Décimo séptima Entrega
“¿Amor?
Creía que podría conseguirlo
cuando quisiera,
Pero tú me salvaste
de aquella ilusión”
—Spellbound
C
|
hangmin
estaba enojado, demasiado enojado. Habían pasado días enteros, no, más bien
semanas enteras y el problema no parecía tener solución. Jaejoong no había
vuelto al molino rojo y su hermana no había vuelto a saber nada de él. Se enteró
también que Yunho había sobrevivido al incendio pero que tampoco se había
presentado en el cabaret. Su domicilio ahora era un misterio y desde aquella
fatídica noche no lo había visto haciendo shows en la calle. Parecía como si se
hubiera extinguido de las calles de Mortmartre ¿En dónde se habría metido todo
este tiempo?
Decidido
a no dejar pasar más tiempo, Changmin llegó al hotel, esta vez empedernido en
llegar hasta la suite de Jaejoong. Las otras veces que lo había intentado no había
conseguido pasar del primer piso, pero esta vez sería diferente, esta vez no se
detendría hasta obtener lo que quería.
Haciéndole
caso omiso a las palabras de la recepcionista (quien le había dicho que el
joven Kim no recibía visitas inesperadas), subió por las escaleras y fue hasta
la última planta. Llego hasta la puerta y empezó a tocar repetidas veces, sin
importarle mostrar ni un poco de cortesía. A estas alturas, la diplomacia
estaba de más.
—Buenos
días. —Le recibió un hombre quien recordaba que era uno de los guardaespaldas
de Jaejoong. —¿Qué se le ofrece?
—Déjeme
entrar. —Le ordenó.
—¿Y
usted es…?
—Estoy
buscando a Kim Jaejoong, así que déjeme pasar. —Dio un paso pero el
guardaespaldas se lo cerró.
—Disculpe
señor, pero el joven Kim no atiende visitas sin confirmación previa. Además, en
este momento no lo puede atender, así que temo decirle que se tiene que
marchar.
—¡Al
carajo! —empujando al hombre, Changmin se abrió paso a la suite y empezó a
buscar con la vista al que había ido a ver, ignorando los gritos del
guardaespaldas.
No
tardó mucho en llegar. Jaejoong apareció en escena luciendo como si se hubiera
acabado de levantar a pesar de que ya era pasado el mediodía. —¿Qué está
sucediendo aquí? —Exigió al escuchar los gritos y el alboroto.
—¡Kim
Jaejoong! —Changmin se le aproximó y le apretó la mano —Me alegra mucho verlo.
Jaejoong
arrugó el entrecejo, tremendamente confundido. —¿Usted quién es?
—¿No
se acuerda de mí? Soy Shim Changmin, el hombre con el que estaba cerrando un
negocio.
“Shim Changmin”… A Jaejoong le resultó familiar el
nombre, sin embargo, la cara de ese hombre estaba seguro no haberla visto antes
¿O sí? —¿Qué clase de negocio?
—El
contrato…sobre Lady Marmalade.
¿Contrato?
¿Lady Marmalade? Ahora si sentía mas que confundido. —No sé de lo que me está
hablando.
—Entonces
tome —Changmin saco de su saco el contrato, extendiéndolo hacia Jaejoong —Tal
vez esto le refresque la memoria.
Observando
el papel por un largo rato, Jaejoong lo tomo entre sus manos, revisando por
encima su contenido. Dentro de su mente un tenue recuerdo de esa situación
pasaba por su cabeza solo que no sabía cuándo había sucedido o si había
sucedido realmente.
—Usted
dejo su firma inconclusa, así que me tome el atrevimiento de venir hasta aquí,
para cerrar el trato de una vez por todas.
—¿Pero
de que se trata esto?
—En
este contrato esta lo que se había estipulado antes. Ya sabe, Tener a Lady
Marmalade pagando una módica suma y además, deshacerse de las competencia…
Jaejoong
lo miro fijo.
—…Jung
Yunho.
Changmin
murmuró con los ojos abiertos y Jaejoong volteo a sus espaldas, viendo como
Yunho salía de su habitación luciendo al igual que él, muy desarreglado.
—Oh,
lo siento. Buenos días. —él saludo un poco avergonzado ya que no sabía que
tenían visitas.
—Tardes,
de hecho. —Le corrigió Changmin con dureza. Su respiración comenzando a
agitarse, sus músculos a tensarse y todo su ser a enojarse en conjunto.
Entonces
después de todo su hermanita había estado más que en lo correcto: Jaejoong y
Yunho llevaban una relación más allá de lo permitido. “Maldito Jung Yunho” Maldijo Changmin en su cabeza. No solo se entrometía
en los sentimientos de su hermana, sino también en los sentimientos de
Jaejoong.
Lleno
de ira, Changmin le arrebató los papeles a Jaejoong y salió de la suite,
dejando a todos los presentes muy confundidos.
Salió
y caminó por los pasillos en busca de la salida del hotel. Su cabeza no estaba
funcionando correctamente y sabía que si se quedaba allí por más tiempo, sería
capaz de hacer algo que a largo plazo no le convendría. Tenía que calmarse;
para pensar las cosas con frialdad.
El
plan de tener a Jaejoong con Lady Marmalade lo había ideado desde la primera
vez que él noto un tipo de interés por parte del heredero; por lo que a estas
alturas ya sería muy tarde olvidarse de él. Simplemente la ilusión de riqueza
ya estaba sembrada y no iba a dejar que un aparecido como Jung Yunho le dañara
sus futuros sueños.
