miércoles, 28 de junio de 2017

Niños de Ciudad: Capitulo III

Capítulo III: La historia le hizo sentirse tan identificado que casi le hace llorar. Al parecer ellos tenían algo en común, algo que los hacía unir.



—Aquí, aquí perrito.

Jaejoong le enseñaba al pequeño caniche una serie de trucos con un aro de metal, sin embargo por más que lo intentaba el perro no parecía entender. Vaya, eso estaba volviéndose frustrante. Pensó que si le enseñaba al perrito hacer unas maromas quizá podría montar alguna especie de espectáculo callejero y así, el jefe estaría completamente dispuesto a mantener a su mascota ya que le sería útil con su negocio. Pero era un caso perdido. Al parecer, su perro no quería convertirse en una máquina de hacer dinero… solo quería ser un perro.

Jaejoong se sentó en aquella esquina y suspiró, levantando su vista cansada cuando decidió que lo mejor era no intentarlo más, al menos por lo que restaba de día. Divagó su vista por las calles y a la distancia pudo reconocer a la otra pandilla que se disponía a hacer sus labores del día. Se le hizo un nudo en la garganta… ahí estaba aquel chico.

Jaejoong sabía lo que tenía que hacer, se había comprometido con su jefe, pero aun así no quería. Tener que hacer algún tipo de relación amistosa con el tal Yunho era algo que definitivamente no le entusiasmaba. Ya tenía suficientes amigos ¿Para qué más? Además, el hecho de que Yunho estuviera atraído a él le incomodaba. No quería que el pobre muchacho se ilusionara con algo que no podía ser. No quería sentir ese sentimiento de carga cada vez que hablara con él.

Aun así y pese a todos los contras, Jaejoong se levantó y junto a su perro, caminó discretamente hacia donde estaba Yunho, quedándose de pie a muy pocos centímetros donde el otro estaba alistando sus cosas.

Jaejoong aclaró su garganta para llamar su atención. Yunho lo volteo a ver, irguiéndose por completo como una vara. —H-hola. —Le saludo nervioso.

—Hola. —Jaejoong fingió una sonrisa.

—¿Qué haces aquí?

—Yo… —Jaejoong miró al piso, deseando poder inventarse algo para que no luciera sospechoso. —Quise venir a agradecerte por lo del otro día.

—Oh, —Yunho se rasco la nuca. —Bueno, de nada. —Sonrió un poco tímido.
Un incómodo silencio vino después. Jaejoong pensando que hacer ahora para mantener a Yunho interesado en él.

Una idea repentina se le vino a la cabeza.

Caminando un poco indeciso, Jaejoong rodeo con sus brazos el cuello del más alto y le brindo un leve pero al mismo tiempo seguro abrazo que hizo a Yunho perderse por unos instantes. A continuación se alejó y tomo con ambas manos las manos de Yunho que estaban por comenzar a sudar.  —Quisiera hablar contigo. —Le dijo mientras le mostraba sus ojos de cachorro. —Pero…—Miro disimuladamente hacia los lados. —No puedo arriesgarme a que los chicos me vean contigo, tiene que ser…en privado.

Decir que la cara de Yunho se puso totalmente roja es decir poco. Había imaginado tener al menos siquiera una mirada de Jaejoong y ahora que le propusiera una charla a solas, era algo que no podía creer.

Definitivamente este día iba a ser muy bueno.

—¿Te parece?

—S-sí. —Yunho se aclaró la garganta. —En la noche, cuando termines, búscame en este semáforo ¿De acuerdo? —Dijo reuniendo algo de valor y se alejó luego para reencontrarse con sus demás compañeros.

“Ok” Fue la respuesta sin vida que dio Jaejoong y luego, cuando estuvo seguro de que Yunho ya se había alejado por completo, dejó escapar un bufido, ahora golpeándose internamente por haber sugerido tal encuentro. Uh, no había ni comenzando y esto ya le estaba fastidiando.

Pero lo debía hacer; por su nueva mascota, por sus amigos y por sobretodo…

… por su querido Jefe.



..


Cuando el sol se ocultó y la luna hizo aparición, Jaejoong se encontró con Yunho en el lugar que habían acordado. Lo siguió después a la edificación  en la que Yunho vivía con los demás chicos de su pandilla. Subieron unos cinco pisos y llegaron a un portón grande, el cual Yunho abrió con algo de maña. Se trataba de un altillo a oscuras que solo estaba iluminado por una gran chimenea. Al frente de esta había un sofá cafe, muy grande por cierto y en las paredes se encontraba una gran biblioteca con libros llenos de polvo que quizás nadie había tocado en años. La razón de porque ese edificio estaba abandonado era un misterio para todos, tomando en cuenta el hecho que dentro de él habían muchas cosas que tenían valor.

