba Junsu al lado.

—¡Suficiente! —El oficial se puso de pie decidido a acabar con ese bochornoso escándalo de una buena vez por todas. —¡No vamos a permitir que se burle de nosotros! ¡Señor Jung Yunho, Usted queda arrestado por resistirse a un decomiso, levantarse físicamente contra la policía y esparcir calumnias sobre esta!

Dicho esto los dos oficiales que lo acompañaban tomaron a Yunho y lo esposaron mientras este no hacía más que retorcerse y resistirse al arresto. Junsu también fue detenido, acusado de cómplice y los dos fueron metidos a una patrulla, llevados inmediatamente a una unidad policial.


..



—Qué bien Yunho, ahora estaremos todo el día metidos aquí ¿Alguna vez piensas en las consecuencias?

En una celda, Junsu le recriminaba una y otra vez, mientras que el peli negro solo rodaba los ojos, cansado de escuchar la misma pataleta con la que Junsu le había estado jodiendo desde hace más de una hora.

—Ya Junsu, no es tan grave.

—¡¿Qué no es tan grave?! ¡Por poco y nos expulsan de la ciudad!

Yunho suspiro profundo pensando en lo exagerado que a veces su amigo podía ser. En realidad, su arresto solo era una medida preventiva, por lo que duraría solamente 24 horas. Lo que lo tenia mas preocupado en esos momentos era el decomiso de sus instrumentos de trabajo debido a que sin ellos no podría realizar ningún espectáculo, lo que se traducía a no conseguir dinero para su subsistir. Y ahora con el escándalo que había protagonizado contra la policía era más que seguro que no le devolverían sus cosas de buena manera. Tal vez Junsu era un exagerado pero había algo en lo que Yunho también concordaba con él: Esta vez la había cagado y muy hondo.

Pero obviamente no todo era su culpa.

—Ahora no me imagino como nos dejaran trabajar después de esto. ¡Tendremos que salir de incognito!

—Junsu, ¿Puedes dejar de quejarte, por favor? Yo también estoy pasando por un mal momento y lo que más rabia me da es que estemos aquí por culpa de ese prepotente ricachón.

Junsu se acercó. —¿Crees que fue él?

—Pues obvio que fue él, Junsu. No hay razones para creer que haya sido alguien más. Estoy completamente seguro que lo hizo por la vergüenza que le hicimos pasar que día.

—¡¿Ves?! ¡Te dije que no debías meterte con él! Tu dijiste que no pasaría nada ¡Incluso me dijiste que no acabaría enredado en esto!

—Calma Junsu, He estado en situaciones peores créeme.

Yunho le contesto y aunque pareciera que luciera tranquilo y que sobrellevaba la situación con calma, en su interior estaba a punto de explotar. —No podemos dejar que esto nos afecte, no podemos dejar que sus jueguitos nos derrumben. —le dijo, más contestándose a él mismo que a Junsu.

—Señor Lemoine, que gusto verlo el día de hoy.

De repente, una voz resonó en el lugar, una voz que a Yunho ya se le estaba haciendo demasiado habitual y que sinceramente tarde o temprano había estado esperando escuchar allí. Acercándose a la reja, Yunho trato de dar un vistazo hacia la puerta que se encontraba medio abierta y que daba a la oficina del oficial mayor. Él pudo ver una silueta; la cual vestía un elegante traje color negro. Era obvio, sería demasiado idiota si no reconocida de quien se trataba.  

—Veo que cumplió lo que pactamos…

Escuchó murmurar a través de la puerta y solo pudo negar al comprobar el nivel de cinismo que las personas podían tener. El sujeto salió de la oficina y fue ahí cuando sus ojos se encontraron, conectándose de una forma intensa más sin embargo no amigable.

—Oh Buenos días Yunho, no espere encontraste por aquí. —Le saludo de forma burlona, acercándose a pasos lentos a las rejas.

Yunho no le dijo nada y en su lugar solo le sostuvo la mirada, sintiéndose en desventaja por el hecho de estar encerrado allí como si de un perro se tratara. Él penso defenderse, pero no sabía si era su rabia contenida o la humillación de encontrase allí, las que no le permitían hablar.

