lunes, 30 de mayo de 2016

Lady Marmalade - Decimo Novena Entrega

Décimo Novena Entrega


J
aejoong tomo otro sorbo de su costoso champagne y se quedó mirando un punto fijo en la pared, luciendo totalmente miserable. Todo el día se había esmerado en emborracharse para olvidar sus preocupaciones, pero por más que tomaba, el trago no daba ningún resultado en él. Parecía inmune a sus efectos y Jaejoong nunca se sintió tan desesperado.

Quería perder el conocimiento puesto que no sabía qué decisión tomar.

La decepción en los ojos de su padre y el amor en los labios de Yunho lo tenían al borde del colapso. Se sentía atrapado, sentía a cada uno jalándolo para su lado. Y si no se movía, ambos terminarían por romperlo en dos. 

Jaejoong se recostó de lado en su cama, sin  dejar de mirar la pared.

Claro estaba que podía escoger la opción más fácil: Dejar a Yunho y seguir los deseos de su padre tal como lo debió haber hecho en un principio. Sin embargo, esos días junto a Yunho le habían enseñado el verdadero significado de la felicidad y si lo dejaba, era probable que nunca más volviera a sentirse así.

Y no quería, no quería que su vida regresara al estado antes de conocer al artista.

Yunho había sido como su salvavidas, su puerta a la libertad. Seguirlo podría ser su liberación, pero también sería su condena.

Sinceramente, él no sabía qué hacer.

—¡Jaejoong!

La voz sonó detrás de la puerta y Jaejoong se levantó sin alientos en dirección a ella. Ya ni sus guardaespaldas se encontraban con él, el señor Kim se los había arrebatado de su lado.

Abriendo la puerta, Jaejoong cerró los ojos con tristeza al ser atacado por un agitado Yunho, quien le tomo el rostro y le beso la frente, envolviéndolo en sus brazos una vez más. —Tenemos que irnos. —Sin ofrecer explicación, Yunho fue hasta su armario y empezó a sacar sus pertenencias. Era obvio lo que estaba planeando.

—Yunho, espera.

Jaejoong le dijo leve pero Yunho no lo escucho y siguió en su labor de empacar cosas.

—Yunho, detente.

Siguió sin prestarle atención.

—Yunho por favor.

No tenía intención de obedecerlo.

—¡¡¡Yunho!!!

Jaejoong finalmente perdió la calma e hizo que Yunho se volteara, impresionado por el repentino grito. —¿Qué sucede amor? —Le dijo al notar la expresión demacrada de Jaejoong y fue hasta él, acunandole el rostro con sus manos.

—No puedo…. —Jaejoong cerró los ojos. —No puedo irme contigo.

—¿Por qué?

—No puedo dejar a mi padre.

Yunho suspiró ante la frase. Jaejoong estaba siendo muy terco. —Tu bien sabes que él nunca permitirá que estemos juntos. Marcharnos es nuestra única opción. Coordinare todo lo más rápido posible, juntos iremos a América…

—¡No! —Jaejoong se escapó de sus brazos. —Yo soy lo único que le queda a mi padre. No lo puedo abandonar así tan cruelmente.

—¿Acaso no lo abandonaste cuando viniste a Europa?

—Eso fue diferente. Esta vez es como si me despidiera para siempre.

—Pero no nos dejara seguir con esto. Debemos ir…

—¡Ya te dije que no, Yunho!

Jaejoong le gritó y le dio la espalda, decidido a no escuchar más. Sabía que estaba siendo duro pero si no dejaba las cosas claras, Yunho terminaría por convencerlo. Su padre podía ser cruel y egoísta, pero a fin de cuentas era su padre y sumándole la amenaza que tenían de los japoneses, sería muy desconsiderado que lo abandonara tomando en cuenta que su padre tuvo la molestia de ir por él hasta Paris.

—¿Qué quieres Jaejoong? ¿Te quedaras aquí?

Aun así, su corazón no se resistía a dejar ir a Yunho. Pero obviamente no podía tener a los dos, tenía que elegir.  

—Bien. —Yunho suspiró rato después al ver la cara de culpa de Jaejoong —Si eso es lo que decides, entonces seré yo el que me marche. Te veré algún día en América. —Dramáticamente, Yunho se dio media vuelta. Él podía comprender hasta cierto punto las razones por las cuales Jaejoong no quería irse, aun así se le hacía estúpido ese pensamiento. Siendo el hombre sin ataduras que era, él nunca se obligaba a mantenerse unido a alguien que claramente le hacía daño ¿Por qué Jaejoong se empeñaba en estar de lado de su padre, cuando su padre claramente lo rechazaba por lo que en realidad era? No lo entendía, no entendía el pensamiento de Jaejoong. Debía hacerlo entrar en razón, de una manera u otra.