Jaejoong tomo asiento en un extremo del sofá y Yunho lo hizo en el otro, procurando mantener algo de distancia para no verse tan aprovechado. El sonido del fuego de la chimenea era lo único que se podía escuchar.

—¿Tienes hambre? —Fue lo único que se le ocurrió decir a Yunho para desaparecer ese penoso silencio.

—No. —Jaejoong negó sin ni siquiera dirigirle la mirada.

Yunho se mordió la boca. —Entonces, ¿De qué querías hablar?

Ante la pregunta Jaejoong levanto su cara, pudiendo observar esta vez las facciones indecisas de Yunho. Era extraño, las pocas veces que se había molestado en observar a Yunho en la calle, este parecía un muchacho bastante resuelto; firme, sin miedo a nada. Sin embargo ahora este chico que estaba a su lado parecía otra persona. Lucia muy nervioso, asustado, como si su presencia le causara vértigo. Jaejoong apretó los labios ante ese pensamiento, a él no le gustaba causar ese tipo de reacción en Yunho. —No lo sé. De lo que quieras hablar. —Contesto desinteresadamente. Siendo sincero, de lo que sea que fueran a hablar, era una de las tantas cosas que le tenían sin cuidado.

—Si dijiste que querías tener una conversación a solas conmigo es porque tienes algo importante que decirme.

—No realmente, …digo, es decir… —Jaejoong abrió los ojos nerviosamente. —Es que… solo quería conocerte más. —Sonrió tratando de que su mentirilla no se le saliera de la boca.

—Oh, —Yunho apretó la boca, sintiéndose ahora más presionado de lo que estaba antes. ¿A qué se debía ese repentino interés de Jaejoong? Era muy extraño que Jaejoong, siendo de la pandilla contraria, quisiera tener algún tipo de acercamiento a él. ¿Sería que también le atraía? Yunho sabía que no podía sacar conclusiones tan rápidas, pero también sabía lo difícil que era no ilusionarse. —Hoy te vi con el caniche que rescataste ese día. —Le manifestó luego de unos minutos cuando decidió que lo mejor era hablar de otra cosa para que no se notara lo ansioso que se estaba poniendo.

—Sí, lo adopte.

—¿Enserio? ¿Y cómo lo llamaste?

Jaejoong arrugó el entrecejo, ahora que lo pensaba no le había puesto nombre a su perro. Solo lo llamaba perro. —Todavía no he decidido.

—Debes ponerle un nombre muy especial, ya que arriesgaste tu vida por él.

—Que exagerado. En ese caso debe tener algo de mi nombre porque yo fui su salvador.

—Entonces, en ese caso… también debe tener algo de mi nombre, ya que yo también ayude a su rescate.

Por el comentario Jaejoong hizo una mueca, algo disgustado por las atribuciones de ese chico. ¿Y este que se creía? En primer lugar, Yunho lo había rescatado a él, no a su perro, incluso Yoochun tenía más mérito ya que fue el que lo recibió en el suelo. Y en segundo lugar, apenas lo conocía, no iba a ponerle a su adorado perro el nombre de alguien que ni siquiera le daba ganas de socializar.

—Mira, —Yunho se sentó un poco más cerca de Jaejoong y utilizando un alambre empezó a escribir sobre la mesa de madera que estaba al frente. —Puedes utilizar tu primer silaba “Jae” y luego mi primer silaba “Yun”.

—¿JaeYun? —Jaejoong alzo la ceja. —Eso no es un nombre para un perro. —Eso no era un nombre para nadie realmente.

—Entonces “Yunjae”, como quieras.

“Yunjae” Jaejoong repitió. Bueno, ese no sonaba tan mal. Tomo el alambre de la mano de Yunho y escribió el nombre sobre la madera, queriendo verificar que tan bien se veían sus dos nombres juntos. En realidad la combinación no era fea.

—Bien. —Jaejoong concordó, lanzando lejos el alambre. —Lo llamare Yunjae.

Yunho sonrió ante eso, esta era la primera victoria en una serie de victorias que conseguiría con respecto a Jaejoong. —Me gustaría poder ir a visitarlo algún día…

—Si quieres. —Jaejoong alzo los hombros, no muy interesado.

