Décimo Novena Entrega
J
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aejoong
tomo otro sorbo de su costoso champagne y se quedó mirando un punto fijo en la
pared, luciendo totalmente miserable. Todo el día se había esmerado en
emborracharse para olvidar sus preocupaciones, pero por más que tomaba, el
trago no daba ningún resultado en él. Parecía inmune a sus efectos y Jaejoong
nunca se sintió tan desesperado.
Quería
perder el conocimiento puesto que no sabía qué decisión tomar.
La
decepción en los ojos de su padre y el amor en los labios de Yunho lo tenían al
borde del colapso. Se sentía atrapado, sentía a cada uno jalándolo para su
lado. Y si no se movía, ambos terminarían por romperlo en dos.
Jaejoong
se recostó de lado en su cama, sin dejar
de mirar la pared.
Claro
estaba que podía escoger la opción más fácil: Dejar a Yunho y seguir los deseos
de su padre tal como lo debió haber hecho en un principio. Sin embargo, esos
días junto a Yunho le habían enseñado el verdadero significado de la felicidad
y si lo dejaba, era probable que nunca más volviera a sentirse así.
Y
no quería, no quería que su vida regresara al estado antes de conocer al
artista.
Yunho
había sido como su salvavidas, su puerta a la libertad. Seguirlo podría ser su
liberación, pero también sería su condena.
Sinceramente,
él no sabía qué hacer.
—¡Jaejoong!
La
voz sonó detrás de la puerta y Jaejoong se levantó sin alientos en dirección a
ella. Ya ni sus guardaespaldas se encontraban con él, el señor Kim se los había
arrebatado de su lado.
Abriendo
la puerta, Jaejoong cerró los ojos con tristeza al ser atacado por un agitado
Yunho, quien le tomo el rostro y le beso la frente, envolviéndolo en sus brazos
una vez más. —Tenemos que irnos. —Sin ofrecer explicación, Yunho fue hasta su
armario y empezó a sacar sus pertenencias. Era obvio lo que estaba planeando.
—Yunho,
espera.
Jaejoong
le dijo leve pero Yunho no lo escucho y siguió en su labor de empacar cosas.
—Yunho,
detente.
Siguió
sin prestarle atención.
—Yunho
por favor.
No
tenía intención de obedecerlo.
—¡¡¡Yunho!!!
Jaejoong
finalmente perdió la calma e hizo que Yunho se volteara, impresionado por el
repentino grito. —¿Qué sucede amor? —Le dijo al notar la expresión demacrada de
Jaejoong y fue hasta él, acunandole el rostro con sus manos.
—No
puedo…. —Jaejoong cerró los ojos. —No puedo irme contigo.
—¿Por
qué?
—No
puedo dejar a mi padre.
Yunho
suspiró ante la frase. Jaejoong estaba siendo muy terco. —Tu bien sabes que él
nunca permitirá que estemos juntos. Marcharnos es nuestra única opción.
Coordinare todo lo más rápido posible, juntos iremos a América…
—¡No!
—Jaejoong se escapó de sus brazos. —Yo soy lo único que le queda a mi padre. No
lo puedo abandonar así tan cruelmente.
—¿Acaso
no lo abandonaste cuando viniste a Europa?
—Eso
fue diferente. Esta vez es como si me despidiera para siempre.
—Pero
no nos dejara seguir con esto. Debemos ir…
—¡Ya
te dije que no, Yunho!
Jaejoong
le gritó y le dio la espalda, decidido a no escuchar más. Sabía que estaba
siendo duro pero si no dejaba las cosas claras, Yunho terminaría por
convencerlo. Su padre podía ser cruel y egoísta, pero a fin de cuentas era su
padre y sumándole la amenaza que tenían de los japoneses, sería muy
desconsiderado que lo abandonara tomando en cuenta que su padre tuvo la
molestia de ir por él hasta Paris.
—¿Qué
quieres Jaejoong? ¿Te quedaras aquí?
Aun
así, su corazón no se resistía a dejar ir a Yunho. Pero obviamente no podía
tener a los dos, tenía que elegir.
—Bien.
—Yunho suspiró rato después al ver la cara de culpa de Jaejoong —Si eso es lo
que decides, entonces seré yo el que me marche. Te veré algún día en América. —Dramáticamente,
Yunho se dio media vuelta. Él podía comprender hasta cierto punto las razones
por las cuales Jaejoong no quería irse, aun así se le hacía estúpido ese
pensamiento. Siendo el hombre sin ataduras que era, él nunca se obligaba a
mantenerse unido a alguien que claramente le hacía daño ¿Por qué Jaejoong se
empeñaba en estar de lado de su padre, cuando su padre claramente lo rechazaba
por lo que en realidad era? No lo entendía, no entendía el pensamiento de
Jaejoong. Debía hacerlo entrar en razón, de una manera u otra.