Tenía que ponerlo al borde de la desesperación para hacerle abrir los ojos.

—¿Qué? —Jaejoong se tornó blanco. —¡Espera, no! —Se anclo a su brazo, impidiéndolo seguir. —No quiero que te vayas.

—Está claro que decidiste. Y si decides seguir a tu padre, entonces no tengo nada que hacer aquí.

—Pero no quiero que te alejes de mí.

—Yo respeto tus deseos y sé que no tengo derecho a cuestionarlos.

—Pero te amo. —Afligido, Jaejoong abrazó con fuerza el cuerpo del otro. Yunho se mordió los labios al sentirse derrumbado por la tristeza de Jaejoong. No lo quería ver así, no quería provocarle un sufrimiento innecesario. —¿Entonces iras conmigo? —Le preguntó con el corazón en la boca. Aceptaría cualquier respuesta que recibiera así no fuera la que quería escuchar.

Ante tal ultimátum, Jaejoong levanto su rostro contraído, asintiendo con su cabeza.

Yunho sonrió aliviado por la respuesta. —Bien, entonces tendremos que apurarnos.

Dejando su tristeza atrás, Jaejoong ayudó a Yunho a empacar sus pertenencias. Su ropa, sus joyas, sus elementos personales; todo fue atiborrado en una maleta sin tener el tiempo de ni siquiera acomodarla. No había espacio para eso.

De repente se escucharon unos golpes en la puerta principal de la suite, haciendo que ambos voltearan asustados hacia ella.

¿Acaso era el señor Kim que había venido por su hijo?

Con cautela, Jaejoong fue hasta la puerta, indicándole a Yunho que se mantuviera escondido por si sus sospechas eran ciertas. Pero cuando la abrió, una persona totalmente diferente entro por ella, dejándolo totalmente confundido.

—Buenos días Kim Jaejoong. —Le saludo Changmin, mostrándole una gran sonrisa.

Jaejoong frunció el ceño, reconociendo a aquel extraño hombre que lo había visitado hace unos días atrás. —¿Qué hace aquí?

—Vengo a reclamar mi pago.

—¿Pago? —Ahora si estaba realmente perdido.

—Sí. —Asintió Changmin, mirando disimuladamente alrededor para ver si podía captar a Yunho. Había estado vigilando la suite toda la mañana e indiscutiblemente había visto a Yunho entrar por esa puerta, por lo que estaba seguro que el moreno debía estar ahí presente. Así, la primera fase de su plan tendría éxito. —La última vez que vine no pudo pagarme ¿No se acuerda?

—Honestamente no se de lo que está hablando. —Le dijo Jaejoong al escarbar en su mente y no hallar ningún recuerdo que le aclarara que estaba sucediendo. ¿Qué quería ese sujeto de él?  ¿Por qué justamente lo molestaba cuando tenía que salir de urgencia? —Mire creo que está hablando con la persona equivocada. Así que si me disculpa…

—Le estoy hablando del trabajo que me encargo. Del incendio en Bateau-Lavoir ¿Ahora recuerda?

Jaejoong, quien le había dado la espalda, se quedó estático, volteándose de nuevo hacia él. —¿Disculpe?

—Sí, lo que oyó. Vengo a reclamar mi pago por el trabajo.

Al escuchar esto, Yunho salió de detrás de la puerta en donde había estado escondido. —¿Qué está diciendo?

—Oh, lo siento. No sabía que había alguien más. —Changmin fingió lucir sorprendido, sintiéndose extremadamente emocionado al tener a Yunho en frente suyo para contarle la verdad.

“Verdad” que él mismo se había inventado, claro está.

—Repítame lo que dijo. —Yunho le demandó sin siquiera molestarse en saludar. ¿Sus oídos habían escuchado bien? ¿Se estaba refiriendo al Bateau-Lavoir?

—¿De qué está hablando? —Jaejoong le repitió, al igual que Yunho, muy ansioso.

Changmin curvo una sonrisa al tener a los dos encima suyo y cuando abrió su boca, su malicia salió por si sola. —Kim Jaejoong me contrato para que incendiara el Bateau-Lavoir puesto que quería deshacerse de alguien. Ahora estoy reclamando lo que me corresponde.

