Entrega Final
Nota: Esto es muy inesperado, lo se, pero déjenme explicarles: Resulta que cuando escribí el final de este fic tenia varias alternativas. El original (el que publique) se me hacia el mas desgarrador e impactante, y por eso no publique este capitulo que se suponía era el epilogo. Al volver a releer el fic, no pude soportar que hubiera decidido no dejarlos juntos XD, ya suficiente tenemos lo trágico de la vida real, para que así también sea en ficción. Así que en mis archivos rescaté este capitulo y decidí publicarle, para darle el final dulce que me parece que esta historia se merece.
“Te amo… ahora estoy delante
de ti y de nadie más,
¿Acaso estoy aferrado a tus manos?”
—I’ll Protect You.
Nueva
York, año 1923.
Los
telones cerrándose, las luces del teatro apagándose una a una hasta que solo
quedaron prendidas las del escenario principal. El ambiente apestaba a arte y a
sueños, algo encantador. Yunho miró a su alrededor y exhaló un suspiró de
orgullo al darse cuenta que realmente lo había logrado.
Había
cumplido su sueño.
Desde
su llegada a América, hacia unos dos años, Yunho no tuvo otra cosa en mente que
levantar su negocio de espectáculos, inspirado por su amor a las artes y a la promesa
a su musa que le aseguraba que él seria fuerte. Que no sería un hombre que se dejaría
derrocar. Y por supuesto lo había cumplido, había inaugurado un enorme teatro
en donde los artistas se podían expresar y dejar fluir sus talentos. Aparte de ser el director, él era ahora lo que
se podría considerar un hombre de negocios, sin embargo y pese a todo el dinero
que ahora poseía, él seguía siendo humilde. Seguía prestándola poca atención a
ese poco de papel sin importancia, y viviendo su vida tan libremente como
siempre lo había hecho.
Seguía
sonriendo sin parar, mojándose debajo de la lluvia y viviendo aventuras en los
lugares más insólitos… pero había una cosa en donde él nunca fue igual: Su
corazón no lo volvió a entregar. A nadie, y no es que hubiera tenido la
necesidad tampoco, durante ese tiempo después de su partida, Yunho no había
tenido intenciones de amar a alguien. No se sentía triste por ello, de hecho se
sentía extrañamente en paz. Como si su parte enamoradiza y conquistadora se
hubiera diluido.
Su
amor a él le había hecho madurar.
Y
no se sentía en soledad.
Estaba
en un estado de armonía con su ser.
—Yunho.
Su
bien amigo Junsu apareció de repente, con un abrigo en sus manos anunciando que
era el momento de irse. —¿Todavía no te has alistado? Ya es hora de ir a casa.
—Aun
no Su. —Yunho ladeó su cara y le otorgó una pacifica sonrisa. —Quiero quedarme
unos minutos más.
Levantando
ambos hombros como si no le pareciera extraña esa petición, Junsu asintió con
su cabeza y optó por irse primero, meditando que si su hyung quería estar a
solas, él lo dejaría en paz.
En
cuanto dejo de oír los pasos de Junsu por sobre las tablas, Yunho suspiró y se
dispuso a trasladar los elementos de su espectáculo que estaban aun sobre el
escenario hacia atrás del telón. Uno por uno, organizando la tarima, despejando
el ambiente…
…Una
figura de repente apareció en escena, instalándose en el centro del auditorio,
totalmente enigmático.
Yunho
de inmediato se irguió ante la presencia, confundido. —¿Se le ofrece algo?
La
persona, que estaba vestido con una túnica negra que le cubría hasta la cabeza
y un antifaz enorme adornado de muchas plumas de colores, solo levantó ligeramente
el rostro, susurrando. —He venido a hacer una audición. —Su voz sonaba extraña,
como si estuviera esforzando en sonar como alguien más. Como alguien que no
era.
—Lo
siento hemos cerrado por hoy, no recibimos mas audiciones. —Yunho le respondió,
no perturbado de que la persona no mostrara su rostro y en cambo estuviera
luciendo ese extraño disfraz. Al fin y al cabo así eran todos los artistas… fuera de lo común.
—Pero
quiero estar en su espectáculo.
