lunes, 31 de julio de 2017

Niños de Ciudad: Capitulo VII

Capítulo VII: ¿Sera que la persona de la cual Jaejoong había estado enamorado (esa que le rompió el corazón) se trataba de ese hombre?



“Espérame mañana a las ocho debajo del árbol que está en la intersección de la calle 4, vístete con la mejor ropa que tengas.

Te tengo una sorpresa.

Att, Jae”

Era curioso, era la misma nota que Yunho le había dejado unas semanas atrás cuando invito a Jaejoong al zoológico. Ahora era Jaejoong quien lo invitaba. ¿Qué clase de sorpresa podría ser?

Obedeciendo las indicaciones al pie de la letra, Yunho se encontró con Jaejoong debajo del árbol y luego este le tapo los ojos con una venda, subiéndolo con mucho cuidado a un autobús. Transcurrió más o menos una hora desde su partida y cuando llegaron a su destino, Jaejoong lo ayudo a bajarse, quitándole la venda.

Al poder ver por fin el lugar en donde estaban, Yunho no pudo comprender porque Jaejoong lo había llevado allí. —Es el cementerio donde enterraron a mi madre. —Dijo serio. Un nudo formándose en su garganta.

—Sí. —Jaejoong suspiró a su lado. —Dijimos que íbamos a visitarla y aquí estamos. Vamos. —Tomando su mano, Jaejoong empezó a caminar por los pasillos del cementerio mientras que Yunho lo seguía, arrastrando sus pies con pesadez. Si era honesto, la idea de venir a ver a su madre no le entusiasmaba mucho. Temía que se pusiera a llorar como un loco y que eso entristeciera a Jaejoong. Sabía que en una conversación pasada habían acordado visitar su tumba, pero ya estando ahí, las emociones de tristeza al perderla volvieron como si nunca se hubieran ido.

—Aquí estamos. —Jaejoong anunció cuando atravesaron docenas de tumbas y llegaron a la que era, una modesta tumba compuesta por una lapida de piedra, en la cual estaba entallado el nombre de la persona que ahí residía: Jung Seojin.

De inmediato, Yunho se arrodillo frente a la lapida y repaso con sus dedos el relieve del nombre. Todos aquellos pensamientos tristes y negativos lo envolvieron de nuevo. ―No debiste…

―Sé que es difícil Yunho pero alguien tan especial como tu madre se merece que la visiten al menos una vez. ―Jaejoong se arrodillo a su lado, sabiendo que para Yunho no era fácil estar en ese lugar. ―Aunque ella ya no esté aquí, su recuerdo aún vive, aun la puedes mantener en este mundo. Y la puedes visitar también… algo que yo nunca tendré el privilegio de hacer.

―Lo sé, lo siento.

―No debes porque disculparte de nada. ―El pelinegro sonrió. ―Es más, he traído algo. ―De la nada, Jaejoong saco de su maletín un ramo de claveles que había comprado para la ocasión. ―Es un regalo mío para ella. ―Explicó.

Al ver el hermoso ramillete, Yunho abrió sus ojos completamente sorprendido. ―¿Cómo supiste que los claveles eran su flor favorita?

―¿Eh? No lo supe, solo las compre porque son mis flores favoritas.

―Oh, entonces tienen más en común de lo que yo creía.

Recibiendo las flores, Yunho las acomodo muy cuidadosamente al pie de la lapida, tratando que quedaran lo mas estéticamente bien posible. Luego, se sentó en cruz sobre el pasto, sintiéndose ahora más calmado y con ganas de decirle a su madre como estaba marchando su vida. Jaejoong imitó sus movimientos y guardo silencio cuando vio a Yunho mirar muy atentamente la tumba frente a ellos. Quizás Yunho estaba teniendo un momento a solas con el alma de su madre y él debía respetar eso.
Sin embargo no paso mucho para que se hartara del silencio y se atreviera a preguntarle que tanto hablaba con su madre.

“Le contaba sobre alguien muy especial que entro en mi vida”,  le respondió a lo que Jaejoong hizo una mueca y golpeó con su puño su brazo de manera juguetona.