Tanto Yunho como Jaejoong abrieron los ojos por la declaración, uno en sorpresa y el otro en confusión. —¡¿De qué rayos habla!? ¡Yo nunca lo envié, ni siquiera sé quién es usted! —Fue Jaejoong quien habló primero, reclamándole al hombre.

¿Qué carajos era todo esto? ¿Por qué ese sujeto…?

—¿Qué está diciendo Jaejoong? —Yunho volteo a Jaejoong del brazo y le demandó una explicación. —¿Por qué…?

—Mire aquí tengo una prueba. —Changmin saco el dichoso contrato y se lo entrego a Yunho. De inmediato, Yunho empezó a ojearlo, leyendo en sus páginas lo del pago por Lady Marmalade y el acuerdo de “arrasar a la competencia”…

…Que no era más que una expresión para referirse a un asesinato.

Siguió por las hojas y al llegar a la última, sus ojos pudieron comprobar que la firma que estaba en la parte inferior derecha era la de Jaejoong, la cual estaba completamente terminada. —¿Qué es esto? —Yunho susurró sin aliento cuando su mente al fin pudo atar todos los cabos.

—No… no lo sé. —Los labios de Jaejoong temblaron por la acusación. El no había firmado eso ¿O sí?

—¡¡¡¿Qué es esto?!!! —Enfurecido, Yunho arrojo el contrato al piso. —Me dijiste que no habías tenido nada que ver.

—¡Porque no lo tuve!

—Pero porque… —Yunho  se tomó la cabeza, su corazón empezando a partirse. —¿Me mentiste acaso? ¿Tú me querías asesinar?

—Esas fueron las órdenes que recibí. —Se entrometió Changmin al recoger el contrato del piso. Estaba haciendo un gran esfuerzo para no echarse a reír en esos momentos.

Su plan estaba funcionando.

Y mejor de lo que había esperado.

—No, no entiendo que está pasando. —Jaejoong de repente se sintió mareado, en alguna parte de sus recuerdos él recordaba ese contrato. Sin embargo, él sabía que nunca le pediría a alguien matar a otra persona. Como había dicho, él no se metía con eso.  —Yunho, tienes que creerme. Yo nunca haría eso.

—En ese incendio… Junsu murió, Jaejoong. No juegues con esto por favor. —Yunho le suplicó con la voz quebrada mientras sentía como sus lágrimas lo traicionarían de un momento a otro. Realmente era grave, si Jaejoong había sido el causante, no estaba seguro de poderlo perdonar.

—Te digo que yo no fui, Yunho. —Jaejoong volvió a repetirle, queriendo que todo se aclarara de una vez por todas.

—Tú dijiste que la muerte no era insignificante para ti. Lo de tu madre… ¿Eso también fue mentira?

Al oír eso, Jaejoong no pudo evitar sentirse realmente dolido. ¿Por qué Yunho desconfiaba así de él? ¿Por qué las palabras de un extraño de pronto tomaron tanta fuerza? —Yunho, no puedo creer que le estés creyendo más a él que a mi ¿No confías en mi acaso? ¿Crees que tuve el corazón para hacer eso?

—Tú me odiabas tanto antes, incluso te atreviste a amenazarme. Me es difícil creer ahora en tus palabras.

—¿Eso significa que no me crees? ¿De verdad piensas que yo lo hice?

Yunho se quedó mirándolo, incapaz de responder a esa pregunta. Su boca se abrió para decir algo pero luego se volvió a cerrar. No tenía las fuerzas necesarias para decir lo que había en su mente. No tenía las fuerzas ni para afrontarlo. Por lo que dándose media vuelta, él decidió que lo mejor era abandonar la habitación, porque no quería caer en el encanto de esos bellos ojos pidiéndole que le creyeran.

—Pero tú me dijiste que era dueño de un hermoso corazón

Escuchó a Jaejoong sollozar y su corazón se partió.

Ante la nula respuesta de Yunho, Jaejoong bajo la cabeza y su alma se sintió traicionada. Al parecer en los ojos de Yunho, él seguía siendo una mala persona. El villano del cuento. Y aunque Jaejoong hubiera tratado de ser amable y dulce, a Yunho nunca podría convencerlo.

Porque a pesar de que se lo dijera mil veces, no le iba a creer.

—Necesito tiempo, necesito tiempo para meditar esto. —Yunho le dijo antes de derrumbarse ahí mismo. —No me busques por ahora Jaejoong. Déjame pensar. —Yunho caminó hasta la puerta y salió sin querer voltear a la persona detrás de él. Luego empezó a correr y correr por los pasillos, queriendo borrar las palabras que ese sujeto había dicho.

