Fue más rápido
de lo que pensó, en un santiamén ya estaba metido entre las cobijas,
restregándose una y otra vez su antebrazo en los labios. “¡No, así no era como
lo quería!” Jaejoong se quejó en su mente una y otra vez al recordar el beso.
Se había imaginado ilusamente que el que le daba su primer beso era su jefe, no
Yunho, ahora esa fantasía estaba totalmente arruinada. Yunho le había robado
ese primer beso y Jaejoong no estaba dispuesto a perdonarlo.
Furioso y
frustrado con el mundo, Jaejoong se refugió en su colchón, no queriendo volver
a acercarse a Yunho nunca más.
..
Capítulo IV: Los ojos de Yunho quisieron
buscar la mirada de Jaejoong para encontrar la mentira, pero simplemente no la
encontró. Jaejoong parecía estar diciendo la verdad.
Alrededor de una semana paso luego
de ese suceso. Jaejoong había intentado todas las maneras posibles de esquivar
a Yunho y al parecer lo había logrado con éxito. Trataba de mantenerse ocupado
la mayor parte del día para que Yunho no tuviera oportunidad de acercarse y al
caer la noche, él era el primero que corría de nuevo a la casa. Podía parecer
odioso pero no le importaba. Él ya no quería continuar con el plan, él no
quería seguir siendo el que se tuviera que sacrificar por el grupo. A él no le
interesaba Yunho, su corazón ya había sido tomado hace mucho tiempo.
Quería salir de todo eso.
El beso que le había dado Yunho lo
había convencido de eso. Trataba de no pensar mucho en ese beso, puesto que si
lo hacia su cara se pondría roja de la vergüenza y de la rabia. A decir verdad
fue un beso bastante insignificante, casi imperceptible, sin embargo la huella
que había dejado en él era más grande de lo que quería admitir.
Salirse del plan era lo único que
podía hacer para olvidar ese bochornoso incidente.
—Jaejoong, ¿Te diste cuenta? Unas
turistas andan por el vecindario, parecen perdidas. —Yoochun le susurró en un
día soleado en donde todos hacían sus actividades habituales para recaudar
dinero. Jaejoong estaba tan metido en sus conflictos internos que no capto a la
primera que quería decir su donsaeng con eso.
—¿Y?
—Llevan relojes costosos y bolsos de
diseñador. —Esto Yoochun lo dijo con algo de malicia y Jaejoong pudo reconocer
de inmediato las intenciones del otro.
Tenía en mente un robo.
—Yoochun, deja de pensar en eso y
más bien preocúpate de los parabrisas que tienes que limpiar. —Jaejoong le
respondió poco entusiasmado ya que a él no le interesaba mucho robar. Muy pocas
veces lo había hecho y si debía ser sincero, se terminaba arriesgando más de lo
que conseguía.
Lo único que le importaba robarse
era esos deliciosos hoddeok.
—Pero no entiendes Jaejoong, podría
ser una oportunidad muy buena. Además, —Yoochun se acercó un poco más al oído,
sabiendo perfectamente la manera de persuadir a su hyung. —El jefe estaría muy
complacido si le damos algo así. Ya no le interesan simples monedas, él quiere
más. ¿No quieres acaso complacer al jefe?
Ante ese argumento Jaejoong cambio
su expresión, ahora más emocionado con la idea. Se dejó arrastrar por Yoochun
hacia una esquina en donde podían observar a las dos mujeres, quienes
preocupadas miraban y miraban un papel en busca de una dirección. Habían caído
en la boca del lobo y estos dos diablillos no se lo perdonarían.
—¿Tienes en mente un plan? —Yoochun
le preguntó a Jaejoong cuando noto esa mirada característica del mayor.
—No usaremos la fuerza. Déjamelo a
mí.
Saliendo de su escondite, Jaejoong
se preparó para su papel: Su papel de víctima. Tomo un poco de lodo que había
en el piso y se lo unto en su pantorrilla desnuda, tapándosela luego con el
pantalón.