Dejando pasar unos minutos, Yunho se alejó de Jaejoong y entrelazando sus dedos, él pensó en que más decir para que la conversación no muriera ahí. —Si quieres que te confiese algo… me preocupó mucho ver que casi caes del tejado. Fuiste muy arriesgado. —Yunho soltó aquella frase aleatoria y Jaejoong lo miro atentamente. Quiso preguntar por qué pero era obvia la fuente de preocupación de Yunho.

—Bueno es que me gustan mucho los animales. —Dijo incomodo al no saber cómo responder a esa confesión.

—¿Ah sí? ¿Cuál es tu favorito?

—Los elefantes. Los he visto solo en la televisión. Quiero montar uno algún día.

El corazón de Yunho se conmovió al escuchar aquel sueño imposible para un niño de la calle. Era tierno que Jaejoong pensara en conocer y montar elefantes en un futuro, no muchos en su situación podían soñar con algo así. —Entonces espero que se haga realidad.

Jaejoong asintió.

Un breve momento de silencio vino después.

—Bueno fue interesante pero me tengo que ir. —De repente y sin aviso, Jaejoong se levantó del asiento con ansias de irse a su casa. La verdad Yunho no era una persona desagradable sin embargo si debía escoger entre él e ir a su “hogar” en compañía de su jefe, definitivamente escogería la segunda opción.

—Espera. —Yunho logro tomarlo del brazo cuando Jaejoong estuvo a punto de salir. —¿Podemos volvernos a encontrar?

Jaejoong se mordió la lengua: “No, con esto me basta” Quiso decir pero esto no se trataba de él, se trataba del pacto que tenía con su “familia” y su jefe. —Claro… ¿Por qué no? —Respondió vacilante y luego se marchó, dejando a Yunho solo en aquella habitación.

En cuanto salió por esa puerta, Yunho se dejó caer en el sofá y se restregó ambas manos en el rostro, sintiéndose terriblemente estúpido. ¿Por qué se comportaba así? ¿Por qué le daba miedo hablar con Jaejoong? Nunca le había pasado algo similar. Nadie nunca le había atemorizado hasta tal punto de hacerlo bajar sus defensas. A decir verdad, no sabía desde que momento empezó a gustarle. Solo supo que cuando lo vio por primera vez, lo flechó… como si hubiera sido un lazo que lo conectaba con el pasado.

Y aquel flechazo lo inhibía completamente. Lo mareaba e idiotizaba. Y odiaba eso. Odiaba verse como un completo inútil a los ojos de Jaejoong.

Debía demostrarle seguridad, debía intentar mantener los pies en la tierra para conseguir que Jaejoong se interesara completamente en él.

Ese era el propósito que estaba dispuesto a conseguir.

Al menos así seguiría siendo alguien con convicción.



..




Dos semanas pasaron desde ese primer encuentro. Ambos habían tratado de mantener contacto, visitándose no diariamente pero si periódicamente, encontrándose siempre en el mismo lugar de la primera vez para evitar ser “Vistos” por el jefe. Al principio Jaejoong era muy reacio, pero con el tiempo su comportamiento se había vuelto más gentil, aunque Yunho seguía siendo la mayoría del tiempo muy irrelevante para él. Los primeros días sus conversaciones eran cortas y sin sustancia, luego Jaejoong cayó en cuenta que el principal objetivo de estar con Yunho era poder sacarle información, por lo que empezó a comportarse más vivaz, ansiando conseguir algo para recibir el agrado de su jefe.

Sin embargo la verdad es que no había mucho que saber.

La pandilla de Yunho se había originado en Gwanju y habían tenido que salir de ahí debido a un altercado con las autoridades de la zona. Habían llegado por pura casualidad a Gongju y en cuanto vieron que un edificio de ese vecindario estaba abandonado, no duraron en reclamarlo como suyo. Eran chicos de la calle, tratando de subsistir, y aunque sabían que la pandilla de Jaejoong estaba en contra de su existencia en esa zona, la verdad no tenían un plan contra ellos por lo que era absurdo tratar de infiltrarse ya que obviamente no representaban un peligro mayor.

Estratégicamente hablando claro.

Aun así Jaejoong seguía frecuentando a Yunho, alentado principalmente por los planes de su jefe de tratar de descubrir algún punto débil donde atacarlos. Ya no era frustrante para Jaejoong aunque dentro de si debía admitir que se sentía mal por estar utilizando a Yunho de esa manera, mas aun cuando el otro parecía haberse sincerado con él en muchos aspectos. Y es que Jaejoong había descubierto que Yunho era de esas personas que prefería mantener distancia con los demás y que él claramente había sido una excepción a esa regla, debido que en poco tiempo le había compartido muchas cosas de su vida privada. Yunho había encontrado en él una fuente de confianza y aunque le costara reconocerlo, Jaejoong se sentía culpable por eso.

