Undecima entrega
—Señor,
ha llegado una carta.
U
|
no
de sus hombres de confianza le dijo, entrando a su despacho personal en aquella
hacienda al estilo antiguo ubicado en zona rural de Gongju.
República
de Corea.
—La
leeré después. —Le dijo sin ni quiera voltearlo a mirar, haciendo un gesto con
la mano como si no le importara mucho.
—Pero
señor, la carta viene de Francia. Podría ser de su hijo.
Ante
la mención de su primogénito, el hombre se volteó ahora prestándole toda su
atención. Extendió su mano y el sujeto de inmediato se la entrego. Él miro el
sobre, tenía el nombre de su hijo y la fecha escrita en una letra que él sabía
que no era la de Jaejoong. La carta había sido mandada hace unas semanas.
Luego
la abrió.
Estaba
un poco maltratada y ni siquiera parecía estar terminada, sin embargo si
provenía de su hijo, tendría que ser algo importante. Quizá la carta se trataba
de una buena noticia: Tal vez la noticia de que Jaejoong había podido obtener a
Lady Marmalade.
Pero
ese no era el caso.
No
era una buena noticia.
12 de agosto de
1921
Paris, Francia.
Padre, nos han
encontrado. Incluso aun estando a miles de kilómetros lejos de Corea y de
Japón, esos malditos han dado conmigo.
Anoche, transitando
por las calles de Montmartre, dos hombres me abordaron y me pidieron subir a su
auto. No, no me lo pidieron; más bien me lo ordenaron. Naturalmente yo me
negué, siendo un hombre adinerado como yo, no puedo darme el lujo de subirme al
auto de cualquier desconocido. Pero ellos no dejaron de insistir y por la
fuerza me intentaron meter al dichoso vehículo. Cualquiera pensaría que se
trataría de un secuestro; que los hombres eran simples caza fortunas que
enterados de mi dinero solo planeaban sacar algún tipo de beneficio teniéndome
raptado. Yo también lo hubiera pensando
así de no ser como uno de los hombres se refirió a mi….me llamó Yi Jejung. Ese
hombre sabía mi nombre y solo pudo haberlo sido de ser mandado por la misma
familia imperial. Además, hubo algo que me perturbo, esos dos hombres eran japoneses.
Lo pude saber por su acento…
La
carta terminaba abruptamente ahí, sin embargo lo que había escrito antes era
suficiente como para entender toda la situación. El señor Kim arrugo aún más la
carta, sintiendo como sentimientos de preocupación y enojo empezaban a recorrer
su cuerpo.
Desde
que la familia imperial japonesa había tomado control de la familia imperial
coreana, se habían encargado de perseguir a todo aquel que había escapado de su
alcance y estuviera directamente relacionado con la monarquía de Corea. Por esa
razón él se cambió el nombre y
apellidos, al igual que su esposa y su único hijo, con la esperanza de que eso
los borrara de la lista negra de los japoneses. Por muchos años había
funcionado, pero al parecer la estrategia ya había dejado de resultar eficaz.
Y
si habían encontrado a su hijo estando lejos de Corea, no faltaría mucho para
que lo encontraran a él.
—¡Esos
hijos de puta! —El señor Kim maldijo y estrelló su fuerte puño contra la mesa,
asustando por un momento al hombre que le había llevado la carta.
—Señor,
puedo permitir saber ¿Cuál era el contenido?
El
señor Kim lo volteo a ver. —Aliste todo mi equipaje e informe a todas las
personas de mi confianza. Parece que tendré que adelantar mi viaje a Paris.
Le
ordenó y el hombre asintió con obediencia mientras salía de la habitación con
su espalda completamente erguida.
..
Inhalando
el último humo de su cigarrillo, Yunho lo boto a un tejado a sus pies, ya que
se encontraba en la azotea del edificio donde vivía, mirando el cielo oscuro de
la noche. No era muy tarde, quizá pasadas las ocho, sin embargo el vecindario
se encontraba en un acogedor silencio, algo inusual para tratarse de un barrio
tan festivo como era el Montmartre. Debido a la poca iluminación, en el cielo
se podía observar los cientos de estrellas brillando mientras que a la
distancia la imponente Torre Eiffel resaltaba entre las demás edificaciones,
reforzando el hecho de porque se estaba convirtiendo en el símbolo de la ciudad
de Paris.