Pero ya estaban ahí… ya estaban ahí y él no las podía olvidar.

Él amaba tanto a Jaejoong que le era difícil desconfiar de él, aun así su raciocinio esta vez tomo la delantera… y dejo en segundo lugar a lo que su corazón le decía.




..




Changmin llegó muerto de la risa a su habitación luego de dejar a solas a Jaejoong en su suite. Ese contrato le había sabido beneficiar de alguna manera solo que nunca se imaginó que sería de la forma en que lo hizo. Enemistando a Yunho de Jaejoong y luego haciéndole creer a este que Yunho no volvería porque lo odiaba… era la forma más fácil de cubrir el pequeño regalo que el señor Kim le tenía preparado al artista. La primera fase de su plan había salido a la perfección: El que Yunho y Jaejoong se alejaran facilitaba más las cosas para la ejecución de la segunda fase.

Al parecer, los problemas de Changmin comenzaban a solucionarse y dado los resultados, ya no le sería útil tener que ejecutar otro plan.

Por lo que debía ocuparse de la persona que tenía en su poder.

Abriendo el cajón de su mesa de noche, Changmin saco de ella una gran soga a la cual le hizo un nudo, asegurándola fuertemente con sus manos. Luego abrió su gran armario y le sonrió a la persona que estaba dentro de él, la cual llevaba semanas enteras a su disposición esperando el momento de ser utilizado.

El hombre le devolvió la mirada.

Se trataba de Junsu.

—Buenos días mi obediente prisionero.

Changmin se le burlo, observando al hombre que se encontraba arrinconado en una esquina con ambas manos atadas y un pedazo de tela amordazada en su boca. Se veía miserable, en un estado completamente deplorable. Ya hasta había perdido la noción del tiempo de cuanto llevaba encerrado ahí. Estaba harto. Fuera lo que fuera que le pasara, quería que ese sufrimiento terminara ahora mismo.

Y al parecer ese momento había llegado.

—¿Algunas palabras antes de morir Kim Junsu? —Changmin le sonrió mientras jugaba con la soga, la cual utilizaría para ahorcarlo porque obviamente tenía que matarlo. Y aunque no quería ensuciarse las manos, no lo podía dejar ir, no después de que el hombre había visto su rostro y Yunho estaba a un paso de caer en las garras del señor Kim. Si lo dejaba escapar, quizá Junsu trancaría sus planes…

…Y eso no lo iba a permitir.

—Salúdame a Jung Yunho cuando se encuentren en el infierno. —Changmin sonrió perverso y se ubicó detrás de Junsu, rodeándole la soga en el cuello. Junsu apretó los ojos con las pocas fuerzas que le quedaban y esperó su final. La soga se ajustó fuerte a su cuello y lo hubiera ahorcado de no ser porque alguien entro de improvisto a la habitación, deteniendo su cruel destino.

Era Lady Marmalade.

Changmin de inmediato se alejó de Junsu, mostrándose un poco nervioso por la visita de su hermana. —¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el molino rojo? —Le preguntó mientras intentaba inútilmente de ocultar a Junsu con su cuerpo.

La mujer quien venía con un semblante distinto al usual, ignoro su pregunta.  —¿Qué estabas haciendo? —Le preguntó.

Changmin miró con disimulo hacia atrás. —Solucionando asuntos.

Escéptica, Tiffany esquivo el cuerpo de su hermano y miró detrás de él, observando al hombre amarrado y sollozando por su vida. De inmediato ella se alejó.  —¡¿Qué es eso?! ¿¡Quién es ese hombre?!

—Tiffany, vete, regresa al molino rojo.

—No, ¿Qué está pasando Changmin?

—Nada. Regresa —Él la tomo por lo hombros y la dirigió de nuevo hacia la puerta, pero ella se zafo y fue hasta el hombre amarrado, detallándolo ahora mejor.

Ese hombre….ese hombre era el mejor amigo de Yunho, el cual supuestamente había muerto durante el incendio de Bateau-Lavoir. ¡¿Qué hacía amordazado en el piso de la habitación de su hermano?! ¡¿Acaso Changmin aparte de causar el incendio, secuestro también a ese hombre?!

¡¿Qué clase de monstruo era su hermano?!

—¡Él es! ¡Él es!... —Tiffany se volteo conmocionada, señalando al sujeto. —¡Él es Junsu, el mejor amigo de Yunho al cual habían dado por muerto!