Porque él no estaba siendo sincero con sus acciones.

—Jaejoong ¿Por qué estás tan distraído? —Junsu lo saco de sus pensamientos con respecto a Yunho cuando lo vio de pie en la ducha comunal que tenían, mirando a algún punto en la baldosa. —Te ves muy pensativo.

Jaejoong se sacudió un poco por el comentario y luego le sonrió incómodamente a Junsu. —Nada, nada, no es nada. Solo estoy cansado.

―¿Es por ese chico Yunho?

―¿Eh?

―Todas las noches lo vas a visitar ¿No? ¿Cómo te ha ido con él? —Junsu le preguntó como si leyera sus pensamientos.

Jaejoong desvió la mirada. —Bien… supongo.

—¿Ya son los mejores amigos? Ah, no me olvidaba, que él no te quiere como amigo… —Junsu lo molesto y Jaejoong solo le echo una mirada dura como si le quisiera decir que no le causaba ni una pizca de gracia.

—Ya deja de decir eso...

—¿No ha intentado nada aun?

—¿Intentar algo? —Jaejoong preguntó, queriendo captar la pregunta de su amigo. Ahora que lo pensaba en ese tiempo que se había estado hablando con Yunho, este no había intentado nada con él. Cosas como toques, insinuaciones o cualquier acción por el estilo. Claro, a Yunho se le notaba lo tenso que se ponía cada vez que hablaban pero más allá de eso no había nada que indicara con claridad que le gustaba. ¿Sería que Yunho no tenía aquellos sentimientos por él? ¿Y si toda esta situación se trataba de la imaginación de Junsu y Yoochun? Si se trataba de un malentendido, Jaejoong definitivamente se las cobraría a los boca sueltas de sus amigos por meterlo en ese embrollo. —No, no ha intentado nada… por suerte. Creo que ni siquiera le gusto como dicen.

—Entonces estas ciego, porque si me lo preguntas, a leguas se le nota que tú le gustas. —Junsu cerró su regadera y se acercó a la de Jaejoong. —Te mira con aquellos ojos…con aquellos ojos con  los que tú miras al jefe…

Por el comentario, Jaejoong casi se atraganta con su propia saliva. —¿Qué dices?

—No te hagas el loco, que ya me he dado cuenta lo que sientes por el jefe.

—Estás hablando puras tonterías. —Jaejoong intentó desacreditar a su amigo sin poder evitar lo rojo que su rostro se estaba poniendo.

Junsu se burlo ante la mirada. —No te preocupes, no le diré a nadie. Aunque debo decir que me da un poco de lastima ese Yunho. Nunca podrá desterrar al jefe de tu corazón.

Bueno en eso Junsu tenía razón. —No le estoy dando esperanzas si es lo que crees. Solo estoy haciendo lo que el jefe me pide.

“Solo hago lo que el jefe me pide” —Junsu imitó a Jaejoong de manera irritante provocando que Jaejoong lo golpeara justo en la cabeza.

—Cállate.

Molesto, Jaejoong se volteo y continuo lavándose el cuerpo queriendo dar punto final a esa extraña charla. La verdad él nunca se había puesto a razonar lo que sentía por su jefe. Nunca decía que era amor, más bien para él era como una admiración desmedida. Aunque ahora que se ponía a meditarlo, quizá la idea de que le gustara no sonaba tan descabellada. Es decir, le encantaba estar acompañado de su jefe, se preocupaba por su bienestar y hasta le daba celos cuando compartía con otros chicos. Si eso no era amor, ¿Entonces que era? Sonriendo, Jaejoong se llevo una mano a su pecho. Ahora la idea no le sonaba tan amarga, de hecho para su pequeño corazón ingenuo, sonaba hasta dulce que él hubiera desarrollado aquellos sentimientos por su jefe.

Si, tal vez si estaba enamorado de su jefe y eso le agradaba.

Le daba algo de sentido a su maltrecha vida.


..



A Yunho siempre le habían gustado las manualidades. Hacer una creación de piezas completamente ordinarias era algo que le fascinaba, por lo que no era extraño que en ese momento libre de su día estuviera sentado en un andén, con un pedazo de madera en una mano y una navaja en la otra, tallando lo que parecía ser una pequeña escultura. Había comenzado sin nada en mente, luego la figura fue tomando forma; una trompa, 4 patas y una gran cabeza, y al final se había convertido en una pequeña escultura de elefante que de forma inconsciente había creado. Era el animal favorito de Jaejoong y quizás, solo quizás Yunho lo había hecho porque significaba un sueño importante para Jaejoong.