Yunho
se recostó en los barandales y relajó su cuerpo, sintiendo el aire fresco
golpear su rostro. Rara vez tenía un tiempo para él solo. Normalmente se la
pasaba con Junsu o con alguno de los otros artistas de su edificio; bebiendo un
trago, aprendiendo nuevos trucos o hablando del arte o de la vida. Yunho era un
ser extremadamente sociable, no le gustaba estar a solas… pero quizá tener un
tiempo para sí solo también seria agradable. Lo ayudaría a poner en orden sus
pensamientos.
Habían
pasado algunos días desde la última vez que vio a Jaejoong. Sin embargo aún el
recuerdo vivido de su beso en el Molino rojo lo mantenía en la mente como si
hubiese pasado hace tan solo unas horas. Y eso no lo dejaba concentrar en nada.
No
sabía si fue el enojo interno o sus ganas de volver a probar aquellos labios,
lo que lo impulso a besar a Jaejoong de esa forma, pero de todas formas ya lo
había hecho y no había nada que lo pudiera volver a llevar hacia atrás.
Aunque
por mas contradictorio que sonara, él no estaba arrepentido de eso.
—Oh
ahí estás —Escuchó a sus espaldas a Yoochun seguido de Junsu quienes traían
consigo unos panecillos para compartir. Yunho les sonrió y tomó uno de los
panecillos, pensando que aunque fuera hasta el final del mundo alguien siempre tenía
que encontrarlo.
—¿Qué
haces aquí tan solo? Está haciendo frio. —Junsu le preguntó y se colocó a su
lado izquierdo. Yoochun lo hizo al lado derecho.
—Vine
aquí a pensar.
—¿Pensar?
—Junsu se rió divertido —¿Pensar en quién? —Le clavo su mirada en sus ojos para
molestarlo.
Yunho
lo miró con fastidio y se dirigió ahora a Yoochun, evitando su pregunta. —¿Cómo
te ha ido en tu nuevo trabajo?
—Supongo
que bien. No es tan glamuroso como ser el guardaespaldas de alguien adinerado
pero ser mesero tampoco es nada para avergonzarse. Eso sí he de decir que los clientes del
restaurante pueden ser difíciles pero definitivamente no son tan pesados como
lo era Jaejoong.
Yoochun
se rió pero Yunho solo asintió con levedad. Le siguió un silencio incómodo.
—A
Jaejoong debió haberle pasado algo, para ser así tan odioso. —Yunho comentó al
aire haciendo que Yoochun arrugara el entrecejo.
—No
lo creas, quizá es que siempre fue demasiado mimado. El poder del dinero también
vuelve frías a las personas.
—Por
eso nunca me ha importado tener tanto dinero. —Yunho le dijo mientras tomaba
otro bocado del panecillo.
—Es
por eso que eres así Yunho, tan feliz y positivo todo el tiempo. No podría
decir lo mismo de Jaejoong…
Yunho
lo volteó a mirar, sintiendo algo parecido a una punzada en su corazón.
—¿Jaejoong no es feliz?
—Puedo
poner mis manos en el fuego y jurar que no lo es. Alguien tan amargado no puede
ser feliz. Y es un poco contradictorio si te pones a pensarlo, porque Jaejoong
no tiene que sufrir por hambre, ni escasez ni nada de las cosas por las que generalmente
la gente sufre. Èl puede tener todo en
este mundo y aun así no ser feliz.
—Pues
es que hay muchas otras cosas que no se obtienen con dinero. Como la amistad, o
la familia, o el amor…cosas que terminan trayendo más felicidad que el mismo
dinero. —Junsu se unió a la conversación.
