H
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eechul
siempre se había caracterizado por tener la voz más escandalosa que hubieras
podido escuchar en tu vida, pero a pesar de aquello, no lograba sobresalir
sobre la fuerte música del bar—discoteca, haciendo que no pudiera escuchar casi
nada. Hablaba de su pronta salida del ejército… o al menos eso era lo que
entendía Yunho.
Este
era uno de los pocos días de descanso de Yunho, después de semanas agotadoras
de ir y venir de Japón, entre conciertos, giras, presentaciones, entrevistas,
eventos. etc. Changmin había optado por salir con sus amigos a una cena
tranquila, pero Yunho quiso ir a tomar algo, para olvidarse de todas sus obligaciones
y deberes, que honestamente ya le tenían hasta la coronilla. No es que los
odiara, pero se habían vuelto tan agotadores, que rogaba que al fin llegara un
momento como este. Y llegó.
Había
contactado a Heechul a su llegada a Corea, ya que debido a las ocupaciones de
ambos, ninguno de los dos se había podido reunir en un gran periodo de tiempo. Heechul
gustoso aceptó. Ver y oír a Heechul siempre era una delicia para Yunho. Sus
disparates y sus divertidos comentarios siempre hacían que Yunho se entretuviera,
y se olvidara de sus problemas por lo menos unas cuantas horas.
Sentados
en la segunda planta de aquella discoteca, la cual estaba en forma de balcón, Yunho
y Heechul compartían anécdotas, comentarios e historias que habían ocurrido en
el tiempo en que no se habían visto.
—Creo
que cuando regrese, me gustaría volver a hacer un drama. —Mencionó Heechul
mientras servía más ron en su copa.
—Lo
primero que deberías hacer es llegar a Súper junior y poner las cosas en su
lugar de nuevo. —Bromeó Yunho imitando el acto de Heechul.
—¿Poner
las cosas en su lugar? —Preguntó Heechul con ambas cejas levantadas. —¡Pero si
yo soy el que las vuelve patas arriba! —Rió Heechul y Yunho estuvo de acuerdo.
—Las
cosas en la SM no son tan divertidas sin ti. —Admitió Yunho después de un
tiempo en que ambos se mantuvieron en silencio.
—Sí,
eso lo sé. —Dijo Heechul con aires de suficiencia.
—Me
haces mucha falta. No sabes lo duro que ha sido todas estas semanas.
—¿Así
que me has extrañado? —Preguntó Heechul, no abandonando ni por un segundo esa
actitud engreída.
—Por
mucho que me cueste admitirlo, si.
—¡Ja!
—Se rió Heechul. —Changmin me debe 50.000 won. —Continuó recostándose en su
asiento.
—¿Eh?
—Preguntó Yunho no teniendo ni idea a lo que se refería Heechul.
—Aposté
que ustedes me extrañarían.
—Estoy
hablando por mí, no por Changmin. Él parece estar más tranquilo y feliz sin
tener que soportarte a ti, revoleteando por aquí y por allá. —Yunho le siguió
la corriente a Heechul, queriendo molestarlo un poco.
—Yo
no tengo la culpa de que sea tan aburrido para no querer divertirse conmigo. —Respondió
Heechul, no dejando que la evidente broma pesada de Yunho lo afectara en lo más
mínimo. —Aunque Sabes estar en el ejercito me cambió, aunque no lo creas ya no
soy tan inmaduro como antes.
—Oww.
—Yunho hizo un puchero.
—Supéralo.
—¿Entonces
ya te vas a comportar como el adulto que se supone que eres?
—Yo
no dije eso.
—¿Entonces
en qué exactamente cambi…? —Preguntó Yunho pero se detuvo cuando se dio cuenta
de que Heechul ya no le estaba prestando atención, y en su lugar miraba
fijamente hacia la primera planta. Estaba tan concentrado que ni siquiera bajo
la copa que tenía en la mano.
—¿Heechul?
—Yunho preguntó mientras movía una mano frente a los ojos de Heechul,
intentando en vano conseguir su atención. Sin embargo, Heechul ni se inmutó y
continuó mirando como si de una estatua se tratara.
Yunho
volteó hacia la dirección en que los ojos de Heechul estaban puestos, tratando
de buscar que era lo que mantenía tan entretenido a Heechul.
—Ahí
llego tu adorado tormento. —Dijo Heechul despreocupadamente luego de salir de
su letargo, dándole un sorbo a la copa que había estado en su mano.
—¿Qué?
—Yunho volteó hacia Heechul haciendo una mueca.
Heechul
agitó su cabeza hacia un lado en forma de señalamiento, y Yunho volvió a dirigir
la mirada hacia abajo, buscando que era a lo que Heechul se refería.
En
efecto, había algo. Más bien alguien.
Alguien
con quien honestamente no quería encontrarse en ese momento.
—Deberías
ir a saludarlo. —Bromeó Heechul con una sonrisita, molestando a Yunho.
Yunho
volteó a mirar a Heechul con una mirada de pocos amigos. Eso solo incrementó la
sonrisa de Heechul.
El
recién llegado se encontraba rodeado de un montón de amigos, mas de los que Yunho
pudiera soportar. Un mesero les buscaba amablemente una mesa grande en la
planta baja, mientras él colocaba amistosamente una mano detrás de la espalda
de uno de sus amigos, invitándolo a pasar al lugar. Yunho desvió la mirada.
—O
tal vez yo debería ir a saludarlo. —Continuó Heechul con su broma, mirando a
todo menos a Yunho.
—¿Por
qué no me dijiste que iba a estar aquí? —Susurró Yunho peligrosamente, mientras
se acercaba amenazadoramente a Heechul inclinándose sobre la mesa. Estaba
molesto.
—¿Y
yo que iba a saber? —Respondió Heechul inocentemente, sin inmutarse ni siquiera
un poco de la aparente agresividad de Yunho. Sabía que lo podía manejar.
—¿No
son los mejores amigos ahora? —Siguió Yunho con su interrogatorio.
—No
nos hemos visto en semanas. Eres demasiado exagerado. Y apártate de mí, si
sigues haciendo esa cara te vas a arrugar.
Yunho
volvió a su lugar.
Heechul
se levanto del suyo. —Espérame aquí, iré a saludarlo.
Pero
antes de que Heechul se pudiera ir, Yunho lo apretó fuertemente del brazo. —Si
lo traes acá, te matare. Lo juro.
—¡Auu
me lastimas! —Heechul zafó su brazo del agarre de Yunho, quejándose por su
comportamiento. —No lo traeré… o tal vez sí. —Heechul volvió a mostrarle esa
sonrisita a Yunho, esa sonrisita que le estaba sacando de nervios.
—Es
enserio Heechul. —Yunho volvió a amenazar.
—Es
enserio Yunho. —Heechul lo imitó.
Yunho,
frustrado, se recostó hacia atrás en su silla, cruzando los brazos molesto. —Arggg,
y yo que solo me quería relajar. —Dijo mientras miraba hacia la mesa en donde
se había ubicado el susodicho.
—Ni
que fuera el mismísimo diablo. —Mencionó Heechul dándole poca importancia al
asunto.