Transcurridos unos 10 o 15 minutos quizás, Yunho se arrodilló frente a Jaejoong y desabrocho detrás de su nuca una cadena de oro con un colgante en forma de mariposa que siempre llevaba con él. ―Toma, te lo regalo. ―Le dijo mientras se la colocaba.

Jaejoong lució confundido. ―¿Eh? ¿Por qué me lo regalas?

―Era de mi madre. La empecé a usar después de su muerte y hoy te lo quiero dar a ti.

―No. ―Jaejoong negó con fuerza. ―No puedo aceptar eso.

―Por favor, su alma me dijo que te lo diera.

―Yunho esto era de ella, lo justo es que tú lo tengas. ¿Por qué me lo das a mí?

―Porque eres especial para mí, y quiero que tengas algo mío.

Ante eso, Jaejoong se mordió la boca, no pudiendo objetar nada contra ese argumento. ―Lo cuidare entonces, ―Cerro su puño alrededor del dije. ―Lo prometo.

Yunho sonrió al ver a Jaejoong aceptar su regalo y sin esperar se acerco a él y lo envolvió en un amoroso abrazo. ―Jaejoong-ah, gracias por esto. ―Le musitó al oído y en seguida, su boca se fue trasladando discretamente de la oreja hasta la boca de Jaejoong. Le planto un beso firme y luego sus bocas se abrieron en un beso profundo de esos de los que ya se les estaba volviendo costumbre. Jaejoong gimió cuando Yunho fue un poco más fuerte; y le entregó esa misma energía chupando con igual intensidad sus labios. Sus lenguas se encontraron una que otra vez, enroscándose dentro de su boca y luego alejándose para seguir con su unión de labios.

Ese beso hubiera seguido un poco más de no ser porque Jaejoong se alejó, pensando que besarse de esa manera, justo encima de la tumba de la madre de Yunho, no era para nada apropiado.

―Creo que es hora de irnos. ―Dijo mientras restregaba la manga de su camisa sobre su boca que había quedado con saliva. ―Unas calles adelante vi un puesto de hoddeok. Aun te debo una invitación por lo del zoológico.

Yunho chasqueo con su boca. ―Ya te dije que eso no me lo tienes que pagar.

―No importa, lo quiero hacer. ―Tomando su mano, Jaejoong ayudo a Yunho a levantarse del suelo y luego caminó con él hacia la salida, dejando atrás los claveles que adornaban el modesto altar de la mujer.




..





Yoochun percibió que algo muy extraño estaba pasando.

En todo el día no vio a su hyung ni por accidente, y ya en la noche cuando se alistaban en los lavabos para irse a la cama, Jaejoong apareció de lo más campante, lavándose con tranquilidad los dientes como si no tuviera nada de que excusarse. Se veía de lo más feliz y Yoochun no podía entender la fuente de esa felicidad.

―¿Y se puede saber dónde estuviste hoy Hyung? ―Le preguntó al situarse a su lado y hacer como si se estuviera lavando las manos. Quería saber lo que pasaba pero tampoco iba a ser tan obvio.  

Jaejoong lo miró con el rabillo del ojo y luego escupió el agua jabonosa que tenía en su boca. ―Estaba haciendo cosas. No te preocupes, no es nada malo.

―¿Solo o acompañado?

―¿Eh?

―¿Estabas con ese Yunho, cierto?

Jaejoong suspiró. ―Sí, estaba con él.

La expresión de Yoochun fue de todo menos grata. Jaejoong se dio cuenta de inmediato. ―¿Acaso hay algo malo que haya estado con él? ¿Eso era lo que quería el jefe, no?

―Pero ya te estás pasando de la línea. Algo me dice que ya no lo haces por el jefe.

El pelinegro bebió un poco de agua y dejo en su lugar su cepillo de diente, volteando luego hacia Yoochun quien traía una mirada de reproche bastante notoria. Tendría que decirle la verdad, ya no lo quería ocultar y si su dongsaeng sospechaba algo, ya no tenía sentido que lo hiciera. No con él. ―Es cierto Yoochun. Yunho y yo estamos juntos porque ambos queremos. Y ya no tiene que ver el jefe en esto.

