Capítulo 6
— 9:50 PM
J
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aejoong sentía la filosa arma blanca
sobre su cuello, un movimiento incorrecto y podría terminar muerto. Yunho solo
se limitaba a mirarlo desde la cama con una mirada que rayaba entre la
preocupación y la furia total.
— Ven amor, vamos a otro cuarto
para que podamos divertirnos- menciono el hombre a Jaejoong, pero este, harto
de toda la situación, le propino un fuerte codazo haciéndolo retroceder con
ambos brazos protegiendo su estómago.
Al parecer Jaejoong ya no se sentía
tan débil, el efecto de la droga había pasado.
El hombre se recostó sobre una
pared, pero de inmediato se levantó dispuesto a atacar a Jaejoong. Jaejoong tan
solo cerró los ojos preparándose para lo peor, pero nada sucedió, nada. Abrió
los ojos y vio como el hombre estaba inconsciente en el piso y como Yunho
sujetaba una especie de vasija antigua en su mano, al parecer Yunho lo había
golpeado antes de que el hombre hubiera podido llegar a él. Gracias al cielo, o
bueno…gracias a su Yunho.
Jaejoong se quedó un momento
estático mirando al hombre tirado en el piso pero la voz de Yunho lo saco de su
ensimismamiento.
— ¡Rápido! ¡Vístete! ¡Tenemos que
salir de aquí!- le grito Yunho mientras cogía su ropa y rápidamente se vestía.
Jaejoong de nuevo se quedó inmóvil
antes de comprender las palabras de Yunho y comenzar a buscar su ropa. Era
verdad, no tenían mucho tiempo, el hombre en cualquier instante despertaría.
Cuando ambos estuvieron vestidos, Yunho
agarro la mano de Jaejoong, incitándolo a seguirle. Yunho abrió la puerta pero
vio como los dos cómplices del sicópata se levantaron, ya que habían estado
vigilando la puerta. Mierda. Uno de ellos se abalanzo a atraparlos,
pero Yunho fue ágil y cerró la puerta velozmente poniéndole el seguro.
Rayos, estaban atrapados, no tenían
por donde salir.
Sentían como los hombres daban
numerosas patadas y golpes a la puerta, sin duda la romperían. Ambos buscaban
desesperadamente una salida pero la única forma para escapar de ese lugar era
precisamente la puerta que estaba bloqueada por los dos
hombres. Mierda.
Hubo un momento de silencio y
relativa calma cuando escucharon que los hombres se detuvieron de golpear la
puerta, que raro. Luego vinieron una serie de disparos desde afuera que
apuntaban a la puerta y Yunho alcanzo a acorralar a Jaejoong a una de las
paredes para evitar ser lastimados. Afortunadamente, ninguno de los dos salió
herido, pero ahora tenían una desventaja, ellos estaban armados.
De pronto vieron su salvación, Había
una pequeña ventanilla que daba al exterior. Gracias a dios. Yunho agarro el
cuchillo que reposaba en una de las manos del secuestrador, se lo metió en el
bolsillo de atrás y procedió a sacar a él y a Jae por la ventana.
La ventana se encontraba en una de
las esquinas de la habitación, en la parte superior de la pared. Era muy
estrecha pero estaba seguro que con un poco de esfuerzo los dos podrían salir
por ahí. Primero intento salir Jaejoong, al ver que su estatura no era lo
suficientemente alta para agarrar el borde inferior de la ventana y así poder
impulsarse, pidió ayuda a Yunho, quien muy amablemente lo sujeto por ambas
caderas para así poder levantarlo y salir por la ventana. La acción hizo a Jaejoong
enrojecer sus mejillas. Por dios, ¿acababan de hacer el amor y aun así con un
solo roce, lo hacía sonrojarse de esta manera? Maldito Yunho.
Jaejoong logro salir mientras se
arrastraba sobre el pasto del jardín que era el lugar hacia donde daba la
ventana. Luego intento Yunho, también con éxito y tan pronto como se incorporó
sobre el suelo, este volvió a agarrar la mano de Jaejoong para así poder salir
corriendo.
Atravesaron el jardín a toda
velocidad y empujaron la reja que tenía la casa, corriendo por la solitaria
calle tanto como sus pies se lo permitían. Luego, escucharon unos disparos.
Ambos voltearon para ver con horror como los dos hombres los estaban
persiguiendo y echando tiros queriendo impactarlos con alguno de ellos.
Yunho diviso una casa a un costado
que estaba aparentemente desocupada, sin pensarlo dos veces, jalo a Jaejoong
para que ambos entraran a la casa, queriendo despistar y perder a sus
perseguidores.