Tenía
que planear su golpe final, esta vez infalible y concluyente, por lo que
necesitaría esperar un tiempo para cuadrar todos los detalles. No sería como su
último intento, esta vez estaba seguro que lograría separar a Yunho de la mina
de oro que significaba Jaejoong.
Luego
de que se marchara, Yunho se le acercó a Jaejoong, quien se veía algo
perturbado por la situación. —¿Quién era?
Jaejoong
parpadeo unos segundos. —Nadie, solo alguien de negocios creo. —Sonrió y se
devolvió a la habitación como si nada hubiese pasado.
Yunho
en cambio, se mantuvo en la sala pensando en el hombre que se había acabado de
ir. Ahora que lo meditaba, su rostro se le hacía similar a alguien que había
conocido hace poco, solo que por más que trataba de recordar, ningún nombre se
le venía a la cabeza. ¿En dónde fue que lo vio? ¿Realmente lo conocía?
—¡Yunho,
ven!
Jaejoong
lo llamó desde la habitación y Yunho le obedeció sin dejarse de sentir
intrigado por el sujeto.
—Qué
extraño ¿No?
Le
comento Yunho una vez volvieron a la cama. Se acomodó en el pecho de Jaejoong abrazándolo,
mientras Jaejoong lo recibía en sus brazos y posicionaba su cabeza encima del
pelo de Yunho. —Si fue extraño… —Jaejoong susurró sintiendo una no muy
agradable corazonada por la repentina aparición de aquel hombre. Sin embargo, decidió
no prestarle mucha atención y se acurro más cerca de Yunho, sintiéndose feliz por
esos momentos de cariño que podía compartir junto a él.
Honestamente
jamás se había sentido tan amado en su vida.
—¿Sabes
algo, Jaejoong? —Yunho le comento unos minutos después cuando el otro estuvo a
punto de sucumbir ante el sueño. —Extraño un poco mi vida en las calles. Me
refiero a hacer shows y trucos. Alegrar a la gente… mi vida antes del incendio.
Jaejoong
abrió los ojos. —¿No te gusta ahora? —Le
preguntó con un dejo de tristeza.
—No
es eso. —Yunho se rió en el pecho de Jaejoong. —Es que todo ha cambiado tan
rápido. Quisiera poder volver a trabajar en lo que me gusta. Pero aunque
quisiera todo se quemó y faltaría mucho para volverlo a conseguir.
El
castaño se quedó pensando en las palabras de Yunho. Si había algo que él
pudiera hacer para solucionar ese problema y complacer a Yunho, definitivamente
lo haría. Èl quería hacerlo sentir a gusto para que no tuviera la necesidad de
alejársele.
—Además,
—Yunho dio un largo suspiro. —Extraño a mis amigos del Bateau-Lavoir.
Jaejoong
hizo una mueca. —No es como si te hubieras alejado de ellos por mucho tiempo.
—Lo
sé, pero extraño su compañía.
Yunho
dejo salir esas palabras y Jaejoong no pudo evitar sentirse triste por eso,
puesto que sonaba como si Yunho se estuviera quejando. Como si su compañía no
le bastara para ser feliz. Él estaba complacido con solo estar con Yunho ¿Por
qué Yunho no podía sentirse de la misma forma solo con él? Sus celos emergieron
de lo más profundo de su ser, abarcando su corazón.
—Deberíamos
pasar más tiempo con ellos ¿No crees? La
última vez en la fiesta no sentí como si te hubieras relacionado mucho. —Yunho agregó
después.
—No
es mi tipo de personas Yunho, —Jaejoong dijo con sinceridad. —Esa mujer que me
presentaste, dijo cosas sobre ti…
—¿Quién?
¿Madame Bordeau?
—Sí,
—Jaejoong apretó sus labios. —Dijo cosas que te gustan hacer en el sexo.
Yunho
se echó a reír escandalosamente. —¿Enserio? Vaya como vuelan los rumores…
—¿Cómo
ella sabe eso? —Le dijo serio. Ese pensamiento lo había estado perturbando más
de lo que quería admitir.
—No
me acosté con ella si es lo que piensas. —Yunho le aclaró. —Sin embargo, yo soy
muy enamoradizo. —Se volvió a reír y luego se presionó juguetonamente contra el
pecho de Jaejoong, implicando lo que quería decir con esas palabras. Yunho era
un hombre de varios romances por aquí y por allá, y quizá alguno de sus
anteriores amantes había regado el chisme de sus encuentros pasionales. Debía
sentirse apenado de que estuvieran rondando aquellas cosas sobre él pero él lo tomaba
más como un chiste que como otra cosa. Sin embargo, Jaejoong no pensaba de la
misma manera.
“¿Enamoradizo?” Jaejoong se preguntó en su cabeza y
su corazón se sintió desanimado al meditar que tal vez él solo era uno de los
tantos romances que Yunho había tenido en el pasado. Quizá con todos era así…
tan romántico, pasional y alegre, y él fue el único que se engañó al creer que
Yunho era especial solo con él.
Dándose
media vuelta, Jaejoong dejo de abrazar a Yunho y se escondió en su almohada. Su
aparente tranquilidad de repente se esfumo. —¿De qué clase de personas te
enamorarías Yunho? —Soltó aquella pregunta directa que sonó más como a un
reclamo que a una pregunta casual. —¿De alguien igual a ti?
Yunho
se apoyó en su codo, detallando a Jaejoong. —De alguien que me enloquezca. Que
me haga sentir emociones muy fuertes, aunque sean de extremos opuestos.
Jaejoong
volteo su rostro hacia Yunho, no comprendiendo del todo sus palabras.