Yoochun se mordió el interior de sus mejillas ante esa confesión. Todo este asunto no le daba buena espina. ―No puedes estar con él de esa manera, si el jefe se llega a enterar…

―No lo hará. Él cree que estoy con Yunho por su plan y así se lo voy a hacer creer.

―¿Y él lo sabe? ¿Ese chico Yunho sabe que te acercaste a él solo porque te lo pidió nuestro jefe?

―No… ―Jaejoong bajo su rostro. ―Pero él tampoco se tiene que enterar.

―¿Enterar de que?

De repente el jefe apareció a sus espaldas, mirándolos con una desconfianza impropia de él. Yoochun trago saliva y Jaejoong intentó mantener la tranquilidad. No se podía dar el lujo de lucir nervioso. ―Buenas noches jefe. ―Le saludó de manera fría.

―¿Quién no se puede enterar de que?

Yoochun miró a Jaejoong esperando que él respondiera y Jaejoong solo suspiró, diciendo pasivamente: ―Junsu. Yoochun se comió un pan que Junsu había guardado y él no se tiene porque enterar que fue Yoochun el que se lo comió.

El jefe no respondió, en su lugar cruzo los brazos mientras los examinaba con la mirada. Yoochun creyó que la excusa que había dado su hyung no había servido de nada, hasta que el jefe se dio media vuelta, dispuesto a irse. ―Terminen de alistarte y vayan a la cama, excepto tu Jaejoong… quiero que vayas a mi habitación en unos minutos.

Jaejoong se mordió los labios. ―Como diga.

Dicho esto, el jefe abandono los baños, pensando que quizá esos mocosos creían que al ser más jóvenes que él podrían engañarlo con facilidad, sin embargo, estaban muy equivocados, porque no por nada él era el jefe. Era más fuerte, más experimentado, más astuto; y por supuesto no se iba a dejar engatusar tan fácil de esos huérfanos inmundos.




..



En la planta baja del edificio del bando de Yunho, los chicos se sentaron uno a uno en círculo, esperando que todos tomaran lugar. Esa noche se había convocado a una reunión de la pandilla por lo cual era necesario que todos estuvieran presentes. Yunho se sentó en uno de los espacios vacios y al lado se ubicó Changmin, tomando después la mano de Yunho como si previera que lo que iban a hablar no era nada bueno.

Luego de unos cuantos minutos de espera, uno de los chicos llamado Leeteuk tomo la palabra. ―Creo que hablo por todos al decir que ya no podemos tolerar esta situación ¿Cierto?

―¿A qué te refieres? ―Yunho levantó la voz sintiéndose perdido. Ellos no acostumbraban a hacer ese tipo de reuniones. ¿Qué podría ser lo que con tanta urgencia debían discutir?

―Se trata del otro bando.

―¿Qué pasa con ellos?

―Que los malparidos no nos están dejando trabajar. ―Interrumpió Shindong, un chico chato y acuerpado. ―Nos amenazan, nos quitan clientes, y hasta nos han robado mercancía.

―¡Si es cierto! ¡Es así! ¡Yo los he visto!

Los demás chicos empezaron a gritar. Yunho solo pudo rodar los ojos ¿Otra vez ese tema? ―¿Qué sugieren que hagamos entonces?

―Que los saquemos. Debemos tomar el control de esta zona. ―Afirmó Leeteuk.

Oh no, definitivamente sus amigos no estaban cayendo en cuenta de lo que estaban diciendo. Para empezar, los del otro bando habían llegado primero, así que técnicamente era su territorio. En segundo lugar, ellos no estaban solos, tenían al jefe y Yunho estaba seguro que ese hombre por mas socarrón y estúpido que pareciera en el exterior, era alguien de quien debían cuidarse. Además, su Jaejoong estaba metido en este embrollo y si de verdad los de su pandilla querían hacerles daño… Dios, no iba a permitir que eso sucediera.

―Creo que están exagerando, ¿Enserio no podemos tratar de convivir en paz?