—¡Señoritas! —Con su voz lastimera,
Jaejoong llego cojeando hasta donde estaban las mujeres, apretando fuertemente
la pantorrilla como si le doliera. —Necesito que me ayuden… estaba jugando en
el parque y sin querer metí la pierna en un hueco…creo que me la rompí.
De inmediato las dos señoras se acercaron al pobre
muchacho que daba alaridos de dolor. —¿Qué te sucede pequeño? ¿Necesitas un
medico?
—No, quiero que me la revisen. —Dijo
mientras se sentaba en el suelo y estiraba la pierna “Herida”.
—Pero…
—¡¡¡Por favor, ayúdenme!!!
Jaejoong lloriqueo y ambas se
arrodillaron en el piso, ansiando ver qué era lo que se había hecho el
muchacho. Dejaron sus bolsos a un lado y Jaejoong sonrió sutilmente por lo
fácil que sería arrebatárselos.
—¡Esperen! —Jaejoong las detuvo
cuando estuvieron a punto de remangar el pantalón. —Sera mejor que se quiten
los anillos y los relojes. Creo que estoy sangrando, no quiero que se les
ensucie.
Sin sospechar nada, las mujeres
hicieron exactamente lo que Jaejoong les pedía. Bien, era el momento de actuar.
Mientras las mujeres se entretenían quitando todo el lodo que Jaejoong se había
puesto en la pierna, Jaejoong saco ventaja y con sus escurridizas manos, tomo
discretamente los anillos, pulseras y los relojes en el piso para guardárselos
en su bolsillo. Luego esperó por el momento adecuado para levantarse y
emprender huida.
Y eso pudo haber sido posible de no
ser por lo que dijo a continuación una de las mujeres. —Espera, espera ¿Dónde
está mi reloj?
Jaejoong se erizó.
—¡Tampoco encuentro el mío! —La otra
mujer grito. —¿No los has tomado tú cierto? —Interrogó a Jaejoong y este negó
con su cabeza.
Pero ellas no estuvieron muy
convencidas.
Tomando a Jaejoong de su ropa y
haciéndolo levantar bruscamente, ambas mujeres empezaron a exigirle que les
devolvieran sus pertenencias mientras lo agarraban para evitar que escapara.
Jaejoong lo negó todo una y otra vez, sintiéndose ansioso cuando las mujeres
empezaron a pedir auxilio alertando a la demás personas de la calle.
—¡¡¡Suéltenme, yo no he robado
nada!!! —Jaejoong gritó. Su cuerpo tratando de zafarse de sus garras.
—¡No es cierto, ni siquiera estas
herido! ¡Nos engañaste!
—¡No! —Logrando al fin zafarse,
Jaejoong se dio media vuelta y cuando por fin creyó que se había librado del
problema, un hombre más grande y fuerte lo sujeto de la muñeca.
—¡Alto ahí ladronzuelo, no dejare
que escapes! —El hombre vociferó y alentó a la multitud curiosa que se había
acercado a chismosear. —Hay que ser duros con estas ratas para que no vuelvan a
robar.
—¡No! ¡Suélteme, por favor!
Jaejoong fue presa del pánico al ver
como el hombre cogió una vara del piso y la dirigió directamente a su cabeza,
sin embargo no sintió el golpe puesto que antes de que la vara lo tocara, su
buen amigo Yoochun empujó con su cuerpo al hombre, haciendo que este lo
soltara. Jaejoong no dejo pasar la oportunidad para escabullirse, sintiendo
como algunas otras personas lo perseguían a sus espaldas.
“¡Corre,
corre!” Fue
lo que se dijo Jaejoong para no dejar ser atrapado.