Al verse atrapado, Changmin se cruzó de brazos, sin ganas de siquiera negarlo. —Si es él ¿Algún problema?

—¡¿Algún problema?! —Tiffany soltó una risa irónica. —Tú me dijiste que no habías tenido nada que ver y ya con esto último me confirmas que tú fuiste el que incendio el Bateau-Lavoir.

Changmin rodo los ojos ante eso. —¿Enserio eso es importante ahora Tiff? Honestamente eso ya paso hace mucho tiempo, ahora lo que debemos hacer es concentrarnos en Jaejoong y nuestro acuerdo con el señor…

—¡¡¡Cállate!!! —Inesperadamente ella le grito, haciendo que Changmin cerrara su boca. —¡¿No ves lo que has hecho acaso?! ¡¿No ves que jugaste con mi confianza!?

—Fue por tu propio bien.

—No, —Ella negó con su dedo. —No me manipules Changmin. Creo que es bastante claro que lo que menos te interesa es mi bienestar y mis intereses.

—Me interesa nuestro bienestar y nuestros intereses Tiff. Todo lo que he hecho es pensando en los dos, no solo en mí, así que no veo porque te tengas que sentir enojada. Ahora si me disculpas… —Changmin se trasladó hacia el lado del hombre, queriendo terminar la conversación con su hermana pero ella se interpuso en su camino, decidida a no dejar pasar eso.

Ya no iba a ser el cordero obediente que siempre había sido. —Tú me hiciste una promesa de que no lastimarías a Yunho.

—Y te la cumplí. —Changmin se rió irónico. —Al fin y al cabo el incendio no lo lastimo.

La fuerte cachetada que le propino Tiffany hizo a Changmin quitar su mueca burlona. —¿Qué caraj…?

—¡No puedo creer que me hayas hecho esto! ¡No puedo creer que hayas sido capaz de lastimar al hombre que amo!

—¡Basta Tiffany! ¡Soy yo el que no puede creer que sigas enamorada de un hombre que obviamente está enamorado de otra persona! ¡Despierta Tiffany, déjalo en paz!

—¡No voy a permitir que me digas que hacer! Siempre, he seguido tus órdenes, siempre. Ahora creo que es el momento de hacer lo que yo quiera. —Ella camino decididamente hacia la puerta pero fue detenida por el brazo de Changmin que la sujeto fuertemente.

—¿Qué estas planeando? —Le preguntó al reconocer esa señal en los ojos de su hermana la cual le causo intranquilidad.

Ella le mostro una sonrisa. —Tus planes Changmin… no saldrán como lo esperas…

—¿A qué te refieres? —Él apretó aún más su agarre, siseándole con los dientes. De verdad ya se estaba preocupando.

—Le contare a Yunho la verdad, y ni tu ni nadie me lo podrá impedir.

—¡No seas estúpida! ¡¿No ves que eso mandaría a tu preciado Yunho a los brazos de Kim Jaejoong de nuevo?!

—No, yo hare que esta vez este conmigo.

Zafándose del agarre, ella se volteo dispuesta a hacer lo que tenía en mente pero el grito de “¡No lo permitiré!” de Changmin la hizo voltear de nuevo y enfrentar a su hermano. A continuación, un gran golpe la desubico por un momento y luego, un fuerte empujón hizo que perdiera el equilibrio y se estrellara contra la pared de la habitación. Ella intento ponerse de pie de nuevo pero Changmin la volvió a golpear duro en el rostro, tratando de dejarla noqueada. Le dio unas cuantas patadas en el estómago y cuando ella dejo de resistirse, Changmin le dio la espalda convencido de que la había dejado sin aliento.

No obstante, ella tenía un az bajo la manga.

Deslizándose hacia arriba por la pared, se las arregló para sacar de la parte trasera de su vestido un revolver que había robado de la oficina de su jefe y lo apunto justo detrás de la espalda de su hermano, advirtiéndole: —Quédate quieto.

Cuando él se volteo y vio el arma, su semblante de seguridad se fue abajo y una mueca de miedo se instaló en él. —Mi Young… ¿Qué… Haces? ¿De dónde sacaste eso? —Preguntó tartamudeando, levantando las palmas de sus manos como si quisiera protegerse.

—No me alejaras de Yunho, nunca más. —Ella dijo mientras sentía como su cuerpo temblaba. De verdad le estaba costando mucho sostener esa arma, sin embargo era lo único que podía hacer para protegerse y proteger a su amado.