Tenía
que ponerlo al borde de la desesperación para hacerle abrir los ojos.
—¿Qué?
—Jaejoong se tornó blanco. —¡Espera, no! —Se anclo a su brazo, impidiéndolo
seguir. —No quiero que te vayas.
—Está
claro que decidiste. Y si decides seguir a tu padre, entonces no tengo nada que
hacer aquí.
—Pero
no quiero que te alejes de mí.
—Yo
respeto tus deseos y sé que no tengo derecho a cuestionarlos.
—Pero
te amo. —Afligido, Jaejoong abrazó con fuerza el cuerpo del otro. Yunho se mordió
los labios al sentirse derrumbado por la tristeza de Jaejoong. No lo quería ver
así, no quería provocarle un sufrimiento innecesario. —¿Entonces iras conmigo? —Le
preguntó con el corazón en la boca. Aceptaría cualquier respuesta que recibiera
así no fuera la que quería escuchar.
Ante
tal ultimátum, Jaejoong levanto su rostro contraído, asintiendo con su cabeza.
Yunho
sonrió aliviado por la respuesta. —Bien, entonces tendremos que apurarnos.
Dejando
su tristeza atrás, Jaejoong ayudó a Yunho a empacar sus pertenencias. Su ropa,
sus joyas, sus elementos personales; todo fue atiborrado en una maleta sin tener el tiempo de ni siquiera acomodarla. No había espacio para eso.
De
repente se escucharon unos golpes en la puerta principal de la suite, haciendo
que ambos voltearan asustados hacia ella.
¿Acaso
era el señor Kim que había venido por su hijo?
Con
cautela, Jaejoong fue hasta la puerta, indicándole a Yunho que se mantuviera
escondido por si sus sospechas eran ciertas. Pero cuando la abrió, una persona
totalmente diferente entro por ella, dejándolo totalmente confundido.
—Buenos
días Kim Jaejoong. —Le saludo Changmin, mostrándole una gran sonrisa.
Jaejoong
frunció el ceño, reconociendo a aquel extraño hombre que lo había visitado hace
unos días atrás. —¿Qué hace aquí?
—Vengo
a reclamar mi pago.
—¿Pago?
—Ahora si estaba realmente perdido.
—Sí.
—Asintió Changmin, mirando disimuladamente alrededor para ver si podía captar a
Yunho. Había estado vigilando la suite toda la mañana e indiscutiblemente había
visto a Yunho entrar por esa puerta, por lo que estaba seguro que el moreno
debía estar ahí presente. Así, la primera fase de su plan tendría éxito. —La última
vez que vine no pudo pagarme ¿No se acuerda?
—Honestamente
no se de lo que está hablando. —Le dijo Jaejoong al escarbar en su mente y no
hallar ningún recuerdo que le aclarara que estaba sucediendo. ¿Qué quería ese
sujeto de él? ¿Por qué justamente lo
molestaba cuando tenía que salir de urgencia? —Mire creo que está hablando con
la persona equivocada. Así que si me disculpa…
—Le
estoy hablando del trabajo que me encargo. Del incendio en Bateau-Lavoir ¿Ahora
recuerda?
Jaejoong,
quien le había dado la espalda, se quedó estático, volteándose de nuevo hacia él.
—¿Disculpe?
—Sí,
lo que oyó. Vengo a reclamar mi pago por el trabajo.
Al
escuchar esto, Yunho salió de detrás de la puerta en donde había estado
escondido. —¿Qué está diciendo?
—Oh,
lo siento. No sabía que había alguien más. —Changmin fingió lucir sorprendido,
sintiéndose extremadamente emocionado al tener a Yunho en frente suyo para
contarle la verdad.
“Verdad”
que él mismo se había inventado, claro está.
—Repítame
lo que dijo. —Yunho le demandó sin siquiera molestarse en saludar. ¿Sus oídos habían
escuchado bien? ¿Se estaba refiriendo al Bateau-Lavoir?
—¿De
qué está hablando? —Jaejoong le repitió, al igual que Yunho, muy ansioso.
Changmin
curvo una sonrisa al tener a los dos encima suyo y cuando abrió su boca, su
malicia salió por si sola. —Kim Jaejoong me contrato para que incendiara el Bateau-Lavoir
puesto que quería deshacerse de alguien. Ahora estoy reclamando lo que me corresponde.