Se metió por dentro de unos
callejones, saltándose algunas vallas y cuando llego hasta una esquina y se
refugió detrás de un muro, Jaejoong ojeó para comprobar si aún lo venían
siguiendo. No había nadie. Uf,
Jaejoong soltó un suspiro de alivio y se recargo completamente sobre la pared,
cerrando sus ojos para poder descansar su cuerpo.
Pero repentinamente alguien lo
estrello contra la pared, sujetándole fuertemente las muñecas y colocándolas a
cada lado de su cara. Creyó que se trataba de alguna persona extraña que lo
había logrado alcanzar pero cuando abrió sus ojos, su mente quedo más que
confundida al ver a la persona que lo tenía retenido.
Se trataba de Yunho.
—Devuélvelo.
Yunho le exigió en un tono amenazante,
uno que nunca le había escuchado.
—¿Qué?
—Dije que lo devolvieras. Devuelve
lo que robaste.
—Quítate. —Jaejoong se retorció pero
Yunho no lo dejo ir, de hecho su agarre se fue volviendo cada vez más y más
fuerte. ¿Y ahora que le sucedía? —Yunho enserio, suéltame. Me estas lastimando.
—No hasta que vuelvas y te
disculpes.
—No lo hare.
—Entonces no vuelvas a robar. —Yunho
le fijo su mirada. —No quiero que vuelvas a robar.
—¿Y eso que te importa?
—Dilo Jaejoong, ¡No te atrevas a
robar nunca más!
Jaejoong no podía entender porque
Yunho se estaba comportando así, tan enfurecido por sus acciones. Lo que
hiciera o no hiciera con su vida no era problema suyo, ¿Por qué le afectaba
tanto? —Suéltame, tú no tienes derecho a decirme que hacer. —Jaejoong le clavo
su mirada. —Tú no eres nadie para mí.
—¿Qué sucede aquí?
Ambos, Jaejoong y Yunho voltearon
hacia la voz del recién llegado. Se trataba del jefe, quien imponiendo su
presencia, cruzo los brazos y se irguió justo en frente de ellos demandando una
explicación. Yunho de inmediato aflojó su agarre y Jaejoong aprovecho esto para
alejarse de sus manos y correr hacia el cuerpo protector de su jefe, enrollando
sus brazos en la cintura de este como si buscara refugio.
Yunho se mordió los labios ante la
escena.
—Jefe, que bueno que llego.
—Jaejoong mencionó con un dejo de alivio en su voz.
—¿Qué está sucediendo? —El jefe miro
a Yunho. —¿Quién eres tú?
El más joven detallo al hombre que
le hizo la pregunta. “¿Este es el jefe?” se
interrogo en su cabeza. Ok, no podía negar que aquel hombre denotaba algo de
autoridad aun así él no se dejaría intimidar. —Me llamo Yunho. —Dijo al erguir
la cabeza y fijar su mirada firme en el otro.
El jefe abrió de par en par sus ojos
al escuchar el nombre. —Oh, así que tú eres Yunho…—Miro a Jaejoong y una
sonrisita se le escapó de los labios.
Jaejoong solo bajo la cabeza.
—¿Me conoce? —Preguntó Yunho
confundido.
—No, pero he oído hablar de ti. —El
jefe murmuró sarcásticamente evitando soltar una carcajada. Así que ese era el muchacho que estaba
enamorado de Jaejoong. Pobre chico
iluso .—Entonces, ¿Qué hacían ustedes dos solos aquí?
—Nada, nada jefe. Vámonos. —Jaejoong
se apresuró a contestar, no queriendo convertirse en el blanco de burlas de su
jefe.
—¿Por qué tan nervioso Joongie? —El
jefe sonrió. —¿Acaso es por alguien?
—Yo también he oído hablar de usted.
—De la nada Yunho continúo con la anterior conversación, ignorando totalmente
la pregunta del jefe. —Pero no cosas muy buenas.
El jefe alzo una ceja, algo
sorprendido de la aparente intrepidez del joven. —¿Qué cosas?
—Lo tacaño que es por ejemplo.