—¿No dirás nada? Qué raro viniendo de ti, tan insolente que eres…

—Vete y déjanos en paz. Ya no queremos problemas contigo. —Junsu se aventuró a decir, cansado ya de toda la situación.

Jaejoong lo miro de pies a cabeza, despreciándolo. —No tengo porque recibir órdenes de alguien como tú. Además, esto es algo entre él y yo por lo que agradecería que no te metieras.

—Me meto porque es mi amigo y ya estas llevando muy lejos esta situación.

—Pues él mismo se lo busco, le dije que no se metiera conmigo.

Junsu estuvo dispuesto a decirle algo más pero Yunho lo detuvo, diciéndole con la mirada que él mismo arreglaría esto. Por mucho que odiara las palabras prepotentes de Jaejoong, había algo en lo que tenía razón y es que en esta pequeña guerra entre los dos, Junsu no tenía cabida. No podía permitir que su amigo se amargara por cosas que le correspondían a él solucionar.

—Dime, ¿A qué has venido? ¿A burlarte de mí mientras me ves tras unas rejas?

—En realidad no sabía que los habían arrestado. Supongo que fue mejor de lo que pensé.

Yunho hizo una mueca, no dando crédito al nivel de descaro que tenía ese hombre. —Entonces, dime Jaejoong ¿Cuál es tu plan? ¿Hacer que decomisaran mis cosas para quedarme sin trabajo? Felicidades, ya lo lograste, ¿Ahora qué sigue?

Jaejoong puso sus manos en la reja y acerco su cara, susurrándole. —Yunho, ¿Qué no lo ves? Es tiempo que dejes de jugar a retarme y te largues. Te dije que yo podía poner el mundo en tu contra y esto es una pequeña prueba de lo que puedo hacer.

—¿Crees que me asustas con esto? —Yunho se rió. —Por favor, tus pequeños planes no me van a hundir, es más, me dan la motivación para seguir retándote.

—¿Cómo puedes ser tan obstinado?

—Y tú tan insoportable.

Jaejoong respiró hondo, controlando su mente para no hacerlo perder el control. Su rostro y el de Yunho estaban tan cerca, tan cerca como para sentir la corriente de tensión que emanaban sus dos cuerpos a pesar de que una reja los estuviera separando.  

—¿Sabes lo que pienso Jaejoong? Cuando te veo a los ojos, no veo a nada más que un niño asustado que tiene que satisfacer sus caprichos para no sentirse insignificante. Y cuando alguien se le entromete en el camino, no utiliza nada más que bajas artimañas para hacerlo caer, porque sabe que por sí solo no podría contra él.

Jaejoong se alejó de la reja pero en vez de tener una expresión furiosa en el rostro más bien lucia nervioso, como si Yunho hubiera leído una parte de él que ni él mismo conocía.

Con tan solo mirarlo a los ojos.

—Púdrete Yunho —Masculló y salió dando un portazo por la misma oficina por la que había entrado.

A su salida Yunho dejo caer todo el peso de su cuerpo contra las rejas que lo sostenían, escondiendo su cabeza en el proceso. Estaba agotado. Al parecer, discutir con Jaejoong ya no le parecía una idea tan divertida.

—Yunho ¿Estás bien? —Junsu preguntó a su lado, posicionando una mano en su hombro a modo de consuelo.

El más alto levanto la cabeza. —Si —le respondió con una media sonrisa que Junsu no se la pudo creer.

Volviendo a la banca donde originalmente habían estado sentados, Yunho se recostó y pensó. Pensó en algo que pudiera hacer puesto que él no iba a dejar que las cosas se quedaran así.

—Tengo una idea Junsu. —Dijo después de un buen rato, buscando la mirada de su mejor amigo para encontrar complicidad. —Esto ya es personal.

Junsu suspiró, pensando en que no importaba lo que dijera, su terco amigo no se iba a rendir jamás y no iba a dejar esa tonta idea de enfrentársele a Jaejoong. Si así estaba la situación entonces quizá lo mejor era unírsele.

—¿Cuál es?


..


La pelirroja admiró el hermoso vestido que tenía entre sus manos y se lo probó por encima, demostrando que aunque no se lo probara totalmente, aun se veía hermoso en ella. Como todo lo que se ponía.