—¿Qué haces Hyung? —El siempre hiperactivo Changmin se asomó a su lado, curioso en ver que mantenía tan entretenido al mayor. —¡Oh!, ¿Es para alguien? —Preguntó al ver la escultura en las manos del otro.

Yunho sonrió sin dejar de tallar la madera. —Puede ser.

—No me digas que es para ese chico. —Changmin coloco ambas manos en sus caderas. —¿Te has visto con él? Últimamente he notado que se la pasa rondando nuestro edificio.

—Eso no es asunto tuyo pequeñín. —Yunho le pellizco fuertemente una de las mejillas.

—¡Oye! —Changmin protestó. —Yo no tengo la culpa de que seas tan obvio. Dime, —Se acerco a susurrar a su oído. —¿Ya lo besaste?

—¿Qué parte de “eso no es asunto tuyo” no entendiste?

—Entonces si lo has hecho.

Yunho se mordió los labios. —No aun.

—¡¿Eh?! ¿Y que estas esperando? ¿Tan lento eres?

—¿Por qué no en vez de estar molestando, regresas a tu labor?

—Eso te digo a ti Hyung, ¿Qué clase de ejemplo eres si en vez de estar trabajando, te encuentras sentado aquí haciendo regalos?

El moreno suspiró, dejando sus cosas a un lado. —Bien, vamos.

Se levanto y se dirigió de regreso a las calles y cuando Changmin estuvo dispuesto a hacer lo mismo, cayó en cuenta que la figura había quedado junto a las demás pertenencias de su hyung en el borde de la acera. Con una idea traviesa en mente, Changmin la tomo y se dirigió hacia la calle contraria en busca de aquel muchachito de cabello negro. Le encantaba molestar a su hyung y ponerlo en evidencia con Jaejoong era algo que le empezaba a entretener enormemente.

—Hola. —Lo saludo con una sonrisa de oreja a oreja cuando estuvo en frente de él.

Jaejoong, quien había estado contando un fajo de billetes, le dirigió la mirada. —Hola. —Contesto confundido. —¿Qué haces aquí?

—Solo vine a darte algo que Hyung te hizo.

Agarrando la mano de Jaejoong, Changmin le entrego el pequeño elefante de madera. Jaejoong se sintió aún más perdido. —¿Esto lo hizo para mí?

—Sip.

Estupefacto, Jaejoong observó la pequeña escultura tratando de entender el porqué del regalo. ¿Yunho se había molestado en hacerle esa figura? ¿Por qué lo hacía? ¿Tanto así…? Sentimientos encontrados se acumularon en la cabeza de Jaejoong. No podía negar que el hecho de que Yunho se hubiera acordado de cuál era su animal favorito le hizo conmover, aun así el que le comenzara a dar regalos no era algo que precisamente le gustara.

Porque así Jaejoong se sentía más comprometido a retornar sus sentimientos.

Sentimientos que dentro de él no existían.

—¿Ustedes se han vuelto amigos, no? He visto que vas mucho a nuestro edificio. —Changmin dijo después de algunos minutos.

Jaejoong guardo el elefante en su bolsillo. —Algo así.

—Uhm pero no deberían ser amigos, no sé porque insisten en hablarse. A menos que…—Changmin se recostó sobre una baranda que estaba en la calle. —Tus intenciones sean otras.

El pelinegro quien había estado bastante ajeno a las palabras del menor, se volteo ante tal comentario. —¿Por qué dices eso?

—Solo es una suposición. Es extraño que quieras ser amigo de él si perteneces a pandilla enemiga.

—Pues eso no es de tu incumbencia. —Jaejoong se inclinó aproximándose a la cara de Changmin y pellizco la mejilla del menor justo igual como Yunho lo había hecho.

Changmin golpeo su mano, fastidiado de ver como todos lo trataban como un niñito. —¡Oye, no me toques así! Y si es de mi incumbencia porque Yunho es mi hyung y no quiero verlo lastimado por personas como tú.

—No lo voy a lastimar, no sé de donde sacas eso. —Jaejoong trato de demostrar seguridad aunque  en realidad se estaba comenzando a poner muy nervioso ¿Acaso ese chiquillo sabía algo?