—Yunho cállate.
Jaejoong advirtió molesto haciendo
que Yunho arrugara el entrecejo. ¿Por qué Jaejoong se estaba comportando tan
duro con él? ¿Era acaso para ocultar su platónica amistad a su jefe? Podía ser,
pero algo le decía que la mirada y expresión del menor no se trataban de una
actuación. Él de verdad sentía esas palabras.
—Jefe de verdad vámonos, quiero ir a
casa. —Jaejoong se anclo a la ropa de su jefe con ansias de marcharse lo más
pronto de ahí.
—¿Por qué tanto afán Joongie? —Le
preguntó su jefe mientras le acariciaba la cabeza, cosa que no hizo agradar a
Yunho. —¿Acaso este chico te hizo enojar?
Jaejoong se mordió la boca. —Sí,
quiero alejarme de él. Por favor, dile que me deje en paz.
Los ojos de Yunho quisieron buscar
la mirada de Jaejoong para encontrar la mentira, pero simplemente no la
encontró. Jaejoong parecía estar diciendo la verdad.
—Quiero que se aleje, que se vaya de
mi vida. No me importa. —Jaejoong siguió rogando, sin
cuidar ni un poco el tacto de sus palabras. Quería hacerle saber a Yunho lo que
en realidad sentía y quizá, si tenía suerte, a Yunho no le quedarían ganas de
volverlo a ver.
—¿Jaejoong…? —Confundido por
aquellas palabras, Yunho intento acercársele pero este lo esquivo groseramente,
aferrándose más al cuerpo del jefe. La mirada que le dedico fue la prueba
contundente de lo que en verdad sentía.
Oh, así que
esto era lo que pasaba.
Enfadado, Yunho los empujo mientras
se abría paso entre ellos y luego corrió lejos de la escena. No sabía que
pensar, ni como sentirse, algo le decía que Jaejoong no estaba mintiendo. Se
sentía como un estúpido.
Jaejoong se quedo viendo el cuerpo
de Yunho que se alejaba. “¿Habré sido
demasiado duro con él?” se preguntó en su cabeza.
—¿Por qué le dijiste eso? —Le
preguntó el jefe después de la partida de Yunho.
—Jefe, ya no quiero seguir con el
plan. Ya me canse de todo esto, quiero renunciar. —Jaejoong le dijo con
evidente cansancio. Esta era su oportunidad para expresar su descontento. Si no
lo hacía ahora, no lo podría hacer nunca.
—Pero hicimos un acuerdo Jaejoong
¿No lo recuerdas?
—Si lo sé, pero yo ya no quiero
seguir relacionándome con ese chico. No lo quiero… seguir engañando.
El jefe rodo sus ojos ante eso. —Es
por el bienestar de nuestra “familia” Joongie, tú sabes bien eso. Además, fue
la única condición que te pedí para que pudieras conservar tu perrito. Creí que
no me fallarías, —El jefe coloco su mano en la mejilla del muchacho, estaba
preparándose para manipularlo. —Quizás puse mucha confianza en ti después de
todo. Quizás no eres el chico que creí que eras.
—No es así, jefe. —Jaejoong lo
interrumpió cuando vio la mirada decepcionada del hombre. Odiaba tener que
seguir el plan, pero más odiaba entristecer a su jefe. A veces era tan débil
con respecto a él. —Yo sigo comprometido con usted.
El jefe curvo una sonrisa en su
cara. —¿Eso quiere decir que seguirás con el plan?
Jaejoong bajo su rostro, exhalando
un suspiro de resignación. —Supongo…
—Genial, entonces ve y discúlpate
con ese Yunho ya que te diste el lujo de enojarlo. —El jefe le hablo duro,
directo, muy diferente al derrotado hombre que se había mostrado hace unos
segundos. —Dile que estabas bromeando o cualquier tontería así. Convéncelo de
que sientes lo mismo que él.