―¿Qué dices Yunho? ―Leeteuk hizo una mueca como si hubiera escuchado la cosa más indignante del mundo. ―¿Ahora estas con ellos?

―No, solo que no quiero problemas innecesarios.

―No es un problema innecesario, si nos quedamos sin hacer nada nos tendremos que ir. O nos moriremos de hambre, tú eliges.

Ante eso todos los chicos empezaron a cuchichear consternados acerca de que en efecto si debían hacer algo si no querían quedarse (literalmente) en la calle. Durante las semanas pasadas, la lucha por el control de las calles se había  vuelto cada vez más problemática y si seguían actuando pasivamente, los de la otra pandilla los desterrarían. Por lo tanto este era un asunto de actuar o no actuar, no había lugar para intermedios. No podían ser débiles, mucho menos compasivos.  

Aun así Yunho no estaba dispuesto a iniciar una confrontación. ―Si los enfrentamos no crean que ellos no van a dar pelea. Son controlados por un jefe ¿Lo recuerdan? Puede ser más peligroso de lo que creemos.

―Pff no le tenemos miedo, nos hemos enfrentado a cosas peores. Pero al parecer a ti si te da miedo Yunho, ¿Qué pasa? ¿Te intimida? ¿Le tienes temor?

Yunho le devolvió la mirada. ―No, ¿Por qué lo dices?

―Porque parece. ―Leeteuk sonrió. ―Ese hombre no es más que pura palabrería. Él y su perrito faldero, ¿Cómo se llama? Ah, sí, ese chico Jaejoong…

―No te metas con Jaejoong, él no le interesa todo este asunto de los bandos. ―Yunho siseó amenazadoramente. Changmin se dio cuenta del enojo de su Hyung cuando vio aquella mirada retadora.

―¿Y cómo es que sabes eso? ¿Eres su amigo?

―Sí, ¿Algún problema?

―No deberías.

―¿Me lo vas a impedir?

Leeteuk se quedo callado cuando vio que Yunho se estaba poniendo tan anormalmente a la defensiva. Era raro, Yunho no era de los que les gustaba buscar bronca. No tenía sentido ponerse a pelear entre ellos por lo cual Leeteuk solo suspiró, diciendo con cautela: ―Solo te diré que no hay que confiar en ninguno de esos chicos y menos en ese muchachito Jaejoong. Con esa carita que tiene, puede ser un lobo disfrazado de oveja.

―Basta, no voy a seguir discutiendo esto. ―De improviso, Yunho se levanto del piso. ―Vámonos Changmin, es hora de irse a dormir. ―Tomando la mano del pequeño, Yunho subió por las escaleras hacia su habitación. Realmente no iba a escuchar más estupideces y si quería evitar una pelea con su propio bando, lo más sano era irse de allí.

Entrando en la habitación, Yunho se dejo caer sobre su cama, golpeando luego su almohada como método para liberar su ira. Ok, tal vez estaba exagerando pero es que no podía soportar que se atrevieran a dudar de Jaejoong. Mucho menos podía soportar que le mencionaran al desagradable de su jefe.  

 ―Hyung si sigues arrugando la cara se te va arrugar. ―Changmin se sentó a su lado, luciendo algo triste. ―¿Es enserio que van a armar bronca con la otra pandilla?

El mayor suspiró fuerte, apoyándose con sus codos sobre la cama para que su rostro quedara a la altura de la cara de Changmin. ―No lo sé pequeño, pero lo más seguro es que si. Esta situación es una bomba de tiempo, tarde o temprano explotara.

―Uhm. Me gusta este lugar, aunque los de la otra pandilla me fastidien, no me quiero ir de aquí.

―Pues temo que eso es lo que tendremos que hacer.

Levantándose de la cama, Yunho fue hasta la ventana y miro hacia el cielo como si estuviera esperando alguna respuesta de que hacer. Ante eso, Changmin abrió su boca, no pudiendo aceptar lo que su Hyung había acabado de decir. ―¿Cómo así? ¿Nos iremos?

―Es lo mejor, antes de que las cosas empeoren. Tal vez volver a Gwanju sea nuestra única salida. Nos iremos tu, yo y…

―¿Jaejoong?