Esa mañana un regalo había sido dejado en la puerta del Molino rojo. Leyendo el papel que venía con este, el portero hizo la labor de llevarlo  hacia donde pertenecía: A Lady Marmalade. Emocionada, la chica abrió el regalo encontrando dentro de él un vestido largo color rojo, el cual tenía una abertura por uno de los lados de la pierna. La tela no parecía barata y cuando reviso la etiqueta, pudo comprobar que en efecto no era una pieza para nada modesta. Pertenecía a la diseñadora de moda entre la alta sociedad parisina; Coco Chanel.

“Para la chica de cabello rojo, un hermoso vestido para una hermosa Mujer.
K.J”

La chica sonrió tontamente al leer la tarjeta y continúo luciendo el vestido.

—¡Se te ve hermoso! —Oyó murmurar a una de sus compañeras, la cual se encontraba recargada en su puerta junto a otras tantas que solo habían ido a chismosear.

—Lo sé. —ella contestó con arrogancia. Sabía que ese comentario no era sincero, de hecho, ninguna interacción entre ellas era sincera.

Eran solo unas “Queda bien”. 

—Eres muy afortunada de tener tal admirador. —agregó otra.

—Bueno siempre he tenido la facilidad de impresionar a hombres adinerados. No tengo la culpa de que me obsequien cosas bonitas.

—Bueno al menos con ese vestido ahora si tendrás razones para creerte de la alta sociedad, en vez de estarlo fingiendo todo el tiempo.

Soltó con acidez una más de sus compañeras provocando una disimulada risa por parte de las otras. Lady Marmalade volteo a mirarla, arrojando dagas con sus ojos. Nunca faltaba lo que ella clasificaba como comentarios envidiosos. Sacándolas bruscamente de su habitación, Lady Marmalade cerró su puerta, no permitiendo que esas pesadas le arruinaran su momento de alegría. 

A continuación y luego de haberse calmado un poco, ella escuchó ruidos provenir desde afuera de su ventana. Curiosa, ella intentó acercarse pero fue ahí cuando un hombre alto entro por la ventana, haciendo que ella casi se tropezara por la impresión. Se trataba de Yunho, ese hombre al que tanto le gustaba observar en las noches del molino rojo.

—¿Q-que haces aquí? —Preguntó asustada pero al mismo tiempo emocionada de que él estuviera ahí. —¿Cómo lograste entrar?

—Tengo mis trucos. —Él respondió con una sonrisa mientras intentaba recomponerse de tal singular entrada.

Luego de haber sido liberados después de las 24 horas exigidas, Junsu acepto ayudar a Yunho en el plan que este tenía preparado y ambos fueron a dar al Molino Rojo. Junsu entretuvo a los guardias en la puerta mientras que Yunho se escabullía por una reja, intentando pasar lo más desapercibidamente posible. Luego, rogando que acertara, Yunho escalo hasta el segundo piso donde estaban los dormitorios de las chicas y busco el de lady Marmalade. Afortunadamente, la suerte estuvo de su lado y en la primera habitación en la que se metió, fue exactamente la que estaba buscando.

—Vaya Yunho, Tu siempre vienes con sorpresas. —le dijo y tomó el vestido entre sus manos, colocándolo cuidadosamente en un perchero.

—Déjame adivinar, te lo regalo él ¿No? —preguntó al notar el vestido.

—¿Celoso? —Ella sonrió.

Yunho se le acerco. —Sí.

Riéndose, ella se apartó de Yunho, jugando con él como si lo estuviera tentando. —Pues deberías hacer algo al respecto, ya que has venido hasta aquí.

—Bien, para empezar yo no tengo necesidad de impresionarte con regalos costosos. —Él tomo su mano y con habilidad hizo que ella diera una vuelta, quedando frente a frente. —Porque no necesito eso para ocultar mi falta de carácter.

Ella se volvió a reír, dando otra vuelta que los hizo alejarse.

Yunho continúo. —Además yo tengo más cosas para ofrecer, cosas que pueden resultar mucho más interesantes.

—¿No te subestimas, no?

Yunho alzo las cejas,  solicitando una explicación.