—Lo
que menos quiero hacer hoy es pelear.
—Tranquilo.
—Heechul dijo en tono amoroso, mientras se inclinaba hacia Yunho pinchándole la
mejilla, haciendo que Yunho abofeteara su mano lejos. —Lo que menos harás hoy
es pelear, te lo prometo. —Terminó, abandonando la mesa con un molesto Yunho
sentado en ella.
..
Se
había acercado a la barra para pedir algunos tragos, cuando de repente, sin
ningún aviso, unas manos rodearon su cintura, abrazándolo por detrás, colocando
la cabeza en su hombro. Se quedo helado por un momento.
—Me
olvidaste. —Una voz susurro en su oído en forma de puchero, y Jaejoong se
volteó rápidamente atemorizado de quien pudiera ser.
Se
trataba de Heechul. Una parte de su alma regresó a su cuerpo.
—¡Heechul, me asustaste! —Exclamó Jaejoong mientras veía como
el mencionado se doblaba de la risa. —Pensé que era un psicópata.
Heechul
se alejó. —Tú siempre pensando que te acosan. No eres tan bonito como crees. —Respondió
sarcásticamente.
—¿Qué
haces aquí? —Preguntó Jaejoong mientras daba un giro de medio lado, continuando
con su labor de ordenar los tragos.
—Haciendo
lo que tú nunca haces conmigo —Acusó Heechul.
—¿Eh?
—Preguntó Jaejoong alternando su vista y su atención, entre Heechul y el
barman.
—No
me has llamado como en 4 meses. Empiezo a creer que otra vez te olvidaste de
mí.
—¡Tú
eres el que me tienes que llamar! No sé cuál es tu horario en el ejército,
nunca me lo dijiste.
—Y
ahora vienes con tus queridos amigos, a los que si amas. —Continuó Heechul con
su melodrama, ignorando totalmente las explicaciones de Jaejoong.
Jaejoong
recibió el pedido y se alejó de la barra con un indignado (más bien dramático) Heechul
a su lado. —Está bien, Te lo compensare. Te invito a un trago, ven a sentarte
con nosotros. —Jaejoong sabía que no había manera de ganar contra Heechul, así
que dejó de luchar y aceptó toda la culpa.
—No
puedo, vengo con un amigo. Un graaan
amigo. —Dijo Heechul enfatizando las últimas palabras. —Debería presentártelo,
es muy guapo. —Dijo Heechul con una sonrisita que Jaejoong paso desapercibida.
—Entonces
vengan los dos, los invito a los dos.
—Se
lo propondré. Nos vemos más tarde ~ —Dijo en tono cantando mientras se iba, no
sin antes alborotar el pelo de Jaejoong, haciendo que este se quejara con un
gruñido.
..
Yunho
estaba hecho un manojo de nervios. No había visto a Jaejoong durante mucho
tiempo, y considerando lo mal que las cosas habían quedado entre los dos,
prefería que ese tiempo se quedara así. Sabía que si se encontraba con Jaejoong,
las cosas no saldrían bien y ambos terminarían peleando como siempre.
Jugando
con la copa entre sus manos, esperaba a Heechul, rogando para que este no
hubiera jugado sucio, y no hubiera desobedecido a lo que le había pedido.
Afortunadamente, Heechul llegó solo y Yunho sintió un gran alivio en su
interior.
Heechul
llegó a su sitio, se sentó en su silla y siguió tomando su bebida, sin soltar
una palabra como Yunho pensó que lo haría.
Yunho
esperó, esperó y esperó por alguna palabra de Heechul, la cual nunca salió de
sus labios, así que él mismo tuvo que forzar las cosas, justo como no quería
hacerlo.
—¿Y
bien? —Yunho Preguntó levantando las cejas, tratando de conseguir alguna
respuesta del inusualmente callado de Heechul.
—¿Y
bien qué? —Heechul respondió haciéndose el tonto y Yunho supo en ese momento
que Heechul lo estaba molestando.
—¿Qué
paso? —La curiosidad lo estaba matando.
—Vamos.
—Heechul se levantó sutilmente. —Él nos invitó a un trago.
—¡¿Qué?!
—Un grito desesperado salió de la boca de Yunho. —¡¿Acaso le contaste que
estaba aquí contigo?!
Heechul
rió, divertido por la expresión dramática de Yunho. —Le dije que estaba con mi
nuevo amante. —Mintió, queriendo molestar aun más a Yunho.
—Heechul
no juegues conmigo, y menos con esto.
—Por
Dios Yunho, ¿Enserio le tienes tanto miedo?
—No
le tengo miedo, pero es que… ¡Arg! —Yunho bufó, no encontrando las palabras ni
las razones para explicarse.
—Yunho,
es en serio, el nos está esperando. —Heechul dijo después de un rato en un tono
más normal.
—¡¿Entonces
si le dijiste que se trataba de mi?! —Yunho volvió a tensarse. Estas bromitas
de Heechul no le gustaban para nada.
—Ya
Yunho. —Heechul volvió a tomar asiento. —No le dije, así que puedes calmarte.
Pero si es cierto que nos quiere invitar un trago.
—Pues
dile que no lo acepto.
—¿Por
qué no?
—¿Por
qué crees? —Contestó Yunho bruscamente, achicando sus ojos hacia Heechul.
—Pues
yo si lo voy a aceptar. —Heechul volvió a levantarse. —Espérame aquí.
—¡Claro!
—Yunho también se levantó, poniéndose a la defensiva. —¡Vete con él, y con sus
amigotes, así puedes volverte un miembro de su club de fans!
Heechul,
quien ya se había dado la vuelta para marcharse, se volteó de inmediato y le preguntó
a Yunho: —¿Estas celoso?
—No.
—Yunho negó en voz baja, sentándose en su silla.
—Yo
sé que si, a mi no me puedes engañar.
—Piensa
lo que quieras.
—Eso
es lo que estoy haciendo, dah.
—Heechul
ah, no sabes lo difícil que han sido estas semanas para mí. Quería verte hoy
para hablar y relajarme, pero lo estas volviendo todo más complicado. —Yunho
dijo en voz lastimera, y Heechul sintió tanta lastima, que decidió dejar de
atormentarlo y sentarse con él.
—Está
bien, lo siento, me quedare aquí. Pero no me culpes si Jaejoong viene a
buscarme y me descubre aquí contigo. —Advirtió.
Yunho
hizo una mueca más sin embargo no dijo nada más. No se amargaría la noche por
hablar de Jaejoong. De ninguna manera.
—Bien
¿De que estábamos hablando?...ah sí… —Heechul intentó continuar la
conversación, pero mientras más hablaba, más notaba la incomodidad de Yunho,
quien miraba a ratos a la planta baja, pendiente de lo que hacía o de lo que no
hacia Jaejoong.
—¿Esta
lindo hoy, no? —Heechul preguntó desviándose de la charla, poniendo a prueba la
concentración de Yunho.
—Sí.
—Yunho susurró sin pensarlo.
—Apuesto
que te lo quieres… —Heechul continúo divertido, pero en ese instante, Yunho
volteó dándose cuenta de lo que había acabado de responder.