Tanto
Yunho como Jaejoong abrieron los ojos por la declaración, uno en sorpresa y el
otro en confusión. —¡¿De qué rayos habla!? ¡Yo nunca lo envié, ni siquiera sé quién
es usted! —Fue Jaejoong quien habló primero, reclamándole al hombre.
¿Qué
carajos era todo esto? ¿Por qué ese sujeto…?
—¿Qué
está diciendo Jaejoong? —Yunho volteo a Jaejoong del brazo y le demandó una
explicación. —¿Por qué…?
—Mire
aquí tengo una prueba. —Changmin saco el dichoso contrato y se lo entrego a
Yunho. De inmediato, Yunho empezó a ojearlo, leyendo en sus páginas lo del pago
por Lady Marmalade y el acuerdo de “arrasar a la competencia”…
…Que
no era más que una expresión para referirse a un asesinato.
Siguió
por las hojas y al llegar a la última, sus ojos pudieron comprobar que la firma
que estaba en la parte inferior derecha era la de Jaejoong, la cual estaba
completamente terminada. —¿Qué es esto? —Yunho susurró sin aliento cuando su
mente al fin pudo atar todos los cabos.
—No…
no lo sé. —Los labios de Jaejoong temblaron por la acusación. El no había
firmado eso ¿O sí?
—¡¡¡¿Qué
es esto?!!! —Enfurecido, Yunho arrojo el contrato al piso. —Me dijiste que no habías
tenido nada que ver.
—¡Porque
no lo tuve!
—Pero
porque… —Yunho se tomó la cabeza, su
corazón empezando a partirse. —¿Me mentiste acaso? ¿Tú me querías asesinar?
—Esas
fueron las órdenes que recibí. —Se entrometió Changmin al recoger el contrato
del piso. Estaba haciendo un gran esfuerzo para no echarse a reír en esos
momentos.
Su
plan estaba funcionando.
Y
mejor de lo que había esperado.
—No,
no entiendo que está pasando. —Jaejoong de repente se sintió mareado, en alguna
parte de sus recuerdos él recordaba ese contrato. Sin embargo, él sabía que
nunca le pediría a alguien matar a otra persona. Como había dicho, él no se
metía con eso. —Yunho, tienes que
creerme. Yo nunca haría eso.
—En
ese incendio… Junsu murió, Jaejoong. No juegues con esto por favor. —Yunho le
suplicó con la voz quebrada mientras sentía como sus lágrimas lo traicionarían
de un momento a otro. Realmente era grave, si Jaejoong había sido el causante,
no estaba seguro de poderlo perdonar.
—Te
digo que yo no fui, Yunho. —Jaejoong volvió a repetirle, queriendo que todo se
aclarara de una vez por todas.
—Tú
dijiste que la muerte no era insignificante para ti. Lo de tu madre… ¿Eso también
fue mentira?
Al
oír eso, Jaejoong no pudo evitar sentirse realmente dolido. ¿Por qué Yunho
desconfiaba así de él? ¿Por qué las palabras de un extraño de pronto tomaron
tanta fuerza? —Yunho, no puedo creer que le estés creyendo más a él que a mi
¿No confías en mi acaso? ¿Crees que tuve el corazón para hacer eso?
—Tú
me odiabas tanto antes, incluso te atreviste a amenazarme. Me es difícil creer
ahora en tus palabras.
—¿Eso
significa que no me crees? ¿De verdad piensas que yo lo hice?
Yunho
se quedó mirándolo, incapaz de responder a esa pregunta. Su boca se abrió para
decir algo pero luego se volvió a cerrar. No tenía las fuerzas necesarias para
decir lo que había en su mente. No tenía las fuerzas ni para afrontarlo. Por lo
que dándose media vuelta, él decidió que lo mejor era abandonar la habitación,
porque no quería caer en el encanto de esos bellos ojos pidiéndole que le
creyeran.
—Pero
tú me dijiste que era dueño de un hermoso
corazón…
Escuchó
a Jaejoong sollozar y su corazón se partió.
Ante
la nula respuesta de Yunho, Jaejoong bajo la cabeza y su alma se sintió
traicionada. Al parecer en los ojos de Yunho, él seguía siendo una mala persona.
El villano del cuento. Y aunque Jaejoong hubiera tratado de ser amable y dulce,
a Yunho nunca podría convencerlo.
Porque
a pesar de que se lo dijera mil veces, no le iba a creer.
—Necesito
tiempo, necesito tiempo para meditar esto. —Yunho le dijo antes de derrumbarse
ahí mismo. —No me busques por ahora Jaejoong. Déjame pensar. —Yunho caminó
hasta la puerta y salió sin querer voltear a la persona detrás de él. Luego empezó
a correr y correr por los pasillos, queriendo borrar las palabras que ese sujeto
había dicho.