Yunho lo miró. ―Sí.

Changmin se quedo callado unos segundos, intentando asimilar la información. La idea de separarse de su bando no era algo que le gustara, sin embargo si Yunho estaba con él, no había forma de que algo saliera mal ¿Verdad? ―Hyung, ¿Estás seguro que él ira con nosotros?

―Si se lo pido, si.

―Pero lo que dicen los demás es cierto.

―¿Qué cosa?

―Que él es como el perrito faldero de ese jefe que ellos tienen. No creo que se vaya a ir y dejar…

―Urg no me lo menciones. ―Yunho lo interrumpió. ―No me gusta escuchar de ese hombre.

―¿Eh? ―Changmin se situó al lado de Yunho, intentando captar la expresión del mayor quien esquivó su mirada. ―¿En verdad te asusta?

―No, claro que no. ―Yunho lo negó rotundamente. Su cara formando una marcada expresión de desagrado.

―¿Entonces…?

El mayor se mordió los labios, ni él sabía porque ese sujeto le molestaba tanto si en realidad no le había hecho nada. Tal vez simplemente pensaba que era un aprovechado por utilizar niños de la calle para su beneficio… ¿O quizá se debía a los celos que le provocaba por la relación tan aparentemente cercana que este tenía con Jaejoong? Bueno, probablemente se debía a eso. ―No lo sé Changmin, hay algo en él que no me gusta. Yo sospecho algo. ―Se explicó.

Eso dejo aun mas perdido a Changmin. ―¿Sospechas algo de qué?

―Bueno, no lo sé… pero siento que… no, no importa. ―De repente Yunho se quedo en silencio. Quizá lo mejor era dejar ese tema si el mismo no sabía qué era lo que sospechaba. ―Vamos, alístate para ir a la cama, mañana será otro día.  Y recuerda no le puedes decir a nadie sobre lo que tenemos pensado hacer ¿De acuerdo?

El más joven asintió. ―De acuerdo.

―Bien.

A continuación, Yunho empezó a alistar su cama viendo como Changmin lo imitaba y se metía después en la suya. Creyó que el pequeño lo seguiría molestando con el tema de Jaejoong y su jefe, pero contrario a eso, Changmin solo se enterró en sus cobijas, conciliando el sueño más rápido de lo que normalmente le tomaba. Al estar ahora en completa tranquilidad, Yunho se recostó y miró al techo, pensando incesantemente en todo: En sus compañeros, en la lucha por el territorio, en su regreso a Gwanju… y claro en Jaejoong y su jefe.

―¿Sera que…?... No, eso es estúpido.

¿Sera que la persona de la cual Jaejoong había estado enamorado (esa que le rompió el corazón) se trataba de ese hombre?

Con el corazón un tanto atormentado, Yunho intentó conciliar el sueño. Sus parpados se volvieron pesados, aun así dormirse fue difícil puesto que su mente no dejaba de marearlo con la misma intriga una y otra vez.

Y una y otra vez.




..



―¿Qué necesita?

Cuando Jaejoong entro a la habitación del jefe, este estaba sentado en su sillón fumándose un cigarro y con la mirada clavada en la puerta, esperándolo. Con fastidio, Jaejoong cerró la puerta y caminó unos pasos, deteniéndose al frente de él. No le importaba lo que el hombre fuera a decirle, solo quería que fuera rápido para poder irse a dormir.

―¿Qué necesita? ―Repitió, pensando que el jefe no lo había escuchado la primera vez.

―Quería saber porque te tomaste el atrevimiento de no trabajar hoy. ―El jefe dijo sin ningún reparo, de la forma más directa que encontró.

Jaejoong entro un segundo en pánico. ―¿Eh? ¿No trabajar? No sé de lo que habla jefe.

―Si lo sabes. Hoy vi a Junsu y Yoochun, y a los demás chicos menos a ti. ¿Dónde estabas?

―Jefe yo estuve trabajando todo el día, usted mismo recogió el dinero que conseguí hoy.  Que no me haya visto no quiere decir que…

―No me mientas Jaejoong que yo sé cuando ustedes me mienten. ―El jefe le interrumpió y arrojó su cigarrillo al suelo. ―Se les nota en la cara y más a un mentirosillo como tú.