Heechul
soltó una carcajada.
—Vámonos
de acá. —Yunho mencionó molesto consigo mismo por haberle dado esa respuesta a Heechul.
—No me puedo concentrar, no me siento bien aquí.
—¿Dejaras
que te amargue la noche?
—Me
sentiría más cómodo en cualquier otro lugar.
—Bien,
lo que el líder diga. —Mencionó Heechul mientras se levantaba por enésima vez. —Pero
recuerda que aun tengo que ir a aceptar su invitación, así que paga y espérame
en el sótano.
Yunho
quiso protestar pero antes de que pudiera hacerlo, Heechul ya se encontraba
bajando las escaleras en dirección a la mesa de Jaejoong, así que a Yunho no le
quedo más remedio que seguir sus órdenes.
Bajando
cautelosamente las escaleras, se escabulló entre la gente bailando y pagó la
cuenta en la barra, repitiendo el mismo proceso para ir al parqueadero, sin que
Jaejoong ni nadie lo reconociera. Lográndolo con éxito, se metió dentro de su auto
y esperó por Heechul.
Pasaron
5 minutos, luego 10, luego 15 y luego 20, y no aparecía ningún rastro de Heechul.
—¿Qué
tanto hace allí? —Se preguntó Yunho molesto, mientras pensaba en las maneras
más dolorosas de matar a Heechul.
Marcando
con su celular al celular de Heechul, intentó localizar al mayor, pero resulto
en vano ya que ni siquiera lo tenía prendido. Yunho se preguntó si eso era una
estrategia de Heechul para hacerlo enfadar, pero sabía que sería muy cruel
incluso para Heechul.
Decidió
esperar por otros 10 minutos, y al ver que nadie aparecía, se propuso dejar a
un lado sus miedos e ir en busca de Heechul por su cuenta. Se las pagaría.
Entrando
de nuevo en la ruidosa y acalorada discoteca, Yunho navegó entre la multitud,
estirando su cuello para tener una mejor visibilidad. Ni siquiera supo porque
hacia eso, si ya conocía el lugar en donde se encontraba Heechul: En la mesa de
Jaejoong. Pero… ¿No podía ir allí y simplemente llevarse a Heechul? ¿O sí?
Harto ya de la situación, decidió ser valiente y no pensar en las consecuencias.
Así
estaba de molesto.
Justo
cuando ya había tomado una decisión, una cosa desvió su atención. Entre la
gente, reconoció a Jaejoong recostado sobre una pared, sonriendo tontamente
mientras hablaba con un individuo que Yunho no pudo identificar. Por la
apariencia de Jaejoong se notaba que estaba un poco bebido, solo un poco.
Dejando
de lado a Heechul y su demora, Yunho se acercó un poco al lugar, con ganas de
ver más, aunque sabía que no debía hacerlo y que ni siquiera debía importarle.
Por
como Jaejoong le hablaba a ese sujeto, y los gestos y los movimientos que hacía,
parecía que estaba coqueteándole, algo que a Yunho sin ninguna duda le molesto.
No sabía cuánto había cambiado Jaejoong en este tiempo en que no habían estado
juntos, pero él lo conocía, y sabía que él no coqueteaba con el primero que se
le apareciera por el frente, por lo que presintió que ese sujeto tal vez le
interesaba a Jaejoong, al menos un poco.
Sus
suposiciones pasaron a segundo plano, cuando observó como el sujeto retiró un
mechón de la cara de Jaejoong, acercándose más al rostro de ese, pero para su
fortuna Jaejoong desvió la cara divertido como si estuviera jugando con él.
Yunho
no podía creer que Jaejoong, siendo una figura pública, se exhibiera así,
coqueteando con un hombre a la vista de todos en una discoteca. No pudo evitar
que su sentido de liderazgo y responsabilidad saliera de él. Si alguien los
descubría, sería un gran problema para Jaejoong.
“No te debería ni de importar eso” Su voz interior habló, haciendo que
se diera cuenta que tenia verdad. Él ya no era responsable de la imagen de Jaejoong
frente al mundo, sin embargo no podía evitar importarle. Aparte de eso, algo más
le inquietaba, pero no estaba dispuesto a admitirlo.
Callando
a su voz interior, Yunho continuó observando la escena.
No
podía negar que Jaejoong se veía apuesto y un tanto inofensivo, pero al ver
como ese hombre se aprovechaba de eso, hacia qué la sangre de Yunho hirviera,
sin saber por qué.
Luego,
la mano del hombre tomó la de Jaejoong, guiándolo hacia la multitud que
bailaba. A pesar de que su voz interna gritó “¡No lo hagas!”, Yunho la ignoró, caminando hacia Jaejoong y
tomándolo de su brazo libre, arrastrándolo hacia la dirección contraria. Pronto
Jaejoong perdió la mano del otro hombre entre la gente y fue arrastrado por Yunho
hacia el baño.
—¡¿Qué
crees que haces?! —Susurró Yunho amenazadoramente una vez que entraron al baño
de hombres, importándole muy poco su anterior miedo de no querer verse con Jaejoong.
Jaejoong,
quien todavía se encontrada descolocado por lo que había sucedido, levantó la
mirada, enfocándola para reconocer al hombre furioso que le estaba hablando. Sus
ojos se abrieron en demasía cuando identifico de quien se trataba. —¿Yunho? —Preguntó
aun sin salir de su asombro.
—Respóndeme.
—¿Yunho?
—Jaejoong repitió, pero esta vez cayendo en cuenta lo que estaba pasando.
—Dímelo.
—¡¿Qué
te pasa?! —Exclamó bruscamente Jaejoong, aterrizando en sus 5 sentidos,
zafándose del agarre de Yunho —¡¿Qué haces aquí?!
—Respóndeme
tu primero.
—¿Qué?
—Jaejoong aun se encontraba confundido. Ni siquiera había escuchado la pregunta
que le había hecho Yunho.
—¿Qué
hacías ahí coqueteando con un hombre? —Yunho repitió, abriendo los ojos,
acercando su cara peligrosamente a la de Jaejoong.
—¿De
qué carajo hablas? Yo no estaba… ¡Y a ti que te importa! —Gritó Jaejoong
mientras esquivaba a Yunho, tratando de salir del baño. Sin embargo, Yunho dio
un paso a un lado, bloqueándole la salida.
—¡Quítate!
—Replicó Jaejoong pero Yunho no se movió.
—¿No
sabes acaso lo peligroso que fue eso? ¿Y que si alguien los veía? ¡¿Te imaginas
el riesgo para ti y tu carrera?!
Jaejoong
frunció el ceño. —¿Por qué vienes a decirme estas cosas?
—Porque
eres un idiota y nunca tomas en consideración eso.
—Aja,
sí, yo soy el idiota siempre, y tu eres el correcto y bueno Yunho. —Jaejoong se
cruzó de brazos, escupiendo las palabras violentamente.
—No
se trata de eso.
—¿Entonces
para que me vienes a decir esto? Ya no es como hace algunos años, en donde me
decías todo lo que debía hacer. Yo ya no estoy bajo tus órdenes, líder shii. ¡Ahora sigue con tu vida
como lo has estado haciendo y déjame a mí en paz! —Jaejoong gritó molesto,
dejándole en claro a Yunho toda su frustración.