Pero
ya estaban ahí… ya estaban ahí y él no las podía olvidar.
Él
amaba tanto a Jaejoong que le era difícil desconfiar de él, aun así su
raciocinio esta vez tomo la delantera… y dejo en segundo lugar a lo que su
corazón le decía.
..
Changmin
llegó muerto de la risa a su habitación luego de dejar a solas a Jaejoong en su
suite. Ese contrato le había sabido beneficiar de alguna manera solo que nunca
se imaginó que sería de la forma en que lo hizo. Enemistando a Yunho de
Jaejoong y luego haciéndole creer a este que Yunho no volvería porque lo
odiaba… era la forma más fácil de cubrir el pequeño regalo que el señor Kim le tenía
preparado al artista. La primera fase de su plan había salido a la perfección:
El que Yunho y Jaejoong se alejaran facilitaba más las cosas para la ejecución de
la segunda fase.
Al
parecer, los problemas de Changmin comenzaban a solucionarse y dado los
resultados, ya no le sería útil tener que ejecutar otro plan.
Por
lo que debía ocuparse de la persona que tenía en su poder.
Abriendo
el cajón de su mesa de noche, Changmin saco de ella una gran soga a la cual le
hizo un nudo, asegurándola fuertemente con sus manos. Luego abrió su gran
armario y le sonrió a la persona que estaba dentro de él, la cual llevaba
semanas enteras a su disposición esperando el momento de ser utilizado.
El
hombre le devolvió la mirada.
Se
trataba de Junsu.
—Buenos
días mi obediente prisionero.
Changmin
se le burlo, observando al hombre que se encontraba arrinconado en una esquina
con ambas manos atadas y un pedazo de tela amordazada en su boca. Se veía
miserable, en un estado completamente deplorable. Ya hasta había perdido la noción
del tiempo de cuanto llevaba encerrado ahí. Estaba harto. Fuera lo que fuera
que le pasara, quería que ese sufrimiento terminara ahora mismo.
Y
al parecer ese momento había llegado.
—¿Algunas
palabras antes de morir Kim Junsu? —Changmin le sonrió mientras jugaba con la
soga, la cual utilizaría para ahorcarlo porque obviamente tenía que matarlo. Y aunque
no quería ensuciarse las manos, no lo podía dejar ir, no después de que el
hombre había visto su rostro y Yunho estaba a un paso de caer en las garras del
señor Kim. Si lo dejaba escapar, quizá Junsu trancaría sus planes…
…Y
eso no lo iba a permitir.
—Salúdame
a Jung Yunho cuando se encuentren en el infierno. —Changmin sonrió perverso y
se ubicó detrás de Junsu, rodeándole la soga en el cuello. Junsu apretó los
ojos con las pocas fuerzas que le quedaban y esperó su final. La soga se ajustó
fuerte a su cuello y lo hubiera ahorcado de no ser porque alguien entro de
improvisto a la habitación, deteniendo su cruel destino.
Era
Lady Marmalade.
Changmin
de inmediato se alejó de Junsu, mostrándose un poco nervioso por la visita de
su hermana. —¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el molino rojo? —Le preguntó
mientras intentaba inútilmente de ocultar a Junsu con su cuerpo.
La
mujer quien venía con un semblante distinto al usual, ignoro su pregunta. —¿Qué estabas haciendo? —Le preguntó.
Changmin
miró con disimulo hacia atrás. —Solucionando asuntos.
Escéptica,
Tiffany esquivo el cuerpo de su hermano y miró detrás de él, observando al
hombre amarrado y sollozando por su vida. De inmediato ella se alejó. —¡¿Qué es eso?! ¿¡Quién es ese hombre?!
—Tiffany,
vete, regresa al molino rojo.
—No,
¿Qué está pasando Changmin?
—Nada.
Regresa —Él la tomo por lo hombros y la dirigió de nuevo hacia la puerta, pero
ella se zafo y fue hasta el hombre amarrado, detallándolo ahora mejor.
Ese
hombre….ese hombre era el mejor amigo de Yunho, el cual supuestamente había
muerto durante el incendio de Bateau-Lavoir. ¡¿Qué hacía amordazado en el piso
de la habitación de su hermano?! ¡¿Acaso Changmin aparte de causar el incendio,
secuestro también a ese hombre?!
¡¿Qué
clase de monstruo era su hermano?!
—¡Él
es! ¡Él es!... —Tiffany se volteo conmocionada, señalando al sujeto. —¡Él es
Junsu, el mejor amigo de Yunho al cual habían dado por muerto!