—Bueno te creo por esta vez. Pero si lastimas el corazón de mi hyung te las vas a ver conmigo.

Viéndolo voltearse, Jaejoong se quedo observando al pequeño diablillo que se devolvía a su esquina de trabajo. Obviamente la amenaza era más cómica que otra cosa, pero el hecho de que Changmin sospechara de él hizo a Jaejoong sentirse intranquilo. Hizo a Jaejoong sentirse mal.

Porque le recordaba de que estaba con Yunho solo por intenciones no muy buenas.




..



—Gracias.

Fue lo primero que le dijo Jaejoong a Yunho esa misma noche cuando los dos se reunieron en la misma habitación de siempre. No estaba dentro de los planes de Jaejoong visitar a Yunho esa noche, pero debido al inesperado regalo, él supo que tenía la obligación de devolverle así fuera las gracias.

—¿Gracias Por qué? —Preguntó Yunho al sentarse frente a la chimenea resplandeciente.

Jaejoong se sentó a su lado y le mostro el elefante de madera. Yunho abrió los ojos de sorpresa. —¡¿Cómo lo tienes?!

—Me lo dio el pequeñín… Changmin.

—¿Changmin? —“Ese mocoso” Pensó Yunho. —No se suponía que te lo diera.

—¿Acaso no lo enviaste tu?

—No.

—¿Entonces no era un regalo? —Preguntó Jaejoong algo decepcionado.

—No, digo…si lo hice pensando en ti pero… —Yunho empezó a ponerse nervioso. —No estaba seguro de dártelo.

Por la expresión y la forma en que dijo esas palabras, Jaejoong supo que Yunho se sentía inseguro de demostrar sus sentimientos hacia él. Entonces si es verdad…—No Importa, —Dijo Jaejoong. —La verdad no pensé que recordaras que mi animal favorito es el elefante. Y ahora que me pongo a pensar… —Jaejoong bajo la cabeza, cayendo en cuenta de algo: “Es la primera vez que me dan un regalo”, esto último se lo guardo para sí mismo, no queriendo que Yunho notara lo significativo que había sido para él que le diera ese elefante.

Aunque él mismo no lo reconociera.

—De nada. —respondió Yunho al ver a Jaejoong tan pensativo. —Entonces fue bueno que Changmin te diera ese regalo.

—Si…—Acomodándose mejor en el sofá, Jaejoong se dejó llevar por la calidez que emanaba la chimenea y la aparente comodidad que se había formado con Yunho. Era la primera vez que se sentía tan a gusto con su compañía. —A propósito de Changmin, ¿Él es tu hermano, no?

—No, no es hermano de sangre. Sin embargo yo lo considero como mi pequeño hermanito. Desde que lo conocí mi propósito ha sido cuidarlo.

—¿Dónde lo conociste?

—Bueno, —Yunho lo pensó un poco. —Lo conocí una noche cuando lo descubrí robando en una panadería. Lo alcance e hice que devolviera todos los panes que había robado. Él había escapado del orfanato en donde estaba y no había comido en días, por lo que sentí obligación de velar por él. Utilicé el dinero que recogí ese día para comprarle la comida más extravagante de su vida, —Yunho hizo una pausa, sonriendo enternecedoramente por el recuerdo. —Él no tenía a nadie, como yo. Había sido abandonado por sus padres y no tenía nadie que cuidara por él. Así que decidí que desde ese día, desde que vi esa expresión de felicidad al comer aquella comida, que lo protegería. Que daría todo de mí para que no volviera estar solo.

Ante las palabras conmovedoras de Yunho, Jaejoong se quedó mudo no sabiendo cómo reaccionar a eso. Después de todo, la vida de Yunho y Changmin era igual a la suya; niños abandonados, asustados, sin un futuro por venir. La historia le hizo sentirse tan identificado que casi le hace llorar. Al parecer ellos tenían algo en común, algo que los hacía unir. —Tu historia se me hace familiar.

—¿Por qué? —Preguntó Yunho curioso.

—Porque mi historia es similar. —Jaejoong tomo un respiro. —Mi madre me abandono cuando era bebe. Hubiera muerto de hambre en la calle de no ser porque él me encontró… Jisung, nuestro jefe. Él me crio y luego me  proporciono hogar a cambio de que trabajara para él. Fue mi salvador, sin él probablemente no hubiera podido sobrevivir. —Jaejoong apoyo su cabeza en sus rodillas y sonrió leve ante el recuerdo. Hablar de su jefe lo hacía sentirse feliz.