—Lo
siento, no hacemos audiciones.
Sin
tolerar un no, la persona subió por las escaleras de la tarima y se le puso al
frente, reclamándole con su cuerpo que le diera una oportunidad. Al ver su valentía,
Yunho se cruzo de brazos y alzó una ceja, decidiendo que lo mejor sería dejarlo
adicionar. Si insistía tanto era porque realmente quería estar ahí. Entonces
bajó del escenario y tomó asiento en uno de los sillones de la audiencia, cruzando
su pierna izquierda sobre la derecha y haciéndole un gesto con la mano
indicando que podía empezar.
La
persona solo tomó una gran bocanada de aire antes de entonar su canción:
“Soljihki
Japgo Inneun nisonboda neoui kiseuga joha
Uri…
mane bimil… moduga jiltuhalgeoya
Haenbokhaeseo
Jireun Bymyeongsori mody yeotdeurerosseulgeo…”
Esa
canción… a Yunho se le hacía vagamente familiar. Esa dulce voz, tan femenina
como masculina, también hizo que el pulso de Yunho aumentara y que su columna
sintiera una corriente que fue increíblemente incomoda. Increíblemente
dolorosa.
—¿Cómo
te llamas? —Le preguntó mientras sus labios temblaban.
—No
creo que sea necesario.
Ahora
su voz sonaba más natural, incluso algo débil, como si quisiera romperse a
llorar.
De
repente, Yunho se sintió extrañamente mareado ¿Era él o el auditorio estaba dando
vueltas? Un mareo similar al de ese momento lo embargó mientras él intentaba
levantarse y caminar hacia el escenario. Subió por las escaleras y cuando
estuvo frente a la persona, un miedo le invadió de repente.
¿Y
si no era lo que estaba pensando?
¿Pero
cómo podría ser posible lo que estaba pensando?
¿Acaso
estaba alucinando?
Decidido
pero al mismo tiempo aterrado, Yunho tomó el aparatoso antifaz que la otra
persona estaba usando y lo arrancó de su cara, arrojándolo a un lado. Unos
bellos ojos lo recibieron y Yunho trastabilló unos pasos hacia atrás cuando
creyó ver una fantasma.
Era
imposible…
…era
…él.
—¿Jae…?
—Hola.
Le
dijo anormalmente sereno, incluso con una tímida sonrisa.
Esto
no podía ser verdad.
—No,
no, no. —Yunho se tomó el cabello cuando un terrible dolor de cabeza lo atacó.
Durante los primeros meses después de su partida él había tenido este tipo de
pesadillas, en donde se lo encontraba y luego se esfumaba; no quería volver a
eso, no quería volver a despertar llorando. En seguida cayó al suelo de
rodillas, llorando. Llorando desesperado.
La
otra persona se inclinó a su lado y rodeó con ambas manos su rostro,
haciendo que se levantara de nuevo. Aunque también abrumado, él estaba más
fuerte porque él conservó la esperanza. Él tenía razones para no estar
enloquecido. —Tranquilo —Le dijo con su voz suave. —No es un sueño.
Las
manos cálidas sobre su rostro de pronto se volvieron muy reales. Tan reales
para tratarse de una pesadilla. Abriendo lentamente sus ojos, Yunho decidió
hacerle frente. Definitivamente era él; era el idiota, problemático y hermoso
ricachón que conoció alguna vez en la ciudad de Paris.
Jaejoong.
—¿Cómo?...
¿Cómo es que…?
—Al
fin te he encontrado.
Jaejoong
le dijo y se apartó solamente para quitarse la túnica que llevaba, dejando al
descubierto aquel cabello castaño que aun era sedoso y liso. El corazón de
Yunho casi explota y su vista de nubló antes de volver a caer, solo para ser
hábilmente atrapado entre los brazos del otro. Verdaderamente no entendía, no
entendía lo que estaba sucediendo. No entendía porque Jaejoong estaba tan tranquilo,
¿Acaso no caía en cuenta de lo que significaba?
¿Acaso
no se daba cuenta que él había regresado de la muerte?