Y
al contrario de lo que Jaejoong hubiera esperado, Yunho se mantuvo en silencio,
soltando un gran suspiro contenido, incapaz de contrarrestar las palabras de Jaejoong.
—Me
largo. —Jaejoong dijo ante la ausencia de palabras de Yunho.
Derrotado,
Yunho ni siquiera impidió que Jaejoong saliera del baño, pero cuando oyó que
alguien entraba al baño llamando por Jaejoong, lo único que se le ocurrió fue
agarrar de nuevo a Jaejoong y arrastrarlo hacia uno de los cubículos, cerrando
la puerta tras ellos.
—¿Qué
hac...? —La protesta de Jaejoong fue callada por la mano de Yunho, evitándole
que hablara.
—¿Jaejoong?
¿Estás aquí? —La voz del hombre preguntó mientras rastreaba los baños en busca
del mencionado.
Jaejoong
movió su cabeza enérgicamente lado a lado, buscando que la mano de Yunho
abandonara su cara. Lo logró, pero en vez de anunciar que se encontraba allí,
se quedo callado, con los ojos puestos en Yunho como si lo quisiera asesinar
ahí mismo.
—¿Jaejoong?
—La voz siguió llamándolo, revisando cubículo por cubículo.
—Si
no me dejas ir, gritare. —Jaejoong amenazó.
—Shh
calla. —Yunho susurró mientras prestaba más atención al tipo allá afuera, que a
la temible expresión de Jaejoong.
Cuando
Yunho se dio cuenta que el hombre estaba revisando por el espacio de debajo de
los cubículos, lo único que se le ocurrió fue levantar a Jaejoong por las
piernas, haciendo que este las enroscara en su cuerpo, para que así el sujeto
no se diera cuenta que había dos personas en un mismo cubículo.
Jaejoong
se sorprendió de sobremanera ante la repentina acción de Yunho, sujetándose de
los hombros de este para evitar caer, pero volviéndose a recostar sobre la
pared del cubículo, como si de esa manera estuviera rechazando lo que Yunho
estaba haciendo.
—¿Qué
carajos haces? —Jaejoong susurró en voz baja pero Yunho ni le prestó atención —¡Bájame
en este instante! —Ordenó.
Ante
la falta de respuesta de Yunho, Jaejoong comenzó a moverse efusivamente lado a
lado, pataleando con los ojos cerrados. Luego sintió como Yunho lo abrazaba
fuertemente contra su cuerpo, impidiéndole que se moviera.
— Quédate
quieto. —Yunho susurró contra su oído.
Jaejoong
intentó moverse de nuevo, pero le fue imposible. Yunho lo tenía tan apretado
contra su cuerpo que apenas si podía respirar.
Luego
de unos segundos el hombre (para fortuna de Yunho) por fin se marchó y él dejo
caer las piernas de Jaejoong, aunque su cuerpo no lo dejo ir. Aun lo retenía
fuertemente entre sus brazos.
—¡Suéltame!
—Jaejoong luchó pero Yunho no le obedeció. Ni siquiera entendía porque estaba
haciendo eso.
—¡Déjame!
—Jaejoong reunió todas sus fuerzas y por fin logró liberarse del agarre de Yunho,
abriendo la puerta del cubículo a continuación, para poder escapar de ahí.
—¡Bien!
—Yunho gritó siguiéndolo. —¡Ve allá y sigue mostrando el espectáculo que
estabas haciendo!
Ante
esto Jaejoong se giró. —¿Cuál espectáculo? ¿Por qué eres tan inmaduro, ah? —Jaejoong
inquirió, visiblemente cansado de toda esa ridícula discusión.
—¿Inmaduro
yo? —Yunho rió con una sonrisa sórdida. —Inmaduro tu, que aun no sabe cómo
comportarse en público, que sigue ofreciéndose a cualquier estúpido con tal de
abrirle las piernas. —Yunho escupió, sin espacios, sin gentileza, sin
vergüenza.
Jaejoong
abrió los ojos, no podía dar crédito a lo que había acabado de escuchar. Levantando
su puño, decidido a estrellarlo en la cara de Yunho, Jaejoong trató de defenderse
de sus atrevidas palabras, fallando en el intento cuando Yunho retuvo su mano
ágilmente, lanzándola bruscamente hacia un lado.
—¡Me
largo de toda esta porquería!
Yunho
finalizó la conversación, saliendo del baño, dejando a solas a Jaejoong.
Esquivando
a toda la gente en la pista de baile, un muy enojado Yunho se dirigía hacia su
auto, tratando de escapar de todo lo que había acabado de acontecer hace tan
solo un momento. Ya ni siquiera le importaba donde diablos estaba metido Heechul,
le enviaría un mensaje más tarde, mandándolo a la mierda por haberlo dejado
esperando y por hacer que todo esto pasara, aunque Yunho sabia, muy en el
fondo, que Heechul no tenía la culpa. Era la culpa de él, y nada más de él. Por
no saber controlarse y no saber manejar sus… celos. Si eran celos, aunque le
doliera admitirlo era eso lo que sentía. No podía negarlo.
Abriendo
la puerta de su camioneta, Yunho sintió como alguien lo llamaba desde atrás.
Era Jaejoong, caminando furiosamente hacia donde se encontraba.
—¡¿Crees
que voy a dejar que me hables de esa manera y que luego te escabullas como un
cobarde?! —Jaejoong llegó gritando con todo su corazón.
Yunho
solo rodó los ojos. —Mira Jaejoong —Habló en el tono más calmado que pudo. —No
estoy de ánimos para tus berrinches, así que déjame en paz ¿Sí?
—¿Berrinches?
¿Tú eres el que viniste buscándome pelea y ahora no quieres continuar con lo
que dejaste? ¡No voy a permitirte que me trates así, como si yo fuera un...! —Jaejoong
se detuvo.
—¿Y
qué harás ah? —Yunho lo retó acercándose amenazadoramente hacia Jaejoong.
Jaejoong
abrió la boca para decir algo, pero nada se escuchó de sus labios cuando el
sujeto quien lo había estado buscando, apareció caminando hacia ellos, con una
expresión de alivio en el rostro. Yunho por fin pudo observar su cara
detalladamente, más sin embargo no pudo identificar quien era, debido a la
inmensa cantidad de amigos que Jaejoong parecía tener ahora.
—¡Jaejoong,
ahí estas! Te estuve buscando por todos lados. —Exclamó el sujeto, trotando
hacia Jaejoong, colocando una mano en su espalda en cuanto estuvo a su lado.
Luego
volteó a mirar al hombre que estaba frente a ellos.
—¿Dónde
habías estado? —Preguntó su amigo desviando su atención de Yunho y volviéndola
a posar sobre Jaejoong.
—Yo…—Jaejoong
dudó antes de responder, mirando con el rabillo del ojo a Yunho y luego
volviendo a su amigo. —Había estado por ahí, perdóname por irme. —Jaejoong se lanzó
a sus brazos, abrazando a su amigo, como si buscara protección. Tenía la
intención de comprobar algo, aunque no estaba muy seguro si realmente
funcionaria.