Yunho notó esa felicidad. Algo en él le dijo que eso no podía ser bueno. Un sentimiento de envidia lo ataco. —Ya veo… ¿Entonces el jefe para ti es como soy yo para Changmin?

—¿Cómo?

—Me refiero a que ves a tu jefe como un hermano mayor, o quizás como una figura paterna. Lo ves como tu padre.

“¿Mi padre?” Jaejoong se sacudió ante el pensamiento. No, él no veía a su jefe como su padre. Seria enfermo si lo hiciera. Lo veía, más bien, como una fuente de apoyo. La persona que más quería en el mundo. 

—Ok, ok. —Yunho se rió al ver la cara de consternación de Jaejoong. —Tal vez no lo veas como un padre, pero si como tu familia. Así es como yo veo a Changmin, como un hermano, es por eso que Changmin es tan importante para mí, porque me hace añorar al hermano que nunca tuve. Siéndote sincero… —Yunho de repente se detuvo, evitando que las lágrimas salieran de sus ojos. —Changmin llego a un momento de mi vida en el que no quería vivir más, por lo que encontrármelo fue una de las mejores cosas que me pudo haber pasado. Le dio un sentido a mi vida. Algo por que luchar y levantarme todas las mañanas.

—¿Enserio? —Jaejoong preguntó sorprendido, sintiendo incluso algo de celos por como Yunho se refería a Changmin.

—Sí, es bueno tener a alguien que haga que vivas por él.

Jaejoong concordó completamente con esa oración. Siempre es bueno estar acompañado, sentir que no estás solo. Si lo razonaba, la relación de Changmin con Yunho le recordaba a la relación que tenía con Junsu y Yoochun, sus amigos más cercanos dentro de la pandilla. Yoochun, el mayor, venia de una familia disfuncional adicta a las drogas, de la cual él había escapado hacia las calles. Junsu, en cambio, se había perdido cuando pequeño y había sido encontrado por Jaejoong y el jefe cuando merodeaba sin rumbo por el vecindario. Ellos eran menores que él, por lo que su deber era protegerlos y cuidarlos, igual que Yunho se sentía con respecto a Changmin.

—El sentimiento familiar y de amistad son cosas indispensables en la vida. Aunque, —Yunho divago un poco y luego de tomar valor; fijo sus ojos en los ojos de Jaejoong. —También esta ese otro tipo de personas, esas que quieres cuidar y proteger pero no de una forma fraternal. ¿Sabes a lo que me refiero? Me pregunto… ¿Tienes a alguien así Jaejoong? ¿A alguien que te haga querer levantarte todas las mañanas para poder cuidarlo de esa manera?

“El jefe…” Jaejoong susurró en su mente, aunque no estaba muy convencido de esa elección. Es decir, el jefe para él era muy importante, indispensable en su vida, pero él para el jefe no creía que fuera tan necesario. Sabía que el jefe lo estimaba mucho pero quizás si no estuviera él, la vida del jefe seguiría siendo igual. Por mucho que le costara admitirlo el hombre no necesitaba de sus cuidados y su preocupación. Como hombre adulto podía valerse por sí mismo y no requerir de un muchachito escuálido que lo acompañara. Qué triste era la realidad.—¿Tú tienes a alguna otra persona que te haga vivir de esa forma? —Jaejoong esquivó y devolvió la pregunta cuando la tristeza en su corazón estuvo a punto de abarcar su rostro.

Yunho medito un poco y luego se acercó al rostro de Jaejoong, susurrando. —Creo.

Jaejoong se enrojeció por eso, sabiendo exactamente a quien se refería Yunho. —Ehem, bueno, Se hace tarde, tengo que irme. —Se levantó y se dirigió a la salida. Pensó que Yunho lo alcanzaría y lo retendría por más minutos como usualmente hacía, pero esta vez contraria a las otras veces, Yunho se quedó sentado en el sofá, mostrándose completamente pensativo.

“¿Qué le sucede?” 

A continuación el rostro de Jaejoong se tornó pálido cuando Yunho inesperadamente se levantó y se ubicó justo en frente suyo. Sus rostros quedaron a muy pocos centímetros. Sus ojos uno en el otro.

—Jaejoong, quiero pedirte algo.

El pelinegro paso saliva. —¿Qué cosa?

Yunho se acercó aún más. —Un beso.