—Estás
vivo... ¡¿Cómo es que estas vivo?! —Finalmente estable, Yunho se las arregló
para preguntar, tan conmocionado como aliviado. Tomó sus mejillas y su corazón se
estremeció al reconocer la piel de terciopelo suave a su contacto.
—Tuve
que esconderme, tuve que hacerlo.
Eso
no aclaraba nada. —¡Tu moriste en mis brazos! ¡¡¡Yo te sentí morir!!! —Yunho
apretó los ojos mientras recordaba con amargura aquella horrible sensación de
sentir a la persona que amas dar su último suspiro entre tus brazos. Realmente había
sucedido, él no estaba alucinando. —¡La policía confirmó que habías muerto! ¡¡¡¿Cómo
es que estas aquí?!!!
—La
policía me encubrió Yunho. Tuve que pagarles mucho dinero para hacerlo, tuve
que fingir desaparecer, darte mi fortuna, hacer como si me hubiera desaparecido
de la faz de la tierra.
—¡¿Cómo?!
—Perdí
la conciencia en esa habitación y cuando desperté en un hospital me informaron
lo de mi padre. Tuve miedo y decidí que lo mejor es que ellos anunciaran que había
muerto.
No
tenía sentido, ¡Nada de esto tenía un maldito sentido! —¿Y por qué hiciste eso?
¿Por qué te escondiste de mí? ¿Por qué dejaste…?
—Porque
tenía que protegerme, los japoneses mataron a mi padre ese día. Si ellos se
enteraban que había sobrevivido, hubieran ido tras de mi… y tras de ti también.
Yunho
volvió a esconder su cabeza, tremendamente impactado. Podría jurar que él vio perder
la luz de ojos, que el escuchó a su corazón no latir mas… sin embargo ahí
estaba, tan real como para que se tratara de un mal sueño o una contusión ¿Entonces
había sobrevivido? ¿Entonces había sobrevivido al disparo cruel que recibió de
su padre?
—Yunho.
—Jaejoong lo llamó después de unos segundos e hizo que lo mirara a los ojos,
tan cerca que el enfoque se volvió borroso. —Yo nunca te deje de buscar. Te
fuiste de Paris y nunca deje de buscar por ti… hasta ahora.
Una
gota, otra más, y otra más, y otra más. Un riachuelo salió de los ojos negros
de Yunho al sentir como todo había vuelto a su orden. Como lo que deseó por
tanto tiempo y a la persona que deseó por tanto tiempo, volvía a estar a su
lado. Jaejoong también se rindió ante el momento, dejando que sus propias lágrimas
escaparan cuesta abajo por su cara. Para él había sido difícil, con el poco
dinero que le quedó había tenido que subsistir por su cuenta y luchar para
atravesar el atlántico para reencontrarse con Yunho. Ahora, después de tantas
penurias, él por fin estaba ahí, por fin estaba con el Yunho que lo enamoró en el
Molino rojo de Paris.
Las
palabras sobraron cuando la distancia se acortó y sus bocas su unieron, tan
fuerte que parecía que se fueran a fusionar en cualquier momento. Toda la
tristeza, todo el desamor y la culpa, fue borrado en un segundo y solo le siguió
un momento de tremendo alivio, como si todas las penurias del mundo habían
llegado a su fin.
Tal
parece ser que el cielo y la tierra les habían dado una segunda oportunidad.
Ahogándose
en el beso y en sus propias lagrimas, se abrazaron fuerte y dejaron que sus
bocas hablaran por si solas, dejaran salir todo el amor que habían retenido por
el otro. Dios, si que era liberador.
—Me
alegro, me alegro que cumpliste tu sueño. —Jaejoong habló exhausto mientras
seguía llenado a Yunho de besos prácticamente por toda su cara. Siempre lo
supo, siempre supo que Yunho tenía talento para ser exitoso, y verlo ahí, dueño
de su propio espectáculo, le hacia sentir tremendamente dichoso.
Yunho
solo se dejaba besar, remplazando su anterior expresión de asombro y consternación,
en una de increíble descanso. —Tienes razón, mi sueño se ha cumplido, pero no
es el que crees…
Jaejoong
se detuvo.