—Que
pelee conmigo y luego me bese con pasión. Y quizás que sea un poco detallista
para saber cuánto le importo.
Jaejoong
volvió a recostar su cara contra la almohada y cerro sus ojos. Pensó en la
mejor forma de ser como la persona que describía Yunho, sin darse cuenta que él
ya era como aquella persona.
—Que
me haga odiarlo y amarlo con locura. —Yunho dijo esto en una voz muy baja y se acercó
al cachete de Jaejoong, dándole un beso muy fuerte.
“Justo como lo haces tú”
La
frase sonó en su mente y Yunho se acostó a su lado, de igual manera, cerrando
profundamente sus ojos.
..
Yunho
se sintió ansioso al llegar dos días después a la suite de Jaejoong y ser
recibido enérgicamente por este, el cual le tapo los ojos con sus manos,
argumentando que le tenía una sorpresa.
¿Qué
podía ser?
Tratando
de no caer y siendo guiado por Jaejoong hacia la sala, Yunho al fin pudo
utilizar sus ojos cuando Jaejoong le dejo de obstruir la vista, escuchando la
voz emocionada de Jaejoong al mostrar su sorpresa.
Yunho
arrugó el entrecejo.
De
pie en medio de la sala se encontraba un muy fino caballete de pintar el cual tenía
muchísimos oleos alrededor. Miro hacia otra parte y noto algunos instrumentos
para realizar trucos de magia: naipes, pañuelos, cajas, objetos varios comúnmente
utilizados para esta práctica, telones de escenario etc. Fijo su vista al otro
lado y había otras cosas, como carboncillos para dibujar o alguno que otro
instrumento de música. Todos estos objetos parecían ser caros, muy diferentes a
las improvisadas cosas con las que normalmente trabajaba.
Un
malestar se le instalo en la garganta, no gustándole lo que sus ojos veían.
—¿Y
qué te parece? —Jaejoong le preguntó a su lado, luciendo feliz.
—¿Qué
es todo esto? —Le dijo al no encontrar nada más que decir. Por lo menos, no
nada lindo.
—Bueno…—Jaejoong
titubeo un poco —La otra vez dijiste que extrañabas tu empleo en la calle, por
lo que quise comprarte estas cosas para que volvieras a trabajar. Para que
volvieras… a sentirte feliz.
—No
te hubieras molestado.
—Solo
quise darte un regalo, nada más.
Yunho
suspiró un poco, tratando de que lo siguiente que iba a decir no sonara tan
rudo. —No lo puedo recibir —expresó y Jaejoong pareció confundirse un poco. Y no
es que a Yunho no le gustaran los regalos, solo que no le gustaban de ese tipo.
No se sentía cómodo con que la gente gastara su dinero en él, lo hacía sentirse
como un aprovechado.
—¿Por
qué no lo quieres?
—Porque
no puedo permitir que gastes tu dinero en mí.
Jaejoong
se rió. —Oh Yunho ¿Es eso? No te preocupes, esto no es nada para mí. Digo… no
es que estas cosas fueran baratas, me refiero a que el dinero no es
suficiente…cuando se trata de ti. —Esto último lo dijo en voz más baja, como si
lo quisiera ocultar.
—No
me importa, no quiero recibir esto. —Yunho le contestó no midiendo el tono de
su voz ni sus palabras.
Jaejoong
hizo una mueca. —¿Por qué estas de repente tan enojado? Creí que te gustaría
esto.
—Jaejoong
no necesito que me des cosas. Acepte tu ropa porque ya había sido utilizada por
ti y además la necesitaba urgentemente. Esto en cambio…no lo puedo aceptar. No
lo quiero aceptar.
—Pero
no es una molestia para mí regalarte eso. Es más, aunque no lo creas, es un
placer.
—No
lo voy a aceptar.
Sentenciando
firme, Yunho cruzo sus brazos dándole a entender a Jaejoong que no discutiría más
el tema. Pero Jaejoong no podía dejarlo sin ninguna explicación ¿Qué había
hecho mal esta vez? Solo era un regalo que con mucho cariño le estaba dando. No
era nada por lo cual enojarse, más bien Yunho se debía sentir agradecido por la
muestra de generosidad tan grande que le mostraba, en vez de ponerse tan
antipático y molesto por la sorpresa. —Yunho, siento que hay algo más que te
molesta de todo esto. ¿Por qué te estas comportando así?
Yunho
suspiró. —Jaejoong ¿Por qué siento que con esto quieres comprarme?
Vino
la pregunta que desubico a Jaejoong. —¿Qué estás diciendo?
—Hacías
lo mismo con Lady Marmalade ¿No? Comprarle regalos caros para que se enamorara
de ti. Bueno, pues esto me sabe a lo mismo,
intentas mantenerme satisfecho con objetos para que no me aleje de ti.
—Yunho,
no puedo creer que me estés diciendo esto. Estos regalos te los doy porque quiero
hacer algo bonito por ti.
—Y
si quieres hacer algo bonito por mí ¿Por qué no haces otra cosa? Algo que no
involucre emplear tu dinero.
Jaejoong
se calló, sintiéndose atacado.
—¿Qué
es Jaejoong? ¿Crees que nadie se mantendría contigo ni no le das algo material
para sentirse satisfecho?
—Yunho…—Jaejoong
susurró bajo. Su porte amenazando con romperse. —Me estas ofendiendo.