Yunho
desvío la mirada de la escena. Le estaban dando ganas de vomitar.
—Ven,
vamos de vuelta. —Dijo el hombre mientras guiaba a Jaejoong de nuevo a la
discoteca, ignorando completamente la
presencia de Yunho.
—No
hemos terminado de hablar. —Yunho se apresuró antes que Jaejoong pudiera
girarse, sosteniéndole el brazo con fuerza.
—¿No
que no querías hablar Yunho? —Acusó Jaejoong.
—Ahora
si quiero hablar.
—Ya
es tarde. —Jaejoong trató de voltearse pero Yunho no le dejo, ajustando más
firmemente su agarre en su brazo. —Yunho, suelta. —Jaejoong se quejó.
—¡Oye,
suéltalo! —Intervino el sujeto, colocando su mano donde Yunho tenía sostenido a
Jaejoong.
—No
te entrometas —Yunho sabía que estaba siendo grosero, que incluso estaba
haciendo una escena, pero algo dentro de él no le permitía soltar a Jaejoong y
que se fuera con ese hombre.
—No
le hables así. —Jaejoong lo defendió, haciendo que la furia creciendo en Yunho
se elevara.
—Yo
le hablo como se me dé la gana. —Yunho le vocalizó a Jaejoong muy cerca de su
rostro, mirándolo a los ojos fijamente.
—Oye,
oye, oye. —El hombre colocó la palma de su mano libre en el pecho de Yunho,
empujándolo para que se alejara de Jaejoong. —Cálmate amigo, estas siendo
demasiado grosero, a mí nadie me dice que hacer y no voy a permitir que tu
vengas a hablarme así.
Yunho
soltó a Jaejoong para hacerle frente al hombre que se atrevía a desafiarlo. Si
quería pelea, entonces eso le daría. —La verdad no tengo ni idea de quién eres
tú, pero sé que si no te largas y me dejas hablar tranquilamente con Jaejoong,
los dos vamos a tener un problema.
—¿Ah
sí? —Respondió el sujeto soltando también a Jaejoong. —pues entonces creo que
tendremos un problema, porque no pienso irme de aquí. —Dijo con el mismo tono
de voz que Yunho había utilizado.
—Basta
ya los dos. —Jaejoong se interpuso entre ambos cuerpos para detener toda esa
absurda discusión. —Yunho deja esta estupidez. Solo empeoras las cosas.
—Jaejoong
sube al auto. —Yunho ordenó decidido.
—¿Eh?
—Jaejoong hizo una mueca.
—Sube
al auto.
—¿Qué
te hace pens…?
—¡Sube
al auto, Dije! — Yunho gritó interrumpiendo a Jaejoong.
—¿Qué
rayos te sucede? —El amigo volvió a meterse empujando a Jaejoong hacia un lado.
—¿Quién te crees para hablarle así?
—Te
aseguro que tengo más poder sobre él, que el que tú tienes. — Dijo Yunho confiado.
—Sube al auto. —Le repitió a Jaejoong.
—No.
—Jaejoong,
no discutas conmigo, sube al maldito auto ahora mismo.
—¡Déjalo
en paz! ¡Que no vez que no se quiere ir contigo!
—¡Maldita
sea! —Enfurecido, Yunho empujó al hombre lejos y agarró a Jaejoong, arrastrándolo
hacia la puerta del copiloto, abriéndola, empujándolo dentro y volviéndola a
cerrar, regresando al puesto del piloto en un abrir y cerrar de ojos.
Viendo
como el hombre se regresaba para golpear la ventana de su puerta, Yunho arrancó
haciendo caso omiso a los gritos y maldiciones de Jaejoong. Casi a toda
velocidad, salió del estacionamiento, conduciendo sin rumbo por las calles de
la ciudad.
—¡¿Qué
te pasa idiota?! ¡¿Cómo te atreves a secuestrarme así?! ¡¿Cómo te atreves a hablarle
a uno de mis amigos así?! ¡Eres un maldito estúpido! ¡Te odio, ¿Me oíste? Te
odio! —Desde el asiento del copiloto, Jaejoong le gritaba como si no hubiera un
mañana. Yunho tan solo se mantenía concentrado en su labor de conducir, sin
prestarle mayor importancia a los alaridos de Jaejoong.
—¡¿A
dónde me piensas llevar, ah?! ¡Detén el auto en este instante, te lo ordeno!
—¡Cierra
la boca de una buena vez! —Yunho gritó haciendo que Jaejoong se detuviera y
cruzara los brazos molesto.
—Yunho,
baja la velocidad. —Jaejoong dijo después de un rato al ver la gran velocidad a
la que iban.
Yunho
no lo escuchó.
—Yunho
baja la velocidad.
Yunho
volvió a ignorarlo.
—Yunho
baja la velocidad, por favor —Jaejoong rogó y Yunho por fin le obedeció, ante tal
suplica lastimera. A pesar de todo, había una parte de Yunho que no podía
resistirse a las peticiones de Jaejoong.
Complacido,
Jaejoong se atrevió a pedirle otra cosa a Yunho: —Detente.
Yunho
se detuvo, harto de esta pelea sin fin.
—¿Ahora
qué harás dime? ¿Para qué me sacaste de allí? A ver, explícamelo. — Inquirió Jaejoong,
tentando a la furia de Yunho.
Yunho
no dijo ni una sola palabra.
—¿No
dirás nada? ¿Es enserio Yunho? ¿Tan celoso estabas?
—¿Celoso?
¿Celoso de qué? Por favor, Jaejoong. —Yunho al fin habló, haciendo una mueca de
fastidio ante la mención de esa palabra.
—No
sé, dímelo tú.
—Bájate
del auto. —Dijo Yunho de repente, con ambas manos clavadas fuertemente en el
volante.
—¿Me
sacaste de allá y ahora me vas a dejar abandonado en una calle vacía? —Jaejoong
no podía creer lo que estaba oyendo. —Bien, hasta nunca imbécil. —Abrió la
puerta del auto y la cerró con un fuerte portazo, situándose frente a la
camioneta en busca de un taxi. Yunho tan solo se mantuvo en su posición,
observando lo que Jaejoong haría.
Jaejoong
le hacía señas a los pocos carros que cruzaban aquella calle, pero ninguno se
detuvo. Luego de unos cuantos minutos, por fin un carro paró y Jaejoong no dudo
en abrir la puerta para meterse ahí dentro.
Yunho
de inmediato salió. —¡¿Qué crees que haces?! —Jaló a Jaejoong haciéndolo
trastabillar un poco hacia atrás. —¿En realidad piensas que te dejaría botado y
te permitiría irte en el auto de un desconocido? —Lo sujetó por los antebrazos,
inmovilizándolo.
El
auto siguió su camino.
—No
lo sé, te has comportado como un total imbécil toda la noche, no dudaría que
hicieras eso. —Jaejoong le respondió, desafiándolo totalmente con la mirada.
—No
me retes, Jaejoong. —Advirtió Yunho.
Jaejoong
se rió. —¿Y si te reto que harás?