Yunho
junto sus frentes, cerró sus ojos, su voz sonó etérea:
—Mi
sueño era volver a estar contigo, creí que solo se cumpliría cuando muriera
pero creo que el destino me ha premiado por ser tan paciente.
La
sonrisa de Jaejoong fue cubierta de nuevo por esa boca que se resistía a
dejarlo ir. De ahora en adelante, si pudieran estar siempre besándose, entonces
lo harían hasta el final.
El
frio era como de madrugada, Yunho lo sentía.
Sentados
en el borde del escenario, con Yunho acunando las manos de Jaejoong y este reposando
su cabeza en el hombro de Yunho, ambos se mantenían pensativos, tan solo
escuchando la soledad del auditorio y el viento helado de la noche. Había
tantas cosas por hablar pero al parecer permanecer en silencio era lo único oportuno
que hacer en esos momentos. Aun no salían de su shock, se sentían en una
realidad alterna, totalmente ajenos al mundo exterior. Ambos rostros estaban
enrojecidos por tanto llorar y sus pechos palpitaban disconformes.
Estaban
agotados.
Luego
de unos minutos, Yunho miró hacia abajo, hacia las manos de Jaejoong y no pudo
evitar apretarlas de un modo fuerte, entrelazando sus dedos. —Estas delgado.
—Le dijo en un suspiro.
Jaejoong
las volteo a ver. —No he comido bien en meses.
Por
sus palabras, Yunho se sintió culpable, recordando que el horrible suceso que
dio lugar a la supuesta muerte de Jaejoong (y a lo complicado de su vida luego)
había sido provocada por su desconfianza. Por no escucharlo a tiempo.
Se
giró entonces para tomar por enésima esa noche el rostro de Jaejoong y hacer
que lo enfrentara. Él tenía algo que decir: —Jaejoong-ah, ese día… el día que
nos separamos… ¿Oíste lo que te dije? ¿Oíste lo que te dije cuando estabas en
mis brazos y cerraste los ojos?
Los
recuerdos de Jaejoong eran difusos. —No…
—Te
dije que lo sentía. —Yunho se detuvo, apretando sus labios para calmar la
agitación que desordenaba su boca. —Te dije que te creía que no habías hecho
nada contra mí y que te amaba, que te amaba un montón.
Jaejoong
exhalo un suspiró, él recordaba escuchar algo.
—Como aun te amo.
Honestamente
Jaejoong no necesitaba oír sus disculpas. Él ya las sabia y se sentía de alguna
manera mal de que Yunho hubiera cargado con esa culpa todo ese tiempo. —Lo sé, sé
que me amas, yo no te culpo por ese día Yunho, esa fue mi decisión, fue mi
entrega de amor para ti. Debes pensar que el que me haya esfumado, es como si
te hubiera castigado por tu desconfianza, pero no es así para nada. Yo
solamente quería que fueras feliz. —Jaejoong
se detuvo, recobrando aliento, era difícil expresar con palabras todas las
emociones que su corazón entumecido estaba sintiendo. —¿En todo este tiempo… no lo has
intentado con alguien más?
La
pregunta fue incluso ofensiva para Yunho. —¿Quién podría olvidar a este niño
caprichoso que me gritaba y luego me besaba? ¿Crees que alguien podría ser lo
suficientemente valioso para ocupar su lugar?
—No.
—Jaejoong rió nostalgico. —Pero un deseo mío fue el que fueras feliz, así fuera
con otra persona. Lo dije en la carta, aquella carta que te escribí. ¿Sabes de
lo que hablo?
Jaejoong
no tenía necesidad de especificar qué carta era, porque para Yunho era su
posesión más preciada. —Parecía en ella que te estuvieras despidiendo, no que
me estuvieras alertando que te esperara.
—No
sabía si iba a ser capaz de encontrarte ¿Y que si me esperabas para siempre y
nunca aparecía?
—¿Pero
aquí estamos, no?
Bajándose
de un salto de la tarima, Yunho volteó a ver a Jaejoong y le ofreció su mano.
El corazón del castaño titiló velozmente al ver a Yunho ahora con una gran
sonrisa, con su postura confiada y con su palma extendida, tal como era en los
viejos tiempo cuando le impulsaba a cometer locuras. Se sintió de pronto como
si hubiera retrocedido dos años.