Al
verse atrapado, Changmin se cruzó de brazos, sin ganas de siquiera negarlo. —Si
es él ¿Algún problema?
—¡¿Algún
problema?! —Tiffany soltó una risa irónica. —Tú me dijiste que no habías tenido
nada que ver y ya con esto último me confirmas que tú fuiste el que incendio el
Bateau-Lavoir.
Changmin
rodo los ojos ante eso. —¿Enserio eso es importante ahora Tiff? Honestamente
eso ya paso hace mucho tiempo, ahora lo que debemos hacer es concentrarnos en
Jaejoong y nuestro acuerdo con el señor…
—¡¡¡Cállate!!!
—Inesperadamente ella le grito, haciendo que Changmin cerrara su boca. —¡¿No
ves lo que has hecho acaso?! ¡¿No ves que jugaste con mi confianza!?
—Fue
por tu propio bien.
—No,
—Ella negó con su dedo. —No me manipules Changmin. Creo que es bastante claro
que lo que menos te interesa es mi bienestar y mis intereses.
—Me
interesa nuestro bienestar y nuestros intereses Tiff. Todo lo que he hecho es
pensando en los dos, no solo en mí, así que no veo porque te tengas que sentir
enojada. Ahora si me disculpas… —Changmin se trasladó hacia el lado del hombre,
queriendo terminar la conversación con su hermana pero ella se interpuso en su
camino, decidida a no dejar pasar eso.
Ya
no iba a ser el cordero obediente que siempre había sido. —Tú me hiciste una
promesa de que no lastimarías a Yunho.
—Y
te la cumplí. —Changmin se rió irónico. —Al fin y al cabo el incendio no lo
lastimo.
La
fuerte cachetada que le propino Tiffany hizo a Changmin quitar su mueca burlona.
—¿Qué caraj…?
—¡No
puedo creer que me hayas hecho esto! ¡No puedo creer que hayas sido capaz de
lastimar al hombre que amo!
—¡Basta
Tiffany! ¡Soy yo el que no puede creer que sigas enamorada de un hombre que obviamente
está enamorado de otra persona! ¡Despierta Tiffany, déjalo en paz!
—¡No
voy a permitir que me digas que hacer! Siempre, he seguido tus órdenes,
siempre. Ahora creo que es el momento de hacer lo que yo quiera. —Ella camino
decididamente hacia la puerta pero fue detenida por el brazo de Changmin que la
sujeto fuertemente.
—¿Qué
estas planeando? —Le preguntó al reconocer esa señal en los ojos de su hermana la
cual le causo intranquilidad.
Ella
le mostro una sonrisa. —Tus planes Changmin… no saldrán como lo esperas…
—¿A
qué te refieres? —Él apretó aún más su agarre, siseándole con los dientes. De
verdad ya se estaba preocupando.
—Le
contare a Yunho la verdad, y ni tu ni nadie me lo podrá impedir.
—¡No
seas estúpida! ¡¿No ves que eso mandaría a tu preciado Yunho a los brazos de
Kim Jaejoong de nuevo?!
—No,
yo hare que esta vez este conmigo.
Zafándose
del agarre, ella se volteo dispuesta a hacer lo que tenía en mente pero el
grito de “¡No lo permitiré!” de Changmin la hizo voltear de nuevo y enfrentar a
su hermano. A continuación, un gran golpe la desubico por un momento y luego,
un fuerte empujón hizo que perdiera el equilibrio y se estrellara contra la
pared de la habitación. Ella intento ponerse de pie de nuevo pero Changmin la
volvió a golpear duro en el rostro, tratando de dejarla noqueada. Le dio unas
cuantas patadas en el estómago y cuando ella dejo de resistirse, Changmin le
dio la espalda convencido de que la había dejado sin aliento.
No
obstante, ella tenía un az bajo la manga.
Deslizándose
hacia arriba por la pared, se las arregló para sacar de la parte trasera de su
vestido un revolver que había robado de la oficina de su jefe y lo apunto justo
detrás de la espalda de su hermano, advirtiéndole: —Quédate quieto.
Cuando
él se volteo y vio el arma, su semblante de seguridad se fue abajo y una mueca
de miedo se instaló en él. —Mi Young… ¿Qué… Haces? ¿De dónde sacaste eso? —Preguntó
tartamudeando, levantando las palmas de sus manos como si quisiera protegerse.
—No
me alejaras de Yunho, nunca más. —Ella dijo mientras sentía como su cuerpo
temblaba. De verdad le estaba costando mucho sostener esa arma, sin embargo era
lo único que podía hacer para protegerse y proteger a su amado.