—Pero jefe…
—¿Otra vez con tus peros? Sabes que
no me gusta que me desobedezcan y si lo hacen, lloverán problemas. Así que es
mejor que cumplas lo que te digo. Es una orden.
Ante eso a Jaejoong no le quedo de
otra más que cruzarse de brazos y hacer un puchero. —Sí señor.
Dando punto final a la conversación,
el jefe se marchó y Jaejoong regreso a sus actividades cotidianas, sintiéndose
desanimado por la situación. Creyó que al fin se desharía de Yunho, pero al
parecer tenía que aguantarlo hasta que el jefe se convenciera de que ellos no
tramaban algo contra su pandilla. Bueno,
que mas daba, al menos tenia la confianza de su jefe puesta en él y así no le
agradara lo que tenía que hacer para mantenerla, el solo tenerla hacia alegrar
un poco el corazón de Jaejoong.
..
Esa misma noche, Jaejoong se apareció
en la habitación de sus reuniones. Yunho también estaba presente, pero a
diferencia de otros días, su semblante había cambiado. Sentado en el suelo,
Yunho tenía sus piernas recogidas contra su pecho y su mirada clavada en el
fuego de la chimenea. La expresión en su rostro era de puro enojo.
Esta, sin duda, era la primera vez
que Jaejoong veía a Yunho tan… serio.
El pelinegro suspiró. Él no era de
los que se disculpaban, pero ahora no le quedaba otra opción. Aspirando un poco
de aire y tragándose su orgullo, Jaejoong atravesó la habitación, ubicándose
justo detrás de Yunho. —¿Yunho? —Lo llamo con cuidado.
El mencionado titiló ligeramente,
sin embargo no dejo su postura. Era obvio su descontento. Jaejoong rodo sus
ojos, ¿Acaso tendría que rogarle? —¿Estas enojado?
—No. —Yunho respondió a secas.
—¿Entonces porque te comportas así?
Yunho se quedo callado y Jaejoong
aprovecho su silencio para sentarse a su lado. —Si alguien debe estar enojado
aquí soy yo por cómo me trataste cuando escape de la gente. Fuiste muy rudo y
sin ninguna justificación.
—Habías acabado de robar a unas
mujeres.
—Pero eso no importa. Solo fueron
unas cuantas joyas y unos relojes. Por cómo ellas se veían, apuesto a que ya
debieron haberlos remplazado…
—¡Pero ese no es el punto Jaejoong!
—Yunho gritó haciendo que Jaejoong cerrara la boca. —El punto aquí es que
robaste, no importa si a los que les robaste tenían dinero o no. Podremos ser
de la calle Jaejoong, ¡Pero no somos unos malditos ladrones!
Jaejoong se quedo sin habla ante
eso, una parte de él tenía que admitir que Yunho tenía razón. —Pero
necesitábamos el dinero…
—Lo pueden conseguir de otra forma.
De manera honrada.
—Esta era una oportunidad única.
—¡Eso no quiere decir que lo tengas
que hacer, ¿De acuerdo?!
—¿Por qué te molesta tanto, eh? No
es gran cosa.
Yunho se quedo callado, apretándose
los labios, como si estuviera reteniéndose de decir algo. Miro unos segundos al
techo y luego estiro sus piernas, aspirando un poco de aire para poder
controlar su enfado. La siguiente era una historia de la que no le gustaba
hablar, sin embargo, debido a que Jaejoong parecía no entender sus razones, tal
vez era necesario contarla. —Jaejoong yo lo perdí todo debido a un robo.
Jaejoong frunció sus cejas. —¿A qué
te refieres?
—No siempre fui huérfano, no siempre
estuve en las calles. Hace tres años, yo vivía con mi madre en Gwanju. Éramos
una familia pobre, mi madre tenía un puesto de Hoddeok en la calle para podemos mantener. Yo era lo único que mi
madre tenía y ella era lo único que yo tenía…
—Yunho, no te duermas, ya
casi vamos a llegar a la estación.