—Tienes
mucha razón Junsu. —Concordó Yoochun —Sentimientos así quizá Jaejoong ni
siquiera los ha sentido alguna vez. Nunca le conocí un amigo de verdad y ya que
su familia perdió todo contacto con él, lo único que le queda es su padre. Y el
amor… no lo sé, probablemente nunca se
ha enamorado realmente. Lo que tuvo con Hyun joong quizá no fue amor de verdad,
tal vez solo un capricho.
—Entonces
alguien tendría que enseñarle a amar de verdad. —Interrumpió Yunho, sin mirarlos. Ahora que lo pensaba,
quizá él en la vida había sido mucho más afortunado de lo que había sido Jaejoong.
Muchos podrían decir que el heredero tenía la vida perfecta pero la verdad es
que eso estaba lejos de ser verdad. Por lo que contaba Yoochun, Jaejoong vivía
en tremenda soledad y para alguien como Yunho (quien disfrutaba contar con
compañía), eso sonaba como si Jaejoong viviera en la miseria. Yunho no tendría muchas
posesiones a su nombre pero tenía amigos, y eso contaba mucho más que unos
cuantos lingotes de oro.
La
amistad y el amor eran el oro puro para Yunho.
—¿Y
qué mejor que tú, no?
Escuchó
a Junsu preguntar pero él se sintió desorientado, ya que por andar metido en
sus pensamientos había perdido totalmente el hilo de la conversación.
—¿De
que estas hablando? —Yoochun respondió por él.
—Nada,
nada —Junsu negó con las manos y se rió con discreción —Bueno me gustaría
quedarme más tiempo charlando con ustedes pero la verdad es que está haciendo
mucho frio y no tengo ánimos de seguir hablando de Jaejoong. Así que, si me
disculpan…—Junsu se volteó para irse pero fue detenido por la mano de Yunho.
—Su,
eres un gran amigo, me alegro mucho de tenerte en mi vida. —Yunho le dijo y
Junsu se sorprendió un poco por las aleatorias palabras de cariño. Tal vez se había
sentido nostálgico de repente. Tal vez era eso.
—De
nada, yo también me alegro de ser amigo de un personaje tan cara dura como tú.
—Se burló. —Iré a dormir ¿Bien? El frio me está provocando sueño.
—Está
bien.
Yunho
lo soltó y observo a Junsu bajar por las escaleras, recostándose de nuevo en el
barandal de la azotea.
Yoochun
se quedó mirándolo un buen tiempo, tratando de hallar sentido a las burlas de
Junsu. —Últimamente Jaejoong ha sido uno de nuestros temas de conversación
favoritos ¿No? —Preguntó casualmente con ansias de saber que era lo que pasaba.
—¿Eh?
¿Qué quieres decir?
—Que
no me has dejado de preguntar sobre Jaejoong desde que llegue aquí.
—Oh…—Yunho
le contesto esta vez bajando su mirada hasta el piso. —Solo tengo curiosidad
por su vida, es todo. —Le mostro una sonrisa incomoda.
Yoochun
asintió con la cabeza, luciendo vagamente convencido. —¿Te atrae, no es así? —le
preguntó directamente. Yoochun
definitivamente no sabía lo que significa sutileza.
Ante
la pregunta, Yunho se mordió la boca, mirando directamente a Yoochun. —No es
eso…—le respondió levantando los hombros, intentando sonar no tan interesado.
Yoochun
volvió a asentir y se quedó un rato callado, quizá analizando la situación. Ni
siquiera lucia ni un poco sorprendido ante la idea de que a Yunho ahora le
gustara Jaejoong. —No te conviene estar
con alguien como Jaejoong —fue lo siguiente que salió de sus labios luego de
minutos de solo silencio.
Yunho
arrugó las cejas. —¿Por qué?
—Porque
Jaejoong es alguien complicado, que tiene problemas encima además.
—¿Qué
clase de problemas?
—No
tienes porque saber eso.
Yoochun
lo dijo con tanta seriedad que a Yunho no le quedo ganas de preguntar.
—Además míralo, es un hombre con dinero, poder…que
nunca estaría con alguien de tu clase social. Agregándole el hecho de que su
orgullo nunca le permitiría dejarse enamorar de otro hombre. —Yoochun tomo un
breve respiro. —Igualmente Jaejoong es un hombre odioso y egoísta, no está
hecho para amar ni ser amado por nadie.