—Por
favor Tiff, tú no quieres hacer eso. Soy tu hermano ¿Lo recuerdas?
—Sí
y yo soy tu hermana… pero parece que hace mucho tiempo olvidaste eso. —Al decir
esto, un imperceptible rio de lágrimas empezaron a escurrir de sus ojos. Su
fiel y amado confidente de toda una vida, se había vuelto su peor enemigo, y
eso dolía. Dolía profundamente.
—Tiffany
solo quiero una mejor vida para los dos. Baja el arma, por favor.
—¡Quieres
una mejor vida para ti mentiroso!¡Todo este tiempo siempre has pensado en
ti!¡Ni siquiera te ha importado lo que yo siento por Yunho!
—¡Por
dios ya deja de vivir en esa fantasía! ¡Esto no se trata de mí! ¡No me puedes
echar la culpa porque Yunho no te amé!
—¡Cállate!
—La voz de Tiffany ya no sonaba normal. De hecho, toda la angustia y
desesperación de su cuerpo empezó a hacer mella en su raciocinio y su cabeza.
Estaba como fuera de sí, alterada, dispuesta a reaccionar a cada provocación
que se le dijera. —¡Yunho está confundido pero eso no significa que no me pueda
amar! ¡¡Yunho me va a amar, haga lo que haga, Yunho me amara!!
—¡¡¡No,
no lo hará!!! ¡¿Sabes porque?! —Changmin se acercó a ella con la esperanza de
hacerla entrar en razón así fuera de la manera más cruel. —¡¡¡Porque él esta
perdidamente enamorado de Kim Jaejoong y no dejara de estarlo hasta que lo eliminemos
completamente de la faz de este planeta!!!
—¡¡¡NO!!!
Apretando
el gatillo, Tiffany arremetió furiosamente contra el cuerpo de su hermano,
disparándole un millón de veces hasta que el cuerpo cubierto de sangre cayó al piso.
Junsu, quien había estado observando todo el espectáculo desde una esquina de
la habitación, abrió los ojos impresionado al ver el cuerpo de su captor
completamente destruido por las balas.
Presa
del miedo, Tiffany soltó el arma y cayo de rodillas al piso, no pudiendo dar
crédito a lo que había hecho. ¿Había asesinado a su propio hermano? No, ella no
lo quería creer. Ella no era una asesina. Sin embargo, los hechos hablaban por
si solos y de no ser porque su hermano estaba tirado en el suelo con su cuerpo
derramando ríos de sangre, ella no lo hubiera aceptado.
—Por
dios…por dios… —Susurró alterada, tomándose la cabeza.
Cuando
se hubo recuperado un poco de su shock inicial, Tiffany fue hasta el cadáver y empezó
a tocarlo, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar ahora. Las cosas se le habían
salido totalmente de las manos. Agarró una sábana de la cama y como pudo enrollo
el cuerpo inerte de Changmin en ella, luego lo traslado empujándolo hacia el
armario y lo deposito ahí, esperando que nadie se diera cuenta de lo sucedido.
Fue hasta Junsu y con todas sus fuerzas lo devolvió también al armario, no
queriendo asesinarlo pero tampoco deseando dejarlo escapar. Él era un testigo y
no se iba a arriesgar a que él la delatara. Después, trató de limpiar un poco
el piso, puso un tapete encima y arreglo la cama, intentando quitar cualquier manchón
de sangre que revelara su delito.
Luego
de todo eso, ella fue hasta el baño de la habitación y se observó en el espejo.
Se veía totalmente demacrada; las lágrimas, golpes y su angustia interna se
reflejaban en ese bello rostro que había sido tantas veces motivo de admiración,
pero que ahora no era nada más que el rostro de una asesina.
No
queriendo que nadie la viera así, abrió el grifo del lavamanos y se arregló lo más
que pido para que no se notara lo que había acabado de hacer. Se quitó la ropa
manchada de sangre y se cambió con un conjunto viejo que su hermano aun tenia
de ella. Sonriendo levemente a su reflejo y convenciéndose de que nada había
pasado, ella abandono la habitación, dejando atrás el cuerpo masacrado de su
hermano junto al prisionero Junsu quien compartía horrorizado su espacio con un
cadáver.
..
En
la víspera de media noche, Jaejoong se presentó en el domicilio que su padre había
alquilado. No tenía intenciones de quedarse con él, solo quería despedirse de él
puesto que ya había tomado su decisión final: Iba a luchar por Yunho. Iría
donde el artista y lo convencería de que él no fue el que planeo el incendio.