Jaejoong apretó sus labios ante eso, él sabía lo sagaz que su jefe podía ser. ―Está bien jefe, no estaba trabajando. Estaba con Yunho. Él quiso que lo acompañara al cementerio y yo no me podía negar ¿Cierto? Solo estaba haciendo lo que tú me dijiste que hiciera. ―Dijo como si recordarlo le causara tedio aunque no fuera así.

Ahora no había razones de que su jefe no sospechara porque estaba diciendo la verdad ¿No era así?

―Yo no te dije que faltaras a tus obligaciones por ir detrás de ese crio. Es más, estoy empezando a creer que es mejor que acabemos con el plan.

Jaejoong abrió los ojos. ¿Qué? ―Pero señor, ¿Acaso no quería averiguar sus intenciones?

―¿Y qué has averiguado en todo este tiempo? Nada, no hay nada. Ya no tiene caso que sigas al lado de él. Además creo que juntarte con los del bando contrario te está afectando Joongie. Has estado muy desobediente estos días.

―Eso no… eso no es verdad.

―Yo me doy cuenta de todo Joongie, aunque no lo creas. ―Dejando de lado su actitud agresiva de hace unos momentos, el jefe abrió sus piernas como si invitara a Jaejoong a sentarse en su regazo. ―Ven aquí mi corazón~ ¿Acaso hay algo que te molesta? ¿Estás triste por algo?

Jaejoong frunció el ceño. ¿Por qué su jefe se había puesto tan meloso de repente? ―No hay nada que me moleste. ―Respondió.

―Si no lo hubiera no te estarías comportando así conmigo. Ven~  ―El jefe estiró su brazo derecho, haciendo una seña con los dedos para que el menor se acercara. Jaejoong avanzó unos cuantos pasos y antes de que pudiera evitarlo, el jefe jaloneó su brazo y lo lanzó hacia su cuerpo. En menos de un suspiro, Jaejoong ya estaba en las piernas del jefe, cargado como si fuera un bebe.

¿Qué rayos estaba pasando?

―¡Jefe! ―Jaejoong se estremeció. ―¿Esta borracho? ―Preguntó cuando le fue imposible encontrar explicaciones al actuar del hombre. Esto lo estaba asustando.

―No Joongie, solo quiero consentirte un rato para que se te quite ese malgenio que llevas. ―El mayor susurró y acto seguido llevo una mano a la barbilla del muchacho, acariciando con sus dedos tanto su mentón como su mejilla. Su otra mano se ubicó en la espalda baja de este, sirviéndole como un apoyo para no caer. Jaejoong no podía comprender nada de lo que estaba sucediendo. Ese mismo hombre era el que semanas atrás lo había despreciado… ¿Por qué ahora lo acariciaba de esa forma?

―Suélteme, quiero ir a dormir. ―Jaejoong intentó zafarse de la situación pero su jefe lo apretó aun más no queriendo que se le escapara.

―Joongie, ¿Qué pasa? Creí que te gustaría estar así conmigo ~ 

―No es así.

―¿No?

―Suélteme.

Jaejoong lo empujó con fuerza pero sin agresividad, provocando que el jefe lo soltara por un momento y Jaejoong pudiera levantarse de sus piernas; no obstante el jefe volvió a tomarlo, y esta vez, siendo más brusco, lo estrello de lleno contra el sillón, colocándose ahora él encima. La respiración de Jaejoong aumentó cuando sintió al jefe acercarse a su rostro.

―¿Acaso alguien ha usurpado mi puesto? ―Le susurró como si estuviera encantando a una serpiente.

―¿De qué está hablando?

―¿Joongie, no me dejaras, cierto?

Hace unas semanas le había dicho que nunca lo haría, hoy no estaba seguro de la respuesta. ―Déjeme ir.

―No me respondiste.