Entraron a la casa, la cual
afortunadamente la puerta principal estaba sin seguro y se acurrucaron en el
piso para que los hombres no los pudieran ver. Yunho se arrastró con cautela
hacia la ventana principal de la sala, se recostó sobre la pared debajo de esta
y hojeo por la ventana para ver si podía percibir algo. Vio las luces de las
linternas que los hombres habían sacado para poder buscarlos más fácilmente.
Rayos, ellos sabían dónde estaban.
Yunho le hizo una seña a Jae
indicándole que subieran al segundo piso y así lo hicieron. Llegaron a una
habitación y nuevamente se acurrucaron en el piso. Estaban en completa
oscuridad y la única luz que podían ver, era la luz que provenía de los postes de
las afueras de la calle.
Jaejoong logro distinguir un
teléfono en una de las mesas de la habitación, arrastrándose ayudado de sus
antebrazos, se deslizo por el piso y extendió su mano para poder tirar el
teléfono hasta el piso. Ya con el teléfono en mano marco el número de la
policía, en realidad, eso es lo que debió de hacer en un principio, aunque…si
lo hubiera hecho tal vez no se hubiera reencontrado con Yunho y no hubieran
tenido esa increíble faena…y…dios, Jaejoong se maldijo a sí mismo por estar pensando
en esas idioteces en un momento como ese.
Recostado boca abajo en el piso, Jaejoong
espero a que en la comisaria contestaran. Nada. La angustia lleno su cuerpo y
marco otra vez el número pero seguían sin contestarle. Decidió entonces marcar
a Yoochun, no estaba muy esperanzado de que le contestara, ya que anteriormente
había sido recibido por la contestadora, pero era lo único que podía pensar en
aquellos momentos.
Una voz le contesto desde el otro
lado de la línea. Era Yoochun quien aún se encontraba en el café con Changmin y
Junsu.
- ¡Yoochun! ¡Yoochun!- exclamaba
exasperado, sentía tanto medio que no podía hablar bien.
- ¿Jaejoong?- pregunto Yoochun
confundido, el número del que lo llamaba no era el celular de su hyung.
- Si- respondió.
Yoochun puso su teléfono en su pecho
y le hizo un gesto con el dedo a Junsu y a Changmin, señalando que estaba
hablando con Jaejoong. Puso su teléfono en alta voz para que los otros dos
pudieran escuchar.
- ¿Qué pasa? ¿Dónde estás?- pregunto
Yoochun con el entrecejo fruncido.
- Tienes que ayudarnos…un tipo loco
me secuestro…y ahora…- la conversación fue interrumpida por un fuerte grito.
Los tres miembros se asustaron de inmediato.
Uno de los hombres cómplices los
había encontrado y ahora se encontraba jalando a Jaejoong desde los pies.
Jaejoong se sostenía del teléfono que estaba siendo tensionado gracias a la
fuerza que hacia el hombre intentando tirar de Jaejoong.
Yunho se enderezo dispuesto a ayudar
a Jae y se lanzó sobre el otro hombre derribándolo en el suelo, sin embargo el
hombre no soltó a Jaejoong de los pies. Jaejoong intentaba arrastrarse por el
suelo tratando de llegar hasta el auricular.
Mientras tanto en el café se
escuchaban los gritos y ruidos por la línea, incluso la camarera del lugar dejo
de hacer lo que estaba haciendo para escuchar semejante escándalo que estaba
sucediendo por el teléfono.
— ¿Hyung? ¡Hyung!- gritaba Junsu
desesperado.
—¡Ayúdenos! Estamos en las afueras de la
ciudad, en un vecindario ubicado por la salida al aeropuerto- como pudo dijo Jaejoong.
—¡Nooo!- grito Yunho quien
estaba sobre el otro hombre tratando de que soltara a Jaejoong- ¡No les pidas
que vengan es peligroso!
— ¿Acaso ese fue Yunho?- dijo Changmin
volteando su cabeza hacia los mayores para luego volviéndola a voltear hacia
donde se encontraba el celular.
—Jae, escucha ya vamos para allá- dijo Yoochun.
—¡Noo, llamen a la poli…!- la línea se cortó.
Los tres miembros en el café se
miraron unos a otros con cara de confusión. Trataron de llamar otra vez pero la
línea no servía, parece que había sido desconectada.
—Tenemos que ir allá- dijo un decidido Junsu
levantándose de la mesa al mismo tiempo que Yoochun lo hacía.