Iba a hacer de todo para volverlo a tener a su lado… porque lo amaba y había
llegado a la conclusión de que sin él, su vida no podría seguir.
No
podía estar lejos de Yunho.
Y
él no iba a pagar las consecuencias de algo que no había hecho.
Realmente
no entendía lo que había sucedido esa mañana en su suite, pero fuera lo que
fuera que estuviera tramándose contra él, Jaejoong iba a ser más fuerte y no se
iba a dejar.
Sin
embargo, aún tenía algo que resolver y era la cuestión de su padre. Tenía que
hacerle saber qué decisión había escogido y despedirse de él para siempre. Era
lo mínimo que podía hacer por el hombre que lo había criado y al cual siempre
había querido complacer.
Siendo
recibido por uno de los empleados de su padre, Jaejoong subió las escaleras de
la casa y fue directo a la habitación en donde le dijeron que estaba el
susodicho. Se instaló frente a ella y tomó una respiración profunda,
preparándose internamente para enfrentar al hombre detrás de la puerta. Su brazo
se estiro para tomar la perilla.
—Supongo que ya saben para que los he citado
aquí ¿No es así? —Escuchó la voz de su padre conversando al parecer con
otras personas. Extrañado, ojeo por la ranura de la puerta para averiguar qué
era lo que estaba ocurriendo dentro de la habitación.
Lo
que vio lo dejo confundido.
El
señor Kim se encontraba sentado en su sillón dándole la espalda y frente a él habían
tres hombres que él sabía muy bien no eran empleados de su padre. Parecían ser
citadinos europeos, sin embargo, su apariencia y su manera de vestir le decían
a Jaejoong que quizás no eran hombres de buena fe. Que quizás eran hombres que
se ocupaban de trabajos sucios del bajo mundo.
—Oímos que requiere nuestros servicios.
—El hombre más alto contesto y Jaejoong arrugó el entrecejo. —¿De quién se trata?
—Se llama Jung Yunho, vive en uno de los
cuartos del edificio Bateau-Lavoir en Mortmartre. —El señor Kim le
respondió —Es un artista de la calle,
algo famoso he de decirlo.
—Entiendo. Entonces… ¿Cómo quiere que lo matemos?
¿Qué? El corazón de Jaejoong se detuvo por
un segundo. ¿Matarlo?
—Oh no, no quiero que ustedes lo maten.
—El señor Kim negó con sus manos. —Ese
privilegio lo quiero tener yo. Solo quiero que me lo traigan ante mí y de paso
puede que lo puedan asustar…
Uno
de los hombres soltó una carcajada. —¿Lo
suficiente para dejarlo inconsciente?
—Lo suficiente para
hacerlo suplicar por su vida. Aun así, lo quiero consiente cuando este frente a
mí. Quiero mirarlo a los ojos y burlarme por atreverse a meterse con mi
familia.
—Bien. —El sujeto asintió. —Entonces téngalo por seguro que así será.
Mañana por la mañana iremos a buscarlo al edificio y lo traeremos ante usted en
menos de un santiamén.
—Perfecto.
Jaejoong
escuchó a su padre reírse complacido y sus pasos fueron hacia atrás, abriendo
su boca con miedo y confusión al mismo tiempo. ¿De verdad su padre sería capaz
de hacer eso? ¿Asesinar al hombre… que amaba? No, eso no podía ser posible.
De
inmediato, Jaejoong se alejó lo más rápido que pudo de aquella puerta y salió a
la calle, sin dejar que nadie lo siguiera o le impidiera su salida.
Corrió
y corrió por las calles abandonadas de esa hora de Paris y se detuvo en un
parque cercano, con el pecho subiendo y bajando velozmente. Él miro al cielo,
sus emociones estrellándose una contra la otra. Su padre… estaba decidido a
acabar a Yunho así fuera ensuciándose sus propias manos. Estaba decidido a
acabar con su felicidad y eso era cruel de aceptar. La persona que Jaejoong
siempre quiso ser, le demostraba que no era más que un sucio ser humano.
Un
sentimiento de profunda decepción se le instalo en el corazón, sin embargo él
no se podía dar el lujo de sucumbir ante eso.
Debía
avisarle a Yunho lo más rápido posible de lo que tenían preparado contra él,
debía interponerse en los planes de su padre para que no pudiera lograr su
cometido. Iba a ser todo lo posible, no iba a permitir que lastimaran a Yunho.
Mirando
hacia al frente, Jaejoong acelero el paso, decidido a no dejar que el destino
ocurriera.
Decidido
a que si eso sucedía… entonces él se iba a esforzar para hacer que él que
recibiera el castigo… fuera él.