—Por favor Tiff, tú no quieres hacer eso. Soy tu hermano ¿Lo recuerdas?

—Sí y yo soy tu hermana… pero parece que hace mucho tiempo olvidaste eso. —Al decir esto, un imperceptible rio de lágrimas empezaron a escurrir de sus ojos. Su fiel y amado confidente de toda una vida, se había vuelto su peor enemigo, y eso dolía. Dolía profundamente.

—Tiffany solo quiero una mejor vida para los dos. Baja el arma, por favor.

—¡Quieres una mejor vida para ti mentiroso!¡Todo este tiempo siempre has pensado en ti!¡Ni siquiera te ha importado lo que yo siento por Yunho!

—¡Por dios ya deja de vivir en esa fantasía! ¡Esto no se trata de mí! ¡No me puedes echar la culpa porque Yunho no te amé!

—¡Cállate! —La voz de Tiffany ya no sonaba normal. De hecho, toda la angustia y desesperación de su cuerpo empezó a hacer mella en su raciocinio y su cabeza. Estaba como fuera de sí, alterada, dispuesta a reaccionar a cada provocación que se le dijera. —¡Yunho está confundido pero eso no significa que no me pueda amar! ¡¡Yunho me va a amar, haga lo que haga, Yunho me amara!!

—¡¡¡No, no lo hará!!! ¡¿Sabes porque?! —Changmin se acercó a ella con la esperanza de hacerla entrar en razón así fuera de la manera más cruel. —¡¡¡Porque él esta perdidamente enamorado de Kim Jaejoong y no dejara de estarlo hasta que lo eliminemos completamente de la faz de este planeta!!!

—¡¡¡NO!!!

Apretando el gatillo, Tiffany arremetió furiosamente contra el cuerpo de su hermano, disparándole un millón de veces hasta que el cuerpo cubierto de sangre cayó al piso. Junsu, quien había estado observando todo el espectáculo desde una esquina de la habitación, abrió los ojos impresionado al ver el cuerpo de su captor completamente destruido por las balas.

Presa del miedo, Tiffany soltó el arma y cayo de rodillas al piso, no pudiendo dar crédito a lo que había hecho. ¿Había asesinado a su propio hermano? No, ella no lo quería creer. Ella no era una asesina. Sin embargo, los hechos hablaban por si solos y de no ser porque su hermano estaba tirado en el suelo con su cuerpo derramando ríos de sangre, ella no lo hubiera aceptado.

—Por dios…por dios… —Susurró alterada, tomándose la cabeza.

Cuando se hubo recuperado un poco de su shock inicial, Tiffany fue hasta el cadáver y empezó a tocarlo, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar ahora. Las cosas se le habían salido totalmente de las manos. Agarró una sábana de la cama y como pudo enrollo el cuerpo inerte de Changmin en ella, luego lo traslado empujándolo hacia el armario y lo deposito ahí, esperando que nadie se diera cuenta de lo sucedido. Fue hasta Junsu y con todas sus fuerzas lo devolvió también al armario, no queriendo asesinarlo pero tampoco deseando dejarlo escapar. Él era un testigo y no se iba a arriesgar a que él la delatara. Después, trató de limpiar un poco el piso, puso un tapete encima y arreglo la cama, intentando quitar cualquier manchón de sangre que revelara su delito.

Luego de todo eso, ella fue hasta el baño de la habitación y se observó en el espejo. Se veía totalmente demacrada; las lágrimas, golpes y su angustia interna se reflejaban en ese bello rostro que había sido tantas veces motivo de admiración, pero que ahora no era nada más que el rostro de una asesina.

No queriendo que nadie la viera así, abrió el grifo del lavamanos y se arregló lo más que pido para que no se notara lo que había acabado de hacer. Se quitó la ropa manchada de sangre y se cambió con un conjunto viejo que su hermano aun tenia de ella. Sonriendo levemente a su reflejo y convenciéndose de que nada había pasado, ella abandono la habitación, dejando atrás el cuerpo masacrado de su hermano junto al prisionero Junsu quien compartía horrorizado su espacio con un cadáver.



..



En la víspera de media noche, Jaejoong se presentó en el domicilio que su padre había alquilado. No tenía intenciones de quedarse con él, solo quería despedirse de él puesto que ya había tomado su decisión final: Iba a luchar por Yunho. Iría donde el artista y lo convencería de que él no fue el que planeo el incendio. Iba a hacer de todo para volverlo a tener a su lado… porque lo amaba y había llegado a la conclusión de que sin él, su vida no podría seguir.