—Pues
tú me ofendes a mí con este tipo de sorpresa. Yo no soy alguien interesado que
se deslumbra con este tipo de cosas, el dinero para mí no es algo con lo que
puedas enamorar. Además…—Yunho hizo una pausa, incitado a decir algo que había
estado perturbando su mente hace unos días. —La razón por la que donaste dinero
a mi residencia fue para que no me fuera de parís ¿Verdad? No fue un acto de
caridad, fue algo que hiciste para mantenerme atado a ti.
Ante
eso, Jaejoong abrió la boca, comenzándose a enojar realmente. Yunho antes lo había
elogiado por su acto de nobleza ¿Y ahora le recriminaba por el mismo acto
alegando que fue un arrebato por un capricho? No importaba que hiciera, parece
que para Yunho, él seguiría siendo aquel hombre engreído que creía que podía
manejar todo con dinero. Jaejoong se sintió realmente ofendido, dudando hasta
de sí mismo al convencerse de lo que le decía Yunho.
—¡Entonces
no vuelvo a hacer nada lindo por nadie si tanto te molesta! —Jaejoong explotó
abruptamente —Solo quería hacerte feliz, pero al parecer no soy suficiente ¡Me
hare a un lado entonces y dejare que tú, el hombre “Perfecto” actué como
siempre lo ha hecho mientras yo seguiré siendo el malo de la historia!
Yunho
vio a Jaejoong perder sus estribos y se preguntó internamente si tal vez se había
pasado un poco con sus palabras. Él no quería hacer sentir mal a Jaejoong, solo
quería que el castaño se diera cuenta que el dinero no era lo único que
importaba.
Que
lo más valioso que tenía no era la riqueza que llevaba a sus espaldas.
—Estás
perdiendo el punto Jaejoong, yo no quise decir eso.
—¡¿Entonces
qué quieres decir Yunho?!
Ante
sus gritos, Yunho se acercó y lo tomo de sus brazos, tratando de controlarlo.
Tratando que dejara de gritar. —Espera cálmate, solo escúcheme. —Tomo un breve
respiro —Debe haber muchas personas que se acerquen a ti solo por obtener algún
benéficos monetario ¿No?
Jaejoong
desvió la mirada, no queriendo que Yunho lo domara. —No lo sé.
—Bueno
pues creo que si las hay, y me parece de lo más nefasto en el mundo porque tú
no eres simplemente una cuenta bancaria de la cual la gente pueda abusar. Tu
eres una persona…muy agradable, que vale mucho más por lo que es que por lo que
tiene en su bolsillo.
—¿Y
eso que tiene que ver con esto? —Jaejoong preguntó irritado.
—Que
para mí no es necesario que me llenes de regalos valiosos. Con solo una sonrisa
o un gesto amable de tu rostro, puedo sentirme más que bien servido. No quiero
que creas que para mantenerme junto a ti, es necesario que me des cosas…
Jaejoong
lo miro directo.
—…Porque
sinceramente tu dinero me importa un carajo.
Ante
sus palabras, Jaejoong se sintió un poco más tranquilo, dejándose llevar de
nuevo por lo encantador que podía ser Yunho. Aun así, el dolor que le provocaba
el rechazo al regalo lo mantenía triste y no se rendiría hasta decirle a Yunho
que no iba a aceptar que lo tratara de esa manera.
—Sin
embargo, pudiste haber sido menos grosero al decirme esto. Yo solo intentaba
sorprenderte con algo especial pero creo que me equivoque.
Sintiendo
que Jaejoong no entendería sus palabras, Yunho dio un gran suspiro, acercándose
lentamente al rostro de Jaejoong. —Está
bien, acepto tu regalo. Pero que sea la última vez que me compres este tipo de
cosas ¿De acuerdo? —Le mostro una sonrisa pero Jaejoong no se la devolvió; en
cambio se alejó de él.
—Vete
Yunho, quiero estar a solas.
Yunho
lució algo perdido. —Planeaba dormir hoy aquí.
—Pero
yo quiero estar a solas.
—¿Estás
enojado?
Jaejoong
bajo la mirada. —No. —Le dijo y le dio la espalda, esperando que se marchara.
Yunho
comprendió entonces que sería mejor obedecerlo. —Bien pero solo quiero que no
pienses que nadie te querría de no ser por tu dinero. —Yunho se detuvo por un
instante, siendo observado por Jaejoong quien mantenía una mirada triste. —Porque
yo…
Indignado,
Jaejoong no lo dejo continuar y se dirigió a su habitación decidido a acabar
con la conversación. No le dijo cuanto se había matado para conseguirle algo
que le gustara, escogiendo el color, el tamaño, el diseño de todas las cosas
que muy gustosamente le había comprado. No las escogió al azar, realmente lo
hizo con empeño pero eso no importaba ahora. Yunho pareció no valorarlo y lo
mejor quizás era no volver a tocar el tema.
..
A
la mañana siguiente, Jaejoong se despertó cansado, algo raro puesto que la noche
anterior no había hecho nada fuera de lo común ¿Seria porque se había peleado
con Yunho?
Levantandose
perezosamente, fue hasta su espejo viendo unas bolsas ojerosas debajo de sus
ojos. Vaya, realmente el desazón de la conversación que había tenido con Yunho
lo había afectado. ¿Y si iba a pedirle perdón? Bueno no tenía nada de que
disculparse, pero con solo estar bien con Yunho de nuevo, Jaejoong estaba
dispuesto a dejar su orgullo atrás.
Así
fuera él el que se hubiera enojado al final.