Pagaron su café y estaban dispuestos
a salir del establecimiento, hasta que voltearon y se percataron de que Changmin
seguía sentado mirándolos con los ojos bien abiertos.
Changmin no sabía si debía ir o no,
se sentía tan incómodo con sus hyungs después de tantos años de no hablarse ni
verse. Se sentía como fuera de lugar.
—¡Hey! ¿Qué haces ahí?- grito
Yoochun a Changmin al ver que no hacia ningún amago por moverse- ¡vamos!
Changmin reacciono y se levantó
rápido yendo hacia la salida con sus hyungs. Se montaron en una de las lujosas
camionetas de Yoochun, con este conduciendo, Junsu en el asiento del copiloto y
Changmin atrás.
Tenían que llegar lo más rápido
posible, sus hyungs los necesitaban.
..
Jaejoong intento de nuevo marcar
pero el teléfono no daba tono.
— ¡Maldición!- grito y vio como el otro
cómplice entraba por la puerta, con una gran sonrisa marcada en su rostro y
batiendo el cable del teléfono en su mano izquierda. Lo había desconectado.
El hombre cerró la puerta y se
abalanzo sobre Jaejoong con el cable en sus manos, rodeándole el cuello para
intentar ahorcarlo. Jaejoong cerró los ojos fuertemente, retorciéndose en el
piso con ambas manos tratando de apartar el cable de su garganta.
Yunho se dio cuenta de lo que
sucedía y trato de llegar hasta Jaejoong pero el otro hombre estaba sobre el
impidiéndolo levantarse e ir hasta su adorado Jae. De repente el hombre que
estaba encima saco el arma dispuesto a dispararle justo en la cabeza, pero Yunho
se acordó del cuchillo que llevaba en el pantalón, lo saco y se lo clavo en el
vientre. El hombre cayó en el suelo doblándose del dolor y Yunho vio esto como
una oportunidad para llegar hasta donde estaba siendo atacado Jaejoong.
Se levantó como pudo, agarro una
silla que se encontraba cerca y la estrello en el cuerpo del hombre que
ahorcaba a Jaejoong. El hombre fue a dar lejos y Jaejoong cayó hacia al frente,
apoyando sus dos manos sobre el suelo, intentando recuperar el aliento perdido.
Yunho cogió uno de los brazos de Jaejoong,
ayudándolo a levantar y juntos corrieron hacia la puerta. Intentaron abrirla
pero estaba cerrada. Yunho no vio otra alternativa que de nuevo coger la silla
que había utilizado anteriormente y lanzarla con fuerza hacia la ventana de la
habitación en donde se encontraban. La ventana se rompió en mil pedazos y Yunho
salió con Jaejoong tomado de la mano por esa ventana, caminando con precaución
sobre las tejas.
El hombre que hace unos segundos
ahorcaba a Jaejoong, se logró recuperar del fuerte golpe que Yunho le había
propinado y se percató que tanto Yunho como Jaejoong escapaban por los tejados.
Saco su arma y disparo hacia ellos. La bala alcanzo a rozar el brazo de Jaejoong
y aunque no le hizo ningún daño, si le hizo perder el equilibrio resbalando por
las tejas directo al suelo, Yunho intento sostenerlo, pero gracias al peso de Jaejoong
también vino a dar abajo.
Ambos cayeron alrededor de unos 3
metros sobre el césped en el jardín de la casa, no se lastimaron mucho pero si
había dolido. Joder, había dolido bastante. Por enésima vez se incorporaron,
tomándose de las manos y huyendo despavoridos de la casa con rumbo hacia la calle.
Uno de los hombres, el que no había
sido apuñalado, salió por la puerta de la casa y los perseguía a toda
velocidad.
Corre.
Corre.
Corre.
Necesitaban llegar a una avenida.
Sus pies corrían tan rápido como podían, pero sentían que se quedaban sin aire.
Por fin, después de tanto correr por
calles prácticamente deshabitadas lograron llegar a la avenida, y para su
suerte un taxi vacío venia en su dirección. Yunho había sido salvado dos veces
el mismo día por un taxi.
Lo cogieron y se adentraron en el
taxi, gritándole al taxista que arrancara rápido. El taxi arranco y Yunho pudo
ver por la ventana trasera como el hombre llegaba pero se detenía al ver que ya
no tenía oportunidad de alcanzarlos. Se recostó sobre el espaldar del asiento y
trato de conseguir algo de aire. Estaba exhausto.
—¿Hacia dónde?- pregunto el taxista
después de un rato.
—Al hospital central de Seúl-
respondió Yunho.