No podía estar lejos de Yunho.

Y él no iba a pagar las consecuencias de algo que no había hecho.

Realmente no entendía lo que había sucedido esa mañana en su suite, pero fuera lo que fuera que estuviera tramándose contra él, Jaejoong iba a ser más fuerte y no se iba a dejar.

Sin embargo, aún tenía algo que resolver y era la cuestión de su padre. Tenía que hacerle saber qué decisión había escogido y despedirse de él para siempre. Era lo mínimo que podía hacer por el hombre que lo había criado y al cual siempre había querido complacer.

Siendo recibido por uno de los empleados de su padre, Jaejoong subió las escaleras de la casa y fue directo a la habitación en donde le dijeron que estaba el susodicho. Se instaló frente a ella y tomó una respiración profunda, preparándose internamente para enfrentar al hombre detrás de la puerta. Su brazo se estiro para tomar la perilla.

Supongo que ya saben para que los he citado aquí ¿No es así? —Escuchó la voz de su padre conversando al parecer con otras personas. Extrañado, ojeo por la ranura de la puerta para averiguar qué era lo que estaba ocurriendo dentro de la habitación.

Lo que vio lo dejo confundido.

El señor Kim se encontraba sentado en su sillón dándole la espalda y frente a él habían tres hombres que él sabía muy bien no eran empleados de su padre. Parecían ser citadinos europeos, sin embargo, su apariencia y su manera de vestir le decían a Jaejoong que quizás no eran hombres de buena fe. Que quizás eran hombres que se ocupaban de trabajos sucios del bajo mundo.

Oímos que requiere nuestros servicios. —El hombre más alto contesto y Jaejoong arrugó el entrecejo. —¿De quién se trata?

Se llama Jung Yunho, vive en uno de los cuartos del edificio Bateau-Lavoir en Mortmartre. —El señor Kim le respondió —Es un artista de la calle, algo famoso he de decirlo.

Entiendo. Entonces… ¿Cómo quiere que lo matemos?

¿Qué? El corazón de Jaejoong se detuvo por un segundo. ¿Matarlo?

Oh no, no quiero que ustedes lo maten. —El señor Kim negó con sus manos. —Ese privilegio lo quiero tener yo. Solo quiero que me lo traigan ante mí y de paso puede que lo puedan asustar…

Uno de los hombres soltó una carcajada. —¿Lo suficiente para dejarlo inconsciente?

—Lo suficiente para hacerlo suplicar por su vida. Aun así, lo quiero consiente cuando este frente a mí. Quiero mirarlo a los ojos y burlarme por atreverse a meterse con mi familia.

—Bien. —El sujeto asintió. —Entonces téngalo por seguro que así será. Mañana por la mañana iremos a buscarlo al edificio y lo traeremos ante usted en menos de un santiamén.

Perfecto.

Jaejoong escuchó a su padre reírse complacido y sus pasos fueron hacia atrás, abriendo su boca con miedo y confusión al mismo tiempo. ¿De verdad su padre sería capaz de hacer eso? ¿Asesinar al hombre… que amaba? No, eso no podía ser posible.

De inmediato, Jaejoong se alejó lo más rápido que pudo de aquella puerta y salió a la calle, sin dejar que nadie lo siguiera o le impidiera su salida.

Corrió y corrió por las calles abandonadas de esa hora de Paris y se detuvo en un parque cercano, con el pecho subiendo y bajando velozmente. Él miro al cielo, sus emociones estrellándose una contra la otra. Su padre… estaba decidido a acabar a Yunho así fuera ensuciándose sus propias manos. Estaba decidido a acabar con su felicidad y eso era cruel de aceptar. La persona que Jaejoong siempre quiso ser, le demostraba que no era más que un sucio ser humano.

Un sentimiento de profunda decepción se le instalo en el corazón, sin embargo él no se podía dar el lujo de sucumbir ante eso.

Debía avisarle a Yunho lo más rápido posible de lo que tenían preparado contra él, debía interponerse en los planes de su padre para que no pudiera lograr su cometido. Iba a ser todo lo posible, no iba a permitir que lastimaran a Yunho.
Mirando hacia al frente, Jaejoong acelero el paso, decidido a no dejar que el destino ocurriera.

Decidido a que si eso sucedía… entonces él se iba a esforzar para hacer que él que recibiera el castigo… fuera él.

No su Yunho.


..


Nota: Hola, un capitulo de muchas emociones ¿No? Lamento haberme demorado, pero bueno lo importante es que aqui esta.