Arreglándose
un poco, Jaejoong se dispuso a visitar al artista en su residencia, queriendo
que las cosas entre ellos volvieran a estar tranquilas. Empaco unas fresas del
desayuno de esas que tanto le gustaban a Yunho y le pidió a su chofer llevarlo
hasta Mortmartre, escoltado de sus dos guardaespaldas.
Cuando
llegaron, les ordenó esperar en el auto y entró a la residencia, subiendo las
escaleras hacia la habitación de Yunho.
—Oh,
que tenemos aquí.
Escucho
una voz en el pasillo y cuando se volteo, pudo verificar de quien se trataba.
Era Madame Bordeau la cual venia sacudiendo sus caderas y fumando su usual
cigarrillo largo. Jaejoong hizo una mueca, ¿De nuevo esa mujer?
—Qué
bueno que nos visitas joven Kim, una residencia como nosotros no puede tener el
privilegio de tener todos los días un invitado tan especial.
—Sí,
¿Puede disculparme? Voy donde Yunho. —Le
dijo impaciente tratando de sacársela de encima.
—Oh,
pero no te recomiendo que vayas ahora. Él esta con otros residentes.
Jaejoong
se volteo ante esas palabras. —¿Quiénes?
—Otros
hombres, es mejor que no los interrumpas.
—Ella le dijo sonriendo. La verdad no le dijo con malicia puesto que
creía que Jaejoong solo era otra de las conquistas pasajeras de Yunho, las
cuales no estipulaban ningún acuerdo de fidelidad.
Pero
Jaejoong no era otra de las conquistas de Yunho.
Caminando
para verificarlo con sus propios ojos, él fue hasta la puerta de Yunho, la cual
se encontraba medio abierta. Intuyendo que lo mejor sería verificar por la
ranura, él echo un vistazo.
En
efecto Yunho si se encontraba acompañado por varios amigos artistas, los cuales
estaban sentados junto a él, riéndose y compartiendo algunos tragos. Yunho ni
siquiera se veía afectado por su pelea como lo estaba él, en cambio, parecía
muy feliz al lado de sus amigos. Afinando más su vista, Jaejoong noto como
Yunho tenía puesto su brazo alrededor de los hombros de uno de los chicos y con
su mano parecía acariciar la cabeza mientras seguía conversando sobre
trivialidades.
Jaejoong
mordió su boca al notar lo complacido que estaba Yunho y lo cruel que era
pensar en que ni siquiera extrañaba su ausencia. La dulzura con la que Yunho trataba
a sus amigos hizo a Jaejoong alejarse de la imagen y caminar enfurecidamente
por el pasillo, queriendo dejar atrás ese suceso.
—Muchacho,
no te sientas mal, Yunho es así…libre, el cual no se ata a una persona. Debiste haberlo considerado antes de meterte
con él. —Madame Bordeau le dijo cuando estuvo dispuesto de abandonar el
edificio y con la tristeza y amargura queriendo abarcar su rostro, él solo le
dio una mirada pesada y salió en dirección a su auto.
Cuando
llegó, sus guardaespaldas se asombraron de que hubiera salido tan temprano y
cuando estuvieron dispuestos a preguntarle que había pasado, Jaejoong solo les
ordeno muy groseramente que se metieran al vehículo y se devolvieran al hotel.
Dejando
que Jaejoong entrara primero, ambos suspiraron pesadamente sabiendo que el buen
genio que Jaejoong había llevado consigo estos días, quizás había desaparecido.
..
A
eso de las cinco y media de la tarde, Yunho se ubicó en la puerta de la suite. La
toco y fue recibido por uno de los guardaespaldas.
—Jaejoong
no puede recibirlo ahora. —Fue lo que le dijo sin ni siquiera dejar que lo
saludara. Yunho hizo una mueca, pensando que Jaejoong seguía molesto por el
incidente ocurrido ayer.
Había
estado pensándolo toda la noche y luego de horas y horas de darle vueltas a la
discusión, Yunho cayó en cuenta que tal vez si lo había ofendido con sus
palabras descorteses. Él no quería ser ingrato, solo quería que Jaejoong se
diera cuenta de que sus regalos costosos no lo deslumbraban en lo más mínimo. Él
no quería sentirse comprado por Jaejoong y no quería que Jaejoong pensara que él
estaba con él solo por interés.
Pero
quizá esa no había sido la mejor forma de tratar el tema.
—No
te preocupes Jiwan, yo arreglare esto. —abriéndose paso, Yunho hizo caso omiso
a lo que le dijo el guardaespaldas y fue directo a la habitación de Jaejoong,
abriendo la puerta corrediza para enfrentarlo.
Él
esperaba ver a un Jaejoong totalmente iracundo o a un Jaejoong con mala cara
diciéndole que se largara, pero lo que vio, no fue exactamente lo que imagino.
Jaejoong se encontraba acurrucado en posición fetal sobre su cama, sus manos
sujetando un pañuelo y su cara estaba roja y húmeda, con su vista perdida en
algún punto de la pared. Yunho supo entonces que la situación tenía que
manejarla lo más delicadamente posible ya que este tipo de reacción nunca la había
visto en Jaejoong.
De
hecho y ahora que hacia memoria, nunca había visto llorar a Jaejoong.
—¿Qué…sucede?
—Pregunto con preocupación, acercándose al borde de la cama lo más lento que
podía.
Jaejoong
dio un brinco cuando notó su presencia pero no lo volteo a ver.
—Jaejoong,
¿Por qué estas así? ¿Qué te paso? —Yunho intentó una vez más al no obtener un gesto
del castaño.
Pasados
unos minutos, Jaejoong finalmente se enderezo y recostó su espalda sobre la
cabecera de la cama, dejando ver su cara magullada por el llanto y la tristeza.