“¿Sera eso verdad?” Yunho se preguntó en su mente y no
pudo evitar sentirse un poco desilusionado ante el pensamiento. Aunque peleara
y “odiara” a Jaejoong, él en su interior, pensaba que Jaejoong se comportaba
así debido a su inseguridad, y quizá si cavaba un poco más profundo, entonces
podría descubrir una personalidad completamente opuesta.
Pero
quizá estaba imaginándose cosas que no existían.
La
conversación quedo de repente suspendida cuando escucharon algunos gritos
encerrados y un olor muy fuerte a quemado. Se voltearon y vieron como desde la
puerta de la azotea, salía una gran llamarada de humo. Luego vieron hacia la
calle y pudieron observar como algunos de los residentes vecinos salían
corriendo del edificio, clamando ayuda.
Era
indudable. Al parecer el edificio se estaba incendiando.
—¡Vamos!
—Sin esperar ni un segundo más, Yunho tomo a Yoochun del brazo para bajar lo más
rápido posible por las escaleras, pero el humo que venía desde las plantas
inferiores no les permitían seguir avanzando. Sin ninguna otra escapatoria,
ellos optaron por brincar a los tejados conjuntos para así llegar a la calle.
Utilizando
su destreza y agilidad, ambos treparon por los tejados de los edificios no tan
altos y cuando fueron a aterrizar en el pavimento, Yunho piso de mala manera, provocando
que se torciera un poco el pie. Sin embargo y sin importarle un poco si su pie
se encontraba bien, él fue corriendo hasta la entrada del edificio, requisando
los rostros que habían salido de aquella propiedad. No pudo identificar a
Junsu.
—¡Espera!
—Yoochun vio que Yunho tenía la intención de regresar al edificio y se apresuró
rápido a detenerlo. —No puedes ir allí, no te encuentras bien.
—¡Pero
Junsu no ha salido!
—Entonces
yo iré por él —Sin esperar una respuesta de Yunho, Yoochun entro al edificio
cubriéndose con su antebrazo para evitar que algo le cayera en la cabeza. A
Yunho no le quedó más remedio que esperar, cruzando con nerviosismo sus dedos
mientras seguía revisando a las personas que lucían tanto consternadas como
asustadas.
Luego
una fuerte explosión se escuchó y no paso ni un segundo, cuando vio a Yoochun,
lleno de ceniza y polvo, salir del edificio corriendo con otros más. Otros que no
eran Junsu.
—¡¿Qué
paso?! ¡¿Dónde está Junsu!?—Yunho agarró de la camisa a un muy agotado Yoochun quien
apenas y le podía devolver la mirada.
—No
pude…sacarlo —Yoochun trató de recobrar algo de aliento. —La puerta de nuestra
habitación…estaba obstruida.
—¿Qué?
—La
manija de la puerta estaba rota,….además un gran armario estaba puesto justo en
la mitad. No pude hacer nada…
Yoochun
cayó sentado al piso, tocándose la cabeza. Yunho no podía entender nada de lo
que estaba sucediendo. —¡¿Qué paso con Junsu?!
—Una
explosión se produjo en el piso…no pude quedarme por más tiempo ahí. Las llamas
lo consumieron todo…
—¡¿Entonces
Junsu sigue ahí atrapado?! —Yunho miró el edificio que parecía botar humo por
doquier—Tendré que ir por él.
Yoochun
se levantó como si de un resorte se tratara. —¡No, Yunho! ¡Es peligroso ir, hay
llamas por doquier!
—¡No
puedo quedarme aquí sin hacer nada!
—El
piso entero exploto. No hay forma de que haya sobrevivido a eso. —Uno de sus
amigos artistas intervino, sujetándolo de la manga de su camisa —Pronto el
edificio entero sucumbirá.