—Ven aquí, sé mi voluntario.
Tomó
su mano y la sujeto fuerte, saltando también él fuera de la tarima, siendo
arrastrado por un Yunho vivaz que lo conducía fuera del escenario a entrar de
nuevo a su vida.
A
regresar de lo que nunca debió haber salido.
Al
parecer este espectáculo por fin había llegado a su merecido final.
Fin
Nota: Esto es muy inesperado, lo se, pero déjenme explicarles: Resulta que cuando escribí el final de este fic tenia varias alternativas. El original (el que publique) se me hacia el mas desgarrador e impactante, y por eso no publique este capitulo que se suponía era el epilogo. Al volver a releer el fic, no pude soportar que hubiera decidido no dejarlos juntos XD, ya suficiente tenemos lo trágico de la vida real, para que así también sea en ficción. Así que en mis archivos rescaté este capitulo y decidí publicarle, para darle el final dulce que me parece que esta historia se merece.
Así que este seria el verdadero final supongo.
Se que es tarde :P han pasado dos años desde lo publique y probablemente muchas de las personas que lo leyeron en su momento, ni vean este capitulo ni se acuerden. Pero bueno, las que si lo lean, si conocen de alguien que leyó este fic, me gustaría que se los compartieran.
Como nota aparte, hace poco visite por primera vez Paris y pude recorrer todos los lugares que mencionó en este fic, así que mi amor por el resurgió y por eso lo recordé.
me fascino este final bien merecido no tenían por que estar sufriendo por no tenerse así es mejor juntos por siempre y muy felices es como deben de estar siempre juntos y amándose con locura
ResponderBorrarGracias cMILA me encanto este final mas felicidades por tus viajes se feliz cuídate hasta pronto
Miles de gracias¡¡ siempre pensaba en esta historia y en su final triste cuando pasaba por tu blog y ver que habías publicado un epilogo me alegró bastante, eres una de mis escritoras favoritas de fanfics espero siempre una actualización de tu blog.
ResponderBorrarGracias por este final espero leerte pronto cMILA.
Ohhh que bueno yo sufrí con el final trágico... Me sentía mal por ellos... Es un alivio para mi corazón saber que volvieron a estar juntos... Gracias por publicar el epilogo... Besos
ResponderBorrarHay todavía recuerdo cuanto sufri,pero lo asumi...estoy feliz que ellos hayan terminado juntos. Si tienes tiempo sigue publicando tus fics son de lo mejor que he leido. Suerte.
ResponderBorrarHe vuelto a revivir otra vez toda la historia.
ResponderBorrarMuchas gracias por darnos este epílogo.
PD: Tengo un nuevo motivo para, por enésima vez, volver a releer la historia.
Aaaaaw JJ sobrevivió y se reencontró con YunHo, yeah!! Ya me había hecho a la idea de que JaeJoong había fallecido, pero gracias por darle una oportunidad...Adoro loa finales felices *w*
ResponderBorrarGracias por la historia!
que hermoso final. no me espere este epilogo muchas gracias por haber decidido compartirlo 😍🎊
ResponderBorrarQue bonito
ResponderBorrarMuy bueno...el otro final fue muy triste no me gusto
Me fascinoooo esta historia ahora tengo una razón mas para leerlo
Por favor no dejes de escribir ni de publicar
Gracias
Tarde pero lo lei
Hasta hoy que encontré este fíc y lo estoy leyendo... me alegro de hacerlo encontrado con este final... llevo 20 horas seguidas leyendo el fíc... amanecí después de mucho tiempo... hace media hora lloré con la muerte de Jae... pero ahora estoy feliz... se que no todos los finales deberían ser felices y la verdad yo lo estaba aceptando pero iba a quedar con una depresión para la semana...
ResponderBorrarMuy hermosa creación la que hiciste... hace mucho ya había leído entre dj0agdm y el mal y a principios de esta semana lo volví a leer de esa manera me encontré con este fíc...
Espero que puedas hacer más creaciones... y sí no pues mantengas la Fe en Nuestros SHINKIS...
😘😘😘😘😘