No
su Yunho.
..
Nota: Hola, un capitulo de muchas emociones ¿No? Lamento haberme demorado, pero bueno lo importante es que aqui esta.
El proximo cap sera el final y tengo que decirles que se tienen que preparar, aunque aun no tenga decidio cual de los finales en mi cabeza usare.
Estare publicandolo en el transcurso de esta semana, bye!
Tiffany mato a su hermano se lo merecia pero me da pena igual porque era mi chango :'( junsito vio todo q trauma. El padre de jae es un desperdicio humano qur malo y ahora recien se da cuenta jaejoong. Espero que no suceda una tragedia qie ahi si voy a llorar a mares. Gracias por actualizar ^^
ResponderBorrarpor dios esta se a quedado muy muy interesante Yunho y Jae separados por las intrigas de Min
ResponderBorrarMin muerto por manos de su querida hermana
Junsu vivo pero atrapado en el mismo lugar con el cuerpo de Min
Jae se a enterado que su padre quiere matar a su amado Yunho y corre a salvar le la vida espero que si logre avisar y que huyan de ese lugar de locos
lo dejaste Muy bueno y estaré esperando por mas
Gracias por compartirlo estaré en espera de mas
Woooow o.O por kami-sama!! Que impactante!
ResponderBorrarEsos hermanos si que son de armas tomar...kekeke pobre Junsu!!! Alguien auxilielo!!
Noooooo!!!! El señor Kim es horrible!!! X-(
Gracias por el capitulo!
Mataron a Changmin O.o!!!! Bueno si ae lo merecia y su hermana ya quemó ... esta loca!!! Lo bueno de todo es que Junsu esta vivo y lo malo es todo lo demas XD.
ResponderBorrarCua tas dificultades y eso que aun no se resuelve lo de loa japoneses, espero que Yunho le crea a Jae y escapen juntos antes de que algo malo les pase.
Gracias fue un capitulo emocionante.
Entre en shock!!! ... Changmin estaba reloco de ambicion......no puedo creer que haya tenido al dulce Junsu encerrado de esa manera. La tifany igual esta loca, no veo de que manera va a ocultar por mas tiempo eso. Y Yunho ..... Desconfia de Jae, buuu aunq no quiera....y pobresito de mi bebe, ama con locura a Yunho, iba a dejar todo por el....wiiiii....y omg!!! El padre quiere matar a Yunhis y Jae hara algo, pero que :( ..... Puede salir lastimado.....y encima algo pueden hacer los japoneses..... U.u Por el bien de mi salud mental que no le pase nada a Jae, please..... Q se quede feliz, merece serlo, por favorrrrrr!!!! ..... No quiero q acabe, no quiero buuuuu. Gracias!!!!!
ResponderBorrarWow~ que loco el capítulo D: la verdad nunca imaginé que Changmin tendría tan poco tiempo como antagonista, intuía que su hermana se interpondría en sus planes contra Yunho, pero de ahí a matarlo... ¡está muy loca! pobre Yunnie, le esperan muchos momentos poco cuerdos y difíciles.
ResponderBorrarPor otro lado, me dio penita que separaras al Yunjae así, sé que es necesario para el climax final... pero aún así, me dio penita :( espero que Yunho y Jaejoong logren encontrar la felicidad al terminar todo, así somos todos felices(?) :D
Igual ahora que apareció Junsu con vida (eh! eh! eh! :D) Yunho será feliz~ ... bueno si es que logra salir del armario xd esperemos que sí jajaja
...¿Me dices que me prepare para el final? siento que se avecina una tragedia cuando me dicen "preparate", es como si, implicitamente dijeran "¡te haré sufrir maldita!" D: ... bueno no tan así, tal ves exageré jajaja pero mi imaginación vuela y eso es terrible!!!
Bueno nos leemos en el capítulo final (Aaaahhh D:) que estes muy bien~ cuidate. ¡Saludooooos! :D
Por cierto, olvide algo muy importante ¡Muchas gracias por el capítulo! estuvo muy bueno~ :)
BorrarWaaaa como q dejo a Susu con el cadáver ahhhh pobre Susu ya me imagino su shok. Esta loca
ResponderBorrarAhhhhh jae corre dile a ese bobo q vayan juntos y salven a Susu. Q debe estar muy mal.gracias x el cap. Besos. :)
Sabia que ella iba hacer algo tarde o temprano y pues Changmin fue el primero en pagar además el no era un santo pero aun así ella es peligrosa aish y ahora que va a pasar Jaejoong llegara y ..... tsk desear que Junsu escapara para que el cuente la verdad porque todo esto es un caos omg
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