—¡Nooo!- grito Jaejoong haciendo que
tanto Yunho como el taxista brincaran sobre su puesto sorprendidos por el
repentino grito de Jaejoong.
—¿Por qué no?- pregunto Yunho
intrigado- tienes que ir, estas herido.
—No….- Jaejoong hizo un puchero y se
abalanzo enroscando sus brazos alrededor del cuerpo de Yunho escondiendo su
cabeza en el pecho de este- no quiero ir a un hospital para que me revisen y me
examinen…yo…solo…quiero estar…contigo…solo los dos.
Eso había sido tan tierno que Yunho
casi se derritió por el comentario. Lo medito un momento y volvió a dirigirle
la palabra al taxista diciéndole que los llevara al hotel más cercano que
encontrara, el taxista asintió volviendo a colocar toda su atención en el
camino.
Yunho abrazo a Jaejoong,
acariciándole sus cabellos, mientras este tenía la cabeza apoyada sobre el
pecho de Yunho, con los ojos cerrados.
Lo que habían acabado de vivir era
tan…emocionante y al mismo tiempo extraño, por no mencionar extremadamente
peligroso. Yunho se había escabullido sin permiso de la presentación que tenía
ese día, había logrado salvar a Jaejoong de un secuestrador sicópata, había
podido escapar de sus cómplices armados y había tenido la experiencia sexual
más placentera de su vida…todo en una sola noche.
Yunho apoyo su cabeza sobre la de Jaejoong,
suspirando levemente, cansado y al mismo tiempo aliviado de que todo haya
salido aparentemente bien…aunque había algo que aún lo inquietaba.
El secuestrador aún no había sido
derrotado del todo.
..
Yoochun, Junsu y Changmin se
encontraban dando vueltas en el carro por el vecindario que Jaejoong les había
indicado. Se veía tan solitario y vacío que dudaban de que sus hyungs pudieran
estar ahí.
—¿Estás seguro de que es por acá?-
pregunto Junsu volteando hacia Yoochun.
—Si- respondió- este el único barrió
que conozco que queda en la salida hacia el aeropuerto- afirmo con seguridad.
—Bueno así sea este el lugar ¿Dónde
podemos saber en qué casa exactamente se encuentran Jaejoong y Yunho?- pregunto
Changmin apoyando cada mano en el extremo de cada uno de los asientos
delanteros.
Yoochun y Junsu se quedaron
callados, pensando en las palabras del menor. Mientras estaban sumidos en sus
pensamientos, un hombre se atravesó en la calle haciendo que casi lo
atropellaran. Yoochun alcanzo a detenerse y sus cuerpos se balancearon de
adelante hacia atrás por la repentina frenada.
El hombre se quedó mirándolos y de
un momento a otro levanto su brazo con lo que parecía ser un arma en su mano y
comenzó a disparar indiscriminadamente hacia el parabrisas de la
camioneta.
Por fortuna, los tres alcanzaron a
agacharse con ambas manos detrás de sus cabezas antes de que alguna de esas
balas los impactara.
—¡Changmin vete! ¡Corre!- grito Yoochun
al menor aun acurrucado en su asiento.
—¡¿Qué?!- exclamo Changmin- No los
dejare- dijo firme.
—¡Corre, Changmin, sálvate tú!-
grito Junsu exasperado.
Changmin abrió la boca para
protestar pero fue callado por otro grito de Yoochun.
—¡Changmin no discutas con nosotros!
¡Obedece!
Yoochun y Junsu eran los hyungs de Changmin.
Eran sus mayores, por lo tanto era su deber protegerlo de todo mal y peligro.
Desde siempre había sido así, desde que estaban en DBSK y así ya los tres no
estuvieran en el mismo grupo y muchas cosas hubieran ocurrido desde entonces,
todavía era su obligación cuidar del más pequeño.
Changmin dejo resbalar una lagrima
por su mejilla antes de mencionar- Iré por ayuda, no los abandonare-luego salió
cuidadosamente por una de las puertas del carro, ocultándose detrás de este.
El hombre dejo de disparar hacia la
camioneta y se acercó hacia el puesto del piloto, abriendo la puerta con
rudeza. Vio como dos hombres trataban de protegerse de los disparos,
acurrucados en su respectivo asiento temblando de miedo.
Yoochun levanto su cara para mirar
al hombre que los había atacado y casi inmediatamente el hombre puso la pistola
justo en la frente de Yoochun. Yoochun cerró los ojos, estaba seguro que
moriría en ese preciso momento.