—No
sabes de lo que soy capaz. —Yunho juntó su frente contra la de Jaejoong,
susurrándole.
—En
realidad, no te entiendo Yunho. Nosotros ya no somos nada, tu actitud es tan
estúpida.
—Cállate.
—No
lo hare.
—Cállate,
o te callare aquí mismo.
—Cállame
entonces.
Tan
rápido como lo prometió, Yunho aprisionó a Jaejoong contra su cuerpo y junto
sus bocas antes de que el mencionado pudiera hacer algo. Las débiles protestas
de Jaejoong apenas si podían salir de su boca, Yunho succionaba tan fuerte sus
labios, haciéndole perder todo el aliento.
Por
fin lo dejó ir, produciendo un fuerte chasquido de sus bocas separándose.
—Escúchame
Jaejoong. —Yunho susurró violentamente sobre la boca de Jaejoong. —Estoy a
punto de perder el control, meterte en el auto y hacerte el amor tan duro que
no te puedas levantar en una semana. —Amenazó y Jaejoong se quedó sin habla.
—Me
tienes hasta la coronilla. Me tienes a un paso de odiarte y hacerte sufrir.
Hacerte gritar.
Jaejoong
paso saliva, nunca había visto a este tipo de Yunho jamás.
Sin
esperar respuesta, Yunho arrastró a Jaejoong hacia la parte trasera de la
camioneta, abriendo la puerta y empujando a Jaejoong dentro, cerrando la puerta
después de entrar. Jaejoong se irguió en el asiento, temeroso por el repentino
cambio de Yunho.
Yunho
se desabrochó el cinturón, dejando caer sus pantalones hasta la mitad de sus
rodillas. Jaejoong pudo ver que Yunho ya estaba duro. —¿Me vas a violar aquí? —Finalmente
preguntó, cuestionando a Yunho del porque de sus actos.
Yunho
no respondió, y en su lugar se desabrochó uno por uno los botones de su camisa
blanca para luego lanzarse sobre Jaejoong, besándolo con pasión. Jaejoong trató
de decir algo pero Yunho se lo impidió cuando su lengua se abrió paso por la
tentativa boca de Jaejoong.
Dejando
de lado sus labios, Yunho comenzó a lamer la barbilla, el cuello y la mandíbula
de Jaejoong, mientras este trataba de detenerlo, en un intento perezoso y sin
esfuerzo. Era obvio que también lo quería.
Las
manos impacientes de Yunho empezaron a recorrer la longitud del cuerpo de Jaejoong,
acariciándolo por los lados, sintiendo ese cuerpo que no había saboreado… hace
mucho tiempo. Se alejó por un momento para poder quitar bruscamente la chaqueta
de cuero negro a Jaejoong, desabrochándole los pantalones a continuación.
Parecía un animal hambriento en busca de carne fresca.
Bajo
los bóxers de Jaejoong, comenzando a lamer sus muslos blancos, chupándolos,
mordiéndolos; mientras escuchaba los primeros gemidos provenientes de Jaejoong.
Luego, siguió con el pene del mayor, dando un par de cortas pero fuertes succiones
a esa carne que ya se había comenzado a tornar roja y dura debido a la
excitación.
Jaejoong
mordía sus labios mientras observaba como Yunho lo devoraba. Sus manos
aprisionadas contra su propio pecho, retorciéndose, como si tuvieran miedo de
tocar a Yunho.
Después
de terminar con su pene, Yunho trazo un camino de besos por el abdomen bajo de Jaejoong,
levantando un poco la camiseta blanca que tenia puesta, jugando con el ombligo
de este.
Luego
subió hasta su cara, volviendo a besar ahora esos hinchados labios, mientras su
cuerpo se movía rápidamente contra Jaejoong, como si lo estuviera embistiendo. Jaejoong
esta vez coopero con el beso, haciendo que fuera delicioso para ambos,
disfrutando de las calientes y entrecortadas respiraciones que chocaban en la
cara del otro.
Sin
más preámbulos, Yunho se bajó rápidamente los bóxers, haciendo que su doliente
erección, saliera disparada. Se sentó en el asiento y de la manera menos delicada
que encontró, tomó a Jaejoong por la nuca e hizo que este se tragara su pene de
una sola vez. Jaejoong apenas tuvo tiempo de cerrar los ojos y abrir la boca. Yunho
dirigía el ritmo de sus chupadas de una manera loca y sin espacios, haciendo
que Jaejoong casi se atragantara con semejante extensión en su boca.
Gruñó
Jaejoong mientras intentaba apartarse del pene de Yunho, pero este lo sujetaba
tan fuertemente, que todo intento resulto en vano.
Luego
de unas cuantas estocadas más, Yunho por fin lo dejo ir, haciendo que Jaejoong levantara
su cabeza en busca de aire, con un montón de saliva escurriendo fuera de su
boca.
Sin
siquiera haberse recuperado lo suficiente, Jaejoong sintió como Yunho lo cogía
violentamente de la mandíbula y le susurraba al oído: —¿Quieres que cuando te
la meta te duela menos? Entonces síguemela chupando. —Amenazó mientras volvía a
dirigir a Jaejoong hacia su erección.
—Mmmmm…
si así… —Gemía Yunho con una mano guiando la cabeza de Jaejoong y la otra
acariciando descaradamente el trasero de este.
—Yunho…
—Susurró Jaejoong cuando logro zafarse del agarre, sus ojos entrecerrados y sus
labios húmedos, cubiertos por el pre semen, en una imagen simplemente
tentadora.
—Recuéstate.
—Yunho ordenó y Jaejoong obedeció al instante, abriendo las piernas como si
estuviera totalmente adiestrado.
Yunho
se acomodó entre las piernas de Jaejoong, elevándolas un poco y sin previo
aviso, se enterró velozmente en el agujero de Jaejoong.
—¡Ahhhh…maldita
sea Yunho! —Jaejoong gritó mientras se agarraba de todo lo que estuviera a su
alcance, tratando de controlar su dolor.
—Porque
te quejas si te encanta que te la metan así. —Yunho dijo sin remordimientos,
sin culpa. —Duro. —Enfatizó mientras volvía a embestir a Jaejoong, provocando
que este volviera a gritar.
—¡Ahhhh
Yunho te odio! ¡Te odio! —Exclamó Jaejoong con los ojos fuertemente cerrados.
—¿Ah
sí? —Se acercó Yunho. —Pues yo te odio más.
Sin
importarle ni un poco que Jaejoong estuviese preparado o no, Yunho comenzó a
moverse rápido y violentamente, luchando contra la estrechez de Jaejoong quien
amenazaba por sacarlo.
—¡Ahhh!
¡Ahhhh! —Jaejoong se quejaba entre cada embestida. Sus ojos manteniéndose
cerrados, sus manos recorriendo el pecho desnudo de Yunho sin ningún patrón
fijo.
Yunho
gemía como una bestia, como nunca antes lo había hecho. — Así es tan bueno… Yo
tan grande y tú tan pequeño. —Yunho se aproximó susurrando seductoramente en el
oído de Jaejoong. —O más bien, yo tan grueso y tu tan estrecho, encajamos
perfectamente. —Continuó, adorando la mirada acusadora de Jaejoong.