Una noche,
abordamos el vagón de un metro con rumbo a casa. Ese día había decidido ir a
ayudarle a mi madre con el puesto de comida. Se nos hizo tarde, por lo cual
decidimos coger el metro en vez de caminar. Era peligroso hacerlo, ya eran
pasadas las 10 de la noche y no había muchas personas en las calles.
Cuando la voz
del tren aviso que habíamos llegado a nuestra estación, nos levantamos de
nuestros asientos y esperamos frente a la puerta.
De repente…
—Señora, no se mueva. Esto
es un atraco, si intenta hacer algo, juro que la mataremos. Denos el bolso.
Unos maleantes
nos abordaron antes de bajar. Mi madre quedo petrificada, yo me agarre de su
brazo.
—No, nos hagan daño, por
favor.
—¡Denos el bolso, maldita
sea!
Debido al
temor, mi madre se aferro a su bolso, pidiendo ayuda. Pero no había nadie que
nos ayudara, estábamos completamente solos. Lo hombres intentaron arrebatarle
el bolso pero ella se negó a soltarlo. Ahí estaban las ganancias de ese día y
si se las quitaban, no comeríamos en tres días. Luego el tren se detuvo y las
puertas se abrieron, y cuando mi madre me tomo del brazo para salir corriendo…
—¡Mama, no! ¡NO!
Uno de los
hombres saco un revolver y sin importarle que yo estuviera ahí, le disparo a mi
madre justo en la frente. Mi madre se quedo petrificada ante el impacto.
—¡Vámonos, vámonos!
Los hombres
tomaron el bolso y salieron corriendo, mientras yo me quedaba ahí, clamando por
su vida. La sangre corría por el piso y sus parpados se cerraron. Ella murió
antes de que llegara la ambulancia. Ella se había ido y todo por una maldita
cartera.
Por la historia, Jaejoong se quedo
con la boca cerrada, sin saber que decir. Había escuchado muchas historias
tristes acerca de la anterior vida de sus compañeros de la calle, pero jamás
había escuchado algo que le partiera tanto el alma. Estaba realmente
conmovido.
—Por eso no me gusta robar ni que la
gente allegada a mí robe. Me parece de lo más bajo. —Yunho continúo. Su voz se
notaba quebrada, como si estuviera a punto de llorar. —Quizá puedas pensar que
con esa acción no estás haciendo nada grave, pero puedes estar haciendo más
daño de lo que imaginas… yo aprendí eso a las malas.
Diciendo esto, Yunho se quedo
callado, intentando que las lágrimas de sus ojos no brotaran. Ya había llorado
lo suficiente por ese suceso y no se permitiría volver a hacerlo. Enfocó su
mirada en Jaejoong; este lucia bastante
ajeno a la situación.
Yunho pensó que Jaejoong no se había
sentido tan tocado con su historia, mas sin embargo lo que paso después fue que
Jaejoong se recargo sobre su cuerpo, envolviéndolo en sus brazos. —Perdóname.
—Jaejoong le susurro al oído. Las fuerzas de Yunho se debilitaron. —Perdóname
por hacer eso. No sabía… que era tan delicado para ti. —Dijo y refugio su
cabeza en la espalda de Yunho mientras unas cuantas lagrimas salían de sus
ojos. Su corazón se sentía pesado, se sentía triste. Ahora podía verdaderamente
sentir empatía por Yunho.
Las lágrimas de Jaejoong vencieron
la fortaleza de Yunho. —No debes llorar, no es culpa tuya lo que me paso. —Dijo
a la par que sus lágrimas también salían. Era difícil contenerse con Jaejoong
llorando sobre él.
—Perdóname.
—Por favor, no más.