A Yunho se le hizo un nudo en la garganta, sinceramente no le gustaba verlo así.
—Ya
entiendo todo. —Fue las duras palabras que salieron de su boca, dejando
confundido aún más a Yunho ¿De verdad esto se debía a su discusión de ayer o
era por algo más?
—¿De
qué hablas?
—Yunho,
ya entiendo. —Hizo una pausa. —Fui demasiado tonto para creer que alguien como
tu sentiría algo por mí. —Esas palabras sonaron tristes, como si Jaejoong
tuviera lastima de sí mismo.
“¿Alguien como yo?” Pensó Yunho. —Explícate porque no
estoy entendiendo nada. Si es por lo de ayer, estoy dispuesto a dejar mi cabeza
bajar y ofrecerte una disculpa puesto que tu no me…
—¡No
es por lo de ayer! —Jaejoong de repente exploto, dejando mudo a Yunho. —¡Es por
los dos! ¡Es por lo que pasa entre tú y yo! ¡Es por quien eres tú! —Él se levantó
de la cama, decidido a enfrentar a Yunho. —¿Quiénes eran las personas que
estaban contigo en tu cuarto?
Yunho
no entendía nada, ni una sola palabra. ¿Por qué de repente Jaejoong se
comportaba así? ¿Qué había hecho él? —¿De quién hablas?
—De
los que estaban contigo en el cuarto, hoy por la mañana.
—Son
artistas residentes del edificio. Son
solamente amigos.
—Estaban
muy cercanos a ti por lo que pude ver.
—Bueno,
yo soy cariñoso con mis amigos…no creo que haya nada malo en eso ¿O sí?
—¿Acaso
alguno fue o es alguno de tus amantes?
—¿Qué?
—Yunho hizo una mueca —¿De dónde sacas eso?
Jaejoong,
quien había estado muy firme en la idea de enfrentar a Yunho, se dirigió hasta
la ventana y respiró un poco, tratando de tranquilizar a su corazón el cual iba
a volver a llorar de nuevo. Él había comprendido todo, Yunho se lo había dicho
alguna vez…él era un ser libre, que no le gustaba la monotonía, ni quedarse
mucho tiempo en un lugar. Así mismo debía ser con las personas. —Tú… ¿Qué sigue
ahora, eh? Ya conquistaste al rico engreído, lograste meterlo en tu cama, ahora
¿A dónde vas a ir?
Yunho
negó en incredulidad, ya sospechaba a que se debía este ataque sorpresivo. —Jaejoong
si estás pensando que jugué contigo, no es como piensas.
—¿Entonces
como es Yunho? —Su voz le traiciono y empezó a temblar fuerte, augurando que
sus lágrimas iban a salir en cualquier instante. —Yunho ya sé cómo son los
tipos como tú. Artistas liberales quienes van enamorando por allí y por allá
sin tener nada serio. Quizás te pareció divertido tener algo conmigo, pero
nunca lo viste como nada importante, porque para ti sentir el amor de esa
manera no es serio.
Yunho
bajo la cabeza ante esas palabras. En parte era cierto. Él estaba acostumbrado
a tener miles de amantes pero ningún amor en serio. Simplemente quería probar
todo lo que estuviera a su alcance sin tener que amarrarse a una sola
persona…pero ahora, con Jaejoong, él no había querido ver a nadie más en un
tiempo. Esa necesidad no había salido y parecía como si de verdad por primera vez.
Se
hubiera enamorando.
Porque
él decía que se había enamorado un millón de veces, pero ahora al descubrir
este nuevo sentimiento, quizás había caído en cuenta que antes lo que llamaba
amor no era lo que él creía.
—Además…—Jaejoong
continuo hablando y una lagrima gruesa se le escapó de su ojos. —Imagino que yo
no soy del tipo de persona de la que tú te enamorarías de verdad. Yo no soy
ningún artista, quien pudiera seguirle el paso a tus locuras o vivir con
despreocupaciones gritando hacia la libertad, yo que se… —Ya no fue una, sino
cientos de lágrimas que bajaban estrepitosamente por sus mejillas, desembocando
en su boca la cual luchaba por hablar. —Yo solo soy… un idiota con dinero, que
nunca sería tan genial, u ocurrente o tan bueno como tú. Y fue mi error pensar
que sería de otra forma puesto que… ¿Por qué te quedarías conmigo si hay otros
que te pueden satisfacer más?
Jaejoong
no pudo evitarlo más y su llanto le gano a su fuerza, sentándose sobre la cama
y escondiendo su cabeza mientras la tristeza abarcaba todo su cuerpo. Durante
los días junto a Yunho, él había creído que todo saldría mejor para él pero
quizá se había equivocado. Quizás para Yunho, él era otro de sus amantes al
cual dejaría cuando se aburriera de tenerlo consigo. Por lo que tendría que
hacerse a un lado antes que el sentimiento presente en su alma se volviera más
fuerte aunque ya sabía que ese sentimiento había llegado a su etapa final.
Por
primera vez en su vida, él estaba muy enamorado y no sabía ahora que hacer con
tanto amor que guardaba en su corazón y que no podía ser retribuido.
Yunho se arrodillo a su lado quedando al mismo nivel de la cara oculta de Jaejoong. Jaejoong, Yoochun, él mismo, todos describían al castaño como una persona presumida, quien creía estar por encima de los demás, pero la verdad era que Jaejoong era una persona con muy baja autoestima, el cual bajo su fachada de arrogancia no dejaba notar su marcada debilidad ¿Por qué Jaejoong se trataba tan mal a sí mismo? ¿Por qué no confiaba en él?¿Porque era tan inseguro?