—¡¡¡Pero
no puedo abandonar a Junsu!!! ¡¿Es que no lo entienden?! —Lagrimas comenzaron a
bajar por el rostro de Yunho al caer en cuenta de la magnitud de todo el
asunto. Se sentía impotente, sentía que la vida de Junsu se le iba de las
manos.
—No
hay nada que podamos hacer ahora. —Yoochun se le acercó y posiciono una mano en
la espalda de Yunho la cual se sacudía con fuerza.
Yunho
volvió a poner su vista en el edificio y comprendió que no había nada que
pudiera hacer, tal como Yoochun le decía. Consumido en llamas, era casi
imposible que alguien pudiera sobrevivir a tal explosión y si la puerta había
sido obstruida, Junsu no habría podido escapar a tiempo. Yunho se limpió las lágrimas,
sintiendo como su vida se derrumbaba. —¿Pero qué carajos paso?
—Alguien
inicio un incendio. —Otro residente habló, igualmente afectado por el
accidente. —Vi a un hombre merodear cerca de tu habitación, luego el incendio
inicio justo en tu piso.
—¿Estás
diciendo que esto fue provocado?
—Probablemente.
Yunho
se tocó la cabeza, tratando de unir todos los cabos. Tal parece que alguien había
tramado todo esto para asesinarlo a él, ¿Pero quién podría haber sido? Èl no
estaba metido en problemas turbios, ni tenía ene…
—No quiero volver a
verte nunca más. Es mejor que desaparezcas.
—¿Eso es una amenaza?
—Bueno puede ser que
su personalidad no sea tan poderosa como intenta reflejar, pero un hombre con
dinero siempre va a ser de cuidado. Nunca sabes lo que pueden hacer para
conseguir lo que desea.
—Igualmente Jaejoong
es un hombre odioso y egoísta, no está hecho para amar ni ser amado por nadie.
—Pues será sobre mi
cadáver porque la única forma que me podrás sacar de ahí es en un ataúd ¿O que,
Estás dispuesto a matarme Jaejoong?
Flashbacks
de conversaciones pasadas se le vinieron a la mente a Yunho, formando la pieza
faltante en el rompecabezas.
Era Jaejoong.
Pero
él no lo quería creer.
No
podía aceptar que Jaejoong fuera el que hubiera tramado todo esto. No después
de lo que estaba comenzando a sentir por él… ¿O es que lo había juzgado mal? ¿Jaejoong
si era peligroso y capaz de ir hasta las últimas consecuencias para lograr lo
que quería?
Yunho
apretó sus puños, sintiéndose engañado, herido y derrotado. Caminó hasta Yoochun
y lo sujetó de la camisa. —¿Dónde está Jaejoong?
Yoochun
solo pudo hacer una mueca. —¿Y yo que voy a saber?
—¡Te
exijo que me digas donde esta Jaejoong!
—Si
no está en el Molino rojo, debe estar en su hotel.
Yunho
lo acerco más. —¿Dónde?
—El
hotel Ritz, queda en el primer distrito.
Soltando
a Yoochun de un empujón, él camino lo más rápido que pudo ignorando los gritos
de Yoochun a sus espaldas.
—¿Y
ahora que va a hacer? —Yoochun se preguntó confundido al ver desaparecer a
Yunho entre la oscuridad y la multitud que se aglomeraba a ver el incendio.
..
Cortó
el filete y se llevó un breve bocado a la boca mientras escuchaba la
conversación que uno de sus acompañantes relataba en aquella mesa donde compartía
con otros de sus conocidos en el restaurante del hotel. Era algo sobre la
compra de inmuebles, o un trato de negocios o algo por el estilo; la verdad
aquellas conversaciones tan frívolas le habían dejado de importar hace mucho
tiempo. De hecho ni sabía porque había aceptado cenar con ellos. Ver a los
demás ricos poner sus caretas de falsedad mientras pretendían pasar un buen
rato ya lo estaba comenzando a aburrir.
Jaejoong
miró la hora en el elegante reloj de pie puesto en una de las paredes. Eran
justo las nueve de la noche y él ya se quería marchar.
Jugando
con la comida en su plato, él escuchó la tenue música de violín que acompañaba
la cena, pero de repente la calma del sitio fue interrumpida cuando un hombre
entro de improviso ignorando los reclamos que le hacia el portero.