El proximo cap sera el final y tengo que decirles que se tienen que preparar, aunque aun no tenga decidio cual de los finales en mi cabeza usare. 

Estare publicandolo en el transcurso de esta semana, bye!





9 comentarios:

  1. Tiffany mato a su hermano se lo merecia pero me da pena igual porque era mi chango :'( junsito vio todo q trauma. El padre de jae es un desperdicio humano qur malo y ahora recien se da cuenta jaejoong. Espero que no suceda una tragedia qie ahi si voy a llorar a mares. Gracias por actualizar ^^

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  2. por dios esta se a quedado muy muy interesante Yunho y Jae separados por las intrigas de Min
    Min muerto por manos de su querida hermana
    Junsu vivo pero atrapado en el mismo lugar con el cuerpo de Min
    Jae se a enterado que su padre quiere matar a su amado Yunho y corre a salvar le la vida espero que si logre avisar y que huyan de ese lugar de locos
    lo dejaste Muy bueno y estaré esperando por mas
    Gracias por compartirlo estaré en espera de mas

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  3. Woooow o.O por kami-sama!! Que impactante!
    Esos hermanos si que son de armas tomar...kekeke pobre Junsu!!! Alguien auxilielo!!
    Noooooo!!!! El señor Kim es horrible!!! X-(

    Gracias por el capitulo!

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  4. Mataron a Changmin O.o!!!! Bueno si ae lo merecia y su hermana ya quemó ... esta loca!!! Lo bueno de todo es que Junsu esta vivo y lo malo es todo lo demas XD.
    Cua tas dificultades y eso que aun no se resuelve lo de loa japoneses, espero que Yunho le crea a Jae y escapen juntos antes de que algo malo les pase.
    Gracias fue un capitulo emocionante.

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  5. Entre en shock!!! ... Changmin estaba reloco de ambicion......no puedo creer que haya tenido al dulce Junsu encerrado de esa manera. La tifany igual esta loca, no veo de que manera va a ocultar por mas tiempo eso. Y Yunho ..... Desconfia de Jae, buuu aunq no quiera....y pobresito de mi bebe, ama con locura a Yunho, iba a dejar todo por el....wiiiii....y omg!!! El padre quiere matar a Yunhis y Jae hara algo, pero que :( ..... Puede salir lastimado.....y encima algo pueden hacer los japoneses..... U.u Por el bien de mi salud mental que no le pase nada a Jae, please..... Q se quede feliz, merece serlo, por favorrrrrr!!!! ..... No quiero q acabe, no quiero buuuuu. Gracias!!!!!

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  6. Wow~ que loco el capítulo D: la verdad nunca imaginé que Changmin tendría tan poco tiempo como antagonista, intuía que su hermana se interpondría en sus planes contra Yunho, pero de ahí a matarlo... ¡está muy loca! pobre Yunnie, le esperan muchos momentos poco cuerdos y difíciles.

    Por otro lado, me dio penita que separaras al Yunjae así, sé que es necesario para el climax final... pero aún así, me dio penita :( espero que Yunho y Jaejoong logren encontrar la felicidad al terminar todo, así somos todos felices(?) :D

    Igual ahora que apareció Junsu con vida (eh! eh! eh! :D) Yunho será feliz~ ... bueno si es que logra salir del armario xd esperemos que sí jajaja

    ...¿Me dices que me prepare para el final? siento que se avecina una tragedia cuando me dicen "preparate", es como si, implicitamente dijeran "¡te haré sufrir maldita!" D: ... bueno no tan así, tal ves exageré jajaja pero mi imaginación vuela y eso es terrible!!!

    Bueno nos leemos en el capítulo final (Aaaahhh D:) que estes muy bien~ cuidate. ¡Saludooooos! :D

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    1. Por cierto, olvide algo muy importante ¡Muchas gracias por el capítulo! estuvo muy bueno~ :)

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  7. Waaaa como q dejo a Susu con el cadáver ahhhh pobre Susu ya me imagino su shok. Esta loca
    Ahhhhh jae corre dile a ese bobo q vayan juntos y salven a Susu. Q debe estar muy mal.gracias x el cap. Besos. :)

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  8. Sabia que ella iba hacer algo tarde o temprano y pues Changmin fue el primero en pagar además el no era un santo pero aun así ella es peligrosa aish y ahora que va a pasar Jaejoong llegara y ..... tsk desear que Junsu escapara para que el cuente la verdad porque todo esto es un caos omg

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