—Me refiero a que cualquiera se sentiría intimidado de alguien con tanto dinero como Kim Jaejoong. A ti en cambio te importa poco lo que él haga o me ofrezca, tú confías en que lo puedes superar.

—Bueno siempre he pensado que alguien con dinero no vale nada si no es capaz de sobresalir como persona. Cualquier idiota puede tener una gran riqueza… pero no muchos tienen una gran personalidad. Y hablando con honestidad, para mí el dinero ocupa el último lugar en mi lista de prioridades.

Marmalade miro a los ojos de Yunho, sintiéndose sutilmente atraída por sus palabras. Para ser sincera, ella nunca les prestaba atención a los hombres que no tuvieran tras de sí una gran fortuna. Normalmente los evitaba. Pero había algo en Yunho y su manera de ver la vida que de alguna forma le atraía y le hacía olvidar por un momento su lado ambicioso. Y Quizá este tenía razón. Quizá con Jaejoong podría tener lujos y poder, pero con Yunho tendría diversión y esa propuesta también sonaba bastante tentadora.

—Hablas de él como si ya lo conocieras.

—Hemos tenido algunos encuentros. Muy desagradables por cierto.

—Y hasta pareces odiarlo.

Yunho levanto los hombros. —Algo.

—Bueno bien dicen que uno odia con la misma intensidad con la que ama. —Ella se le colgó a los hombros, mirándolo intensamente. Yunho quedo perdido por unos segundos; la frase retumbando en sus oídos. ¿Ese sentimiento se había vuelto tan fuerte como para ser comparado con el…amor? Era una comparación hasta insultante, pero de alguna u otra forma tenía sentido. —Aun no me has dicho porque has venido aquí… —ella susurro seductoramente recorriendo con detalle la cara del moreno.

—¿Huh? —Yunho aún se encontraba desubicado.

—¿A qué has venido, Jung Yunho?

Cerrando sus ojos, ella acercó su rostro al de él y cuando estuvo a punto de juntar sus labios, su respuesta la dejo a medio camino. —He venido a buscar trabajo —él mascullo.

Ella abrió los ojos, sintiéndose un poco confundida. —¿Qué? —preguntó con desagrado, definitivamente esa no era la respuesta que había esperado escuchar.

—Tuve algunos problemas con mis shows y necesito un trabajo. Algo temporal tranquila. Estoy seguro que los inconvenientes que tuve no duraran mucho.

La mujer aun no lo podía creer. ¿Él había ido hasta allí solo para pedirle trabajo? —¿Y porque crees que yo te daría trabajo?

—Tu no hermosa, Tu jefe. —Yunho pincho una de sus mejillas. —Necesito que lo convenzas para que me deje trabajar aquí, así sea por poco tiempo.

—Bueno y de ser así, ¿De qué crees que podrías trabajar aquí? Por lo que veo no eres una chica.

—No, pero… —De repente Yunho la abrazo por la espalda, sorprendiéndola—Tu y yo haríamos un excelente espectáculo ¿No crees? ¿O crees que sería riesgoso para tu audiencia?

Ella mantuvo silencio, gustándole lo que sus oídos escuchaban. —Quizá, depende de lo que quieras hacer. ¿Quieres ponerlos celosos?

—Tal vez.

—¿Quieres poner celoso específicamente a alguien?

Yunho sonrió. —Sí.

Ante la respuesta, Lady Marmalade dejo escapar una risa, viendo a donde llegaba todo esto. Oh, que excitante era que esos dos hombres se tuvieran  la guerra declarada por ella. Solo por ella. Era obvio lo que Yunho quería, y sabiendo que lo que este tenía pensado pondría irracionalmente enojado a Jaejoong, ella iba a cooperar solo por verlos pelear nuevamente por conseguirla.

—Lo hablare con mi jefe. No creo que le agrade mucho la idea pero, como veras, yo tengo un gran poder de convencimiento en los hombres. —Recalcó esto último.

—Eso no lo dudo.

Dejando esto en claro, ella se alejó y se sentó en su tocador, dándole la espalda. —Si eso es lo único que viniste a decirme, creo que te puedes marchar ya. No es conveniente que estés tanto tiempo en esta habitación. —declaró sonando inusualmente fría y aunque espero que Yunho se negara, él solo le hizo una reverencia y fue hacia la ventana donde había entrado, dispuesto a marcharse.