Jaejoong
levantó la mirada y pudo ver como Yunho se aproximó rápidamente hacia su lugar,
y de un tirón volteo toda la mesa provocando que los platos, cubiertos y
decoraciones cayeran violentamente al piso. Sus acompañantes se levantaron
conmocionados mientras que la demás gente en el restaurante volteo a ver lo que
estaba pasando. La música dejo de sonar.
—¡¡¡Eres
un maldito Kim Jaejoong!!! —Yunho le
gritó con todas sus fuerzas. Su cuerpo temblaba furiosamente como si se
estuviera reteniendo de hacer algo peor. —¡¡¡Tu provocaste esto!!!
Jaejoong
no entendía lo que estaba sucediendo, no entendía porque Yunho había aparecido
de la nada como si lo quisiera matar. —¿De que estas hablando?
—¡¡¡No
te hagas el desentendido porque tú sabes muy bien de lo que hablo!!!
—¿Qué
haces aquí?
Yunho
se llevó una mano al cabello, sin dar crédito a lo descarado que era Jaejoong. —¿Sabes? Por poco me logras
engañar. Yo de verdad pensé que tú eras algo más que un idiota prepotente. Yo
de verdad creí que tenías algo llamado sentimientos en tu corazón. Pero creo
que me equivoque.
Jaejoong
paso saliva, esas palabras habían dolido. —¿Por qué me dices eso?
—No
te hagas el que no sabes Jaejoong. Tú fuiste el que provocaste el incendio en
mi residencia. Tú y tus malditos deseos de ganar.
Se
quedó perplejo —¡¿Qué?!
—Pero
adivina si tu objetivo era destruirme te lamento informarte que no lo lograste.
Pero Junsu…—Yunho de repente guardo silencio, sus lágrimas aglomerándose en sus
ojos —¡Tu ocasionaste que Junsu muriera! ¡Junsu está muerto por tu culpa!
—¡Por
favor que alguien saque este demente! —Una señora en otra mesa empezó a gritar
acompañada de otros que exigieron su salida.
—¡Te
odio Jaejoong! ¡Te odio! ¡Y hare que pagues por esto! ¡Lo juro! —Yunho le
gritaba mientras era sacado por los empleados del hotel.
Jaejoong
abrió su boca pero nada salió de ella. Simplemente no sabía que decir ni cómo
reaccionar a todo lo que Yunho le decía. ¿Incendio? ¿Junsu? Realmente estaba
muy confundido.
Luego
de que Yunho fuera sacado del lugar, Jaejoong miró a su alrededor viendo como
toda la gente lo observaba con una expresión entre la perplejidad y el rechazo.
Sin poder soportar más las miradas acusatorias que se recargaban sobre su
cuerpo, Jaejoong salió corriendo del lugar sin importarle ni un poco de darles
explicaciones a las personas con las que estaba cenando.
Él
solo quería rendirle explicaciones a una sola persona.
..
En
esa habitación oscura se encontraba una docena de hombres reunidos en una mesa
redonda. La luz era tenue por lo que apenas se alcanzaban a percibir sus
siluetas.
Pero
no importaba, la luz no importaba en esas situaciones. De hecho, la oscuridad
era más que acorde.
—Hable
con la familia imperial. Ellos están de acuerdo con la decisión. —Dijo uno de
los hombres posicionando sus manos entrelazadas sobre la mesa.
Otro
tomo la palabra. —Según aquel hombre la carta ya fue enviada por lo que a estas
alturas el señor Kim ya la debe haber recibido.
—¿Y
que nos asegura que el Señor Kim al leer la carta tenga intenciones de venir a
Paris? ¿No sería lo más lógico que él se quedara en corea? —agregó otro más.
—Según
ese hombre el señor Kim no resistiría no venir por su hijo. Es un tipo que los
conoce bien por lo que no nos debemos preocupar. —Volvió a hablar el primero.
—Además, agrego que Yi Jejung no tiene intenciones de dejar Paris.