Yunho
iba tan rápido, que Jaejoong sentía como todo el auto se movía a la par con
ellos. Sabía que si alguien pasaba por el lugar, se daría cuenta de inmediato
lo que estaba sucediendo allí dentro. Y es que la vista de ellos dos, a medio
vestir, teniendo sexo en el asiento trasero del auto de Yunho, era una vista
muy sexy.
Jaejoong
trasladó una de sus manos a su erección, moviéndola al ritmo de las embestidas
de Yunho. Yunho la apartó de inmediato, agarrando las dos manos de Jaejoong,
estampándolas contra la puerta del asiento.
— Ow
Yunho por favor, déjame tocarme. —Replicó Jaejoong, con casi lágrimas saliendo
de sus ojos.
—Te
has portado como una mierda conmigo toda la noche.
—Tú
eres el que ha estado como un loco, violador, celoso… secuestrador… grosero. —Jaejoong
se detuvo entre palabras, ya que las embestidas de Yunho se habían aminorado y
habían seguido el ritmo de su habla.
—¿Qué
más? —Yunho sonrió, haciendo que sus lentas embestidas se volvieran cada vez
más profundas e intensas, evitando así que Jaejoong pudiera hablar
seguidamente.
—…
Estúpido… violento… —La voz de Jaejoong iba disminuyendo conforme pasaban las
palabras. —Atrevido… insensible… molesto…
Jaejoong
fue cerrando lentamente los ojos por el ritmo lento y delicioso que había
tomado Yunho.
—Tú
eres un ofrecido… —Interrumpió Yunho susurrándole en los labios.
—Mentiroso…
egoísta… psicópata. —Jaejoong abrió los ojos de nuevo.
—Tentador…
todo tu ser me decía que tenía que follarte esta noche.
—Uhm…Yunho
así….despacio… que rico me lo haces… así… lento… uhm. — Susurró Jaejoong olvidándose
completamente de la anterior conversación.
—Busca
problemas… eres un total busca problemas. —Yunho hizo el trabajo de continuarla.
—Siempre complicas las cosas… rebelde. —El placer lo estaba desorientando.
—Yunho
yah, eres un… idiota… déjame tocarme. —Jaejoong lo intentó de nuevo, pero Yunho
no lo dejo… de nuevo.
Jaejoong
entonces, buscó con sus manos los pezones de Yunho, apretándolos fuertemente,
en un claro acto de venganza por no dejar que se diera placer. Pero al
contrario de lo que hubiera esperado, Yunho solo se acerco a él, con una
sonrisa maliciosa en la cara, susurrándole: — Uhm si, así es como me gusta.
Jaejoong
frunció el ceño pero no tuvo tiempo para decir algo, ya que Yunho salió fuera
de él, volteándolo boca abajo y adentrándose nuevamente al instante. —¡Yun…! —Jaejoong
dejo escapar un suspiro ahogado ante la falta de delicadeza de Yunho.
Yunho
otra vez retomó su ritmo, veloz y salvaje, amando el sonido que producía su
pelvis contra las nalgas de Jaejoong cada vez que chocaban. Jaejoong volvió a gemir fuerte y Yunho
también lo hizo, tomando la mano de Jaejoong entre la suya.
—Ahh…
Yunho nos van a… descubrir. —Jaejoong dijo con medio rostro aplastado contra el
asiento de cuero.
—A
ti es el que te encanta mostrarte en público ¿No? —Contraatacó Yunho,
silenciando a Jaejoong.
Jaejoong
jadeó ante las penetraciones de Yunho, fuertes y duras, fuertes y duras, y cada
vez más fuertes y más duras.
Yunho
continuó así durante un buen tiempo hasta que decidió levantar a Jaejoong
consigo, volviéndose a sentar en el asiento, con Jaejoong encima de su
erección, dándole la espalda. Su ritmo no decayó ni un segundo. Uhm Jae… como
me encantas… como me encantas. —Mencionó entre dientes, echando la cabeza hacia
atrás mientras Jae se inclinaba hacia adelante, rodeando con ambos brazos la
parte posterior del asiento del copiloto que se encontraba ahí, recostándose
sobre él. Esa postura dio la oportunidad a Yunho de ver más detalladamente como
su pene embestía el agujero de Jaejoong, colocando sus palmas firmemente en los
glúteos de Jaejoong, permitiendo que sus penetraciones fueran más precisas.
En
un momento dado, durante la frenética faena, Yunho atrajo a Jaejoong de nuevo a
su cuerpo, abrazándolo por el pecho, lamiendo su oreja. —Te imaginas si uno de
tus admiradores nos viera en este momento… viendo que yo soy el único que te
puede dar así de duro.
— No…
no sabes ni lo que dices.
— Te
extraño, mucho.
El
clímax de Yunho estaba por atacar su cuerpo. Lo supo cuando sintió corrientes
eléctricas provenir desde su miembro correr por todo su cuerpo. Acomodó a Jaejoong
más plácidamente y siguió embistiendo, tan fuerte como podía, con ganas de
venirse de una buena vez. Enloquecido, tomó la erección de Jaejoong entre su
mano, batiéndola con fuerza, como si se tratara de la suya. Jaejoong jadeó en
respuesta.
Luego
se vino, su semen llenando exageradamente todo el huequito de Jaejoong, y Jaejoong
lo hizo justo después, empapando la mano de Yunho.
Yunho
volteó a Jaejoong como pudo y lo beso apasionadamente, tomándose el tiempo para
degustar todos los sabores que contenía aquella boca.
—Yunho-yah,
—Suspiró Jaejoong. —¿Quedaste satisfecho?
—Quiero
hacértelo toda la noche.
Jaejoong
se rió.
—Vamos
a mi apartamento. —Dijo Yunho, dejando a Jaejoong en el asiento trasero y
trepando por sobre los demás asientos, para finalmente llegar al del piloto.
Encendió el auto, poniéndolo a toda marcha.
Jaejoong
tan solo se limitó a recostarse en el asiento, dejando escapar una encantadora
carcajada, al caer en cuenta de lo que había sucedido.
..
El
resto de la noche fue más pasional y romántica, que lo que había sido cuando
salieron de la discoteca. En cuanto llegaron al apartamento de Yunho, corrieron
a la habitación y se entregaron el uno al otro sin tapujos. Con los cuerpos
totalmente desnudos, su sexo fue más lento pero no por eso menos intenso. Sus
labios nunca se separaron de sus bocas, acariciándose mutuamente entre sí,
abrazándose como si quisieran ser uno.
De
la cama al piso, del piso a la pared, de la pared al sofá, del sofá a la mesa y
de la mesa de nuevo a la cama. Lo hicieron en todos los lugares en donde fuera
posible.
La
pasión acontecía como si la barrera llena de dificultades que lo separaba,
jamás hubiera existido, como si nunca hubiera pasado un problema entre ellos,
haciendo que se distanciaran más, más y cada vez más. Por solo una noche,
pudieron olvidar todo el dolor y el rencor que habían sentido, por solo una
noche.