¿Qué? No, no. Jaejoong se quedó completamente erizado, sus labios apretados y su cabeza ladeándose sutilmente en negación. Pero ya era tarde, ya Yunho se había acercado y ahora lo tenía acorralado contra una pared. Jaejoong cerró sus ojos con fuerza al sentir la respiración de Yunho sobre su cara. Después los labios del moreno fueron los que aterrizaron en sus labios, en un casto beso que duro más de los que Jaejoong hubiera deseado. La pared a sus espaldas y Yunho en frente de él lo tenían completamente congelado. Cuando dejo de sentir a Yunho cerca lo único que se le ocurrió fue escapar de ahí y correr directo a su hogar.

Fue más rápido de lo que pensó, en un santiamén ya estaba metido entre las cobijas, restregándose una y otra vez su antebrazo en los labios. “¡No, así no era como lo quería!” Jaejoong se quejó en su mente una y otra vez al recordar el beso. Se había imaginado ilusamente que el que le daba su primer beso era su jefe, no Yunho, ahora esa fantasía estaba totalmente arruinada. Yunho le había robado ese primer beso y Jaejoong no estaba dispuesto a perdonarlo.

Furioso y frustrado con el mundo, Jaejoong se refugió en su colchón, no queriendo volver a acercarse a Yunho nunca más.





..


Nota: Ok, Quiza Jaejoong pueda parecer un poco antipático pero él ira cambiado conforme la historia transcurra, se los aseguro. Solo esta... confundido. Por otra parte, cuando empece a escribir el fic no tenia una personalidad clara para Yunho, pero mientras mas iba escribiendo, mas tierno se iba volviendo. Como el Yunho de la vida real. Creo que en este fic es maduro pero noble, y espero que ustedes también  les de esa sensación.

En realidad, aunque puse advertencia en la ficha del fic que esta historia tenia escenas fuertes, la verdad esta es una historia bastante tierna. Si tendrá algunas escenas que puedan herir sensibilidades, pero la mayoria puede ser bastante light (Bueno, por lo menos esta primera parte del fic).

Déjenme sus comentarios y nos vemos en la próxima actu. 


9 comentarios:

  1. Se que el va ir cambiando
    Pero cuando yh se entere va a sufrir mucho!! :(
    Yo no quiero eso no me gustara verlo llorar ;(
    Gracias
    Pdt: aun así actualiza pronto

    ResponderBorrar
  2. Es una pena que Jaejoong lo este utilizando por que si Yunho se entera va ha sufrir y despues no va a querer saber nada de el y ahi es cuando el va a sufrir por que se ba a dar cuenta de que el ama a Yunho y el no lo va a perdonar gracias por el capitulo esperare el siguiente con ansias

    ResponderBorrar
  3. Yunho esta bien enamorado y se está ilusionando y cuando se entere va sufrir mucho y si Jaejoong va ir a cambiando espero que sea a tiempo antes de que sea demasiado tarde.
    Gracias por la actualización

    ResponderBorrar
  4. kyaaaa !! le robo su primer beso, aunque jae esta muy molesto por eso prefiero mil veces que haya sido yunho y no su horrible jefe, por dios , que jae ya se desilusione de ese tipo, yunho es del quien debería estar enamorado, espero que pronto cambien sus sentimientos

    ResponderBorrar
  5. pero Jae ve el lado bueno de Yunho el te dio tu primer regalo y ahora tu primer beso así que va ganando en puntos en cambio su jefe no le a dado nada solo abusos de su parte y maltratos y desaires así que Jae quédate con el que te mire como Yunho te mira a ti y el que hace cosas buenas por ti espero y pronto te enamores de el por ahora lo traerá bien metido en su cabeza por sus acciones y atrevimientos
    Gracias

    ResponderBorrar
  6. Hayyy jaejoong ese jefe me da mala espina :(
    Pobre yunho ahora esta demasiado ilusionado con jaejoong y jaejoong tiene otras intenciones :(
    Muchas gracias por el capítulo ❤

    ResponderBorrar
  7. Ojala Jae se enamore pronto de YunHo para que no lo traicione, y después de este primer beso, Jae piense más en él, aunque niegue que no le gusto.

    Gracias!!!

    ResponderBorrar
  8. Que lindo detalle el de Yunho al hacerle el elefante de madera a JaeJoong.
    Mis bebés, cada uno tiene una historia triste T.T

    ResponderBorrar
  9. yunhooooo¡¡¡ se fuerte¡ ánimos desde aqui xD amé que le pusieran Yunjae al perrito, y pues aunque me molesta un poco que JJ siga con este jueguito espero que se enamoré de Yunho, por favor¡¡¡ y ese minnie siempre metiendo sus narices donde no lo llaman, jajajaja como siempre gracias por el capitulo :D

    ResponderBorrar