Hubo
un momento de silencio sepulcral.
—Entonces…
¿La familia imperial está de acuerdo con esperar a que este llegue?
—Sí,
—Le contesto. —Es lo mejor, así mataremos a dos pájaros de un solo tiro.
Debemos esperar hasta que el Señor Kim llegue a Paris y actuar en ese instante.
Solo debemos esperar unas semanas más.
Todos
asintieron conformes con el acuerdo.
—Pero
hasta entonces…—El señor que había estado hablando se levantó y agarro la mano
de uno de sus subordinados. Luego tomo una especie de aguja y la pincho en el
dedo índice del sujeto, provocando una reacción reprimida de este. A
continuación, solicito una hoja de papel y empezó a escribir en está usando el dedo ensangrentado del otro
hombre como si fuera su lapicero. —Debemos hacerle saber a Jejung que no nos
hemos olvidado del asunto. —Terminó con una sonrisa, esperando que la sangre se
secara en el papel.
..
Nota: Uhh capitulo de muchas emociones.
Quizas parezca que las cosas van a empeorar, pero tal vez no sea del todo asi. Les dejo la duda para el siguiente cap :D
Comenten!
solo espero que Junsu si tuviera el tiempo para escapar de el incendio y se encuentre bien y no aya muerto como todos creen
ResponderBorrarcreo que el que provocó el incendio fue Min para quitar de el camino a Yunho y Jae se concentre en su hermana esa y Yunho piensa que es Jae y por eso lo culpa
Gracias por compartirlo estaré esperando por mas muy interesante
Waaaaaaa!!!! Me has dejado más intrigada asgsfsf
ResponderBorrarewe
¿En verdad Junsu murió? De seguro esto es obra de Changmin <. <
Nooo Susu no puede morir ahhhh donde está susu. Yunho estoy segura q fue changmin el te quiere desaparecer no jae el te quiere pero encerrar jejeje opsss corre jae habla con el. Yunho escucharlo. Ahhh q lío tanta cosa ese chun ahhh. Gracias x la actu besos.
ResponderBorrarEspero pronto reconciliación del Yunjae jejejej
ResponderBorrarGracias por la actu que gran malentendido que se formo hay u.u
ResponderBorrarSeguro fue changmin y su hermana los que provocaron el incendio......
Junsu no puede estar muerto :( mi nalgoooon
ResponderBorrarAhora yunho todo dolido como esta se va contra jae pero debe haber sido changmin. Ojala todo se aclare pronto. El sr. Kim va a ir a Paris o.o es una trampa. Se avecinan los problemas OMG.
Sacar conclusiones muy rápidas esta mal Yunho solo por su carácter y su forma de ser no le puedes hecha la culpa a Jaejoong diciéndole palabras que lo heriste solo espero también que Junsu allá salido a tiempo o que salio un rato ....al comienzo estaba muy rarl Jaejoong no la termino ni la envío la carta así que todo eso es una trampa y la personas que los conoce mas es Yoochun él los esta ayudando porque? que pasara ahora trampas engaños ...nos deja en suspenso
ResponderBorrarGracias por la actu
Hola~ :D tu historia es genial! me gustó mucho~ asi que a partir de este capítulo la seguiré *o* wiii~ al parecer esto se complica, y todo por culpa de Changmin... o de la loca, alguno de los dos e_e espero que Junsu no este muerto óò sería terrible D: por otro lado, Yunho y su arranque de ira... ojala el Yunjae se "reconcilie" pronto, fue tan dificil que llegaran a este extraño y agradable punto :S xD Bueno te agradezco mucho cada uno de los capítulos, me encanta tu fanfic ¡gracias por escribirlo! <3 nos leemos en el próximo capítulo~ Saludos! :3
ResponderBorrarQue poco amor Yunho+! Tan poco te duro el amor hacia jaejoong???? 😢 esta bien! Jaejoong se fuerte!!!
ResponderBorrarNo porfavor Junsu no puede haber muerto esto es obra de Changuinola,pobre Jae como va hacer pará que entienda que no fue el.Gracias
ResponderBorrarGracias