Yunho se arrodillo a su lado quedando al mismo nivel de la cara oculta de Jaejoong. Jaejoong, Yoochun, él mismo, todos describían al castaño como una persona presumida, quien creía estar por encima de los demás, pero la verdad era que Jaejoong era una persona con muy baja autoestima, el cual bajo su fachada de arrogancia no dejaba notar su marcada debilidad ¿Por qué Jaejoong se trataba tan mal a sí mismo? ¿Por qué no confiaba en él?¿Porque era tan inseguro?
¿Por
qué creía que otros serian mejor para Yunho?
Yunho
no quería ver a Jaejoong así. Nunca pensó que diría eso, pero sinceramente prefería
al Jaejoong arrogante sobre el Jaejoong que se creía poca cosa. Porque no lo
era. Jaejoong no era poca cosa, y no solo se trataba de su dinero.
—¿Quieres
que te diga algo Jaejoong? —Yunho le pregunto minutos después luego de ver al
castaño desahogarse en sus lágrimas.
El
otro le devolvió la mirada, opaca y llena de aflicción.
Yunho
suspiró fuerte y extendió su mano para limpiar algunas lágrimas que reposaban
en la barbilla del otro. —¿Te acuerdas que te dije que en cuanto tuviera el
dinero suficiente me iría de parís?
Jaejoong
asintió con pesadez, marcando un gesto doloroso en su rostro.
—Bueno,
pues desde un principio lo tuve. Tal vez creas que soy tan pobre que no tenga
donde caerme muerto pero eso no es del todo cierto. No soy ningún tonto y desde
pequeño se la importancia de lo que es ahorrar.
Jaejoong
no entendía a que iba todo esto.
—La
caja azul que lograron recuperar de mi antigua habitación, no solo tenía cartas
y dibujos hechos por mí, también tenían mis ahorros, el dinero con el que
planeo viajar a América y cumplir un sueño que tengo desde hace mucho tiempo.
A
Jaejoong se le prendió el foco de repente. —¿Entonces si ya tenías el dinero…?
—Es
porque no quería irme y dejarte Jaejoong. —Yunho trago fuerte, jamás en su vida
se le había declarado a alguien como estaba a punto de hacerlo con Jaejoong. —No
estaba seguro si decírtelo o si aceptarías pero…quiero que vengas conmigo a América.
Quiero que estés conmigo porque… —Yunho hizo una pausa, su garganta comenzaba a
titilar y su mirada a debilitarse. —Porque estoy enamorado de ti.
Decir
que la mente de Jaejoong quedo totalmente en shock es decir poco. Esa confesión
de verdad no se la esperaba, no después de todo lo que su cabeza había
comenzando a imaginar y pensar acerca de su relación con Yunho.
Sus
lágrimas abruptamente se detuvieron y su expresión se suavizo también. Su
corazón sintió un repentino choque de alivio. —¿Quieres que este junto a ti…en américa?
—Le preguntó, aun sin poderle creer.
—Nueva
York es la ciudad a la que quiero ir. Mi próximo destino. Desde hace tiempo he
querido montar mi propio sitio de espectáculos, y ya que mis ahorros
sobrevivieron al incendio… bueno tal vez sea una señal de que al fin lo tenga
que hacer. Así que… ¿Qué dices?
Sin
decir una palabra, Jaejoong se abalanzo contra Yunho y lo abrazo en el suelo,
sintiéndose ahora realmente estúpido por sus preocupaciones de hace un momento.
Entonces,
después de todo, Yunho si se había enamorado de él tal como él mismo estaba enamorado
de Yunho. —Lo siento…—fue lo único que
su aliento le permitió decir. La verdad estaba muy conmocionado para dar una
respuesta clara a la propuesta de Yunho.
—No…
no te disculpes. Déjalo así. —Yunho le murmuró en el oído y traslado una de sus
manos a su espalda, consolándolo. —Y Jaejoong, acerca del chico de hoy… no
tienes nada de qué preocuparte. Él es solo mi amigo.
Jaejoong
lo miro de frente. —No quiero que vuelvas a tratar a otro de tus amigos así. Me
hace sentir…muy celoso. Quiero que tus tratos cariñosos solo sean para mí.
Yunho
se rió con ternura. —Está bien. —Le prometió y lo beso lento en sus labios
mojados, los cuales sabían a sal debido a las lágrimas que habían acabado en su
boca. Ahora que se ponía a pensar, ese tipo de petición jamás se la había
concedido a alguien…pareciera como si sus días de conquistador hubieran
terminado abruptamente ahí.
Ya
solo quería estar con Jaejoong.
—Hazme
el amor ahora. Quiero…que me hagas el amor. —Repentinamente Jaejoong le suplico
como si lo necesitara para vivir.
No
dejando pasar más tiempo, Yunho lo volvió a besar y traslado a ambos hacia la
cama, posicionándose encima de este, tratando con sus caricias borrar la
tristeza que había abarcado a Jaejoong hace tan solo unos minutos. Jaejoong se dejó
desnudar de Yunho y se expuso totalmente hacia él y aunque ya hubieran tenido
relaciones más de una vez, en esta ocasión se sentía diferente…como si
verdaderamente estuvieran entregándose en cuerpo y alma.