En
la mañana, el sonido del timbre del celular despertó a Yunho, maldiciéndose a
sí mismo por poner un timbre tan escandaloso y menos amable con sus oídos.
Recorriendo la habitación con sus ojos, Yunho recordó lo que había pasado la
noche anterior. Sexo, sudor y… semen. Volteó a su lado para ver a Jae, quien
dormía profundamente con casi todo el cuerpo recostado en el lado izquierdo de su
cuerpo, con la respiración rozando el cuello de Yunho, soltando a ratos leves
ronquidos que escapaban de sus labios entreabiertos.
Yunho
desvió su atención de Jaejoong, para ver el resto de la habitación. Era un
desastre. Cojines, ropa y sabanas se encontraban desperdigados por todo el
suelo. La ventana abierta dejaba entrar una ráfaga de aire, haciendo que las
cortinas bailaran y la habitación se refrescara. Miró a sus cuerpos y vio como
una delgada sábana blanca, apenas si les cubría su desnudez, tapando por lo
menos, sus partes más íntimas. Yunho se llevó una mano a su frente, recordando
divertidamente lo loco y lo bueno que había sido.
El
teléfono volvió a vibrar, haciendo que Yunho se diera cuenta de que lo había
olvidado por completo. Agarrando el teléfono, Yunho deslizó su dedo por la
pantalla. —¿Hola?
—Hola
Romeo ¿Cómo fue tu noche? —Esa distintiva voz molesta, Yunho sabía que solo
podía pertenecer a una persona.
—Heechul-ah…
—Deberías
pasar más tiempo con los amigos de Jaejoong, son muy divertidos. —Heechul de
repente dijo y Yunho solo frunció el ceño.
—Estúpido.
—Escupió, escuchando como una carcajada salía de la otra línea.
—No
enserio ¿Cómo fue?
—Ahora
que lo recuerdo, ¡Me dejaste plantado anoche casi por una hora! — Yunho acusó
haciendo caso omiso la pregunta de Heechul.
—Y
tú me dejaste botado en esa discoteca, aunque no te lo voy a recriminar, tú
querías divertirte y yo deje que lo hicieras, ¿Recuerdas que te dije que lo que
menos harías era pelear?
—¿Lo
que menos haría? Me la pase peleando toda la noche. —Yunho se quejó pero una
risita se le escapo hacia el final de la frase, delatando que no se refería
exactamente a esa clase de “pelea”.
Anoche
había tomado otro significado.
—Con
eso me dices todo.
Un
embarazoso silencio se formo de repente.
— ¿Tu
lo planeaste, cierto?
—No
lo hice. —Heechul respondió honestamente. —Solo que soy tan genial que las
cosas siempre me salen bien.
—Sabias
que Jaejoong iría anoche. —Yunho Continuó, sin prestarle demasiada atención a
los autoelogios de Heechul.
—No
lo sabía, pero lo presentía, además Jaejoong siempre visita ese bar y tú me
dijiste que era mi turno de elegir un lugar.
Una
algo sorpresiva respuesta recibió los oídos de Heechul: —Gracias.
—De
nada.
—Sin
embargo, eso no te salva por haberme dejado esperando anoche, te busque por
todas partes, me preocupe por ti. —Yunho mintió.
—Estoy
seguro que lo que menos hiciste anoche fue pensar en mí. —Heechul soltó.
La
risa culpable de Yunho se escuchó. —Estúpido, te llamare la siguiente vez
cuando quiera salir.
—Seguro
que lo harás.
Yunho
se rió y terminó la llamada, colocando el celular de nuevo en la mesita de
noche. Se sentía tan feliz que podía reír todo el día…
….aunque
no sabía si esa felicidad le duraría mucho tiempo. Lo que había sucedido
anoche, había sucedido, ya estaba en el pasado, lo que realmente le preocupaba
era el futuro, ese futuro incierto, lo que pasaría una vez Jaejoong abriera los ojos.
me encanto y si heechul es genial
ResponderBorrarque bueno que eligió ese lugar y que yunho y jae hicieron las paces por lo menos esa noche
y espero cuando jae despierte sigan asiendo las pases por mas tiempo
o que sigan peleando sin limite de tiempo XD
como dice el dicho que mejor
hagan el amor y no la guerra eso les queda a la perfección a ese par :)
adoro a heechul cuando hace uso de sus locuras para juntar al yunjae
ResponderBorrarEs un lindo fic gracias por compartir <3
ResponderBorrarsoy nueva en tu blog ^^
¡Dios!, me encanta como pelean estos dos....
ResponderBorrarheechul es la onda, el sabe como manipular al YUNJAE...jajajajajja
gracias por compartir tu bonita historia, me encanto...
>o<
La Chula es una diosa del amor, siempre haciendo de cupido para eso dos, me gusta >////<
ResponderBorrarHeechul es genial al volver a reencontrar a Yunho y Jae.
ResponderBorrarEsos dos se aman con locura pero como siempre la falta de comunicación los separa.
Gracias por publicarla estuvo muy emocionante y hermosa.
Muy bueno....acabo de encontrar este Blog dedicado al Magnifico Yunjae y me lanze a leer un One Shot....son las tres de la madrugada pero queria leer al menos uno....me emociono tanto al encontrar Yunjae ..... mas si son hard como este...en seguida de que lei Lemon al ser el primero dije este....y si muy bueno...me Fascino....mas por que no es AU...y no es que no me guste el universo Alterno...pero cuando no lo son y se centran en su historia me da esperanzas...¬¬ Soy Shipper....aun tengo fe ^^
ResponderBorrarMe gusto leer a Yunho y Jae de esta manera...mmm...salvaje? hace dos meses mas o menos lei un fic....inmenso....hermoso....pero en el el Yunjae peleaba mas o menos asi.....y me hizo recordarlo...no hay muchos Fics donde ellos se peleen o se agredan de esta manera...al menos no los que yo he leido...y han sido bastannntes....
Gracias por el One shot...mañana me leere mas....muchos mas....me gusta como escribes....sigue con el lemon....hard¬¬ ....Oneguai^^
He leído mucho lemon Hard de YJ pero me sigue causando la misma sensación. No soy de leer one shots pero este estuvo muy bueno y muyyyyy hard. Gracias por tú trabajo :3
ResponderBorrarWoooo me encanto!!! *o* pero ese final te deja en la incertidumbre!! Tiene que despertar Jae y darle un beso y ser felices!!! :3 gracias por compartir! Lindo one shot :)
ResponderBorrarwow~ ¡Que noche! :Q___ ¡me hubiese gustado estar de acosadora afuera de ese auto! jajaja *¬* me encantó tu fic, es sexy~ *o* amo al Yunho celoso y posesivo con su Jaejoong. Te agradezco mucho que lo escribieras, es genial. Saludos! ^-^
ResponderBorrarQue intensos esos dos, Me gusto la lista de adjetivos de Jae para Yunhu, esa parte woooo genial en serio. En verdad esperaría que ese futuro no quede truncado por todos los malos momentos y puedan estar juntos ay amo a esta pareja. Pero cuando ponen a YunHo así de intenso realmente me dan nervios.
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