—¡Espera! —Ella se levantó —Te tendré una respuesta mañana por la mañana.
El asintió con la cabeza. —Bien, fue un gusto visitarte Lady Marmalade. —Tomo su mano y le beso el dorso con gentileza.

—Tiffany. —Ella corrigió.

—¿Qué?

—Quiero que me llames Tiffany.

Él sonrió, colocando un pie en el alfeizar de la ventana. —¿Es Tiffany tu verdadero nombre?

—No, pero puedes llamarme así.

—¿Y por qué no me dices tú verdadero nombre en vez? ¿No confías en mí? — Yunho preguntó mientras hacia un puchero. 

—Debes ganarme para poder decírtelo.

Entonces tomando ventaja de su posición, Yunho se balanceo hacia al frente, alcanzando su oído. —Entonces eso hare. —Dedicándole una última sonrisa, él bajo hábilmente por la ventana, llegando hasta el piso y escabulléndose como lo había hecho minutos atrás.

Junsu lo esperaba en una esquina y en cuanto lo vio corrió hacia él,  envolviendo su brazo sobre su cuello.

—¿Y bien como te fue? —Le pregunto.

—Algo me dice que el espectáculo de mañana será muy interesante.

Fue lo único que respondió antes de salir corriendo para que Junsu juguetonamente lo alcanzara.



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6 comentarios:

  1. Wo JaeJoong que travieso fuiste eh!, parece que Yunho pudo ver tu yo real, a aue tienes temor.
    Ay Yunho tu y tus planes, si que eres travieso, y Tiffany no se queda atrás, con tal de ver a ese par enfrentarse por ella, no le importa ir en contra de lo que le diga Changmin.

    Caray!, espero ansiosa ese show, veremos con que saldrá Yunho XD

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  2. Jaejoong se paso de la raya. Jugo sucio e hizo perder el trabajo a yunho y ahora lo tendra q ver junto a lady Marmalade. Y ella se esta interesando mas en yunho o.o uffff al dia siguente habran muchas sorpresas. Ya quiero ver cuando jae caiga enamoradisino de yunho *w*
    Gracias por el cap ^^

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  3. Yunho logro salir de la cárcel y creo que la venganza contra de Jae sera divertida por que le molestara mucho encontrarlo trabajando con su chica mala pues ella conseguirá que Yunho este con ella en el escenario pero creo que esta jugando con fuego al querer tener a los dos chicos con ella y de seguro se quedara sin ninguno al final
    Gracias por compartirlo

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  4. Ay ay AY! ..... Esa tonta de lady mermelada se cree q todo esta guerra es por ella JA! .... Puede parecer asi, pero las cosas estan resultando bastante distintas. Yunho si q es un dolor en el **** ... Jae q hara, q hara, no veo la hora de ver mas acercamientos entre los dos y ya q se odian a muerte pronto ese sentimiento vaya cambiando :) Muchas Gracias! El fic me tiene super atrapada!!! :-) <3 :-P

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  5. Esto se esta poniendo muyyy interesante Yunho le a dicho la verdad a Jaejoong a dejado a descubierto su alma algo que pica mas a Jae y bueno eso le dio un paso a que Yunho trabaje en el Molino Rojo ..y bueno sobre pelear por ella lo dudo mas bien es algo de ellos solo de ELLOS a que si Yunho puedes odias tanto como amar kyyaa ya quiero saber mass que emocionante ..
    Gracias

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  6. Ese yunho loquillo~ 👏👏👏👏
    Mis respetos! Esos si son hombres y no payasos! (Sin ofender jaejoong 😆) jajajaja se paso! La verdad ese jaejoong se paso de lanza... !Que inmaduro¡ hasta pareciera que ama a yunho infantil mente y quiere llamar su atención a Cómo se lugar! Ohh espera! A lo mejor si esta haciendo eso 😂😂😂😂 jajajajajajaja
    Cada vez me gusta mas el fic!!!
    Gracias por escribirlo y compartirlo con nosotros! 😘😘😘

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