Trato de negociar con el hombre,
suplicándole que le darían el auto a cambio de que no los matara, pensando
que el hombre era un ladrón que tan solo quería robarse la lujosa camioneta.
Sin embargo, el hombre no acepto.
Estaba a punto de jalar del gatillo
hasta que otro hombre se acercó gritando que se detuviera. Era el secuestrador,
al parecer se había despertado de su inconsciencia topándose con el hecho de
que tanto Jaejoong como Yunho habían escapado de sus garras.
Su Jaejoong.
Maldito Yunho se las pagaría.
Miro a los dos sujetos que se
encontraban en la camioneta y los reconoció de inmediato. Eran Park Yoochun y
Kim Junsu, compañeros y amigos de Jaejoong en el grupo de jyj, que además
también habían estado con él en dbsk. Una escalofriante idea se le vino a la
cabeza.
— No los mates- dijo mientras que
con su mano derecha bajaba el arma que su cómplice sostenía entre su mano- Nos
pueden servir de ayuda- sonrió.
Tanto Yoochun como Junsu lo miraban
con la cabeza gacha, algo en si les dijo que la sonrisa del hombre no podría
ser buena. El sicópata saco una jeringa de su bolsillo y la clavo en el cuello
de Yoochun, haciéndolo perder el conocimiento casi al instante. Junsu al ver
esto, trato de escapar por la puerta de al lado, pero ya el otro hombre se le
había adelantado bloqueándole el paso para salir. Junsu intento empujarlo pero
el secuestrador quien se encontraba en la puerta de Yoochun, se le abalanzo
clavándole otra jeringa en su garganta. Los ojos de Junsu se cerraron y su
cuerpo se precipito hacia adelante.
Changmin quien había estado
observando todo desde afuera del coche, salió corriendo despavorido intentando
conseguir algo de ayuda.
“Tengo que
salvarlos” pensó
mientras que sus piernas corrían a todo lo que podían dar a través de ese
olvidado vecindario de las afueras de Seúl.
..
Yoochun podía oír leves y lejanas
voces las cuales entraban por sus oídos en forma de murmullos. Luego se dio
cuenta de que las voces no eran tan lejanas sino que más bien se encontraban
cerca, en la misma habitación en la cual él estaba.
Sus parpados estaban pesados, pero a
pesar de eso, intento abrir los ojos para poder percibir mejor lo que estaba
ocurriendo a su alrededor. Cuando por fin pudo enfocar bien, vio como estaba en
una habitación que estaba repleta de fotos de Jaejoong en las paredes. Bajo la
cabeza y se dio cuenta que estaba sentado sobre el suelo completamente
amarrado, y que además Junsu estaba recostado sobre su espalda en la misma
posición en la que él se encontraba.
Le dolía la cabeza y la vista se le
nublaba por momentos. Se sentía totalmente ido y desorbitado. Busco con la
vista a Changmin pero se dio cuenta de que no estaba ahí con ellos. Agradeció
que el menor hubiera podido escapar sano y salvo.
—¿Qué es lo que miras, eh?- le
pregunto una voz burlona.
Volteo hacia el lugar donde provenía
la voz y se dio cuenta que era el mismo hombre que lo había sedado, quien se
encontraba mirándolo, agachado de medio cuerpo, esperando que le respondiera.
Yoochun ni siquiera tuvo fuerzas
para responderle, se sentía demasiado débil.
El hombre se retiró y cogió una de
las fotos de Jaejoong que se encontraba pegada a la pared, acariciándola con
delicadeza, observándola con adoración.
—¿Sabes?- empezó a decir sumido
totalmente tanto en sus pensamientos como en la foto- yo lo amo tanto que creo
que podría hasta morir…pero la muerte me separaría de él…y yo…nunca dejaría que
nada ni nadie me separe de el- menciono al mismo tiempo que volteaba la foto
para que Yoochun la pudiera ver- Nadie.
Yoochun entrecerró los ojos, no
comprendiendo del todo a lo que el hombre se refería y no lo pudo averiguar ya
que sintió otra vez como su cabeza se ladeaba y volvía a entrar en el mundo de
los sueños.
El hombre se rio bajito al ver como Yoochun
volvía a desmayarse. Volteo su mirada de nuevo hacia la foto, acercándola hacia
sus labios y plantándole un pequeño beso.
—Soy tu más grande fan…Jaejoong.
..
Ojalá y Dios quiera nunca lleguen a toparse con un fan psicópata como ese o cualquier otro. Gracias
ResponderBorrarDios ese tipo me da miedo mucho miedo.....
ResponderBorrarEl maldito loco da mucho miedo .-.
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