―Yo…

―Ya no quiero que sigas con el plan. ―El jefe ordenó. Jaejoong solo guardo silencio. ―Ya no me importa lo que esos pequeños cabrones hagan contra nosotros. Si intentan algo, yo mismo me les enfrentare. Yo mismo los matare de ser necesario…

―No… ―Jaejoong negó. No quería ni pensar en lo que el jefe sería capaz de hacer contra Yunho.

―Y no te quiero volver a ver con ese mocoso ¿Entendido? Por más de que el bastardo este enamorado de ti, ya no le harás caso.

La garganta de Jaejoong se seco ante la orden.

―Porque tu estas de mi lado, porque tú eres mi niño, siempre mi niño fiel, el que nunca me dejara… ―Anulando la distancia, el jefe tomo con sus labios los labios del menor en un intento de mantenerlo bajo su dominio; sin embargo Jaejoong reaccionó al instante y alejó con rudeza su rostro, escurriéndose ágilmente debajo de él. Luego corrió hacia la puerta, huyendo a su habitación. Jisung entonces saco de su bolsillo otro cigarro, acostándose de lleno en el sillón. Una ligera sonrisa se le apareció en el rostro.

Y no, no es que ahora le interesara Jaejoong, pero si comportarse amoroso le aseguraba tener el dinero que su niño estrella generaba, entonces haría lo que fuese necesario. Lo consentiría, lo besaría, hasta sería capaz de jurarle amor eterno si la situación lo ameritaba; solo que, lo el jefe desconocía, es que por mas besos que él le diera, Jaejoong no iba a regresar a él.

Porque sus dudas eran ciertas…

…Otro ya había reclamado su lugar.


..


Nota: Y  aquí les traigo otro capitulo mas. 
Uhm quizá no lo hayan notado pero he dejado algunas pistas de lo que pasara mas adelante... uhmm tal vez no deba decir mucho.

dejen sus comentarios y hasta el próximo. 





9 comentarios:

  1. Jaejoong tuvo un bonito detalle con Yunho para que visite a su madre. Jaejoong ya no siente absolutamente nada por el jefe espero que si acepte ir con Yunho cuando se lo proponga.
    Gracias por la actualización

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  2. Ojalá y que Yunjo convenza a Más de irse con el antes de que el jefe le haya algo malo a Jae pues esa hombre esta Real mente loco por el dinero y es capaz de lastimarla para someterlo a sus caprichos
    Gracias

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  3. Que lindo e inocente .bueno ni tan inocente!!
    El amor de estos chicos
    Que asco con esa cosa que ahora quiere pegarse a jj
    Ellos deben irse ya de ese lugar!!
    Gracias
    Hermoso cap

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  4. Jae no seas tonto!!!!!!
    Espero que yunho pueda aconsejar a Jae :( ese jefe no les conviene es un muy mala persona!!!
    Mucha gracias por el capituló ❤❤❤❤❤❤❤❤

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  5. Waah >~< detesto a ese viejo
    Por favor Jaejoong aclarare las cosas a Yunho y largense de ahi.
    Gracias por actualizar *-*

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  6. Y ahora que haran Jae y Yunho?? El jefe ya se dio cuenta de que lo de Jae no es solo amistad y los del gruponde Yunho quieren ir en contra del equipo de Jae?? Será que Jae si se ira con Yunho?? Espero qie si. Gracias por el cap ^_^

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  7. La madre de Yunho es en realidad la madre de Jae, entonces creo que esta adoptó a Yunho, pero como lograrían saber la verdad. Y di que se vayan los tres y que se lleven al YooSu, donde sean libres. Me encanta, y más ese amor inocente y puro que poco a poco se esta transformando en un amor apasionado.

    Gracias!!!

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  8. Ese tipo, asqueroso, perezoso y aprovechado. Esos niños no merecen estar bajo su yugo.

    Si llegase la oportunidad JaeJoong se iría con YunHo?...temo que ese tipo les haga un daño mayor

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  9. me encanto la parte del Yunjae, que lindo JJ al hacer lo que hizo con yunho, fue un acto tan lleno de amor, por favor que el amor siempre gané por favor <3 y maldito jefe, que persona tan repulsiva... aggrr...

    Gracias por el capitulo :D

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