—Perdóname…
Sin poder evitarlo, Yunho estallo en
llanto, refugiando su cabeza en sus rodillas. Jaejoong al ver esto, se levanto
de encima de Yunho y tomo su rostro, y sin saber porque, besó los labios del
Yunho los cuales estaban brillando por las lágrimas.
Un silencio sepulcral inundo la
sala.
—¿Qué...? —Yunho no termino de
completar su pregunta porque otro pequeño beso de Jaejoong le cerró la boca,
seguido de otro, otro y otro más.
—Lo siento, lo siento. —Jaejoong
repetía y repetía mientras llenaba a Yunho de besos cortos y ligeros. Yunho se
sintió desfallecer por eso.
Luego de unos cuantos minutos, el
llanto de Yunho ceso y Jaejoong se aparto de su rostro. Al parecer el enojo
inicial de Yunho había desaparecido. —¿Te sientes mejor ahora? —Jaejoong le
preguntó.
—Sí. —Yunho respondió, su rostro se
encontraba rojo. —Gracias.
—De nada.
Jaejoong regresó a su posición y
Yunho se limpio la cara con sus mangas sintiéndose algo ridículo por haberse
dejado mostrar así frente al otro. Él siempre intentaba lucir fuerte para que
los demás encontraran un apoyo en él, sin embargo Jaejoong le provocaba
emociones tan intensas que era difícil no desmoronarse con su presencia.
—Jaejoong. —Lo llamo segundos después cuando todo volvió a la normalidad.
Aun había algo que quería saber.
—¿Uhm? —El mencionado alzo las
cejas.
—¿Por qué le dijiste a tu jefe todas
esas palabras contra mí?
El cuerpo de Jaejoong se erizó por
la pregunta. Entre todo el asunto de la historia de Yunho y sus lágrimas se
había olvidado por completo la razón por la cual había ido allí en primer
lugar. —Solo estaba actuando, ¿Enserio te lo creíste?
Yunho agudizo su mirada.
—El jefe no sabe que somos amigos,
debía tratarte con dureza para que no sospechara nada. Si lo llega a saber me
metería en muchos problemas.
—Ya veo. —Yunho bajo su rostro, a
decir verdad no muy convencido. —Eres un buen actor entonces.
—Si... —Jaejoong susurró,
sintiéndose terriblemente culpable. Definitivamente era un sin vergüenza.
—Pero si te puedo pedir algo, la
próxima vez no me trates así. Creí que de verdad lo decías en serio.
Jaejoong suspiró. —Está bien, lo
intentare. —Le prometió aunque sabía que no era muy probable que lo cumpliera.
—Y hay una última cosa que quiero
saber.
Yunho se acerco. Jaejoong por
instinto se alejo unos centímetros. —¿Por qué me evitaste toda esta semana?
¿Fue acaso porque te bese?
La boca de Jaejoong empezó a
temblar. Sus mejillas enrojecieron. —No te estaba evitando, ¿De dónde sacas
eso?
—Si lo estabas haciendo, ¿Acaso te
molesto que lo hiciera? ¿Qué te besara?
—Bueno, —Jaejoong bajo su mirada y
entrelazo sus dedos. —Fue muy repentino. No supe cómo reaccionar. Yo…
—Lo siento. Debí haber esperado tu
permiso, solo que… siéndote sincero, tenía muchas ganas de hacerlo.
Jaejoong cerró sus ojos. Oh Dios como manejar esto. —Olvidemos
eso. Seamos solo amigos ¿Si?
—¿Quieres ser solo amigos?
—Sí.
—Pero… —Yunho detuvo su frase, no
comprendiendo nada. ¿Por qué Jaejoong le decía que fueran amigos si lo había
acabado de besar hace tan solo unos segundos? ¿Acaso solo fue para detener sus
lágrimas? ¿No sentía lo mismo? Ok, como fuera, por ahora se conformaría con
amistad. Solo por ahora. Tal vez Jaejoong se sentía demasiado inmaduro para
iniciar una relación, por lo que debía esperar hasta que este se sintiera más
cómodo. No tenía problemas con eso. —Está bien, Seamos amigos. —Yunho sonrió a medias y
extendió su mano en signo de amistad.