Su
unión se hizo más fuerte cuando Yunho entro en su cuerpo y empezó a
satisfacerlo de todas las formas posibles, y Jaejoong se anclo a él fuerte, deseando
pegarse a su piel para que nunca se fuera de su lado. Yunho esta vez fue mucho más
suave, moviendo su pene sin salir nunca del cuerpo de Jaejoong completamente…como
si con esto le quisiera decir que nunca se iba a separar de él.
Porque
aunque Jaejoong tuviera encima la petición de su padre, Yunho iba a ser todo lo
posible para que al final…. él fuera el que tuviera a Jaejoong.
..
Que emoción¡¡ fue un capitulo hermoso me alegra que se hayan amistado, yo pensando lo peor creí que no se amistarían XDD.El gesto de jj a yh fue muy lindo me molesto un poco la actitud de yunho y me sorprendio la de jae llorando y con tan baja autoestima felizmente arreglaron las cosas y tienen planes de seguir juntos :´)
ResponderBorrarLo ultimo me dejo super feliz YH hará todo porque estén juntos :D . Gracias por actualizar estuve esperando toda la ultima semana el cap xD espero con ansias el cap 18.
-Pris
Entonces no fue el padre Jae quien los encontro Changmin me da miedo sis planes me asustan mas si fue capaz de incendiar la casa de Yunho y luego esta el padre y esos japoneses que quieren matar a Jaejoong que se vallan de una vez a America y que escapen de todos esos problemas .... tuvieron su primera crisis pobre Jae se hundio en autocompasion me gusta que sea celoso pero da pena su baja autoestima. Gracias el capitulo esta hermoso
ResponderBorrarJaeJoong esta enamoradisimo de Yunho <3 me dio penita q Yunho rechazará el regalo q con tano amor le dio y después Jae se sintiera tan triste y no lo suficiente para Yunho. Pero yun le confeso todos sus sentimientos y fue tan romántico *.* lo ame. Ahora deberán enfrentar al padre de Jae a Changmin....pero confío en que su amor pueda contra todo. Gracias por el cap ^^
ResponderBorrarasí que fue Min quien fue a buscarlo y no el padre como creía pero me preocupa que los pueda lastimar con esa actitud que se carga de tener el dinero de Jae para el sera capas de todo por apoderarse de el espero y Yunho no le permita que los lastime
ResponderBorrarahora aclarado todo el dolor de Jae y sus desconfianzas espero que se vallan lejos de los que los quieren separados y que lleven acabo su amor a todo lo que da y que nada los perturbe
Gracias por compartirlo
Jae esta sensible.....O.o no estara embarazado? ..... Ok no En mi cabeza tengo dos cosas.....el Jae arrogante y precioso presumido.....y el de ahora, el Jae romantico, detallista, al q le gusta q le mimen y le digan.cosas lindas....... Fue sorprendente (al.menos para mi) el cambio de Jae....y lo enamorado que esta de Yunho.....es q esta loquito por el..... Que le hiciste Yunho?!?!?! Jajajajaja me los imagino teniendo intimidad y waaaaa aun me sigo volviendo loca. Y Yunho le dijo...que se vayan a Nueva York, juntos!!! Y Jae mas feliz, emocionado no puede estar. Dios como han cambiado las cosas jajajajaja ...... Por otro lado....oye! En serio Changmin es asi de cinico?!?! Un poquito mas y ya lleva sus cosas a la suite, es q esta empecinado con Jae y su dinero, q ya no guarda ni respeto ni nada.... Mi Mincito es malvado, me pregunto q hara, porq es obvio que hara muchas cosas para salirse con la suya. Pero confio en Yunho y Jae....ahhh sobretodo en la confianza y amor de Yunho....que cuide a Joongie. Muchas gracias ps <3
ResponderBorrarCaray!! No fue el papá de Jae quien irrumpió en la suite, pero de igual forma Changmin es igual de problemático y peligroso para la relación de yunho y jae.
ResponderBorrarAaaaaaw mas tiernos :3 JaeJoong lloro cual magdalena por sus inseguridades, pero Yunho le hablo con sinceridad y le calmo.
Gracias por el capitulo!
Me encato este es uno de mis capitulos favorito quiero saver si jae aceptara la propuesta de yunho y se van a estados unidos y que ara changmin en vengansa ya quiero leer el proximo capitulo
ResponderBorrar¡Aaaaah! Ya se aman mutuamente~ soy feliz, aunque me rompio el corazon imaginarme a un Jaejoong destruido y llorando por sentirse poca cosa :/ me alegro de que Yunho sea así, tan empatico... le amo~ es tan paciente y lindo con Jaejoong.
ResponderBorrarPor cierto, ufff menos mal que no fue el papá de Jaejoong el que volvio xd aunque la presencia de CHangmin tampoco me tranquiliza xd
Te agradezco mucho el capítulo~ me gusto mucho, hubieron cambios emocionales brigidos, pero aún así lograste crear un final de capítulo muy lindoooo,me encantó.
Bueno nos leemos en el próximo. Espero que tengas una buena semana, ¡saludos! :D
Aveces me olvido que es un fic....por que es en América donde pienso que el yunjae terminara juntos......lindo capitulo,me asusta pensar en la actitud que va a tomar el padre de Jae,pero mas me asusta Changmin,Gracias
ResponderBorrarUfff estaba con el corazón el la boca al comenzar a leer el capítulo sabiendo comí termino en el anterior fue un alivio pero también muy peligroso Changmin que es lo que hará ya esta loco por el dinero es capaz de hacer cualquier cosa aish ....pero pasando al lado romántico porfin aclararon sus sentimientos se aman con locura Jaejoong ve con Yunho a América no lo dudes no pierdas tiempo ve con el
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