Jaejoong apretó la mano y dirigió su
mirada al fuego. Bueno, eso había estado cerca, al menos pudo medio convencer a
Yunho de dejar por un tiempo su enamoramiento. Sin embargo, todavía había algo
que rondaba en la mente de Jaejoong: Esos besos cortos de hace un momento, los
había iniciado él, y lo peor era que creía que le habían gustado. No, eso no
podía ser. Él no compartía los mismos sentimientos que Yunho ¿Verdad? Quizá
solo lo hizo para consolarlo, quizá la historia de la madre de Yunho lo
conmovió tanto que dejo atrás sus sentimientos, y simplemente lo beso. No fue
nada más profundo que eso.
Jaejoong apoyo su cabeza en sus
rodillas y dejo que el fuego de la chimenea lo calentara, mientras la mano
amiga de Yunho le acariciaba la espalda.
Al parecer volvía a tener a Yunho
bajo su control.
Justo como su jefe quería.
..
Nota: Dejen sus comentarios :D
Que malo Jae, cómo pudo decirle cosas tan hirientes a Yunho, y me dio más tristeza la historia de cómo falleció su mamá, espero que después de esto Jae decida dejar de engañarlo y que le diga la verdad.
ResponderBorrarMe gusta que Jae por fin se dé cuenta de que está sintiendo amor por Yunho, actualiza pronto porfa, necesito saber que sigue.
jae por favor dile la vdd a yunho, cuando yunho se entere que solo te acercaste a el por conveniencia le romperás el corazón y tal vez se aparte de ti, ahhhhh no quiero eso
ResponderBorrarOjala que Jaejoong le diga la verdad a Yunho antes de que sea tarde y le rompas el corazon a Yunho por que el puede cojerte rencor y el que va a sufrir vas a ser tu gracias por el capitulo cada dia esta mas interesante esperare el siguiente con ansias
ResponderBorrarJae se esta enamorando sin darsw cuenta , yunho ha sufrido tanto 😭
ResponderBorrarOjalá jae se de cuenta de el error que esta cometiendo antes de que sea demasiado tarde.
Me encanto.
Muchas gracias por el capítulo ❤
Wooo la historia de Yunho fue muy triste por eso no le gusta que roben, Jae ya se está enamorando de Yunho sin darse cuenta y espero que reflexione de lo que está haciendo por si Yunho nunca lo perdonará.
ResponderBorrarGracias por la actualización 😊
Quizás Jae se acercó a Yunho por órdenes de su jefe y se molestó por que Yunho le robó su primer veso pero eso sí que sirvió para que ya no lo pueda olvidar y al parecer a Jae si que le están gustando los besos de Yunho y terminarán por encantarle espero y que siga los consejos de Yunho y deje de robar y mejor que se dedique a cuidar y amar a Yunho el Jae
ResponderBorrarGracias
Me esta gustando mucho y entristeciendo a la vez :(
ResponderBorrar:)
Por favor no tardes en actualizar :3
La historia se Yunho es una muy común hoy en día en mi país. Ahora no sólo nos roban sino que también nos lastiman en el proceso.
ResponderBorrarEspero que no se le devuelva a Jae todo lo que está haciendo con Yunho
Espero que Jae se arrepita el obedecer ciegamente a ese viejo y que se de cuenta que se esta enamorando de Yunho para que hable con el y le diga la verdad para que no lo dañe.
ResponderBorrarGracias!!!
TT.TT Yunho!!
ResponderBorrarAAGGGRRRR¡¡¡ JJ¡¡¡ ¿por qué? ;;n;; pobre yunho, puff¡ pero bueno poco a poco, tu puedes yunho y jj deja de ser tan malo u.u gracias por el capitulo, muchas emociones :D
ResponderBorrar